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El alcalde de Zalamea


Calderón de la Barca



PERSONAJES
 

 
EL REY FELIPE II.
DON LOPE DE FIGUEROA.
DON ÁLVARO DE ATAIDE,   capitán.
UN SARGENTO.
REBOLLEDO,   soldado.
LA CHISPA.
PEDRO CRESPO,   labrador viejo.
JUAN,   hijo de Pedro Crespo.
ISABEL,   hija de Pedro Crespo.
INÉS,   prima de Isabel.
DON MENDO,   hidalgo.
NUÑO,   criado.
UN ESCRIBANO.
SOLDADOS.
LABRADORES.





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Jornada I


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Cuadro único

 

Salen REBOLLEDO, la CHISPA y soldados.

 
REBOLLEDO
¡Cuerpo de Cristo con quien
desta suerte hace marchar
de un lugar a otro lugar
sin dar un refresco!
TODOS
Amén.
REBOLLEDO
¿Somos gitanos aquí 5
para andar desta manera?
¿Una arrollada bandera
nos ha de llevar tras sí,
con una caja...
SOLDADO 1.º
¿Ya empiezas?
REBOLLEDO
...que este rato que calló, 10
nos hizo merced de no
rompernos estas cabezas?
SOLDADO 2.º
No muestres deso pesar,
si ha de olvidarse, imagino,
el cansancio del camino 15
a la entrada del lugar.
REBOLLEDO
¿A qué entrada, si voy muerto?
Y aunque llegue vivo allá,
sabe mi Dios si será
para alojar; pues es cierto 20
llegar luego al comisario
los alcaldes a decir
que si es que se pueden ir,
que darán lo necesario;
responderles, lo primero, 25
que es imposible, que viene
la gente muerta; y si tiene
el Concejo algún dinero,
decir: «Señores soldados:
orden hay que no paremos; 30
luego al instante marchemos».
Y nosotros, muy menguados,
a obedecer al instante
orden que es, en caso tal,
para él orden monacal, 35
y para mí mendicante.
Pues ¡voto a Dios! que si llego
esta tarde a Zalamea,
y pasar de allí desea
por diligencia o por ruego, 40
que ha de ser sin mí la ida;
pues no, con desembarazo,
será el primer tornillazo
que habré yo dado en mi vida.
SOLDADO 1.º
Tampoco será el primero 45
que haya la vida costado
a un miserable soldado;
y más hoy, si considero
que es el cabo desta gente
don Lope de Figueroa, 50
que, si tiene tanta loa
de animoso y de valiente,
la tiene también de ser
el hombre más desalmado,
jurador y renegado 55
del mundo, y que sabe hacer
justicia del más amigo,
sin fulminar el proceso.
REBOLLEDO
¿Ven vustedes todo eso?
Pues yo haré lo que yo digo. 60
SOLDADO 2.º
¿De eso un soldado blasona?
REBOLLEDO
Por mí muy poco me inquieta;
sino por esa pobreta,
que viene tras la persona.
CHISPA
Seor Rebolledo, por mí 65
vuecé no se aflija, no;
que bien se sabe que yo
barbada el alma nací,
y ese temor me deshonra;
pues no vengo yo a servir 70
menos que para sufrir
trabajos con mucha honra;
que para estarme, en rigor,
regalada, no dejara
en mi vida, cosa es clara, 75
la casa del regidor,
donde todo sobra, pues
al mes mil regalos vienen;
que hay regidores que tienen
menos regla con el mes. 80
Y pues a venir aquí,
a marchar y perecer
con Rebolledo, sin ser
postema, me resolví,
por mí ¿en qué duda o repara? 85
REBOLLEDO
¡Viven los cielos, que eres
corona de las mujeres!
SOLDADO 2.º
Aquesa es verdad bien clara.
¡Viva la Chispa!
REBOLLEDO
¡Reviva!
Y más si, por divertir 90
esta fatiga de ir
cuesta abajo y cuesta arriba,
con su voz el aire inquieta
una jácara o una canción.
CHISPA
Responda a esa petición 95
citada la castañeta.
REBOLLEDO
Y yo ayudaré también.
Sentencien los camaradas
todas las partes citadas.
SOLDADO 1.º
¡Vive Dios, que han dicho bien! 100
 

(Cantan REBOLLEDO y la CHISPA.)

 
CHISPA
   Yo soy tiri, tiri, taina
flor de la jacarandaina.
REBOLLEDO
Yo soy tiri, tiri, tina,
flor de la jacarandina.
CHISPA
Vaya a la guerra el alférez, 105
y embárquese el capitán.
REBOLLEDO
Mate moros quien quisiere,
que a mí no me han hecho mal.
CHISPA
Vaya y venga la tabla al horno,
y a mí no me falte pan. 110
REBOLLEDO
Huéspeda, máteme una gallina;
que el carnero me hace mal.
SOLDADO 1.º
Aguarda; que ya me pesa
(que íbamos entretenidos
en nuestros mismos oídos), 115
caballeros, de ver esa
torre, pues es necesario
que donde paremos sea.
REBOLLEDO
Es aquélla Zalamea?
CHISPA
Dígalo su campanario. 120
No sienta tanto vusté,
que cese el cántico ya;
mil ocasiones habrá
en que lograrle, porque
esto me divierte tanto, 125
que como de otras no ignoran
que a cada cosica lloran,
yo a cada cosica canto,
y oirá ucé jácaras ciento.
REBOLLEDO
Hagamos alto aquí, pues 130
justo, hasta que venga, es,
con la orden el Sargento,
por si hemos de entrar marchando
o en tropas.
SOLDADO 1.º
Él solo es quien
llega ahora; mas también 135
el Capitán esperando
está.
 

(Salen el CAPITÁN y el SARGENTO.)

 
CAPITÁN
Señores soldados,
albricias puedo pedir;
de aquí no hemos de salir,
y hemos de estar alojados 140
hasta que don Lope venga
con la gente que quedó
en Llerena; que hoy llegó
orden de que se prevenga
toda, y no salga de aquí 145
a Guadalupe hasta que
junto todo el tercio esté,
y él vendrá luego; y así,
del cansancio bien podrán
descansar algunos días. 150
REBOLLEDO
Albricias pedir podías.
TODOS
¡Vítor nuestro Capitán!
CAPITÁN
Ya está hecho el alojamiento;
el comisario irá dando
boletas, como llegando 155
fueren.
CHISPA
Hoy saber intento
por qué dijo, voto a tal,
aquella jacarandina:
«Huéspeda, máteme una gallina;
que el carnero me hace mal». 160
 

(Vanse todos y quedan el CAPITÁN y el SARGENTO.)

 
CAPITÁN
Señor Sargento, ¿ha guardado
las boletas para mí,
que me tocan?
SARGENTO
Señor, sí.
CAPITÁN
¿Y dónde estoy alojado?
SARGENTO
En la casa de un villano 165
que el hombre más rico es
del lugar, de quien después
he oído que es el más vano
hombre del mundo, y que tiene
más pompa y más presunción 170
que un infante de León.
CAPITÁN
¡Bien a un villano conviene,
rico, aquesa vanidad!
SARGENTO
Dicen que ésta es la mejor
casa del lugar, señor; 175
y si va a decir verdad,
yo la escogí para ti,
no tanto por que lo sea
como porque en Zalamea
no hay tan bella mujer...
CAPITÁN
Di.
180
SARGENTO
...como una hija suya.
CAPITÁN
Pues
por muy hermosa y muy vana,
¿será más que una villana
con malas manos y pies?
SARGENTO
¿Que haya en el mundo quien diga 185
eso?
CAPITÁN
¿Pues no, mentecato?
SARGENTO
¿Hay más bien gastado rato
(a quien amor no le obliga,
sino ociosidad no más)
que el de una villana, y ver 190
que no acierta a responder
a propósito jamás?
CAPITÁN
Cosa es que en toda mi vida,
ni aun de paso me agradó;
porque en no mirando yo 195
aseada y bien prendida
una mujer, me parece
que no es mujer para mí.
SARGENTO
Pues para mí, señor, sí,
cualquiera que se me ofrece. 200
Vamos allá; que por Dios,
que me pienso entretener
con ella.
CAPITÁN
¿Quieres saber
cuál dice bien de los dos?
El que una belleza adora, 205
dijo, viendo a la que amó:
«Aquélla es mi dama», y no:
«Aquélla es mi labradora».
Luego si dama se llama
la que se ama, claro es ya 210
que en una villana está
vendido el nombre de dama.
Mas ¿qué ruido es ése?
SARGENTO
Un hombre,
que de un flaco rocinante
a la vuelta desa esquina 215
se apeó, y en rostro y talle
parece aquel don Quijote,
de quien Miguel de Cervantes
escribió las aventuras.
CAPITÁN
¡Qué figura tan notable! 220
SARGENTO
Vamos, señor; que ya es hora.
CAPITÁN
Lléveme el Sargento antes
a la posada la ropa,
y vuelva luego a avisarme.
 

(Vanse y salen DON MENDO, hidalgo de figura, y NUÑO.)

 
D. MENDO
¿Cómo va el rucio?
NUÑO
Rodado,
225
pues no puede menearse.
D. MENDO
¿Dijiste al lacayo, di,
que un rato le pasease?
NUÑO
¡Qué lindo pienso!
D. MENDO
No hay cosa
que tanto a un bruto descanse. 230
NUÑO
Aténgome a la cebada.
D. MENDO
¿Y que a los galgos no aten,
dijiste?
NUÑO
Ellos se holgarán;
mas no el carnicero.
D. MENDO
Baste;
y pues han dado las tres, 235
cálzome palillo y guantes.
NUÑO
¿Si te prenden el palillo
por palillo falso?
D. MENDO
Si alguien,
que no he comido un faisán,
dentro de sí imaginare, 240
que allá dentro de sí miente,
aquí y en cualquiera parte
le sustentaré.
NUÑO
¿Mejor
no sería sustentarme
a mí, que al otro? Que en fin, 245
te sirvo.
D. MENDO
¡Qué necedades!
En efeto, ¿que han entrado
soldados aquesta tarde
en el pueblo?
NUÑO
Sí, señor.
D. MENDO
Lástima da el villanaje 250
con los huéspedes que espera.
NUÑO
Más lástima da y más grande
con los que no espera...
D. MENDO
¿Quién?
NUÑO
La hidalguez; y no te espante;
que si no alojan, señor, 255
en cas de hidalgos a nadie,
¿por qué piensas que es?
D. MENDO
¿Por qué?
NUÑO
Porque no se mueran de hambre.
D. MENDO
En buen descanso esté el alma
de mi buen señor y padre, 260
pues en fin me dejó una
ejecutoria tan grande,
pintada de oro y azul,
exención de mi linaje.
NUÑO
Tomáramos que dejara 265
un poco del oro aparte.
D. MENDO
Aunque si reparo en ello,
y si va a decir verdades,
no tengo que agradecerle
de que hidalgo me engendrase, 270
porque yo no me dejara
engendrar, aunque él porfiase,
si no fuera de un hidalgo,
en el vientre de mi madre.
NUÑO
Fuera de saber difícil. 275
D. MENDO
No fuera sino muy fácil.
NUÑO
¿Cómo, señor?
D. MENDO
Tú, en efeto,
filosofía no sabes,
y así ignoras los principios.
NUÑO
Sí, mi señor, y aun los antes 280
y postres, desde que como
contigo; y es, que al instante,
mesa divina es tu mesa,
sin medios, postres, ni antes.
D. MENDO
Yo no digo esos principios. 285
Has de saber que el que nace,
sustancia es del alimento
que antes comieron sus padres.
NUÑO
¿Luego tus padres comieron?
Esa maña no heredaste. 290
D. MENDO
Eso después se convierte
en su propia carne y sangre;
luego si hubiera comido
el mío cebolla, al instante
me hubiera dado el olor, 295
y hubiera dicho yo: «Tate,
que no me está bien hacerme
de excremento semejante».
NUÑO
Ahora digo que es verdad...
D. MENDO
¿Qué?
NUÑO
...que adelgaza la hambre
300
los ingenios.
D. MENDO
Majadero,
¿téngola yo?
NUÑO
No te enfades;
que si no la tienes, puedes
tenerla, pues de la tarde
son ya las tres, y no hay greda 305
que mejor las manchas saque,
que tu saliva y la mía.
D. MENDO
Pues ésa, ¿es causa bastante
para tener hambre yo?
Tengan hambre los gañanes; 310
que no somos todos unos;
que a un hidalgo no le hace
falta el comer.
NUÑO
¡Oh, quién fuera
hidalgo!
D. MENDO
Y más no me hables
desto, pues ya de Isabel 315
vamos entrando en la calle.
NUÑO
¿Por qué, si de Isabel eres
tan firme y rendido amante,
a su padre no la pides?
Pues con eso tú y su padre 320
remediaréis de una vez
entrambas necesidades;
tú comerás, y él hará
hidalgos sus nietos.
D. MENDO
No hables
más, Nuño, calla. ¿Dineros 325
tanto habían de postrarme,
que a un hombre llano por fuerza
había de admitir?
NUÑO
Pues antes
pensé que ser hombre llano,
para suegro, era importante; 330
pues de otros dicen que son
tropezones en que caen
los yernos. Y si no has
de casarte, ¿por qué haces
tantos extremos de amor? 335
D. MENDO
¿Pues no hay, sin que yo me case,
Huelgas en Burgos, adonde
llevarla, cuando me enfade?
Mira si acaso la ves.
NUÑO
Temo, si acierta a mirarme 340
Pedro Crespo...
D. MENDO
¿Qué ha de hacerte,
siendo mi criado, nadie?
Haz lo que manda tu amo.
NUÑO
Sí haré, aunque no he de sentarme
con él a la mesa.
D. MENDO
Es propio
345
de los que sirven, refranes.
NUÑO
Albricias, que con su prima
Inés, a la reja sale.
D. MENDO
Di que por el bello Oriente,
coronado de diamantes, 350
hoy, repitiéndose el sol,
amanece por la tarde.
 

(Salen a la ventana ISABEL e INÉS, labradoras.)

 
INÉS
Asómate a esa ventana,
prima, así el cielo te guarde;
verás los soldados que entran 355
en el lugar.
ISABEL
No me mandes
que a la ventana me ponga,
estando este hombre en la calle,
Inés, pues ya cuánto el verle
en ella me ofende sabes. 360
INÉS
En notable tema ha dado
de servirte y festejarte.
ISABEL
No soy más dichosa yo.
INÉS
A mi parecer, mal haces
de hacer sentimiento desto. 365
ISABEL
Pues ¿qué había de hacer?
INÉS
Donaire.
ISABEL
¿Donaire de los disgustos?
D. MENDO
Hasta aqueste mismo instante,
jurara yo, a fe de hidalgo
(que es juramento inviolable), 370
que no había amanecido;
mas ¿qué mucho que lo extrañe,
hasta que a vuestras auroras
segundo día les sale?
ISABEL
Ya os he dicho muchas veces, 375
señor Mendo, cuán en balde
gastáis finezas de amor,
locos extremos de amante
haciendo todos los días
en mi casa y en mi calle. 380
D. MENDO
Si las mujeres hermosas
supieran cuánto las hace
más hermosas el enojo,
el rigor, desdén y ultraje,
en su vida gastarían 385
más afeite que enojarse.
Hermosa estáis, por mi vida.
Decid, decid más pesares.
ISABEL
Cuando no baste el decirlos,
don Mendo, el hacerlos baste 390
de aquesta manera. Inés,
éntrate acá dentro, y dale
con la ventana en los ojos.

 (Vase.) 

INÉS
Señor caballero andante,
que de aventurero entráis 395
siempre en lides semejantes,
porque de mantenedor
no es para vos tan fácil,
amor os provea.

 (Vase.)  

D. MENDO
Inés...
Las hermosas se salen 400
con cuanto ellas quieren, Nuño.
NUÑO
¡Oh qué desairados nacen
todos los pobres!
 

(Sale PEDRO CRESPO, labrador.)

 
CRESPO

 (Aparte.) 

¡Que nunca
entre y salga yo en mi calle,
que no vea a este hidalgote 405
pasearse en ella muy grave!
NUÑO

 (Aparte a su amo.) 

Pedro Crespo viene aquí.
D. MENDO
Vamos por estotra parte,
que es villano malicioso.
 

(Sale JUAN, hijo de CRESPO.)

 
JUAN

 (Aparte.) 

¡Que siempre que venga, halle 410
este fantasma en mi puerta,
calzado de frente y guantes!
NUÑO

 (Aparte a su amo.) 

Pero acá viene su hijo.
D. MENDO
No te turbes ni embaraces.
CRESPO

 (Aparte.) 

Mas Juanico viene aquí. 415
JUAN

 (Aparte.) 

Pero aquí viene mi padre.
D. MENDO

  (Aparte a NUÑO.) 

Disimula. -Pedro Crespo,
Dios os guarde.
CRESPO
Dios os guarde.
 

(Vanse D. MENDO y NUÑO.)

 
CRESPO

 (Aparte.) 

Él ha dado en porfiar,
y alguna vez he de darle 420
de manera que le duela.
JUAN

 (Aparte.) 

(Algún día he de enojarme.)
¿De adónde bueno, señor?
CRESPO
De las eras; que esta tarde
salí a mirar la labranza, 425
y están las parvas notables
de manojos y montones,
que parecen al mirarse
desde lejos montes de oro,
y aun oro de más quilates, 430
pues de los granos de aquéste
es todo el cielo el contraste.
Allí el bielgo, hiriendo a soplos
el viento en ellos süave,
deja en esta parte el grano 435
y la paja en la otra parte;
que aun allí lo más humilde
da el lugar a lo más grave.
¡Oh, quiera Dios que en las trojes
yo llegue a encerrarlo, antes 440
que algún turbión me lo lleve,
o algún viento me las tale!
Tú, ¿qué has hecho?
JUAN
No sé cómo
decirlo sin enojarte.
A la pelota he jugado 445
dos partidos esta tarde,
y entrambos los he perdido.
CRESPO
Haces bien, si los pagaste.
JUAN
No los pagué; que no tuve
dineros para ello; antes 450
vengo a pedirte, señor...
CRESPO
Pues escucha antes de hablarme.
Dos cosas no has de hacer nunca:
no ofrecer lo que no sabes
que has de cumplir, ni jugar 455
más de lo que está delante;
porque si por accidente
falta, tu opinión no falte.
JUAN
El consejo es como tuyo,
y por tal debo estimarle; 460
y he de pagarte con otro:
en tu vida no has de darle
consejo al que ha menester
dinero.
CRESPO
¡Bien te vengaste!
 

(Sale el SARGENTO.)

 
SARGENTO
¿Vive Pedro Crespo aquí? 465
CRESPO
¿Hay algo que usté le mande?
SARGENTO
Traer a su casa la ropa
de don Álvaro de Ataide,
que es el capitán de aquesta
compañía, que esta tarde 470
se ha alojado en Zalamea.
CRESPO
No digáis más; eso baste,
que para servir a Dios,
y al Rey en sus capitanes,
están mi casa y mi hacienda. 475
Y en tanto que se le hace
el aposento, dejad
la ropa en aquella parte,
e id a decirle que venga,
cuando su merced mandare, 480
a que se sirva de todo.
SARGENTO
Él vendrá luego al instante.

 (Vase.) 

JUAN
¿Que quieras, siendo tú rico,
vivir a estos hospedajes
sujeto?
CRESPO
Pues ¿cómo puedo
485
excusarlos ni excusarme?
JUAN
Comprando una ejecutoria.
CRESPO
Dime, por tu vida, ¿hay alguien
que no sepa que yo soy,
si bien de limpio linaje, 490
hombre llano? No por cierto;
pues ¿qué gano yo en comprarle
una ejecutoria al Rey,
si no le compro la sangre?
¿Dirán entonces que soy 495
mejor que ahora? No, es dislate.
Pues ¿qué dirán? Que soy noble
por cinco o seis mil reales.
Y esto es dinero, y no es honra;
que honra no la compra nadie. 500
¿Quieres, aunque sea trivial,
un ejemplillo escucharme?
Es calvo un hombre mil años,
y al cabo dellos se hace
una cabellera. Éste, 505
en opiniones vulgares,
¿deja de ser calvo? No.
Pues ¿qué dicen al mirarle?:
«¡Bien puesta la cabellera
trae Fulano!». Pues ¿qué hace, 510
si, aunque no le vean la calva,
todos que la tiene saben?
JUAN
Enmendar su vejación,
remediarse de su parte,
y redimir las molestias 515
del sol, del hielo y del aire.
CRESPO
Yo no quiero honor postizo,
que el defeto ha de dejarme
en casa. Villanos fueron
mis abuelos y mis padres; 520
sean villanos mis hijos.
Llama a tu hermana.
JUAN
Ella sale.
 

(Salen ISABEL e INÉS.)

 
CRESPO
Hija, el Rey nuestro señor,
que el cielo mil años guarde,
va a Lisboa, porque en ella 525
solicita coronarse
como legítimo dueño;
a cuyo efeto, marciales
tropas caminan con tantos
aparatos militares 530
hasta bajar a Castilla
el tercio viejo de Flandes
con un don Lope, que dicen
todos que es español Marte.
Hoy han de venir a casa 535
soldados, y es importante
que no te vean; así, hija,
al punto has de retirarte
en esos desvanes, donde
yo vivía.
ISABEL
A suplicarte
540
me dieses esta licencia
venía yo. Sé que el estarme
aquí es estar solamente
a escuchar mil necedades.
Mi prima y yo en ese cuarto 545
estaremos, sin que nadie,
ni aun el sol mismo, hoy sepa
de nosotras.
CRESPO
Dios os guarde.
Juanico, quédate aquí;
recibe a huéspedes tales, 550
mientras busco en el lugar
algo con que regalarles.

 (Vase.) 

ISABEL
Vamos, Inés.
INÉS
Vamos, prima;
mas tengo por disparate
el guardar a una mujer, 555
si ella no quiere guardarse.

 (Vanse.) 

 

(Salen el CAPITÁN y el SARGENTO.)

 
SARGENTO
Ésta es, señor, la casa.
CAPITÁN
Pues del cuerpo de guardia al punto pasa
toda mi ropa.
SARGENTO

 (Aparte al CAPITÁN.) 

Quiero
registrar la villana lo primero. 560

 (Vase.) 

JUAN
Vos seáis bien venido
a aquesta casa; que ventura ha sido
grande venir a ella un caballero
tan noble como en vos le considero.

 (Aparte.) 

(¡Qué galán y alentado! 565
Envidia tengo al traje de soldado.)
CAPITÁN
Vos seáis bien hallado.
JUAN
Perdonaréis no estar acomodado,
que mi padre quisiera
que hoy un alcázar esta casa fuera. 570
Él ha ido a buscaros
que comáis; que desea regalaros.
Y yo voy a que esté vuestro aposento
aderezado.
CAPITÁN
Agradecer intento
la merced y el cuidado. 575
JUAN
Estaré siempre a vuestros pies postrado.

 (Vase.) 

 

(Sale el SARGENTO.)

 
CAPITÁN
¿Qué hay, Sargento? ¿Has ya visto
a la tal labradora?
SARGENTO
¡Vive Cristo!,
que con aquese intento,
no he dejado cocina ni aposento, 580
y que no la he topado.
CAPITÁN
Sin duda el villanchón la ha retirado.
SARGENTO
Pregunté a una criada
por ella, y respondióme que ocupada
su padre la tenía 585
en ese cuarto alto, y que no había
de bajar nunca acá; que es muy celoso.
CAPITÁN
¿Qué villano no ha sido malicioso?
De mí digo que si hoy aquí la viera,
della caso no hiciera; 590
y sólo porque el viejo la ha guardado,
deseo, vive Dios, de entrar me ha dado
donde está.
SARGENTO
Pues ¿qué haremos
para que allá, señor, con causa entremos
sin dar sospecha alguna? 595
CAPITÁN
Sólo por tema la he de ver, y una
industria he de buscar.
SARGENTO
Aunque no sea
de mucho ingenio, para quien la vea
hoy, no importará nada;
que con eso será más celebrada. 600
CAPITÁN
Óyela, pues, agora.
SARGENTO
Di ¿qué ha sido?
CAPITÁN
Tú has de fingir... Mas no; pues que ha venido
este soldado, que es más despejado,
él fingirá mejor lo que he trazado.
 

(Salen REBOLLEDO y la CHISPA.)

 
REBOLLEDO

 (A la CHISPA.) 

Con este intento vengo 605
a hablar al Capitán, por ver si tengo
dicha en algo.
CHISPA
Pues háblale de modo
que le obligues; que en fin no ha de ser todo
desatino y locura.
REBOLLEDO
Préstame un poco tú de tu cordura. 610
CHISPA
Poco y mucho pudiera.
REBOLLEDO
Mientras hablo con él, aquí me espera.
-Yo vengo a suplicarte...
CAPITÁN

 (Al SARGENTO.) 

En cuanto puedo
ayudaré, por Dios a Rebolledo,
porque me ha aficionado 615
su despejo y su brío.
SARGENTO
Es gran soldado.
CAPITÁN

 (A REBOLLEDO.) 

Pues ¿qué hay que se le ofrezca?
REBOLLEDO
Yo he perdido
cuanto dinero tengo y he tenido
y he de tener, porque de pobre juro
en presente, pretérito y futuro. 620
Hágaseme merced de que, por vía
de ayudilla de costa, aqueste día
el alférez me dé...
CAPITÁN
Diga, ¿qué intenta?
REBOLLEDO
El juego del boliche por mi cuenta;
que soy hombre cargado 625
de obligaciones, y hombre, al fin, honrado.
CAPITÁN
Digo que eso es muy justo,
y el alférez sabrá que éste es mi gusto.
CHISPA

 (Aparte.) 

Bien le habla el Capitán. ¡Oh, si me viera
llamar de todos ya la Bolichera! 630
REBOLLEDO
Daréle ese recado.
CAPITÁN
Oye, primero
que le lleves, de ti fiarme quiero
para cierta invención que he imaginado,
con que salir intento de un cuidado.
REBOLLEDO
Pues ¿qué es lo que se aguarda? 635
Lo que tarda en saberse es lo que tarda
en hacerse.
CAPITÁN
Escúchame. Yo intento
subir a ese aposento,
por ver si en él una persona habita
que de mí hoy esconderse solicita. 640
REBOLLEDO
Pues ¿por qué no le subes?
CAPITÁN
No quisiera
sin que alguna color para esto hubiera,
por disculparlo más; y así fingiendo
que yo riño contigo, has de irte huyendo
por ahí arriba. Yo entonces, enojado, 645
la espada sacaré; tú, muy turbado,
has de entrarte hasta donde
esta persona que busqué se esconde.
REBOLLEDO
Bien informado quedo.
CHISPA

 (Aparte.) 

Pues habla el Capitán con Rebolledo 650
hoy de aquella manera,
desde hoy me llamarán la Bolichera.
REBOLLEDO
¡Voto a Dios, que han tenido
esta ayuda de costa que he pedido
un ladrón, un gallina y un cuitado! 655
Y ahora que la pide un hombre honrado,
¡no se la dan!
CHISPA

 (Aparte.) 

Ya empieza su tronera.
CAPITÁN
Pues ¿cómo me habla a mí desa manera?
REBOLLEDO
¿No tengo de enojarme
cuando tengo razón?
CAPITÁN
No, ni ha de hablarme.
660
Y agradezca que sufro aqueste exceso.
REBOLLEDO
Ucé es mi Capitán; sólo por eso
callaré; mas, por Dios, que si husbiera
la bengala en la mano...
CAPITÁN

 (Echando mano a la espada.) 

¿Qué me hiciera?
CHISPA
¡Tente, señor!

 (Aparte.) 

-Su muerte considero.
665
REBOLLEDO
...que me hablara mejor.
CAPITÁN
¿Qué es lo que espero,
que no doy muerte a un pícaro atrevido?

 (Desenvaina.) 

REBOLLEDO
Huyo, por el respeto que he tenido
a esa insignia.
CAPITÁN
Aunque huyas
te he de matar.
CHISPA

 (Aparte.) 

Ya él hizo de las suyas.
670
SARGENTO
¡Tente, señor!
CHISPA
¡Escucha!
SARGENTO
¡Aguarda, espera!
CHISPA
Ya no me llamarán la Bolichera.
 

(Éntrale acuchillando, y salen JUAN con espada y PEDRO CRESPO.)

 
JUAN
¡Acudid todos presto!
CRESPO
¿Qué ha sucedido aquí?
JUAN
¿Qué ha sido aquesto?
CHISPA
Que la espada ha sacado 675
el Capitán aquí para un soldado,
y esa escalera arriba,
sube tras él.
CRESPO
¿Hay suerte más esquiva?
CHISPA
Subid todos tras él.
JUAN

 (Aparte.) 

Acción fue vana
esconder a mi prima y a mi hermana. 680
 

(Éntranse y salen REBOLLEDO, huyendo, e ISABEL e INÉS.)

 
REBOLLEDO
Señoras, si siempre ha sido
sagrado el que es templo, hoy
sea mi sagrado aquéste,
pues es templo del amor.
ISABEL
¿Quién a huir desa manera 685
os obliga?
INÉS
¿Qué ocasión
tenéis de entrar hasta aquí?
ISABEL
¿Quién os sigue o busca?
 

(Salen el CAPITÁN y el SARGENTO.)

 
CAPITÁN
Yo,
que tengo de dar la muerte
al pícaro. ¡Vive Dios, 690
si pensase...!
ISABEL
Deteneos,
siquiera porque, señor,
vino a valerse de mí;
que los hombres como vos
han de amparar las mujeres, 695
si no por lo que ellas son,
porque son mujeres; que esto
basta, siendo vos quien sois.
CAPITÁN
No pudiera otro sagrado
librarle de mi furor, 700
sino vuestra gran belleza;
por ella vida le doy.
Pero mirad que no es bien
en tan precisa ocasión
hacer vos el homicidio 705
que no queréis que haga yo.
ISABEL
Caballero, si cortés
ponéis en obligación
nuestras vidas, no zozobre
tan presto la intercesión. 710
Que dejéis este soldado
os suplico; pero no
que cobréis de mí la deuda
a que agradecida estoy.
CAPITÁN
No sólo vuestra hermosura 715
es de rara perfección,
pero vuestro entendimiento
lo es también, porque hoy en vos
alianza están jurando
hermosura y discreción. 720
 

(Salen PEDRO CRESPO y JUAN, las espadas desnudas.)

 
CRESPO
¿Cómo es eso, caballero?
¿Cuándo pensó mi temor
hallaros matando un hombre
os hallo...
ISABEL

 (Aparte.) 

¡Válgame Dios!
CRESPO
...requebrando una mujer? 725
Muy noble, sin duda, sois,
pues que tan presto se os pasan
los enojos.
CAPITÁN
Quien nació
con obligaciones, debe
acudir a ellas, y yo 730
al respeto de esta dama
suspendí todo el furor.
CRESPO
Isabel es hija mía,
y es labradora, señor,
que no dama.
JUAN

 (Aparte.) 

(¡Vive el cielo,
735
que todo ha sido invención
para haber entrado aquí!
Corrido en el alma estoy
de que piensen que me engañan,
y no ha de ser.) Bien, señor 740
Capitán, pudierais ver
con más segura atención
lo que mi padre desea
hoy serviros, para no
haberle hecho este disgusto. 745
CRESPO
¿Quién os mete en eso a vos,
rapaz? ¿Qué disgusto ha habido?
Si el soldado le enojó,
¿no había de ir tras él? Mi hija
estima mucho el favor 750
del haberle perdonado,
y el de su respeto yo.
CAPITÁN
Claro está que no habrá sido
otra causa, y ved mejor
lo que decís.
JUAN
Yo le veo
755
muy bien.
CRESPO
Pues ¿cómo habláis vos
así?
CAPITÁN
Porque estáis delante,
más castigo no le doy
a este rapaz.
CRESPO
Detened,
señor Capitán; que yo 760
puedo tratar a mi hijo
como quisiere, y vos no.
JUAN
Y yo sufrirlo a mi padre,
mas a otra persona, no.
CAPITÁN
¿Qué habíais de hacer?
JUAN
Perder
765
la vida por la opinión.
CAPITÁN
¿Qué opinión tiene un villano?
JUAN
Aquella misma que vos;
que no hubiera un capitán
si no hubiera un labrador. 770
CAPITÁN
¡Vive Dios, que ya es bajeza
sufrirlo!
CRESPO
Ved que yo estoy
de por medio.
 

(Sacan las espadas.)

 
REBOLLEDO
¡Vive Cristo,
Chispa, que ha de haber hurgón!
CHISPA
¡Aquí del cuerpo de guardia! 775
REBOLLEDO
¡Don Lope! Ojo avizor.
 

(Sale DON LOPE, con hábito muy galán y bengala y soldados.)

 
DON LOPE
¿Qué es aquesto? ¿La primera
cosa que he de encontrar hoy,
acabado de llegar,
ha de ser una cuestión? 780
CAPITÁN

 (Aparte.) 

¡A qué mal tiempo Don Lope
de Figueroa llegó!
CRESPO

 (Aparte.) 

Por Dios que se las tenía
con todos el rapagón.
DON LOPE
¿Qué ha habido? ¿Qué ha sucedido? 785
Hablad, porque ¡voto a Dios,
que a hombres, mujeres y casa
eche por un corredor!
¿No me basta haber subido
hasta aquí, con el dolor 790
desta pierna, que los diablos
llevaran, amén, sino
no decirme: aquesto ha sido?
CRESPO
Todo esto es nada, señor.
DON LOPE
Hablad, decid la verdad. 795
CAPITÁN
Pues es que alojado estoy
en esta casa; un soldado...
DON LOPE
Decid.
CAPITÁN
...ocasión me dio
a que sacase con él
la espada; hasta aquí se entró 800
huyendo; entréme tras él
donde estaban esas dos
labradoras; y su padre
y su hermano, o lo que son,
se han disgustado de que 805
entrase hasta aquí.
DON LOPE
Pues yo
a tan buen tiempo he llegado,
satisfaré a todos hoy.
¿Quién fue el soldado, decid,
que a su capitán le dio 810
ocasión de que sacase
la espada?
REBOLLEDO

 (Aparte.) 

¿Qué, pago yo
por todos?
ISABEL
Aqueste fue
el que huyendo hasta aquí entró.
DON LOPE
Denle dos tratos de cuerda. 815
REBOLLEDO
¿Tra... qué me han de dar, señor?
DON LOPE
Tratos de cuerda.
REBOLLEDO
Yo hombre
de aquesos tratos no soy.
CHISPA

 (Aparte.) 

Desta vez me lo estropean.
CAPITÁN

 (Aparte a REBOLLEDO.) 

¡Ah, Rebolledo!, por Dios, 820
que nada digas; yo haré
que te libren.
REBOLLEDO

 (Aparte al CAPITÁN.) 

(¿Cómo no
lo he de decir, pues si callo,
los brazos me pondrán hoy
atrás como mal soldado?) 825
El capitán me mandó
que fingiese la pendencia,
para tener ocasión
de entrar aquí.
CRESPO
Ved agora
si hemos tenido razón. 830
DON LOPE
No tuvisteis para haber
así puesto en ocasión
de perderse este lugar.
-Hola, echa un bando, tambor,
que al cuerpo de guardia vayan 835
los soldados cuantos son,
y que no salga ninguno,
pena de muerte, en todo hoy-. Y
para que no quedéis
con aqueste empeño vos, 840
y vos con este disgusto,
y satisfechos los dos,
buscad otro alojamiento
que yo en esta casa estoy
desde hoy alojado, en tanto 845
que a Guadalupe no voy,
donde está el Rey.
CAPITÁN
Tus preceptos
órdenes precisas son
para mí.
 

(Vanse el CAPITÁN, REBOLLEDO y la CHISPA y soldados.)

 
CRESPO
Entraos allá dentro.
 

(Vanse ISABEL, INÉS y JUAN.)

 
CRESPO
Mil gracias, señor, os doy 850
por la merced que me hicisteis,
de excusarme una ocasión
de perderme.
DON LOPE
¿Cómo habíais,
decid, de perderos vos?
CRESPO
Dando muerte a quien pensara 855
ni aun el agravio menor...
DON LOPE
¿Sabéis, voto a Dios, que es
capitán?
CRESPO
Sí, voto a Dios;
y aunque fuera él general,
en tocando a mi opinión 860
le matara.
DON LOPE
A quien tocara,
ni aun al soldado menor,
sólo un pelo de la ropa,
por vida del cielo, yo
le ahorcara.
CRESPO
A quien se atreviera
865
a un átomo de mi honor,
por vida también del cielo,
que también le ahorcara yo.
DON LOPE
¿Sabéis que estáis obligado
a sufrir, por ser quien sois, 870
estas cargas?
CRESPO
Con mi hacienda;
pero con mi fama, no;
al Rey, la hacienda y la vida
se ha de dar; pero el honor
es patrimonio del alma, 875
y el alma sólo es de Dios.
DON LOPE
¡Juro a Cristo, que parece
que vais teniendo razón!
CRESPO
Sí, juro a Cristo, porque
siempre la he tenido yo. 880
DON LOPE
Yo vengo cansado, y esta
pierna, que el diablo me dio,
ha menester descansar.
CRESPO
Pues ¿quién os dice que no?
Ahí me dio el diablo una cama, 885
y servirá para vos.
DON LOPE
¿Y diola hecha el diablo?
CRESPO
Sí.
DON LOPE
Pues a deshacerla voy;
que estoy, voto a Dios, cansado.
CRESPO
Pues descansad, voto a Dios. 890
DON LOPE

 (Aparte.) 

Testarudo es el villano;
tan bien jura como yo.
CRESPO

 (Aparte.) 

Caprichudo es el don Lope;
no haremos migas los dos.



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