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21

Cfr. las notas 24 y 25. En la nota verbal del 8 de enero de 1940 (AMAE), la legación consular de Franco en Chile informaba a Madrid: «Tiene el propósito Pablo Neruda, que se vio frustrado al trasladarse a México, de fundar en Chile una Universidad de Estudios Hispánicos que estaría atendida por los más destacados españoles que se encuentran expatriados». Este texto es una prueba más de que el interés de Neruda por España no estaba solamente motivado, como afirman sus detractores, por el sectarismo político.

 

22

Texto recogido en el informe de J. R. Gómez-Acebo de 29 de diciembre de 1939, que se conserva en AMAE.

 

23

Cfr. P. Neruda, Confieso que he vivido, Barcelona, Seix Barral, 1994, pp. 197-198 y 204-208. El artículo en cuestión se titula «El Winnipeg y otros poemas». Lo escribió en 1969 para la agencia literaria de Joaquín Maurín. Cfr. «Fondo ALA/Maurín», Special Collections, Richter Library, University of Miami. Recojo este artículo al final, como un anexo a esta ponencia.

 

24

Cfr. los capítulos «Las luchas políticas del exilio» y «El pleito del Vita» en mi libro Hipótesis sobre el exilio republicano de 1939, ob. cit., pp. 207-243 y 245-292, respectivamente.

 

25

P. Rodríguez Verde, «La memoria del exilio y su representación en el testimonio oral», Españoles en Francia (1936-1946), Salamanca, Universidad de Salamanca, 1991, p. 392.

 

26

Cfr. E. Younes, «Jorge Semprún o el gran viaje», Españoles en Francia (1936-1946), ob. cit., p. 358. Pero no hay que olvidar que una parte significativa de la población francesa estaba en contra de estos comportamientos.

 

27

Informe de J. R. Gómez de Acebo, informe del 10 de octubre de 1939 (AMAE). A continuación se añadía este comentario: «Antes de embarcar en Francia se les prometió que a su llegada a Chile recibirían 1.500 pesos por persona, ayuda ésta que no han visto ni verán pues el comité de Socorro contaba para ello con 3 millones de francos pero que a causa de la guerra no han podido ser girados». Como sea, la FOARE auxilió a los refugiados.

 

28

Informe del 12 de enero de 1940 (AMAE).

 

29

J. Semprún, El largo viaje, Barcelona, Seix Barral/Biblioteca de Bolsillo, 1994, p. 51.

 

30

Como recuerda Javier Pradera, «El descubrimiento del exilio en España», en El destierro español en América. Un trasvase cultural, edición de N. Sánchez-Albornoz, Madrid, Ediciones Siruela, 1994, p. 23. «Aunque las reconstrucciones del pasado tiendan a resultar engañosas, no me parece arriesgado aventurar que el descubrimiento del exilio cultural español era inevitable en los años cincuenta... ¿Cómo se hubiera podido leer poesía y no preguntarse por Juan Ramón Jiménez, Pedro Salinas, Jorge Guillén, Rafael Alberti o Luis Cernuda? ¿Cómo se hubiera podido estudiar historia medieval sin conocer la obra de Claudio Sánchez-Albornoz? ¿Cómo los cinéfilos hubiesen podido no interrogarse sobre Luis Buñuel; los melómanos sobre Pau Casals; o los aficionados al teatro sobre Alejandro Casona y Margarita Xirgu? ¿Cómo los profesores de Derecho hubiesen podido prescindir de citar a Luis Jiménez de Asúa? ¿Cómo Picasso podía ser eludido?».