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21

Pattison (pp. 167-168) cita un Palique de Clarín sobre Zola, quien reconoce la importancia de cierta mística y la ve sin antipatía, aunque él (Zola) no la siga y se aferre al positivismo pesimista. También en esta línea interpretativa, F. García Sarría, Clarín o la herejía amorosa, Gredos, Madrid, 1975. Por el contrario, S. Beser insiste en el determinismo de Clarín. También lo niega J. L. Aranguren.

 

22

La diferencia que existe entre el naturalismo como corpus teórico y su desarrollo como praxis creativa ha sido señalada por Laureano Bonet, introducción a: Zola, El naturalismo, Península, Barcelona, 1972 (p. 9). Esto lo vio Pardo Bazán en La literatura francesa moderna. El naturalismo, en Obras Completas, vol. XLI, Cía. Iberoamericana de Publicaciones, Madrid, s/d., pp. 121-122, para quien el Zola moralizador y didáctico de los Rougon-Macquart contradice el teórico de Le roman expérimental.

 

23

Para A. Hauser, sin embargo, Zola tiene rasgos románticos en su narrativa (cfr. Historia social de la literatura y el arte, Guadarrama, Madrid, vol. 3). Luis López Jiménez (cfr. nota 24) dice también a este respecto: «Pero no nos engañemos, ese objetivismo es en parte aparente: la ‘documentación’ existe -hasta necesarios detalles históricos que se encuentran dispersos en la novela naturalista, para mayor veracidad-; pero, por un lado, en el terreno artístico, se llega a veces a una interpretación subjetiva de la realidad, que puede presentarse de forma agigantada al modo romántico. Por otro lado, ese objetivismo se convierte en literatura docente, de tesis» (pp. 9-10).

 

24

Savine, Le naturalisme en Espagne. Simples notes, París, 1885 (cfr. Pattison, 123).

 

25

Sobre el naturalismo francés y español, cfr., aunque muy breves, las páginas iniciales del libro de Luis López Jiménez, El naturalismo y España (Valera frente a Zola), ed. Alhambra, Madrid, 1977, pp. 7-35. Es importante también E. Pardo Bazán, La cuestión palpitante, ed. Anaya, Salamanca, 1968 (que ya ha sido criticado aquí, aunque de pasada, para no divagar en el artículo). En definitiva sigue haciendo falta aún un estudio serio que revise el de Pattison, aquí criticado, y relacione el naturalismo francés con el español. Para cuestiones históricas, cfr. Jean Becaraud, La Regenta de Clarín y la Restauración, Madrid, 1964.

 

26

Le roman expérimental (1.ª ed., Charpentier, París, 1880), Garnier-Flammarion, París 1971.

 

27

Trad. esp. El naturalismo (cit. en 21), apud L. Bonet, p. 12.

 

28

Cfr. Bonet (cit. en 21), p. 19.

 

29

Cfr. Les romanciers naturalistes, G. Charpentier, París, 1890, pp. 125-221.

 

30

Recogido en S. Beser (cit. en 2), pp. 107 ss.