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101

El amigo basta la muerte, I.

 

102

Casi es ocioso detenerse a hablar de «fuentes» ovidianas. Habiendo puesto de manifiesto el orientalismo básico del Libro de Juan Ruiz, es obvio que los detalles parciales concuerden con la estructura del conjunto. La Dipsas de Ovidio (Amores, I, 8) más bien que una intermediaria entre amante y amada es una incitadora a la prostitución; no propone que la muchacha ame a nadie, sino que se entregue a quien más le dé:


«Qui dabit, ille tibi magno sit maior Homero;
crede mihi, res est ingeniosa dare».


(61-62)                


De aquí podría salir una literatura como la del Aretino, pero nada como las obras de Ibn Ḥazm y de Juan Ruiz. La vieja de Ovidio aconseja enseñar al nuevo amante los regalos ofrecidos por su antecesor:


«munera praecipue uideat quae miserit alter».


(99)                


 

103

El sentido es: 'pregonaba unas toallas que llevaba como si fueran manteles'.

 

104

«Acontece que el amor sea divulgado, lo cual es uno de los más lamentables accidentes que pueden pasar» (El collar de la paloma, trad. Nykl, p. 56).

 

105

Ed. cit., p. 169.

 

106

Aspecto de esa tradición oriental son los «abecedarios» de laudes en Lope de Vega y otros: «Amar y honrar su marido / es letra de este abecé, / siendo buena por la B, / que es todo el bien que te pido. / Haráte cuerda la C, / la D dulce y entendida, etc.» (Peribáñez, I, 9). Las palabras irradian virtud vital, lo mismo que la virtud vital las irradia a ellas. Las cosas no son esto o lo otro, sino lo que quieren ser. La aurora en el Poema del Cid no tiene «dedos rosados» como en Homero, sino voluntad de existir: «ya quieren quebrar albores».

 

107

El canónigo racionalista del Quijote negaba la existencia de los personajes literarios no históricos, lo mismo que otros eclesiásticos han negado la presencia de Santiago en Galicia. Pero don Quijote, bien atrincherado en la vida, replica con estas inconmovibles razones: «Me acuerdo yo que me decía una mi agüela de partes de mi padre, cuando veían alguna dueña con tocas reverendas: "Aquella, nieto, se parece a la dueña Quintañona", de donde arguyo yo que la debió de conocer ella, o por lo menos, debió de alcanzar a ver algún retrato suyo» (I, 49).

 

108

El manuscrito de Salamanca suavizó la lección del de Toledo, dada arriba: «con dos mártires [...] / [...] en este mundo fuste por dos maridada». Tenemos un primer ejemplo de las rectificaciones que harán luego en sus manuscritos Cervantes, Quevedo, Mariana y otros.

 

109

La Ars amatoria de Ovidio es, según se sabe, una parodia de tratados sobre materias científicas; su tema son los amores ilícitos. Además, la obra de Ovidio debe ser un reflejo de libros orientales, que presentaban el asunto en serio y sin guiñar el ojo. Que la Ars no encajaba bien con el modo de ser romano se ve en el hecho de que Augusto desterrara a Ovidio, entre otros motivos, por haber escrito un libro en desacuerdo con el orden jurídico y social de Roma.

 

110

Les Kama Sutra, de Vatsyayana, París, 1912, p. 42. Se trata del tan conocido libro indio sobre el amor.