Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.
 

91

«Hay diez iglesias parroquiales dentro de los límites de Madrid, y tres en el arrabal, que son aquéstas: Santa María de la Almudena, Sant Johan, Santiago, Sant Gil, alias Sant Miguel de Sagra, y esta es una pequeña iglesia, y está dentro de la puente o cava del Alcázar. Hay otra que se dice Sant Miguel Ottores, Sant Nicolás, Sant Salvador, Santi Juste, et Sant Andrés, al que algunos llaman Sant Içidro, por un cuerpo sancto que allí dicen que hay y hace muchos siglos que está, que no está canonizado. Las iglesias del arrabal son tres: Santa Cruz, Sant Ginés et Sant Martín». (Quincuagenas).

 

92


«Aquel que tú ves estar contemplando
»En el movimiento de tantas estrellas
»La fuerza, la orden, la obra de aquéllas,
»Que mide los versos, de cómo y de cuándo.
»Y ovo noticia philosofando
»Del movedor y los conmovidos,
»De fuego, de rayos, de són de tronidos,
»Y supo las causas del mundo velando;
»Aquel claro padre, aquel dulce fuerte,
»Aquel que en Castallo monte resuena,
»Es don Enrique, señor de Villena,
»Honra de España y del siglo presente.
»¡Oh ínclito sabio, autor muy sciente
»Otra y aún otra vegada te lloro,
»Porque Castilla perdió tal tesoro,
»No conoscido delante de gente.
»Perdió los tus libros, sin ser conoscidos,
»Y como en exequias te fueron ya luego
»Unos metidos al ávido fuego,
»Y otros sin orden no bien repartidos.
»Cierto, en Atenes los libros fingidos
»Que de Protágoras se reprobaron,
»Con cerimonia mayor se quemaron
»Cuando al Senado le fueron leídos».

 

93

Este antiquísimo convento, iglesia y magnífico coro fueron bárbaramente demolidos en 1870, sin atender a las muchas reclamaciones que se hicieron en nombre de la Religión, de la Historia y de las Artes, y entre ellas la especial que yo hice para salvar al menos la iglesia y el coro.

 

94

También ésta ha sido derribada y reconstruida de planta.

 

95

A esta casa-hospital se refugió, en los últimos de su vida, el célebre escritor Vicente Espinel, y en ella falleció.

 

96

Mientras la impresión de esta obrita se ha derribado esta antigua casa, que ocupaba muy cerca de 19.000 pies de sitio, y se ha construido en él una magnífica casa.

 

97

DON JOSÉ DE CAÑIZARES (último de los esclarecidos ingenios que a tan alto punto elevaron el teatro español del siglo XVII) nació en Madrid, a 14 de Julio de 1676. A los catorce años escribió su primer comedia. Las Cuentas del Gran Capitán, y sucesivamente otras muchas hasta ciento o más, que le colocaron entre nuestros más afamados escritores dramáticos. En sus manos, y en las de don Antonio Zamora, concluyó, puede decirse, el antiguo teatro español. Entre sus muchos y apreciables dramas, El Domine Lucas, El Picarillo en España, El honor da entendimiento, y otros, son hoy muy populares y dignos de serlo. Fue militar de caballería, y luego procurador de los Reales Consejos. Murió en esta casa, en 4 de Setiembre de 1740, y fue sepultado en el convento del Rosario, que ha sido derribado recientemente.

 

98

Hemos leído hace tiempo, no recordamos si en folleto o periódico de la época, que cuando los franceses hicieron derribar dicha iglesia, en 1809, exhumaron de su suntuoso sepulcro los restos del célebre marino y los hicieron trasladar al Ayuntamiento, tributándole los honores de capitán general. Ignoramos en qué sitio fueron depositados, y todas nuestras investigaciones para averiguarlo han sido inútiles, si bien creemos que fueron de nuevo trasladados a esta parroquia en 1815.

 

99

Hace pocos años ocurrió un violento incendio en esta preciosa iglesia, que destruyó por completo el magnífico   —250→   retablo de Becerra y otras preciosidades. Después se ha renovado con muy buen gusto el templo, y colocado, en lugar de dicho retablo, el de S. J. Francisco de Regis, preciosa obra de mármol, que estuvo en la iglesia del Noviciado de Jesuitas, donde hoy la Universidad.

 

100

«La Serenísima Princesa doña Juana trujo de Gandía las primeras monjas del monasterio que allí había fundado el papa Alejandro VI (Borja)... Fue la primera abadesa una hermana del Marqués de Denia, y la segunda, otra hermana del padre Francisco, que dando de mano al mundo y sus falsas apariencias de señorío, con harto triunfo de la religión, dejó el ducado de Gandía, y tomó el orden de la Compañía de Jesús, donde al presente es generalísimo...» (Sigue después en la relación de las austeridades y penitencias a que por la regla se sujetan aquellas ilustres señoras, y continúa):

«Y porque de la descripción del templo se infiera la disposición y Real aparato que en las honras hubo, con la brevedad que en mí fuere, diré sólo lo que hiciere al propósito y declaración del templo, dejando aparte el sitio y clemencia del cielo, jardines, fuentes Reales, patios y claustros, adornados de mucha escultura y columnas de mármol de Génova y muy rico alabastro; la grandísima capacidad de toda la casa, que es una isla, donde en los años pasados el invictísimo y católico emperador Carlos V y la emperatriz doña Isabel de Castilla, padres del rey D. Phelipe, nuestro señor, y de la Serenísima Princesa, y el arzobispo de Sevilla D. Hernando de Valdés, inquisidor general, se aposentaron hasta holgadamente, lo cual no es mal agüero de la gran capacidad y compartimiento de aposento, y dejo aparte lo mucho que cada día la Serenísima Princesa va ilustrando con nuevos edificios, escultura y pintura de toda la casa y claustros, suntuosísimamente.

»El templo, en su edificio y planta (para hablar con término de arquitectura ) es de orden dórica. La portada, que comúnmente llámase delantera, es labrada a lo romano, del mismo orden toda, de recuadramentos de piedra berroqueña; los claros o macizos, de ladrillo, que hermosean mucho el edificio; en medio cae la puerta, a la cual se sube con tres gradas muy bien compartidas. Es guarnecida de   —251→   un alquitrave, que va haciendo un recuadramento a toda la puerta; salen a los lados dos medias columnas dóricas, que alcanzan hasta el alto de las jambas; parece que salen como detrás de la guarnición; encima un friso y alquitrave, sobre el cual hay un tablamento, al ancho de la puerta, con su guarnición por las mismas jambas, encima de la cual corona una cornisa con su frontispicio, la cual sale por detrás del entablamiento hasta el plomo de las columnas.

»Sobre esto se levanta un zócalo o embasamento, sobre el cual viene otro segundo cuerpo, y en medio un compartimiento romano con las armas de la Serenísima Princesa y Rey de Portugal; todos los encuadramentos que la acompañan son de columnas dóricas; sobre la cornisa que la corona corre y abraza toda la obra un muy rico frontispicio con su friso y alquitrave; definen y rematan toda la obra tres acroterías, en las cuales hay unos globos de piedra, grandes, con tres cruces de piedra berroqueña; encima del escudo de armas está un tondo, o ventana redonda, con una cornisa alrededor y vidriera, por donde entra la luz al coro de las monjas, que está fabricado sobre un pórtico entrante en la iglesia, de la manera siguiente». (Sigue la descripción del templo, que no está ajustado a lo que hoy parece, por haber sido, renovado en el siglo anterior).

Del famoso altar mayor dice lo siguiente:

«El altar mayor tiene un retablo, labrado de escultura y pintura, de más de cincuenta pies de alto, sentado sobre dos escudos de armas, de la Serenísima Princesa y Rey de Portugal; son de mármol de Génova; toda su guarnición y ornato, de lo mismo, labrado costosísimamente; hay en el retablo diez cuadros de mármol negro, en los cuales hay muchas historias sagradas, pintadas de mano de Gaspar Becerra, español, maestro de las obras del rey don Felipe, nuestro señor, que, a testimonio de todos los artífices extranjeros y personas que en esto tienen voto, ha sido el que más ha tirado la barra, como tan notablemente declaran sus obras, y entre las esculturas (porque todo es de su mano), que hay maravillosas, hay la Anunciación de María Santísima, que es la dedicación del templo, porque en tal día fueron las   —252→   primeras monjas colocadas en este monasterio, año de 1558, acompañadas con gran aparato y procesión general desde las casas del Ilustrísimo y Reverendísimo señor D. Gutierre de Vargas Carvajal, obispo de Plasencia, natural de Madrid, donde Su Señoría, por comisión de la Serenísima Princesa, las tuvo muchos días con gran veneración y costa en el ínterin que se hacía este monasterio, donde fueron acomodadas». -Describe después el relicario, la sacristía, los púlpitos y oratorios (en el sitio de uno de los cuales dice que nació la Serenísima Princesa fundadora), y saliendo del convento, termina describiendo el jardín con su exageración acostumbrada.