451
Testimonio de Caridad Olalquiaga en: MAURÍN, Jeanne, Cómo se salvó..., p. 119.
452
Testimonio de Joaquín Maurín en MAURÍN, Jeanne, Cómo se salvó..., pp. 84-85.
453
Partido asociado al POUM en el Buró Socialista Revolucionario Internacional.
454
Mosén Iglesias Navarri había sido comandante capellán, pero se acogió a la reforma militar de Azaña y se retiró del Ejército, pasando a ejercer como profesor de la escuela de huérfanos del Ejército en Toledo, aunque adscrito oficialmente a la diócesis de Seo de Urgell. En julio de 1936 estaba de vacaciones con su hermano Joaquín, también cura, en Durro, un pueblo del Pirineo. Perseguidos por la FAI, lograron pasar a Francia. Joaquín Iglesias se quedó en Périgueux y Ramón volvió, meses después, a España para ponerse al servicio del Gobierno de Franco. Fue nombrado secretario del vicariato general castrense, con rango de comandante-jefe del cuerpo general castrense, posiblemente por haber coincidido con el general Franco durante las campañas de África. Tenía su sede en Toledo (ROURERA, L., Joaquín Maurín, p. 637).
455
CIFUENTES, J., El asalto a la República, p. 53.
456
Para averiguar lo realmente sucedido tenemos el insalvable obstáculo de que mosén Iglesias nunca contó a nadie con claridad, ni siquiera a su primo, qué gestiones hizo para salvarle la vida.
457
GARCÍA LAHIGUERA, F., Ramón Serrano Súñer, pp. 76-88.
458
GARRIGA, R., Los validos de Franco, p. 82.
459
SÁNCHEZ, M., Maurín, gran enigma..., habla de encuentros entre Maurín y Serrano: «Siendo acaso Maurín secretario de la Confederación Nacional de Trabajo, el señor Serrano Súñer, entonces abogado joven, en ejercicio, defendió, según yo tengo entendido, cierto caso en que estaban implicados sindicalistas de Zaragoza. Serrano fue, luego, diputado de la CEDA en la misma legislatura en que lo era Maurín. Presumo que si antes no se conocían, Maurín causaría gran impresión a Serrano si éste escuchó el discurso en el que Maurín atacaba -¡y cómo!- al presidente del Gobierno, señor Casares Quiroga, así como algún otro pronunciado dirigiéndose a Azaña» (pp. 313-314).
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En realidad son varios meses, de febrero a septiembre.