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ArribaActo tercero

Personas del acto tercero
 

 
DON FERNANDO
DON RODRIGO
DON PEDRO
DON ALONSO
EL REY
EL CONDESTABLE
DOÑA INÉS
DOÑA LEONOR
CRIADO MENDO
UNA SOMBRA
UN LABRADOR
FABIA
TELLO
 

[Entrada o paso a la plaza de Medina del Campo, atajada y dispuesta para una corrida de toros.]

 

[Escena I]

 

(Suenen atabales y entren con lacayos y rejones DON RODRIGO y DON FERNANDO.)

 
DON RODRIGO
Poca dicha.
DON FERNANDO
Malas suertes.
DON RODRIGO
¡Qué pesar!
DON FERNANDO
¡Qué se ha de hacer!
1815
DON RODRIGO
Brazo, ya no puede ser
que en servir a Inés aciertes.
DON FERNANDO
Corrido estoy.
DON RODRIGO
Yo, turbado.
DON FERNANDO
Volvamos a porfiar.
DON RODRIGO
Es imposible acertar 1820
un hombre tan desdichado.
Para el de Olmedo, en efeto,
guardó suertes la fortuna.
DON FERNANDO
No ha errado el hombre ninguna.
DON RODRIGO
Que la ha de errar os prometo. 1825
DON FERNANDO
Un hombre favorecido,
Rodrigo, todo lo acierta.
DON RODRIGO
Abrióle el amor la puerta,
y a mí, Fernando, el olvido.
Fuera desto, un forastero 1830
luego se lleva los ojos.
DON FERNANDO
Vos tenéis justos enojos.
Él es galán caballero,
mas no para escurecer
los hombres que hay en Medina. 1835
DON RODRIGO
La patria me desatina;
mucho parece mujer
en que lo propio desprecia
y de lo ajeno se agrada.
DON FERNANDO
De siempre ingrata culpada: 1840
son ejemplos Roma y Grecia.
 

(Dentro, ruido de pretales y voces.)

 


[Escena II]

HOMBRE 1º

 [(Dentro.)] 

¡Brava suerte!
HOMBRE 2º
¡Con qué gala
quebró el rejón!
DON FERNANDO
¿Qué aguardamos?
Tomemos caballos.
DON RODRIGO
Vamos
HOMBRE 1º

 [(Dentro.)] 

Nadie en el mundo le iguala. 1845
DON FERNANDO
¿Oyes esa voz?
DON RODRIGO
No puedo
sufrirlo.
DON FERNANDO
Aún no lo encareces.
HOMBRE 2º

 [(Dentro.)] 

¡Vítor setecientas veces
el Caballero de Olmedo!
DON RODRIGO
¿Qué suerte quieres que aguarde, 1850
Fernando, con estas voces?
DON FERNANDO
Es vulgo, ¿no le conoces?
HOMBRE 1º

 [(Dentro.)] 

Dios te guarde, Dios te guarde.
DON RODRIGO
¿Qué más dijeran al Rey?
Mas bien hacen: digan, rueguen 1855
que hasta el fin sus dichas lleguen.
DON FERNANDO
Fue siempre bárbara ley
seguir aplauso vulgar
las novedades.
DON RODRIGO
Él viene
a mudar caballo.
DON FERNANDO
Hoy tiene
1860
la fortuna en su lugar.


[Escena III]

 

(Salen TELLO, con rejón y librea, y DON ALONSO.)

 
TELLO
¡Valientes suertes, por Dios!
DON ALONSO
Dame, Tello, el alazán.
TELLO
Todos el lauro nos dan.
DON ALONSO
¿A los dos, Tello?
TELLO
A los dos;
1865
que tú a caballo, y yo a pie,
nos habemos igualado.
DON ALONSO
¡Qué bravo, Tello, has andado!
TELLO
Seis toros desjarreté,
como si sus piernas fueran 1870
rábanos de mi lugar.
DON FERNANDO
Volvamos, Rodrigo, a entrar,
que por dicha nos esperan,
aunque os parece que no.
DON RODRIGO
A vos, don Fernando, sí; 1875
a mí no, si no es que a mí
me esperan para que yo
haga suertes que me afrenten,
o que algún toro me mate,
o me arrastre o me maltrate 1880
donde con risa lo cuenten.
 

(Vanse los dos.)

 
TELLO

 [(Aparte a su amo.)] 

Aquéllos te están mirando.
DON ALONSO
Ya los he visto envidiosos
de mis dichas, y aun celosos
de mirarme a Inés mirando 1885


[Escena IV]

 

[DON ALONSO y TELLO.]

 
TELLO
¡Bravos favores te ha hecho
con la risa!: que la risa
es lengua muda que avisa
de lo que pasa en el pecho.
No pasabas vez ninguna, 1890
que arrojar no se quería
del balcón.
DON ALONSO
¡Ay, Inés mía!
¡Si quisiese la fortuna
que a mis padres les llevase
tal prenda de sucesión! 1895
TELLO
Sí harás, como la ocasión
deste don Rodrigo pase;
porque satisfecho estoy
de que Inés por ti se abrasa.
DON ALONSO
Fabia se ha quedado en casa; 1900
mientras una vuelta doy
a la plaza, ve corriendo
y di que esté prevenida
Inés, porque en mi partida
la pueda hablar, advirtiendo 1905
que, si esta noche no fuese
a Olmedo, me han de contar
mis padres por muerto, y dar
ocasión, si no los viese,
a esta pena, no es razón; 1910
tengan buen sueño, que es justo.
TELLO
Bien dices: duerman con gusto,
pues es forzosa ocasión
de temer y de esperar.
DON ALONSO
Yo entro.
TELLO
Guárdete el cielo.
1915
 

(Vase DON ALONSO.)

 


[Escena V]

 

[TELLO.]

 
TELLO
Pues puedo hablar sin recelo,
a Fabia quiero llegar.
Traigo cierto pensamiento
para coger la cadena
a esta vieja, aunque con pena 1920
de su astuto entendimiento.
No supo Circe, Medea,
ni Hécate, lo que ella sabe;
tendrá en el alma una llave
que de treinta vueltas sea. 1925
Mas no hay maestra mejor
que decirle que la quiero,
que es el remedio primero
para una mujer mayor;
que con dos razones tiernas 1930
de amores y voluntad,
presumen de mocedad
y piensan que son eternas.

 [(Vase.)] 

 

[Calle y vista exterior de la casa de DON PEDRO.]

 


[Escena VI]

 

[TELLO, y después FABIA.]

 
[TELLO]
Acabóse. Llego, llamo.
Fabia... Pero soy un necio; 1935
que sabrá que el oro precio
y que los años desamo,
porque se lo ha de decir
el de las patas de gallo.
 

(Sale FABIA [de casa de DON PEDRO.])

 
FABIA
¡Jesús, Tello! ¿Aquí te hallo? 1940
¡Qué buen modo de servir
a don Alonso! ¿Qué es esto?
¿Qué ha sucedido?
TELLO
No alteres
lo venerable, pues eres
causa de venir tan presto; 1945
que por verte anticipé
de don Alonso un recado.
FABIA
¿Cómo ha andado?
TELLO
Bien ha andado,
porque yo le acompañé.
FABIA
¡Estremado fanfarrón! 1950
TELLO
Pregúntalo al Rey, verás
cuál de los dos hizo más;
que se echaba del balcón
cada vez que yo pasaba.
FABIA
¡Bravo favor!
TELLO
Más quisiera
1955
los tuyos.
FABIA
¡Oh, quién te viera!
TELLO
Esa hermosura bastaba
para que yo fuera Orlando.
¿Toros de Medina a mí?
¡Vive el cielo!, que les di 1960
reveses, desjarretando,
de tal aire, de tal casta,
en medio del regocijo,
que hubo toro que me dijo:
«Basta, señor Tello, basta.» 1965
«No basta», le dije yo,
y eché de un tajo volado
una pierna en un tejado.
FABIA
Y, ¿cuántas tejas quebró?
TELLO
Eso al dueño, que no a mí. 1970
Dile, Fabia, a tu señora,
que ese mozo que la adora
vendrá a despedirse aquí;
que es fuerza volverse a casa,
porque no piensen que es muerto 1975
sus padres. Esto te advierto.
Y porque la fiesta pasa
sin mí, y el Rey me ha de echar
menos -que en efeto soy
su toricida-, me voy 1980
a dar materia al lugar
de vítores y de aplauso,
si me das algún favor.
FABIA
¿Yo favor?
TELLO
Paga mi amor.
FABIA
¿Que yo tus hazañas causo? 1985
Basta, que no lo sabía.
¿Qué te agrada más?
TELLO
Tus ojos.
FABIA
Pues daréte sus antojos.
TELLO
Por caballo, Fabia mía,
quedo confirmado ya. 1990
FABIA
Propio favor de lacayo.
TELLO
Más castaño soy que bayo.
FABIA
Mira cómo andas allá,
que esto de ne nos inducas
suelen causar los refrescos: 1995
no te quite los greguescos
algún mozo de San Lucas
que será notable risa,
Tello, que, donde lo vea
todo el mundo, un toro sea 2000
sumiller de tu camisa.
TELLO
Lo atacado y el cuidado
volverán por mi decoro.
FABIA
Para un desgarro de un toro,
¿qué importa estar atacado? 2005
TELLO
Que no tengo a toros miedo.
FABIA
Los de Medina hacen riza,
porque tienen ojeriza
con los lacayos de Olmedo.
TELLO
Como ésos ha derribado, 2010
Fabia, este brazo español.
FABIA
¡Más que te ha de dar el sol
adonde nunca te ha dado!
 

[Paso a la plaza de Olmedo.]

 


[Escena VII]

 

(Ruido de plaza y grita, y digan dentro:)

 
HOMBRE 1º
Cayó don Rodrigo.
DON ALONSO
¡Afuera!
HOMBRE 2º
¡Qué gallardo, qué animoso 2015
don Alonso le socorre!
HOMBRE 1º
Ya se apea don Alonso.
HOMBRE 2º
¡Qué valientes cuchilladas!
HOMBRE 1º
Hizo pedazos el toro.
 

(Salgan los dos, y DON ALONSO teniéndole.)

 
DON ALONSO
Aquí tengo yo caballo; 2020
que los nuestros van furiosos
discurriendo por la plaza.
Ánimo.
DON RODRIGO
Con vos le cobro.
La caída ha sido grande.
DON ALONSO
Pues no será bien que al coso 2025
volváis; aquí habrá criados
que os sirvan, porque yo torno
a la plaza. Perdonadme,
porque cobrar es forzoso
el caballo que dejé. 2030


[Escena VIII]

 

(Vase, y sale DON FERNANDO.)

 
DON FERNANDO
¿Qué es esto? ¡Rodrigo, y solo!
¿Cómo estáis?
DON RODRIGO
Mala caída,
mal suceso, malo todo;
pero más deber la vida
a quien me tiene celoso 2035
y a quien la muerte deseo.
DON FERNANDO
¡Que sucediese a los ojos
del Rey y que viese Inés
que aquel su galán dichoso
hiciese el toro pedazos 2040
por libraros!
DON RODRIGO
Estoy loco.
No hay hombre tan desdichado,
Fernando, de polo a polo.
¡Qué de afrentas, qué de penas,
qué de agravios, qué de enojos, 2045
qué de injurias, qué de celos,
qué de agüeros, qué de asombros.
Alcé los ojos a ver
a Inés, por ver si piadoso
mostraba el semblante entonces 2050
que como un gran necio adoro;
y veo que no pudiera
mirar Nerón riguroso
desde la torre Tarpeya
de Roma el incendio, como 2055
desde el balcón me miraba;
y que luego, en vergonzoso
clavel de púrpura fina
bañado el jazmín del rostro,
a don Alonso miraba, 2060
y que por los labios rojos
pagaba en perlas el gusto
de ver que a sus pies me postro,
de la fortuna arrojado
-y de la suya envidioso-. 2065
Mas ¡vive Dios que la risa,
primero que la de Apolo
alegre el Oriente y bañe
el aire de átomos de oro,
se le ha de trocar en llanto, 2070
si hallo al hidalguillo loco
entre Medina y Olmedo!
DON FERNANDO
El sabrá ponerse en cobro.
DON RODRIGO
Mal conocéis a los celos.
DON FERNANDO
¿Quién sabe que no son monstruos? 2075
Mas lo que ha de importar mucho
no se ha de pensar tan poco.

 [(Vanse.)] 



[Escena IX]

 

(Salen el REY, EL CONDESTABLE y criados.)

 
REY
Tarde acabaron las fiestas;
pero ellas han sido tales,
que no las he visto iguales. 2080
CONDESTABLE
Dije a Medina que aprestas
para mañana partir;
mas tiene tanto deseo
de que veas el torneo
con que te quiere servir, 2085
que me ha pedido, Señor,
que dos días se detenga
Vuestra Alteza.
REY
Cuando venga,
pienso que será mejor.
CONDESTABLE
Haga este gusto a Medina 2090
Vuestra Alteza.
REY
Por vos sea,
aunque el Infante desea
-con tanta prisa camina-
estas vistas de Toledo
para el día concertado. 2095
CONDESTABLE
Galán y bizarro ha estado
el Caballero de Olmedo.
REY
¡Buenas suertes, condestable!
CONDESTABLE
No sé en él cuál es mayor,
la ventura o el valor, 2100
aunque es el valor notable.
REY
Cualquiera cosa hace bien.
CONDESTABLE
Con razón le favorece
Vuestra Alteza.
REY
Él lo merece
y que vos le honréis también. 2105
 

(Vanse.)

 
 

[Calle y vista exterior de la casa de DON PEDRO.]

 


[Escena X]

 

(Salen DON ALONSO y TELLO, de noche.)

 
TELLO
Mucho habemos esperado,
ya no puedes caminar.
DON ALONSO
Deseo, Tello, escusar
a mis padres el cuidado:
a cualquier hora es forzoso 2110
partirme.
TELLO
Si hablas a Inés,
¿qué importa, señor, que estés
de tus padres cuidadoso?
Porque os ha de hallar el día
en esas rejas.
DON ALONSO
No hará,
2115
que el alma me avisará
como si no fuera mía.
TELLO
Parece que hablan en ellas,
y que es, en la voz, Leonor.
DON ALONSO
Y lo dice el resplandor 2120
que da el sol a las estrellas.


[Escena XI]

 

(DOÑA LEONOR, en la reja.)

 
DOÑA LEONOR
¿Es don Alonso?
DON ALONSO
Yo soy.
DOÑA LEONOR
Luego mi hermana saldrá,
porque con mi padre está
hablando en las fiestas de hoy. 2125
Tello puede entrar, que quiere
daros un regalo Inés.

 [(Quítase de la reja.)] 

DON ALONSO
Entra, Tello.
TELLO
Si después
cerraren y no saliere,
bien puedes partir sin mí, 2130
que yo te sabré alcanzar.
 

[(Ábrase la puerta de casa de DON PEDRO, entra TELLO, y vuelve DOÑA LEONOR a la reja.)]

 
DON ALONSO
¿Cuándo, Leonor, podré entrar
con tal libertad aquí?
DOÑA LEONOR
Pienso que ha de ser muy presto,
porque mi padre de suerte 2135
te encarece, que a quererte
tiene el corazón dispuesto.
Y porque se case Inés,
en sabiendo vuestro amor,
sabrá escoger lo mejor, 2140
como estimarlo después.


[Escena XII]

 

(Sale DOÑA INÉS a la reja.)

 
DOÑA INÉS
¿Con quién hablas?
DOÑA LEONOR
Con Rodrigo.
DOÑA INÉS
Mientes, que mi dueño es.
DON ALONSO
Que soy esclavo de Inés
al cielo doy por testigo. 2145
DOÑA INÉS
No sois sino mi señor.
DOÑA LEONOR
Ahora bien quiéroos dejar,
que es necedad estorbar,
sin celos, quien tiene amor.
 

 [(Retírase.)] 



[Escena XIII]

 

[DOÑA INÉS, en la reja; DON ALONSO, en la calle.]

 
DOÑA INÉS
¿Cómo estáis?
DON ALONSO
Como sin vida.
2150
Por vivir os vengo a ver.
DOÑA INÉS
Bien había menester
la pena desta partida,
para templar el contento
que hoy he tenido de veros, 2155
ejemplo de caballeros
y de las damas tormento.
De todas estoy celosa:
que os alabasen quería,
y después me arrepentía 2160
de perderos temerosa.
¡Qué de varios pareceres!
¡Qué de títulos y nombres
os dio la envidia en los hombres,
y el amor en las mujeres! 2165
Mi padre os ha codiciado
por yerno, para Leonor,
y agradecióle mi amor,
aunque celosa, el cuidado;
que habéis de ser para mí, 2170
y así se lo dije yo,
aunque con la lengua no,
pero con el alma sí.
Mas ¡ay! ¿Cómo estoy contenta
si os partís?
DON ALONSO
Mis padres son
2175
la causa.
DOÑA INÉS
Tenéis razón;
mas dejadme que lo sienta.
DON ALONSO
Yo lo siento, y voy a Olmedo,
dejando el alma en Medina:
no sé cómo parto y quedo; 2180
amor la ausencia imagina:
los celos, señora, el miedo;
así parto muerto y vivo,
que vida y muerte recibo.
Mas ¿qué te puedo decir?, 2185
cuando estoy para partir,
puesto ya el pie en el estribo?
Ando, señora, estos días,
entre tantas asperezas
de imaginaciones mías, 2190
consolado en mis tristezas
y triste en mis alegrías;
tengo, pensando perderte,
imaginación tan fuerte,
y así en ella vengo y voy, 2195
que me parece que estoy
con las ansias de la muerte.
La envidia de mis contrarios
temo tanto, que, aunque puedo
poner medios necesarios, 2200
estoy entre amor y miedo
haciendo discursos varios.
Ya para siempre me privo
de verte, y de suerte vivo,
que, mi muerte presumiendo, 2205
parece que estoy diciendo:
«Señora, aquesta te escribo».
Tener de tu esposo el nombre
amor y favor ha sido;
pero es justo que me asombre, 2210
que amado y favorecido
tenga tal tristeza un hombre.
Parto a morir, y te escribo
mi muerte, si ausente vivo,
porque tengo, Inés, por cierto 2215
que si vuelvo será muerto,
pues partir no puedo vivo.
Bien sé que tristeza es;
pero puede tanto en mí,
que me dice, hermosa Inés: 2220
«Si partes muerto de aquí,
¿cómo volverás después?»
Yo parto y parto a la muerte,
aunque morir no es perderte;
que si el alma no se parte, 2225
¿cómo es posible dejarte,
cuanto más, volver a verte?
DOÑA INÉS
Pena me has dado y temor
con tus miedos y recelos;
si tus tristezas son celos, 2230
ingrato ha sido tu amor.
Bien entiendo tus razones;
pero tú no has entendido
mi amor.
DON ALONSO
Ni tú, que han sido
estas imaginaciones 2235
sólo un ejercicio triste
del alma, que me atormenta,
no celos; que fuera afrenta
del nombre, Inés, que me diste.
De sueños y fantasías, 2240
si bien falsas ilusiones,
han nacido estas razones,
que no de sospechas mías.


[Escena XIV]

 

(DOÑA LEONOR sale a la reja.)

 
DOÑA INÉS
Leonor vuelve. ¿Hay algo?
DOÑA LEONOR

 [(Dentro.)] 

Sí.
DON ALONSO
¿Es partirme?
DOÑA LEONOR
Claro está.
2245
Mi padre se acuesta ya
y me preguntó por ti.

 [(A DOÑA INÉS.)] 

DOÑA INÉS
Vete, Alonso, vete. Adiós.
No te quejes, fuerza es.
DON ALONSO
¿Cuándo querrá Dios, Inés, 2250
que estemos juntos los dos?
Aquí se acabó mi vida,
que es lo mismo que partirme.
Tello no sale, o no puede
acabar de despedirse. 2255
Voyme, que él me alcanzará.
 

[(Retírase DOÑA INÉS.)]

 


[Escena XV]

 

(Al entrar [DON ALONSO], una SOMBRA con una máscara negra y sombrero, y puesta la mano en el puño de la espada, se le ponga delante.)

 
DON ALONSO
¿Qué es esto? ¿Quién va? De oírme
no hace caso. ¿Quién es? Hable.
¡Que un hombre me atemorice,
no habiendo temido a tantos! 2260
¿Es don Rodrigo? ¿No dice
quién es?
SOMBRA
Don Alonso.
DON ALONSO
¿Cómo?
SOMBRA
Don Alonso.
DON ALONSO
No es posible.
Mas otro será, que yo
soy don Alonso Manrique... 2265
Si es invención, ¡meta mano!
Volvió la espalda.
 

[(Vase la SOMBRA.)]

 


[Escena XVI]

Seguirle,
desatino me parece.
¡Oh imaginación terrible!
Mi sombra debió de ser... 2270
Mas no, que en forma visible
dijo que era don Alonso.
Todas son cosas que finge
la fuerza de la tristeza,
la imaginación de un triste. 2275
¿Qué me quieres, pensamiento,
que con mi sombra me afliges?
Mira que temer sin causa
es de sujetos humildes.
...O embustes de Fabia son, 2280
que pretende persuadirme
porque no me vaya a Olmedo,
sabiendo que es imposible.
Siempre dice que me guarde,
y siempre que no camine 2285
de noche, sin más razón
de que la envidia me sigue.
Pero ya no puede ser
que don Rodrigo me envidie,
pues hoy la vida me debe; 2290
que esta deuda no permite
que un caballero tan noble
en ningún tiempo la olvide.
Antes pienso que ha de ser
para que amistad confirme 2295
desde hoy conmigo en Medina;
que la ingratitud no vive
en buena sangre, que siempre
entre villanos reside.
En fin, es la quinta esencia 2300
de cuantas acciones viles
tiene la bajeza humana
pagar mal quien bien recibe.

 (Vase.) 

 

[Campo con árboles al lado de un camino.]

 


[Escena XVII]

 

(Salen DON RODRIGO, DON FERNANDO, MENDO y LAÍN.)

 
DON RODRIGO
Hoy tendrán fin mis celos y su vida.
DON FERNANDO
Finalmente, ¿venís determinado? 2305
DON RODRIGO
No habrá consejo que su muerte impida,
después que la palabra me han quebrado.
Ya se entendió la devoción fingida,
ya supe que era Tello, su criado,
quien la enseñaba aquel latín que ha sido 2310
en cartas de romance traducido.
¡Qué honrada dueña recibió en su casa
don Pedro en Fabia! ¡Oh mísera doncella!
Disculpo tu inocencia, si te abrasa
fuego infernal de los hechizos della. 2315
No sabe, aunque es discreta, lo que pasa,
y así el honor de entrambos atropella.
¡Cuántas casas de nobles caballeros
han infamado hechizos y terceros!
Fabia, que puede trasponer un monte; 2320
Fabia, que puede detener un río,
y en los negros ministros de Aqueronte
tiene, como en vasallos, señorío;
Fabia, que deste mar, deste horizonte,
al abrasado clima, al Norte frío 2325
puede llevar un hombre por el aire,
le da liciones: ¿hay mayor donaire?
DON FERNANDO
Por la misma razón yo no tratara
de más venganza.
DON RODRIGO
¡Vive Dios, Fernando,
que fuera de los dos bajeza clara! 2330
DON FERNANDO
No la hay mayor que despreciar amando.
DON RODRIGO
Si vos podéis, yo no.
MENDO
Señor, repara
en que vienen los ecos avisando
de que a caballo alguna gente viene.
DON RODRIGO
Si viene acompañado, miedo tiene. 2335
DON FERNANDO
No lo creas, que es mozo temerario.
DON RODRIGO
Todo hombre con silencio esté escondido.
Tú, Mendo, el arcabuz si es necesario,
tendrás detrás de un árbol prevenido.
DON FERNANDO
¡Qué inconstante es el bien, qué loco y vario! 2340
Hoy a vista de un rey salió lucido,
admirado de todos a la plaza,
y ¡ya tan fiera muerte le amenaza!

 (Escóndanse.) 



[Escena XVIII]

 

(Salga DON ALONSO.)

 
DON ALONSO
Lo que jamás he temido
que es algún recelo o miedo, 2345
llevo caminando a Olmedo.
Pero tristezas han sido.
Del agua el manso rüido
y el ligero movimiento
destas ramas, con el viento, 2350
mi tristeza aumentan más.
Yo camino, y vuelve atrás
mi confuso pensamiento.
De mis padres el amor
y la obediencia me lleva, 2355
aunque ésta es pequeña prueba
del alma de mi valor.
Conozco que fue rigor
el dejar tan presto a Inés...
¡Qué escuridad! Todo es 2360
horror, hasta que el Aurora
en las alfombras de Flora
ponga los dorados pies.

 (Toca.) 

Allí cantan. ¿Quién será?
Mas será algún labrador 2365
que camina a su labor.
Lejos parece que está;
pero acercándose va.
Pues ¡cómo! Lleva instrumento,
y no es rústico el acento, 2370
sino sonoro y süave.
¡Qué mal la música sabe,
si está triste el pensamiento!

 (Canten desde lejos en el vestuario, y véngase acercando la VOZ, como que camina.) 

Que de noche le mataron
al caballero 2375
la gala de Medina,
la flor de Olmedo.
DON ALONSO
¡Cielos! ¿Qué estoy escuchando?
Si es que avisos vuestros son,
ya que estoy en la ocasión, 2380
¿de qué me estáis informando?
Volver atrás, ¿cómo puedo?
Invención de Fabia es,
que quiere, a ruego de Inés,
hacer que no vaya a Olmedo 2385
VOZ

 [(Dentro.)] 

Sombras le avisaron
que no saliese,
y le aconsejaron
que no se fuese
el caballero, 2390
la gala de Medina,
la flor de Olmedo.


[Escena XIX]

 

[Sale un LABRADOR.]

 
DON ALONSO
¡Hola, buen hombre, el que canta!
LABRADOR
¿Quién me llama?
DON ALONSO
Un hombre soy
que va perdido.
LABRADOR
Ya voy.
2395

 (Sale un LABRADOR

Veisme aquí.
DON ALONSO

 [(Aparte)] 

(Todo me espanta)
¿Dónde vas?
LABRADOR
A mi labor.
DON ALONSO
¿Quién esa canción te ha dado,
que tristemente has cantado?
LABRADOR
Allá en Medina, señor. 2400
DON ALONSO
A mí me suelen llamar
el Caballero de Olmedo,
y yo estoy vivo...
LABRADOR
No puedo
deciros deste cantar
más historias ni ocasión 2405
de que a una Fabia la oí.
Si os importa, yo cumplí
con deciros la canción.
Volved atrás, no paséis
deste arroyo.
DON ALONSO
En mi nobleza,
2410
fuera ese temor bajeza.
LABRADOR
Muy necio valor tenéis.
Volved, volved a Medina.
DON ALONSO
Ven tú conmigo.
LABRADOR
No puedo.

 [(Vase.)] 



[Escena XX]

DON ALONSO
¡Qué de sombras finge el miedo! 2415
¡Qué de engaños imagina!
Oye, escucha. ¿Dónde fue,
que apenas sus pasos siento?
¡Ah, labrador! Oye, aguarda...
«Aguarda», responde el eco. 2420
¡Muerto yo! Pero es canción
que por algún hombre hicieron
de Olmedo, y los de Medina
en este camino han muerto.
A la mitad dél estoy: 2425
¿qué han de decir si me vuelvo?
Gente viene... No me pesa;
si allá van, iré con ellos.


[Escena XXI]

 

(Salgan DON RODRIGO y DON FERNANDO y su gente.)

 
DON RODRIGO
¿Quién va?
DON ALONSO
Un hombre. ¿No me ven?
DON FERNANDO
Deténgase.
DON ALONSO
Caballeros,
2430
si acaso necesidad
los fuerza a pasos como éstos,
desde aquí a mi casa hay poco:
no habré menester dineros;
que de día y en la calle 2435
se los doy a cuantos veo
que me hacen honra en pedirlos.
DON RODRIGO
Quítese las armas luego.
DON ALONSO
¿Para qué?
DON RODRIGO
Para rendillas.
DON ALONSO
¿Saben quién soy?
DON FERNANDO
El de Olmedo,
2440
el matador de los toros,
que viene arrogante y necio
a afrentar los de Medina;
el que deshonra a don Pedro
con alcagüetes infames. 2445
DON ALONSO
Si fuérades a lo menos
nobles vosotros, allá,
pues tuvistes tanto tiempo,
me hablárades, y no agora,
que solo a mi casa vuelvo. 2450
Allá en las rejas, adonde
dejastes la capa huyendo,
fuera bien, y no en cuadrilla
a media noche, soberbios.
Pero confieso, villanos, 2455
que la estimación os debo,
que, aun siendo tantos, sois pocos.

 (Riñan.) 

DON RODRIGO
Yo vengo a matar, no vengo
a desafíos, que, entonces,
te matara cuerpo a cuerpo. 2460

 [(A MENDO.)] 

Tírale.

 (Disparen dentro.) 

DON ALONSO
Traidores sois;
pero sin armas de fuego
no pudiérades matarme.
¡Jesús!

 [(Cae.)] 

DON FERNANDO
¡Bien lo has hecho, Mendo!
DON ALONSO
¡Qué poco crédito di 2465
a los avisos del cielo!
Valor propio me ha engañado,
y muerto envidias y celos.
¡Ay de mí! ¿Qué haré en un campo
tan solo?


[Escena XXII]

 

(Sale TELLO.)

 
TELLO
Pena me dieron
2470
estos hombres que a caballo
van hacia Medina huyendo.
Si a don Alonso habían visto
pregunté; no respondieron.
¡Mala señal! Voy temblando. 2475
DON ALONSO
¡Dios mío, piedad! ¡Yo muero!
Vos sabéis que fue mi amor
dirigido a casamiento.
¡Ay, Inés!
TELLO
De lastimosas
quejas siento tristes ecos. 2480
Hacia aquella parte suenan.
No está del camino lejos
quien las da. No me ha quedado
sangre; pienso que el sombrero
puede tenerse en el aire 2485
solo en cualquiera cabello.
¡Ah, hidalgo!
DON ALONSO
¿Quién es?
TELLO
¡Ay, Dios!
¿Por qué dudo lo que veo?
Es mi señor don Alonso.
DON ALONSO
Seas bien venido, Tello. 2490
TELLO
¿Cómo, señor, si he tardado?
¿Cómo, si a mirarte llego
hecho una fiera de sangre?
¡Traidores, villanos, perros,
volved, volved a matarme, 2495
pues habéis, infames, muerto
el más noble, el más valiente,
el más galán caballero
que ciñó espada en Castilla!
DON ALONSO
Tello, Tello, ya no es tiempo 2500
más que de tratar del alma.
Ponme en tu caballo presto
y llévame a ver mis padres.
TELLO
¡Qué buenas nuevas les llevo
de las fiestas de Medina! 2505
¿Qué dirá aquel noble viejo?
¿Qué hará tu madre y tu patria?
¡Venganza, piadosos cielos!


[Escena XXIII]

 

[(Sala de la casa en que se hospeda el REY en Medina.)]

 
 

(Salen DON PEDRO, DOÑA INÉS, DOÑA LEONOR, FABIA y ANA.)

 
DOÑA INÉS
¿Tantas mercedes ha hecho?
DON PEDRO
Hoy mostró con su real 2510
mano, heroica y liberal,
la grandeza de su pecho.
Medina está agradecida,
y, por la que he recibido,
a besarla os he traído. 2515
DOÑA LEONOR
¿Previene ya su partida?
DON PEDRO
Sí, Leonor, por el Infante,
que aguarda al Rey en Toledo.
En fin, obligado quedo;
que por merced semejante, 2520
más por vosotras lo estoy,
pues ha de ser vuestro aumento.
DOÑA LEONOR
Con razón estás contento.
DON PEDRO
Alcaide de Burgos soy.
Besad la mano a Su Alteza. 2525
DOÑA INÉS

 [(Aparte a FABIA.)] 

¡Ha de haber ausencia, Fabia!
FABIA
Más la fortuna te agravia.
DOÑA INÉS
No en vano tanta tristeza
he tenido desde ayer.
FABIA
Yo pienso que mayor daño 2530
te espera, si no me engaño,
como suele suceder,
que en las cosas por venir
no puede haber cierta ciencia.
DOÑA INÉS
¿Qué mayor mal que la ausencia, 2535
pues es mayor que morir?
DON PEDRO
Ya, Inés, ¿qué mayores bienes
pudiera yo desear,
si tú quisieras dejar
el propósito que tienes? 2540
No porque yo te hago fuerza,
pero quisiera casarte.
DOÑA INÉS
Pues tu obediencia no es parte
que mi propósito tuerza.
Me admiro de que no entiendas 2545
la ocasión.
DON PEDRO
Yo no la sé.
DOÑA LEONOR
Pues yo por ti la diré,
Inés, como no te ofendas.
No la casas a su gusto.
¡Mira qué presto!
DON PEDRO

 [(A DOÑA INÉS.)] 

Mi amor
2550
se queja de tu rigor,
porque, a saber tu disgusto,
no lo hubiera imaginado.
DOÑA LEONOR
Tiene inclinación Inés
a un caballero, después 2555
que el Rey de una cruz le ha honrado
que esto es deseo de honor,
y no poca honestidad.
DON PEDRO
Pues si él tiene calidad
y tú le tienes amor, 2560
¿quién ha de haber que replique?
Cásate en buen hora, Inés.
Pero ¿no sabré quién es?
DOÑA LEONOR
Es don Alonso Manrique.
DON PEDRO
Albricias hubiera dado. 2565
¿El de Olmedo?
DOÑA LEONOR
Sí, señor.
DON PEDRO
Es hombre de gran valor,
y desde agora me agrado
de tan discreta elección;
que si el hábito rehusaba, 2570
era porque imaginaba
diferente vocación.
Habla, Inés, no estés ansí.
DOÑA INÉS
Señor, Leonor se adelanta;
que la inclinación no es tanta 2575
como ella te ha dicho aquí.
DON PEDRO
Yo no quiero examinarte,
sino estar con mucho gusto
de pensamiento tan justo
y de que quieras casarte. 2580
Desde agora es tu marido;
que me tendré por honrado
de un yerno tan estimado,
tan rico y tan bien nacido.
DOÑA INÉS
Beso mil veces tus pies. 2585
Loca de contento estoy,
Fabia.
FABIA
El parabién te doy,

 [(Aparte.)] 

si no es pésame después.
DOÑA LEONOR
El Rey.


[Escena XXIV]

 

(Salen el REY, EL CONDESTABLE y gente, y DON RODRIGO y DON FERNANDO.)

 
PEDRO

 [(A sus hijas.)] 

Llegad a besar
su mano.
DOÑA INÉS
¡Qué alegre llego!
2590
DON PEDRO
Dé Vuestra Alteza los pies,
por la merced que me ha hecho
de la alcaidía de Burgos,
a mí y a mis hijas.
REY
Tengo
bastante satisfacción 2595
de vuestro valor, don Pedro,
y de que me habéis servido.
DON PEDRO
Por lo menos lo deseo.
REY
¿Sois casadas?
DOÑA INÉS
No, señor.
REY
¿Vuestro nombre?
DOÑA INÉS
Inés.
REY
¿Y el vuestro?
2600
DOÑA LEONOR
Leonor.
CONDESTABLE
Don Pedro merece
tener dos gallardos yernos,
que están presentes, señor,
y que yo os pido por ellos
los caséis de vuestra mano. 2605
REY
¿Quién son?
DON RODRIGO
Yo, señor, pretendo,
con vuestra licencia, a Inés.
DON FERNANDO
Y yo a su hermana le ofrezco
la mano y la voluntad.
REY
En gallardos caballeros 2610
emplearéis vuestras dos hijas,
don Pedro.
DON PEDRO
Señor, no puedo
dar a Inés a don Rodrigo,
porque casada la tengo
con don Alonso Manrique, 2615
el Caballero de Olmedo,
a quien hiciste merced
de un hábito.
REY
Yo os prometo
que la primera encomienda
sea suya...
DON RODRIGO

 [(Aparte a DON FERNANDO.)] 

¡Estraño suceso!
2620
DON FERNANDO

 [(Aparte a DON RODRIGO.)] 

Ten prudencia.
REY
Porque es hombre
de grandes merecimientos.


[Escena XXV]

 

[TELLO, dentro.]

 
TELLO
Dejadme entrar.
REY
¿Quién da voces?
CONDESTABLE
Con la guarda un escudero
que quiere hablarte.
REY
Dejadle.
2625
CONDESTABLE
Viene llorando y pidiendo
justicia.
REY
Hacerla es mi oficio.
Eso significa el cetro.
 

(Sale TELLO)

 
TELLO
Invictísimo don Juan,
que del castellano reino, 2630
a pesar de tanta envidia,
gozas el dichoso imperio:
con un caballero anciano
vine a Medina, pidiendo
justicia de dos traidores; 2635
pero el doloroso exceso
en tus puertas le ha dejado,
si no desmayado, muerto.
Con esto yo, que le sirvo,
rompí con atrevimiento 2640
tus guardas y tus oídos:
oye, pues te puso el cielo
la vara de su justicia
en tu libre entendimiento,
para castigar los malos 2645
y para premiar los buenos.
La noche de aquellas fiestas
que a la Cruz de Mayo hicieron
caballeros de Medina,
para que fuese tan cierto 2650
que donde hay cruz hay pasión;
por dar a sus padres viejos
contento de verle libre
de los toros, menos fieros
que fueron sus enemigos, 2655
partió de Medina a Olmedo
don Alonso, mi señor,
aquel ilustre mancebo
que mereció tu alabanza,
que es raro encarecimiento. 2660
Quedéme en Medina yo,
como a mi cargo estuvieron
los jaeces y caballos,
para tener cuenta dellos.
Ya la destocada noche, 2665
de los dos polos en medio,
daba a la traición espada,
mano al hurto, pies al miedo,
cuando partí de Medina;
y al pasar un arroyuelo, 2670
puente y señal del camino,
veo seis hombres corriendo
hacia Medina, turbados
y, aunque juntos, descompuestos.
La luna, que salió tarde, 2675
menguado el rostro sangriento,
me dio a conocer los dos;
que tal vez alumbra el cielo
con las hachas de sus luces
el más escuro silencio, 2680
para que vean los hombres
de las maldades los sueños,
porque a los ojos divinos
no hubiese humanos secretos.
Paso adelante, ¡ay de mí!, 2685
y envuelto en su sangre veo
a don Alonso espirando.
Aquí, gran señor, no puedo
ni hacer resistencia al llanto,
ni decir el sentimiento. 2690
En el caballo le puse
tan animoso, que creo
que pensaban sus contrarios
que no le dejaban muerto.
A Olmedo llegó con vida, 2695
cuanto fue bastante, ¡ay cielo,
para oír la bendición
de dos miserables viejos,
que enjugaban las heridas
con lágrimas y con besos. 2700
Cubrió de luto su casa
y su patria, cuyo entierro
será el del fénix, señor,
después de muerto viviendo
en las lenguas de la fama, 2705
a quien conocen respeto
la mudanza de los hombres
y los olvidos del tiempo.
REY
¡Estraño caso!
DOÑA INÉS
¡Ay de mí!
DON PEDRO
Guarda lágrimas y estremos, 2710
Inés, para nuestra casa.
.....................................
DOÑA INÉS
Lo que de burlas te dije,
señor, de veras te ruego.
Y a vos, generoso Rey, 2715
destos viles caballeros
os pido justicia.
REY

 [(A TELLO.)] 

Dime,
pues pudiste conocerlos,
¿quién son esos dos traidores?
¿Dónde están? Que ¡vive el cielo 2720
de no me partir de aquí
hasta que los deje presos!
TELLO
Presentes están, Señor;
don Rodrigo es el primero,
y don Fernando el segundo. 2725
CONDESTABLE
El delito es manifiesto,
su turbación lo confiesa.
DON RODRIGO
Señor, escucha...
REY
Prendedlos,
y en un teatro mañana
cortad sus infames cuellos: 2730
fin de la trágica historia
del Caballero de Olmedo.




 
 
Fin de la comedia del caballero de Olmedo