Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.
 

601

Un análisis global de la producción de Serrano Plaja demostraría, a pesar del antagonismo aparente que parece definir toda su trayectoria, una evolución coherente en su reflexión estética desde las primeras a las últimas obras. Así, esta idea de la defensa de la individualidad del artista, defendida en la «Ponencia colectiva», se manifiesta ya en su «Arte de soledad y silencio» (articulo de mayo de 1933 publicado en el número 7 de Hoja Literaria, pp. 3-4); en la práctica de El hombre y el trabajo («Los poetas», ob. cit., pp. 36-37), y en fases posteriores que seguidamente aparecerán convirtiéndose en un recurrente más allá de la significación buscada en cada momento.

 

602

«El arte comprometido y el compromiso del arte», Cuadernos del Congreso por la Libertad de la Cultura, París, XLI (marzo-abril 1960), pp. 18-30. Recogido posteriormente en El arte comprometido y el compromiso del arte y otros ensayos, Barcelona, Delos-Aymà (Fiel Contraste, 4), 1967, pp. 5-27.

 

603

Al respecto, Serrano Plaja declaró en una entrevista a Francisco Caudet que desde Galope de la suerte el cambio de su poesía es consecuencia de una crisis personal donde influyen las características del destierro (dolor, desplazamiento, soledad) y «al mismo tiempo todo eso va entrando en conflicto con mi convicción política. Cuando se hace un cambio, con la entrega tan total como yo la hice, no se vuelve de eso así como de la noche a la mañana. Pero el hecho es que un día es Stalin, otro los procesos de Moscú, etc., y va cristalizando todo en una tortura, dolor y aislamiento, en términos políticos, materiales, humanos, etc. Uno ha perdido España y en un momento determinado, a la vez, el mundo de la revolución en el que empiezo a no creer (...), me quedó la satisfacción de romper limpiamente, con una motivación clara e ideológica», en «Visita al poeta Arturo Serrano Plaja», Camp de l'Arpa, 16 (enero 1975), pp. 16-17.

 

604

Arturo Serrano Plaja, Galope de la suerte. 1945-1956, Buenos Aires, Losada (Poetas de España y América), 1958. Citamos por esta edición.

 

605

Emilio Miró, «Galope de la suerte o la palabra desgarrada o turbulenta», en José Luis Aranguren y Antonio Sánchez Barbudo (coordinadores), Homenaje a Arturo Serrano Plaja, Madrid, Taurus (Persiles, 156), 1982, pp. 131-148.

 

606

Según Luis Felipe Vivanco, quien preparaba poco antes de morir en 1975 una antología de la poesía de Serrano Plaja titulada Los álamos oscuros, que se iba a editar en Barral y que finalmente se publicó en 1982 con igual título junto a un prólogo a medio hacer de Vivanco [Barcelona, Plaza & Janés (Selecciones de Poesía Españolan, en este libro su autor «se aleja de sí mismo, contemplándose en su condición humana de vencido: aunque sin tomarse en serio como víctima», (pp. 23-24). También A. Porqueras Mayo definía en su momento el humor del poeta como «tremebundo y agresivo contra sí mismo; humor que se queda en un terreno de nadie entre lo resignado y lo amargo; alejado también de la ternura», Revista Hispánica Moderna, tomo XXVI, 1-2 (enero-abril 1960), p. 121.

 

607

«Es lo que he aprendido en Guernica, esto es, el esperpentismo que hace Picasso, la deformación intencional, pero profunda y llena de un sentir (...). He aprendido, en fin, la actitud interna para ese poema en Guernica, viendo la verdad profunda que hay en ese cuadro, que es una deformación de una realidad fotográfica para expresar una realidad superior», en Francisco Caudet, «Visita al poeta...» art. cit., p. 17.

 

608

Antonio Sánchez Barbudo, «Serrano Plaja en mi recuerdo y en sus poesías», en Homenaje a Arturo Serrano Plaja, ob. cit., pp. 11-46.

 

609

Arturo Serrano Plaja, «Kafka y la segunda consulta al Doctor Negro», Sur, Buenos Aires, 173 (marzo 1949), p. 85. Con leves retoques, publica de nuevo el artículo bajo el título de «De Vigny a Kafka. El Doctor Negro pronostica El Proceso», Papeles de Son Armadans, tomo XXI, LXIII (junio 1961), pp. 250-264, y con este mismo título lo recoge en El arte comprometido y el compromiso del arte..., ob. cit., pp. 77-86. En esta idea de culpabilidad innata a la condición humana, Serrano Plaja ya muestra una irónica amargura: «llega un momento en la conciencia histórica del hombre en el cual se duda de todo», no de «la nostalgia de estar caídos, de que nos sentimos desposeídos y acusados», pero sí de que haya una «falta original». Como «no es posible dudar» de la caída, «lo mejor es que hayamos cometido algún delito». Kafka, según Serrano Plaja, toma esta idea: como el resultado sería idéntico, contribuye «a inventar las piezas del proceso mismo con su propia conducta», que siempre es mejor que «sentirse inculpado sin culpa» (ibíd., pp. 85-86). Se deja de lado ahora una interpretación que podría sustentarse en la biografía del poeta.

 

610

Tomo la cita de Alejandro Duque Amusco, «El valor de la palabra», donde comenta el proceso de substitución en ciertas poéticas de los últimos años «de los valores de la fe» por el «hecho poético, que ahora se sitúa en un plano ascendente de religiosidad sin dios», en Biruté Ciplijauskaité (editora), Novísimos. Postnovísimos. Clásicos: La poesía de los 80 en España, Madrid, Orígenes (Tratados de Crítica Literaria), 1990, pp. 70 y 71.