Sic.
Además de sus ya tradicionales deformaciones del idioma español, la soldadesca de allende el Pirineo se dio a conocer por su colección de tacos y juramentos, que no debía de escatimar, y suelen ser generalmente lo que se enseña y aprende primero en tales casos: «¡Oh sacré nom de Dieu! / Bugre brigant d'español», exclama un cabo de patrulla.
Acto seg., escena III.
Al parecer, Velarde y Daoíz eran de pequeña estatura: 1,43 m. y 1,40 m. respectivamente, según Montón: «Los madrileños / tenemos corazón valiente y fuerte, / aunque somos, los más, chicos de cuerpo», dice Sebastián en la tragedia de Martí...
III, 2.
Litografía iluminada del Museo Municipal de Madrid; se ha reproducido en tamaño de tarjeta postal; no es del «siglo XVIII», sino del primer tercio del XIX.
Véase más adelante.
Véase mi artículo, «En torno a los cuadros del dos de mayo», n. 58
Pérez de Guzmán, El dos de mayo en Madrid, M., 1908, p. 434; según otros, en una de las salas del Retiro: así el militar francés J. T. Merle, en sus recuerdos (Núñez de Arenas, o. c., p. 165).
Escena III.