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71

Florentino González se había trasladado desde Chile por Valparaíso a Buenos Aires en 1867.

 

72

Correspondencia entre Sarmiento y Lastarria, 1844-1888. Anotada por María del Pino de Carbone, Buenos Aires, 1954. Cf. Luis Franco, Sarmiento y Martí, Buenos Aires, Lautaro, 1958.

 

73

Como ejemplo, cuando se fue a organizar la Academia correspondiente a la Real Academia Española, Juan María Gutiérrez declina en Buenos Aires y Lastarria acepta la presidencia de la correspondiente chilena.

 

74

Véase, Estudios sobre José Victorino Lastarria, Alamiro de Ávila Martel, Antonia Rebolledo Hernández, Luz María Fuchslocher Arancibia, Javier Barrientos Grandón, Norman P. Sacks, Luis Oyarzún, Santiago de Chile, Ediciones de la Universidad de Chile, 1988. Especialmente los estudios de: Alamiro de Ávila Martel, «Semblanza de José Victorino Lastarria», 13; Alamiro de Ávila Martel Antonia Rebolledo Hernández, «Bibliografía», 27; Luz María Fuchslocher Arancibia, «Lastarria en la Universidad de Chile», 51; Javier Barrientos Grandón, «Lastarria y el Derecho» p. 91.

 

75

Julio Bañados Espinosa le asigna a Lastarria la fundación de los estudios constitucionales. Citamos: «la gloria de haber creado en Chile la enseñanza del Derecho Constitucional y de la política, tal como la concibe la ciencia moderna. La base de su enseñanza fue doctrinaria. Prefirió la preparación teórica a la práctica; la difusión de las leyes abstractas que presiden a la organización política; de las sociedades, a la explicación de las leyes positivas nacionales y extranjeras; el análisis de los grandes problemas y de las grandes teorías de la ciencia constitucional, al comentario en detalle de los Códigos y de los procedimientos». Julio Bañados Espinosa, Constituciones en Chile, Editorial R. Miranda, 1889, p. 3. Cf. Mario Verdugo Marinkivic, Emilio Pfeffer Urquiaga y Humberto Nogueira Alcalá, Derecho Constitucional, Santiago, Editorial Jurídica de Chile, 1994, pr.

 

76

Sus escritos se recogieron en, José Victorino Lastarria, Obras Completas, Edición oficial, Santiago, Imprenta Barcelona, 1906, 2 volúmenes. Véase, Sady Zañartu, «Lastarria, el hombre solo». Prólogo de Ricardo A. Laatcham, Santiago de Chile, Ediciones Ercilla, 1938. Lastarria. Prólogo y selección de Luis Enrique Delano, México, Secretaría de Educación Pública, 1944.

 

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Gabriel Araya G., Eugenio María de Hostos en Chile, Instituto Profesional de Chillán, p. 14.

 

78

Véase Lastarria, Recuerdos Literarios, Op. Cit. Lastarria, Literary Memoirs, Op. Cit. p. 331. Norman P. Sacks la califica de «institución positivista».

 

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Los siguientes miembros eran correspondientes: Justo Arosemena, (Constitucionalista), J. G. Courcelle-Seneuil, (filosofo positivista) Aristóbulo del Valle, (Constitucionalista), José Manuel Estrada, (Constitucionalista), Juan María Gutiérrez, (Constitucionalista), Vicente Fidel López, (Economista político y constitucionalista), Bartolomé Mitre, Ricardo Palma, José M. Samper, obsérvese que es un mismo grupo de intelectuales de ambos países.

 

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Dice Hostos: «Augusto Comte, el más humano de los pensadores franceses de la época contemporánea y acaso el más útil de todos los pensadores de la época moderna...» Hostos, Obras Completas, Volumen XI, P. 282. Hostos tiene por costumbre escribir en rotundidades.