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ArribaAbajoJornada II


Escena I

 

Salen DOÑA BEATRIZ y DOÑA INÉS, dama.

 
BEATRIZ
Alegre está Tordesillas.
INÉS
Si en estas bodas ha sido,
entre ciudades y villas,
sólo el lugar escogido
del Rey, ¿qué te maravillas?5
BEATRIZ
¡Bravas fiestas, diestras cañas,
valientes toros!
INÉS
Los hijos
(Beatriz) de las dos Españas
aun hasta en los regocijos
se entretienen con hazañas.10
BEATRIZ
En fin, ¿tenemos torneo
esta noche?
INÉS
Del amor
que tienen, noble empleo;
pues dando a tantos favor
tan repartida te veo,15
que te juzgo enamorada,
y no sé, en particular
si lo estás.
BEATRIZ
Todo me agrada
y a todos quiero igualar,
y no me enamora nada.20
INÉS
A Don Pedro diste un guante.
BEATRIZ
Es Pereira y mi pariente;
portugués en lo constante,
en lo airoso, en lo valiente
y portugués en lo amante.25
INÉS
En Castilla está por ti
bien, por fuerza has de quererle.
BEATRIZ
Quiérole, Inés, así, así,
lo que basta a entretenerle,
pero no a salir de mí.30
INÉS
Si eso es verdad, no has andado
grata a su merecimiento,
pues le has con otro igualado.
BEATRIZ
¿Cómo?
INÉS
A Don Diego Sarmiento
el otro guante le has dado.35
BEATRIZ
Pidióle con cortesía;
es ilustre castellano
y cuando calzada vía
la una a la otra mano
envidiosa se corría.40
INÉS
El Don Diego es por extremo,
y si en tal Sarmiento ves
llamas de amor, ya te temo.
BEATRIZ
A tales llamas, Inés,
caliéntome y no me quemo.45
INÉS
Créolo, pues te divierte
Don Luis de Velasco.
BEATRIZ
Sabe:
tiene alma, es gallardo, es fuerte;
por lo secreto y lo grave
entre damas tendrá suerte.50
INÉS
También mostraste largueza
en favorecerle.
BEATRIZ
Sí,
que es mucha su gentileza;
y como los guantes di,
fui a pedir a la cabeza55
una flor de su tocado.
INÉS
En fin, ¿ha de dar favores
a todo tu amante agrado?
BEATRIZ
¿Qué quieres? Guantes y flores,
danlos las tiendas y el prado;60
no he de ser yo menos que ellos.
INÉS
En no habiendo más que dar,
pediráslo a tus cabellos.
BEATRIZ
No, Inés, que no ha de llevar
mi gusto nadie por ellos.65
INÉS
Sé con todos general,
porque ansí, Beatriz, conserves
tu inclinación liberal,
con tal que uno me reserves,
que no me parece mal70
y me da con ocasión
celos de ti.
BEATRIZ
No me espanto.
¿Quién es?
INÉS
Don Pedro Girón.
BEATRIZ
¿Qué dices?
INÉS
Quiérole tanto,
que le he dado el corazón.75
BEATRIZ
Como fuera gavilán
bien le dabas de comer.
Don Pedro es cuerdo y galán,
y yo (sólo por saber
que celos pena te dan80
aunque le igualé hasta aquí
con los otros) esa pena
he de aumentar.
INÉS
¿Cómo así?
BEATRIZ
Todo lo que es cosa ajena
engendra apetito en mí.85
En viendo en otra una gala,
luego por ella me muero
hasta estar de envidia mala;
al que desdeñaba, quiero
si otra dama le regala.90
Mira tú de qué manera
sufrirá mi inclinación
que lo que quieres no quiera.
INÉS
Esa es común condición,
y no eres tú la primera;95
pues que todas la heredamos.
Mas, las que nobles nacimos
(cuando amistad profesamos),
con cordura resistimos
lo que necias deseamos.100
BEATRIZ
Ahora bien, yo te prometo,
Doña Inés, hacerlo así;
y, sólo por tu respeto,
olvidarle desde aquí.
INÉS
¿No le has de dar, en efeto,105
favor para este torneo?
BEATRIZ
Ni para fiesta ninguna.
INÉS
Voyme, pues, que hablar deseo
a Don Álvaro de Luna.
A Don Pedro venir veo.110

 (Aparte.)  

Escondida quiero ver
si esta portuguesa sabe
cumplir como prometer.


Escena II

 

Sale DON PEDRO GIRÓN. Dichos.

 
PEDRO GIRÓN

 (A DOÑA BEATRIZ.) 

O tiene por cosa grave
el que es rico mantener115
su familla con su casa;
mas al que (cuando le importa)
la fortuna le es escasa,
y dándole hacienda corta
le da los gastos sin tasa,120
igualarále en rigor
conmigo, a quien hace aposta
hoy el Rey mantenedor,
si para ayuda de costa,
no os merezco algún favor.125
BEATRIZ
Corréis vos por otra cuenta;
dama hay en Palacio, rica,
que manteneros intenta
con el favor que publica
y en vuestro nombre alimenta.130
Pedidle, Don Pedro, vos
para esa empresa favores,
que en la corte de Amor, dios,
nadie sirve a dos señores,
ni tira gajes de dos.135
PEDRO GIRÓN
Es muy corto tiempo agora,
para poder responderos,
por ser ya del torneo hora;
sólo podré cierta haceros
que siendo vos mi señora140
no se sujeta mi amor
a otro dueño, ni otra ley;
porque es vasallo traidor
quien conoce más que a un Rey
y sirve más que a un señor.145
Y mi palabra os empeño,
que mi esperanza creciera
si, en fe del amor que enseño,
solamente yo os sirviera,
pues vos sola sois mi dueño.150
Mas deseos excusados
dan materia a mi temor
pues ya advierten mis cuidados
que ha de ser uno el señor,
pero muchos los criados.155
En serlo vuestro me empleo;
mas, pues sin favor me voy,
y en vos novedades veo,
fingiré que enfermo estoy
y quedaráse el torneo.160

 (Quiérese ir.)  

BEATRIZ
No quiera Dios que por mí
pierda el Palacio su fiesta;
volved, no os partáis así,
que si tan caro me cuesta
cumplir lo que prometí,165
por mejor tengo agradaros
que triste el Palacio esté.
Don Pedro, ¿qué podré daros?
Buscando estoy y no sé
si he de hallar con que agradaros.170
Ahora bien, inconvenientes
contra amor no han de bastar,
de celos impertinentes;
ni sin causa os quiero dar,
Don Pedro, este mondadientes,175

 (Dásele.)  

que es la voluntad notoria
de una dama a quien hacéis
objeto de vuestra gloria,
os le doy porque saquéis
de la memoria.180

 (Vase.) 



Escena III

 

PEDRO GIRÓN, solo.

 
PEDRO GIRÓN
¡Oh premio rico, que a perder provoca
el seso al dichoso que te alcanza!
pues si enloquece una desconfianza,
también el gozo vuelve una alma loca.
Ya la sentencia mi temor revoca,185
pues a pesar de celos y mudanza,
Beatriz (por sustentar vos mi esperanza)
os lo habéis hoy quitado de la boca.
Haga flecha de vos el rapaz ciego;
báculo sed, en que mi dicha estribe,190
vara en mis celos, id a reducillos.
Leña de amor con que atizáis mi fuego,
puntal de su edificio, que amor vive
(como es rapaz) en casas de palillos.

 (Vase.)  



Escena IV

 

Sale DOÑA INÉS, sola.

 
INÉS
Si en palabras portuguesas195
no hay más que esto que fiar,
bien segura puedo estar
de amistades y promesas.
Arrogante es la hermosura;
de ella Séneca decía200
que es parte de idolatría,
pues que la adoren procura
el cayado y la corona.
Como es Doña Beatriz bella,
porque idolatren en ella205
ninguna ocasión perdona;
a todo hombre de importancia
admite, y hace favor;
no se llamará éste amor,
mas llamaráse arrogancia.210
Desde el punto que entró aquí
(ya sea por cosa nueva,
ya por hermosa) se lleva
las voluntades tras sí.
Y en fe de esto, ni nos precia215
ni de palabras que da
hace cuenta: ¡bien esta!
Toda confianza es necia.
Yo vengaré los desvelos
con que burla mi esperanza;220
que en la mujer no hay venganza
como la que dan los celos.


Escena V

 

Sale el REY DON JUAN. Dicha.

 
REY
Yo os adoro, Silva bella;
fácil en el alma entrastes;
tras vos la puerta cerrastes;225
mal os echará por ella
de la Reina la hermosura,
que aunque abrir ha procurado,
no puede, que habéis dejado
la llave en la cerradura.230
INÉS
Señor, ¿qué endechas son ésas?
REY
Tan crueles como vanas;
esperanzas castellanas.
sean penas portuguesas.
INÉS
La Reina, nuestra señora,235
la portuguesa será
que os suspende, claro está,
que aunque a Vuestra Alteza adora;
por más que llegue a gozar
cuando su amor le conceda,240
en lo amado siempre queda
mucho más que desear.
REY
No, Doña Inés, que aunque Reina
en el alma (que adoralla
jura) puede ser vasalla245
de quien me abrasa la Reina.
Imposibles de palacio
y sospechas de Isabel
hacen mi amor más cruel,
dándome muerte despacio.250
Yo quiero bien a una dama
con quien hablar puedo mal;
milagro de Portugal,
más hermosa que su fama;
y vos, Doña Inés, podéis255
hacerme a mí harto favor.
INÉS
¿Es Doña Beatriz, señor?
REY
No es mucho que lo acertéis;
que con eso me advertís
que en la corte no hay belleza260
digna de la real grandeza,
fuera de la que decís;
y pues entendida y fiel
vuestra discreción me obliga
a que mis penas os diga,265
daca, Inés, este papel.

 (Dásele.)  

Decid que la amo infinito,
y que si muerte me ha dado
en solo un papel pintado,
me dé vida en otro escrito.270

 (Vase.)  



Escena VI

 

DOÑA INÉS, sola.

 
INÉS
Todo oficio es principal
en Palacio, medrar puedo;
pues por mano del Rey, quedo
desde hoy por tercera real.
A saber Doña Beatriz275
guardar palabras que dio
y no estar celosa yo,
suerte lograra feliz.
Pero la envidia cruel
en vengarse se resuelve280
y mis agravios envuelve
en este amante papel.
Pues no es bien, cuando hace alarde
del enojo que en mí labra,
que quien no guarda palabra285
quiera que yo amistad guarde.

 (Vase.) 



Escena VII

 

Salen DON PEDRO PEREIRA y DON DIEGO SARMIENTO.

 
PEREIRA
Habéisme de hacer merced,
señor Don Diego Sarmiento,
de mudar divertimiento.
DIEGO
¿Y el porqué?
PEREIRA
¿El porqué? Sabed
290
que ha un año y más que se humilla
a amor mi altiva cerviz,
y que por Doña Beatriz
de Silva asisto en Castilla.
Que se funda mi afición295
sobre antiguo parentesco,
y que si su amor merezco,
con una dispensación
daré al conyugal decoro
perfección más excelente,300
que el amor (cuando es pariente)
dicen que es azul sobre oro.
Paga mi lealtad mi prima,
vístome de sus colores,
háceme honestos favores,305
versos que la escribo estima;
y aunque, libre de desvelos,
con esto pudiera estar,
como en materia de amar
son portugueses los celos,310
el sol me los da, por Dios,
no es bien que los aumentéis,
si acaso no pretendéis
que nos matemos los dos.
DIEGO
No poco siento el pesar315
que os doy, que sois cortesano,
pero no está ya en mi mano
amar, o dejar de amar.
Pretendiente más moderno
soy, que vos, de esa beldad;320
mas no vale antigüedad
en las plazas de amor tierno,
ni por años se averigua;
que amor constante y leal
no es boda de colegial,325
que honra más por más antigua.
Desde que Doña Beatriz
dio nueva luz a Castilla,
logré empleos de servilla;
y mi esperanza feliz330
(con el mismo fundamento
que vos), promesas me da,
que de dos almas hará
una sola el casamiento.
Si en el deudo no os igualo335
consuélese mi afición
en que no hay dispensación
a donde no hay algo malo;
y así vuestra prima toma
más gusto (y no es maravilla)340
con amor que está en Castilla
que con el que estriba en Roma.
No me desdeña tampoco,
favores tengo también,
que a pesar de algún desdén345
pudieran volverme loco;
y así, si porque la quiero
reñir conmigo intentáis
(mientras que a Roma enviáis
por dispensación) primero350
que venga, hacedlo de modo
que dándome muerte aquí,
partáis por ella, que así
iréis a Roma por todo.
PEREIRA
Burlas en cosa de veras355
no las sufre un portugués;
y, más, si la ocasión es
por amorosas quimeras.
Yo soy... Mas la Reina es ésta;
agradeced su venida,360
que la espada apercibida
iba a daros la respuesta.


Escena VIII

 

Salen la REINA, DON PEDRO GIRÓN y DON LUIS DE VELASCO. Dichos.

 
PEDRO GIRÓN
No ha de decirme que no
Vuestra Alteza, gran señora:
basta saber que la adora365
quien de embajador sirvió
en aquestos casamientos
al segundo Rey Don Juan.
LUIS
Si acción los servicios dan
y al amor merecimientos,370
Don Luis de Velasco soy;
bien sabe el Rey mis hazañas,
envidiadas por extrañas.
ISABEL
Confusa oyéndoos estoy.
Debo a Don Pedro Girón375
lo que sabéis, por tercero
en mi casamiento, y quiero
premiar su fiel intención.
También hago justa estima
de vos, y juzgo cuán bien380
me puede estar el que os den
a Doña Beatriz mi prima.
Mas siendo una, no sé cómo
contente con ella a dos,
no haciendo un milagro Dios,385
puesto que a mi cargo tomo
agradaros.
LUIS
En tal caso
el más digno pretensor
ha de salir vencedor.
PEDRO GIRÓN
Alto, por esa ley paso.390
LUIS
De mi sangre generosa
bien sabe nuestra nación.
ISABEL
Cualquiera comparación
de esa especie será odiosa.
La elección de un casamiento,395
si se nace con libertad,
pende de la voluntad
más que del entendimiento.
Sepa yo a quién se la tiene
de los dos, Doña Beatriz,400
que este será el más feliz.
LUIS
Si alegar prendas conviene,
desde que vino a Castilla
y mi amor la eligió dueño,
con el semblante risueño405
mi fe agradece sencilla.
Mírame en toda ocasión,
y fiesta ha venido a caber
que a sólo verme correr
sacó el cuerpo del balcón,410
y bajando la cabeza
mi buena suerte aprobó,
cuando acompañando entró
en la Corte a Vuestra Alteza.
Sé yo que a otra dama dijo:415
«Si el entendimiento iguala
en el Don Luis a su gala,
desde hoy por galán le elijo.»
Y si no es esto bastante
a anteponerme, señora,420
a Don Pedro, no ha media hora
que también me dio este guante.
PEREIRA
De ése tengo yo un hermano
(ya que derechos escucho
en vos ponderados mucho,425
que se han de quedar en vano).
Doña Beatriz es cortés;
y en fe de su urbanidad,
sin costas de voluntad,
con término portugués,430
se muestra agradable a todos
y sola amorosa a mí.
Por su gusto estoy aquí
y he sido, en diversos modos,
por pariente y por amante,435
su empleo, y puedo esperar
que su mano he de alcanzar,
como primero su guante.
ISABEL
Tercero competidor
tenemos, ¿qué dice de esto440
Don Pedro Girón?
PEDRO GIRÓN
Supuesto
que es calidad de mi amor
emplearle en quien adoran
tan ilustres caballeros,
aunque pudiera traeros445
favores que ellos ignoran,
quiero guardar el respeto
a quien mi lealtad premió;
que nunca se arrepintió
amor que estima el secreto.450
Doña Beatriz solamente
es en esto interesada;
escoja el que más le agrada
entre tanto pretendiente,
y cese esta competencia.455
DIEGO
Yo quiero eso y me está bien.
ISABEL
¿Pues amáisla vos también?
DIEGO
Y con tal correspondencia
que me juzgo preferido
a cuantos de su afición,460
si acaso llamados son,
han de envidiarme escogido;
remítome a la experiencia.
ISABEL
¡Válgate Dios por mujer:
qué anchas debes de tener465
la voluntad y conciencia!
Ahora bien: porque no niegue
vuestra dama obligaciones
y la convenzan razones
cuando a persuadirla llegue,470
cada cual me dé el favor
que tiene, y le hace dichoso;
que aquel ha de ser su esposo
que me le enseñe mayor.
No quiero yo que la corte475
se alborote cada día
por dama que es sangre mía.
PEREIRA
Como para eso importe
está bien; en este guante
se cifra todo mi bien.480
LUIS
Y en este estriba también
mi amor, honesto y constante.
DIEGO
Más le debe a su belleza
la fe que logro en amarla,

 (Vanla dando los favores.)  

pues se quitó, por premiarla,485
esta flor de la cabeza.
PEDRO GIRÓN
La mayor acción me toca,
si lo que el amor sublima,
celebra, adora y estima
en una dama es la boca.490
Una mano fácilmente
suele alcanzarla el amante,
después de una flor, o un guante.
¿Pero quién habrá que intente
llegar a su boca hermosa495
sino el que está en posesión
y se honra con el blasón
de adquirirla por esposa?
Pues a mí (porque concluya
competencias pretendientes)500
que se quitó de la suya,
me ha dado este mondadientes;
y si es lícito casarse
dos príncipes por poderes,
y aunque muden pareceres505
no ha el concierto de mudarse,
juzgad si es mi dicha poca,
pues, cuando mi amor premió,
por poderes me envió
en el palillo la boca.510

 (Dásele.) 

ISABEL
Bien encarecido está;
las muchas prendas que sé
que tenéis la propondré
y ella luego elegirá.
Andad con Dios.
PEDRO GIRÓN
Vuestra Alteza
515
advierta que, si no soy
su esposo, dispuesto estoy
en mudar naturaleza;
desnaturalizaréme
de estos reinos.

 (Vase.)  

PEREIRA
Yo he venido
520
a servirla; y así pido
que Vuestra Alteza se extreme
en favorecer mi suerte;
porque en siendo de otro esposa,
todo ha de ser una cosa:525
casarse y llorar su muerte.

 (Vase.)  

LUIS
Si esto a su elección se deja,
seguro estoy que ha de ser
Doña Beatriz mi mujer.
Mas mire qué le aconseja530
Vuestra Alteza, que, sabrán
las armas vengar mi agravio.

 (Vase.) 

DIEGO
Yo escojo medio más sabio
yendo a hablar al Rey Don Juan,
porque sea intercesor535
con Vuestra Alteza y con ella.
ISABEL
Como el Rey pida por ella
vos seréis su poseedor,
y yo viviré sin celos.
Esa diligencia haced.540
DIEGO
Siempre el Rey me hizo merced.
¡Tenédmele grato, cielo!

 (Vase.)  

ISABEL
Basta, que truje conmigo
mi mismo desasosiego,
del Rey y su corte el fuego,545
de la paz el enemigo.
Doña Beatriz me ha quitado
de mi esposo la mitad,
que es el alma y voluntad;
sólo el cuerpo me ha dejado.550
Si no me le restituye,
conocerá por su mal
que celos de Portugal
no es cuerda quien no los huye.


Escena IX

 

Salen el REY y DON ÁLVARO DE LUNA. Dicha.

 
REY
Don Álvaro de Luna, a esta jornada555
os prevenid, que tengo de partirme
la tala del reino de Granada
antes que pase el mes. Venga a servirme
el que acostumbra matizar su espada
en sangre mora, y sus hazañas firme560
con ella en los anales de la fama,
donde es de más valor quien más derrama.
ÁLVARO
No quedará en tus reinos caballero
que a tan santa jornada no te siga.
A Agar destierra del rincón postrero,565
de donde hasta hoy al godo Dios castiga.
No en las guerras civiles el acero
se ejercite, cuando hay gente enemiga
que ofrece el cuello a tan divina hazaña,
fama a tu nombre y libertad a España.570
Cien hombres de armas y dos mil infantes
voy a alistar, con que servirte pienso.

 (Vase.)  



Escena X

 

Dichos, menos DON ÁLVARO.

 
REY
Deseos amorosos e inconstantes
que hacéis que os peche el alma y pague censo;
si la paz hace guerra a los amantes575
mi paz con esta guerra recompenso.
¡Dichoso si con ella divertido
apago incendios y a Beatriz olvido!
Pero la Reina es ésta. Pues señora,
¿qué suspensión y soledad es ésa?580
ISABEL
Suspensa, sí; no sola, que el que adora
con sus deseos amistad profesa.
En Vuestra Alteza el alma hablaba agora.
REY
Fineza, al fin, de amante portuguesa.
¿Y de qué se trataba? ¿Amor o celos?585
ISABEL
¿Celos de vos? No lo querrán los cielos.
A Vuestra Alteza, gran señor, pedía
consejo para cierto casamiento,
que, por tocarme en sangre gustaría
que saliese acertado y a contento.590
Doña Beatriz de Silva, deuda mía,
cuya hermosura, edad y entendimiento
en el primer lugar puede ponerse,
la Corte trae a riesgo de perderse.
Pídenla cuatro Grandes, y deseo595
dársela al uno de ellos por esposa.
REY

 (Aparte.)  

No quiera amor que se haga tal empleo,
la Reina debe estar de mí celosa.

 (A la REINA.)  

Las muchas prendas de esa dama creo;
sé que es noble, discreta, rica, hermosa,600
y dama vuestra, en fin, porque la fama
pueda envidiar tal Reina de tal dama.
Mas ¿quiénes piden ese casamiento?
ISABEL
A Don Pedro Pereira, que es su primo,
en primer lugar pongo, con intento605
de que la alcance.
REY

 (Aparte.)  

Amor, cómo os reprimo.

 (A ella.)  

Buena elección, discreto pensamiento,
que es ilustre Don Pedro y yo le estimo.
Mas parientes casados por amores
malógranse, y no dejan sucesores.610
ISABEL
Está bien dicho y yo lo había notado.
Sea Don Pedro Girón el venturoso.
REY
Tengo a Don Pedro en Aragón casado;
y aunque lo ignora, es ya lance forzoso.
ISABEL
Si es forzoso, a casarse irá forzado.615
Don Luis Velasco es generoso
en estado y en sangre.
REY
Darle trato
de San Juan, en Castilla, el gran Priorato.
ISABEL
No se podrá casar de esa manera.
¿En Don Diego Sarmiento halláis excusa?620
REY
Es muy mozo Don Diego.
ISABEL
Pero fuera
la vejez para el tálamo confusa.
Amor las bodas ama en primavera;
poco las goza el que en vejez las usa.
Doña Beatriz...
REY
No me canséis, señora,
625
que no gusto se case por agora.

 (Vase.) 



Escena XI

 

DOÑA ISABEL, sola.

 
ISABEL
Quien en clausuras de cristal pretende
cubrir la luz que en las tinieblas lleva;
el fuego entre la pólvora que enciende;
el gozo quien recibe alegre nueva,630
ese encubra el amor a quien ofende
y el ejemplo del Rey sirva de prueba
a los celos que ya vengar presumo,
pues si es llama el amor, ellos son humo
Los imposibles que hoy el Rey ha hallado635
al desposorio de esta mi enemiga,
sabrá vencer mi velador cuidado,
por más que ciego en su pasión prosiga.
Los celos mi paciencia han apurado;
solicita el poder, la injuria instiga640
a la venganza que el rigor profesa;
que soy mujer celosa y portuguesa.

 (Llora.) 



Escena XII

 

Sale DOÑA INÉS. Dicha.

 
INÉS
Gran señora, ¿Vuestra Alteza
llorando?
ISABEL
Sí, Doña Inés;
de mi amor, como fuego es645
sube el humo a la cabeza.
Celos, en caso de amar,
son humo que causa enojos,
y con el humo a los ojos
claro está que he de llorar.650
INÉS
Siendo de quien yo imagino
a no preciarme de fiel,
causa fuera este papel
de hacer algún desatino.

 (Dásele.) 

Nombróme el Rey su estafeta655
(por callar otro apellido)
que de esta suerte ha querido
gradüarme de discreta.
Mas, como no lo sé ser
quiero, en fe de mi lealtad,660
darle a Vuestra Majestad
novedades que leer
con finezas, si bien dichas,
no a lo menos bien empleadas.
ISABEL
Voluntades mal casadas665
cobran su dote en desdichas.
A Doña Beatriz irá
que es la inquietud de esta Corte.
INÉS
Cobre tu venganza el porte,
pues tanta ocasión te da;670
que a quitársela ella al Rey,
yo sé que no se atreviera
ni ese papel escribiera.
ISABEL
El amor no guarda ley.

 (Lee.)  

«A un retrato vuestro había yo, Doña675
Beatriz, ofrecido mi corona, si no des-
hiciera la fortuna lo que con tanta ra-
zón dispuso un engaño. Reina os qui-
siera de Castilla; pero pues no puede
ser, sedlo de mi voluntad, o quejaréme680
del pintor que os retrató hermosa y no
homicida.»


Escena XIII

 

Sale DOÑA BEATRIZ. Dichas.

 
ISABEL
No leo más; llamadme, Inés,
esta mujer.
INÉS
Ella propia
por dar a tus celos copia,
viene a que el papel la des.685
ISABEL
Doña Beatriz.
BEATRIZ
Gran señora.
ISABEL
Por tu honor mirar pretendo
y el mío. En anocheciendo,
luego, al instante, a la hora
de la Corte has de salir690
y volverte a Portugal.
BEATRIZ
¿Qué causa?...
ISABEL
Temo un gran mal
si aquí te dejo asistir.
Liberalísima eres,
no sabes lo que es negar;695
si aprendieran de ti a dar,
Beatriz, las demás mujeres
nadie de ellas se quejara.
No es bien que conmigo estés;
que temo que tanto des700
que a mí me salga a la cara.
Que el pródigo que sin freno
imprudente y necio gasta,
cuando su caudal no basta,
hurta, tal vez, el ajeno;705
y tengo una prenda yo,
que aunque velo por guardarla,
andas muy cerca de hurtarla.
BEATRIZ
No entiendo ese enigma.
ISABEL
¿No?
Pues yo sí, que basta.
BEATRIZ
¿A quién?
710
pródiga he dado favor
que ponga a riesgo mi honor?
ISABEL
¿A quién, preguntas? ¡Qué bien!
¿Este guante es tuyo?
BEATRIZ
Sí;
favorecer es decente715
a un caballero pariente
a quien anoche lo di.
ISABEL
¿A un caballero? Bien dices;
pero ¿a dos? Seso es ligero.
¿Este no es el compañero?720
¡Constantes sois las Beatrices!
BEATRIZ
Juegos que son cortesanos
poco ofenden.
ISABEL
Bien alegas,
pues dando dos guantes juegas
airosamente a dos manos.725
Y como pica y provoca
amor, tahur, aunque ciego,
por si la boca hace juego
dio este palillo tu boca.

 (Va enseñándola los favores.)  

Al cuarto ha visto jugar,730
y porque pueda ganar
le has dado a entender la flor.
Cuatro los premiados son,
y pues haces cuatro damas
serás (pues Silva te llamas)735
Silva de varia lección.
BEATRIZ
Mire Vuestra Alteza...
ISABEL
Asombro
haces de que a cuatro diga,
que tu liviandad obliga.
Pero, si al quinto te nombro,740
¿qué harás?
BEATRIZ
Mientras no me dejes
disculpar...
ISABEL
Este papel
el Rey te escribe, y en él
dice finezas herejes
y a quien mi enojo ocasiona745

 (Rasga el papel.)  

como el papel, rasgaré
el alma, y le comeré
el corazón. La corona
que yo poseo, querría
ponerte el Rey, y no osara750
decirlo, como no hallara
lugar en tu fantasía.
Villana, ¿tú con el Rey?
¡Vive el cielo!...
BEATRIZ
El Rey bien puede
amarme, sin que yo quede755
por alguna causa o ley
culpada, mientras no doy
color a ese disparate.
Vuestra Majestad me trate
bien, pues que su prima soy;760
y advierta que aunque respeto
al Rey Don Juan, mi señor,
y al reverencial amor
que debo, el alma sujeto
de mi sangre generosa,765
tal altivez heredé
y presunción, que no sé
si estimara ser su esposa.
ISABEL
Descomedida, ¿así habláis
del Rey delante de mí?770
Ese loco frenesí,
ya yo sé que le fundáis
en las alas que él os da,
y los necios cortesanos
a quien, con favores vanos,775
hechizáis. No quiero ya
que os partáis a Portugal;
aquí sabrán mis enojos
esconderos de los ojos
del Rey, que un agravio real780
puede remediarse así.
Ábreme ese armario, Inés.

 (Abre un armario donde quepa DOÑA BEATRIZ.) 

BEATRIZ
¿Qué es lo que intentas?
ISABEL
Que estés
encerrada y presa así,
donde, sin respiración785
ni sustento, muerta quedes;
que de otra suerte no puedes
satisfacer mi pasión.
INÉS
¡Gran señora!...
ISABEL
Déjame
esconderla desta suerte790
del Rey; que sola su muerte
sosiego es bien que me dé.
INÉS
Rogara, Beatriz, por vos
si supiérades cumplir
palabras.
BEATRIZ
Si he de morir
795
aquí, no sepa, ¡mi Dios!,
ninguno que esta crueldad
pudo en el pecho caber
de tan severa mujer;
que en esta conformidad800
yo prometo, aunque me muera,
no dar voces.
ISABEL
Cierra, Inés;
dame esas llaves.

 (Ciérrala.)  

INÉS
Después
que aquesta tempestad fiera
pase, abrirla mandarás;805
que es castigo riguroso.
ISABEL
¡Por vida del Rey mi esposo...
INÉS
No jures señora, más.
ISABEL
...que he de tenerla entre tanto
que muerta la llegue a ver!810
INÉS
¿No ha de comer ni beber?
ISABEL
Coma angustias, beba llanto.
 

(Vanse.)

 


Escena XIV

 

Sale DOÑA LEONOR, Emperatriz, y DON JUAN.

 
LEONOR
En Roma estamos, Don Juan.
Federico, mi señor,
dignamente Emperador,815
es un Narciso alemán.
Cifradas en él están
las gracias que hay repartidas
en gentilezas fingidas
que ensalzan la antigüedad;820
con una alma y voluntad
quisiera darle mil vidas.
Hoy nos han de coronar
(en fe del amor que encierro),
con la diadema de hierro825
que en Milán se suele dar;
quiere el Papa dispensar,
porque mañana haga iguales
dos almas, que liberales
el yugo esperan cristiano830
del tálamo soberano
y bendiciones nupciales.
Desposarános mañana,
y esotro, con real decoro,
nos dará el círculo de oro835
de la majestad romana.
Tan gozosa estoy y ufana,
y tan perdida de amor
por el César, mi señor,
que, a poderlo hacer, le hurtara840
del sol la hermosura rara
por parecerle mejor.
Triste, Don Juan, me escucháis,
¿pésaos del bien que declaro?
JUAN
A mi suerte le comparo,845
que al paso que vos contáis,
gran señora, lo que amáis
a quien no sé si os merece.
Se disminuye y decrece
una esperanza atrevida,850
que, entre imposibles florida,
se ha muerto cuando amanece.
Vine yo amando, señora,
esta jornada a una dama
que cuanto más a otro ama,855
más la sirvo y me enamora.
No sé si mi amor ignora,
mas sé que me mandó, en suma,
embarcar, porque presuma
cuán poco hay de mar a amar860
y que es locura esperar
firmeza en reinos de espuma.
Sobre ella mi atrevimiento
torres vanas levantó;
mas ¿qué cuerdo edificó865
sobre la espuma y el viento?
Llegué a Roma, vi el contento
que (como yo vuestra alteza)
da a otro dueño su belleza,
y en las congojas que paso,870
la semejanza del caso
ocasiona mi tristeza.
LEONOR
¿Pues en qué causa, o razón,
fundáis que esa dama os quiera?
JUAN
En la voluntad primera875
que estriba en la inclinación;
en la comunicación
que en la niñez arraigada
crece, de amor fomentada
y en natural convertida,880
suele andar lo que la vida
con el alma acompañada.
LEONOR
La llaneza suele hacer
atrevido al menosprecio,
y más, Don Juan, cuando el necio885
la llega mal a entender.
¿Por fuerza tiene que ser
amor toda voluntad?
Sed buen intérprete, andad;
que ingenios desvanecidos890
cuando tuercen los sentidos
yerran con facilidad.


Escena XV

 

Sale un PAJE. Dichos.

 
PAJE
El Emperador está,
con la romana nobleza
y esperando a vuestra alteza.895
LEONOR
Irse a coronar querrá.
Don Juan, la dama sé ya

 (A él, aparte.)  

que amáis (aunque no os declaro
quién es); poned más reparo
en vuestro perdido seso,900
porque si insistís con eso
podrá ser que os cueste caro.


Escena XVI

 

Quédase solo DON JUAN.

 
JUAN
Tarde el desengaño vino;
difícilmente se cura
si se arraiga la locura,905
y amor todo es desatino.
¡Buen remate de camino
han hallado mis enojos!
Mas decid vanos antojos
aunque desdenes me afrenten,910
en Leonor, ¿no se desmienten
las palabras y los ojos?
¿Con voluntad no me mira,
cuando me habla con rigor?
Luego en los ojos amor915
llama a la lengua mentira.
Nunca me miró con ira,
aunque con ira me ha hablado;
por entendida se ha dado;
salir con el pleito intento,920
que su mismo pensamiento
tiene de ser mi abogado.
Hable una vez el amante,
que el amor es buen testigo
de que se lleva consigo925
quien la inquiete cada instante.
Yo proseguiré adelante,
con mi altivo pensamiento,
fabrique o no sobre el viento;
que en la importuna frecuencia930
no hay mujer con resistencia
ni amor sin atrevimiento.


Escena XVII

 

Sale MELGAR. Dicho.

 
MELGAR
Roma, o chata, hermosa sales;
mas débeste de afeitar,
porque no te vean andar935
tan llena de cardenales.
Fiestas, al fin, imperiales.
¡Oh señor! ¿Qué haces aquí?
Acompaña, ¡pese a mí!,
la Emperatriz por quien Roma940
las varas de un palio toma
de brocado carmesí.
Sal a los recibimientos,
verás a Nicolao quinto,
en medio de un laberinto945
de tomates o pimientos
pacíficos instrumentos;
Roma, vestida de fiesta,
y de doseles compuesta,
sus calles llenas de flores950
y sus ventanas de amores.
Mas la Emperatriz es ésta.
Aguárdala una hacanea,
en la blancura paloma,
que, al lado del César, Roma,955
hoy coronarlos desea.
JUAN
¡Amor! ¿Qué importa que sea
Emperatriz, si sois dios?
MELGAR
En un palio van los dos
hasta San Juan de Letrán.960
JUAN
¿Qué temo? ¿No soy Don Juan,
Leonor mujer, deidad vos?


Escena XVIII

 

Sale la EMPERATRIZ con Acompañamiento, música y la EMPERATRIZ que tropieza y al darle la mano DON JUAN, se la aprieta y quiere besársela, y ella le da un bofetón. Dichos.

 
LEONOR
Federico, mi señor,
¿me espera?
PAJE
Señora, sí.
LEONOR
¡Válgame el Cielo! Caí.965
MELGAR
Tenla.
JUAN
¡Ay divina Leonor,
si en la cuenta de mi amor
cayérades reducida,
qué venturosa caída!
Levantárame yo ufano,970
si como yo os doy la mano
me diérades vos la vida.
LEONOR
¡Atrevido! De esta suerte
vuestros desatinos pago;

 (Le da un bofetón.)  

y agradeced que no os hago,975
como merecéis, dar muerte.
Así, es razón que os despierte.
JUAN
¿Qué es esto?
LEONOR
Pudiera ser.
Poco debéis de saber,
pues viéndome tropezar,980
me pretendéis levantar
para que vuelva a caer.


Escena XIX

 

Quédanse solos MELGAR y DON JUAN, muy suspenso.

 
MELGAR
Sin mentís, un bofetón
es como rayo sin trueno.
Tu carrillo queda bueno985
para rueda de salmón.
Quiere que en esta ocasión
tu amor a Roma te iguales,
que en prueba de esas señales
fuera (porque te autorices)990
tu cara, a estar sin narices,
Roma con sus cardenales.
Cinco en la cara te ha puesto;
si fue favor no me espanto,
mas favor que duele tanto995
más es quinto que no sexto.
No se te caerá tan presto,
ni yo (a caerse) le alzara;
¡oh mercader que sin vara,
al tiempo que te despides,1000
tan ligeramente mides
a palmos toda una cara!
¡Líbreme el Cielo de ti!
¿Qué suspensión te ha elevado?
JUAN
Levantando, he levantado1005
la memoria que perdí.
Mundo, si pagas así,
a dejarte me apercibo;
pues es bastante motivo
el ver (si a decirlo basto)1010
que tras veinte años de gasto
me asientas este recibo.
A pagarme te dispones
con los salarios usados,
que ya se pagan criados1015
a coces y a bofetones.
¡Locas imaginaciones,
necio es el que no os repara!
No más vanidad avara;
quedaos, torpes ejercicios,1020
que aun no paga el mundo en vicios
y da con ellos en cara.
Pues ha salido a la mía
a tal tiempo la señal,
no es mi enfermedad mortal;1025
posible sanar sería;
no halló la filosofía
médico para este daño
que se iguale al desengaño.
Alto, pues, si en quien se cura,1030
mudar aires es cordura,
hoy mudo los de mi engaño.
Adiós, Corte, en quien se ampara
el que es tratante en enredos,
que das el favor a dedos1035
y éstos puestos en la cara.
La verdad divina y clara
me enseña que eres un mostro;
profanos gustos, ya os postro,
que si el mundo estriba en ellos,1040
por darme en rostro con ellos
vinieron a darme en rostro.

 (Vase.)  



Escena XX

 

MELGAR, solo.

 
MELGAR
¡Espera, aguarda! ¡Ah, señor!
Afrenta debe de ser,
dejarse un hombre poner1045
salserillas de color.
Leonor, no sois vos Leonor,
sino octava maravilla.
Volverme quiero a Castilla.
Pretended, Leonor, de hoy más,1050
pues echáis así el compás,
ser maestra de capilla.