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481

Concepto de reunión de muchas partes para un objeto dado.

 

482

Confirma el concepto de cofradía.

 

483

Por la defensa.

 

484

Por la forma.

 

485

Por ir colgado sobre la falda.

 

486

El Diccionario de la Lengua Castellana de la Academia, 12.ª edición, dice: FISBERTA (del al. schnert, espada.)

Sin discutir la razón filológica, conviene advertir que sería erróneo incluir este nombre entre los que en germanía aparecen como tomados o derivados de otras lenguas. Fisberta ha entrado en germanía por el mismo camino que Durindana (véase la nota a esta palabra) y Joyosa. Es una de tantas espadas célebres que se mencionan en la Biblioteca caballeresca. Deriva inmediatamente de Fusberta, espada de Reinaldos de Montalbán, citada por Ariosto y Pulci.

 

487

Lombroso incluye esta palabra entre los arcaísmos. Dice «joyos (omite la a final) la espada, del nombre de la espada del Cid.» (L'uomo delinquente, pág. 475).

Por esta vez el ilustre profesor está mal informado. Ni Joyosa fue nunca el nombre de ninguna espada del Cid, ni entró a formar parte de la germanía por su índole arcaica.

Las espadas históricas del Cid fueron Colada, que la ganó del conde D. Ramón.

Hi ganno a Colada, que mas vale de mill marcos de plata y Tizón.

Mato a Bucar, al rrey de alen mar,

E gano á Tizon que mil marcos doro val,

dándoselas a sus yernos los infantes de Carrión, que al ofender a las hijas del Cid, son invocadas por éstas.

Dos espadas tenedes fuertes e taiadores

Al una dizen Colada e al otra Tizon,

Cortandos las cabeças, martires seremos nos,

reclamándoselas después en las Cortes de Toledo y dándoselas a su sobrino y a Martín Antolínez, con las que pelearon contra los infantes, matándolos.

Joyosa, según la historia del Caballero del Cisne, inserta en la Gran Conquista de Ultramar, es el nombre de la espada de Carlomagno. La espada que le ciñeron (a Godofre) fue aquella con que mataron á Agolán, cuando el Rei Carlos venció en Pamplona, que fue una de las que traian los Doce Pares, e compañera de la buena espada Joyosa de Carlos, e de Durandarte la que traia Roldán. E fízolas todas tres un maestro de Toledo que ovo nombre Galán, que fué uno de los mejores maestros de espadas que ovo es el mundo. (Gran conquista de Ultramar, libro I, cap. CLI). Al hablar de la espada del Conde Espaldar de Germanía, dice que era una de las más preciadas del mundo a aquella sazón. E feciérala el buen maestro que avia nombre Dionis, que era el mejor que jamás fué, sinon era Galán su hermano el que fizo a Durandarte e Joyosa la espada del Rei Carlos. (Ibid., cap. XCIV). Con esta espada, según la Crónica general de España, ordenada por el rey D. Alonso el Sabio, peleó Carlomagno en el combate de Toledo cuando ganó a Durandarte. Turpín (cap. IX) la llama Gaudiosa. Dícese que se mostraba antiguamente con otras alhajas de Carlomagno en la abadía de San Dionisio. «En el Archivo de Simancas hay una nota en un libro de cargo de los Camareros, según el cual se guardaba en la Armería que los Reyes Católicos tenían en Segovia, una espada que se dice la Jiosa del bel cortar, que fué de Roldan: y se ponen muy menudamente las señas de su tamaño, figura y adornos, tanto del pomo como de la vaina, por cuyo cotejo pudiera averiguarse si es la que se enseña en la Armería Real de Madrid, y se enseñaba ya en tiempo de Cervantes, como éste dijo por boca de Sancho en el cap. VIII de esta segunda parte». (Nota de D. Diego Clemencín.)

Ahora bien, si se tratara de un arcaísmo, tendríamos tres enteramente iguales: durindana (véase la nota), fisberta (véase la nota) y joyosa. El arcaísmo consiste en haber pasado a la germanía tres nombres de espadas célebres, una (durindana) para denominar la espada de la ley, y otras para denominar simplemente la espada.

Pero no han pasado por modo arcaico, sino por otra influencia de mayor alcance, y sobre todo de alcance más definido.

En primer lugar, dichas espadas se han conmemorado por el influjo de los libros de caballería, que fue en nuestro país tan grande «que era el único y total embeleso de las gentes; y para su destierro los señores obispos tomaron diferentes providencias, ya enviando, misiones, ya expidiendo cartas pastorales». (Virtud al uso y mística a la moda, página 446). En segundo lugar, a ese influjo se une una simpatía jergal, que en durindana se conoce en el modo irónico de la sonoridad de esa palabra, y en joyosa en la terminación que es tan frecuente y denominadora en germanía que, para no citar otros ejemplos, basta a demostrarlo el nombre de otras espadas, como filosa y bayosa.

Por lo tanto, se puede afirmar que no hay esencialmente tal arcaísmo, sino la impresión de los libros de caballería, que resulta doble por acomodarse a una simpatía jergal.

 

488

De filo.

 

489

¿Querrá decir pendenciera y será un derivado de bayuca, taberna?

 

490

Por el brillo y la rapidez al esgrimirla.