241
La consecuencia es justa, y el precepto de rigor.
242
Una y otra causa de ruina están a su lado; la segunda está casi toda a mi disposición.
243
Cuando se lo permiten.
244
Los que empezados muy tarde, principian tímidamente probándose sobre los más débiles, hacen clamar y rebelarse a los más fuertes: aprovechémonos de ello.
245
Cuando los derraman a manos llenas los recogen muchos indignos, y no los agradecen los otros.
246
¡Y parece que uno está sobre un eje!
247
Ellos lo experimentarán.
248
Aun por más que se prometa y dé entonces, no servirá esto de nada; porque el pueblo permanece naturalmente sin vigor para el que cae de falta de previsión y longanimidad.
249
Lo que yo querría; pero la cosa es difícil.
250
Este medio no está, sin embargo, fuera de mi facultad, y me ha servido ya bastante acertadamente.