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El Dómine Lucas

Comedia famosa

José de Cañizares



  —1→  
PERSONAJES
 

 
DON ENRIQUE.
DON ANTONIO.
TALABERÓN.
UN LETRADO.
JUANA.
UN GOLILLA.
FLORELA.
CARTAPACIO.
DON LUCAS,   estudiante.
DON PEDRO VIEJO.
DOÑA LEONOR,   su hija.
DOÑA MELCHORA,   su hermana.





ArribaAbajoJornada primera

 

(Salen DON ANTONIO PACHECO, soldado bizarro, DON ENRIQUE de golilla y TALABERÓN de lacayo.)

 
DON ANTONIO
Vive Cristo, Don Enrique,
que si dais en este tema,
me he de ahorcar de una encina.
DON ENRIQUE
Don Antonio, yo quisiera,
saber de vos como se ama, 5
sin que el corazón lo sepa.
TALABERÓN
Amando por diversión:
que el que es (aunque hombre) tan bestia
que por mujeres se mata,
merece...
DON ENRIQUE
¿Qué?
TALABERÓN
Que se muera.
10
DON ANTONIO
Dice bien Talaberón.
¿Hombre o demonio, en qué piensas?
Las mujeres todas son
engañifas de la idea:
nuestros desvelos nos pagan 15
en el precio que nos cuestan.
No amigo, que la más fina
tiene una rara moneda,
que, cuando la dice, es oro
que, cuando la llora, es perlas, 20
que, cuando la escribe, es plata,
y es cobre, cuando la trueca;
pues es fuerza hacerle cuartos,
para cumplir con ochenta.
TALABERÓN
El Evangelio es de amor. 25
DON ENRIQUE
Don Antonio, la franqueza
de vuestro genio aumentada
con la libertad que engendra
la campaña, os da este humor
incapaz de que en él quepan, 30
ni reflexiones amantes,
ni desveladas empresas.
Yo, que adoro una hermosura,
con mi pasión apenas
la merecí compasiva, 35
cuando ya la lloro ajena,
muy de otra suerte discurro.
DON ANTONIO
Válgame Dios, ¡qué terneza!
es lástima que no llores,
y esa dama no te vea 40
hacer pucheros con barbas,
para que con eso fuera
más allá tu bobería,
y más fina su soberbia.
TALABERÓN
Ver a un barbón hacer mimo 45
es cosa que desespera.
DON ANTONIO
Pero permitidme, amigo,
que pueda pedirte cuenta
de aquel tu pasado amor
con cierta madamisela, 50
que servisteis en Amberes,
que después de otra novela
de amor que también (también
no somos acá de piedra)
te referiré el suceso: 55
—2→
y comerciadas tus penas
con mis glorias, lograremos
divertirlas con saberlas.
TALABERÓN
Aquí me huele a romance.
DON ENRIQUE
Escucha, amigo, y no creas, 60
que siente con pocas causas
el que padece con éstas.
Hijos de Madrid nacimos
los dos, y en nuestras primeras
infancias por el afecto, 65
que el trato común engendra,
tan amigos, tan hermanos,
que el deudo que a la fe nuestra
no le concedió la sangre,
le obró la correspondencia, 70
que el verdadero pariente
si sabe serlo de veras,
es el amigo; pues poco
importa que no lo sea,
sin quien siente lo que siento, 75
y en mis bienes se interesa,
aunque no tienen mi sangre
tiene los efectos de ella.
De Madrid, pues, por influjos
de inclinaciones diversas 80
partimos el rumbo entrambos,
vos a estudiar en la guerra,
yo a lidiar en los estudios:
en cuya sutil palestra
apenas con la ambición 85
de ceñirme las exentas
ramas del furor de Apolo,
me di al uso de las Ciencias,
cuando a mi padre que en Flandes
de Amberes la Fortaleza 90
gobernaba, un accidente
asaltó con tanta fuerza,
que sin que le diese el tiempo
lugar a más diligencia
que a morir rindió a la Parca 95
su noble vida, tan llena
de militares aplausos,
que no poco en sus empresas
embarazó de la fama
ya las plumas, ya las lenguas. 100
Fue preciso hiciesen pausas
mis estudios con tal nueva,
siendo el único hijo suyo:
y aventurando mi hacienda,
si a Flandes no me partía, 105
hícelo con tanta priesa,
que logré cuanto anhelaba,
y aun lo que menos quisiera.
Oh cielos, ¡cuánto el acaso
de los desvelos se venga! 110
¡Cuánto de las prevenciones
se burlan las contingencias!
Un día, ya fenecidas
de Amberes las dependencias,
que pensando en mi partida, 115
salí a la hermosa ribera
de un río, que a sus murallas
bate con bombas de perlas
después de haber dilatado
vista, y planta en su halagüeña 120
entretejida espesura,
cuya enredada maleza,
o tarde, o nunca la entrada
a un rayo del sol dispensa,
a tiempo que ya la tarde 125
con la noticia primera
del avance de las sombras,
del tropel de las tinieblas,
en retaguardia del sol
iba tan en fuga puesta, 130
que sin poder en el grueso
de sus luces recogerlas,
se iba dejando en poder
de la noche las estrellas
traidoramente captivas, 135
dócilmente prisioneras,
un dulce halagüeño acento
escuché, cuyas postreras
sílabas entre las voces
de un blando instrumento envueltas, 140
eran prisión armoniosa
de fuentes, de aves, y fieras.
Bien pudieran persuadirme,
a no saber cuánto mienta
la Antigüedad fabulosa 145
plantas mudas, y ondas quietas,
vientos, y flores absortas,
que alguna incauta sirena,
o dríade de aquel bosque,
o de aquel golfo nereida, 150
eligiendo aquella muda
soledad juzgaba en ella,
de algún semidiós celosa,
verter en dulces endechas
sonoro tosigo al aire, 155
dulce veneno a la selva;
pues para serlo bastaba,
que a un ecos de celos fueran.
Pero me desengañó
—3→
ver a mis ojos expuesta, 160
apenas de unos jarales
di al ruido tesón la vuelta,
una placentera tropa
de hermosas madamiselas,
y entre ellas una, quedando 165
alma a un laúd de sus cuerdas,
iba el oro bullicioso
salpicando de azucenas.
Todas a un tiempo pudieron
en afable competencia 170
suspenderme: pero como
aun la más hermosa deja,
bien que los ojos captive,
franca la segunda puerta,
que es la del oído; presto 175
la libertad halla senda
para salir; y más cuando
este sentido no cesa
de influir con desengaños,
de llamar con influencias. 180
Pero como la tirana,
hermosa enemiga bella
del corazón, con su acento
y la cláusula primera
del oído me cogió, 185
no encontró después al verla
camino para la fuga
la libertad; antes presa,
de dos iguales impulsos
el cuello dio a dos cadenas, 190
aunque cualquiera sobraba;
pues como triunfar aprenda,
donde hay beldad, ¿qué más voz?
Donde hay voz, ¿qué más belleza?
Rendido a tan noble objeto, 195
cobrándome en mí suspensa
admiración, al estilo
del país, la reverencia
les hice, a que todas juntas
correspondieron atentas, 200
a tiempo que de su gente
instadas, la estancia amena
trocaron por las carrozas;
que las seguí, ya se deja
entender; que por criadas, 205
billetes, y estratagemas
a saber llegó mi amor
Cintia (aqueste nombre tenga
por disfraz de mi respeto)
dicho está; y sólo me resta, 210
sólo sé, que si el gozo allá
encarecer cuán apriesa
en amorosas empresas
penas a glorias se cambian,
bienes por males se truecan; 215
pues apenas obligada
la tuve, cuando a sus puertas,
con otro galán, que acaso
de mí, con infiel cautela
encubría, cierta noche 220
reñí una cruel pendencia.
Fue a tiempo que mi partida
me instaba: con que el creerla
traidora a mi amor, el lance
referido, y la funesta 225
noticia de una criada,
que me contó, que no era
yo sólo de Cintia amante,
me hizo abreviar mi dispuesta
jornada: y aborreciendo 230
las libertades flamencas,
dar al olvido su amor.
Pero qué importa, si apenas
a Salamanca volví,
cuando al ver su primer flecha 235
burlada al ciego traidor,
un segundo arpón me asesta;
como quien dice: no importa,
que no haga caso de aquélla,
que como me queden armas, 240
aún más victorias me quedan.
De Don Pedro de Chinchilla,
caballero, cuyas prendas
toda Castilla encarece,
la esposa murió, y la deuda 245
de caballero me hizo
que con todos concurriera
a la piadosa función
de sus honrosas exequias
al pésame acostumbrado: 250
que concediese fue fuerza
Leonor, hermosa hija suya,
su vista: no a encarecerla
con hipérboles aspiro:
sólo diré, que si fuera 255
tan hermosísimo el luto,
con que la noche lamenta
la falta del sol, sobraba
de la aurora la asistencia,
y el bello incendio del día: 260
ahora notad por las señas
la que alumbraba con sombras,
con esplendores, ¿qué hiciera?
—4→
me suspendió, aquí la pena
me trajo: si allá armonías 265
me captivaron, tristezas
me aprisionaron aquí;
si en una el una el canto me eleva,
en otra el llanto me mueve.
Oh, amor, que habrá que no sea 270
materia para sus triunfos,
si ya sea gusto, o ya pena,
ya placer, o ya dolor,
ya júbilos, o, ya endechas,
¿todo sirve a tu deidad, 275
todo a tu poder obsequia?
Con que mal podrá eximirse
de tu esclavitud quien sepa,
que en cualquier afecto vives,
y es fuerza que en todos venzas. 280
Desde que a Leonor miré,
di en servirla, y merecerla
alguna atención, que aún hoy
a mi cariño conserva.
Tiene Don Pedro su padre 285
un sobrino en las escuelas
de Salamanca, a quien llaman
Don Lucas, que en la aspereza,
criado de la montaña,
que como patria cualquiera 290
discretos, y necios cría,
no hay humana diligencia,
que baste a hacer que cultive
tanta natural rudeza.
Es tan necio como vano, 295
y en el eso de las Letras
incapaz, pues ha seis años,
que estudiando se desvela,
y ni aún Gramática sabe.
Con éste por conveniencias 300
de mi amor trabé amistad
muy grande, antes que viniera
Leonor a Madrid, adonde
siguiendo las dependencias
de un gran mayorazgo suyo 305
Don Pedro está; y de manera
su aplicación ha logrado,
que con sus crecidas rentas,
un título comprar quiere,
con él formando, y con ellas 310
el dote a Leonor; bien como
su principal heredera.
Pero esto es con la pensión
cruel de que porque sea
la línea de los Chinchillas 315
del Mayorazgo cabeza:
a su hija con su sobrino
casar quiere; y con la idea
de esta sinrazón en casa
al tal Don Lucas hospeda; 320
bien que en cuarto separado,
no obstante la resistencia
de Leonor, que por no verse
en las manos de una fiera,
título, y dote gustosa 325
cede en su hermana pequeña
Doña Melchora; con quien
escasa naturaleza
en cuanto al entendimiento
la mayor verdad lo niega. 330
Ahora juzgad, Don Antonio,
las líneas a un centro vueltas,
los escarmientos de Flandes,
de España las contingencias,
iras, sustos, ansias, celos, 335
pesares, angustias, quejas,
sinrazones, sobresaltos,
si es forzoso que me tengan
mal seguro de mi suerte,
bien quejoso de mi estrella. 340
DON ANTONIO
Con razón encarecisteis
las exquisitas novelas
de vuestra vida, y en todas
os parecéis de manera
a mí, que no hay circunstancia 345
en que entre sí no convengan.
Dama tuve yo en Amberes,
pero con gran diferencia
entre vos, y yo; pues aunque
reñí mil veces por ella, 350
jamás un favor logré;
que en queriendo yo de veras
a una mujer, al instante
se me reviste de peña,
se me espirita de escollo, 355
y no hay diablos que la venza.
Pero esa Doña Melchora,
hermana de Leonor bella,
¿no está también en Madrid?
DON ENRIQUE
Claro está.
DON ANTONIO
Pues Dios nos tenga
360
de su mano: habrá dos meses
que saliendo de una iglesia
con su hermana, la hice gestos,
la seguí, y la tengo hecha
una lástima por mí. 365
DON ENRIQUE
¿Qué decís?
  —5→  
DON ANTONIO
Hablo de veras.
DOÑA MELCHORA
Parece que a los dos
no se os escapa frutera
a quien no le hagáis terrero.
DON ANTONIO
Pero hombre, es la mayor bestia, 370
que he conocido en mi vida:
así la hallé a la primera
dócil a mi amor; que siempre
todo lo que me revienta,
es lo que anda tras mí. 375
TALABERÓN
No es muy mala ropa aquella
de aquel coche.
DON ANTONIO
Siempre suelen
venir los días de fiesta
a misa a los Recoletos
algunas carillas buenas. 380
DON ENRIQUE
Por el corto brujuleo,
que las cortinas inquietas
al soplo del aire forman,
algo percibir se deja
no desagradable.
DON ANTONIO
¡A Dios,
385
mas que el cochero las vuelca!
DON ENRIQUE
Remolinadas las guías,
que deben de ser muletas
tuercen el juego.
TALABERÓN
Ya acude
el escudero que llevan 390
a enderezarlas.
DON ANTONIO
Qué importa
sino alcanzando a las riendas,
se burlan de él.
DON ENRIQUE
Acudamos.
CARTAPACIO
Aguarda Toribio.
VOZ
Espera,
pícaro.
MELCHOR
¡Cielos, piedad!
395
LEONOR
¿No habrá quién nos favorezca?
TALABERÓN
Cayó el coche pero a tiempo,
que mi amo, y su amigo llegan,
sosteniéndole a sacar
la gente que dentro encierra. 400
 

(Sale CARTAPACIO y dice:)

 
Señores, ¿habrase visto
más solemne desvergüenza,
que la de este verderón,
que gritándole hora y media,
sobre que hacia el pectoral 405
les restringiese las riendas,
no quisiese? Ello no hay hombre,
que observe sus incumbencias.
TALABERÓN
¿Qué es eso, amigo?
CARTAPACIO
No es nada:
un enjambre de cabezas, 410
que se han roto en aquel coche;
¿y se está con esa flema
vuesaced?
 

(Saca DON ANTONIO a DOÑA MELCHORA en brazos, que trae una perra grande y ella con unos rizos descompasados, collar gordo y vueltas.)

 
DON ANTONIO
Trocad, señora,
que miro las azucenas
de vuestro rostro, al purpúreo 415
clavel, que en su espacio reina,
que ya estáis libre.
DOÑA MELCHORA
¡Ay, señor!
que no sé yo como pueda,
ni trocar, ni destrocar,
porque ni viva, ni muerta 420
estoy tan destotro modo,
que estoy de cualquier manera.
Yo os agradezco el socorro,
no sólo por mí que aun esa
es la menor circunstancia; 425
sino es por ver mi marquesa
libre de... ¿pero qué veo?
 

(Saca DON ENRIQUE a DOÑA LEONOR.)

 
DON ENRIQUE
No Atlante se desvanezca
de que en sus hombros el cielo,
divina Leonor, mantenga; 430
cuando yo a cielo mejor
logro con débiles fuerzas
sostener.
DOÑA LEONOR
Sólo un acaso,
Enrique mío, pudiera
conseguirme esta fortuna. 435
TALABERÓN
Semidiosa de la lengua,
vuelve en ti.
JUANA
No sólo en mí
volveré, sino en cualquiera,
por lo bien que me está.
CARTAPACIO
Digo
¿también hay para una puerca 440
su pasico de desmayo?
TALABERÓN
y quien al parichinela
le llama aquí.
CARTAPACIO
Usted perdone
que esto es una impertinencia.
DON ANTONIO
¿Es posible que mi amor 445
le ha de costar el que os vea
todo este susto?
DOÑA MELCHORA
Yo os tengo
un amor como una bestia:
pero, tan desaquellada
me siento con una ausencia, 450
que a no estarme divertida
en hacer unas muñecas,
y en bailar lo más del tiempo,
yo, Juana, y la cocinera,
ya nos hubiéramos muerto. 455
DON ANTONIO
Yo os estimo la fineza,
que a un amor de zarambeque
con un pandero se premia.
DOÑA MELCHORA
Ellas, y yo (ya se sabe)
pasamos de esta manera, 460
—6→
porque en casa ellas, y yo
es lo mismo que yo, y ellas.
DON ANTONIO
¡Mal haya tu entendimiento!
¿Habrá hombre que de una necia
pueda gustar?
DOÑA LEONOR
Hoy habemos
465
recibido una flamenca
por criada, a quien condujo
un mercader de su tierra
conocido de mi padre,
y dicen que entre las prendas, 470
que tiene, en la de cantar
es divinamente diestra.
Yo haré que Juana te espere
esta noche, y cuando sea
ocasión de que a mi cuarto 475
entres la voz es la seña
que ha de avisarte; pues (como
te he dicho veces diversas)
aunque aventure (¡ay Enrique!)
opinión, vida, y hacienda, 480
tú solo has de ser mi dueño.
DON ENRIQUE
Esa constancia me alienta.
DOÑA LEONOR
Y ahora pues es reparable
detenernos más en esta
publicidad, Cartapacio. 485
CARTAPACIO
¿Señora?
DOÑA LEONOR
Que dé la vuelta
Toribio.
CARTAPACIO
A Papagayón,
desfílate a la derecha.
DON ANTONIO
Hasta tomar la carroza,
el iros sirviendo es deuda. 490
DOÑA MELCHORA
Pues llevadme esta perrita,
no la apretéis, que es tierna
de pecho, y vomitará.
DON ANTONIO
Cierto, que la alhaja es bella.
DOÑA MELCHORA
Hoy ha almorzado dos libras 495
de huevos de faldiquera,
y está muertecilla de hambre.
DON ENRIQUE
¿Cuándo otra dicha como ésta
lograré yo?
DOÑA LEONOR
Don Enrique,
no hay mal que por bien no venga. 500
DON ENRIQUE
Si ha de costarte un peligro,
mejor me estoy con mi pena.
CARTAPACIO
Demasiadas cortesías
son las de estos dos babiecas.
TALABERÓN
Ven hija.
JUANA
Vamos, querido.
505
CARTAPACIO
¡Ah pícara! Que galera
tan bien empleada.
 

(Éntranse puestas las manos en los brazos de los Galanes las Damas, y los Graciosos dadas las manos, y sale de golpe DON LUCAS; que al verlos se suspende.)

 

  (Al paño DON LUCAS.) 

Si habrá
quedado misa en la iglesia.
Pero ¿qué miro?
CARTAPACIO
Las tres
van como unas tres princesas. 510
DON LUCAS
¿Doña Leonor no es la otra?
¿Doña Melchora no es ésta?
Ellas son por las espaldas;
mas por detrás no son ellas.
CARTAPACIO
Ireme quedando atrás, 515
que tengo una diligencia,
que hacer en las tabernillas.
DON LUCAS
¡Habrá mayor desvergüenza!
Mujer, que para mi esposa
en infusión de sí mesma 520
estuvo en la primer mente
del padre del que la engendra,
¿anda en estos arrumacos?
Lucas, ¿hémosla hecho buena?
Y este maldito espantajo 525
¿a qué demonios la suelta
sobre su palabra? Digo.
CARTAPACIO
¡Jesucristo! ¿Quién me tienta?
DON LUCAS
Yo, pícaro que te vengo
a pedir de mi honra cuenta. 530
CARTAPACIO
Yo, señor, sí.
DON LUCAS
No se
turbe.
CARTAPACIO
Cuando pude.
DON LUCAS
Échelo fuera.
CARTAPACIO
Si el cochero.
DON LUCAS
No me masque.
CARTAPACIO
Fue el culpado.
DON LUCAS
¿De qué tiemblas?
CARTAPACIO
Es que el coche, las señoras, 535
el cochero, la volteta,
los hombres, y no hablaré
palabra, si usted se acerca,
que estoy perdido de miedo.
DON LUCAS
A Dios, honra montañesa, 540
no queda mi ejecutoria
para papeles de especias.
CARTAPACIO
Señor, el coche venía
delante de la trasera,
más hacia acá de las mulas 545
sobre la viga maestra.
DON LUCAS
Pues ¿dónde había de venir?
CARTAPACIO
Comenzose una reyerta
entre la zaina, y la coja:
yo que olí la morisqueta 550
hice señas a Toribio,
que el flagelo introdujera
a la parte occidental.
DON LUCAS
¿Ahora me latinea?
—7→
Maldita sea tu alma. 555
CARTAPACIO
No me entendió: dio la vuelta,
cayó el coche, tus dos primas
saltaron sin ser terceras
en los brazos de dos hombres,
que se hallaron allí cerca. 560
DON LUCAS
¿De dos hombres?
CARTAPACIO
De dos hombres.
DON LUCAS
Ahí es preciso que hubiera,
para desembanastarlas,
o de mano, o de cabeza
fuerza asidero. ¿Y tiraron? 565
Abrazáronlas por fuerza
para sacarlas.
DON LUCAS
¿Qué dices
CARTAPACIO
Fue indispensable indecencia.
DON LUCAS
Caiga sobre mí un vizconde
con toda su parentela: 570
Melchora, a quien entre dientes
tengo una afición horrenda.
Leonor, en quien la pecunia
me tira, que me desuella:
la una hacienda de mi amor, 575
y la otra amor de su hacienda,
¿maniestiradas de hombres?
¿Qué dirá el Valle de Ruesga,
adonde se trae la honra
colgada como venera? 580
CARTAPACIO
Allí vuelven los dos hombres.
DON LUCAS
¿Los de la pasada gresca?
CARTAPACIO
Ellos mismos,
DON LUCAS
Pues querido,
aquí de tus habilencias.
¿No soy tu Dómine?
CARTAPACIO
Ad natum.
585
DON LUCAS
¿No eres mi fámulo?
CARTAPACIO
Etiam.
DON LUCAS
¿Te toca mi honor?
CARTAPACIO
Ad intra.
DON LUCAS
¿Te tañe mi enojo?
CARTAPACIO
Ad extra.
DON LUCAS
Pues dame esta daga.
Ad quid.
DON LUCAS
¿Ad quid? A lograr que mueran 590
los que mi amor despachurran.
CARTAPACIO
Señor, tu piedad inmensa
y este hombre precipitado
con sus auxilios detenga.
 

(Salen DON ENRIQUE, y DON ANTONIO.)

 
DON LUCAS
Esto ha de ser.
DON ENRIQUE
Hasta tanto,
595
que de vista se perdieran,
no quise dejar el coche.
DON ANTONIO
Gran dicha ha sido la nuestra.
DON LUCAS
¿Cartapacio?
CARTAPACIO
¿Señor mío?
DON LUCAS
¡Por dicha has sido en tu tierra 600
Barbero!
CARTAPACIO
¿Por qué?
DON LUCAS
Porque
adonde cae me dijeras
la tetilla en las espaldas.
CARTAPACIO
Señor, píllale la arteria
capital, más arribita 605
del sófago, y por mi cuenta.
DON ENRIQUE
Por aquí: pero ¿qué veo?
DON LUCAS
Hombre, a tu Dios te encomiendas.
Pero ¿qué miro?
DON ENRIQUE
¿Don Lucas?
DON LUCAS
Don Enrique, abraza priesa, 610
hijo de mi corazón.
¡Jesús! Sino das la vuelta
tan apriesa, en un ijar
te he abierto una faldiquera.
DON ENRIQUE
¿Por qué?
DON ANTONIO
¡Qué extraña figura!
615
TALABERÓN
Longaniza de Bayeta
parece el hombre.
DON LUCAS
¿Por qué
me pregunta? ¡Usted me juega
con mi novia!
DON ENRIQUE
¿Cómo?
DON LUCAS
Tomadla acuestas. 620
DON ENRIQUE
Yo sólo sé, que dos damas
vi peligrar.
DON LUCAS
Cantaleta.
DON ENRIQUE
Y a fuer de ser caballero.
DON LUCAS
Fue usted a retozar con ellas.
DON ENRIQUE
Yo, ¿qué decís retozar? 625
DON LUCAS
Ya sé vuestras mañas viejas,
que en viendo mozas se os ponen
los ojos como linternas;
pero no se me da nada,
que antes me viene de perlas 630
la ocasión, porque en la novia
quiero hacer cierta experiencia,
y de vos me he de valer.
DON ANTONIO
El Don Lucas es gran bestia.
DON ENRIQUE
Ya sabéis que por la antigua 635
generosa amistad nuestra
os debo servir.
DON LUCAS
Acepto.
y oídme en Dios y en conciencia.
DON ENRIQUE
Proponed.
DON LUCAS
Yo en la montaña
tengo una bonita hacienda 640
(A Dios gracias) que un Abuelo
me deudó, por línea recta
fundó ciento y dos mil años
antes que Cristo naciera.
DON ANTONIO
¡Antiguo blasón!
DON LUCAS
Dejome
645
con calidad esta renta
de que entre a gozarla yo
desde el día que me muera.
DON ENRIQUE
¿Desde que os muráis? Pues muerto
—8→
de qué os sirve?
DON LUCAS
Tengan cuenta;
650
pues ¿cómo queréis que mande,
que viva un hombre con ella,
si es hacienda de montaña,
que hincha, pero no sustenta?
DON ENRIQUE
Pues ¿cuánto es?
DON LUCAS
Doce ducados;
655
y tiene un censo de treinta.
CARTAPACIO
Dígame usted, ¿no es mi amo
discreto de cuatro suelas?
DON ENRIQUE
Vamos al caso, Don Lucas.
DON LUCAS
El caso es, que mi nobleza 660
tan antigua, que a diez millas
huele a lo rancio que apesta,
no permite que me entregue
todo entero a quien no sepa,
que es mujer tan recatada, 665
tan mirada, y tan atenta,
tan noble, y tan tarantán.
DON ENRIQUE
¿Que es tarantán?
DON LUCAS
Es discreta
frase, con que yo me explico,
dando a entender que quisiera 670
mujer, que no se asustara
de cajas, ni de trompetas.
DON ENRIQUE
Y eso ¿a qué viene?
DON LUCAS
A que no
le hagan ruido las ternezas
de otro, casada conmigo, 675
y me ponga esta mollera
como el Monte de Torozos.
DON ENRIQUE
¡Quién tal ignorancia piensa!
DON LUCAS
Quien sabe que Calderón
dice que en la quinta comedia 680
hablando de las mujeres,
que no hay alhaja que sea
tan buena como la mala,
tan mala como la buena.
TALABERÓN
Al revés me la vestí. 685
DON LUCAS
Y así, la que está en conserva
para mí en el natural
ha de ser de una jalea.
DON ENRIQUE
¿No es Doña Leonor Chinchilla?
DON LUCAS
Ésa propia, y desde aquesta 690
misma hora, usted
la ha de galantear.
DON ENRIQUE
¿Qué intentas, hombre?
DON LUCAS
Saber, señor mío,
de la pata que cojea. 695
Si ella al continuo combate
se tiene tiesa, que tiesa,
merece en mí un montañés
con todas las incidencias
de ejecutoria, y de sangre; 700
si se ablanda como breva
con un escudero mío
le sobra mucho a la puerca.
Para lograr este aquel
os da lugar, y licencia 705
el ser mi amigo, y poder
entrar a verme, y a verla.
De todo cuanto pasare,
de la forma que suceda,
me avisaréis, y con eso 710
se amansará mi conciencia,
que ha días que mi discurso
daba en esta sutileza.
Y pues que cosas tan cosas
que a ser cosi cosas llegan, 715
si apriesamente se rumian,
mente despacio se piensan,
idme a ver presto, que a casa
voy a esperar la respuesta.

 (Vase.) 

CARTAPACIO
Disparose: los demonios 720
que le den pique.
DON ENRIQUE
¡Ay tan necia proposición!
DON ANTONIO
Hombre, o diablo,
pues ¿tal ocasión no aceptas?
Si el proprio que te compite 725
hace espalda, da por hecha
tu fortuna, y a este bruto
dale papilla.
TALABERÓN
¿Quién yerra
esa lección?
DON ENRIQUE
Decís bien:
y pues así que anochezca 730
estoy de Leonor citado,
un tono siendo la seña,
venid.

 (Vase.) 

DON ANTONIO
Vamos que también
a mí mi tonta me espera.

 (Vase.) 

TALABERÓN
Quiera Dios que pare en bien 735
tanto como el diablo enreda.
 

(Vase, y sale FLORELA a vestida a lo flamenco, con luz, que la pone encima de un bufete.)

 
FLORELA

 (Canta.) 

Ahora que a solas
podemos los dos, & c.
 

(Sale DON PEDRO, CHINCHILLA de letrado.)

 
DON PEDRO
¡Qué bien canta esta mujer!
Florela.
FLORELA
Señor.
Por caras
740
contingencias apelastes
al amparo de mi casa:
hija de Amberes naciste
de una ilustrísima dama,
y un caballero español: 745
—9→
no sé que amante desgracia
de amor a España te trajo;
pero una vez en España,
y en ni poder te recuso
esa tristeza ordinaria; 750
pues cuando de proprio motu
contestando a la demanda
tuya, y de Octavio te admiro
con mis hijas, eso basta
por lo favorable, y por lo 755
que resulta de la causa
que estés muy satisfecha.
FLORELA
Ya que rendida a esas plantas
os reconozca por puerto
de la deshecha borrasca 760
de mi vida.
DON PEDRO
La flamenca
tiene muchísima gracia.
Mas ¿qué fuera que Cupido,
no obstante mi edad, tratara
de hacer entre mis afectos 765
tan semiplena probanza
de inclinación, que perdiese
del albedrío la sala
mi libertad en tenuta?
Pero a bien, que Sánchez trata 770
de matrimonio, y con el
Barroso Olea, y Diana,
y lo que es la propiedad
no te ha de salir barata.
Florela a Dios que ya vuelvo. 775

 (Vase.) 

FLORELA
Esto sólo me faltaba
a mi dolor que en veneno
se convierta la triaca,
y este anciano, a quien amparo
la estrella enemiga encarga, 780
en mi contrario se mude:
¡Ay Enrique! Quien juzgara
que yo...
 

(Salen DOÑA MELCHORA, y JUANA con mantos.)

 
DOÑA MELCHORA
¿Florela?
FLORELA
Señora.
DOÑA MELCHORA
Ya ha media hora mi hermana
se desgañita por ti. 785
FLORELA
Iré a ver lo que me manda.

 (Vase.) 

JUANA
Como sea cantar, que es sola
de esta friota la gracia,
irá en un pie.
DOÑA MELCHORA
Pues mi padre
está fuera, y no está en casa, 790
dile a Don Antonio que entre,
ya que por la puerta falsa
le embocaste acá.
 

(Sale DON ANTONIO.)

 
DON ANTONIO
No tiene
que ir a conducirme Juana,
que yo salamandra activa 795
al incendio de tu llama
me adelanté.
DOÑA MELCHORA
¿Qué decís?
¿Que viva yo en Salamanca?
pues ¿que embarazo en Madrid?
pues ¿que tenéis otra dama? 800
pues ¿que me queréis dejar?
JUANA
Mi señora es insensata.
DON ANTONIO
No adelantéis groserías,
que no caben en quien ama.
DOÑA MELCHORA
Bien me pagáis el tener 805
una gran cosa pensada,
que deciros de mi amor.
DON ANTONIO
Decid, que mi fe la aguarda.
DOÑA MELCHORA
Pues querido Don Antonio
de mi vida, y de mi alma, 810
el arbolito que vuela,
el pajarito que para,
el pececito que ruge,
la fierecita que canta,
todos en comparación 815
de tu persona gallarda
son, son, son, ¡válgate Dios!
ahora una cosilla entraba,
que si me acordara de ella,
de pura risa lloraras, 820
porque árbol, pájaro, pez,
y fiera, todo paraba
en decir, que sí, que no,
torna, vuelve, y daca.
JUANA
No se puede decir más. 825
DON ANTONIO
¡Habrá necedad más crasa!
Esta mujer pareciera
mucho mejor si callara.
 

(Dentro DON LUCAS, JUANA, alumbra.)

 
DOÑA MELCHORA
Éste es Don Lucas.
DON ANTONIO
¡Pléguete Cristo con mi alma! 830
¿Qué hemos de hacer?
JUANA
En mi cuarto te entraré
mientras que él entra en el suyo.
DON ANTONIO
Oyes,
por tu vida que no hagas,
que me quede por las costas. 835
 

(Éntrase DON ANTONIO en el aposento del lado izquierdo, y por el otro salen CARTAPACIO, y DON LUCAS, que trae un bulto debajo de la capa.)

 
DON LUCAS
¿Melchora?
DOÑA MELCHORA
¿Don Lucas?
DON LUCAS
Gracias
—10→
al Gallo de la Pasión,
que te hallo sola, y sin mozas
para expresarte mi afecto.
DON ANTONIO
¿Qué oigo, cielos?
CARTAPACIO
Dile, acaba
840
lo que quisieres, que yo
estaré aquí atalaya.
DON LUCAS
Hija, ya tú sabes que eres
por tu hermosura, y tu gala,
y tu discreción, la flecha 845
que más me... ¿cómo se llama?
DOÑA MELCHORA
Ya sé yo que tú me tienes
un amor como unas natas.
DON LUCAS
Pues porque mi amor conozcas,
hoy pasando por la plaza, 850
no obstante las reverencias
de todas mis zarandajas,
te compré estas dos gallinas,
para que almuerces mañana:
tómalas por vida tuya. 855
DON ANTONIO
¡Vive Dios que la regala,
y ella lo admite!
DON LUCAS
Al misterio
de amor, y gallina calla
mucho más de lo que dice;
pues significa en substancia, 860
que en esta acción mi fineza
que harto cacareada.
CARTAPACIO
Y que emplumado el carrillo
cobra en tu favor más alas.
DON LUCAS
Lo que te encargó por Dios 865
y su Madre Sacro Santa
es, que Juana, ni Florela,
ni tu padre, ni tu hermana
las vean, porque descubran
de meche a meche la mausa 870
de nuestro afecto.
DOÑA MELCHORA
Pues yo
no tengo donde guardarlas.
DON LUCAS
No pues como yo las traigo
en la pretina colgadas,
¿no puedes ponerlas entre 875
este manto rebujadas?
DOÑA MELCHORA
Dices bien por vida mía,
ayúdame tú a liarlas.
DON LUCAS
Como que ayude, no son
favores para panarras. 880
CARTAPACIO
Pues no serán para usted.
 

(Sale LEONOR.)

 
DOÑA LEONOR
¿Melchora?
DOÑA MELCHORA
¡Ay, Virgen Soberana!
Que me las ve, San Antón,
ciégala.
DOÑA LEONOR
Que tienes, habla:
y vos Don Lucas, ¿qué hacéis 885
con Melchora aquí?
DON LUCAS
Yo estaba
diciendo, que sí. A Dios:
fuéronseme las palabras.
DOÑA LEONOR
¿Qué bulto, Melchora, es
ese que te hace la espalda? 890
DOÑA MELCHORA
Me ha salido una corcova.
Callen las descomulgadas.
DOÑA LEONOR
Pues las corcovas no gruñen.
DOÑA MELCHORA
¿No hay quien por música canta?
Pues ¿por qué o puedo yo 895
por brazos, o por garganta
gruñir lo que yo quisiere?
DOÑA LEONOR
Dime que tienes.
DOÑA MELCHORA
No es nada.
Don Lucas te lo dirá.

 (Vase.) 

DOÑA LEONOR
Don Lucas, ¿qué es esto? 900
¿En qué anda Melchora?
DON LUCAS
En que anda en las piernas,
si es que las tienen las damas.
¡Vive Dios, que tal pregunta
no se hiciera en la montaña! 905
DOÑA LEONOR
Cartapacio.
CARTAPACIO
Usted discurra,
que yo no respondo a nada,
que en materias de secreto
soy un escollo con calzas.

 (Vase.) 

 (Al paño DON ANTONIO.)  

Todos se van y no veo 910
por donde escapar.
DOÑA LEONOR
Si el ansia
con que espero a Don Enrique
me permitiera apurarla,
yo descifrara este enigma:
pero cuando a la ventana 915
dejo a Florela a que cante,
que es la seña concertada
antes les debo estimar,
que de este sitio se vayan.
Don Lucas se entró en su cuarto 920
Melchora con las criadas,
que es su costumbre, en el suyo,
abierta la puerta falsa
a Enrique el paso le ofrece.
¡Oh cuánto Florela tarda 925
en decir para que logre
la suerte a que aspira el alma!
FLORELA

 (Canta.) 

Servía en Orán al rey
un español con dos lanzas
y con el alma, y la vida 930
a una gallarda Africana.
 

(Salen por mano izquierda TALABERÓN, DON ENRIQUE con espadas y broqueles.)

 
DON ENRIQUE
Ésta es la seña.
TALABERÓN
¿Sabrás
a qué hora nos descalabran?
DOÑA LEONOR
¿Don Enrique?
DON ENRIQUE
¿Leonor bella?
DON ANTONIO
Ya esto está mejor que estaba. 935
DOÑA LEONOR
¡Con cuánto susto mi afecto
—11→
entre impaciencias te aguarda!
DON ENRIQUE
Como en casa tienes dueño,
que sacrifique a tus aras
debidas adoraciones, 940
temí fuese la tardanza
ese motivo.
DOÑA LEONOR
¡Ay Enrique,
cuán desconfiado hablas!
DON ANTONIO
Yo llego; pues a los dos
no importa para que salga, 945
que me descubra.
 

(Saca la cabeza embozado DON ANTONIO, velo DON ENRIQUE a tiempo que se va a desembozar, y mata la luz.)

 
DON ENRIQUE
¿Qué miro?
Un hombre está allí. ¡Ha tirana!
DON ANTONIO
Yo soy; ¡mas válgame el cielo!
Maté la luz.
DOÑA LEONOR
Tente, aguarda,
Don Enrique.
TALABERÓN
Volavérunt.
950
DON ENRIQUE
Hombre, ilusión, o fantasma,
prueba el acero conmigo.
DON ANTONIO
Bueno estoy yo, si me envasa,
sin conocerme mi amigo.
En todo caso la espada 955
por delante: ¿Don Enrique?
TALABERÓN
¿Qué Don Enrique, o qué haca?
DON ENRIQUE
¿Que mi saña no te encuentre?
DON ANTONIO
Si alcanzo una cuchillada
por galantear una tonta, 960
estoy como en una caja.
DOÑA LEONOR
Florela, trae una luz.
TALABERÓN
Ya se alborota la casa.
 

(Golpes a la puerta de mano derecha.)

 
 

(Dentro DON LUCAS.)

 
¿Qué ruido es aquel?
 

(Dentro DON PEDRO.)

 
Yo soy.
¿No hay un diablo que me abra? 965
DON ENRIQUE
¡Gran confusión!
DON ANTONIO
¡Fiero empeño!
 

(Sale FLORELA con luz.)

 
FLORELA
Ya está aquí como me encargas,
la luz: pero ¡ay de mí triste!
DOÑA LEONOR
No te espantes, llega, acaba.
DON ENRIQUE
¿Qué miro?
DON ANTONIO
¿Qué veo?
970
FLORELA
¿No quieres tu que me asombre
mi desgracia repetida?
Esos dos hombres
son señora, los que causan
mi desventura.
DOÑA LEONOR
¿Qué dices?
975
FLORELA
Que son dos que en mi patria
me quisieron, que es el uno
de quien vivo enamorada,
y a quien aborrezco el otro;
y sin duda que en tu casa 980
me buscan ambos, y así
mi vida, señora, ampara,
que yo sin alma, sin voz,
sin aliento, sin palabras,
sin discurso, aun movimiento 985
para la fuga me falta.
 

(Vase dejando caer la luz.)

 
TALABERÓN
Otra vez voló la luz.
DON PEDRO
¿Estáis dormidos canallas?
DON ENRIQUE
¿Florela en Madrid pesares?
DON ANTONIO
¿Dichas Florela en España? 990
DOÑA LEONOR
Sin saber qué me sucede,
sustos, y hielos me matan.
DON ANTONIO
Hallé el primer escondite.
DON LUCAS
Aquí es rumor: avanza,
Cartapacio; mas ¡qué miro! 995
DON ENRIQUE
¿Don Lucas?
DON LUCAS
¡Buena entruchada!
Pues vos con Leonor, ¿y a oscuras?
¿Qué hacéis dentro de mi casa?
DON ENRIQUE
Yo no sé qué le responda.

 (Aparte.) 

DOÑA LEONOR
¡Ah traidor, que mal me pagas! 1000
DON LUCAS
Hablad, o por Jesucristo
que os descosa media panza.
CARTAPACIO
Dios te tenga de su mano.
DON ENRIQUE
Esto es poneros en planta
vuestra intención, y venía 1005
de la materia tratada
hoy entre los dos a daros
respuesta.
DON LUCAS
Pues es cebada,
¿que se descabeza?
 

(Sale DON PEDRO.)

 
En fin,
hasta que rompí la aldaba 1010
no se hicieron notorias
mis coces, ni mis patadas.
Mas quien está aquí.
DON LUCAS
Un amigo.
DON PEDRO
¿A quién busca?
DON LUCAS
A un camarada.
DON PEDRO
¿Es a mí?
DON LUCAS
O a la sortija.
1015
DON PEDRO
Cosa es que pide probanza
por ser la hora exquisita.
DON LUCAS
Trate
de picarse si le rasca,
que esto no le toca al viejo,
caballero, usted se vaya. 1020
DON ENRIQUE
Estando aquí Don Antonio
fuera en mi amistad infamia
no sacarle a todo trance.
 

(Sale corriendo tras las gallinas MELCHORA.)

 
DOÑA MELCHORA
Pitas, pitas: ¡Ay que saltan!
¡Ay que se van!
DON LUCAS
¡Tome usted
1025
estotra con la embajada,
—12→
que sale ahora!
DON PEDRO
Melchorica,
¿qué es esto?
DOÑA MELCHORA
Padre de mi alma,
que he comprado estas gallinas,
y no quiero que se vayan. 1030
CARTAPACIO
Hos aquí.
JUANA
¡Qué bobería!
DON PEDRO
Pues otorga la fianza
Don Lucas, ya os podéis ir.
DON ENRIQUE
No me voy hasta que salga
una persona que está 1035
en aquel cuarto encerrada.
DOÑA LEONOR
Librar quiere a Don Antonio,
y en mi opinión no repara.
DON PEDRO
Don Lucas, ¿quién está allí?
DON LUCAS
¿Qué sé yo?
 

(Al paño DON ANTONIO vestido de mujer con guardapiés verde, y mantilla.)

 
DON ANTONIO
Ya halle una traza
1040
para escaparme famosa;
pues como es de la criada
este cuarto, una mantilla,
y un guardapiés en su cama
he visto, y me le he vestido. 1045
JUANA
Señores, tal zalagarda
en que parará.
DON PEDRO
Don Lucas,
¿qué decís?
DON LUCAS
Que es patarata,
que en este cuarto no hay nadie.
 

(Sale DON ANTONIO, y da sin pellizco a DON LUCAS al pasar muy de priesa.)

 
DON ANTONIO
¿Cómo que no? Esto esperaba 1050
yo a ver pícaro, alevoso,
ya verás lo que te pasa.
DON LUCAS
Mujer de dos mil demonios
¿tienes dedos, o tenazas?
TODOS
¿Qué es esto?
DON LUCAS
¿Pues yo qué sé?
1055
DON ENRIQUE
Ahora está bien que me vaya.
TALABERÓN
Don Antonio la logró.

 (Vase.) 

DON PEDRO
Bueno por cierto; encerradas
me tenéis pelendusquitas,
DON LUCAS
Yo dusquitas ni peladas: 1060
plegue a Cristo.
DON PEDRO
Bien Don Lucas,
ya por indecencia tanta
queda desde hoy la sentencia
de casamiento anulada.

 (Vase.) 

DON LUCAS
Leonor, por la cruz de Dios. 1065
DOÑA LEONOR
Buena estoy yo para gracias.

 (Vase.) 

DON LUCAS
Juana, si yo vi mujer...
JUANA
Pues ¿qué tenéis cataratas?

 (Vase.) 

DON LUCAS
Cartapacio ya tú sabes
mi ignorancia.
CARTAPACIO
Es una infamia,
1070
que se te atribuya un hecho
de tan viles circunstancias.

 (Vase.) 

DON LUCAS
Melchora.
DOÑA MELCHORA
¿Qué es lo que quieres?
DON LUCAS
Si yo...
DOÑA MELCHORA
No me hable palabra.
DON LUCAS
Entró mujer.
DOÑA MELCHORA
Yo la vi y tenía barbas,
1075
por señas.
DON LUCAS
No digas tal
que al creerte de mi amor desconfiada,
quiere andar mi entendimiento
a coces con mi desgracia.
DOÑA MELCHORA
¡Ah traidor! Que me has dejado 1080
al ver sus carantamaulas,
entre el temor, y el afecto
hecho el cariño una plasta.
DON LUCAS
¿No bastan a persuadirte
ver, dulcísima tirana, 1085
entre lágrimas, y mocos
mis verdades estofadas?
DOÑA MELCHORA
No, aleve, que allá en mi idea
tal vez dura, tal vez blanda
lo que la razón somete 1090
el desengaño sonsaca.
DON LUCAS
Pues yo me voy a tomar
por veneno de mis ansias
con un bizcocho de a libra
un vaso de leche helada. 1095
DOÑA MELCHORA
¿Ése es amor?
DON LUCAS
Es arrojo.
DOÑA MELCHORA
Eres un ruin.
DON LUCAS
Tu una zaina,
DOÑA MELCHORA
Lucas, murió mi fineza.
DON LUCAS
Melchora, pues enterrarla.
DOÑA MELCHORA
Él se escurre.
DON LUCAS
Ella se va.
1100
DOÑA MELCHORA
Aquitibá.
DON LUCAS
A mari Blanca.
DOÑA MELCHORA
Oh Dómine contra ti
sermo sermonis me valga.
DON LUCAS
¡Oh Musa, quién comprendiera
si eres Musa, o musaraña! 1105

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