Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.

  —444→  

ArribaAbajoActo III


Escena I

 

CAROLINA. PETRA.

 
PETRA
Ya que duda usted que el tal
Marchena pueda adorarme,
al conato de abrazarme
llama pecado venial;
aunque si bebe los vientos 5
por mí, en nada se rebaja
su nobleza; que no es paja
llamarse Petra Barrientos...
CAROLINA
Bien, me desdigo. Perdona,
y di...
PETRA
Soy de alto solar.
10
Mi tío don Baltasar
Maldonado y Escalona...
CAROLINA
Digo que fue mucho ultraje...,
pero ¡al grano! y lo demás...
Mañana me contarás 15
los timbres de tu linaje.
¿Conque otra nueva perfidia?
PETRA
Sí, pero tal, ¡Dios benigno!,
que en cometerla es más digno
de compasión que de envidia. 20
CAROLINA
¿Por qué? Habrá visto un palmito
que más que el mío le agrade;
y aunque a tus ojos enfade,
de gustos no hay nada escrito.
PETRA
Una audiencia solicita 25
con intención buena o mala...
CAROLINA
¿Qué me importa?...
PETRA
En esta sala...
CAROLINA
¡Cómo! ¿Aquí ha de ser la cita?
PETRA
Aquí y dentro de un momento.
CAROLINA
Si otra belleza le abrasa, 30
bien, mas traerla a mi casa
es sobrado atrevimiento.
PETRA
¡Qué! ¡Si no viene de fuera!
Vive aquí su dulce bien.
CAROLINA
Aquí, ¡y no eres tú!... Pues ¿quién...? 35
¿Sí será la cocinera?
PETRA
Eso no, que es caballero.
CAROLINA
Como es tal su extravagancia...

 (Mirando con malicia a PETRA.) 

(Y, a fe, no hay mucha distancia
de la plancha al fregadero.) 40
PETRA
¿No acierta usted todavía
quién la usurpa la victoria?
CAROLINA
No sé... Aquí...
PETRA
Doña Liboria.
CAROLINA
¿Qué estás diciendo? ¡Mi tía!
PETRA
La misma que viste y calza. 45
CAROLINA
¿A pesar de los cincuenta?
PETRA
Sólo sus virtudes cuenta
y hasta las nubes la ensalza.
CAROLINA
O ese hombre ha perdido el juicio,
o el despecho le consume 50
y darme celos presume
con tan extraño artificio.
PETRA
Él me hablaba muy formal
de boda y de...
CAROLINA

 (Riéndose.) 

¡Bobería!
Y es inútil, que mi tía 55
no querrá oírle.
PETRA
Sí tal.
CAROLINA
¿Sí?... Mejor.
PETRA
(Ya, según trazas,
la banderilla hace efecto.)
CAROLINA
Se reirá del proyecto
y le dará calabazas. 60
¡Cuidado, que el tal Marchena
es más bobo que el de Coria!
PETRA
Entre él y doña Liboria...
va a ser donosa la escena.
¿No le pica a usted un poco 65
la curiosidad?
CAROLINA
¿A mí?
No.
PETRA
(Pues yo juro que sí.)
CAROLINA
¿Quién hace caso de un loco?
Me voy. Negocio tan grave
a solas se ha de tratar. 70
PETRA
(Tú vendrás luego a atisbar
por el ojo de la llave.)
Le diré a doña Liboria...
CAROLINA
Que estoy bordando en la reja.

 (Yéndose.) 

(¿También a la pobre vieja! 75
Esto ya pica en historia.)


Escena II

 

PETRA.

 
No digiere a dos tirones
la píldora que ha tragado.
Ella quisiera imitar
al perro del hortelano, 80
mas donde las dan las toman,
como dice aquel adagio.

  —445→  

Escena III

 

PETRA. MARCHENA.

 
MARCHENA

 (A la puerta.) 

¿Se fue Carolina?
PETRA
Sí.
Ya está usted servido.
MARCHENA

 (Entrando.) 

¡Bravo!
PETRA
Violentando mis principios 85
y mi carácter, acabo
de ser chismosa como una
criada de tres al cuarto;
pero de alguna manera
he de agradecer el alto 90
interés que usted se toma
por mi Ortiz idolatrado.
MARCHENA
Ya te he dicho, y otra vez
te aseguro, que me encargo
de colocarle. Es muy fácil. 95
Tengo influjo en el Senado;
como Pedro por su casa
entro en el real Palacio;
tuteo a cinco ministros
y a cuarenta diputados, 100
y el director del Tesoro
hace lo que yo le mando.
PETRA
(Miente sin temor de Dios,
pero bien puede hacer algo
si quiere.)
MARCHENA
¿Dudas?...
PETRA
No dudo.
105
MARCHENA
Y si das a Ortiz la mano,
me ofrezco a ser tu padrino.
PETRA
Muchas gracias. Sin reparo
puede usted serlo, que noble
soy por los cuatro costados, 110
y en mi casa solariega
alguno ha vestido el hábito
de Alcántara...
MARCHENA
Sí.
PETRA
Mi tío
don Baltasar Maldonado
y Escalona...
MARCHENA
Alguien se acerca.
115
Ya me contarás despacio...
PETRA
Es la vieja.
MARCHENA
¡Adiós, ilustre,
adiós!
PETRA

 (Con gravedad.) 

Beso a usted la mano.


Escena IV

 

DOÑA LIBORIA. MARCHENA.

 
MARCHENA
¡Señora!
DOÑA LIBORIA
¡Marchena amigo!
¿Conque usted me quiere hablar 120
a solas?
MARCHENA
¡Ah!... Sí.
DOÑA LIBORIA
Corriente.
Siéntese usted.

 (Se sientan.) 

Vamos, ¿qué hay?
Se tratará de la boda...
MARCHENA
¡Ah! Sí, señora, sí, mas...
no de la que usted presume. 125
DOÑA LIBORIA
¿Qué dice usted? Pues ¿de cuál?
MARCHENA
No será ya Carolina
la que me lleve al altar.
DOÑA LIBORIA
¡Cómo! Desde esta mañana,
que la dejé en el sofá 130
con usted, no he vuelto a verla.
Tenía que visitar
a tres amigas...
MARCHENA
(¡Me alegro!)
DOÑA LIBORIA
¿Qué ha habido? ¿Se vuelve atrás?
MARCHENA
¿Qué sé yo?... Creo que no... 135
Pero a mí ¿qué se me da?
DOÑA LIBORIA
¿Qué escucho!
MARCHENA
Yo no la hablé
de proyecto conyugal,
porque otra idea, otro objeto
turbó de mi alma la paz, 140
y embargando mis sentidos
un rapto sentimental,
despegar podía apenas
la lengua del paladar.
La dije al fin... no sé qué... 145

 (Mostrando la puerta por donde se fue DOÑA LIBORIA en el acto segundo.) 

con los ojos hacia allá,
y despidiéndome de ella
con aire poco galán,
en la puerta de la calle
me desahogué con un ¡ay! 150
DOÑA LIBORIA
Pero eso ¿qué significa?
MARCHENA
Significa, y claro está,
que el corazón me han herido
los ojos de otra beldad.
DOÑA LIBORIA
¿Otra beldad? ¿Desde cuándo? 155
MARCHENA
Desde hoy, pero días ha
que sentía yo los síntomas
precursores de mi mal.
DOÑA LIBORIA
¡Vaya en gracia! ¿Y quién ha sido
la agresora?
MARCHENA
¡Singular
160
pregunta! ¿Quién ha de ser?
Harto me he explicado ya.
Si usted tiene una conciencia
se lo puede preguntar.
DOÑA LIBORIA

 (Admirada.) 

¡Calle!...
MARCHENA
¿A quién miran mis ojos
165
con ansia de amor voraz?
¿Cuya es la mano que estrecho?...
DOÑA LIBORIA
¡Suelte usted con Barrabás,
—446→
que me la estruja!
MARCHENA
¡Ay Liboria!
DOÑA LIBORIA
¿Qué farsa de carnaval 170
es esta?
MARCHENA
¿Pluguiera a Dios!
Mal provecho me haga el pan
si miento.
DOÑA LIBORIA
Pero ¿usted sabe
que peino ya la mitad
de un siglo?
MARCHENA
Lo sé. ¿Y qué importa?
175
DOÑA LIBORIA
¿Que puedo ser su mamá?
MARCHENA
Sí, señora. ¿Y qué? La mía
está ya en la eternidad.
Usted será para mí
esposa y madre a la par. 180
DOÑA LIBORIA
Usted ha almorzado fuerte,
por lo visto, y el champañ...
MARCHENA
¡Señora!...
DOÑA LIBORIA
O desesperado
por alguna iniquidad
de Carolina, desea 185
suicidarse.
MARCHENA
No, no hay tal.
Obro por convencimiento.
Si lo duda usted ¿hay más
que cogerme la palabra,
y Cristo con todos?
DOÑA LIBORIA
¡Bah!
190
Déjese usted de embelecos.
Tengamos la fiesta en paz.
MARCHENA

 (Muy acalorado.) 

¡Señora, que hablo de veras!
Óigalo la vecindad;
óigalo todo Madrid. 195
O no me caso jamás,
o me caso con usted.
DOÑA LIBORIA
Pero... (¿Si será verdad?)
MARCHENA
Usted no se hace justicia.
El tiempo es un animal 200
muy destructor, pero hay flores
que respeta el huracán.
DOÑA LIBORIA
¡Adulador!
MARCHENA
¿No pasean
hechas un brazo de mar
y llevando al retortero 205
más de un Fulano de tal
ciertas crónicas vivientes
con más fecha que Abraham?
Mas no hablemos de lo físico,
que, aunque lo puedo ensalzar 210
sin mentir, como es usted
modesta, no me creerá.
¿No ha podido usted prendarme
con su mérito moral?
Ese mismo medio siglo 215
¿no puede entrar en mi plan
filosófico?
DOÑA LIBORIA
¿Es posible
que esté en su juicio cabal
el que...
MARCHENA
Señora, me canso
de andar hecho un azacán 220
galanteando baboso
a mozuelas en agraz,
insustanciales, coquetas...
y algunas un poco más.
Ya no hay que esperar cordura, 225
ni juicio, ni cristiandad
sino en mujer coetánea
del príncipe de la Paz.
DOÑA LIBORIA

 (Con viveza.) 

¡No tanto, por Dios, no tanto!...
MARCHENA
O circum circa: es igual. 230
En fin, usted me conviene,
porque usted me mimará.
¿Sí?, y con usted estoy libre
de un ataque cerebral,
y usted tiene religión, 235
y no me derrochará
en dijes y miriñaques
mi renta patrimonial.
DOÑA LIBORIA
¡Compadre!, no será mucho
lo que haya que derrochar, 240
que siendo usted segundón...
MARCHENA
Es que mi hermano Tomás
tira a tísico, y espero...
DOÑA LIBORIA
Por dicha, tengo caudal
muy suficiente y no me urge 245
que muera nadie.
MARCHENA
¡Pues ya!
No decía yo...
DOÑA LIBORIA
Y si al fin
me tentara Satanás
a casarme con usted,
me holgara de compensar 250
de algún modo... Pero... vamos...
¡Si es una temeridad!
MARCHENA
No, señora. Estoy resuelto.
DOÑA LIBORIA
Usted lo meditará.
MARCHENA
No hay meditación que valga. 255
(¡Qué dura está de pelar!)
Si usted me retarda el sí,
me cuesta una enfermedad.
DOÑA LIBORIA

 (Abanicándose.) 

Pero, hijo, si yo... ¡Jesús!
Hace un calor infernal. 260
MARCHENA
¿Será fuerza que lo jure
de rodillas? Pues bien... (Hay
alfombra.) A tus plantas yace
el más rendido mortal...


Escena V

 

DOÑA LIBORIA. CAROLINA. MARCHENA.

 
CAROLINA
¿Qué veo!
DOÑA LIBORIA
¡Alce usted, demonio!
265
CAROLINA
¿Es mi tía el capellán
con quien usted se confiesa?
  —447→  
MARCHENA

 (Levantándose.) 

Sí, y pecador contumaz,
si el adorarla es pecado,
no me enmendaré jamás. 270
DOÑA LIBORIA
(Yo no sé lo que me pasa.)
CAROLINA
¡Qué trapalón tan audaz!
¿Conque usted ama a mi tía?
MARCHENA
Es mi gloria, es el imán...
CAROLINA
¡Calle usted! Si mi desvío 275
tanto que sentir le da;
si por un necio despique
quiere a otra dama obsequiar,
siquiera urda usted la farsa
de un modo más natural, 280
más verosímil.
DOÑA LIBORIA
(No creo
que es tanta la impropiedad.)
MARCHENA
No hay farsa aquí, señorita.
Yo soy hombre muy formal.
CAROLINA
Mofarse de una señora... 285
MARCHENA
¡No!
CAROLINA
Tan respetable y tan...
MARCHENA
Pero eso, perdone usted,
¿es envidia o caridad?
CAROLINA
¡Envidia! ¿Creerá ese sandio
que tengo celos?
MARCHENA
Quizá.
290
CAROLINA
Amante que yo desdeño
¿qué celos me puede dar?
MARCHENA
¡Ah!... ¿Conque usted me desdeña?
Me alegro. ¿Y de cuándo acá?
CAROLINA
Otra insolencia. Pues ¿cuándo 295
quise yo a usted?
DOÑA LIBORIA
¡Eh! Callad
que esas disputas...
MARCHENA
Ocioso
es volver la vista atrás.
Si usted me ha querido, bueno;
si no me ha querido, en paz. 300
Vida nueva, y de su capa
haga un sayo cada cual.
CAROLINA
¿Qué prendas tiene usted mías
para tanta fatuidad?
Pero usted ¿podrá negarme 305
que con amoroso afán
ayer me escribió un billete...?
MARCHENA
Sí; fue un capricho fugaz...
CAROLINA
¿Y hoy me ha declarado en verso...?
MARCHENA
Señora, ¿en qué tribunal 310
haría fe semejante
documento? Y además,
no es hoy cuando yo he compuesto
esa décima.
CAROLINA
¡Es capaz
de negarme...!
MARCHENA
En cuarenta álbumes
315
-¡qué revesado plural!-
la he puesto ya, por mi cuenta.
CAROLINA
¿Qué oigo!
MARCHENA
Con sólo variar
el nombre de la agraciada
sirve para todas.
CAROLINA
¡Ah!
320
MARCHENA
Es un comodín, es una
especie de circular...
CAROLINA
¡Basta, hombre indigno! ¡Villano!

 (Se sienta sofocada.) 

MARCHENA
Si una culpa tan venial...
CAROLINA
¡Basta, digo!
MARCHENA

 (A DOÑA LIBORIA.) 

Nos veremos
325
luego que la temp (A CAROLINA que le vuelve la espalda.) estad
se pase.
A los pies de usted.

 (A DOÑA LIBORIA muy tierno.) 

¡Adiós, cara celestial!
DOÑA LIBORIA

 (Con agrado.) 

Abur.
MARCHENA

 (Mirando a CAROLINA.) 

(¡Pobre!... Ya la tengo
más blanda que un cordobán.) 330


Escena VI

 

CAROLINA. DOÑA LIBORIA.

 
CAROLINA

 (Levantándose.) 

¡Qué infamia! ¡Qué osadía!
¡Negar que me ama el necio
y vengar mi desprecio
cortejando a mi tía!
Pero usted... ¡Oh! No espero 335
que al cabo de sus años
crea tales engaños
y ame a tal embustero.
Vengar con ese ardid
mi desamor desea, 340
y acaso que usted sea
la risa de Madrid.
Si así la fe que ostenta
con las muchachas muda,
¿qué hará con una viuda 345
que raya en los cincuenta?
Mas son vanos antojos,
que cuando vuelva y charle
como hoy... sabrá usted darle
con la puerta en los ojos. 350
DOÑA LIBORIA
No lo digas ni en chanza.
¿Eso había de hacer?
No, no soy yo mujer
de tan mala crianza.
CAROLINA
Y aunque con mil extremos 355
de su amor haga alarde,
¿cree usted que él se guarde
para usted?
DOÑA LIBORIA
¿Qué sabemos?
CAROLINA
¡Y usted le dijo amén!
  —448→  
DOÑA LIBORIA
Aún no.
CAROLINA
¿Y le oyó con gozo?
360
DOÑA LIBORIA
Lisonjas de un buen mozo
a todas suenan bien.
CAROLINA
Pero es extraordinario
que en la edad de mi tía...
LIBORIA
Aun tengo yo, hija mía, 365
el alma en el almario.
CAROLINA
Sí tal, pero, ¡por Dios!,
ajuste usted la cuenta.
De veintiocho a cincuenta...
DOÑA LIBORIA
Catorce.
CAROLINA
¡Veintidós!
370
DOÑA LIBORIA
Bien... Deja con su tema,
sobrina, a cada loco.
Ni hay locura tampoco;
que él obra por sistema.
Y él, que no habla en vascuence, 375
lo explica con tal gracia...
CAROLINA
¿Sistema? ¡Es mucha audacia!...
DOÑA LIBORIA
Si le oyes te convence.
CAROLINA
Conque es decir que usted,
aunque un enredo fragua... 380
DOÑA LIBORIA
Nadie dice: de esta agua
no beberé con sed.
CAROLINA
Tía, la cosa es grave;
los hombres no son buenos;
¡casarse usted...!
LIBORIA
De menos
385
nos hizo Dios. ¿Quién sabe?...
CAROLINA
Todo eso es mojiganga.
DOÑA LIBORIA
Tal vez.
CAROLINA
Tramoya, enredo,
farsa, ficción...
DOÑA LIBORIA
Concedo;
mas si es verdad, ¡qué ganga! 390
CAROLINA
¡Y usted decide...!
DOÑA LIBORIA
¿Yo?
No sé, ¡pobre de mí!

 (Con la mano en el corazón.) 

Este dice que sí.

 (Con la mano en la frente.) 

Esta dice que no.
Estoy como en un potro. 395
No sé al fin de la fiesta,

 (Repitiendo la acción.) 

si este vencerá a esta,
o esta vencerá a estotro.
La cosa en conclusión,
bella sobrina amada..., 400
merece ser tomada
en consideración.


Escena VII

 

CAROLINA.

 
Para acabar de volarme
faltaba la extravagancia
de mi tía. Cuando debe 405
enviar en hora mala
a ese hombre... Mas ¿qué me importa?
Allá los dos se las hayan.
Ella llorará su engaño
y él llorará mi venganza 410
¡Insensato! ¿Pensará
que la que fiel no le amaba,
inconstante y fementido
le ha de querer? ¡Qué bobada!
Y aun fingir otros amores, 415
aunque ridículos, ¡vaya!;
pero venirme con fieros,
y aquella risita falsa,
y aquel tonillo burlón,
y ¡la circular!... ¡Oh! Cara 420
le saldrá la grosería.

 (Toca la campanilla.) 

A mí ninguno me ultraja
impunemente.

 (A un criado que llega a la puerta.) 

Que venga
el señor de Ortiz y traiga
el álbum.

 (Vase el criado.) 

¡Ah! ¿Será cierto?
425
¡Una circular! De rabia
no veo, y quisiera ser
hombre... Si ayer toleraba
su enfadoso galanteo,
hoy le odio con toda el alma. 430


Escena VIII

 

CAROLINA. ORTIZ.

 
ORTIZ
Señorita...
CAROLINA
Venga el álbum.

 (Lo toma con enfado y lo hojea.) 

ORTIZ
(¡Ay Dios! Lo toma enojada...
¿Qué será? ¿Qué busca en él?
Hoy va a morir mi esperanza.)
Si busca usted, Carolina... 435
CAROLINA
Busco, y ya tardo en hallarla,
una hoja que está de más
en este álbum.
ORTIZ
¿Cuál?... ¿Qué causa...?
Si busca usted, señorita,
la que estaba destinada 440
a mi pincel y a mi nombre,
todavía...
CAROLINA
¿Qué?
ORTIZ
Está blanca.
CAROLINA
Pues entonces falta una
y otra sobra.
ORTIZ
¡Ah! Yo pensaba...
(¡Respiro otra vez!)
CAROLINA
Y mal
445
—449→
puede sobrar la que falta.
ORTIZ

 (Animado.) 

(¿Qué oigo, cielos!)
CAROLINA
Esta es
la que yo busco.
ORTIZ
O me engañan
los ojos, o son los versos
de Marchena.
CAROLINA
Sí. ¡Mal haya
450
quien los escribió!
ORTIZ
(¡Ay! ¿Sabrá
que fui yo...?)
CAROLINA
Cosa más mala
no la he leído en mi vida.
ORTIZ
Pues ¿cómo si esta mañana...?
CAROLINA
No supe lo que me dije. 455
ORTIZ
Para tan hermosa dama,
pobre es la lira de Herrera,
tosco el laúd de Petrarca;
mas bien puede amar un hombre
con delirio, y por desgracia 460
ser mal poeta.
CAROLINA
Es verdad,
pero el blanco de mi saña
no es el poeta.
ORTIZ
(¡Oh ventura!...)
ORTIZ
Sino el amante.
ORTIZ
(¡Ay Dios! ¿Habla
de él o de mí?)
CAROLINA
Unas tijeras.
465
ORTIZ
¡Volando!

 (Toma unas de la mesa de escritorio y se las da.) 

¿Para cortarla?
CAROLINA
Es claro. Téngame usted
el álbum.

 (Lo hace así ORTIZ, y CAROLINA corta la hoja.) 

ORTIZ
(¡Qué linda Parca!)
CAROLINA

 (Concluyendo de cortar la hoja.) 

Apártese usted, que puedo
darle una tijeretada. 470
ORTIZ
Señora... Yo... (Soy un tonto.
Ahora no encuentro palabras.)
Se echará a perder el álbum...
(¡Ya dije una patochada!)
CAROLINA
El álbum es lo de menos. 475
Pero esta injuria no basta.

 (Hace pedazos la hoja.) 

ORTIZ
¿Rompe usted la hoja?
CAROLINA
Sí.
No quede una letra sana.
ORTIZ
Grave motivo sin duda...
CAROLINA
Sea cual fuere la causa, 480
para mí ese hombre acabó.
ORTIZ
(¡Oh boca de miel y de ámbar!)
Mas... si viene arrepentido...
CAROLINA
Le volveré las espaldas.
Dígaselo usted así. 485
ORTIZ
Bien. (¡Cielo, a mí me lo encarga!)
CAROLINA
¿Y el dibujo prometido?

 (Toca la campanilla.) 

ORTIZ
Lo haré, lo haré sin tardanza.
¿Acabaré de rasgar
esta hoja?

 (Mostrando el margen que quedó de la que cortó CAROLINA.) 

CAROLINA
No. Se planta
490
otra encima...
ORTIZ
Sí, señora.
PETRA

 (Entrando.) 

Señorita...
CAROLINA
Así no salta
la del otro lado.
ORTIZ
Bien.
CAROLINA

 (A PETRA.) 

Ve a mi tocador y aguarda.

 (Vase PETRA.) 

ORTIZ
Medio pliego de marquilla... 495
CAROLINA
No. Mejor será una estampa.
ORTIZ
¿Cuál pondremos?
CAROLINA
¿Qué sé yo?...
La cabeza de Diana.


Escena IX

 

ORTIZ.

 
¡Oh divina criatura!
¡Y yo, corazón de mandria, 500
temía...! ¡Y después de oír
tan halagüeñas palabras
no la digo mil locuras
y no me arrojo a sus plantas
y muero de gozo en ellas! 505
Porque, ¡no hay duda!, me ama.
Menosprecia a mi rival;
me lo dice a solas; rasga
sus versos... ¿Y la donosa
monería con que amaga 510
mi mano con las tijeras,
y se sonríe y exclama:
«¡apártese usted, que puedo
darle una tijeretada!»
Si yo no fuese un estúpido 515
la hubiera dicho: «Otra llaga
más profunda me han abierto
esos ojos en el alma.»
¿Y darme a mí la sabrosa
comisión de echar con cajas 520
destempladas al compadre
andaluz? ¡Y con qué gracia
para remendar la hoja,
en buen hora mutilada,
—450→
dijo al partir: «¡ponga usted 525
la cabeza de Diana!»
¿Qué más prueba de su amor?
Feliz décima prosaica,

 (Recogiendo los pedazos.) 

recogeré tus fragmentos
como si fueran de plata. 530

 (Contemplándolos.) 

Trofeo sois de mi dicha...

 (Viendo a PETRA los guarda y va a tomar el álbum.) 

(¿Quién viene?... Ella... Es la criada.)


Escena X

 

PETRA. ORTIZ.

 
PETRA
(Se turba al verme y esquiva
el peligro de un desdén.
Al fin me obligas, mi bien, 535
a tomar la iniciativa.)
Oiga usted, señor de Ortiz.
ORTIZ

 (Volviendo la cabeza.) 

¡Ah!... Voy...

 (Cierra el álbum.) 

PETRA
(De un modo indirecto...
Me da lástima en efecto
y quiero hacerle feliz.) 540
ORTIZ

 (Se acerca a PETRA quedando enfrente de ella y de la puerta por donde se fue CAROLINA.) 

¿Qué se ofrece, amable Petra?
PETRA
Hay una hermosura aquí
que usted idolatra...
ORTIZ
¡Ah! Sí.
PETRA
(¿No digo? Al pie de la letra.)
Pero usted, joven modesto 545
y tímido en demasía,
no le ha dicho todavía:
yo te amo con fin honesto.
ORTIZ
¡Temo tanto sus enojos!...
PETRA
¿Es algún gato montés? 550
ORTIZ
Mas ya muestro mi interés
por rodeos..., con los ojos...
PETRA
No lo echa la dama bella
en saco roto. Es ladina...
ORTIZ
Yo... (La dama es Carolina, 555
sí. Viene de hablar con ella.)
PETRA
Deja usted pasar los días
por un liviano temor.
ORTIZ
Sí, acaso...
PETRA
Pero el amor
sabe igualar jerarquías; 560
y ella ha soltado tal vez,
sin ofensa del recato,
prendas que del más pacato
vencieran la timidez.
ORTIZ
¡Ah! Sí. Ya es delito y grave 565
mi silencio.
PETRA
Yo lo digo,
y haga usted cuenta, mi amigo,
que de ella misma lo sabe.
ORTIZ
¡Cuánto te duele mi pena,
Petrita, y cuánto agradezco...! 570
PETRA
Sin otras pruebas que ofrezco,
dígalo el pobre Marchena..
ORTIZ
Tronó; lo sé.
PETRA
Y más de cuatro
que quisieran merecer
la dicha...
ORTIZ

 (Entusiasmado.) 

¡No más! ¡Mujer
575
celestial, yo te idolatro!
PETRA
(¡Gracias a Dios!)¡Eso sí!
Al galán le toca hablar.
Yo... ¿qué más me he de explicar?
ORTIZ
Todo te lo debo a ti y
linda Petra.
PETRA
Y cuando el lazo
580
venturoso...
ORTIZ
¡Oh! Cuanto quieras.
Tuyo soy de todas veras.
PETRA
¡Ay Ortiz!...
ORTIZ

 (Fuera de sí.) 

¡Dame un abrazo!

 (La abraza.) 

PETRA

 (Sin desviarse.) 

¿Qué hace usted?...
ORTIZ
Sin juicio estoy.
PETRA
Pero estando ya resuelta 585
la...

 (ORTIZ se desprende de los brazos de PETRA y pasea con suma agitación.) 

ORTIZ
¡Qué gozo!
PETRA
(¡Ya me suelta!)
No me ofendo...
CAROLINA

 (Dentro.) 

¡Petra!
PETRA
¡Voy!
ORTIZ

 (Siguiendo a PETRA.) 

Yo también, que mi alegría
ya no consiente demora,
y...
PETRA
No, no entre usted ahora,
590
que no es tiempo todavía.

 (Vase cerrando la puerta.) 



Escena XI

 

ORTIZ.

 
Volveré loco de amores
a jurarla eterna fe.
Ahora es probable que esté
-¡ay Dios!- en paños menores. 595

 (Vase llevándose el álbum.) 




  —451→  

ArribaAbajoActo IV


Escena I

 

ORTIZ.

 
¡Qué angustia! Petra no sale;
no me llama Carolina...
¿Si aquella declaración...
por embajada sería
un capricho de los suyos 5
y ya estará arrepentida?
¡Quizá me supone loco
y se ha propuesto la impía
mofarse de mí! ¿Y no pudo
equivocar la consigna 10
su doncella? ¡Ay infeliz,
que ya llegado creía
el cuarto de hora!... Han abierto
la puerta. ¿Será ella misma?...
No. Es Petra...


Escena II

 

ORTIZ. PETRA.

 
PETRA

 (Viene llorando.) 

¡Ay Ortiz de mi alma!
15
ORTIZ
¿Qué es eso? ¡Lloras! ¡Suspiras!...
PETRA
Carolina es inflexible.
ORTIZ
¿Qué oigo!
PETRA
¡Corazón de víbora!
ORTIZ
¿Es posible!...
PETRA
¡Ella no ama,
ni amó jamás!
ORTIZ
¡Oh desdicha!
20
¿Conque me desahucia?
PETRA
Ah! sí;
¡nos desahucia!
ORTIZ
¿Cómo?... Explica...
¿Nos desahucia?
PETRA
Sí, señor.
Le he contado la recíproca
ternura de nuestras almas... 25
ORTIZ
¡Sí, de la tuya y la mía!
(¡Pecador de mí!)
PETRA
¡Y me ha dado
un sofión!
ORTIZ
(¡Cayome encima
el castillo que en el aire
fabricó mi tontería!) 30
PETRA
¡Qué abatido y pesaroso
está usted! No es maravilla.
¿Quién había de pensar...?
ORTIZ
Sí, ya ves... (¡Brava conquista
hemos hecho!)
PETRA
Yo he creído
35
que era un acto de política
darle parte de la boda...
ORTIZ
(¡La boda!)
PETRA
Y me prometía
un buen regalo nupcial
siendo ella nuestra madrina; 40
mas ya me pesa en el alma...
ORTIZ
¡Y a mí!
PETRA
Mi orgullo se irrita
de un paso tan imprudente.
Apuesto a que mis mejillas
están ardiendo. Pues ¡digo! 45
las de usted...
ORTIZ
Echando chispas.
¡Si es natural! (¡Voto a briós!)
PETRA
¡Mirarme, soltar la risa
suponiendo que mi triunfo
es ilusión o mentira, 50
y sin dejar que me explique
exclamar hecha una arpía:
«¿Quién es ella, la muy zafia,
para aspirar a la dicha
de casarse con Ortiz?»! 55
ORTIZ
¿De veras? (Esto varía
de aspecto. No pierdo aún
PETRA
la esperanza.) Yo al oírla,
bajo los ojos y callo,
que la vergüenza y la ira 60
me echan un nudo a la lengua.
Yo zafia, ¡Virgen santísima!
¡Yo, Petra Alfonsa Barrientos!
Yo, que soy por ambas líneas...
ORTIZ
No te sofoques. (Si ahora 65
la desengaño, me tira
de los pelos.)
PETRA
¡Zafia yo!
¿Ha estado usted en Menjíbar?
ORTIZ
No, pero...
PETRA
Pues allí están
las armas de mi familia. 70
Un grifo, cuatro calderas...
ORTIZ
Sí, sí, ya tengo noticia...
PETRA
Mi tío don Baltasar
Maldonado...
ORTIZ

 (Sonriéndose.) 

(¡Qué ridícula
vanidad!)
PETRA

 (Observándole.) 

¿Se ríe usted?
75
ORTIZ
Es que... Tengo una alegría...
—452→
(Disimulemos.)
PETRA
¿Qué escucho?
ORTIZ
¡Sí, Petra! Mi pecho abriga
un corazón entusiasta,
que redobla su energía 80
cuando otros menos ardientes
desmayan y se acoquinan.
PETRA
¿Sí?
ORTIZ
Los obstáculos son
la salsa más exquisita
del amor. Yo los quisiera 85
de aquellos que ponen grima;
grandes, terribles...
PETRA
¡Oh dulces
palabras que me electrizan!
ORTIZ
Como los trabajos de Hércules.
PETRA
¡Ortiz mío!
ORTIZ
(¡Pobrecilla!)
90
¿Y quién se apura por eso?
Lo que urge no es la madrina,
sino...
PETRA

 (Con prontitud.) 

El marido.
ORTIZ

 (Lo mismo.) 

La novia.
PETRA
Por mí, si quieres que riña
ahora mismo y nos marchemos 95
aunque sea a una guardilla...
ORTIZ
No. Todo se compondrá.
Al fin cederá la niña;
lo espero. Yo la hablaré...
(¡Pues no tiene poca prisa 100
la Barrientos!)
PETRA
Como quieras.
ORTIZ
No te des por entendida...
PETRA
Bien.
ORTIZ
Y hasta el momento crítico
te aconsejo que suprimas
cuando haya testigos ese 105
tuteo que es mi delicia.
PETRA
¿Qué plan es el tuyo?...

 (Suena dentro una campanilla.) 

¡Voy!
ORTIZ
(¡Qué oportuna campanilla!)
Adiós, adiós... Hablaremos
despacio...
PETRA
Adiós, vida mía.
110


Escena III

 

ORTIZ.

 
¡Ea! Sonó el cuarto de hora
de esa pobre. Y la maldita
pudiera comprometerme.
¡Vaya, que es rara manía
figurarse...! Siento pasos. 115
Es mi amada Carolina.


Escena IV

 

CAROLINA. ORTIZ.

 
CAROLINA
Me alegro de ver a usted.
ORTIZ
Señorita, siempre estoy
anhelando...
CAROLINA
¿Estamos solos?
Tenemos que hablar los dos. 120
ORTIZ
(¡Ah cielo!) Solos estamos.
CAROLINA
Mi tía...
ORTIZ
Al jardín bajó.
CAROLINA
Estamos reñidas.
ORTIZ
¿Qué oigo!
¿Puedo saber la ocasión...?
CAROLINA
Es mi rival.
ORTIZ
¿Es posible!
125
¿Desde cuándo?
CAROLINA
Desde hoy.
ORTIZ
(¿Se habrá prendado de mí
como la otra?)
CAROLINA
El señor
de Marchena...
ORTIZ
¡Ya! Se trata
del andaluz... (¡Es que soy 130
muy necio!)
CAROLINA
En un arrebato
de vengativo furor
se declaró su galán,
y como es tan embrollón
que juraría muy serio 135
que es de noche haciendo sol,
¡asómbrese usted!..., la pobre
de mi tía le creyó.
ORTIZ
¿Y quién sabe...?
CAROLINA
Mas cuando ella
lo reflexione mejor, 140
esa nube que la ofusca
se disipará veloz.
ORTIZ
(Ahora conviene llevar
la contraria.) ¿Qué sé yo!
Cuando el diablo se apodera 145
de una señora mayor...
CAROLINA
Mi tía conocerá
que esa es una burla atroz,
infame...
ORTIZ
¿Y si no lo fuese?
CAROLINA
Tan joven y hombre de pro, 150
¿iría a buscar Marchena
consorte en un panteón?
ORTIZ
Al fin, aunque entrada en años,
no es ningún monstruo feroz
doña Liboria. Es muy rica, 155
y esta es una tentación...
CAROLINA
Galán que me quiso a mí
¿pondría en ella su amor?
ORTIZ
No trato yo de poner
en absurdo parangón 160
la tía con la sobrina.
¿Quién compara el arrebol
del alba con las tinieblas
y la zarza con la flor?
—453→
Pero no todos los hombres 165
son iguales, y la voz
del resentimiento suele
ahogar la de la razón.
CAROLINA
¡Qué sofístico está usted!
¡Qué sutil procurador 170
de malas causas!
ORTIZ
Señora...
(¡Armas contra mí la doy!
En nada acierto.)
CAROLINA
No es mucho
que defienda con calor
semejante extravagancia 175
un hombre que, acá inter nos,
ama con tan poco gusto
y con tan poca ambición.
ORTIZ
¡Ah! ¿Lo dice usted por Petra?
Ese ha sido un quid pro quo. 180
Esa muchacha está loca,
o alguna conjuración,
algún... ¡Por Dios, Carolina,
no la crea usted, por Dios!
CAROLINA
(¡Pobre mozo!)
ORTIZ
¿Quiere usted
185
que la llame y...?
CAROLINA
No, señor.
¿Qué me importa a mí...?
ORTIZ
No es ella
quien reina en mi corazón.
Otra...
CAROLINA

 (Interrumpiéndole.) 

Bien. Siéntese usted.
ORTIZ

 (Desconcertado.) 

¿Yo!... ¿Dónde?...
CAROLINA
A la mesa.
ORTIZ
Voy.
190

 (Lo hace.) 

CAROLINA
Será usted mi secretario
de cámara...
ORTIZ
Tanto honor...
CAROLINA
Tome usted papel y pluma.
ORTIZ
Muy bien está. (¿Qué intención
podrá ser la suya?) ¿Carta 195
para alguna amiga?
CAROLINA
No.
Es carta para un galán.
Hágame usted el favor
de escribir lo que yo dicte.
ORTIZ
(¡Un galán! ¿Si seré yo?) 200
CAROLINA
«Señor don Pedro Marchena.»
ORTIZ

 (Vivamente.) 

¿Cómo?
CAROLINA
Yo hablo en español.
«Señor don Pedro...»
ORTIZ

 (Escribiendo.) 

«Don Pedro...»
CAROLINA
«Marchena.»
ORTIZ
(Sin remisión
le va a despedir.) «Marchena.» 205
CAROLINA
«Mi apreciable amigo.»
ORTIZ
(¡Ah! ¡Soy
perdido!) ¿Apreciable?
CAROLINA
Sí.
ORTIZ
«Amigo.»
CAROLINA
«Hay culpas que son
imperdonables.»
ORTIZ
(¡Bien! ¡Bien!)
CAROLINA
«Pero podré sin rencor 210
escuchar...»
ORTIZ
(¡Malo!) «Escuchar.»
CAROLINA
«Los descargos de usted.»
ORTIZ
(¡Oh!...)
«Descargos de usted.»
CAROLINA
«Y acaso
perdonarle...»
ORTIZ
(Yo me voy
a desmayar.) «Perdonarle...» 215
CAROLINA

 (Acercándose.) 

¡Qué torcido va el renglón!
ORTIZ
¡Tengo hoy un pulso tan malo!
¡Vea uste!...
CAROLINA
Eso al doctor.
Acabemos el período.
«Si luego que dé el reloj 220
las nueve...»
ORTIZ
(¡Ay Dios!)
CAROLINA
«Viene usted
a pedirme absolución.»
ORTIZ
¡Pero esto es darle una cita!
CAROLINA
Claro está que se la doy.
Escriba usted.
ORTIZ
(¡Ah!) «Las nueve...»
225
Si aún le tiene usted amor,
¿por qué escribirle de mano
ajena?
CAROLINA
Esta precaución
puede ser útil. Jamás
ha visto mi letra.
ORTIZ
¿No?
230
Pero conoce la mía.
CAROLINA
¡Oh! ¡Cuánta contradicción!
Pues bien, ponga usted: «Post data.
No escribo yo misma por...»
ORTIZ
«Post data.»
CAROLINA
¿Por qué diremos?
235
ORTIZ
(¡Triste de mí!)
CAROLINA
«Porque estoy
sangrada.»
ORTIZ

 (Asustado.) 

¿Sí? ¿De qué mano?
CAROLINA
De ninguna de las dos.
ORTIZ
¡Ah! Creí...
CAROLINA
¡Feliz idea!
Vendrá muerto de dolor... 240
ORTIZ
«Sangrada.»
CAROLINA
Y tierno, amoroso
como nunca.
ORTIZ
(¡Maldición!)
Y cuando muerta lloraba
la esperanza que abrigó,
oirá el dulce ...
CAROLINA
Al contrario;
245
—454→
un no de marca mayor.
ORTIZ

 (Con alegría.) 

¿Qué oigo! ¡Carolina!
CAROLINA
Quiero
castigar su presunción;
despreciarle, escarnecerle,
y que aprenda desde hoy 250
a conocer el menguado
quién es él y quién soy yo.
Mi nombre debajo; el sobre;
que lleve pronto Muñoz
el billete y...

 (Sonriéndose.) 

Muchas gracias,
255
señor secretario. Adiós.


Escena V

 

ORTIZ.

 
¡Soy dichoso! Le aborrece.
Quiere postrarle a sus pies
para tratarle después
con el baldón que merece. 260
No temo ya cual temí
que un rival mi bien destruya.
En cada derrota suya
veo un triunfo para mí.
¡Tanta franqueza conmigo 265
cuando mi pecho la adora
y sé yo que no lo ignora,
que harto sin hablar lo digo!...
Mas tan extraño rigor
de celos puede nacer, 270
y Carolina es mujer,
¡y no hay celos sin amor!
Si le mira con desprecio,
¿por qué a verle no renuncia?
El desprecio no se anuncia 275
con un temporal tan recio.
No me fío de su saña,
que, ciegos por la pasión,
nuestro mismo corazón
muchas veces nos engaña. 280
Si me ama, ¡bendito Dios!;
si ama a otro, me aniquila;
mas si entre los dos vacila,
¿quién vencerá de los dos?
Quizá su perdón no alcance 285
el orgulloso narciso,
pero ¡esa cita!... Es preciso
evitarla a todo trance.
Con gemir como un pobrete
¿qué hago yo? El papel de tonto. 290
Intriguemos... Por de pronto,
yo no le envío el billete.
Veremos qué viento sopla...
¡Ah qué idea! ¡Singular!
Pongamos en su lugar 295
los fragmentos de la copla.

 (Los saca.) 

Aquí están. ¡Fuera pereza!

 (Les pone una cubierta.) 

Cuando rompa el sobrescrito
y los vea -¡pobrecito!-,
se va a quedar de una pieza. 300

 (Toca la campanilla y luego escribe el sobre.) 

Ahora con mano veloz
finjo letra de mujer...
¡Perfectamente! ¡Oh placer!

 (Entra un criado.) 

Toma esta carta, Muñoz.
(¡Oh ventura! No habrá cita.) 305
Llévala al instante (¡pobre
Marchena!) a quien dice el sobre.
Lo manda la señorita.

 (Vase el criado con la carta.) 

Si yo no canto victoria,
al menos la hermosa prenda 310
no será de aquel fachenda...
¿Qué traerá doña Liboria?


Escena VI

 

DOÑA LIBORIA. ORTIZ.

 
DOÑA LIBORIA
Vamos a tener los dos
un rato de conferencia,
amigo Ortiz.
ORTIZ
En buen hora.
315
Nadie como yo desea
complacer a usted...
DOÑA LIBORIA
Mil gracias.
Hábleme usted con franqueza.
¿Cree usted que una mujer
que frisa ya en los cincuenta 320
puede pensar sin escándalo
en dar que hacer a la iglesia
casando en segundas nupcias
con un prójimo de treinta?
ORTIZ
Sí creo, si, como usted, 325
la contrayente conserva
en otoño sazonado
ambientes de primavera.
DOÑA LIBORIA
Cuidado, señor de Ortiz,
que yo no pido halagüeñas 330
lisonjas, sino consejos...
  —455→  
ORTIZ
Lo digo de todas veras.
(La adularé, que es preciso.)
No dude usted que hay bellezas
estacionarias. Las damas 335
como usted no tienen fecha.
DOÑA LIBORIA
(Ya son dos los que lo afirman.
Tal vez el espejo mienta.)
Pero con mi fecha y todo,
que es positiva y auténtica, 340
¿cree usted que, prescindiendo
de si tengo o no talegas,
haya un joven tan filósofo
que por consorte me quiera?
ORTIZ
Sí creo, que en este siglo 345
de las luces nos presenta
fenómenos singulares
la sabia naturaleza.
DOÑA LIBORIA
¿Cree usted que ese filósofo
sea don Pedro Marchena? 350
ORTIZ
Sí creo, y confieso y juro,
que ha dado más de una prueba
de buen gusto...
DOÑA LIBORIA
Con efecto.
Mi sobrinita es muy bella,
y fuera temeridad 355
ponerme yo en competencia...
ORTIZ
¿Y por qué no? ¿Es por ventura
esa niña alguna Elena,
alguna Venus? (¡Ay Dios,
si Carolina me oyera!) 360
DOÑA LIBORIA
¡Tiene veinte años!
ORTIZ
¿Qué importa?
No es su hermosura de aquellas
que llamo yo impermeables
(¡maldita sea mi lengua!)
perennes... La especie humana 365
cada día degenera,
y hay complexiones... (No sé
lo que me digo.) En fin ¡si ella
no le quiere!...
DOÑA LIBORIA
¿Usted presume...?
ORTIZ
¡Oh! Lo sé con evidencia. 370
Me lo acaba de decir:
le tiene por un babieca.
DOÑA LIBORIA
Pues en eso se equivoca.
Vivo es como una centella.
ORTIZ
Sí, señora, y muy galán, 375
muy donoso... (¡Qué blasfemia!)
DOÑA LIBORIA
¡Interesante figura!
ORTIZ
¡Mucho! (¡Quemada la vea!)
DOÑA LIBORIA
Si es verdad que no le quiere...
ORTIZ
¡Nada! Y dice que se alegra 380
de que case con usted,
pues con eso se liberta...
DOÑA LIBORIA
No puede ser. ¡Si decía
no ha mucho que era grotesca
y extravagante la boda, 385
y me puso esta cabeza
de reflexiones morales
y físicas... Santa Tecla!
ORTIZ
Es porque entonces no estaba
convencida de ser cierta 390
la pasión de ese individuo.
Ahora ya no duda de ella.
DOÑA LIBORIA
¿De quién sabe...?
ORTIZ
De él, de usted,
de mí, de la casa entera,
de todo Madrid. ¡Si ya 395
no se habla de otra materia
en los cafés, en la Bolsa!...
(Esto es mentir sin conciencia.)
DOÑA LIBORIA
Luego ¿él se lo dice a todos?...
ORTIZ
¡Y estoy viendo que lo inserta 400
en los diarios!
DOÑA LIBORIA
¡Me va
a comprometer!
ORTIZ
¡Simpleza!
No hay compromiso tratándose
de relaciones honestas...
DOÑA LIBORIA
¿Quién lo duda? En esta carta 405
bien claramente lo muestra.
Léala usted.

 (Se la da.) 

ORTIZ

 (Leyendo.) 

«Cara esposa...»
Ya da la cosa por hecha.
¿No decía yo...?

 (Sigue leyendo para sí.) 

DOÑA LIBORIA
Temiendo
que se repita la escena 410
de esta mañana, me pide...
ORTIZ

 (Volviendo la carta a DOÑA LIBORIA.) 

Sí, ya lo veo, una audiencia
reservada; y es preciso,
forzoso que usted acceda...
DOÑA LIBORIA
No acabo de decidirme. 415
¡No sea que me arrepienta
luego!...
ORTIZ
No hay motivo, que es
muy caballero Marchena,
y no sería capaz
de atropellar... (a una vieja.) 420
DOÑA LIBORIA
No es mi honor el que peligra;
basta que yo lo defienda;
sino el concepto en que estoy
de mujer prudente y cuerda.
Aun siendo cierto el cariño 425
que don Pedro me pondera
¿quién me libra de las sátiras
de mujeres y poetas?
ORTIZ
Ni poetas ni mujeres
impedirán que usted sea 430
venturosa.
DOÑA LIBORIA
¿Y si don Pedro
me engaña?
ORTIZ
No hay apariencia
de tal cosa. Y sobre todo,
señora, el que no se arriesga
no pasa la mar. Las truchas 435
a pie enjuto no se pescan...,
ni se muere cada día
un obispo. El tiempo vuela;
la ocasión es calva...
DOÑA LIBORIA
Cierto;
—456→
y andarse con etiquetas 440
a mi edad...
ORTIZ
Es bobería.
DOÑA LIBORIA
Y ello, hay que darle respuesta...
ORTIZ
Pronto se escribe un billete.
Aquí hay papel, tinta, oblea...
DOÑA LIBORIA
¿Un billete? No me atrevo, 445
que si es todo estratagema
y él obra de mala fe...
ORTIZ
¡Válgate Dios!... ¡Ah! Una idea.
Escriba usted de su puño
sin nombre y sin cruz ni fecha: 450
«Esta noche en el jardín.»
DOÑA LIBORIA
¡Bien! A estilo de comedia
de Tirso o de Calderón.
ORTIZ

 (Llamándola a la mesa y ofreciéndole una pluma.) 

¡Pues vamos!
DOÑA LIBORIA

 (Yendo a la mesa.) 

Con que él me entienda,
es lo bastante.

 (Escribiendo.) 

«Esta noche
455
en el jardín.»
ORTIZ
Bien. Se cierra,
se le pone el sobrescrito...
DOÑA LIBORIA

 (Cerrando el billete y poniéndote oblea.) 

No. Para mayor reserva
irá sin él.
ORTIZ
(¡Tanto escrúpulo!...)
Corriente.
DOÑA LIBORIA
Ya está.
ORTIZ

 (Tomando el billete.) 

Pues venga.
460

 (Yéndose.) 

Lo haré llevar al momento...
DOÑA LIBORIA
¡Oiga usted! ¡Que no lo sepa
Carolina!
ORTIZ
Pierda usted
cuidado. (Todo se arregla
a pedir de boca. Luego... 465
¡salga el sol por Antequera!)


Escena VII

 

DOÑA LIBORIA.

 
¡Ay! De pensar en la cita
el corazón me palpita.
Cual si luciera otra vez
      en la vejez 470
mi lozana primavera,
huirá del alma el esplín
con la dicha que me espera
esta noche en el jardín.
Noche, tu curso apresura; 475
no retardes mi ventura.
Los ojos del andaluz
      sean mi luz,
y su grata voz mi gloria
cuando tierno paladín 480
me diga: te amo, Liboria,
esta noche en el jardín.
Caro difunto Melquiades,
duerme en paz y no te enfades.
¡Tantos años de viudez!... 485
      ¡Qué pesadez!
Perdona si al largo duelo
pone tu Liboria fin;
perdona si me consuelo
esta noche en el jardín. 490
Mas si al cabo de mis años
lloro pesares y engaños;
si esto se vuelve después
      un entremés;
si el galán dice no hay mus, 495
mentí como un galopín,
me va a dar un patatús
esta noche en el jardín.
No, que Marchena es hidalgo
y sabe lo que yo valgo, 500
y no ha de hacerme traición
      mi corazón.
¡Ah! Ya estoy fuera de quicio
con la boda y el festín
y el... Voy a perder el juicio 505
esta noche en el jardín.




ArribaActo V


Escena I

 

CAROLINA.

 
Venganza mía, ya tarda
tu ansiado triunfo halagüeño.
¡No sabe lo que le aguarda
el compadrito rondeño!
Ya arrodillado le miro 5
con amante contrición
entre uno y otro suspiro
implorar mi compasión.
Me ama, sí; la imagen mía
reina absoluta en su pecho, 10
y se burla de mi tía
o no sabe lo que ha hecho.
—457→
Mas si arrepentido llora,
¿por qué le reservo un no?
Mas si en efecto me adora, 15
¿por qué le aborrezco yo?
Si él se muestra vengativo
es porque yo fui cruel.
¡Era tan leve el motivo
que me indispuso con él!... 20
Yo culpé su indiscreción,
pero ¿soy yo más discreta?
Él no fuera fanfarrón
si yo no fuese coqueta.
Cuando en su plácido error 25
tuvo por seguro el sí,
fue en él exceso de amor
lo que fuera orgullo en mí;
y bien merece mi indulto
el galán que en su demencia 30
creyendo hacerme un insulto
se ha impuesto una penitencia;
que mostrarse ebrio de amor
por una vieja, aun en broma,
es penitencia mayor 35
que ir descalzo de aquí a Roma.
Pero otro amante más fino,
aun perdida la esperanza,
no hiciera tal desatino
ni de veras ni de chanza. 40
Ahí está ese pobre Ortiz
que, amándome con delirio,
ni siquiera el infeliz
se queja de su martirio.
¡Para que él pudiera el cuello 45
a otra mujer humillar!
¡Para que él dijera aquello
de la infame circular!
¡Oh! Si amor diese la palma
al más rendido y más fiel... 50
El otro tiene más alma...
Pero ¿quién se fía de él?
No obstante, él me amó primero,
y al cabo... la antigüedad...
Es bizarro caballero 55
en persona y calidad.
Pero Ortiz es como un oro,
y sus prendas... ¡Justo Dios!
¿Cuánto va a que me enamoro...
de cualquiera de los dos? 60
No sé qué pasa aquí dentro.
¿Quién vencerá?... ¡Dios lo sabe!...
Pero ello es que yo me encuentro
en una crisis muy grave;
y voy perdiendo la calma, 65
y ya con grito importuno,
¡ay!, me está diciendo el alma...
que es fuerza querer a alguno.


Escena II

 

CAROLINA. PETRA.

 
PETRA
(Dios la ampare, si se aflige.)
¡Ay señorita! ¡Oh maldad!... 70
CAROLINA
¿Qué hay?
PETRA
(Pero mi Ortiz lo exige...
Y no comprendo en verdad...)
CAROLINA
¿No hablarás?
PETRA
¡Tengo una pena!
¿No esperaba usted -¡aleve!-
al caballero Marchena? 75
CAROLINA
No tardará. Son las nueve.
PETRA
Pues le espera usted en vano.
Le he visto junto a la noria
del jardín.
CAROLINA
¿Sí?
PETRA
Mano a mano...
CAROLINA
¿Con quién?
PETRA
Con doña Liboria.
80
CAROLINA
¡Eh! Casualidad...
PETRA
¡Que no!
El galán pidió una cita...
CAROLINA
¿Y mi tía se la dio?
PETRA
Sí señora, ¡señorita!
Por detrás de los enebros 85
los vi. Están como unos topos.
Él decía ¡unos requiebros!...
y ella... ¡vaya, unos piropos!...
CAROLINA
¡Cómo!
PETRA
¡El diantre de la vieja!
CAROLINA
¡Vamos, si no puede ser! 90
Yo no...
PETRA
Si abre usted la reja
desde aquí los puede ver.
CAROLINA

 (Abriendo la reja.) 

¡Oh! Sí. Retira esa luz.
Observaré sin ser vista...
PETRA

 (Retirando la luz.) 

¡Al fin hombre y andaluz! 95
 

(Abierta la reja, aparecen sentados en un banco del jardín DOÑA LIBORIA y MARCHENA, mostrando en los ademanes que es muy animada su conversación.)

 
CAROLINA
Allí están. ¡Ah! ¡Dios me asista!
PETRA
¿Quiere usted más regocijo?
CAROLINA
¡Y mi tía se enamora!...
PETRA
Toda mujer, como él dijo,
tiene su cuartito de hora. 100
CAROLINA
¡Su cuartito de hora! ¿Y cuándo
te lo dijo?
PETRA
Esta mañana.
Por cierto que estaba hablando
de usted...
CAROLINA

 (Con enfado.) 

Cierra esa ventana.

 (La cierra PETRA.) 

PETRA
Y aun por eso yo presumo 105
que él ha tendido la red
a la tía...
CAROLINA
(¡Me consumo!)
  —458→  
PETRA
Para dar celos a usted.
CAROLINA
¿Celos yo? ¡Qué disparate!
PETRA
Y que al fin tierna y sumisa... 110
Mas ¡qué error! ¡Un botarate
como él!...

 (Riéndose.) 

A mí me da risa.
Ría usted también...
CAROLINA

 (Con risa forzado.) 

Sí, sí...
PETRA
De ese amor de chirinola.
CAROLINA
Sí, pero... vete de aquí, 115
que quiero reírme sola.
PETRA
(Rabiando está. Dios es justo.)

 (Vase por la puerta de la izquierda, que queda entornada.) 



Escena III

 

CAROLINA.

 
Si es cierto que ama a mi tía,
¡digo que es hombre de gusto!
Vamos, yo le arañaría. 120


Escena IV

 

CAROLINA. ORTIZ.

 
ORTIZ

 (A la puerta de la derecha con el álbum.) 

Carolina, buenas noches.
Si usted me da su permiso...
CAROLINA
Sí, sí; entre usted.
ORTIZ

 (Acercándose.) 

Como sé
que don Pedro no ha venido
a la cita..., ni vendrá, 125
porque en el jardín le he visto...
CAROLINA
Sí; ya sé...
ORTIZ
En dulce coloquio
con doña Liboria...
CAROLINA
¡Indigno!
ORTIZ
Aprovecho esta ocasión
para venir con el libro... 130
CAROLINA
¡Ay, Ortiz! Estoy volada.
No se logró mi designio.
No me vengo de un villano...
ORTIZ
Sí tal. O es cierto el cariño
que muestra a doña Liboria, 135
y en la culpa va el castigo;
o lo finge, y es peor;
que, como dice el antiguo
refrán, al que escupe al cielo,
en la cara...
CAROLINA
Eso es muy lindo,
140
pero yo quiero vengarme;
yo misma, ¡y no lo consigo!
Y en mi casa y a mis ojos,
sea o no sea artificio,
a otra mujer galantea, 145
y para mayor ludibrio
tiene en su poder mi carta,
¡la carta en que yo le cito!
Esto me inquieta, me aflige,
me desespera. No aspiro 150
a su amor. En hora buena
sea cortejo o marido
de quien quiera... ¿Qué me importa?
Pero ¡mi carta, Dios mío!
ORTIZ
Sosiéguese usted. La carta 155
descansa en este bolsillo.

 (La saca y CAROLINA la toma.) 

CAROLINA
¿La ha devuelto?
ORTIZ
No, señora.
Es que... no la ha recibido.
CAROLINA
¿Así cumple usted mis órdenes?
ORTIZ
Doña Liboria me dijo 160
que esperaba en el jardín
a su Marchena querido,
y por no exponer a usted
a un desaire...
CAROLINA
Ese peligro
era quizá imaginario. 165
ORTIZ
A la prueba me remito.
Mas si lo que usted quería
era humillar al altivo
andaluz, completamente
su deseo se ha cumplido. 170
CAROLINA
¿De qué modo?
ORTIZ
Un pensamiento
me ocurrió muy peregrino,
y sin vacilar lo puse
en práctica.
CAROLINA
No concibo...
ORTIZ
Detrás de la mesa estaba 175
hecha doscientos añicos
aquella nefanda copla
que usted con justo motivo
arrancó del álbum.
CAROLINA
Bien,
ORTIZ
¿y qué?
Bajo un sobrescrito
180
le remití los pedazos...
CAROLINA
¿Qué oigo! ¿Con recado mío?
ORTIZ
Claro está.
CAROLINA
¡Es muy singular
el interés que yo inspiro
al señor de Ortiz!
ORTIZ
Señora,
185
yo sentiría infinito
haber errado...
CAROLINA
(Me quema
con ese aire de novicio.)
ORTIZ
Mas para enmendar mi error
hay un medio muy sencillo. 190
Del cambio de los papeles
discúlpese usted conmigo,
y envíele...
CAROLINA
¿Qué?
ORTIZ
La carta...
  —459→  
CAROLINA
¡Sí, a buena hora!
ORTIZ
El camino
desde aquí al jardín no es largo. 195
CAROLINA
¡Pues ya!
ORTIZ
Se pide permiso
a doña Liboria...
CAROLINA
¡Dale!
¡Si no quiero! ¡Qué suplicio!
ORTIZ
Ya que está usted tan airada
contra mí...
CAROLINA
No.
ORTIZ
Me retiro.
200
CAROLINA
No, señor. Quédese usted.
ORTIZ
Entiendo. Será preciso
que usted se vengue en alguno.
CAROLINA
Sí, señor.
ORTIZ
Pues me resigno
a ser la víctima.
CAROLINA
¿Usted?...
205
ORTIZ
Si es tan grave mi delito...
CAROLINA

 (Con ironía.) 

¡No tal! Usted procedió
con la inocencia de un niño.
ORTIZ
Señorita...
CAROLINA
¿A ver? Veamos
el dibujo...
ORTIZ

 (Abriendo el álbum.) 

(¡Llegó el crítico
210
momento!)

 (Da a CAROLINA el álbum abierto y enseguida toma una luz para alumbrar con ella.) 

Aquí está.
CAROLINA

 (Examinando el dibujo.) 

Una joven,
con aire contemplativo,
puesta en el pecho una mano
y otra en la frente...
ORTIZ
Eso mismo.
CAROLINA
¡Cómo se parece a mí! 215
ORTIZ
Es muy posible. He querido
pintarla muy bella.
CAROLINA
¡Vaya,
que es donoso el estribillo!
En todo lo que usted pinta
danza mi cara.
ORTIZ
¡Si es vicio
220
que ha tomado ya la mano!
Nunca podré corregirlo.
CAROLINA
¡Ortiz!... Prosigo. Dos genios
la cercan. Con ceño esquivo
y fiero ademán, el uno 225
alza la frente al empíreo.
¿Quién es este caballero?
ORTIZ
El orgullo. Así lo pinto...
CAROLINA
¡Señor de Ortiz!
ORTIZ
Todo es pura
alegoría. Caprichos 230
de pintor...
CAROLINA
El otro genio
se da cierto aire a Cupido
y está a los pies de la ninfa
como pidiendo un asilo...
¿Quién es esta criatura? 235
ORTIZ
Si usted le ha reconocido
será el amor; y si no,
cualquier pelón del hospicio.
CAROLINA
¡Ortiz!... A cierta distancia
un caballero distingo 240
con aire ufano y sonrisa
de triunfo. ¡Calle! ¡Es el vivo
retrato del andaluz!
ORTIZ
Tal vez. Yo he pintado ad libitum...
CAROLINA
¡Señor de Ortiz!... Con el dedo 245
muestra hacia el opuesto sitio
un reloj, pero una nube
se lo oculta.
ORTIZ
Está entendido.
CAROLINA
Y entre tanto una figura
que lleva por distintivo 250
corona y palma, se escapa
de sus manos.
ORTIZ
A mi juicio,
esa es la victoria.
CAROLINA
¡Ortiz!...
ORTIZ
¡Carolina!
CAROLINA
¿Y qué destino
tiene aquí el reloj?
ORTIZ
Ninguno.
255
Sirve de adorno.
CAROLINA
(¿Habrá pillo!...)
Apunta las nueve y cuarto...,
¡y esa hora tiene el mío!
ORTIZ
¿Sí? Casualidad...
CAROLINA
¡Ortiz!
Con gesto humilde y contrito 260
a estotro lado hay un joven...
ORTIZ
(¡Ahora pierdo los estribos!)

 (Queda en la actitud que va a describir CAROLINA.) 

CAROLINA

 (Mirando a ORTIZ furtivamente.) 

Con una mano en el pecho;
y al parecer tiene fijos
con suma inquietud los ojos 265
en el reloj consabido.
ORTIZ
¡Ah!
CAROLINA
¿Pero qué tiene usted,
que se le escapa un suspiro
y tiembla como el azogue?
ORTIZ
Nada... ¡Estos nervios malditos!... 270
CAROLINA
¡Se le cae a usted la luz
de la mano!
ORTIZ
Ya la afirmo...
CAROLINA
Mejor estará sobre ese
velador.
ORTIZ

 (Muy turbado.) 

Es positivo.
 

(Pone la luz en el velador que estará inmediato a la reja.)

 
  —460→  
CAROLINA
¿Se pone usted malo?
ORTIZ
No,
275
pero el calor del estío...
Ya se me pasa.
CAROLINA
Abriremos
la reja.
 

(Abre la reja y quedan los dos enfrente de ella. Vuelve a descubrirse la pareja del jardín. MARCHENA mira al gabinete y gesticula con muestras de la más viva inquietud. DOÑA LIBORIA procura ocupar su atención, pero sólo lo consigue momentáneamente. PETRA asoma la cabeza por la puerta de la izquierda, la vuelve a retirar al instante y repite esta acción varias veces hasta el fin de la escena.)

 
¿Siente usté alivio?
ORTIZ
¡Oh! Sí, señora. (Nos ve
mi rival. ¡Qué compromiso!) 280
CAROLINA
Acabe usted de explicarme
el dibujo. Este individuo
¿quién es? Yo no reconozco
sus facciones.
ORTIZ
(¡Jesucristo!...
¿Está ciega?)
CAROLINA
Este es, sin duda,
285
un personaje ficticio,
ideal.
ORTIZ

 (Desanimado.) 

Eso, sí; un ente
de razón.
CAROLINA
El pobrecillo
¡mucho debe de sufrir!
ORTIZ
¡Oh! Sí, señora; ¡muchísimo! 290
CAROLINA
Pero como está pintado...
y tiene cerrado el pico,
¡vaya usted a averiguar
la causa de su martirio!
ORTIZ
¡Carolina!...
CAROLINA
Pero usted
295
no ha pintado sin designio
esta escena.
ORTIZ
¡Carolina!
CAROLINA
Y ya tendrá concebido
en su mente el desenlace.
ORTIZ
Yo esperaba que el divino 300
ingenio de usted...
CAROLINA
¡Eh! Nunca
descifré yo logogrifos.
ORTIZ
El drama puede tener
dos desenlaces distintos.
CAROLINA
¿Dos desenlaces?... Entiendo. 305
El adverso y el propicio;
el clásico y el romántico.
ORTIZ
(¡Ah! ¡Se ríe! Soy perdido.)
CAROLINA
Pero el uno de los dos
habrá de ser más legítimo, 310
más verosímil que el otro.
Podríamos divertirnos
representándolo. Vamos,
yo soy ella; yo adivino
lo que piensa. Usted ahora 315

 (Con el dedo en el dibujo.) 

saque a este pobre del Limbo.
ORTIZ
Pues bien, figúrese usted
que el amante...
CAROLINA
¡Ah picarillo!
¿Conque es un amante? Ya
lo había yo presumido. 320
ORTIZ
Suponga usted que el amante,
postrado a los pies de su ídolo...
CAROLINA
Señor de Ortiz, yo no puedo
suponer lo que no he visto.
ORTIZ

 (Arrodillándose.) 

¡Carolina! ¡Carolina! 325
 

(MARCHENA se levanta muy azorado. PETRA se asoma, suspira y observa angustiada. DOÑA LIBORIA se queda sentada con muestras de sorpresa y abatimiento.)

 
PETRA
(¡Ah!...)
CAROLINA
¡Bravo! Y ahora el amigo
¿qué dice?
ORTIZ
Mi bien! mi gloria!
¿Yo te adoro?
PETRA
(¡Ah!)
CAROLINA

 (Riéndose.) 

¡Muy bien dicho!
Y ella ¿qué responde?
ORTIZ
¡Ay! Ella
se burla de su delirio. 330
Le desprecia, le aborrece,
le sepulta en el abismo;
y él se levanta

 (Lo hace.) 

resuelto
a terminar su conflicto
dándose muerte...
CAROLINA

 (Riéndose.) 

Y no puede...
335
porque no tiene un cuchillo
a mano, y porque la dama
quiere que viva cien siglos...
ORTIZ

 (Con sarcasmo, yéndose.) 

Mil gracias.
CAROLINA
Y le detiene
entre sus brazos cautivo. 340

 (Se abrazan.) 

ORTIZ, PETRA y MARCHENA
¡Ah!
 

(Después de su exclamación, que ha de oír el público, desaparece MARCHENA corriendo, y un momento después le sigue DOÑA LIBORIA.)

 
  —461→  
DOÑA LIBORIA

 (Llamando a MARCHENA.) 

¡Eh!
CAROLINA
Me hacen venturosa
este abrazo...

 (Señalando hacia el jardín.) 

y aquel grito.


Escena V

 

CAROLINA. ORTIZ. PETRA.

 
ORTIZ
¡Oh delicioso momento!
PETRA
¡Ah traidor! ¿Cumples así
tu amoroso juramento! 345
ORTIZ
Hija...
CAROLINA
¿A qué vienes tú aquí?
PETRA
A poner impedimento.
ORTIZ
Ya dio tu máquina al traste,
muchacha, y si no te enojas
te diré que equivocaste 350
los frenos...
CAROLINA
Y que tomaste
el rábano por las hojas.
PETRA
¡Oh rubor! ¿Conque el almíbar
de mi risueña esperanza
se ha convertido en acíbar? 355
ORTIZ
Mano plebeya no alcanza
al escudo de Menjíbar.
PETRA
Yo...
CAROLINA
Calle la impertinente.


Escena VI

 

CAROLINA. ORTIZ. PETRA. MARCHENA.

 
MARCHENA

 (Entra apresurado.) 

¡Aquí estoy yo, y arda Troya!
¡Abrazar a un escribiente! 360
Esto ¿es verdad o es tramoya?
Hábleme usted francamente.
CAROLINA
Este es mi marido.
MARCHENA
¿Sí?
Pues que sea en hora buena.
Lo decía porque a mí 365
no me gustan... (¡me perdí!)
chanzas pesadas.


Escena VII

 

CAROLINA, ORTIZ. PETRA. MARCHENA. DOÑA LIBORIA.

 
DOÑA LIBORIA

 (Llega jadeando.) 

¡Marchena!
MARCHENA
(¡Maldita vieja!) Señora...
DOÑA LIBORIA
Esa fuga repentina...
MARCHENA
¡Perdón!... (Esto acaba ahora 370
como se acabó en Medina
el rosario de la Aurora.)
DOÑA LIBORIA
¡Dejarme plantada allí!...
MARCHENA
Señora, fui cuerdo ayer;
hoy loco. ¡Perdón! Mentí... 375
DOÑA LIBORIA
¡Qué infamia!
MARCHENA
¿Cómo ha de ser!
También me han plantado a mí.
DOÑA LIBORIA
Ya en el jardín yo advertía
mi necio y pueril error,
y pues fue la culpa mía, 380
no me irrita el desamor,
sino la descortesía.
MARCHENA
Cien veces y de cien modos
pido perdón y confieso...
DOÑA LIBORIA

 (Con gravedad.) 

Basta.
MARCHENA

 (Mostrando a CAROLINA.) 

Ese diablo travieso
385
tiene la culpa, que a todos
nos hizo perder el seso.
Yo no siento la entruchada,
que mi gozo es verme libre;
mas ¿qué ha hecho usted, camarada, 390
para desbancar -¡no es nada!-
a un hombre de mi calibre?
ORTIZ
¡El lance ha sido estupendo!;
mas recuerde usted la arenga
que siempre está repitiendo. 395
MARCHENA
¿Cuál?
ORTIZ
No hay mujer que no tenga
su cuarto de hora.
MARCHENA
Ya entiendo.
CAROLINA
Como acechaban el mío
dos galanes...
MARCHENA
Sí; él y nos.
CAROLINA
El más listo de los dos 400
fue dueño de mi albedrío.
MARCHENA
Entiendo..., y me largo. Adiós.


Escena VIII

 

CAROLINA. DOÑA LIBORIA. ORTIZ. PETRA.

 
PETRA

 (Llorando.) 

¡Ay! ¡También mi cuarto de hora
llegó, y con sal y pimienta!
¡Una Escalona! ¡Qué afrenta! 405
¡Una Barrientos!...

 (Con altivez a CAROLINA.) 

¡Señora!...

 (Llorando otra vez.) 

Ajústeme usted la cuenta.

  —462→  

Escena IX

 

CAROLINA. ORTIZ. DOÑA LIBORIA.

 
CAROLINA
Y ahora ¿qué dice mi tía?
¿Salió lo que yo decía?
DOÑA LIBORIA
Pequé también, ¡pesia tal!, 410
mas ¿quién se libra, hija mía,
de un cuarto de hora fatal?
Mi amor propio se lastima
del desengaño que llora;
pero en verdad, causa grima 415
que sueñe cuartitos de hora
la que ¡tantos! tiene encima.
Por dicha, pasó el chubasco,
y aunque me causa rubor,
Dios me venga de un traidor; 420
que, si grande fue mi chasco,
el suyo ha sido mayor.