Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.
 

21

E. Garin, «Interpretazioni di Rinascimento», ed. cit., pág. 86.

 

22

Idem, pág. 96.

 

23

F. Rico, Nebrija frente a los bárbaros, Universidad de Salamanca, 1978.

 

24

Véase E. Garin, Il Rinascimento italiano, ed. cit., págs. 70, 71 y 85.

 

25

Así lo recoge Garin, discutiendo y matizando esta afirmación, al ver en esta consciencia del cambio un componente importante del movimiento, pero no el único. Véase E. Garin, «Edades oscuras y Renacimiento: un problema de límites», recogido en La revolución cultural del Renacimiento, Barcelona, Crítica, 1981, págs. 29-71.

 

26

Jacob Burckhardt, La cultura del Renacimiento en Italia, Madrid, Edaf, 1982, pág. 157.

 

27

Giovanni Boccaccio, Genealogía de los dioses paganos, Madrid, Editora Nacional, 1983, pág. 794.

 

28

Véase E. Garin, «Edades oscuras y Renacimiento», ed. cit., pp. 51-52. Al inicial debe sumarse el impulso decisivo dado por la historiografía reformista, con su rechazo al componente católico del medievo, respecto al que acentuaban cualquier posible cesura u oposición.

 

29

José Ortega y Gasset, «Sobre ensimismarse y alterarse», apéndice a En torno a Galileo, Madrid, Revista de Occidente en Alianza Editorial, 1982, pág. 224.

 

30

El Renacimiento, por Chadraba y otros, ed. cit., pág. 6.