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(47) De arbitrio semejante al que aquí refiere el arcipreste se emplea en la polémica de Panurgo y Thaumaste en Pantagruel, libro II, cap. XVIII, y otra parecida en el Moyen de parvenir, Tomo II pág. 278.

 

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(76 d) Quiere decir que conviene examinar las cosas para dejar las malas y abrazar las buenas, aludiendo a lo de San Pablo. Ep. Ad. Thess. 5. 21. Omnia autem probate: quod bonum est tenete. (Nota de Sánchez.)

 

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(78 d) Tora (Thorá) Voz hebrea que significa Ley, y por antonomasia la de Moisés, 68. Bajo este nombre se entiende el Pentateuco, y algunas veces toda la Biblia Hebrea; y en una de estas significaciones se lee en los Fueros y Privilegios de Cáceres, plana 61, col. I, que si la tora non ovieren (los Judíos) tengan el libro de los X comandamientos. En el Códice de Gayoso se lee Atora como en el de Salamanca, copla 1027. Según el hebreo debe escribirse Thorat, y puesto el artículo demostrativo, Hathorat. Esta voz en dicha copla 1027 la tomó el arcipreste por el pueblo de los judíos. Y porque la Sinagoga era el lugar donde se leía la Thora, o Ley de Moisés, por eso parece que se tomó también Sinagoga. Acaso por esta voz general quisieron los Judíos Españoles denotar aquella ley particular que se les impuso de pagar a los Monteros de espinosa cierto derecho con nombre de Tora. El cual vino desde los tiempos del Conde Sancho Fernández, hijo del Conde Fernán González, según dice Argote de Molina en el Discurso de la Montería del Rey Don Alfonso, capítulo X. Aunque no esté bien averiguado el origen de este privilegio, su antigüedad y naturaleza se indica en la ley 6 de las Cortes de Burgos del año 1379, en que se establece que «según las leyes antiguas de nuestros reynos, los Monteros de Espinosa han de llevar los Judíos que nos salieren a rescibir, por cada Tora doce maravedís, porque los guarden que non reciban daño.» Esto sucedía cuando los reyes entraban en algún pueblo donde había Sinagoga. En dichas Cortes se extendió este derecho a cuatro reales de plata. En las montañas de Santander llaman tuera la sartén o caldera grande y cuadrada, y hogar en que a fuerza de lumbre se cuaja la sal. Acaso tora es lo mismo que tuera y hogar: y así el privilegio por cada tora significaba cada hogar, o casa de Judíos. (Nota de Sánchez.)

 

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(96 d) Isopete. Ysopet, colección de fábulas que el arcipreste empleó con frecuencia.

 

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(123) Pinta en éstos la superstición de los antiguos de creer en la influencia del astro bajo el cual se nace. No solamente creían en tal influencia los hombres rudos, sino aun aquellos que por su cultura estaban, como el Arcipreste, sobre el nivel común.

 

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(156 y siguientes) Estos versos, en que el Arcipreste pinta y pondera el absoluto dominio del amor sobre las criaturas, tienen extraordinaria semejanza con los deliciosos de la obra de Cota Diálogo del Amor y un viejo, que a su vez fueron imitados por Juan del Enzina en alguna de sus églogas y villancicos y repetidos por Lucas Fernández en ciertos pasajes de sus Farsas.

 

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(170 b) El río Henares.

 

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(179 b) La verdadera forma de este refrán es: «Uno piensa el bayo y otro el que lo ensilla». Así está citado por el Marqués de Santillana y por la mayoría de los Refraneros posteriores.

(179 d) Es decir: No te preocupe lo pasado.

 

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(189) Este enxiemplo es muy parecido al fabliau del Valet aux douze femmes.

 

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(207) Sigue hablando al Amor.

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