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El pelo de la dehesa

Comedia en cinco actos representada en el Teatro del Príncipe por primera vez el día 13 de febrero de 1840

Manuel Bretón de los Herreros


[Nota preliminar: Edición digital a partir de la de Obras de Manuel Bretón de los Herreros, Madrid, Imprenta Nacional, 1850-1851, 5 vols. y cotejada con la edición crítica de José Montero Padilla (Madrid, Cátedra, 1974).]

PERSONAJES
 

 
ELISA.
LA MARQUESA.
JUANA.
DON FRUTOS.
DON REMIGIO.
DON MIGUEL.
 

La escena es en Madrid, en casa de la MARQUESA. El teatro representa una sala con puerta en el foro, que por la derecha del actor conduce a la escalera y a otras habitaciones principales, y por la izquierda a las piezas interiores. Otras dos puertas laterales: la de la derecha es la que corresponde a la habitación destinada a DON FRUTOS; la de la izquierda guía también al interior de la casa.

 




ArribaAbajoActo I


Escena I

 

ELISA, JUANA.

 
JUANA
    ¿Y se ha de casar usted
con un rústico labriego?
ELISA
   Sí; ya he dado mi palabra.
JUANA
   ¿Lo sabe aquel caballero?
ELISA
   ¿Quién?
JUANA
¿Quién ha de ser? Aquel
5
que hace dos años y medio
que la adora a usted, y bebe
por esa cara los vientos.
ELISA
   ¡Ah...! Don Miguel.
JUANA
¡Y al nombrarle
me pone usted ese gesto! 10
¿Conque ya no hay esperanza
para él?
ELISA
Ya ves, acepto
la mano de otro...
JUANA
Es decir,
que cual humo se ha deshecho
el antiguo amor...
ELISA
¡Amor!
15
Aquello fue un pasatiempo.
Me agradaba su figura,
su uniforme, su despejo...
¿Qué sé yo? Me complacía
en bailar con él y creo 20
que no me sonaban mal
en su boca los requiebros.
Quizá también de la mía
se deslizó en un momento
de imprudencia, alguna frase 25
que halagara sus deseos;
mas yo no perdí el color
ni el apetito ni el sueño,
síntomas averiguados
de un cariño verdadero; 30
y él por su parte, a pesar
de que hacía mil extremos,
nunca llegó seriamente
a hablarme de casamiento.
JUANA
   Por pura delicadeza. 35
Ya ve usted, un subalterno...
Pero yo sé que esperaba
de un día a otro el ascenso
a capitán...
ELISA
Aun así
fuera mucho atrevimiento, 40
siendo hija yo de un marqués,
que aspirara a ser mi dueño.
JUANA
   Perdone usted. Él es hijo
de barón...
ELISA
No te lo niego,
mas no es segundón siquiera, 45
que cuatro hermanos nacieron
antes que él y están casados,
y con prole todos ellos.
¡No es nada lo que tendrían
que atarearse los médicos 50
para que él llegara a ser
lo que su padre y su abuelo!
Y aun eso importa poco
como él tuviera otro genio;
pero es celoso, tronera, 55
suspicaz y pendenciero.
¿Casarme con él? ¡Jesús!
Mi casa fuera un infierno.
JUANA
   ¡Ya! Como usted no le quiere,
exagera sus defectos, 60
sin echar de ver que nacen
del mismo amor...
ELISA
¡Qué! Yo apuesto
a que el día en que marchó
de aquí con su regimiento,
se propuso relevarme, 65
y me relevó en efecto,
con la primera lugareña
a quien pidió alojamiento.
JUANA
   ¿Cómo es posible? Las cartas
que escribe cada correo... 70
ELISA
   Tres hace ya que no he visto
su letra, de donde infiero
que ni se acuerda de mí;
y, cómo soy, que me alegro,
que así excuso revolver 75
la cabeza y el tintero
para imaginar disculpas
a la boda que proyecto.
JUANA
   ¿Quién sabe si al postillón
ha ocurrido algún tropiezo, 80
o si tendrá la desgracia
don Miguel de estar enfermo?
O tal vez está en camino
para Madrid, y de intento
no nos ha anunciado el viaje, 85
porque quiere sorprendernos.
ELISA
   No creas tal; y si viene,
¡bien venido! Le daremos
los dulces.
JUANA
Para él serían
acíbar, hiel y veneno. 90
ELISA
   Vamos, decididamente
le proteges.
JUANA
Le protejo
porque ama a usted, y presumo,
hablando con el respeto
debido, que no merece... 95
ELISA
   Yo no he contraído empeños
con don Miguel; ni mamá
le quería para yerno.
JUANA
   Pero ¡por Dios, señorita...!
¿No se muere usted de miedo 100
de pensar en esa boda?
Es cosa que no comprendo
cómo se decide usted...
ELISA
   Razones hay para ello.
Nuestra casa está arruinada. 105
De su esplendor solariego
apenas queda otra cosa
que pergaminos, y pleitos,
y deudas. Don Baltasar
de Calamocha y Centeno 110
padre que fue de don Frutos,
mi novio, y en cuyo pueblo
tenemos un caserón
ruinoso y cuatro barbechos,
hubo de prestar no sé 115
qué cantidad de dinero
a mi padre, que Dios haya,
cuando pasó aquel invierno
en Zaragoza. Tres años
después de hacer el empréstito 120
reclamó don Baltasar
el capital y los réditos.
Pidióle plazos mi padre
sin esperar obtenerlos,
pero se quedó pasmado 125
cuando con rostro halagüeño
le dijo don Baltasar:
«Señor Marqués, sin apremios
ni jueces, ni ejecuciones,
y, lo que es aún mejor que esto, 130
sin que suelte usted un cuarto,
puedo quedar satisfecho.
¿Cómo? Hablemos con franqueza.
No es oro ya lo que anhelo,
que un terremoto no puede 135
levantar el que poseo,
sino títulos y honores;
no para mí, pobre viejo
que al primer aire colado
espero quedarme tieso, 140
sino para aquel buen mozo
que ha de heredar mis talegos.
Ahora bien, si usted no tiene
horror al nombre de suegro,
déme usted su única hija 145
para mi único heredero,
que si no es de ilustre sangre
tampoco nació plebeyo.
Él será marqués por ella,
ella por él hará bueno 150
el marquesado; y, por último,
el gozo será completo
cuando nos llame a los dos
papá grande un mismo nieto.»
Despreocupado mi padre, 155
y mi madre... un poco menos,
pero aficionada al lujo
cual todas las de mi sexo,
aceptaron un partido
que por motivos diversos 160
a todos estaba bien;
volvióse ufano y contento
don Baltasar a Belchite,
pero al mes ya había muerto;
mi padre murió también, 165
¡téngale Dios en el cielo!
Como siguió tan de cerca
al tratado casamiento
el duelo de ambas familias,
no me habló de este proyecto 170
mamá hasta cumplido el luto;
vencida yo de sus ruegos
acepté; también parece
que está don Frutos resuelto
a cumplir la voluntad 175
de su padre; de un momento
a otro llegará a Madrid;
se firmarán los conciertos;
tú tendrás un buen regalo,
yo un buen marido, y... laus Deo. 180
JUANA
   Todo eso, señora mía,
sería bueno y muy bueno
si no hubiera entre los novios
tantas leguas de por medio.
Usted no ha visto jamás 185
al tal don Frutos. Si es feo...
ELISA
   No, Juana; muy al contrario.

 (Sacando y enseñando a JUANA un retrato.)  

Juzga por este bosquejo.
JUANA
   ¡Hola! ¿Retrato?
ELISA
A lo príncipe.
Fue recíproco el obsequio. 190
JUANA
   ¿Hay en Belchite pintores?
ELISA
    Zaragoza no está lejos.
¿Qué tal?
JUANA
Guapote y rollizo.
Tiene cara de tudesco.
Mas quizá le han adulado..., 195
y aquí no vemos el cuerpo...
ELISA
   Sé que tiene buenas formas
y talla de granadero.
JUANA
   Pero en el mismo retrato
muestra que es zafio y grotesco. 200
Mire usted bien. ¡Santo Dios,
qué levita y qué chaleco!
ELISA
   En Madrid hay buenos sastres,
y ya se ha provisto a eso.
JUANA
   Si, como tengo entendido, 205
nunca salió de su pueblo,
vendrá tan rudo...
ELISA
No importa;
nosotras le puliremos.
JUANA
   Taladrará los oídos
con aquel maldito acento 210
aragonés.
ELISA
Poco a poco
lo irá en la Corte perdiendo.
¿Tan fácil es encontrar
un marido sin defectos?
Si no es fino y elegante, 215
será cariñoso, tierno,
sencillo, dócil...
JUANA

 (Entre dientes.) 

O potro
cerril que plante al lucero
del alba una coz.
ELISA
¿Qué dices?
JUANA
   Nada.
ELISA
El timón del gobierno
220
me abandonará gozoso,
y eso es lo que yo pretendo.
JUANA
   Dios lo quiera, mas casarse
sin amor...
ELISA
Amor es ciego,
y aunque acierta alguna vez 225
es muy mal casamentero.


Escena II

 

ELISA, JUANA, la MARQUESA.

 
MARQUESA
   ¿Aún no te has vestido, Elisa,
y esperas hoy a don Frutos?
ELISA
   ¡He! no corre tanta prisa.
Es cosa de ocho minutos. 230
MARQUESA
   ¿Ocho minutos? No tal;
que si has de lucir tu tren...
ELISA
   Para un novio provincial
de cualquier modo estoy bien.
MARQUESA
   Yo quiero que le deslumbres, 235
aunque afectes abandono,
y que desde hoy le acostumbres
a las leyes del buen tono.
Aunque tu triunfo es seguro,
vístete como quien eres. 240
Bueno es prender al futuro
con veinticinco alfileres;
que si hoy le agradas modesta
y así..., a la pata la llana,
ya verás lo que te cuesta 245
sacarle blondas mañana.
Yo le espero ya, hija mía
porque tu dicha me alegra,
con humos de señoría
y con ínfulas de suegra. 250
No le tengo por un argos,
mas se admirará si ve
a mamá de tiros largos
y a la novia en négligé.
ELISA
    En mi cara, no en mis dijes, 255
confiar fuera mejor;
pero una vez que lo exiges...,
vamos, Juana, al tocador.
 

(Vase con JUANA por la puerta de la izquierda.)

 


Escena III

 

La MARQUESA.

 
   ¡Qué conflicto, Dios eterno!
¡Qué afrenta, Virgen de Atocha! 260
¡Aceptar yo para yerno
a un don Frutos Calamocha!
Mas si con él me confundo,
¿quién me hará ningún reproche?
¿Qué papel hace en el mundo 265
una marquesa sin coche?
Tal boda no me hace gracia,
pero el siglo es tan mercante...
También es aristocracia
la del dinero contante. 270
Ese yerno, bien lo sé,
será un patán, será un oso,
pero yo siempre seré
marquesa de Valfungoso.
Mi ejemplo y un figurín 275
harán tal vez el prodigio
de desasnarle y, en fin...
¡Hola!, aquí está don Remigio.


Escena IV

 

La MARQUESA, DON REMIGIO.

 
DON REMIGIO
   Salud, Marquesa. Un bagaje...,
un astur por otro nombre, 280
ya ha traído el equipaje
provisional de aquel hombre.
Por la puerta del pasillo
ya en su cuarto se introdujo.
Ello costará carillo, 285
mas ¡qué elegancia y qué lujo!
Obra maestra del sastre...
y mía en cierta manera;
que fui, temiendo un desastre,
el mentor de su tijera. 290
MARQUESA
   Que venga al cuerpo del novio
es lo que importa en rigor.
Lo demás fuera un oprobio
para el sastre y el mentor.
DON REMIGIO
   Todo se hizo, y consta en actas, 295
con entera sujeción
a las medidas exactas
que vinieron de Aragón.
Venga usted a ver la ropa...
MARQUESA
   Yo la veré más despacio. 300
DON REMIGIO
   Mejor no se hace en Europa
ni se gasta en un palacio.
Ahora, si usted lo permite,
voy al parador...
MARQUESA
Sí, sí.
DON REMIGIO
   A esperar al de Belchite 305
para conducirle aquí.
MARQUESA
   Es mucha molestia...
DON REMIGIO
¡Oh, no!
Yo sería muy bellaco
si a dama de tanto pro...
Soy amable: éste es mi flaco. 310


Escena V

 

La MARQUESA. DON MIGUEL.

 
MARQUESA
   ¡Qué trajín! Él se halla en todo.
Merece que se le cobre
cariño. Nos come un codo,
pero bien lo suda el pobre.
Hago de él cuanto yo quiero. 315
Ya le gruño, ya le embromo...
En la calle es mi escudero;
en casa mi mayordomo.
Y a todos con esa fe
sirve. Así tiene un enjambre 320
de amigos. ¡Oh! siempre fue
muy filantrópica el hambre.
Mientras la novia se avía,
voy a ver qué ropa es esa.

 (Se dirige a la puerta de la derecha.)  

Mucha lástima sería... 325
DON MIGUEL

 (En la puerta del foro.) 

   A los pies de usted, Marquesa.


Escena VI

 

La MARQUESA, DON MIGUEL.

 
MARQUESA
   Caballero, beso a usted...
¿Qué veo? ¡Usted por acá!
Mucho celebro...
DON MIGUEL
He venido
con licencia temporal 330
por dos meses. ¿Usted buena?
MARQUESA
   Talcualilla. Con el plan
que sigo ahora...
DON MIGUEL
¿Y la linda
Elisa?
MARQUESA
Sin novedad.
Sentémonos.
 

(Se sienta en el sofá. DON MIGUEL va a tomar una silla.)

 
DON MIGUEL
Con permiso...
335
MARQUESA
    No. Venga usted al sofá.
DON MIGUEL

 (Sentándose en el sofá.)  

   Celebro que no haya nadie...
MARQUESA
   ¿Por qué...?
DON MIGUEL
Tenemos que hablar.
MARQUESA
   Pues ¡vaya! Explíquese usted
y no tenga cortedad. 340
DON MIGUEL
   No soy yo corto de genio,
señora mía, pero hay
casos y cosas que al hombre
más valiente hacen temblar.
MARQUESA
   ¿Y qué teme usted? ¿Soy yo 345
alguna fiera...?
DON MIGUEL
No tal;
pero... un desaire...
MARQUESA
¡Desaires
a un hombre de calidad,
a un amigo! Hágase usted
justicia.
DON MIGUEL
En primer lugar
350
declaro a usted que yo estoy
enamorado.
MARQUESA
¡Bah, bah!
Si de otra culpa más grave
no se viene usté a acusar,
yo le absuelvo desde ahora. 355
¿Hay cosa más natural?
¿Y quién es la...?
DON MIGUEL
Yo creí
que usted lo sabría ya...
MARQUESA
   Yo, ¿de dónde?
DON MIGUEL
Ciertas cosas
no se pueden ocultar. 360
MARQUESA
   Pues como usted no se explique...
DON MIGUEL
   No me he explicado, es verdad,
hasta hoy, porque esperaba
el ascenso a capitán...
MARQUESA
   ¡Ah! ¡Dos charreteras! ¡Bien! 365
Ya no hay hombro desigual.
¡Que sea por muchos años!
DON MIGUEL
   ¡Cumplimiento singular!
¿No querrá usted que, siquiera,
aspire a un gradito más? 370
MARQUESA
   Perdone usted. Sin pensarlo
he dicho una necedad.
Si por mí fuera, mañana
sería usted general.
DON MIGUEL
    Si antes me hubiera casado 375
no tendría viudedad
Elisa...
MARQUESA
¡Acabaría usted!
¿Conque es Elisa el imán
de ese tierno corazón?
DON MIGUEL
    Sí, la amo con ceguedad, 380
la idolatro, la...
MARQUESA
Ahora veo
que no sabe usted lo que hay.
DON MIGUEL
   ¿Pues, qué hay...?
MARQUESA
Amigo del alma,
bien puede usted perdonar.
Elisa no es para usted. 385
DON MIGUEL
   ¿Seré demasiado audaz
en solicitarla? ¿Acaso
porque es corto mi caudal...?
MARQUESA
   Todo hay que mirarlo, amigo;
mas la gran dificultad 390
no está en eso.
DON MIGUEL
Pues ¿en qué?
MARQUESA
   En que la voy a casar.
DON MIGUEL
   ¡Ay! ¿De veras?
MARQUESA
Ya lo he dicho,
y yo no hablo en alemán.
DON MIGUEL
   ¿Cuándo?
MARQUESA
Mañana.
DON MIGUEL
¿Con quién?
395
MARQUESA
   ¡Qué flujo de preguntar!
Con un hombre.
DON MIGUEL
¿Usted no mira
que está clavando un puñal
en mi pecho?
MARQUESA
Amigo mío
DON MIGUEL
   Eso es una iniquidad. 400
MARQUESA
   ¿Cómo iniquidad?
DON MIGUEL
¡Horrible!
¡Y vengo yo del Baztán
para esto!
MARQUESA
Con efecto,
es mucha casualidad.
Los dos en el mismo día... 405
DON MIGUEL
   (Estoy sudando alquitrán.)
MARQUESA
   Ahora llegará don Frutos
a la puerta de Alcalá.
DON MIGUEL
   ¿Se llama don Frutos?
MARQUESA
Sí.
DON MIGUEL
   ¡Nombre soez!
MARQUESA
Natural
410
de Belchite en Aragón.
DON MIGUEL
   ¡Santo Dios! Será un patán,
será... ¿Es rico?
MARQUESA
Poderoso.
DON MIGUEL
   ¡Oh matrimonio fatal!
¡Desgraciada Elisa!
MARQUESA
¡Calle!
415
¿Tan fiera calamidad
es un novio millonario?
DON MIGUEL
    Por San Cosme y San Damián,
no la sacrifique usted
a un marido montaraz; 420
no con un golpe de estado
quiera usted tiranizar...
MARQUESA
   ¡Dale!, aquí no hay tiranía.
¿Quién fuerza su voluntad?
El tirano será usted, 425
que sin viña ni olivar,
y sin quererle la chica,
que es lo más original,
tiene empeño de llevarla
militarmente al altar. 430
DON MIGUEL
   Yo no soy tan temerario.
Ella me ama, y si falaz
no es su labio...
MARQUESA
Aquí se acerca.
Ella misma nos dirá...


Escena VII

 

La MARQUESA, DON MIGUEL, ELISA.

 
ELISA

 (Muy elegante.)  

   ¡Ah! ¡Don Miguel!
DON MIGUEL
¿Conque es cierto?
435
¿Conque ha sido usted capaz
de olvidarme...?
ELISA
No, señor.
Cuente usted con mi amistad...
DON MIGUEL
   ¿Amistad? ¡Lindo despacho
cuando vengo hecho un volcán...! 440
ELISA
   ¿No quiere usted ser mi amigo?
DON MIGUEL
   Yo quiero ser algo más.
ELISA
   ¿Marido? No puede ser:
me he comprometido ya.
¿Cortejo? Líbreme Dios, 445
que eso es pecado mortal.
DON MIGUEL
   ¿Así corresponde usted
a mi esperanza, a mi afán...?
ELISA
   Yo no he prometido nada.
Lisonjas de sociedad, 450
favores de rigodón,
una carta insustancial;
todo eso es galantería,
pasatiempo...
DON MIGUEL
¡Voto a san...!
¡Con qué frescura me pone 455
en la garganta un dogal!
ELISA
   Yo creí que usted ya estaba
arreglado por allá.
DON MIGUEL
   ¡Yo!
ELISA
Y como usted no escribía...
(¡Guapo está de capitán!) 460
Y como usted no me habló
nunca de fe conyugal...,
y pasan días y días...,
y una tiene que pensar
en una... En fin, me remito 465
a lo que ha dicho mamá
MARQUESA
   ¿Eh? ¿Qué dice usted ahora?
DON MIGUEL
   Que estoy dado a Satanás;
que siete veces maldigo
mi necia credulidad; 470
que ya no hay fe en las mujeres;
que no quiero ya tratar
a ninguna; que me voy
para no volver jamás...


Escena VIII

 

La MARQUESA, ELISA, DON MIGUEL, JUANA.

 
JUANA
   Ya viene.
DON MIGUEL

 (Deteniéndose.) 

¿Quién?
JUANA
Don Remigio
475
con don Frutos.
DON MIGUEL
¡Mi rival!
Pues me quedo.
MARQUESA
¿Con qué fin?
DON MIGUEL
   Es mera curiosidad.
JUANA
   Le he visto desde el balcón.
Ya habrá entrado en el zaguán. 480
MARQUESA
    Mire usted que está en mi casa.
DON MIGUEL
   Yo la sabré respetar.
MARQUESA
    No demos aquí un escándalo...
DON MIGUEL
   Ni aquí ni fuera. ¿Qué más
quiere usted? Yo me resigno... 485
mas quiero verle.
JUANA
Aquí está.


Escena IX

 

La MARQUESA, ELISA, DON MIGUEL, JUANA, DON FRUTOS, DON REMIGIO.

 
 

(DON FRUTOS se presenta como señorito de lugar en día de fiesta y con notable atraso en la moda, aunque con buena ropa. La MARQUESA y ELISA se sientan en el sofá.)

 
DON REMIGIO

 (Presentando a DON FRUTOS.) 

   Señoras...
DON MIGUEL

 (A la MARQUESA.) 

¿Ese pazguato
es el novio?
DON FRUTOS

 (A JUANA.)  

Señorita...

 (Queriendo abrazarla.)  

Dulce novia...

 (En voz baja a DON REMIGIO.)  

Más bonita
me pareció en el retrato. 490
DON REMIGIO

 (Apurado.)  

   ¡Que no es ésa!
JUANA

 (Riéndose. También se ríe DON MIGUEL.) 

No soy yo.
DON FRUTOS
   Pues creí...
JUANA
Soy la doncella.
DON FRUTOS
   Pues ¿cuál es mi novia?
DON REMIGIO
Aquélla.
MARQUESA

 (De mal gesto.)  

   ¡Me ha gustado el quid pro quo!
DON REMIGIO
   (Al primer tapón, zurrapas.) 495
DON FRUTOS
   Me equivoqué, vive Cristo;
y es que en Madrid, por lo visto,
todas las mozas son guapas.
ELISA

 (En voz baja.)  

   ¡Ay, mamá!
DON MIGUEL
(¡Bien! Ya me vengo.)
DON FRUTOS

 (Fijando la vista en ELISA.)  

   ¡Oh, que está allí...! ¡Mentecato 500
de mí!

  (A DON REMIGIO).  

Es el vivo retrato
del retrato que yo tengo.

  (Acercándose.)  

Dios guarde a usted, doña Elisa.
ELISA
   Felices.
MARQUESA
(¡Volada estoy!)

  (A JUANA que se está riendo.)  

Vete de aquí.
JUANA
Ya me voy.
505
(No puedo tener la risa.)


Escena X

 

La MARQUESA, ELISA, DON FRUTOS, DON MIGUEL, DON REMIGIO.

 
DON MIGUEL
   (Voy a pasar un buen rato.)
ELISA
   Esta señora es mamá.
DON FRUTOS
   ¡Ah...! Servidor... Como allá
no llegó más que un retrato... 510
MARQUESA
   Y aun ese estaba de sobra.
¡Después de verla pintada,
llamar novia a la criada!
¡Qué horror!
DON FRUTOS
La misma zozobra...
Y, la verdad, no esperé 515
que en tan feliz coyuntura
me esperase mi futura
sentada en el canapé.
Hallar pensaba a mi bella,
no sé si esto es excederme, 520
con tanta gana de verme
como yo de verla a ella.
Topo al colarme aquí dentro
una chica de buen porte,
y creo que es mi consorte 525
la que me sale al encuentro;
no reconozco el traslado,
mas digo para mi pecho,
¡eh! siempre va largo trecho
de lo vivo a lo pintado; 530
en esto viene a advertirme
el señor que me equivoco;
pero si tarda un poco
¡zas! yo la abrazo, y de firme.
DON MIGUEL
   (¡Me gusta el desembarazo!) 535
ELISA
   (Pues no es tonto, aunque grosero.)
MARQUESA
   Ésta es la novia.
DON FRUTOS
¡Ah! sí...
MARQUESA
Pero
suprima usted el abrazo.
DON FRUTOS
   Bien. Mis fines eran buenos,
mas me aguanto y no me pico. 540
No me hará pobre ni rico
un apretón más o menos.
Y abrazos del corazón,
hijos de pura alegría,
no se dan a sangre fría, 545
sino así..., de sopetón.
DON REMIGIO

  (A la MARQUESA.)  

   Cosas de así... como así;
mas cuando él recapacite
que no estamos en Belchite...
DON FRUTOS
   Ya sé que estamos aquí. 550
(¡Vaya una familia tiesa!
Pues aunque fuera yo el coco...)
DON REMIGIO

 (En voz baja a la MARQUESA.)  

   Él soltará poco a poco
el pelo de la dehesa.
MARQUESA
    ¿No toma usted una silla? 555
DON FRUTOS
   Sí haré, si no es contra fuero
que un honrado forastero
tome asiento en esta villa.
 

(Se sienta, y hacen lo mismo DON MIGUEL y DON REMIGIO.)

 
MARQUESA
   Volviendo a lo del abrazo,
aquí no se mira bien 560
que los novios se le den
antes del solemne lazo.
DON FRUTOS
   Si amor les hace cosquillas,
aquí y allí creo yo
que, si con testigos no, 565
se abrazarán a hurtadillas.
Lo primero es más honesto;
mas ni así ni de otro modo
en abrazar me incomodo
a quien me pone ese gesto. 570
MARQUESA
   (Cedamos, que ya se amosca.)
No crea usted que ella sienta...
DON FRUTOS

 (Con enfado.)  

    Pues ha de ser mi parienta
que no me mire tan fosca.
MARQUESA
   Su modestia no permite... 575
DON FRUTOS
   Ya me carga su modestia.
¿Qué va a que tomo una bestia
y doy la vuelta a Belchite?
¡Bien! Ya se ríe. Esto es algo.
ELISA
   ¿Qué tal el viaje?
DON FRUTOS
Tal cual;
580
mas volqué en un pedregal
y a poco no me desnalgo.
DON MIGUEL

 (Haciendo ascos.)  

   (¡Me desnalgo!)
DON FRUTOS
En diligencia
no vuelvo a viajar.
DON REMIGIO
Pues ¿cómo?
¿En carro?
DON FRUTOS
En mi macho romo,
585
que es animal de conciencia.
DON REMIGIO

 (Aparte a DON MIGUEL.) 

    Se conoce que los dos
simpatizan.
DON FRUTOS

 (Mirando a ELISA embebido.) 

¡Oh, qué linda!
¡Qué boca! Es como una guinda.
¡Qué talle! ¡Válgame Dios! 590
ELISA
   Mil gracias por la lisonja.
DON FRUTOS
   No. ¡Qué ojuelos! ¡Oh, qué fragua!
La boca se me hace agua,
y el corazón una esponja.
DON MIGUEL
   (¡Cómo la requiebra el ganso!) 595
MARQUESA
   (Ya me tiene el alma en vilo
y si no le corto el hilo...)

  (A DON FRUTOS, levantándose, y todos hacen lo mismo.)  

Usté ha menester descanso...
DON FRUTOS
   Yo no. Al lado de una bella...
MARQUESA
   No obstante...
DON FRUTOS
Obedezco, pues
600

 (A ELISA.) 

Adiós, cordera.

 (A la MARQUESA.)  

¿Cuál es
mi habitación?
MARQUESA

 (Mostrando la de la derecha.) 

Es aquélla.
 

(Al volverse de pronto, DON FRUTOS derriba un velador que habrá en medio de la sala con un juego de té.)

 
DON FRUTOS
   Voy... ¡Voto al siete de bastos...!
ELISA
   ¡Jesús!
MARQUESA
¡Mi almuerzo de china!
DON FRUTOS
   ¡Otra! ¿Quién diablo imagina 605
poner en medio los trastos?
DON REMIGIO
    Ayude usted...
 

(Entre DON MIGUEL y DON REMIGIO levantan el velador y lo demás.)

 
MARQUESA
¡Ayer mismo
un dineral me costó!
DON FRUTOS
   ¿No fuera peor que yo
me hubiera roto el bautismo? 610
En mi tierra...
MARQUESA
¡Hombre funesto!
DON FRUTOS
   No sucede eso.
DON REMIGIO

 (A DON MIGUEL.) 

Ya va
escampando.
DON FRUTOS
Porque allá
cada cosa está en su puesto.
Pero, en fin, por cuatro frascos 615
no hemos de gemir ahora.
Sosiéguese usted, señora,
que yo pagaré los cascos.
Conque..., hasta luego.

 (Vase por la puerta de la derecha.)  

DON REMIGIO

 (Aparte a la MARQUESA.) 

Es novicio...
MARQUESA
   Maldecido sea, amén. 620
Sígale usted... Yo también;
¡no haga allí nuevo estropicio!


Escena XI

 

ELISA, DON MIGUEL.

 
ELISA
   (¡Ese novio es una fiera!)
DON MIGUEL
   El novio es hombre de gusto.
Yo celebro como es justo... 625
ELISA

 (Enfadada.)  

   ¡Don Miguel...!
DON MIGUEL

 (Remedando a DON FRUTOS.)  

Adiós, cordera.
ELISA
   (Yerta como esa pared
me ha dejado.)
DON MIGUEL
¡Ah, ah!, ¡qué risa...!
Él me vengará de Elisa.
ELISA

 (Con despecho.) 

    Él me gusta más que usted. 630
DON MIGUEL
   Seréis felices los dos.
Ya envidio el grato solaz...
ELISA
   ¿Quiere usted dejarme en paz?

 (Vase por la puerta de la izquierda.)  

DON MIGUEL

 (A la puerta y se retira luego por el foro.)  

   ¡Justo castigo de Dios!



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