41
J. OLEZA, Las opciones dramáticas de la senectud de Lope, en Proyección y significados del teatro clásico español. Homenaje a Alfredo Hermenegildo y Francisco Ruiz Ramón, ed. J. M. Díez Borque y J. Alcalá-Zamora, Madrid, Sociedad Estatal para la Acción Cultural Exterior, 2004, p. 271.
42
Ibidem, pp. 274-275: «Es posible que estas extraordinarias
protagonistas de la última época, algunas de ellas
viudas, sea dicho de paso, protagonistas como la Juana de Por
el puente, la Belisa de Las bizarrías, la
D.ª María de La moza del cántaro, las
dos protagonistas de La noche de San Juan, la Diana de
La boba para los otros, que no son únicamente
heroínas del amor, sino a la vez heroínas de la
inteligencia [...] es posible, repito, que algunos o varios de
estos casos de extraordinario protagonismo femenino tenga que ver
con la producción de las obras para una actriz determinada,
como sugiere Teresa Kirschner en el caso del personaje de Belisa y
de la actriz María de Córdoba, pero a mí me
parece que todas ellas deben mucho a la compleja fascinación
que Lope sintió por Marta de Nevares como
mujer»
.
43
Aludo a la distinción que traza VITSE entre comedia seria y comedia cómica, en Éléments cit., pp. 326-327.
44
J. OLEZA, La comedia: el juego de la ficción y del amor, «Edad de Oro», IX 1990, p. 207.
45
A este respecto,
coincido con M. CORNEJO en la urgencia de «apartarse de los prejuicios de la
crítica decimonónica, persistentes hasta bien entrada
la segunda mitad del siglo XX, aferrada al costumbrismo de las
obras literarias. Estos estudios eruditos llegaron a borrar la
dimensión prioritariamente literaria de la comedia,
olvidando que está regida por una serie de códigos
éticos y estéticos que la alejan de cualquier
pretensión historicista»
(Algunas funciones
del espacio sevillano en las comedias de Lope de Vega, en
Memoria de la palabra. Actas del VI Congreso de la
Asociación Internacional Siglo de Oro, eds. M. L.
Lobato y F. Domínguez Matito, Madrid, Frankfurt am Main,
Iberoamericana, Vervuert, 2002, p. 560). Cabe señalar que
una tentativa de alejarse de dichos prejuicios, ya la encontramos
en I. MONTIEL, en el estudio que precede su edición de
La dama boba, Madrid, Ed. Castilla, 1948, pp. 28-29:
«Pero la manifestación e
interpretación escénica del teatro de Lope respecto
al amor, ¿respondía al realismo ambiental y
costumbrista de los siglos XVI y XVII? [...] Lope, para este
aspecto de su visión realista del mundo, se nutría
mucho más de la novela italiana, de las novelas pastoriles y
galantes, de su cultura dantesca y petrarquista y de sus propios
ensueños eróticos, que de la vida misma. De
aquí el carácter de lejanía de la realidad, el
rasgo lírico, retórico, romancesco y fabuloso,
novelesco, milagrero y azaroso de sus comedias de amor y de
celos»
. Nos parecen, por ende, muy discutibles
interpretaciones como la que García Santo-Tomás
ofrece de Las bizarrías de Belisa, como espejo del
«nuevo materialismo del XVII»
(ed. cit., pp. 44 y ss.).
46
Cfr. M. SANTORO,
Rinaldo ebbe il
consenso universale... (Fur., IV,
51-67), en Letture ariostesche, Napoli, Liguori
Editore, 1973, p. 106: «La fortuna
del De
claris mulieribus e la proliferazione, nel
corso del '400, di scritti contenenti lodi di donne famose o
precetti sul comportamento della donna nella vita privata e nelle
relazioni sociali, o "difese" del sesso muliebre dalle accuse
tradizionali, non sono che un aspetto [...] di quella progressiva
evoluzione della donna che, stimolata e favorita dalla cultura
umanistica, fu concretamente segnata dalla sempre più larga
partecipazione della donna alla vita civile e soprattutto ai beni
della cultura»
.
47
S. ARATA, Proyección escenográfica de la huerta del Duque de Lerma en Madrid, en Textos, género, temas cit., pp. 226-227.
48
Cfr. E. R. WRIGHT, Pilgrimage to Patronage. Lope de Vega and the Court of Philip III, 1598-1621, Lewisburg, Bucknell University Press, London, Associated University Presses, 2001.
49
ARATA, Proyección escenográfica cit., p. 223.