271
«Ébano»: Tipo de madera negra. (N. del E.)
272
Con «animados vientos» se refiere a los veloces caballos. (N. del E.)
273
Soto: «presta». (N. del E.)
274
Soto: «mentida oposición que a los vientos /». (N. del E.)
275
El ébano, oro y plata que se mencionan en la estrofa podrían ser referencias a los colores de la cuadrilla real. Dice Peña al respecto: «El vestido de su Majestad y señor Infante era rico y costoso: capellar y marmota de raso encarnado bordados de oro y negro, manga blanca rizada, y penachos de plumas encarnadas y negras; y en proporción del Rey los demás de su cuadrilla» (Simón Díaz 245-6).
Por otro lado, también existe la posibilidad de que se esté refiriendo a la cuadrilla de la Villa de Madrid, que salió justo después que la del Rey. De ser esto cierto, tendríamos que entender los dos últimos versos de la estrofa como una referencia indirecta al color naranja que vestía esta cuadrilla. Al fin y al cabo, no es extraño que las nubes adquieran el color naranja cuando al atardecer reciben los rayos del sol. Esta última interpretación, sin embargo, me parece menos verosímil. (N. del E.)
276
Soto: «palabra». (N. del E.)
277
Los caballos o caballeros que acompañaban al líder de esta cuadrilla eran tan rápidos que parecían relámpagos. (N. del E.)
278
Soto: «un». (N. del E.)
279
Apolo. (N. del E.)
280
La estrofa parece referirse a la salida a la plaza de Duarte. En efecto, el leonado, azul y plata eran los colores de don Duarte (Simón Díaz 239). El poeta menciona directamente el color azul y sabemos que en numerosas ocasiones a lo largo del poema se relaciona el color blanco con la plata.
Por otro lado, la cuadrilla de don Duarte salió a la plaza justo después de que lo hubiera hecho la de la Villa de Madrid, según sabemos por numerosas relaciones de sucesos que describen este acontecimiento. Con estas pistas, por lo tanto, podemos asegurar que, efectivamente, estos versos tratan de don Duarte. (N. del E.)