Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.
Anterior Indice Siguiente




ArribaAbajo

Acto II

 
Salen DEMETRIO, ya hombre, y LAMBERTO y RUFINO.

 
DEMETRIO
Poco a poco no podrás.
RUFINO
Anda, señor, poco a poco.
LAMBERTO
Hijo, pues tus hombros toco
y no me levantan más,
siendo como son colunas 5
del templo de mi esperanza,
es que la muerte me alcanza
con sus alas importunas.
Porque es un ave crüel
que cuanto vive deshace, 10
pues desde que un hombre nace
viene balando tras él.
-fol. 83v-
Yo muero sin ver cumplido
lo que tanto he deseado,
que fue verte en el estado 15
para que fuiste nacido.
Abre los ojos y advierte
estas últimas palabras.
DEMETRIO
En mí tu sepulcro labras,
que he de ser piedra en tu muerte. 20
LAMBERTO
Desde que Boris, tirano
del ducado de Moscovia,
te quiso matar, Demetrio,
sucedieron tantas cosas
que no solo aquí mi lengua, 25
pero apenas las historias,
archivos de los sucesos
del mundo, las dirán todas.
Yo puse a César, mi hijo,
cuando su gente traidora 30
entró a buscarte en el fuerte
llena de armas y pistolas,
en tu lugar, donde fue
muerto por ti, hazaña honrosa
más que fue la de Copiro, 35
que si los labios se corta,
darte la vida de un hijo
fue prenda más amorosa,
porque si hay boca en las almas,
del alma te di la boca. 40
En aqueste sacrificio
fue al revés la historia toda:
yo fui Abraham; mi hijo, Isac;
tú fuiste el cordero y hostia.
Pero no bajando el ángel 45
a la espada rigurosa,
quedose el cordero vivo
y el hijo muerto en memoria.
Boris, pensando, Demetrio,
que eres tú el muerto, negocia 50
con los homicidas fieros
que en la corte de Moscovia
digan que de peste fue,
porque es gente tan medrosa
de peste como se vio 55
en el remedio que toman.
Pusieron fuego al castillo,
donde las casas, la ropa,
mi hijo y alguna gente
hicieron consuelo a Troya. 60
Della te saqué, Demetrio,
por remate de mi gloria
dejando a Tibalda muerta.
¡Tibalda, mi amada esposa!
También fue historia al revés, 65
pues quiere el Cielo que ponga
en salvo Anquises a Eneas,
pues era tu edad tan poca.
Boris envió a Tartaria
las personas sospechosas 70
de su imperio, donde muchos
les dio muerte con ponzoña.
Murió, Teodoro, tu padre;
Cristina dicen que es monja,
mas pienso que la mataron 75
tantas penas y congojas.
Con esta seguridad
el tirano se corona
emperador de Rusia
y gran duque de Moscovia, 80
César de Astracán24 se llama,
rey de Tartaria se nombra,
porque son todos estados
de los mayores de Europa.
Yo con aqueste soldado, 85
de cuya fïel persona
fue tu nombre y fue tu vida
como se ha visto en las obras,
varias provincias anduve
hasta que la edad brïosa 90
de los juveniles años
despertase tu memoria.
Ya es tiempo, Príncipe ilustre,
que, volviendo por tu honra,
-fol. 84r-
por tu vida, por tu fama, 95
a quien eres correspondas
cobrando el paterno imperio,
que Dios te dará victoria
del tirano que ha diez años
que de tu laurel se adorna; 100
mas mira cómo lo intentas
y fías tan grandes cosas,
que no hay amistad segura
donde interés se interponga.
Mira que te han de vender 105
la codicia y la lisonja
que en las cortes de los reyes
andan en diversas formas.
Si intentares declararte,
ha de ser cuando conozcas 110
el pecho de quien te fías
con esperiencias notorias.
Gran señor naciste al mundo;
si tantos estados cobras,
ten memoria deste viejo. 115
Y adiós, que mi vida es poca,
y gastada en tus cuidados
no es maravilla que rompa
el hilo la dura Parca
que me niega el ver tus glorias. 120
 
(Vascas de muerte.)

 
DEMETRIO
¿Espira mi padre?
RUFINO
Espira.
DEMETRIO
¡Ah, padre! ¿Por qué me dejas?
RUFINO
Deja, Demetrio, las quejas
y al remedio incierto mira.
DEMETRIO
¡Ay, Rufino! ¿Qué consuelo 125
puede haber en tanto mal?
RUFINO
Ya tiene el rostro mortal
y el cuerpo se vuelve un yelo.
Llevarle quiero a su cama;
aguarda, Demetrio, aquí. 130
DEMETRIO
En dura estrella nací.
RUFINO
¡Ah, viejo digno de fama!
 
(Lleva RUFINO adentro a LAMBERTO.)

 
DEMETRIO
   Nací rey; pobre soy, secreto vivo.
Si digo que soy rey, cierta es mi muerte;
si no lo digo, viviré de suerte 135
que envidie el remo del más vil cautivo,
   pues, si paso la vida fugitivo,
¡qué dura pena!, ¡qué dolor más fuerte!,
¿adónde me pondré que no me acierte
el rayo?, ¿seré palma o seré olivo? 140
   ¡Pluguiera a Dios que un labrador naciera!
No hay en este ajedrez tretas sutiles,
porque se acaba el juego de manera
   que los reyes, las damas, los arfiles
junta la muerte, sin quedarse fuera 145
las piezas altas ni las piezas viles.
 
(Sale RUFINO.)

 
RUFINO
Ya de todo punto es muerto.
DEMETRIO
En él murió mi esperanza,
padre, amparo, confïanza,
luz, maestro, norte, puerto. 150
No quiero vida, Rufino;
no quiero estado ni imperio.
Sea el reino un monesterio.
  -fol. 84v-  
RUFINO
¿Qué dices?
DEMETRIO
Que determino
tomar un hábito aquí 155
y, con disfrazado nombre,
vivir, Rufino, como hombre,
que para morir nací.
RUFINO
¿Fraile?
DEMETRIO
Pues, ¿qué puedo hacer
para asegurar mi vida 160
de un tirano perseguida
que tiene tanto poder?
RUFINO
Fía, Demetrio, de mí,
que no habrá cosa que seas
en que también no me veas. 165
¿Quieres ser fraile?
DEMETRIO
Yo sí.
RUFINO
Pues yo soy tu compañero.
Da a Lamberto sepultura
y un monesterio procura.
DEMETRIO
Darte mil abrazos quiero. 170
RUFINO
¿Serás de misa?
DEMETRIO
Es razón
que me ordene, siendo rey.
RUFINO
Bien dices. Yo a toda ley
pienso ser...
DEMETRIO
¿Qué?
RUFINO
Motilón.
 
(Vanse, y salen BORIS y OROFRISA, su mujer, y RODULFO.)

 
BORIS
¿Quién puede haber que eso diga 175
ni que lo funde en razón?
OROFRISA
Una vulgar opinión
a mucha sospecha obliga.
Dicen que Demetrio es vivo,
y que le guardó Lamberto. 180
BORIS
Demetrio, señora, es muerto;
cese tu deseo altivo.
Ni aun reliquias puede haber
de sus cuerpos abrasados;
creed que destos estados 185
mira la envidia el poder.
Alguno, por levantar
a Moscovia contra mí,
dice que vive.
OROFRISA
¿Es ansí?
BORIS
Ejemplos os puedo dar. 190
No solo que antiguamente
muchos reyes se fingieron
ser aquellos que murieron,
pero en esta edad presente,
porque en Portugal de España 195
mil intentaron reinar,
que los hizo castigar
Felipe.
OROFRISA
La misma hazaña,
Boris, podrá ser que intente
quien hace a Demetrio vivo. 200
BORIS
Orofrisa, en este altivo
lugar y imperio eminente
estoy por industria yo,
y alguno querrá entender
que le podrá suceder 205
lo que a mí me sucedió.
¡Rodulfo!
RODULFO
¿Señor...?
BORIS
Aquí
te llega más con los dos.
¿Murió Demetrio?
RODULFO
Por Dios,
que entre estas manos le vi 210
rendir el alma del pecho.
BORIS
¿Pusiste fuego al castillo?
RODULFO
Que digas me maravillo
de lo que estás satisfecho.
Ni una piedra se descubre, 215
que donde el castillo fue,
la yerba, no solo a pie,
un hombre a caballo cubre.
BORIS
Orofrisa está dudosa:
la vulgar opinión sigue. 220
RODULFO
Intenta que se mitigue
esta plática enfadosa.
Pon pena, pues es justicia,
a quien dijere que es rey.
BORIS
¿No ves tú que de la ley 225
nace también la malicia?
Los reyes nunca han de hacer
premáticas de callar,
porque es obligar a hablar,
a preguntar y saber. 230
OROFRISA
Forzallos a obedecella.
BORIS
Lo que una cosa dilata
-fol. 85r-
es decir, cuando se trata,
que ninguno trate della.
El medio que yo tendré 235
para saber la intención
de aquesta nueva opinión,
aunque pienso que la fe,
es visitar mis estados,
y luego pienso partir. 240
OROFRISA
Con vós, señor, quiero ir
a sentir vuestros cuidados,
aunque detenerme intenta
de mis hijos el amor.
BORIS
El ver la cara al señor 245
mucho al súbdito sustenta.
Rodulfo, esté a punto luego
lo necesario.
OROFRISA
Querría
ver el fuerte.
BORIS
Prenda mía,
en las cenizas del fuego 250
hallaréis un bosque agora.
Demetrio murió.
OROFRISA
Eso creo;
vivid vós.
BORIS
Vivir deseo
para serviros, señora.
 
(Vanse, y sale DEMETRIO, hábito de fraile.)

 
DEMETRIO
Temerosa vida mía 255
que tantas figuras haces:
no fíes en tus disfraces;
solo en el Cielo confía.
Pues ya con otros intentos
estoy, con el bien que fundo, 260
destotra parte del mundo,
¿qué me queréis, pensamientos?
Ya no soy rey. ¿Qué queréis?
Un pobre fraile soy ya;
a donde el mundo no está, 265
pues que sois de allá, no estéis.
Conquistad otro lugar
adonde la ambición sobre;
mirad que quiero ser pobre:
dejadme de atormentar. 270
Haced cuenta que estoy muerto:
ya no quiero otra corona,
porque esta, aunque pobre, abona
reino más durable y cierto.
¿Qué sirve representar 275
al alma la sangre mía?
Salid de mi fantasía,
que no me pienso mudar.
Ya sé que tiene mi tío
mi imperio y reino usurpado; 280
ya sé que me le ha quitado
y que de derecho es mío,
pero conquistáis los vientos
en decirme lo que fui,
porque no saldré de aquí 285
aunque me deis más tormentos.
 
(Sale RUFINO, de fraile lego, con dos escobas, a lo gracioso.)

 
RUFINO
¡Ah, padre fray Bernardino...!
DEMETRIO
¿Qué quiere, padre fray Gil?
RUFINO
Mire a qué oficio tan vil
le ha traído su destino: 290
tome esa escoba y comience
a barrer por esta parte.
DEMETRIO
De servir a Dios es arte,
y todo imposible vence.
Musa musæ es el barrer, 295
que Dominus es Señor
y templum templi es mejor
que todo el mortal poder.
Sermo sermonis también
es la palabra de Dios 300
que aquí guardamos los dos.
RUFINO
Los principios saben bien;
mas, en los nominativos,
¿veru no es el asador?
Pues, ¿cómo estamos, señor, 305
muertos de hambre más que vivos?
DEMETRIO
Barre y calla.
RUFINO
Barreré
consolado en que las leyes
-fol. 85v-
del mundo a los altos reyes
ponen en el cuello el pie; 310
pues barre un rey, ¿qué atropellas
tiempo en un pobre español?
DEMETRIO
También barre el Sol.
RUFINO
¿El Sol?
DEMETRIO
Sí, que el alba barre estrellas.
RUFINO
Pues, ¿en qué espuerta las coge? 315
DEMETRIO
En la noche.
RUFINO
¡Estraño caso!
 
(Barren los dos.)

 
DEMETRIO
Barre aprisa y habla paso.
 
(Sale el PRIOR y el MAESTRO DE NOVICIOS.)

 
MAESTRO DE
NOVICIOS
Todos los frailes recoge
y saldrasle a recebir,
que pasa por nuestra puerta. 320
PRIOR
¿Es nueva cierta?
MAESTRO DE
NOVICIOS
Es tan cierta
que ya le siento venir.
DEMETRIO
¿Qué es esto, padre fray Blas?
MAESTRO DE
NOVICIOS
Que el gran Duque, que visita
sus reinos (que en esto imita 325
a sus ascendientes más),
hoy pasa por nuestra puerta.
DEMETRIO
¿El gran Duque?
MAESTRO DE
NOVICIOS
Y aun los dos.
DEMETRIO
¿Los dos?
MAESTRO DE
NOVICIOS
Sí.
DEMETRIO
¡Válgame Dios!
PRIOR
¡Si entrarán a ver la huerta! 330
DEMETRIO
Rufino...
RUFINO
¿Qué?
DEMETRIO
¡Grande mal!
RUFINO
No temas.
PRIOR
Ya el Duque viene;
salgan los padres.
MAESTRO DE
NOVICIOS
Él tiene
rostro y presencia real.
 
(Sale[n] BORIS y OROFRISA con gente de acompañamiento y alabarderos delante, y RODULFO.)

 
PRIOR
Deme su Alteza los pies. 335
BORIS
¡Oh, padre! Seáis bien hallado.
PRIOR
Mucho habéis, gran Duque, honrado
esta tierra.
BORIS
Ella lo es.
PRIOR
Dadme vuestros pies, señora.
OROFRISA
Alzaos, padre.
PRIOR
Justamente
340
sois deste polo el Oriente,
soberana emperadora.
 
(Repara BORIS en DEMETRIO y mírale).

 
BORIS
¿Quién es este fraile?
PRIOR
Aquel,
gran señor, es un novicio.
BORIS
De hombre noble muestra indicio. 345
PRIOR
No hay mucha nobleza en él.
Antes es un hombre bajo
que aquí por Dios se le dio
el hábito y prometió
darse al servicio y trabajo. 350
BORIS
En mi vida vi retrato
de mi sobrino como él.
PRIOR
Hablad, gran señor, con él.
DEMETRIO
Hoy muero.
BORIS
Deja el recato.
Mancebo, dime tu nombre. 355
DEMETRIO
Bernardino, gran señor.
BORIS
¿Eres hombre de valor?
DEMETRIO
Apenas, señor, soy hombre.
Hijo fui de quien no fue
sin servicio y sin valor, 360
pero fue esclavo y señor,
de quien lo mismo heredé.
Nunca mi padre fue nada;
mi madre no era profeta,
ni aun pienso que fue discreta, 365
porque fue muy confïada.
Dio su hacienda y me dejó
pobre; y cuando ansí me vi,
a sagrado me acogí.
Vós sois duque y fraile yo. 370
BORIS
Padre, encomiéndeme a Dios.
DEMETRIO
Con mil ruegos le importuno,
y no pasa día ninguno
que no me acuerdo de vós.
BORIS
Parece un santo, y parece 375
a Demetrio.
OROFRISA
¡Caso estraño!
Y temo desto algún daño.
BORIS
Mil pensamientos me ofrece.
¿De dónde sois, padre?
DEMETRIO
Soy
-fol. 86r-
natural desta ciudad. 380
 
(Hablan con el PRIOR aparte.)

 
BORIS
Padre prior, escuchad:
viendo mis estados voy,
por quietud de la opinión
que tienen de que está vivo
Demetrio.
PRIOR
¡Engaño excesivo!
385
BORIS
Engaños del mundo son.
Este fraile le parece
de suerte que, a no ser cierto
que el mismo Demetrio es muerto,
viva su imagen me ofrece. 390
Desto puede resultar
que algunos que allá le vieron
muchacho y le conocieron
por rey le quieran alzar;
y esto no piense que es cosa 395
nueva en el mundo.
PRIOR
Ansí es.
BORIS
¿Quiere matarle, y después
le daré una iglesia honrosa?
PRIOR
¿Cómo podré?
BORIS
Calle ya,
que en la comida bien puede. 400
¿O quiere que aquí se quede
quien le mate?
PRIOR
Esto será
cosa más fácil a un rey,
que a un perlado es indecente.
BORIS
Pues calle.
PRIOR
Sí haré.
BORIS
Esa gente
405
camine.
PRIOR
¡Qué injusta ley!
BORIS
Rodulfo, mira al oído.

 (Háblale aparte.) 

PRIOR
¿Cómo le podré avisar?
 
(Vanse todos, y queda[n] DEMETRIO y RUFINO.)

 
DEMETRIO
Padre, escucha...
PRIOR
No hay lugar.

 (Vase.) 

RUFINO
Fuéronse.
DEMETRIO
Yo soy perdido.
410
RUFINO
En gran peligro has estado.
DEMETRIO
No es menor en el que quedo.
RUFINO
Justo miedo.
DEMETRIO
Ya no es miedo;
es peligro declarado.
El preso con pesadumbre 415
hasta la sentencia está,
que cuando la sabe ya,
no es temor, es certidumbre.
Desnuda presto y colguemos
destos árboles, Rufino, 420
los hábitos, y el camino
de aquella sierra tomemos.
RUFINO
Bien dices. Adiós, capilla;
adiós, santo escapulario.
DEMETRIO
Darte priesa es necesario. 425
RUFINO
Tu estrella me maravilla,
toda sujeta a traidores.
 
(Desnúdanse los hábitos.)

 
DEMETRIO
¿No acabas?
RUFINO
Poco me falta.
DEMETRIO
Cubre esa rama más alta.
RUFINO
Vesme aquí en paños menores. 430
¡Huye!
DEMETRIO
Parece más ley
por reinar pasar tormento;
mas ya paso los que siento,
pues que huyo de ser rey.
 
(Dejan los hábitos y vanse, y sale RODULFO con dos guardas.)

 
RODULFO
Parécele al Duque justo; 435
no tenéis que replicar.
GUARDA [1.º]25
¿Y adónde le manda echar?
RODULFO
Nadie replique a su gusto.
Con una piedra me ordena
que le arroje en ese río. 440
¡Sabe Dios el celo mío!
GUARDA 2.º
Escucha y no tengas pena,
que él tomó mejor consejo
y de morir se libró.
RODULFO
¿Cómo?
GUARDA 2.º
Que aquí se dejó
445
como culebra el pellejo.
RODULFO
¿Con los hábitos?
GUARDA 2.º
Sin duda.
  -fol. 86v-  
RODULFO
Él lo debió de entender.
GUARDA 1.º
¿Qué es lo que habemos de hacer?
RODULFO
Seguirle.
GUARDA 2.º
El intento muda
450
y di al Duque que le dejas
muerto.
RODULFO
Vámosle a buscar,
que, no le pudiendo hallar,
sosegaremos sus quejas
con decir que es muerto.
GUARDA 1.º
En vano
455
teme; asegurarle puedo.
RODULFO
Mal sabes tú lo que es miedo
en un príncipe tirano.
 
(Vanse, y salen BELARDO, FEBO y LUCINDA [y] villanos.)

 
BELARDO
Échalas por acá bajo;
mal les haga Dios, amén. 460
LUCINDA
Sábeles, Belardo, bien
el tomillo.
BELARDO
¡Hay tal trabajo!
FEBO
Mucho en cólera te ciegas,
pues es bien que consideres
que cabras, sarna y mujeres 465
son golosas y andariegas.
Todo el monte anda la cabra
y la sarna un cuerpo todo;
la mujer, del propio modo,
come y anda, cunde y labra. 470
LUCINDA
¡Las malicias del rapaz!
 
(Salen DEMETRIO y RUFINO de segadores.)

 
DEMETRIO
Aquí hay gente.
RUFINO
¿Hay qué comer?
FEBO
Pollos debéis de traer
o les faltará el agraz.
DEMETRIO
Ansí llegas.
RUFINO
Pues, ¿qué quieres,
475
si rabio de hambre, señor?
DEMETRIO
¿Sois vós el dueño, pastor?
BELARDO
Yo soy.
RUFINO
Buen hombre o quien eres,
¿hay algún cabrito asado?,
¿hay algún pan por acá 480
sobrado?
BELARDO
Sobrado está,
que está en la parva del prado.
¿Quién sois?
RUFINO
Bueno, ¿no lo veis?
Dos segadores.
BELARDO
¡Par Dios
que tenéis talle los dos 485
de comeros otros seis!
DEMETRIO
Padre, ¿hay qué hacer por acá?
BELARDO
No faltará si sois gente
de pro.
DEMETRIO
Con él nos asiente,
que la pro ya la verá. 490
BELARDO
¿Recibirelos, Lucinda?
LUCINDA
Par diez, padre, que a mi ver
bien los había menester.
FEBO
Son tordos; guarda la guinda.
BELARDO
Las tierras del romeral 495
están ya que es bendición.
Ya los llevo: nuestros son.
¿Cómo os llamáis?
DEMETRIO
Yo, Marzal.
BELARDO
¿Y vós?
RUFINO
Yo me llamo Bruto.
BELARDO
¿Segáis bien?
RUFINO
Ya lo verán.
500
De un golpe derribo un pan
de seis libras.
FEBO
¡Oste puto!
RUFINO
Tengo la hoz en la boca.
FEBO
¡Mala pedrada que os den!
LUCINDA
Marzal es hombre de bien, 505
y regalarle me toca.
FEBO
¿Cómo os llegáis al zagal
antes que el zagal os ruegue?
Guardaos que Marzal no os pegue
el fuego de san Marzal. 510
 
(Vanse todos, y sale[n] el CONDE PALATINO y MARGARITA, su hija, de caza, con venablos, y el DUQUE DE ARNIES.)

 
CONDE PALATINO
Por aquí decendió corriendo al río;
no habrá llegado al agua.
MARGARITA
Entre estos árboles
se debió de quedar.
CONDE PALATINO
Ansí contemplo
-fol. 87r-
nuestra vida veloz, que va corriendo
al mar de nuestra muerte.
DUQUE DE
ARNIES
Si estuviera
515
entre estos blancos álamos, no hay duda
que volviera a seguir a nuestras voces
el fugitivo curso que llevaba.
CONDE PALATINO
Yo quiero entrar a ver si, por ventura,
le saco desta fértil espesura. 520
 
(Vase el CONDE.)

 
DUQUE DE
ARNIES
¿Hasta cuándo, Margarita,
tendrá mi loca esperanza
fuerzas contra tu mudanza?
MARGARITA
¡Cuánto la ocasión incita!
¿Tú no ves, Duque, el rigor 525
del Conde, mi padre?
DUQUE DE
ARNIES
Advierte
que el imperio de la muerte
es feudatario al amor.
Vuelve esos ojos al alma,
que no tiene luz sin ellos, 530
que en rendillos, no en querellos,
consiste de amor la palma,
pues, conocido el intento
con que los míos te ven,
bien merecen que les den 535
los tuyos alojamiento.
MARGARITA
Quejarte de mí pudieras
si me vieras inclinada
a otra cosa.
DUQUE DE
ARNIES
¿En ser amada
y en no amar me perseveras? 540
¡Nuevo modo de matar!
No sé cómo puede ser,
que el aprender a querer
consiste en dejarse amar.
 
(Sale el CONDE PALATINO.)

 
CONDE PALATINO
Por más que entre las ramas destos árboles 545
hice rüido y sacudí las hojas,
con el venablo no parece el gamo.
MARGARITA
Sentémonos al pie de aquesta fuente,
que parece que llama con su risa.
DUQUE DE
ARNIES
Allí se ven algunos segadores 550
que nos dirán si por aquí le vieron.
MARGARITA
Paréceme que ya del rubio trigo
las hoces sutilísimas suspenden
y con alegre música decienden.
 
(Salen los músicos de segadores, y con ellos LUCINDA, DEMETRIO, RUFINO, BELARDO y FEBO.)

 
[MÚSICOS]

 (Cantan.) 

      Blanca me era yo 555
      cuando entré en la siega.
      Diome el sol y ya soy morena.
      Blanca solía yo ser
      antes que a segar viniese,
      mas no quiso el Sol que fuese 560
      blanco el fuego en mi poder.
      Mi edad al amanecer
      era lustrosa azucena;
      diome el Sol y ya soy morena.
BELARDO
En aquesta verde orilla 565
os podéis todos sentar.
RUFINO
Ya rabio por merendar.
  -fol. 87v-  
LUCINDA
Gente hay aquí de la villa.
DEMETRIO
Triste de mí, que aún apenas
veo de la corte gente 570
cuando mi sangre inocente
se vuelve yelo en mis venas.
Rufino, ¿quién serán estos?
RUFINO
¿Quién te puede conocer
en tierra estraña?
FEBO
A placer
575
tomad por la yerba puestos
y tenderé los manteles.
CONDE PALATINO
¿Hay para todos, amigos?
RUFINO
No se hiciera sin testigos.
BELARDO
Háblalos tú como sueles. 580
FEBO
Por Dios, que si lo traéis,
que a muy buen tiempo llegáis.
DEMETRIO
Si por el monte cazáis,
gana de comer tendréis.
RUFINO
Lo que come un cazador... 585
FEBO
Comen y mienten que es gloria:
más mienten en una historia
que un hombre que tiene amor.
LUCINDA
¡Ay, qué señora tan linda!
Nunca me habéis hecho a mí, 590
padre, un vestidillo ansí.
BELARDO
Yo soy labrador, Lucinda.
Conforme a mi calidad
te visto.
LUCINDA
También lo creo.
BELARDO
¡Ricas telas del deseo 595
bordadas de voluntad!
LUCINDA
¡A fe que estáis de gobierno!
De la voluntad es llano,
que es muy caliente el verano
y el mismo yelo en invierno. 600
FEBO
Según eso, a la veleta
te debe de parecer.
DEMETRIO
¡Qué bellísima mujer!
¡A cuanto mira sujeta!
Dichoso el que amaneciere 605
con tan bello sol al lado.
RUFINO
¡Que a este tiempo hayan llegado!
¿Qué es lo que esta gente quiere?
DEMETRIO
¡Qué rostro! ¡Qué hermoso brío!
Un yelo puede encender. 610
RUFINO
Si es que habemos de comer,
soltad la merienda, tío.
BELARDO
Si alguna cosa mandáis,
aquí, señor, nos tenéis;
si no, perdón nos daréis. 615
CONDE PALATINO
Contento en veros me dais.
Merendad, que ver me agrada
el modo.
RUFINO
¿Quién sois, vecino?
CONDE PALATINO
Soy el conde Palatino,
vuestro señor.
RUFINO
¡Mas nonada!26
620
BELARDO
¡El Conde! Echaos en el suelo.
FEBO
¿Ha de pasar por encima?
BELARDO
Si un rey la humildad estima
a ejemplo del mismo Cielo,
de rodillas os suplico 625
de mi casilla os sirváis
mientras vuestra gente halláis.
CONDE PALATINO
¿Qué palacio habrá más rico?
Digo, amigos, que la acepto.
BELARDO
Guïad a la casería. 630
Por aquí, señora mía.
DEMETRIO
¡Alto y celestial sujeto!
Escucha y déjalos ir,
Rufino.27
 
(Vanse todos; quedan RUFINO y DEMETRIO.)

 
RUFINO
¿Qué te parece,
Conde?
DEMETRIO
El bïen que me ofrece
635
el Cielo quiero seguir.
RUFINO
¿Cómo?
DEMETRIO
El conde Palatino,
que agora vive en Livonia,
es del gran rey de Bolonia
amigo, deudo y vecino. 640
Ir quiero tras él y entrar
a servir algún crïado
de su casa disfrazado
hasta que le pueda hablar.
Y si el Conde hablase al Rey 645
-fol. 88r-
y el Rey me diese favor
para hacer guerra al traidor
sin Dios, sin alma y sin ley
que usurpa el imperio mío,
no dudes que le cobrase 650
y que al Conde le pagase
con la vida que le fío
y aun con tomar por mujer
su bella hija.
RUFINO
Señor,
ya es tiempo que tu valor 655
comience a darse a entender.
No me ha parecido mal
que sigas al Conde.
DEMETRIO
Quiero
servir, Rufino, primero
en traje tan desigual 660
que nadie entienda quién soy.
RUFINO
Bajo será menester.
DEMETRIO
Que me venga a conocer
la envidia temiendo estoy.
RUFINO
Busca un oficio que tenga 665
tu rostro desconocido.
DEMETRIO
En el oficio he caído
para que, aunque el mundo venga,
no me pueda conocer.
RUFINO
¿Y es?
DEMETRIO
Servir en la ocasión
670
donde el carbón y la harina
me sabrán desconocer.
RUFINO
Bien dices, y allí sabrás
(porque es palacio, en efeto)
del tirano con secreto 675
y algún principio darás
a la justa ejecución
del reparo de tu estado,
que en un monte desterrado
nunca hallarás ocasión. 680
DEMETRIO
¿Reparaste en la divina
hija del Conde?
RUFINO
Pues, ¿no?
DEMETRIO
Mátame.
RUFINO
Así te envío
como caza a la cocina.
DEMETRIO
Ojalá que el corazón 685
le guisara yo de modo
que le supiera bien todo.
RUFINO
Pícale y harasle halcón.
Mas di: ¿tengo yo también
de ser pícaro contigo? 690
DEMETRIO
Quien es en el daño amigo,
también lo será en el bien.
Vamos, que si en la cocina
conmigo sirves, es ley
justa que, siendo yo rey, 695
seas rey.
RUFINO
Señor, camina,
que con ánimo español
seré, pues siempre le tuve,
nube cuando fueres nube
y sol cuando fueres sol, 700
que si un alma es adevina,
tú serás emperador
tras ser fraile y segador
y pícaro de cocina.
 
(Vanse, y salen BORIS y RODULFO.)

 
RODULFO
Crecen los desatinos de la gente, 705
y pienso que ha nacido...
BORIS
No prosigas;
dirás que soy mal quisto.
RODULFO
Culpa tuya,
que tienes algo de crüel.
BORIS
Rodulfo,
¿qué agravios, qué crueldades hechas tengo
de que puedan quejarse estos estados? 710
Dieciséis años ha que reino en ellos.
¿Quién, de toda Moscovia y Casïano,
hasta el más vil y remoto tártaro,
-fol. 88v-
puede decir que le tomé su hacienda,
que ya en posesión, fuerza o tributo 715
que fuese injusto, exorbitante y feo?
RODULFO
Señor, bien puede ser que, injustamente,
tu estado te aborrezca alborotado
con esta nueva de que vive y viene
Demetrio contra ti.
BORIS
Pues si es ansina,
720
¿por qué llamas crueldad que yo castigue
los que tratan de hacer con ese engaño
tanto daño a la paz de aqueste imperio,
a mi sosiego y de mis hijos?
 
(Sale un CAPITÁN con gente de guarda, que traen preso a un ASTRÓLOGO.)

 
CAPITÁN
Entra,
fiero alborotador de la república. 725
BORIS
¿Qué es esto?
RODULFO
Traen preso a un hombre.
CAPITÁN
Agora
conocerás el gusto y diligencia
con que te sirvo: aqueste es el astrólogo
que ha dicho que Demetrio vive.
BORIS
El Cielo
castigue, loco, tu arrogancia vana. 730
¿Cómo alborotas mis estados?
ASTRÓLOGO
Nunca
fue, mi señor, mi intento alborotarlos.
Como vi que trataban vulgarmente,
y aun entre las personas muy ilustres,
de la vida del príncipe Demetrio, 735
quise saber la causa, y ya me pesa.
Las doce casas que escribí en un palo,
y poniendo los signos y planetas
en el lugar del Sol y de la Luna,
hallé, juzgando la figura...
BORIS
¡Calla!
740
ASTRÓLOGO
No hallé nada, señor, que bien entiendo
que no se han de dar crédito a estas cosas,
que por eso esta ciencia se reprueba
respecto de que el vulgo y inorantes
ponen en ella fe.
BORIS
¿No sabes, necio,
745
que llama engañadores e infïeles
Jacinto a los astrólogos y afirma
que en Roma se vedaron para siempre?
ASTRÓLOGO
Alguna vez también escribe Séneca
que dicen cosas ciertas los astrólogos. 750
  -fol. 89r-  
BORIS
Pues mira lo que dice Favorino
referido por Celio; mira a Erasmo.
O verdadero o falso o incierto, dices.
Si incierto, ¿de qué sirve? Pues si falso,
¿qué más mal que engañar con la mentira? 755
Si verdadera, o es alegre o triste:
si triste, antes de tiempo te entristeces;28
si alegre, te fatigas esperándolo.
Pues mira luego lo que Julio siente.
Mas, ¿qué mucho cansándose los santos 760
y los profetas?
ASTRÓLOGO
Gran señor, si fuera
lícito disputar el bajo súbdito
con el señor y príncipe, sospecho
que te dijera en lo que es cierta o falsa.
BORIS
¿Quieres ver cómo es falsa?
ASTRÓLOGO
¿De qué suerte?
765
BORIS
¿Cómo has pensado tú morir?
ASTRÓLOGO
Yo pienso
que tengo un gran peligro; mas si puedo
salir agora dél, mi vida es larga.
BORIS
Alban, cuélgale luego de las rejas29
deste palacio a vista de los locos 770
que creyeron sus fábulas y círculos,
pues que quieren con mil y treinta estrellas
saber lo que hace Dios con mil millones.
ASTRÓLOGO
¡Señor, piedad!
BORIS
Si fueras buen astrólogo,
supiéraste guardar deste peligro. 775
¡Tirad con él!
 
(Llévanle.)

 
CAPITÁN
¡Camina!
BORIS
Y tú, Rodulfo,
desvélate en buscar mis enemigos
y no me des consejos escusados.
RODULFO
Con la honda en la mano eternamente
ha de andar el que sirve, porque un príncipe 780
tiene en la voz la espada de la suerte
que el basilisco en la lengua fïera,
porque es matar decir que un hombre muera.
 
(Vanse todos, y sale[n] un VEEDOR del CONDE PALATINO y el MAESTRESALA y JUAN, cocinero.)

 
VEEDOR
¿No está a punto la comida?
MAESTRESALA
Toda está a punto, señor; 785
mas permitid, por favor,
que solo un instante os pido.
¡Ea, pícaros! ¡Daos prisa!
-fol. 89v-
¿Tengo de enojarme?
 
(Salen RUFINO y DEMETRIO, tiznados a lo pícaro.)

 
RUFINO
Ya
a punto lo asado está. 790
¡Cielos! Si yo muevo a risa,
¿cuánto más el ver asar
a un nieto de emperadores?30
DEMETRIO
Todos estos asadores
puedes aparte arrimar. 795
MAESTRESALA
¿Están las perdices bien?
DEMETRIO
En un punto se pasaron.
MAESTRESALA
¿Y los capones?
DEMETRIO
Quedaron
a que una vuelta les den.
MAESTRESALA
¿Los dos pavos?
DEMETRIO
Esos, creo,
800
tienen algo que esperar.
MAESTRESALA
¿La sopa?
DEMETRIO
Solo afeitar
la sopa falta.
BELARDO
Deseo
saber lo que afeite llamas.
DEMETRIO
La canela es el color 805
y el azúcar es, señor,
el afeite de las damas.
MAESTRESALA
¿Tú partiste los limones?
RUFINO
Hará media hora que están,
amo mío maese Juan, 810
con más ruedas que pavones.

 (Vase.) 

VEEDOR
Ya da prisa el mayordomo.
RUFINO
Triste vida es cocinero,31
pues como lo que no quiero
y lo que quiero no como. 815
Como el humo que desamo
a la lumbre noche y día,
y la carne que querría,
esa se come mi amo.
¿Sabes, maese Juan, qué siento? 820
DEMETRIO
¿Qué sientes, maese Pasquín?
RUFINO
Que es este oficio rüin
un camaleón del viento.
DEMETRIO
Que otros me guisen espero
lo que tengo de comer. 825
RUFINO
Una cosa viene a ser
alcahuete y cocinero.
DEMETRIO
¿Cómo puede ser que haga
igualdad?
RUFINO
En esta forma:
que guisa, junta y conforma 830
para que coma el que paga.
DEMETRIO
Ya la comida han subido;
bien puedes luego sacar
el recado de fregar.
RUFINO
¿A fregar hemos venido? 835
DEMETRIO
¡Camina presto!
RUFINO
Señor,
tanta humildad me enternece.

 (Vase.) 

DEMETRIO
Esta humildad os ofrece,
Cielos, mi antiguo valor.
Recebid de un perseguido, 840
aceptad de un desdichado
en traiciones engañado,
con deslealtades nacido,
estos inmensos trabajos.
 
(Sale RUFINO con una caldera o bacía de agua y recado para fregar.)

 
RUFINO
Aquí está ya el fregatorio. 845
DEMETRIO
Aqueste es el refitorio.
RUFINO
Y estos son los estropajos.
DEMETRIO
Advierte, hidalgo español,
pues sabes mi majestad,
que el oro de mi humildad 850
se afina en este crisol.
RUFINO
¡Harto mejor se afinara
en la olla que llevaron,
la mía!
 
(Sale un PAJE con dos o tres trincheos y échaselos allí.)

 
PAJE
Platos faltaron.
¡Hola, pícaros!
RUFINO
Repara
855
en que hay un pícaro aquí
que duque pudiera ser.
PAJE
¿Y quitarale el poder
la gran fortuna?
DEMETRIO
Es ansí.
  -fol. 90r-  
PAJE
Siempre aquestos desdichados 860
se nos fingen bien nacidos.
 
(Friega DEMETRIO y RUFINO limpia los platos.)

 
DEMETRIO
Si estamos tan mal vestidos,
no fue por no ser honrados.
Yo salí a correr un toro
y, por escapar la vida, 865
traigo la capa rompida
que traje32 bañada en oro.
Cuando niño, me prendió
su alguacil de la fortuna,
pero dejele en la cuna 870
en que acostado me halló
y vine de una corrida
hasta donde Dios lo sabe,
porque es bien perder la nave
porque se salve la vida. 875
RUFINO
Ya están limpios. Toma y trae
algo que coma.
PAJE
Sí haré.
RUFINO
El pajecillo se fue.
 
(Sale otro PAJE con una pella en un plato.)

 
PAJE 2.º
Este necio en todo cae.
Pues esta vez no lo vio, 880
comereme el manjar blanco.
RUFINO
¿Manjar blanco? ¿Soy yo manco?
PAJE 2.º
¡Ay! ¿Quién me la tomó?33
RUFINO
Yo.
PAJE 2.º
¡Pícaro!
RUFINO
No hay que tratar.
Muquirelo a la española. 885
PAJE 2.º
¡Hola, pajes! ¡Pajes, hola!
RUFINO
¿Qué sirve tanto holear?
Aunque estuviera holeado,
me lo había de comer.
DEMETRIO
¡Mase Pasquín!
RUFINO
No he de ser
890
en palacio corto.
PAJE 2.º
¿Has dado
fin a la pella, Marqués?
Pues aguarda y lo veremos.
RUFINO
Marqués dicen que seremos
en siendo rey mase Andrés. 895
PAJE 1.º
¡Vive Dios que te he de echar
un libramiento, traidor!
 
(Vanse los pajes.)34

 
RUFINO
A maese Andrés es mejor,
que se procura librar.
DEMETRIO
¿Que no quieres tener seso? 900
RUFINO
¿A que no quieres saber
lo que es pícaro y comer
como gavilán en peso?
¡Ay, dichosa picardía!
¿Comer provechoso en pie 905
cuando un pícaro se ve
que muera de perplejía?
A dormir gustoso y llano,
sin cuidado y sin gobierno,
en la cocina el invierno 910
y en las parvas el verano.
Vida de rey fuera risa
con esta vida ligera
si un pícaro se pusiera
cada día una camisa. 915
Por esto le tratan mal
y causa al discreto enojos,
que aquesto de tener piojos
es temerario fiscal.
La honra, la pretensión, 920
¿de qué sirven en el mundo?
DEMETRIO
De dar almas al profundo
y cuerpos a lo que son.
 
(Salen TIANO y SEBERIO, gentiles hombres.)

 
TIANO
Suceso será notable
si Demetrio es vivo.
DEMETRIO
¡Ay, Cielos!
925
¡Mi nombre!
SEBERIO
Lo que es recelo,
y es que es el vulgo variable
amigo de novedad.
Como a Boris aborrece,
da vida a Demetrio y crece 930
por una y otra ciudad.
Este correo que vino
que era vivo dijo.
DEMETRIO
Espera.
  -fol. 90v-  
RUFINO
¿Qué quieres?
DEMETRIO
Esa caldera
lleva allá dentro, Rufino, 935
que estas son nuevas de mí.
 
(Aparte los dos.)

 
RUFINO
Mira lo que haces.
DEMETRIO
No temas.
 
(Vase RUFINO.)

 
TIANO
Hablan con lenguas blasfemas
deste Boris.
SEBERIO
Y es ansí,
y no les falta razón. 940
DEMETRIO
Señores, aunque sea mengua
que un hombre mueva la lengua
de tan baja condición
en presencia de crïados
del Conde, porque yo soy 945
de Moscovia y lleno estoy
de pensamientos honrados
me decid qué nuevas son
las que de allá le han traído.
 
(Reyéndose.)

 
TIANO
Marqués, el Conde ha sabido 950
que hay grande revolución.
En la mesa se ha tratado
que Demetrio es vivo.
DEMETRIO
¿Vivo?
TIANO
Y que aquel tirano altivo
mata a quien lo dice airado, 955
que se previene de gente,
que a un astrólogo ahorcó
y que a dos dellos cortó
los cuellos públicamente.
Las mesas alzan, Seberio; 960
vamos a dar agua a manos.
SEBERIO
Vamos.
 
(Vanse los dos.)

 
DEMETRIO
¡Cielos soberanos,
dadme a mi paterno imperio!
¿Qué fama es esta, o por quién?
Si yo soy que vivo estoy, 965
¿cómo diré que yo soy
para que el reino me den?
¿Osareme descubrir
al Conde? Sí, que es señor
de gran valor, y el valor, 970
¿cómo le puede encubrir
la maldad y la traición?
Su hija es esta, ¿qué haré?
 
(Sale MARGARITA, hija del CONDE.)

 
[MARGARITA]
¡Ay, Cielo! ¿Cómo me entré?
Mas vuestros secretos son. 975
Ya me ha visto: ya no puedo
volver atrás.
MARGARITA
¿Qué es aquesto?
Di, villano: ¿quién te ha puesto
en este lugar?
DEMETRIO

 [Aparte.] 

¿Qué miedo?
¿Ireme? ¿Responderé? 980
¿Diré quién soy?
MARGARITA
¿No responde?
DEMETRIO
Gran señora, busco al Conde.
MARGARITA
Pues, tú al Conde, ¿para qué?
DEMETRIO
Sirvo al Conde, mi señor,
en la cocina.
MARGARITA
¿Qué intento
985
te ha dado ese atrevimiento?
DEMETRIO
Señora, mi gran valor.
MARGARITA
¿Eres truhán?
DEMETRIO
Sí, señora;
que el gran valor que decía
fue burlas.
MARGARITA
Eso sería.
990
DEMETRIO
Pretendo ser duque agora
y emperador.
MARGARITA
Bien harás.
¡Locura maravillosa!
DEMETRIO
Pienso que ninguna cosa,
si yo lo soy, perderás. 995
MARGARITA
¿Harasme merced?
DEMETRIO
Sospecho
que te haré mayor, señora,
porque el alma que te adora
más te ha dado en darte el pecho.
MARGARITA
¿Amores también?
DEMETRIO
También.
1000
¿Qué loco has visto, señora,
sin punto de amor?
MARGARITA
Agora
te voy conociendo bien.
DEMETRIO
Si Dios me lleva al estado
que pretendo, tú has de ser 1005
mi mujer.
MARGARITA
¿Yo tu mujer?
  -fol. 91r-  
DEMETRIO
Esta noche lo he soñado.
MARGARITA
Buenos pensamientos tienes.
DEMETRIO
Si Dios los deja lograr,
tú me verás coronar 1010
de oro y laurel las dos sienes.
MARGARITA
¿Qué le llevas que decir
a mi padre?
DEMETRIO
Grandes cosas
que parecen fabulosas,
que sabe el tiempo fingir, 1015
y el presente en que me veo
aqueste disfraz me obliga.
MARGARITA
Pues vuestra Alteza prosiga.
Saber su nombre deseo.
DEMETRIO
Yo me llamo el Perseguido 1020
del nuevo Herodes crüel,
pero en viéndome con él,
se verá a mis pies tendido,
que espero en Dios que ha de darme
de mi enemigo vitoria 1025
para aumento de tu gloria.
MARGARITA
Ni acierto a irme ni a estarme.
DEMETRIO
Pues estate de mi voto
y vete.
MARGARITA
En verte me río,
para ser truhán tan frío 1030
y para señor tan roto.
Ven, porque te vea agora
mi padre.
DEMETRIO
Harasme favor.
MARGARITA
Entrad, roto emperador.
DEMETRIO
Entro, sana emperadora. 1035
 
(Vase.)

 

Arriba
Anterior Indice Siguiente