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«Don Francisco Diamante y Herrera, caballero de la Orden de Montesa, secretario de S. M., viudo de doña Ana Jofre de Morales, calle del Amor de Dios, casas de don Juan Isidro del Castillo, murió en 21 de julio de 1694. Recibió los Santos Sacramentos [...] Testamentarios a don Pablo Diamante, caballero de Montesa, del Consejo de S. M. y su alcalde del Crimen de la Chancillería de Granada; a don Diego de Villasante, caballero de la Orden de Calatrava, que vive en la calle de los Panaderos, y a don Francisco Jofre de Morales, que vive calle de Carretas, casa de la Marquesa de Lapilla, y por su único heredero, al dicho don Pablo Diamante, su hermano. Enterróse de secreto, con licencia del señor Vicario, en el convento de San Felipe el Real, por dejarlo así mandado en dicho testamento. Dio de fábrica siete ducados»
. (Archivo parroquial de San Sebastián, lib. 17 de Difuntos, fol. 641 vto.).
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No era entonces cosa superflua el poseer una ejecutoria, sobre todo para un comerciante. En las Pruebas ya mencionadas de su hijo se dice que en 1643 estuvo Jácome preso por deudas, y fue luego suelto porque probó ser hijodalgo.
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Para mayor claridad resumiremos en un cuadro genealógico los parentescos antedichos:
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«Bachilleres en Cánones: DON JUAN BAUTISTA DIAMANTE y don Pablo Diamante. Eadem die (22 abril) D. JOANNES BAPTISTA DIAMANTE oppid. Madrid, et Paulas Diamante oppid. dicti, in aula juris cannonici, hora meridies, receperunt Baccalaureatus gradus a sacra cannones facultate a Doctor Petro Marquez, decano, presentibus Vedeliss et magister ceremonias».
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Constan estos pormenores en el proceso escolar que en 1863 poseía don José Sancho Rayón y lo comunicó a don Cayetano A. de la Barrera, quien se apresuró a extractarlo para la nueva edición que pensaba hacer de su Catálogo del Teatro antiguo español. Hoy no se sabe dónde para el aludido proceso.
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Corona sepulcral, elogio en la muerte de D. Martín Suárez de Alarcón, hijo primogénito del Excmo. Sr. Marqués de Trocifal, conde de Torresvedras. Madrid, 1652, en 4.°
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Véase la segunda parte o Bibliografía y crítica de este estudio literario. No nos atrevemos a sostener que sea la suya una comedia que, con el título de La Devoción del Rosario, estrenó en Toledo, en 1651, la compañía de Sebastián de Prado, aunque bien pudiera serlo, pues ya entonces tenía DIAMANTE veintiséis años, y la comedia de Lope de igual título debía de estar ya por completo olvidada en 1651. (V. PÉREZ PASTOR: Docum. de Calderón, pág. 189.)
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Obras de Don Francisco Bernardo de Quirós, alguacil propietario de la casa y corte de Su Majestad y Aventuras de Don Fruela. Madrid, 1656, en 4.º La décima de DIAMANTE es obra de mero compromiso y carece de valor literario.
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María de Quiñones fue muchos años primera dama de los teatros de Madrid. Sobresalió en la declamación, aunque también cantaba con primor. Diego Osorio era célebre gracioso y autor, o sea director dee compañías de teatro. En el invierno de 1656 había trabajado en Madrid y se conoce que luego se fue a Valencia con su gente.
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Este hecho debe de ser falso, pues, si no, constaría también en el expediente de la causa de 1648, donde sólo se alude a ésta de 1636. A Barrionuevo nada le detenía, una vez propuesto, a acumular cargos a sus víctimas.