301
Me valdré de ella para el triunfo de la mía.
302
¿Por qué, pues, aquel visionario de Montesquieu habló de Maquiavelo en su capítulo de los legisladores?
303
Cuando uno no tiene tropas suyas, o que las mercenarias o auxiliares son más numerosas que ellas, es evidente.
304
Exceptúo, sin embargo, a los suizos.
305
En tiempo del buen hombre, toda falta, ya política, ya moral, se llamaba pecado; y no era más indulgente con las faltas de los estadistas que lo son los jansenistas con los pecados del vulgo.
306
Unos ejércitos formados por un predecesor enemigo, y que no tenéis realmente a vuestro servicio más que porque los pagáis, no están a vuestro servicio más que como mercenarios.
307
Le tienen ellos entre sus fieles.
308
Sé esto; ellos deberían saberlo; ¿pero lo puede él?
309
No hay decreto ni orden que puedan embarazarle; no se hace la ley, sino que la da él.
310
Contad con esto, supuesto que no tenéis más que mercenarios.