Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.
Anterior Indice Siguiente




ArribaAbajoJornada II

 

Antesala del alcázar.

 

Escena I

 

CARLOS, apoyándose en su espada, y GERUNDIO, ambos vestidos muy pobremente.

 
GERUNDIO
Ya poquitos a poquitos
a palacio hemos llegado.
CARLOS
No puedo andar, de cansado.
GERUNDIO
Ya vas haciendo pinitos.
CARLOS
Con esta flaqueza quedo 5
del rigor de las heridas.
GERUNDIO
No es sino de las comidas.
CARLOS
De pesado andar no puedo.
GERUNDIO
No por el vestido es;
que tú y yo, si en eso topa 10
podemos ser poca-ropa
en un paso de entremés.
CARLOS
¡Que del Duque esté olvidada,
cuando puso mi persona
en su frente la corona 15
con la pluma y con la espada!
¡Que olvide acción tan valiente!
GERUNDIO
Pues ¿eso te desbautiza?
Pusiérasle tú ceniza,
y no corona en la frente. 20
Mas ¿qué culpa tiene él,
si a Lisardo te encargó?
Lisardo es quien te olvidó,
él fue el ingrato y cruel.
Él nos dejó, y con testigos, 25
a una posada encargados,
donde fuimos visitados
de parientes y de amigos,
que nunca de allí salían;
pues dos días aun no nos tuvo, 30
cuando dos mil chinches hubo
que nuestra sangre comían.
Sólo un día te asistió
en esta piscina grave,
pues un día te dio una ave, 35
y al otro día voló.
Un doctor te envió partida
de sentencias tan graciosas,
que te mandó echar ventosas
para curarte la herida. 40
Recetó con causa poca
un día una ayuda, y yo
dije: «No ha comido.» «-¿No?
Pues dénsela por la boca.»
Desta manera, Señor, 45
tus heridas has pasado,
que es milagro haber sanado
de la peste del doctor.
Los trastos ya se vendieron,
alhaja no quedó en casa: 50
hasta un bonete con grasa,
que aun para arroz no me diera,
sólo ha quedado un portero
de un convento que enamoro,
que viendo que de hambre lloro, 55
me llena siempre el puchero.
CARLOS
Gerundio, ya a creer me obligo
que no es del Duque este error;
que a él le divierte su amor.
Lisardo es el mal amigo. 60
GERUNDIO
Él es quien te hace estos males,
Señor, que no es otro alguno;
ni el Duque ha visto solo uno
de todos tus memoriales.
CARLOS
Pues tras todo ese rigor, 65
lo que me da más tormento
es, que trate el casamiento
con Laura, contra mi amor;
y ya Pompeyo con él
lo tiene capitulado. 70
Esto sin duda ha causado
ingratitud tan cruel.
GERUNDIO
Eso es, Señor, y a eso llama
lo que por el Duque tomas;
que él pretende que no comas, 75
para soplarte la dama.
CARLOS
Por eso a palacio vengo,
por si acaso puedo ver
al Duque, y darle a entender
la justa queja que tengo. 80
Si a Laura llego a perder,
también perderé la vida.
GERUNDIO
Pues dala ya por perdida,
porque él lo ha de disponer
de modo, que el premio sea 85
como la cura, Señor.
Tú estás tal, que das horror,
y ninguno que te vea
podrá creer que tú has sido
quien fuiste; que su mal trato, 90
siendo Lisardo el ingrato,
te hace a ti el desconocido.
CARLOS
Pues ¿puede faltarme a mí
el Duque, si le hablo yo?
GERUNDIO
Si él fuera terciana, no; 95
pero siendo duque, sí.
CARLOS
Pues ¿qué he de hacer?
GERUNDIO
Aprender
un buen tono entre los dos,
con que pidamos por Dios
a otro para comer. 100
Pero tate, que Lisardo
sale aquí.
CARLOS
Al paso le espera;
que ha de oírme, aunque no quiera,
tan justa queja.
GERUNDIO
Ya aguardo.

 (Hace que se va.)  



Escena II

 

LISARDO. Dichos.

 
LISARDO
Ya de mí mismo envidioso 105
estoy, habiendo tenido
de Laura el sí pretendido,
por su padre; y cuidadoso
aquí le vengo a buscar,
pues mi suerte se mejora, 110
porque con el Duque ahora
se acabe de asegurar.
Mas ¿no es Carlos el que miro?
Él es sin duda, y su intento
estorba mi casamiento. 115
Por no hablarle me retiro.

 (Hace que se va.)  

CARLOS
¿Señor Lisardo?
GERUNDIO
¿Oye usted?
LISARDO
¿Quién es?
GERUNDIO
¿Nos da con la sorda?
¿Hace usted la vista gorda?
Pues bien delgado le ve. 120
CARLOS
Aunque ya de vuestro trato
sé vuestra respuesta, pues
se obligó a ser descortés
quien se arrojó a ser ingrato;
la queja os da mi atención, 125
no porque vos la ignoréis,
sino porque no neguéis
vuestra culpa y mi razón.
LISARDO
Pienso que de mí hacéis pruebas.
GERUNDIO
Pues ¿no lo infiere de sí? 130
LISARDO
¿Vos tenéis queja de mí?
GERUNDIO
Pues ¿hale dado usted brevas?
LISARDO
Decidla; que la he dudado.
GERUNDIO
¡Pesia el alma de su olvido!
Pues ¿no quedó mi amo herido, 135
y a usted no quedó encargado?
¿No nos dejó con ultraje
en una triste posada,
donde no se nos dio nada
de usted ni de su linaje; 140
donde el hambre fue receta,
pues de salud incapaz,
como embajador de paz,
le curó con la dieta;
donde...? Aquel ayuno aclamo: 145
¡siete semana y sesma!
¿Pensó usted que era cuaresma
la enfermedad de mi amo?
CARLOS
Aunque esa desatención
para queja era bastante, 150
es la que tengo de amante
la que me da más razón.
Vos al hablarme, ¿de mí
no os disteis por obligado?
LISARDO
Siempre así lo he confesado. 155
CARLOS
¿No os dije mi empeño?
LISARDO
Sí.
CARLOS
¿No es segura obligación
fiar su pecho a un amigo?
LISARDO
La misma deuda es testigo.
CARLOS
Pues si de mi pretensión 160
os hice dueño, Lisardo,
cuando obligado os tenía
(y obliga más el que fía
su intento a un pecho gallardo),
de dos deudas en que funda, 165
mi amor queja tan severa,
el que olvidó la primera
no se acordó en la segunda.
Ya que el haberos servido
como amigo en la ocasión 170
no sirvió de obligación,
hablarme recién venido,
y fiaros yo mi amor,
¿no bastó para estorbar
que vos me intentéis quitar, 175
ingrato y ciego, el favor
de Laura? Mas ya he sentido
habéroslo pronunciado;
que vos lo habéis intentado;
y yo estoy dello corrido, 180
que aunque no pudiera hacello,
pasa un corazón sencillo
la vergüenza al referillo
que te diera al cometello;
que aunque en la voz lo repito, 185
para empañar la pureza
del cristal de la nobleza,
basta el aire del delito.
LISARDO
Templando mi indignación
os he podido sufrir, 190
porque os ciega el presumir
que podéis tener razón.
Al llegarme a proponer
vuestro amor, que no he olvidado,
os previne yo un cuidado, 195
y no os pude responder.
Y en esta materia aquí
sólo a deciros me obligo
que nadie debe al amigo
lo que quiere para sí. 200

 (Vase.)  



Escena III

 

CARLOS, GERUNDIO.

 
GERUNDIO
¡Qué esto oyes!
CARLOS
¡Oh mal amigo!
GERUNDIO
Es un bergante.
CARLOS
Detente.
GERUNDIO
Voto a Dios omnipotente,
que he de rompelle el ombligo.
CARLOS
¿Qué dices?
GERUNDIO
De juicio salgo;
205
que estoy pobre, ya se ve,
y por no tener con qué,
no le voy a dar con algo.
CARLOS
Daré quejas a los cielos,
si razón no ha de valerme. 210
GERUNDIO
¿Por qué?
CARLOS
Por satisfacerme
con ellas.
GERUNDIO
Pues ¿son buñuelos?
CARLOS
Llegará el Duque a sabello;
que hasta hablarle he de esperarle.
GERUNDIO
¿Qué importa el querer hablarle, 215
si él priva y te priva dello?
CARLOS
Si yo pudiera mandalle,
y aliento en mi brazo viera,
yo satisfacción me diera.
GERUNDIO
¿Qué hicieras?
CARLOS
Desafialle,
220
porque muriera a mis brazos.
GERUNDIO
¿Cuándo estarás para eso?
CARLOS
Tarde, que es mucho este peso.
GERUNDIO
Desafíale en dos plazos,
que no es de valor ajeno: 225
para San Juan la mitad,
y otra para Navidad,
por si no estuvieres bueno.
CARLOS
Necios impulsos te dan.
GERUNDIO
Hazlo por Cristo, Señor, 230
y démosle a este traidor
mala Pascua y mal San Juan.
CARLOS
Entrémonos más adentro,
que al Duque tengo de hablar;
mas ya es forzoso esperar, 235
pues nos salen al encuentro
Casandra y todas las damas.
GERUNDIO
Y Laura viene con ella.
Señor, escóndete della,
que en dejarte ver te infamas. 240
CARLOS
¿Por qué?
GERUNDIO
Porque es desatino;
que estás desnudo, Señor,
y aunque está en cueros amor,
eso mejor le está al vino.
CARLOS
Antes darla a entender quiero 245
cómo así por ella estoy.


Escena IV

 

CASANDRA, LAURA, CELIA, damas. Dichos.

 
LAURA
Mas alegre ha de estar hoy
vuestra alteza, a lo que infiero,
de la prevención que hace
el Duque por divertirla. 250
CASANDRA
Por música voy a oírla;
que es lo que me satisface
entre los divertimientos
que otras veces me previene.
CARLOS

 (Aparte.) 

Cielos, si Casandra tiene 255
imperio en los pensamientos
del Duque, y ella es testigo
de mi valeroso aliento,
para que ayude a mi intento
a hablarla agora me obligo. 260
LAURA

 (Aparte.) 

¡Válgame el cielo! ¿qué veo?
¡Carlos en tan pobre traje!
Lástima da el ver su ultraje;
ya le perdió mi deseo,
pues mi padre concertado 265
tiene ya mi casamiento.
Bien sabe amor que lo siento,
y más verle tan ajado.
CELIA

 (Aparte a LAURA.) 

Señora, ¿a Carlos no ves,
y a Gerundio, que le guía, 270
de pobres de portería?
LAURA
Afrenta el mirarlo es;
no vuelvas allá.
CELIA
No quiero;
mas ¡cuál Gerundio se ofrece!
Con tanto trapo, parece 275
asadura de ropero.
¡Qué lindo par de gazapos!
LAURA
Ya es su desdicha notoria.
CELIA
Tendrá libro de memoria
para vestirse los trapos. 280
CARLOS

 (Aparte a GERUNDIO.) 

No sé cómo lo resista;
Laura hace que no me ha visto.
GERUNDIO
Señor, todos, vive Cristo,
han engordado de vista.
CASANDRA
Ven, Laura, a la galería, 285
por si el Duque nos espera
con la música; que fuera
no escucharla grosería.
LAURA
Bien, Señora, lo merece
su fineza.
CASANDRA
Mi entereza
290
no lo estima por fineza,
aunque ya me lo parece;
que su presencia ha vencido,
y su discreción, en mí,
mucho más que presumí. 295
CARLOS
Señora, si un afligido
merece vuestra atención,
que me la deis os suplico.
CASANDRA
¿Qué es lo que pides?
CARLOS
Publico
más que pobreza razón, 300
pues mis alientos ajados...
CASANDRA
Laura, no esperando estén;
haced que limosna den
a esos dos pobres soldados.
 

(Vase con las damas.)

 
LAURA
No quiero que en mí repare. 305

 (Vase.)  



Escena V

 

CELIA, CARLOS, GERUNDIO.

 
CARLOS
¡Que esto escucho, y lo resisto!
GERUNDIO
¿Qué es limosna? Voto a Cristo,
que miente quien lo pensare.
CELIA
¿Qué es esto? ¿Ya despachados
no quedan los moscardones? 310
Siempre son los pobretones
soberbios y porfiados.
GERUNDIO
Tú lo eres, como fregona;
que aunque estás ya con afeite,
te he visto yo ir por aceite 315
con capilla de gorrona.
Tú pedirás, como tal,
tú, limosna sin horror,
como paga de doctor
al irse, y en el portal. 320
Tú pedirás, y pediste
a mí en más de una ocasión
almuerzos de bodegón,
que a figón no te atreviste.
Tú, cuyas medias con greda 325
sacó de lana el amor
de un paje de embajador,
con unas viejas de seda.
Que antes dará nuestro aliento
limosna y dote, si quieres, 330
para recoger mujeres
perdidas en un convento.
CELIA
Gerundio, más reportado;
y pues dar puede esos dones,
dése para unos calzones, 335
que está muy desatacado.

 (Vase.)  



Escena VI

 

CARLOS, GERUNDIO.

 
GERUNDIO
¿Cómo?
CARLOS
Deja esos cuidados;
que no tiene culpa ella.
GERUNDIO
Pues ¿quién?
CARLOS
Mi estrella.
GERUNDIO
¿Qué estrella,
ni qué huevos estrellados? 340
CARLOS
¡Que esto mi desdicha aguarda!
Que Laura no me atendiera,
ni aun a mirarme volviera!
GERUNDIO
Se habrá ya vuelto Lisarda.
CARLOS
Por él sin duda a trocarse 345
llegó, como aquí publica.
GERUNDIO
Claro está: que como es rica,
tendrá amores que mudarse.
CARLOS
Sin alma quedé de vella.
GERUNDIO
¿Quieres vengarte? Pues calla. 350
CARLOS
¿Qué he de hacer?
GERUNDIO
Desafialla,
y mueran Lisardo y ella.
CARLOS
Ya por mi vida atropello;
¿qué haré con el Duque?
GERUNDIO
Ten:
desafialle también, 355
y concluyamos con ello.
Mas la ocasión se ofreció,
porque el Duque sale ya;
siguiendo a Casandra va:
tiéndela, que aquí estoy yo. 360


Escena VII

 

POMPEYO, el DUQUE. Dichos.

 
DUQUE
Pompeyo, nada me habléis
que de Casandra no sea;
lo que mi atención desea
con nada me embaracéis.
Casandra es sólo mi amor, 365
Casandra es todo mi empleo;
sólo hablar della deseo,
y el que intenta mi favor,
sólo llegue a hablarme della;
sólo me dé para amalla 370
arbitrios con que obligalla,
fiestas con que entretenella.
Nada sin ella me agrada.
POMPEYO
Señor, tu alteza no sienta
que le llegue yo a dar cuenta 375
de cómo tengo casada
con Lisardo a Laura.
DUQUE
En eso
me hacéis el gusto que aguardo,
porque le debo a Lisardo
la obligación que confieso; 380
pues a Casandra prendió,
con que alcancé la victoria.
GERUNDIO

 (Aparte a CARLOS.) 

¿Qué es esto? ¿A él le dan la gloria
de lo que hicimos tú y yo?
CARLOS
Este es el modo afrentoso 385
del mundo desconcertado:
vence el riesgo el desdichado,
y premian al venturoso.
GERUNDIO
¿Qué es premiar nuestro desvelo?
Pues ¿es esto flautas pitos? 390
Llega, Señor, da los gritos
que los pongas en el cielo.
DUQUE
Por él ya feliz me llamo.
GERUNDIO

 (Al DUQUE.) 

Señor, lo que dices mira;
voto a Cristo, que es mentira; 395
que el que la prendió es mi amo.
DUQUE
¿Qué es eso?
CARLOS
Si a vuestros pies
lugar tiene un desdichado,
sólo con ser escuchado
será feliz.
POMPEYO

 (Aparte.) 

Carlos es;
400
¡que a tal su suerte llegó!
Ya es a la vista importuna;
mas de su poca fortuna
no tengo la culpa yo.
DUQUE
¿Quién sois? Alzad.
CARLOS
Soy, Señor,
405
quien tomando otro camino,
para enmendar su destino
ha llegado a otro peor;
quien más dicha ha merecido,
quien por valor lo ha alcanzado, 410
quien de vos vive olvidado,
y quien más os ha servido;
quien, porque su nombre os cuadre..
GERUNDIO
Es Carlos. Toma el ovillo,
y acaba ya de parillo; 415
que no es el Duque comadre.


Escena VIII

 

LISARDO. Dichos.

 
LISARDO

 (Aparte desde la puerta.) 

¡Cielos! ¿que Carlos llegase
al Duque? Estorbarle quiero
que le oiga el Duque primero
que yo con Laura me case. 420
DUQUE
Pues ¿qué os debí yo?
LISARDO

 (Sale.) 

Señor...
DUQUE
¿Qué hay, Lisardo?
LISARDO
Que ya espera
Casandra, haciendo la esfera
de su sol un corredor;
y la música aguardando 425
sólo tu precepto está.
DUQUE
Vamos, Lisardo; que ya
a tal dicha estoy tardando;
sólo vivo en su presencia.
CARLOS
Señor, sabed, antes de iros... 430
DUQUE
Audiencias hay para oíros.

 (Vase.)  

LISARDO
Buscad al Duque en la audiencia.

 (Vase.)  



Escena IX

 

POMPEYO, CARLOS, GERUNDIO.

 
GERUNDIO
¡Que se sufra esta insolencia!
CARLOS
¿Qué admiras, si es mi contrario?
GERUNDIO
Pues ¿es el Duque vicario 435
para buscarlo en la audiencia?
CARLOS
Señor Pompeyo, de vos
mi razón se ha de valer,
pues mi fortuna ha de ser,
siendo mía, de los dos. 440
POMPEYO
Carlos, que os premien será
para mí mucho contento
por vuestro merecimiento;
pero viene tarde ya.
Por la palabra empeñada, 445
cuanto pude os esperé;
mas ya no puedo.
CARLOS
¿Por qué?
POMPEYO
Tengo ya a Laura casada.

 (Vase.)  



Escena X

 

CARLOS, GERUNDIO.

 
CARLOS
¡Caiga el cielo sobre mí!
GERUNDIO
No caiga, ni aun una estrella. 450
CARLOS
¡Ay de mí, que a Laura bella
ya sin remedio perdí!
Ya ¿para qué he de querer
premios, si morir espero?
GERUNDIO
¿Qué dices?
CARLOS
¿Para qué quiero
455
premios ya?
GERUNDIO
Para comer.
CARLOS
¿Para qué? Sin Laura bella
no quiero triunfo ni palma.
GERUNDIO
Pues valga el diablo su alma;
¿nos hemos de ahorcar por ella? 460
CARLOS
Cielos, sin Laura ¿qué haré?
¿Qué será, cielos, de mí,
que ya su mano perdí?
GERUNDIO
Pues, Señor, no pierdas pie.
CARLOS
Por eso sin duda alguna 465
a mirarme no volvió;
por eso me despreció,
no por mi humilde fortuna.
¿Ingratitud como esta
ha de quedar sin castigo? 470
GERUNDIO
Eso sí, lo que yo digo:
matémosla, y vamos desta.
CARLOS
Gerundio, en palacio hoy
el festín licencia da
a que cualquiera entre allá. 475
Pues desesperado estoy,
entrar quiero; y pues perdella
con callar no se restaura,
sepa el mundo y sepa Laura
lo que hice por merecella. 480
Quéjese a ella mi desvelo;
mas si tan esquiva está
como hermosa, esto será
como dar quejas al cielo.
GERUNDIO
No hay quejas como patadas. 485
CARLOS
Vamos pues.
GERUNDIO
Vamos, Señor.
CARLOS
Ya no temo su rigor.
GERUNDIO
¿Sabes cascar bofetadas?
CARLOS
Lo que he de decir no sé;
mas el cielo oirá mis voces. 490
GERUNDIO
Ve; que si errares las coces,
yo llegaré a darte el pie.
 

(Vanse.)

 


Escena XI

 

Galería del alcázar.

 
 

El DUQUE, LISARDO, MÚSICOS.

 
MÚSICOS
Compitiendo con las selvas,
cuando las flores madrugan,
los pájaros en el viento 495
forman abriles de plumas.
DUQUE
Cantad, pues las letras todas
sólo a Casandra pronuncian,
y celebran en mi pecho
los triunfos de su hermosura. 500
Lisardo, en su hermoso rostro
¿no ves cuántas flores hurta
el mayo para su adorno?
¿No admiras en su blancura
los jazmines y azahares, 505
que ámbar el viento divulga?
Los claveles de sus labios
¿a los que el alba dibuja
no exceden? ¿En sus mejillas
las rosas no son más puras? 510
Mas ¿para qué lo encarezco,
cuando por vencer la duda
de si las flores la igualan,
coronada de las suyas,
siguiendo estos dulces ecos, 515
sale en victoriosa lucha,
compitiendo con las selvas
cuando las flores madrugan?


Escena XII

 

CASANDRA, LAURA, CELIA, damas. Dichos.

 
CASANDRA
Laura, imán es este acento
de mi atención.
LAURA
Él presuma
520
que vos sois su imán, Señora;
pues aunque un abril se juzga,
donde en las espesas ramas
los pajarillos se juntan
a hacer su sonora salva; 525
y aunque la destreza suya
la de las aves parezca
que al alba alegres saludan,
siendo vos sol desta esfera,
vos sois el imán sin duda 530
de su voz: pues cuando él sale,
las aves porque le buscan,
le cantan; y al salir vos,
razón es que se presuma
este acento el de las aves, 535
porque entienda quien le escucha
que cuando de vuestra alteza
sale el sol que los alumbra,
los pájaros en el viento
forman abriles de pluma. 540
DUQUE
Cantad, proseguid; que ya
más cerca Casandra escucha.
MÚSICOS
Que Casandra es la más bella,
aun los cielos no lo dudan;
si para verdad es grande, 545
para lisonja no es mucha.
DUQUE
Si el cielo pudo, Señora,
tener competencia alguna
con la hermosura, fue acaso
por no ver vuestra hermosura. 550
Vio sus lucientes estrellas,
el sol miró la luz suya;
al espejo de las otras
vieron su esplendor las unas,
y al ver tantas luces, tuvo 555
su victoria por segura.
Pero cuando a vuestros ojos
vencer vio sus llamas rubias,
cuando sus claras estrellas
con ellos fueron oscuras, 560
luego os cedió la victoria.
Y si al ver sólo la suya
presumió más perfección,
vista ya vuestra hermosura,
que Casandra es la más bella, 565
aun los cielos no lo dudan.
CASANDRA
Cuando tanto rendimiento
agradecida os escucha
mi atención, hallo, Señor,
que el vencimiento resulta 570
en vos, y en mí la victoria.
DUQUE
Creed, Señora, que es sin duda.
Pero si vencéis al cielo,
brillando luces más puras,
el vencerme a mí es victoria 575
que se infiere de la suya.
Y mi amor siente que sea
tanta verdad, porque busca
razones para obligaros
en que él de sí ponga alguna; 580
porque deciros que vence
mi pecho vuestra hermosura,
y que el cielo con la vuestra
tiene su luz por caduca;
siendo yo esclavo y vos dueño, 585
siendo vos sol, y el sol luna,
si para verdad es grande,
para lisonja no es mucha.
CASANDRA
Vuestro cortés rendimiento
todos mis afectos muda; 590
pues al intento de ser
a vuestra voz piedra dura,
me tenéis ya tan trocada,
que no sólo no os escucha
como piedra, sino como 595
quien oye...

  (Aparte. 

Licencia es mucha
la que ya se toma el labio
para lo que el alma oculta.)
DUQUE
Decid, proseguid, Señora.
CASANDRA
Lo dicho ¿no os asegura? 600
DUQUE
Quien ama siempre es cobarde.
CASANDRA
El que conoce no duda.
DUQUE
Conózcome a mí primero.
CASANDRA
Pues de aquesto ¿qué resulta?
DUQUE
No merecer ser oído. 605
CASANDRA
Cuando el dulce acento triunfa
de mi atención, por ser vuestro,
no os malogréis vos la industria.
DUQUE
Pues la música prosiga.
CASANDRA
A escucharla voy.
DUQUE
Confusa
610
dejáis el alma.
CASANDRA
¿Por qué?
DUQUE
Por no declarar la duda.
CASANDRA
¿No voy a escuchar de vos
lo que la letra pronuncia?
DUQUE
Y ¿así me oís?
CASANDRA
Sabed, Duque,
615
que aunque el amor no lo juzga,
no es sorda la que no oye,
sino aquella que no escucha.
 

(Vase con las damas.)

 
LAURA
Celia, a Casandra no sigas;
que estoy muriendo a la angustia 620
de ver que he perdido a Carlos.
DUQUE
Cantad, seguid su hermosura.
Lisardo, ve a prevenir
que estén las músicas juntas,
cercando la galería, 625
porque divertida en unas
y arrebatada de otras,
todo en mi amor se confunda.

 (Vase.)  

MÚSICOS
De cuantos con dicha nacen,
porque no la esperan nunca, 630
con el acierto de amarla
nadie muere sin ventura.
 

(Vanse LISARDO y los MÚSICOS.)

 


Escena XIII

 

CARLOS, GERUNDIO. LAURA, CELIA.

 
GERUNDIO

 (Aparte a CARLOS.) 

Señor, Laura está aquí sola.
Ea, con ella apechuga,
y dala hacia las quijadas, 635
pues según las vestiduras,
parecemos saca-muelas.
LAURA
¿No es Carlos, Celia?
CELIA
Sin duda.
¿Es posible que te cueste
tal pesar esta figura? 640
GERUNDIO
Si estaba puesta a flux de oros,
y es de bastos, ¿qué lo dudas?
LAURA
Carlos, ¿dónde vas? ¿Qué intentas?
CARLOS
Saber cuál es mi fortuna;
pues aunque aquí entrando acaso, 645
esa música que escuchas
de amor, prevenida en mí,
por desengaño resulta.
Pues cuando ajado de todos,
despechado de mi injuria, 650
vengo a ver si en ti ha quedado
consuelo a mis desventuras,
oigo que el sonoro acento
para avisarme pronuncia
que soy el más infelice 655
por mi estrella y por las tuyas,
de cuantos sin dicha nacen,
porque no la esperan nunca.
LAURA
Si amar un desden es yerro
sin razón y sin fortuna, 660
amar a quien ama, Carlos,
es acierto y es ventura.
Quien tiene la voluntad
tiene el alma; esa fue tuya
desde que te vi; y pues logras 665
esta fe, aunque no aseguras
otra posesión con ella,
porque fue tu suerte injusta,
aunque por ella me pierdas,
consuélete la fortuna 670
de que fue acierto el amarme.
Y cuando infeliz te juzgas
porque el acento te avisa,
oye; que también pronuncia
que aunque no tenga esperanza, 675
sí la mereció por suya,
con el acierto de amarla
nadie muere sin ventura.

 (Hace que se va.)  

CARLOS
Oye, Laura.
GERUNDIO

 (Aparte a CARLOS.) 

Señor, cierra.
¿Quieres que yo la sacuda? 680
CARLOS
No, detente.
GERUNDIO
Sino a azotes,
no esperes que se reduzca.
CARLOS
Sí harán mis lágrimas tiernas.
GERUNDIO
Más harán puñadas duras.
LAURA
Déjame, Carlos; ¿qué quieres? 685
¿No basta la desventura
de perderte aunque te quiera?
CARLOS
¿Cómo eso dices? Escucha.
MÚSICOS

 (Dentro.) 

No pagar obligaciones
delito en amor se juzga; 690
que lo ingrato en la belleza
aun ha menester disculpa.
CARLOS
Laura, Señora, pues oyes
que aún esta voz te lo acusa,
y hablan por mí los acasos, 695
¿cómo ese rigor pronuncias?
¿Yo perderte? ¿Tú ser de otro
cuando, porque fuese tuya,
coroné el alma de letras
que tus triunfos articulan; 700
cuando porque se leyesen
de mi amor en la escultura,
la fui a esmaltar con mi sangre,
que aún falta en mis venas mucha;
cuando para merecerte, 705
lo que faltó a mi ventura
lo consiguió mi valor
y no lo halló mi fortuna?
Cuando así por ti me veo,
¿tú con el rigor te juntas? 710
Si es desdicha el no alcanzarte,
en ti el alejarte es culpa.
Si estas finezas te obligan,
mira que en deudas tan tuyas
no pagar obligaciones 715
delito en amor se juzga.
LAURA
Carlos, ¿qué quieres? Ya veo
que contra ti se conjura
tu estrella y también la mía,
pues conocer lo que triunfa 720
tu mérito de mi amor,
y no pagarlo, es injusta
ingratitud, y aun tirana;
pero mi honor lo repugna.
Por él, por ti hablar no puedo; 725
él me tiene absorta y muda,
viva para los deseos,
para las voces difunta.
Bien veo que el no pagarlo,
cuando lo conozco, es culpa; 730
pero culpa de mi honor,
a quien debo esta coyunda.
No quiero satisfacerte,
cuando por mi amor te apuras,
con que, si ella te obligó, 735
fue deuda de mi hermosura;
porque sé cuando no pago,
aunque mayor la presuma;
que lo ingrato en la belleza
aun ha menester disculpa. 740
CARLOS
Pues viendo tu obligación,
y amándome, Laura bella,
si el dejarme es sinrazón,
no hay resistencia a mi estrella
en tu noble corazón. 745
Para excusar un rigor
no hay dilaciones ni trazas,
¿cómo ha de creer mi amor
que en el riesgo que tú abrazas
puedes pensar que hay dolor? 750
El que de ponzoña lleno
toma un vaso sin horror,
o está del peligro ajeno
o halla alivio en el veneno,
si le bebe sin temor. 755
Y sabiendo esta verdad,
rendirse tu pensamiento
a otro dueño, o es crueldad,
o te falta voluntad,
o no tienes sentimiento. 760
Y si le tienes, me obligo
a no quejarme de ti;
que aunque eres cruel conmigo,
¿qué se ha de doler de mí
quien es ingrata consigo? 765
LAURA
Carlos, bien sé que es crueldad;
pero sólo te apercibe
por respuesta mi piedad...
MÚSICOS

 (Dentro.) 

Desdichado del que vive
por ajena voluntad. 770
LAURA
Por mí respondió este acento;
pues me ves desesperada,
déjame en mi sentimiento.
CARLOS
¿Qué dices a mi tormento?
LAURA
Carlos, que ya estoy casada. 775
Ven, Celia.
CELIA
En vano te apuras.
Tú con figura tan rota
¿estás gastando ternuras?
GERUNDIO
Pues, pícara, siendo sola,
¿te espantas de las figuras? 780
CARLOS
¿Que, en fin, muriendo me dejas?
LAURA
¿No es mi dolor más profundo?
CARLOS
Pues ya que de mí te alejas,
sepa tu rigor el mundo
y escuche el cielo mis quejas; 785
sepa que quiebra el rigor
la fe que nos prometimos,
sepan todos mi dolor.
GERUNDIO
Sepan que de hambre morimos
y nos quejamos de amor. 790
CARLOS
Sepan lo que mereció
mi valor, pues lo publica
la llama que me abrasó.
GERUNDIO
Y que lo que a mí me pica
come, no comiendo yo. 795
CARLOS
Sepa ¡ay de mí! quien lo ignora...
LAURA
Carlos, ¿qué decís?
GERUNDIO
Que es ruin
tu término.
LAURA
Calla ahora.
GERUNDIO
Déjanos gruñir, Señora;
que este es nuestro San Martín. 800
LAURA
Carlos, por Dios, vete presto.
No alborotes.
CARLOS
Ya esto es furia.
LAURA
Pues ¿qué intentas?
CARLOS
Ser molesto
por dar a entender mi injuria.


Escena XIV

 

CASANDRA. Dichos.

 
CASANDRA
¿Qué es esto, Laura? ¿Qué es esto? 805
CARLOS
Es, Señora, esta inquietud
una injuria y un desdén,
no premiarse la virtud;
y es no sólo ingratitud,
sino desprecio también. 810
CASANDRA
¿Es esto, Laura, contigo?
LAURA
¡Ay de mí! No sé, Señora.
CARLOS
Vos, Señora, sois testigo
de que yo merezco ahora
el premio que no consigo. 815
Por Laura a la guerra fui,
por Laura arriesgué la vida,
por Laura a vos os prendí.
GERUNDIO
Y el estar hermosa aquí
se debe a lo bien prendida. 820
CASANDRA
¿Qué es esto, Laura?
LAURA
Señora...

  (Aparte. 

Cielos, no sé qué decir.)
CELIA
Ella como vos lo ignora;
que estos locos aquí ahora
se entran a hacernos reír. 825
GERUNDIO
Mienten; que a hacerlas llorar
entramos, si mi amo hiciera
lo que yo dije al entrar.
CARLOS
Loco estoy de mi pesar:
Laura es la causa primera. 830
CASANDRA
Pues ¿cómo así habláis osados
en mi presencia? ¡Criados!
¡Hola!


Escena XV

 

POMPEYO, LISARDO, criados. Dichos.

 
POMPEYO
¿Qué mandáis, Señora?
CARLOS
Si vuestra alteza lo ignora,
ellos, que están informados, 835
dirán de mi sentimiento
la causa a que me provoco.
CASANDRA
Mirad de ese hombre el intento;
castigad su atrevimiento,
o echadle de ahí, si es loco. 840

 (Vase.)  

LAURA

 (Aparte.) 

Cielos, yo estoy sin sentido.
POMPEYO
¿Qué es esto, Laura?
LAURA
Señor,
yo no sé lo que esto ha sido.
Carlos, o el juicio has perdido,
o tú das causa a su error. 845
CARLOS
¡Que esto llegue yo a escuchar!
GERUNDIO
Por el celestial farol,
que mil muertes he de dar.
CELIA
Si tanto quieren matar,
váyanse los dos al sol. 850

 (Vase.)  

GERUNDIO
Y tú, menguada, a la luna.
POMPEYO
Carlos, ¿qué osadía fue
la vuestra?
CARLOS
Señor, ninguna.
Quejarme de mi fortuna.
POMPEYO
Pues a mi hija, ¿por qué? 855
Por veros sin resistencia,
vuestra libertad osada
no castiga mi prudencia,
pues os tomáis tal licencia
teniendo a Laura casada. 860

 (Vase.)  

LISARDO
Pues, Carlos, aunque a mi acero
tocaba vuestro castigo,
aquí suspenderle quiero
por advertiros primero
que está casada conmigo. 865
GERUNDIO
¡Que se sufra esta traición!
CARLOS
¡Falso amigo!
LISARDO

 (A los criados.) 

Echad de ahí
esos locos.

 (Vase.)  

GERUNDIO
Galalon.
UN CRIADO
Oyen, si pasan de ahí,
volverán por un balcón. 870
 

(Vanse los criados.)

 


Escena XVI

 

CARLOS, GERUNDIO.

 
GERUNDIO
A ti y tu alma, y cuantos van
con tu amo a pie y en coche,
como servidor truán,
por un balcón te echarán
a las once de la noche. 875
CARLOS
¿Qué es esto que por mí pasa?
¿Hay, cielos, a quien suceda
con tal razón tal desprecio,
con tal valor tal afrenta?
¿Yo abatido? ¿Yo ultrajado? 880
¿Yo en tan infeliz miseria,
que a quien mi valor da envidia
da lástima mi pobreza?
GERUNDIO
¿Yo en ayunas y rabiando
por romper treinta cabezas, 885
sin tener ni hallar con qué
cortar la cólera pueda?
CARLOS
¡Que sea todo el mundo injusto!
¡Que contra mí todos sean!
GERUNDIO
¡Que sea todo el mundo limpio! 890
¡Que no haya quien manchas tenga
agora, que puedo yo
vender saliva por greda!
CARLOS
¡Gerundio!
GERUNDIO
Yo rabio de hambre.
CARLOS
¿Deso en tal dolor te acuerdas? 895
GERUNDIO
¿Tan lejos están las tripas
para olvidarme yo dellas;
que pienso que juegan cañas,
según me caracolean?
Esto no es hambre, Señor, 900
sino rayos que me queman.
CARLOS
Deja los rayos ahora.
GERUNDIO
Pues ¿qué he de hacer, si ellas truenan?
CARLOS
¿Hay amor más desdichado?
GERUNDIO
¿De amor agora te quejas? 905
Ven a buscar qué comer;
que es ya más de la una y media,
y si el portero nos falta,
no hay casa aquí de Portela.
CARLOS
Yo me muero.
GERUNDIO
Ahora, Señor,
910
tú lo tomas muy de veras,
y el hambre no es para burlas;
que el estómago me aprieta
tanto, que por verle raso
imagino que le prensan. 915
Esto es peor cada día;
como tú esperes moneda,
tu esperanza está en la China,
que hay de aquí allá tres mil leguas.
Si seguirla es perecer, 920
más vale que uno perezca
y que yo busque mi vida;
porque el ver que yo me muera
¿qué alivio ha de darte a ti?
Ni a mí, Señor, me consuela, 925
cuando que comer no tengo,
que tú tampoco lo tengas.
Y en medio de que tu amor
es lo que más te atormenta,
cuando traigo lo que busco, 930
al ponértelo en la mesa,
comes más que un sabañón;
y entre suspiro y fineza,
al panecillo que agarras
parece que atenaceas. 935
Yo me voy a acomodar
donde hallare. Adiós te queda;
que si hallo con qué acudirte,
tú admirarás mi fineza.
CARLOS
¿Qué dices, Gerundio amigo? 940
Pues ¿tú te vas? ¿Tú me dejas
cuando me ves abatido,
cuando no tengo a quien vuelva
la cara sino a tu alivio;
cuando, si por ti no fuera, 945
muerto hubiera en la desdicha
de mi abatida miseria?
GERUNDIO
¿Qué quieres, Señor? Por eso
me voy; que mi industria intenta
socorrerte y socorrerme. 950
CARLOS
¡Ay amigo! Si me dejas
he de morir. No te vayas;
que tú mis males consuelas.
GERUNDIO
¡Yo consolarte, Señor,
que estoy siempre a tus orejas 955
dando unos aullidos de hambre
que parezco un alma en pena!
Déjame ir, por Dios.
CARLOS
Aguarda.
Tienes razón, mi pobreza
no tiene qué responderte; 960
pero conmigo te queda
de aquí a mañana no más;
que si este plazo no enmienda
mi fortuna, te irás luego.
GERUNDIO
¿De aquí a mañana? Aunque sea 965
reventando, he de esperar.
CARLOS
Si mi despecho lo intenta,
podré entrar a hablar al Duque.
GERUNDIO
Eso, Señor, es quimera;
que nos molerán a palos 970
los inflones que le cercan.
CARLOS

 (Aparte y paseándose.) 

¡Que me deba el Duque, cielos,
la corona que gobierna,
Lisardo tanta amistad
como la vida y la hacienda, 975
todo Urbino su sosiego,
y Laura tantas finezas;
y en ninguno hallo favor,
todos perecer me dejan!
¡Esta ingratitud consienten 980
los cielos, que la condenan!
¡Un hombre de mi valor,
de mi sangre y de mis letras
en pobreza tan indigna,
cuando tantos que aquí entran 985
arrastran triunfos y aplausos,
unos porque lisonjean,
otros por entremetidos,
otros porque se despejan,
siendo asunto de la risa; 990
y ingenio, valor y ciencia
estén en tanto desprecio!
¡Ah cielos, si me sufriera
ajar mi reputación
el mundo! Dénme licencia 995
el decoro y la razón
para que yo no parezca
quien soy un término breve;
que yo tomaré tan nueva
venganza destas injurias, 1000
que se admire el mundo della.
Yo haré que todos conozcan
su ingratitud y mi ofensa,
y que lo vean de suerte
que sea el castigo su afrenta. 1005
No ha de haber oído el mundo
tal venganza de mi queja,
tal castigo de su culpa;
sólo temo la vergüenza
de ultrajar yo mi persona; 1010
pero ¿qué ultraje me queda
que temer con el que paso?
Pues todo el mundo me atienda:
a ajarme voy por vengarme,
para que los hombres sepan 1015
quién es el mundo y cuál son
los que la fortuna premia.
Esto ha de ser; lo primero
engañar ha de ser fuerza
a este criado.
GERUNDIO
Señor,
1020
no tanto en ti te diviertas;
que estás flaco y en ayunas.
CARLOS

 (Aparte.) 

Yo haré que su dolor sea
no poder negar su infamia.
GERUNDIO
Señor...
CARLOS

 (Aparte.) 

No ha de haber quien pueda
1025
negar su error con mi industria.
GERUNDIO
Que estás flaco de cabeza
y te acabas; mira que
pienso que calabaceas.
CARLOS
Déjame ya revocar 1030
el poder de las estrellas.
GERUNDIO
¿Qué has de revocar, Señor?
Revócale la sentencia
al hambre, y hazlo embocando.
CARLOS
Verá el mundo lo que yerra. 1035
GERUNDIO
¿Quién yerra?
CARLOS
Siempre está errando,
día y noche.
GERUNDIO
Es el albéitar;
que a puro martillar clavos
nos deshace la cabeza.
CARLOS
Cielos, dél he de vengarme. 1040
GERUNDIO
¿Qué dices? ¿que es una bestia?
¿Qué te hace aquel pobre tuerto?
CARLOS
Aunque el decoro se ofenda.
GERUNDIO
Vive Cristo, que está loco;
esto causa la flaqueza. 1045
¡Ah, Señor!
CARLOS

 (Aparte. 

Ya lo presume;
ahora falta que lo crea.)
Déjame, no te me acerques.
GERUNDIO
Señor, el juicio no pierdas;
que yo iré a buscar qué comas. 1050
¿Hay lástima como aquesta?
De hambre ha perdido el sentido.
¡Ah Señor!
CARLOS
¿A mí te llegas?
GERUNDIO
Alto: él ha perdido el juicio.
Que comer traeré, no temas. 1055
CARLOS
¿Dónde está? ¿Qué es lo que dices?
GERUNDIO
¿No lo ves? Ven a la mesa;
mira aqueste pipián,
que el pimiento bermejea
como carrillos de lego. 1060
CARLOS
No lo quiero ya.
GERUNDIO
¡Esta es buena!
Pues, Señor, mira esta pava
con pechuga de gallega.
CARLOS
Quítate allá, no me toques:
¡que me quiebras, que me quiebras! 1065
GERUNDIO
¿Qué dices?
CARLOS
Pues ¿no lo ves?
De vidrio soy.
GERUNDIO
¡Santa Tecla,
que está loco!
CARLOS
Vidrio soy.
GERUNDIO
¡Jesús, qué gracioso tema!
CARLOS

 (Aparte.) 

Ya el criado lo ha creído; 1070
aquí mi venganza empieza.
GERUNDIO
Señor, ¿que eres vidrio es cierto?
CARLOS
¿Posible es que no lo veas?
GERUNDIO
Pues ¿hay duda? Ya lo miro.
CARLOS
Pues ¿a qué vienes? ¿Te acercas 1075
a quebrarme?
GERUNDIO
No, Señor;
que eres vidrio de Venecia.

  (Aparte. 

Llevarle quiero el humor.)
CARLOS
Pues ¿adónde vas? ¿qué intentas?
GERUNDIO
Llevarte a casa.
CARLOS
Eso no;
1080
quítate allá, que me quiebras.
GERUNDIO
¿No ves que yo soy salvilla,
y puedo llevarte en ella?
CARLOS
Pues ven, llévame con tiento.
GERUNDIO
Eso haré.

  (Aparte. 

¿Hay risa como esta?)
1085
Vamos, Señor..

  (Aparte. 

Lindo cuento.)
CARLOS

 (Aparte.) 

Vamos, y el mundo suspenda
el juicio desta locura
hasta ver cómo me venga.



Anterior Indice Siguiente