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121

Ibídem, p. 50.

 

122

Cfr. Aurora de Albornoz: «Poesía de la España Peregrina: Crónica incompleta», en José Luis Abellán: El exilio español de 1939. IV Cultura y Literatura. Madrid, 1977, pp. 69-71; Joaquín Caro Romero, «La 'tauromaquia' de Antonio Aparicio», prólogo a A. Aparicio, Gloria y memoria del arte de torear. Sevilla, Servicio de Publicaciones, 1981, pp. 11-17; José María Barrera López, «A. Aparicio, poeta de Sevilla», ABC, Sevilla (22 septiembre 1982), p. 13; José María Barrera López, «Guerra civil y destierro en Antonio Aparicio», Mosaico de varia lección literaria en homenaje a José María Capote Benot. Departamento de Literatura Española, 1992, pp. 233-248; Daniel Pineda Novo, «Antonio Aparicio, perfil de un poeta», Cuadernos Hispanoamericanos, 509 (noviembre 1992), pp. 103-113.

 

123

De la actividad, en este momento, del escritor ha dado cuenta Manuel Andújar, en «Las revistas culturales y literarias del exilio en Hispanoamérica», en José Luis Abellán: El exilio español de 1939. III. Revistas, pensamiento, educación, Madrid, Taurus, 1976, pp. 88-90. Revistas como Luna, editada en la misma embajada (1939-1940), donde Aparicio publicaría, entre otros, «Romance cordobés» (n. 20), «Noctabulandia», «El sacrificio» (cuento), «Retrato de un niño» (n. 30), «Rafael Alberti» (fragmento de una conferencia».

 

124

Anónimo, «Antonio Aparicio escribirá un libro sobre Venezuela», El Nacional, s.f., p. 28. la fecha de publicación de Fábula del pez y la estrella es 1946 («Este libro se terminó de imprimir el día 13 de junio del año mil novecientos cuarenta y seis, en la imprenta López, Perú 666, Buenos Aires, República Argentina»). Cuando Europa moría no lleva fecha alguna de edición. La niña de Plata (Canciones y Poemas de arte menor) se publicó gracias al Ateneo de Valencia del Rey (Venezuela), en 1955 (abril-mayo). Es el número 11 de los Cuadernos Cabriales, dirigidos por Felipe Herrera Vial: «A los nobles poetas de Venezuela que me han dado su amistad, dedico yo estos versos. / Escritos bajo el cielo oscuro de algunas ciudades de Europa, les toca ahora, al llegar el momento de ver la luz, verla entre las viejas calles y los líricos naranjales de Valencia del Rey».

 

125

Joaquín Caro Romero: ob. cit., p. 16.

 

126

Carta de A. Aparicio a mi persona, fechada en Caracas, 25 de octubre de 1994. Recordemos las propias palabras de Aparicio transcritas por Aurora de Albornoz: «Soy autor de extensa obra, pero dominado por la pereza y la indecisión a la hora de publicar» en A. de Albornoz, art. cit., p. 70, n. 48.

 

127

A. de Albornoz, art. cit., p. 69.

 

128

He tenido acceso a ellos gracias a su familia (hermana María) y amigos (en especial, José María Martín Comello), a quienes agradezco aquí la ayuda ofrecida para este trabajo.

 

129

A las 16 colaboraciones apuntadas por Daniel Pineda en su artículo hay que añadir 6 más que yo mismo he localizado también el El Liberal (entre otras, «El dolor de vivir», «Estampas de Tiempo atrás», «Dolor y muerte de Lope de Vega», «El dolor de vivir. Se ha matado un hombre» y «El dolor de vivir. Aventura póstuma de Bécquer»). Todas ellas entre el 30 de septiembre de 1934 y el 14 de abril de 1936. Cfr. Daniel Pineda, «A. Aparicio: Perfil de un poeta», art. cit., p. 109.

 

130

A Vicente Aleixandre le dedicará la décima «Violeta», recogida en Fábula del pez y la estrella, ob. cit., p. 36. Pablo Neruda dirá de él en su Confieso que he vivido: «A Antonio Aparicio, que llegó de Andalucía directamente a mi casa» (Barcelona, Seix Barral, 1974, p. 166). Con Rafael Alberti comparte su pertenencia a la Alianza de Intelectuales Antifascistas. En Anónimo, «Antonio Aparicio escribirá un libro sobre Venezuela», ob. cit., se afirma: «Nació en Sevilla y fue a Madrid, a los veinte años, para un aprendizaje literario, para un ejercitarse en la amistad y en la afinidad de gente que, viva o muerta, sigue llenando con su voz los ámbitos de la cultura española. -Alberti -musita Aparicio- Neruda, Federico... Tuve el privilegio de conocer a Antonio Machado». Sobre Lorca, v. infra.