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ArribaAbajoEl herido

Poema estrófico. Serventesios alejandrinos con pie quebrado (ABAb), dividido en dos partes. Un poema de alto valor metafórico.

Se inicia con una dedicatoria «Para el muro de un hospital de sangre», se refiere a los hospitales de primera línea de combate. Muro como puesto de resistencia que atiende a los heridos en la batalla. Es un homenaje a los heridos (heridos re repite 6 veces).

La primera estrofa es telúrica. La visión es la siguiente: Muertos y heridos en un campo de trigo, la sangre ya no brota, después de una batalla. En cuerpos luchadores, son cuerpos de soldados. Chorros calientes, sangre fresca no seca. Roncos surtidores. Ya no brota la sangre del manantial de los cuerpos heridos.

La segunda sigue la línea anterior. La visión es que hay sangre empapando la tierra, hay heridos con graves heridas. En la sangre llueve siempre boca arriba, brota como surtidor. En el verso las heridas suenan, usa «suena» palabra muy usada por los el modernismo. Rubén Darío, A. Machado o Juan Ramón Jiménez. En celeridad de vuelo, se refiera a una herida abierta, manante, sangrante.

La sangre es como una ola del mar. Entre los heridos aún hay vida. En el gran cometido de sangre, que quisiera perder por las heridas, simboliza la sangre que fecunda la tierra, aquí la madre-patria.

La segunda parte quisiera expresar que no importa perder sangre si es por la libertad de España, lo explica repitiendo el encabezamiento de tres estrofas Para la libertad. En la penúltima estrofa cargada de gran complejidad, el poeta alcanza un estado de gracia insuperable. Entendemos que no importa quedar ciego, cuencas vacías de los ojos, porque la libertad «ella» pondrá dos piedras de futura mirada. La libertad te dará ojos nuevos, o que la libertad dará nuevos brazos y nuevas piernas de la carne talada por «amputada».

Y ya la última estrofa una verdadera obra maestra:


Retoñarán aladas de savia sin Otoño
reliquias de mi cuerpo que pierdo a cada herida.
Porque soy como el árbol talado, que retoño:
porque aún tengo la vida.



El poetas nos hace un paralelismo entre el hombre herido que pierde su sangre y el árbol talado que pierde savia, pero ambos, a pesar de sus heridas de muerte aún les queda vida y retoñarán o sanarán.

Ilustración 9. El herido



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