Escena
XIII
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El teloncillo se descorre. Las cortinas blancas del fondo,
que en cada escena habrán representado un diferente
escenario, nos mostrarán en esta ocasión una
celosía tras la cual se encontrará una mujer
-COLOMBINA- interpretando
el papel de enamorada. No reconoceremos sus facciones. PANTALONE, componiendo otro personaje,
se aproxima a la enrejada ventana.
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PANTALONE.-
Señora, ¿sois vos por ventura la dama
que desea contraer matrimonio y no encuentra al hombre de sus
sueños?
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COLOMBINA.-
Acertado estáis, caballero. Tan perdida tengo la paciencia, que a soñar con
las estrellas me he lanzado.
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PANTALONE.-
Yo, señora, reconozco no ser ni buen mozo, ni
bello, ni excesivamente joven, pero a cambio, poseo virtudes
naturales, tales como buen carácter y una pequeña
hacienda que estaría feliz de compartir con vos.
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(COLOMBINA sale
con un espectacular salto de detrás de la celosía. Su
rostro resultará ser una ridícula copia de
DOÑA MAGUNCIA. El
peinado de la desproporcionada peluca, las grotescas verrugas y el
detonante color del rostro darán al personaje una apayasada
apariencia. COLOMBINA
hablará ahora con una voz aún más grotesca que
cuando se encontraba detrás de la
celosía.)
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COLOMBINA.-
Caballero, a pesar de las muchas proposiciones que he
tenido, la que vos me formuláis ha sido capaz de conmover mi
corazón y no puedo resistirme a vuestros deseos. Por lo
tanto os digo
¡¡¡síííííí!!!
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(COLOMBINA se
lanza a sus brazos. PANTALONE retrocede asustado y rueda
por tierra. No ha podido contener la
enorme impresión que le ha producido la inesperada
aparición. Se incorpora y simula correr por el tabladillo
perseguido por su amoroso esperpento, que grita mientras intenta
acorralarlo.)
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COLOMBINA.-
Prenda mía, gallardo caballero. No
huyáis, que aquí os espero. ¿Pero no vais a
venir? ¿Qué os sucede? ¿Acaso os
encontráis enfermo? ¿Sentís algún
dolorcillo? Aguardad, que yo tengo unas sales con las que curar
vuestro mal. Pero, qué juguetón sois, como un
niño, igual que un niño.
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(PANTALONE logra
escapar del cerco y desaparecer del escenario. COLOMBINA queda en el centro
respirando con grandes dificultades debido a los esfuerzos
realizados durante la persecución de su
«pretendiente». Al verse sola comienza a hacer
cómicos pucheros, hasta romper a llorar.)
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[6]
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COLOMBINA.-
¡Desdichada de mí! ¿Cómo
puede ser tan difícil encontrar un marido?
(Intentando controlarse.) Pero no, la
culpa no es mía, me ha rechazado por culpa del sobrino que
tengo a mi cuidado. (Gritando.)
Luc, ven aquí para que te
dé una buena paliza por haberme hecho perder tan buen
pretendiente.
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(Las cortinas del telón se corren. PANTALONE aparece ante ellas para
recoger las airadas palabras de DOÑA MAGUNCIA.)
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DOÑA
MAGUNCIA.- No consiento que se me insulte.
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PANTALONE.-
Os sentís insultada por simples y
despreciables comediantes.
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DOÑA
MAGUNCIA.- (Dando ridículos
saltos de indignación.) Burlaos, burlaos, que
yo bien conozco el lugar a donde he de ir a presentar mis
quejas.
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[10]
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PANTALONE.-
Si habéis decidido acudir a la justicia,
pensad que tal vez alguien pueda acusaros a vos de un trato poco
delicado para un niño de tan tierna edad. Y Luc
podría ser un molesto testigo si el juez decide
interrogarle.
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(DOÑA
MAGUNCIA sale. DON
MILLÓN y TRASQUILÓN hacen
intención de seguirla, pero PANTALONE los contiene.)
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