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541

«(...) la vraie littérature a compris depuis toujours que le meilleur moyen de parler du réel était de se faire le réel», Raymond Jean, La littérature et le réel. De Diderot au «Nouveau Roman», París, Albin Michel, 1965.

 

542

«La letteratura si organizza come una pseudoteologia, in cui si celebra un intero universo, la sua fine e il suo inizio, i suoi riti e le sue gerarchie, i suoi esseri mortali e immortali: tutto è esatto, e tutto è mentito» (Giorgio Manganelli, La letteratura come menzogna, Milán, Feltrinelli, 1967).

 

543

Rafael Alberti, La arboleda perdida. Libros I y II de memorias, Barcelona, Seix Barral, 1976, p. 9.

 

544

«Like an epitaph, or ruins, the sign -or autobiography- attempts to make present the very thing whose absence it marks» (Argumento de Paul de Man, comentado por James D. Fernández, Apology to Apostrophe. Autobiography and the Rhetoric Self-Representation in Spain, Durham, Duke UP, 1992, p. 91).

 

545

Pierre Nora, ed., Les Lieux de Mémoire, Paris, Gallimard, 1984.

 

546

El hecho de escribir en el exilio sobre el país de origen y en la lengua de éste no es tampoco fenómeno exclusivo del exilio español del 39. Vicente Lloréns Castillo detecta idéntico hábito en los exiliados del siglo XIX en Londres (Liberales y románticos. Una emigración española en Inglaterra, Madrid, Castalia, 1968). Y Carlos Blanco Aguinaga lo advierte en Cortázar, Unamuno y otros autores de muy diferente origen («Literatura del exilio español del 39», versión leída, Colegio de México, diciembre de 1990).

En el exilio no había un espacio histórico. La bandera republicana y las canciones serían simbólicos «lugares de memoria» en el exilio, y el Ateneo Español de México (fundado en 1949) constituye otro ejemplo claro; como nota Ascensión H. de León Portilla, «la memoria histórica colectiva ha sido sin duda una de las tareas esenciales de los impulsores del Ateneo» (Cuadernos Americanos, nueva época, vol. 2, 26, marzo-abril 1991, pp. 149-163). Por ello no es casual que su biblioteca sea uno de los mejores fondos literarios del exilio.

 

547

Richard Terdiman, «Deconstructing Memory: On Representing the Past and Theorizing Culture in France Since the Revolution», Diacritics, 15 (1985), pp. 13-36.

 

548

Shoshana Felman y Dorothy Laub, Testimony. Crises of witnessing in literature, psychoanalysis, and history, New York, Routledge, 1992.

 

549

David Herzberger, «Narrating the Past: History and the Novel of Memory in Postwar Spain», PMLA 106 (1991).

 

550

«Respuesta de los intelectuales españoles en la emigración a José Luis Aranguren», Cuadernos Americanos, México, LXXVI, 4, (julio-agosto 1954), p. 80. La intencionalidad e insistencia por parte tanto de intelectuales españoles del interior como de revistas y organismos editoriales (Ínsula, Índice, Papeles de Son Armadans) por publicar e incorporar a los intelectuales exiliados era evidente y constante, como demostrará finalmente la creación de la colección El Puente, y la invitación al diálogo establecida anteriormente por rebeldes como Ridruejo, y sumarizada la invitación a la colaboración común propuesta por José Luis Aranguren.