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341

«Lo cierto es que, en general, el libro, de 86 páginas y no mucha calidad, está en la órbita de los poetas modernistas de segunda fila», afirma María Teresa González de Garay en la «Introducción» a su edición de El gafe, o la necesidad de un responsable, y Otras historias, de Paulino Masip (Logroño, Consejería de Cultura del Gobierno de La Rioja, colección Biblioteca Riojana-3, 1992, p. 20).

 

342

Anna Caballé precisa que esas tres obras de Nodier son Recuerdos de juventud, La señorita de Marsán y La novena de la Candelaria, «las tres novelas publicadas por Espasa-Calpe, Colección Universal, Madrid, 1924» (Sobre la vida y obra de Paulino Masip. Barcelona, Ediciones del Mall, 1987, p. 20).

 

343

Alberto Cousté afirma que esos periódicos roanos murieron en 1928 «por la asociación de multas gubernativas» impuestas por la dictadura primorriverista a una prensa de «una declarada vocación republicana», en «Semblanza biográfica», introducción a Cartas a un español emigrado, de Paulino Masip (San Miguel de Allende, Cuadernos del Nigromante, 1989, p. 16). Por su parte, Carmen Bustamante Terroba ha estudiado «La labor periodística de Paulino Masip en La Rioja: Heraldo de la Rioja (1924-1925) y Heraldo Riojano (1926)», en AA.VV., Jornadas sobre Prensa y sociedad, edición de J. M. Delgado Idarreta y María Pilar Martínez Latre (Logroño, Instituto de Estudios Riojanos, 1991, pp. 235-257).

 

344

María Teresa González de Garay, «Introducción» a El gafe, ob. cit., pp. 23-24.

 

345

Puede consultarse sobre el tema «Paulino Masip en Estampa», introducción de María Teresa González de Garay a su edición de Seis estampas riojanas de Paulino Masip (Logroño, Consejería de Cultura del Gobierno de La Rioja, colección Biblioteca Riojana, Serie Menor-2, 1996, pp. 11-54). Hay un índice de las «Colaboraciones de Paulino Masip en Estampa» en los apéndices de esta edición, ob. cit., pp. 115-120.

 

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«Su madre, Dolores Roca Llop, (...) buena lectora y de gran sensibilidad, trabajó como actriz aficionada en su juventud, de donde procedía su pasión por el teatro, al que asistía siempre que había oportunidad con sus hijos» (María Teresa González de Garay, «Introducción» a El gafe, ob. cit., p. 18).

 

347

Augusto Barcia recuerda que «la tendencia hacia dentro, hacia la vida interior, característica de Masip, tuvo manifestaciones muy tempranas, pues su vocación literaria se expresó, pasada apenas la edad de 11 años, en un drama titulado Remordimiento; y el título basta por sí solo para descubrir la inclinación del autor a los conflictos psicológicos», según cita María Teresa González de Garay en su «Introducción» a El gafe, ob. cit., p. 20, nota 15.

 

348

Jardiel Poncela, a propósito del estreno de su obra El cadáver del señor García en diciembre de 1929, mencionaba a Masip como un crítico joven que había elogiado su calidad, según testimonia Anna Caballé en ob. cit., pp. 22-23.

 

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Juan Aguilera Sastre y Manuel Aznar Soler han documentado la trayectoria de El Caracol y este primer estreno de Masip en Cipriano de Rivas Cherif y el teatro español de su época (1891-1967). Madrid, Publicaciones de la Asociación de Directores de Escena (ADE), serie Teoría y Práctica del Teatro-16, 2000, p. 128.

 

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Dúo, dedicada «A Cipriano de Rivas Cherif, marinero, patrón y soplo eólico de este pequeño velero dramático», se publicó, junto a El abolengo, «comedia en dos actos» de Manuel Linares Rivas, en las páginas 57-64 del tomo 102 (31 de agosto de 1929) de la popular colección teatral madrileña La Farsa, publicación semanal que dirigía Valentín de Pedro.