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1

«Elogio descriptivo»: El texto que aparece a continuación es producto, principalmente, de la combinación de dos versiones distintas. La fuente principal, sin embargo, ha sido la que aparece en un apéndice del tomo número 52 de la Biblioteca de autores españoles y que lleva el título general de Comedias escogidas de Frey Lope de Vega y Carpio (Alarcón 583-88). El anteriormente mencionado libro es el producto del exhaustivo trabajo de compilación y edición de don Juan Eugenio Hartzenbusch y fue realizado a finales del siglo XIX. A la versión de Hartzenbusch, por otro lado, le he añadido aquí, en forma de notas a pie de página, las palabras o frases diferentes que he encontrado en otra versión del poema que se encuentra en una antología manuscrita de la Biblioteca Nacional de Madrid (MSS 20468). El volumen en concreto del que forma parte esta segunda versión del poema lleva el título de Historia de Felipe Cuarto y, por lo que parece, fue compilado en su momento por un tal Diego de Soto de Aguilar. Por otro lado, también he encontrado un pequeño fragmento del poema en cuestión en la página 228 del libro de don Jenaro de Alenda y Mira, pero, sin embargo, no he usado en mi trabajo ninguna de las pequeñas diferencias que aparecen en ese texto. Asimismo, también es posible demostrar la existencia de, al menos, una versión más gracias a las pequeñas diferencias que se que se pueden apreciar en las citas que de este poema hace Quevedo en su «Comento contra setenta y tres estancias que don Juan Ruiz de Alarcón ha escrito [...]» (588-92).(N. del E.)

 

2

«cañas»: Considero importante incluir aquí la descripción que hace Fernández Guerra de los juegos de cañas:

Era este ejercicio un simulacro de pelea donde, colocadas las dos fuerzas frente a frente, y saliendo los jinetes uno a uno por opuestos lados, corrían a encontrarse de rodeo, arrojándose cañas en vez de lanzas, y retirándose con gran ligereza. Teníase por más diestro adalid el que conseguía parar los golpes con la adarga, o los burlaba hurtando el cuerpo, y el que señalaba la herida a su contrario en mejor parte, con más seguridad y mayor potencia. Muchas veces solían embestirse dos a dos, y hasta por cuadrillas, y concluir también como a la folla, peleando todos juntos sin orden ni concierto. (386)

Por lo que se refiere a los toros, se trataba de una actividad reservada casi exclusivamente a los nobles y que poco tiene que ver con lo que existe hoy. Baste decir que el toreo se realizaba a lomos de caballo y que a los toros se les abatía de forma brutal clavándoles todo tipo de objetos de metal.(N. del E.)

 

3

Como dice el propio Alarcón en el encabezamiento de su obra, este poema fue escrito en 1623 con motivo de la más importante de las fiestas de toros y cañas que se celebraron durante la estancia en la ciudad de Madrid del Príncipe de Gales, futuro Carlos I de Inglaterra. Esta fiesta en concreto tuvo lugar el 21 de agosto de ese año y en ella se celebró oficialmente el hecho de que, después de años de arduas negociaciones, se hubiera llegado a un principio de acuerdo para que la Infanta María, hermana de Felipe IV, se convirtiese en la esposa del heredero de la Corona inglesa. A pesar de toda esta parafernalia, sin embargo, las negociaciones acabarían en un tremendo fiasco que condicionaría las relaciones entre España e Inglaterra durante muchos años (véase Puyuelo).

Por otro lado, el poema que sigue también es interesante por el hecho de que en su creación participaran doce escritores además del propio Alarcón. El escritor mejicano era el que originalmente había recibido el encargo del Duque de Cea y fue el que, en definitiva, se encargó de dar la forma final a la obra. Sin embargo, cuando el poema estuvo terminado, Alarcón se negó a reconocer la participación de los otros escritores y, por lo que parece, tampoco repartió el dinero que el Duque de Cea había entregado. Esta extraña actitud le acarreó la crítica casi unánime de los miembros del ambiente literario madrileño al igual que una larga serie de poemas y textos satíricos dirigidos contra él que, en gran parte, es posible encontrar en los tomos 20 y 52 de la Biblioteca de autores españoles (páginas XXII-XXIV y 587-592 respectivamente).(N. del E.)

 

4

«avara»: Todo el mundo parece pendiente, casi con ansiedad. Nadie quiere perder detalle de la celebración. A esto es a lo que parece referirse Alarcón con lo de «admiración avara».(N. del E.)

 

5

Exagerar y ponderar con exceso las cosas, alabándolas y engrandeciéndolas (Diccionario de autoridades). Por lo tanto, los hechos, según lo que parece decir Alarcón, reciben el punto justo de alabanza y no hay ninguna exageración.(N. del E.)

 

6

Según el Diccionario de autoridades, una trompa es un instrumento marcial comúnmente hecho de bronce. Aquí el poema parece referirse, de forma alegórica, a la música de trompas que, supuestamente, la fama utilizaría para airear los acontecimientos. Según el poeta, sin embargo, los hechos históricos que aparecen narrados en este poema son de tal magnitud que, de hecho, no es necesario «mendigar aumentos» a la trompa de la fama.(N. del E.)

 

7

Clío es una de las nueve musas. Concretamente, es la musa de la historia. En consecuencia, en estos versos el poeta nos comunica su deseo de que este poema sirva para inmortalizar la memoria del suceso.Por otro lado, el hecho de que se refiera a su «numerosa Clío» podría ser una referencia tangencial a la participación de muchas otras personas en la composición de este poema. Como es bien conocido, Alarcón convenció a unos poetas para que le ayudasen a terminar el encargo del Duque de Cea a tiempo. En realidad, ésta es quizás la única instancia en que el poema nos deja ver, y de manera muy indirecta, que podría haber otros autores además del propio Ruiz de Alarcón.(N. del E.)

 

8

Como resumen de la estrofa podemos decir que el poeta desea que sus palabras sirvan para que no se pierda la memoria de unos acontecimientos tan notables. Por otro lado, se muestra muy interesado en que estos sucesos sean recordados en el futuro, supuestamente, según realmente ocurrieron. Alarcón sugiere, en ese sentido, que su voz está «informada bien» y también asegura que pretende imponerle «ley» al «albedrío» de la fama. Sin embargo, como veremos a lo largo del poema, Alarcón, en realidad, contará algunos detalles de forma muy distinta a como ocurrieron en la realidad.(N. del E.)

 

9

Las cañas se hicieron el lunes 21 de agosto de 1623 del calendario español. (N. del E.)

 

10

Febo es uno de los muchos nombres con que los antiguos griegos se referían al sol (Smaller Classical Dictionary). (N. del E.)