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Comedia famosa intitulada El rufián dichoso

Miguel de Cervantes Saavedra



  -fol. 86r-  
Los que hablan en ella son los siguientes:
 

 
LUGO,   estudiante.
LOBILLO,   rufián.
GANCHOSO,   rufián.
ALGUACIL.
Dos corchetes.
LAGARTIJA,   muchacho.
Una DAMA.
Su MARIDO.
El INQUISIDOR TELLO DE SANDOVAL.
Dos músicos.
Un PASTELERO.
ANTONIA.
Otra MUJER.
CARRASCOSA,   padre de la mancebía.
PERALTA,   estudiante.
GILBERTO,   estudiante.
Un ÁNGEL.
La COMEDIA.
La CURIOSIDAD.
FRAY ANTONIO.
FRAY ÁNGEL.
El PRIOR.
Dos ciudadanos.
DOÑA ANA DE TREVIÑO.
Dos criados.
Un CLÉRIGO.
LUCIFER.
VISIEL,   demonio.
El VIRREY DE MÉJICO.
El PADRE CRUZ.
SAQUEL,   demonio.
Tres almas de purgatorio.





ArribaAbajo[Jornada primera]

 

Salen LUGO, envainando una daga de ganchos, y el LOBILLO y GANCHOSO, rufianes. LUGO viene como estudiante, con una media sotana, un broquel en la cinta y una daga de ganchos; que no ha de traer espada.

 
LOBILLO
   ¿Por qué fue la quistión?
LUGO
No fue por nada.
No se repita, si es que amigos somos.
  -fol. 86v-  
GANCHOSO
Quiso Lugo empinarse sobre llombre,
y, siendo rufo de primer tonsura,
asentarse en la cátreda de prima,5
teniendo al lombre aquí por espantajo.
LUGO
Mis sores, poco a poco. Yo soy mozo
y mazo, y tengo hígados y bofes
para dar en el trato de la hampa
quinao al más pintado de su escuela,10
en la cual no recibe el grado alguno
de valeroso por haber gran tiempo
que cura en sus entradas y salidas,
sino por las hazañas que ya hecho.
¿No tienen ya sabido que hay cofrades15
de luz, y otros de sangre?
LOBILLO
Aqueso pido.
GANCHOSO
¡Hola, so Lobo! Si es que pide queso,
pídalo en otra parte, que en aquésta
no se da. Si no...
LOBILLO
¡Basta, seor Ganchoso!
O logue luenga, y téngase por dicho,20
que entrevo toda flor y todo rumbo.
GANCHOSO
¿Pues nosotros nacimos en Guinea,
so Lobo?
LOBILLO
No sé nada.
GANCHOSO
Pues apréndalo
con aquesta leción.
LUGO
¡Fuera, Lobillo!
GANCHOSO
Entrambos sois ovejas fanfarrones,25
y gallinas mojadas, y conejos.
LOBILLO
¡Menos lengua y más manos, hideputa!
 

(Entran a esta sazón un ALGUACIL y dos corchetes; huyen GANCHOSO y LOBILLO; queda solo LUGO, envainando.)

 
CORCHETE [1]
¡Téngase a la justicia!
LUGO
¡Tente, pícaro!
¿Conó[ce]sme?
CORCHETE [1]
¡So Lugo!
LUGO
¿Qué so Lugo?
ALGUACIL
Bellacos, ¿no le asís?
CORCHETE 2
Señor nuestro amo,
30
¿sabe lo que nos manda? ¿No conoce
que es el señor Cristóbal el delinque?
ALGUACIL
¡Que siempre le he de hallar en estas danzas!
¡Por Dios, que es cosa recia! ¡No hay paciencia
que lo pueda llevar!
LUGO
Llévelo en cólera,
35
-fol. 87r-
que tanto monta.
ALGUACIL
Ahora, yo sé cierto
que ha de romper el diablo sus zapatos
alguna vez.
LUGO
Mas que los rompa ciento;
que él los sabrá comprar donde quisiere.
ALGUACIL
El señor Sandoval tiene la culpa.40
CORCHETE 2
Tello de Sandoval es su amo déste.
CORCHETE 1
Y manda la ciudad, y no hay justicia
que le ose tocar por su respeto.
LUGO
El señor alguacil haga su oficio,
y déjese de cuentos y preámbulos.45
ALGUACIL
¡Cuán mejor pareciera el señor Lugo
en su colegio que en la barbacana,
el libro en mano, y no el broquel en cinta!
LUGO
Crea el so alguacil que no le cuadra
ni esquina el predicar; deje ese oficio50
a quien le toca, y vaya y pique aprisa.
ALGUACIL
Sin picar nos iremos, y agradézcalo
a su amo; que, a fe de hijodalgo,
que yo sé en qué parará este negocio.
LUGO
En irse y en quedarme.
CORCHETE 1
Yo lo creo,
55
porque es un Barrabás este Cristóbal.
CORCHETE 2
No hay gamo que le iguale en ligereza.
CORCHETE 1
Mejor juega la blanca que la negra,
y en entrambas es águila volante.
ALGUACIL
Recójase y procure no encontrarme,60
que será lo más sano.
LUGO
Aunque sea enfermo,
haré lo que füere de mi gusto.
ALGUACIL
Venid vosotros.

 (Éntrase el ALGUACIL.) 

CORCHETE 1
So Cristóbal, ¡vive
que no le conocí!; ¡sí, juro cierto!
CORCHETE 2
Señor Cristóbal, yo me recomendo;65
de mí no hay qué temer; soy ciego y mudo
para ver ni hablar cosa que toque
a la mínima suela del calcorro
que tapa y cubre la coluna y basa
que sustentan la máquina hampesca.70
LUGO
¿Dónde cargaste, Calahorra?
CORCHETE 2
No sé; Dios con la noche me socorra.
  -fol. 87v-  
 

(Éntranse los dos corchetes.)

 
LUGO
    ¡Que sólo me respeten por mi amo
y no por mí, no sé esta maravilla!;
mas yo haré que salga de mí un bramo75
que pase de los muros de Sevilla.
Cuelgue mi padre de su puerta el ramo,
despoje de su jugo a Manzanilla;
conténtese en su humilde y bajo oficio,
que yo seré famoso en mi ejercicio.80
 

(Entra, a este instante, LAGARTIJA, muchacho.)

 
LAGARTIJA
   Señor Cristóbal, ¿qué es esto?
¿Has reñido, por ventura,
que tienes turbado el gesto?
LUGO
Pónele de sepultura
el ánimo descompuesto.85
    La de ganchos saqué a luz,
porque me hiciese el buz
un bravo por mi respeto;
mas huyóse de su aspecto
como el diablo de la cruz.90
    ¿Qué me quieres, Lagartija?
LAGARTIJA
La Salmerona y la Pava,
la Mendoza y la Librija,
que es cada cual por sí brava,
gananciosa y buena hija,95
    te suplican que esta tarde,
allá cuando el sol no arde
y hiere en rayo cencillo,
en el famoso Alamillo
hagas de tu vista alarde.100
LUGO
    ¿Hay regodeo?
LAGARTIJA
Hay merienda,
que las más famosas cenas
ante ella cogen la rienda:
cazuelas de berenjenas
serán penúltima ofrenda.105
    Hay el conejo empanado,
por mil partes traspasado
con saetas de tocino;
blanco el pan, aloque el vino,
y hay turrón alicantado.110
    Cada cual para esto roba
blancas vistosas y nuevas,
una y otra rica coba;
dales limones las Cuevas
y naranjas el Alcoba.115
   Daráles en un instante
el pescador arrogante,
más que le hay del norte al sur,
el gordo y sabroso albur
y la anguila resbalante.120
    El sábalo vivo, vivo,
colear en la caldera,
o saltar en fuego esquivo,
verás en mejor manera
que te lo pinto y describo.125
    El pintado camarón,
con el partido limón
y bien molida pimienta,
verás cómo el gusto aumenta
y le saca de harón.130
LUGO
    ¡Lagartija, bien lo pintas!
LAGARTIJA
Pues llevan otras mil cosas
de comer, varias, distintas,
que a voluntades golosas
-fol. 88r-
las harán poner en quintas.135
LUGO
    ¿Qué es en quintas?
LAGARTIJA
En división,
llevándose la afición
aquí y allí y acullá:
que la variedad hará
no atinar con la razón.140
LUGO
    ¿Y quién va con ellas?
LAGARTIJA
¿Quién?
El Patojo, y el Mochuelo,
y el Tuerto del Almadén.
LUGO
Que ha de haber soplo recelo.
LAGARTIJA
Ve tú, y se hará todo bien.145
LUGO
    Quizá, por tu gusto iré;
que tienes un no sé qué
de agudeza, que me encanta.
LAGARTIJA
Mi boca pongo en la planta
de tu valeroso pie.150
LUGO
    ¡Alza, rapaz lisonjero,
indigno del vil oficio
que tienes!
LAGARTIJA
Pues dél espero
salir presto a otro ejercicio
que muestre ser perulero.155
LUGO
    ¿Qué ejercicio?
LAGARTIJA
Señor Lugo,
será ejercicio de jugo,
puesto que en él se trabaja,
que es jugador de ventaja,
y de las bolsas verdugo.160
    ¿No has visto tú por ahí
mil con capas guarnecidas,
volantes más que un neblí,
que en dos barajas bruñidas
encierran un Potosí?165
    Cuál destos se finge manco
para dar un toque franco
al más agudo, y me alegro
de ver no usar de su negro
hasta que topen un blanco.170
LUGO
    ¡Mucho sabes! ¿Qué papel
es el que traes en el pecho?
LAGARTIJA
¿Descúbreseme algo dél?
Todo el seso sin provecho
de Apolo se encierra en él.175
    Es un romance jácaro,
que le igualo y le comparo
al mejor que se ha compuesto;
echa de la hampa el resto
en estilo jaco y raro.180
    Tiene vocablos modernos,
de tal manera que encantan;
unos bravos, y otros tiernos;
ya a los cielos se levantan,
ya bajan a los infiernos.185
LUGO
    Dile, pues.
LAGARTIJA
Séle de coro;
que ninguna cosa ignoro
de aquesta que a luz se saque.
LUGO
¿Y de qué trata?
LAGARTIJA
De un jaque
que se tomó con un toro.190
LUGO
    Vaya, Lagartija.
LAGARTIJA
Vaya,
y todo el mundo esté atento
a mirar cómo se ensaya
a pasar mi entendimiento
del que más sube la raya.195
«Año de mil y quinientos
y treinta y cuatro corría,
a veinte y cinco de mayo,
martes, acïago día,
sucedió un caso notable200
en la ciudad de Sevilla,
digno que ciegos le canten
y que poetas le escriban.
Del gran corral de los Olmos,
do está la jacarandina,205
sale Reguilete, el jaque,
vestido a las maravillas.
No va la vuelta del Cairo,
del Catay ni de la China,
ni de Flandes, ni Alemania,210
ni menos de Lombardía:
va la vuelta de la plaza
-fol. 88v-
de San Francisco bendita,
que corren toros en ella
por Santa Justa y Rufina;215
y, apenas entró en la plaza,
cuando se lleva la vista
tras sí de todos los ojos,
que su buen donaire miran.
Salió en esto un toro hosco,220
¡válasme Santa María!,
y, arremetiendo con él,
dio con él patas arriba.
Dejóle muerto y mohíno,
bañado en su sangre misma;225
y aquí da fin el romance
porque llegó el de su vida.»
LUGO
    ¿Y éste es el romance bravo
que decías?
LAGARTIJA
Su llaneza
y su buen decir alabo;230
y más, que muestra agudeza
en llegar tan presto al cabo.
LUGO
    ¿Quién le compuso?
LAGARTIJA
Tristán,
que gobierna en San Román
la bendita sacristía,235
que excede en la poesía
a Garcilaso y Boscán.
 

(Entra, a este instante, una DAMA, con el manto hasta la mitad del rostro.)

 
DAMA
   Una palabra, galán.
LUGO
Ve con Dios; y quizá iré,
si estás cierto que allá van.240
LAGARTIJA
Digo que van, yo lo sé;
y sé que te aguardarán.

 (Éntrase LAGARTIJA.) 

DAMA
    Arrastrada de un deseo
sin provecho resistido,
a hurto de mi marido,245
delante de vos me veo.
    Lo que este manto os encubre,
mirad, y después veréis

 (Mírala por debajo del manto.) 

si es razón que remediéis
lo que la lengua os descubre.250
    ¿Conocéisme?
LUGO
Demasiado.
DAMA
En eso veréis la fuerza
que me incita, y aun me fuerza,
a ponerme en este estado;
    mas, porque no estéis en calma255
pensando a qué es mi venida,
digo que a daros mi vida
con la voluntad del alma.
    Vuestra rara valentía
y vuestro despejo han hecho260
tanta impresión en mi pecho,
que pienso en vos noche y día.
   Quítame este pensamiento
pensar en mi calidad,
y al gusto la voluntad265
da libre consentimiento;
    y así, sin guardar decoro
a quien soy en ningún modo,
habré de decirlo todo:
sabed, Lugo, que os adoro.270
    No fea, y muy rica soy;
sabré dar, sabré querer,
y esto lo echaréis de ver
por este trance en que estoy;
    que la mujer ya rendida,275
aunque es toda mezquindad,
muestra liberalidad
con el dueño de su vida.
    En la tuya o en mi casa,
de mí y de mi hacienda puedes280
prometerte, no mercedes,
-fol. 89r-
sino servicios sin tasa;
    y, pues miedo no te alcanza,
no te le dé mi marido,
que el engaño siempre ha sido285
parcial de la confianza.
    No llegan de los recelos,
porque los tiene discretos,
a hacer los tristes efectos
que suelen hacer los celos;290
    y, porque nunca ocasión
de tenerlos yo le he dado,
le juzgo por engañado
a nuestra satisfación.
    ¿Para qué arrugas la frente295
y alzas las cejas? ¿Qué es esto?
LUGO
En admiración me ha puesto
tu deseo impertinente.
    Pudieras, ya que querías
satisfacer tu mal gusto,300
buscar un sujeto al justo
de tus grandes bizarrías;
    pudieras, como entre peras,
escoger en la ciudad
quien diera a tu voluntad305
satisfación con más veras;
    y así, tuviera disculpa
con la alteza del empleo
tu mal nacido deseo,
que en mi bajeza te culpa.310
    Yo soy un pobre criado
de un inquisidor, cual sabes,
de caudal, que está sin llaves,
entre libros abreviado;
    vivo a lo de Dios es Cristo,315
sin estrechar el deseo,
y siempre traigo el baldeo
como sacabuche listo;
    ocúpome en bajas cosas,
y en todas soy tan terrible,320
que el acudir no es posible
a las que son amorosas:
    a lo menos, a las altas,
como en las que en ti señalas;
que son de cuervo mis alas.325
DAMA
No te pintes con más faltas,
    porque en mi imaginación
te tiene amor retratado
del modo que tú has contado,
pero con más perfección.330
   No pido hagas quimeras
de ti mismo; sólo pido,
deseo bien comedido,
que, pues te quiero, me quieras.
    Pero, ¡ay de mí, desdichada!335
¡Mi marido! ¿Qué haré?
Tiemblo y temo, aunque bien sé
que vengo bien disfrazada.
 

(Entra su MARIDO.)

 
LUGO
    Sosegaos, no os desviéis,
que no os ha de descubrir.340
DAMA
Aunque me quisiera ir,
no puedo mover los pies.
MARIDO
   Señor Lugo, ¿qué hay de nuevo?
LUGO
Cierta cosa que contaros,
que me obligaba a buscaros.345
DAMA
Irme quiero, y no me atrevo.
MARIDO
   Aquí me tenéis; mirad
lo que tenéis que decirme.
DAMA
Harto mejor fuera irme.
LUGO
Llegaos aquí y escuchad.350
   La hermosura que dar quiso
el cielo a vuestra mujer,
con que la vino a hacer
en la tierra un paraíso,
    ha encendido de manera355
de un mancebo el corazón,
que le tiene hecho carbón
de la amorosa hoguera.
-fol. 89v-
    Es rico y es poderoso,
y atrevido de tal modo,360
que atropella y rompe todo
lo que es más dificultoso.
    No quiere usar de los medios
de ofrecer ni de rogar,
porque, en su mal, quiere usar365
de otros más breves remedios.
    Dice que la honestidad
de vuestra consorte es tanta,
que le admira y que le espanta
tanto como la beldad.370
    Por jamás le ha descubierto
su lascivo pensamiento;
que queda su atrevimiento,
ante su recato, muerto.
MARIDO
    ¿Es hombre que entra en mi casa?375
LUGO
Róndala, mas no entra en ella.
MARIDO
Quien casa con mujer bella,
de su honra se descasa,
    si no lo remedia el cielo.
DAMA

  [Aparte.] 

¿Qué es lo que tratan los dos?380
¿Si es de mí? ¡Válgame Dios,
de cuántos males recelo!
LUGO
    Digo, en fin, que es tal el fuego
que a este amante abrasa y fuerza,
que quiere usar de la fuerza385
en cambio y lugar del ruego.
    Robar quiere a vuestra esposa,
ayudado de otra gente
como yo, desta valiente,
atrevida y licenciosa.390
    Hame dado cuenta dello,
casi como a principal
desta canalla mortal,
que en hacer mal echa el sello.
    Yo, aunque soy mozo arriscado,395
de los de campo través,
ni mato por interés,
ni de ruindades me agrado.
    De ayudalle he prometido,
con intento de avisaros;400
que es fácil el repararos,
estando así prevenido.
MARIDO
    ¿Soy hombre yo de amenazas?
Tengo valor, ciño espada.
LUGO
No hay valor que pueda nada405
contra las traidoras trazas.
MARIDO
    En fin: ¿mi consorte ignora
todo este cuento?
LUGO
Así ella
os ofende, como aquella
cubierta y buena señora.410
    Por el cielo santo os juro
que no sabe nada desto.
MARIDO
De ausentarla estoy dispuesto.
LUGO
Eso es lo que yo procuro.
MARIDO
    Yo la pondré donde el viento415
apenas pueda tocalla.
LUGO
En el recato se halla
buen fin del dudoso intento.
    Retiradla, que la ausencia
hace, pasando los días,420
volver las entrañas frías
que abrasaba la presencia;
    y nunca en la poca edad
tiene firme asiento amor,
y siempre el mozo amador425
huye la dificultad.
MARIDO
    El aviso os agradezco,
señor Lugo, y algún día
sabréis de mi cortesía
si vuestra amistad merezco.430
    El nombre saber quisiera
dese galán que me acosa.
LUGO
Eso es pedirme una cosa
que de quien soy no se espera.
    Basta que vais avisado435
de lo que más os conviene,
y este negocio no tiene
más de lo que os he contado.
-fol. 90r-
    Vuestra consorte inocente
está de todo este hecho;440
vos, con esto satisfecho,
haced como hombre prudente.
MARIDO
    Casa fuerte y heredad
tengo en no pequeña aldea,
y llaves, que harán que sea445
grande la dificultad
    que se oponga al mal intento
dese atrevido mancebo.
Quedaos, que en el alma llevo
más de un vario pensamiento.450

 (Vase el MARIDO.) 

DAMA
    Entre los dientes ya estaba
el alma para dejarme;
quise, y no pude mudarme,
aunque más lo procuraba.
    ¡Mucho esfuerzo ha menester455
quien, con traidora conciencia,
no se alborota en presencia
de aquel que quiere ofender!
LUGO
    Y más si la ofensa es hecha
de la mujer al marido.460
DAMA
El nublado ya se ha ido;
hazme agora satisfecha,
    contándome qué querías
a mi esclavo y mi señor.
LUGO
Hanme hecho corredor465
de no sé qué mercancías.
    Díjele, si las quería,
que fuésemos luego a vellas.
DAMA
¿De qué calidad son ellas?
LUGO
De la mayor cuantía;470
    que le importa, estoy pensando,
comprallas, honor y hacienda.
DAMA
¿Cómo haré yo que él entienda
esa importancia?
LUGO
Callando.
    Calla y vete, y así harás475
muy segura su ganancia.
DAMA
¿Pues qué traza de importancia
en lo de gozarnos das?
LUGO
    Ninguna que sea de gusto;
por hoy, a lo menos.
DAMA
Pues,
480
¿cuándo la darás, si es
que gustas de lo que gusto?
LUGO
    Yo haré por verme contigo.
Vete en paz.
DAMA
Con ella queda,
y el amor contigo pueda485
todo aquello que conmigo.
LUGO
    Como de rayo del cielo,
como en el mar de tormenta,
como de improviso afrenta
y terremoto del suelo;490
    como de fiera indignada,
del vulgo insolente y libre,
pediré a Dios que me libre
de mujer determinada.

 (Éntrase LUGO.)  

 

(Sale el licenciado TELLO DE SANDOVAL, amo de CRISTÓBAL DE LUGO, y el ALGUACIL que salió primero.)

 
TELLO
   ¿Pasan de mocedades?
ALGUACIL
Es de modo
495
que, si no se remedia, a buen seguro
que ha de escandalizar [al] pueblo todo.
    Como cristiano, a vuesa merced juro
que piensa y hace tales travesuras,
-fol. 90v-
que nadie dél se tiene por seguro.500
TELLO
   ¿Es ladrón?
ALGUACIL
No, por cierto.
TELLO
¿Quita a escuras
las capas en poblado?
ALGUACIL
No, tampoco.
TELLO
¿Qué hace, pues?
ALGUACIL
Otras cien mil diabluras.
    Esto de valentón le vuelve loco:
aquí riñe, allí hiere, allí se arroja,505
y es en el trato airado el rey y el coco;
    con una daga que le sirve de hoja,
y un broquel que pendiente tray al lado,
sale con lo que quiere o se le antoja.
    Es de toda la hampa respetado,510
averigua pendencias y las hace,
estafa, y es señor de lo guisado;
    entre rufos, él hace y él deshace,
el corral de los Olmos le da parias,
y en el dar cantaletas se complace.515
    Por tres heridas de personas varias,
tres mandamientos traigo y no ejecuto,
y otros dos tiene el alguacil Pedro Arias.
    Muchas veces he estado resoluto
de aventurallo todo y de prendelle,520
o ya a la clara, o ya con modo astuto;
    pero, viendo que da en favorecelle
tanto vuesa merced, aun no me atrevo
a miralle, tocalle ni ofendelle.
TELLO
Esa deuda conozco que la debo,525
    y la pagaré algún día,
y procuraré que Lugo
use de más cortesía,
o le seré yo verdugo,
por vida del alma mía.530
    Mas lo mejor es quitalle
de aquesta tierra y llevalle
a Méjico, donde voy,
no obstante que puesto estoy
en reñille y castigalle.535
    Vuesa merced en buen hora
vaya, que yo le agradezco
el aviso, y desde agora
todo por suyo me ofrezco.
ALGUACIL
Ya adivino su mejora540
    sacándole de Sevilla,
que es tierra do la semilla
holgazana se levanta
sobre cualquiera otra planta
que por virtud maravilla.545

 (Éntrase el ALGUACIL.) 

TELLO
   ¡Que aqueste mozo me engañe,
-fol. 91r-
y que tan a suelta rienda
a mi honor y su alma dañe!
Pues yo haré, si no se enmienda,
que de mi favor se estrañe:550
    que, viéndose sin ayuda,
será posible que acuda
a la enmienda de su error;
que a la sombra del favor
crecen los vicios, sin duda.555

 (Éntrase TELLO.) 

 

(Salen dos músicos con guitarras, y CRISTÓBAL con su broquel y daga de ganchos.)

 
LUGO
    Toquen, que ésta es la casa, y al seguro
que presto llegue el bramo a los oídos
de la ninfa, que he dicho, jerezana,
cuya vida y milagros en mi lengua
viene cifrada en verso correntío.560
A la jácara toquen, pues comienzo.
MÚSICO 1
¿Quieres que le rompamos las ventanas
antes de comenzar, porque esté atenta?
LUGO
Acabada la música, andaremos
aquestas estaciones. Vaya agora565
el guitarresco son, y el aquelindo.

 (Tocan.) 

Escucha, la que veniste
de la jerezana tierra
a hacer a Sevilla guerra
en cueros, como valiente;570
la que llama su pariente
al gran Miramamolín;
la que se precia de ruin,
como otras de generosas;
la que tiene cuatro cosas,575
y aun cuatro mil, que son malas;
la que pasea sin alas
los aires en noche escura;
la que tiene a gran ventura
ser amiga de un lacayo;580
la que tiene un papagayo
que siempre la llama puta;
la que en vieja y en astuta
da quinao a Celestina;
la que, como golondrina,585
muda tierras y sazones;
la que a pares, y aun a nones,
ha ganado lo que tiene;
la que no se desaviene
por poco que se le dé;590
la que su palabra y fe
que diese jamás guardó;
la que en darse a sí excedió
a las godeñas más francas;
la que echa por cinco blancas595
las habas y el cedacillo.
 

(Asómase a la ventana UNO medio desnudo, con un paño de tocar y un candil.)

 
UNO
¿Están en sí, señores? ¿No dan cata
-fol. 91v-
que no los oye nadie en esta casa?
MÚSICO 1
¿Cómo así, tajamoco?
UNO
Porque el dueño
ha que está ya a la sombra cuatro días.600
MÚSICO 2
Convaleciente, di: ¿cómo, a la sombra?
UNO
En la cárcel; ¿no entrevan?
LUGO
¿En la cárcel?
Pues ¿por qué la llevaron?
UNO
Por amiga
de aquel Pierres Papín, el de los naipes.
MÚSICO 1
¿Aquel francés giboso?
UNO
Aquese mismo,
605
que en la cal de la Sierpe tiene tienda.
LUGO
¡Éntrate, bodegón almidonado!
MÚSICO 2
¡Zabúllete, fantasma antojadiza!
MÚSICO 1
¡Escóndete, podenco cuartanario!
UNO
Éntrome, ladroncitos en cuadrilla;610
zabúllome, cernícalos rateros;
escóndome, corchetes a lo Caco.
LUGO
¡Vive Dios, que es de humor el hideputa!
UNO
No tire nadie; estén las manos quedas,
y anden las lenguas.
MÚSICO 1
¿Quién te tira, sucio?
615
UNO
¿Hay más? ¡Si no me abajo, cuál me paran!
¡Mancebitos, adiós!; que no soy pera,
que me han de derribar a terronazos.

 (Éntrase.) 

LUGO
¿Han visto los melindres del bellaco?
No le tiran, y quéjase.
MÚSICO 2
Éste es un sastre
620
remendón muy donoso.
MÚSICO 1
¿Qué haremos?
LUGO
Vamos a dar asalto al pastelero
que está aquí cerca.
MÚSICO 2
Vamos, que ya es hora
que esté haciendo pasteles; que este ciego
que viene aquí nos da a entender cuán cerca625
 

(Entra un CIEGO.)

 
viene ya el día.
CIEGO
No he madrugado mucho,
pues que ya suena gente por la calle.
Hoy quiero comenzar por este sastre.
LUGO
¡Hola, ciego, buen hombre!
CIEGO
¿Quién me llama?
LUGO
Tomad aqueste real, y diez y siete630
oraciones decid, una tras otra,
-fol. 92r-
por las almas que están en purgatorio.
CIEGO
Que me place, señor, y haré mis fuerzas
por decirlas devota y claramente.
LUGO
No me las engulláis, ni me echéis sisa635
en ellas.
CIEGO
No, señor; ni por semejas.
A las Gradas me voy, y allí, sentado,
las diré poco a poco.
LUGO
¡Dios os guíe!
 

(Vase el CIEGO.)

 
MÚSICO 1
¿Quédate para vino, Lugo amigo?
LUGO
Ni aun un solo cornado.
MÚSICO 2
¡Vive Roque,
640
que tienes condición extraordinaria!
Muchas veces te he visto dar limosna
al tiempo que la lengua se nos pega
al paladar, y sin dejar siquiera
para comprar un polvo de Cazalla.645
LUGO
Las ánimas me llevan cuanto tengo;
mas yo tengo esperanza que algún día
lo tienen de volver ciento por uno.
MÚSICO 2
¡A la larga lo tomas!
LUGO
Y a lo corto;
que al bien hacer jamás le falta premio.650
 

(Suena dentro como que hacen pasteles, y canta UNO dentro lo siguiente:)

 
[UNO]
      ¡Afuera, consejos vanos,
       que despertáis mi dolor!
       No me toquen vuestras manos;
       que, en los consejos de amor,
       los que matan son los sanos.655
MÚSICO 1
   ¡Hola! Cantando está el pastelerazo,
y, por lo menos, los «consejos vanos».
¿Tienes pasteles, cangilón con tetas?
PASTELERO
¡Músico de mohatra sincopado!
LUGO
Pastelero de riego, ¿no respondes?660
PASTELERO
Pasteles tengo, mancebitos hampos;
mas no son para ellos, corchapines.
LUGO
¡Abre, socarra, y danos de tu obra!
PASTELERO
¡No quiero, socarrones! ¡A otra puerta,
-fol. 92v-
que no se abre aquésta por agora!665
LUGO
¡Por Dios, que a puntapiés la haga leña
si acaso no nos abres, buenos vinos!
PASTELERO
¡Por Dios, que no he de abrir, malos vinagres!
LUGO
«¡Agora lo veredes!», dijo Agrajes.
MÚSICO 1
¡Paso, no la derribes! ¡Lugo, tente!670
 

(Da de coces a la puerta; sale el PASTELERO y sus secuaces con palas y barrederos y asadores.)

 
PASTELERO
¡Bellacos, no hay aquí Agrajes que valgan;
que, si tocan historias, tocaremos
palas y chuzos!
MÚSICO 2
¡Enciérrate, capacho!
LUGO
¿Quieres que te derribe aquesas muelas,
remero de Carón el chamuscado?675
PASTELERO
¡Cuerpo de mí! ¿Es Cristóbal el de Tello?
MÚSICO 1
Él es. ¿Por qué lo dices, zangomango?
PASTELERO
Dígolo porque yo le soy amigo
y muy su servidor, y para cuatro
o para seis pasteles no tenía680
para qué romper puertas ni ventanas,
ni darme cantaletas ni matracas.
Entre Cristóbal, sus amigos entren,
y allánese la tienda por el suelo.
LUGO
¡Vive Dios, que eres príncipe entre príncipes,685
y que esa sumisión te ha de hacer franco
de todo mi rigor y mal talante!
Enváinense la pala y barrederas,
y amigos usque ad mortem.
PASTELERO
Por San Pito,
que han de entrar todos, y la buena estrena690
han de hacer a la hornada, que ya sale;
y más, que tengo de Alanís un cuero
que se viene a las barbas y a los ojos.
MÚSICO 1
De miedo hace todo cuanto hace
aqueste marión.
LUGO
No importa nada.
695
Asgamos la ocasión por el harapo,
por el hopo o copete, como dicen,
ora la ofrezca el miedo o cortesía.
El señor pastelero es cortesísimo,
y yo le soy amigo verdadero,700
-fol. 93r-
y hacer su gusto por mi gusto quiero.
 

(Éntranse todos. Sale ANTONIA con su manto, no muy aderezada, sino honesta.)

 
ANTONIA
   Si ahora yo le hallase
en su aposento, no habría
cosa de que más gustase;
quizá a solas le diría705
alguna que le ablandase.
    Atrevimiento es el mío:
pero dame esfuerzo y brío
estos celos y este amor,
que rinden con su rigor710
al más esento albedrío.
    Ésta es la casa, y la puerta,
como pide mi deseo,
parece que está entreabierta;
mas, ¡ay!, que a sus quicios veo715
yacer mi esperanza muerta.
    Apenas puedo moverme;
pero, en fin, he de atreverme,
aunque tan cobarde estoy,
porque en el punto de hoy720
está el ganarme o perderme.
 

(Sale el inquisidor TELLO DE SANDOVAL, con ropa de levantar, rezando en unas Horas.)

 
TELLO
Deus in adiutorium meum intende,
Domine, ad adiuvandum me festina.
Gloria Patri, et Filio et Spiritui Sancto,
Sicut erat, etc.
   ¿Quién está ahí? ¿Qué ruido
es ése? ¿Quién está ahí?
ANTONIA
¡Ay desdichada de mí!
¿Qué es lo que me ha sucedido?725
TELLO
    Pues, señora, ¿qué buscáis
tan de mañana en mi casa?
Éste de madrugar pasa.
No os turbéis. ¿De qué os turbáis?
ANTONIA
   ¡Señor!
TELLO
Adelante. ¿Qué es?
730
Proseguid vuestra razón.
ANTONIA
Nunca la errada intención
supo enderezar los pies.
    A Lugo vengo a buscar.
TELLO
¿Mi criado?
ANTONIA
Sí, señor.
735
TELLO
¿Tan de mañana?
ANTONIA
El amor
tal vez hace madrugar.
TELLO
    ¿Bien le queréis?
ANTONIA
No lo niego;
mas quiérole en parte buena.
TELLO
El madrugar os condena.740
ANTONIA
Siempre es solícito el fuego.
TELLO
    En otra parte buscad
materia que le apliquéis,
que en mi casa no hallaréi[s]
sino toda honestidad;745
    y si el mozo da ocasión
que le busquéis, yo haré
que desde hoy más no os la dé.
ANTONIA
Enójase sin razón
    vuesa merced; que, en mi alma,750
que el mancebo es de manera,
que puede llevar do quiera
entre mil honestos palma.
    Verdad es que él es travieso,
matante, acuchillador;755
pero, en cosas del amor,
por un leño le confieso.
    No me lleva a mí tras él
-fol. 93v-
Venus blanda y amorosa,
sino su aguda ganchosa760
y su acerado broquel.
TELLO
    ¿Es valiente?
ANTONIA
Muy bien puedes
sin escrúpulo igualalle,
y aun quizá será agravialle,
a García de Paredes.765
    Y por esto este mocito
trae a todas las del trato
muertas; por ser tan bravato;
que en lo demás es bendito.
TELLO
    Óigole. Escondeos aquí,770
porque quiero hablar con él
sin que os vea.
ANTONIA
¡Que no es él!
TELLO
Es, sin duda; yo le oí.
    Después os daré lugar
para hablarle.
ANTONIA
Sea en buen hora.
775
 

(Escóndese ANTONIA. Entra LUGO en cuerpo, pendiente a las espaldas el broquel y la daga, y trae el rosario en la mano.)

 
LUGO
Mi señor suele a esta hora
de ordinario madrugar.
    Mirad si lo dije bien;
hele aquí. Yo apostaré
que hay sermón do no pensé.780
Acábese presto. Amén.
TELLO
    ¿De dónde venís, mancebo?
LUGO
¿De dó tengo de venir?
TELLO
De matar y de herir,
que esto para vos no es nuevo.785
LUGO
    A nadie hiero ni mato.
TELLO
Siete veces te he librado
de la cárcel.
LUGO
Ya es pasado
aquése, y tengo otro trato.
TELLO
    Más sé que hay de un mandamiento790
para prenderte en la plaza.
LUGO
Sí; mas ninguno amenaza
a que dé coces al viento:
    que todas son liviandades
de mozo las que me culpan,795
y a mí mismo me disculpan,
pues no llegan a maldades.
    Ellas son cortar la cara
a un valentón arrogante,
una matraca picante,800
aguda, graciosa y rara;
    calcorrear diez pasteles
o cajas de diacitrón;
sustanciar una quistión
entre dos jaques noveles;805
    el tener en la dehesa
dos vacas, y a veces tres,
pero sin el interés
que en el trato se profesa;
    procurar que ningún rufo810
se entone do yo estuviere,
y que estime, sea quien fuere,
la suela de mi pantufo.
    Estas y otras cosas tales
hago por mi pasatiempo,815
demás que rezo algún tiempo
los psalmos penitenciales;
    y, aunque peco de ordinario,
pienso, y ello será ansí,
dar buena cuenta de mí820
por las de aqueste rosario.
TELLO
    Dime, simple: ¿y tú no ves
que desa tu plata y cobre,
es dar en limosna al pobre
del puerco hurtado los pies?825
    Haces a Dios mil ofensas,
como dices, de ordinario,
¿y con rezar un rosario,
sin más, ir al cielo piensas?
-fol. 94r-
    Entra por un libro allí,830
que está sobre aquella mesa.
Dime: ¿qué manera es ésa
de andar, que jamás la vi?
    ¿Hacia atrás? ¿Eres cangrejo?
Vuélvete. ¿Qué novedad835
es ésa?
LUGO
Es curiosidad
y cortesano consejo
    que no vuelva el buen criado
las espaldas al señor.
TELLO
Crianza de tal tenor,840
en ninguno la he notado.
    Vuelve, digo.
LUGO
Ya me vuelvo:
que por esto el paso atrás
daba.
TELLO
En que eres Satanás
desde agora me resuelvo.845
    ¿Armado en casa? ¿Por suerte
tienes en ella enemigos?
Sí tendrás, cual son testigos
los ministros de la muerte
    que penden de tu pretina,850
y en ellos has confirmado
que el mozo descaminado,
como tú, hacia atrás camina.
    ¡Bien iré a la Nueva España
cargado de ti, malino;855
bien a hacer este camino
tu ingenio y virtud se amaña!
    Si, en lugar de libros, llevas
estas joyas que veo aquí,
por cierto que das de ti860
grandes e ingeniosas pruebas.
    ¡Bien responde la esperanza
en que engañado he vivido
al cuidado que he tenido
de tu estudio y tu crianza!865
    ¡Bien me pagas, bien procuras
que tu humilde nacimiento
en ti cobre nuevo asiento,
menos bríos y venturas!
    En balde será avisarte,870
por ejemplos que te den,
que nunca se avienen bien
Aristóteles y Marte,
    y que está en los aranceles
de la discreción mejor875
que no guardan un tenor
las súmulas y broqueles.
    Espera, que quiero darte
un testigo de quién eres,
si es que hacen las mujeres880
alguna fe en esta parte.
    Salid, señora, y hablad
a vuestro duro diamante,
honesto pero matante,
valiente pero rufián.885
 

(Sale ANTONIA.)

 
LUGO
    Demonio, ¿quién te ha traído
aquí? ¿Por qué me persigues,
si ningún fruto consigues
de tu intento malnacido?
 

(Entra LAGARTIJA, asustado.)

 
TELLO
    Mancebo, ¿qué buscáis vos?890
¡Con sobresalto venís!
¿Qué respondéis? ¿Qué decís?
LAGARTIJA
Digo que me valga Dios;
    digo que al so Lugo busco.
TELLO
Veisle ahí: dadle el recado.895
LAGARTIJA
De cansado y de turbado,
en las palabras me ofusco.
LUGO
    Sosiégate, Lagartija,
y dime lo que me quieres.
LAGARTIJA
Considerando quién eres,900
mi alma se regocija
    y espera de tu valor
que saldrás con cualquier cosa.
LUGO
Bien; ¿qué hay?
LAGARTIJA
¡A Carrascosa
le llevan preso, señor!905
  -fol. 94v-  
LUGO
    ¿Al padre?
LAGARTIJA
Al mismo.
LUGO
¿Por dónde
le llevan? ¡Dímelo, acaba!
LAGARTIJA
Poquito habrá que llegaba
junto a la puerta del conde
    del Castellar.
LUGO
¿Quién le lleva,
910
y por qué, si lo has sabido?
LAGARTIJA
Por pendencia, a lo que he oído;
y el alguacil Villanueva,
    con dos corchetes, en peso
le llevan, como a un ladrón.915
¡Quebrárate el corazón
si le vieras!
LUGO
¡Bueno es eso!
    Camina y guía, y espera
buen suceso deste caso,
si los alcanza mi paso.920
LAGARTIJA
¡Muera Villanueva!
LUGO
¡Muera!
 

(Vase LAGARTIJA y LUGO, alborotados.)

 
TELLO
    ¿Qué padre es éste? ¿Por dicha,
llevan a algún fraile preso?
ANTONIA
No, señor, no es nada deso:
que éste es padre de desdicha,925
    puesto que en su oficio gana
más que dos padres, y aun tres.
TELLO
Decidme de qué Orden es.
ANTONIA
De los de la casa llana.
    Es alcaide, con perdón,930
señor, de la mancebía,
a quien llaman padre hoy día
las de nuestra profesión;
    su tenencia es casa llana,
porque se allanan en ella935
cuantas viven dentro della.
TELLO
Bien el nombre se profana
    en eso de alcaide y padre,
nombres honrados y buenos.
ANTONIA
Quien vive en ella, a lo menos,940
no estará sin padre y madre
    jamás.
TELLO
Ahora bien: señora,
id con Dios, que a este mancebo
yo os le pondré como nuevo.
ANTONIA
Tras él voy.
TELLO
Id en buen hora.
945
 

(Sale el ALGUACIL que suele, con dos corchetes, que traen preso a CARRASCOSA, padre de la mancebía.)

 
PADRE
   Soy de los Carrascosas de Antequera,
y tengo oficio honrado en la república,
y háseme de tratar de otra manera.
    Solíanme hablar a mí por súplica,
y es mal hecho y mal caso que se atreva950
hacerme un alguacil afrenta pública.
    Si a un personaje como yo se lleva
de aqueste modo, ¿qué hará a un mal hombre?
Por Dios, que anda muy mal, sor Villanueva;
    mire que da ocasión a que se asombre955
el que viere tratarme desta suerte.
ALGUACIL
Calle, y la calle con más prisa escombre,
porque le irá mejor, si en ello advierte.
  -fol. 95r-  
 

(Entra a este instante LUGO, puesta la mano en la daga y el broquel; viene con él LAGARTIJA y LOBILLO.)

 
LUGO
    Todo viviente se tenga,
y suelten a Carrascosa960
para que conmigo venga,
y no se haga otra cosa,
aunque a su oficio convenga.
    Ea, señor Villanueva,
dé de contentarme prueba,965
como otras veces lo hace.
ALGUACIL
Señor Lugo, que me place.
CORCHETE
¡Juro a mí que se le lleva!
LUGO
    Padre Carrascosa, vaya
y éntrese en San Salvador,970
y a su temor ponga raya.
LAGARTIJA
Este Cid Campeador
mil años viva y bien haya.
ALGUACIL
   Cristóbal, eche de ver
que no me quiero perder975
y que le sirvo.
LUGO
Está bien;
yo lo miraré muy bien
cuando fuere menester.
ALGUACIL
   ¡Agradézcalo al padrino,
señor padre!
LOBILLO
No haya más,
980
y siga en paz su camino.
CORCHETE
¿Este mozo es Barrabás,
o es Orlando el Paladino?
    ¡No hay hacer baza con él!
 

(Éntrase el ALGUACIL y los corchetes.)

 
PADRE
Nuevo español bravonel,985
con tus bravatas bizarras
me has librado de las garras
de aquel tacaño Luzbel.
    Yo me voy a retraer,
por sí o por no. ¡Queda en paz,990
honor de la hampa y ser!
LUGO
Dices bien, y aqueso haz,
que yo después te iré a ver.
    ¡Bien se ha negociado!
LOBILLO
Bien;
sin sangre, sin hierro o fuego.995
LUGO
De cólera venía ciego,
y enfadado.
LOBILLO
Y yo también.
    Vamos a cortarla aquí
con un polvo de lo caro.
LUGO
En otras cosas reparo1000
que me importan más a mí.
   Ir quiero agora a jugar
con Gilberto, un estudiante
que siempre ha sido mi azar,
hombre que ha de ser bastante1005
a hacerme desesperar.
    Cuanto tengo me ha ganado;
solamente me han quedado
unas súmulas, y a fe
que, si las pierdo, que sé1010
cómo esquitarme al doblado.
LOBILLO
   Yo te daré una baraja
hecha, con que le despojes
sin que le dejes alhaja.
LUGO
¡Largo medio es el que escoges!1015
Otro sé por do se ataja.
    Juro a Dios omnipotente
que, si las pierdo al presente,
me he de hacer salteador.
LOBILLO
¡Resolución de valor1020
y traza de hombre prudente!
    Si pierdes, ¡ojalá pierdas!,
yo mostraré en tu ejercicio
que estas manos no son lerdas.
LAGARTIJA
Siempre fue usado este oficio1025
de personas que son cuerdas,
    industriosas y valientes,
por los casos diferentes
-fol. 95v-
que se ofrecen de contino.
LOBILLO
De seguirte determino.1030
LAGARTIJA
Por tuyo es bien que me cuentes.
    Ya ves que mi voluntad
es de alquimia, que se aplica
al bien como a la maldad.
LUGO
Esa verdad testifica1035
tu fácil habilidad.
    No te dejaré jamás;
y adiós.
LOBILLO
Lugo, ¿qué te vas?
LUGO
Luego seré con vosotros.
LAGARTIJA
Pues, ¡sus!, vámonos nosotros1040
a la ermita del Compás.
 

(Éntranse todos, y sale PERALTA, estudiante, y ANTONIA.)

 
ANTONIA
   Si ha de ser hallarle acaso,
mis desdichas son mayores.
PERALTA
¿Son celos, o son amores
los que aquí os guían el paso,1045
    señora Antonia?
ANTONIA
No sé,
si no es rabia, lo que sea.
PERALTA
Por cierto, muy mal se emplea
en tal sujeto tal fe.
ANTONIA
   No hay parte tan escondida,1050
do no se sepa mi historia.
PERALTA
Hácela a todos notoria
el veros andar perdida
    buscando siempre a este hombre.
ANTONIA
¿Hombre? Si él lo fuera, fuera1055
descanso mi angustia fiera.
Mas no tiene más del nombre;
    conmigo, a lo menos.
PERALTA
¿Cómo?
ANTONIA
Esto, sin duda, es así;
que Amor le hirió para mí1060
con las saetas de plomo.
    No hay yelo que se le iguale.
PERALTA
Pues, ¿por qué le queréis tanto?
ANTONIA
Porque me alegro y me espanto
de lo que con hombres vale.1065
    ¿Hay más que ver que le dan
parias los más arrogantes,
de la heria los matantes,
los bravos de San Román?
    ¿Y hay más que vivir segura,1070
la que fuere su respeto,
de verse en ningún aprieto
de los de nuestra soltura?
    Quien tiene nombre de suya,
vive alegre y respetada;1075
a razón enamorada,
no hay ninguna que la arguya.

 (Vase ANTONIA.)  

PERALTA
   Estas señoras del trato
precian más, en conclusión,
un socarra valentón1080
que un Medoro gallinato.
    En efecto, gran lisión
es la desta moza loca.
Ya la campanilla toca;
entrémonos a lición.1085
 

(Entra PERALTA, y salen GILBERTO, estudiante, y LUGO.)

 
GILBERTO
   Ya irás contento, y ya puedes
dejar de gruñir un rato,
y ya puedes dar barato
tal, que parezcan mercedes.
    Más me has ganado este día,1090
que yo en ciento te he ganado.
LUGO
Así es verdad.
GILBERTO
Que buen grado
le venga a mi cortesía.
    ¿Yo tus súmulas? ¡Estaba
loco, sin duda ninguna!1095
LUGO
Sucesos son de fortuna.
  -fol. 96r-  
GILBERTO
Ya yo los adivinaba;
    porque al tahúr no le dura
mucho tiempo el alegría,
y el que de naipes se fía,1100
tiene al quitar la ventura.
    Hoy de cualquiera quistión
has de salir vitorioso;
y adiós, señor ganancioso,
que yo me vuelvo a lición.1105
 

(Éntrase GILBERTO y sale el MARIDO de la MUJER que salió primero.)

 
MARIDO
    Señor Lugo, a gran ventura
tengo este encuentro.
LUGO
Señor,
¿qué hay de nuevo?
MARIDO
Aquel temor
de ser ofendido aún dura.
    Tengo a mi consorte amada1110
retirada en una aldea,
y para que el sol la vea,
apenas halla la entrada.
    Con aquel recato vivo
que me mandasteis tener,1115
y muérome por saber
de quién tanto mal recibo.
LUGO
    Ya aquel que pudo poneros
en cuidado está de suerte
que llegará al de la muerte,1120
y no al punto de ofenderos.
    Quietad con este seguro
el celoso ansiado pecho.
MARIDO
Con eso voy satisfecho,
y de serviros lo juro.1125
    Hacer podéis de mi hacienda,
Lugo, a vuestra voluntad.
LUGO
Pasó mi necesidad,
no hay ninguna que me ofenda;
    y así, sólo en recompensa1130
recibo vuestro deseo.
MARIDO
No aquel estilo en vos veo
que el vulgo, engañado, piensa.
    Adiós, señor Lugo.

 (Vase.) 

LUGO
Adiós.
 

(Entra LAGARTIJA.)

 
Pues, Lagartija, ¿a qué vienes?1135
LAGARTIJA
¡Qué gentil remanso tienes!
¿No ves que dará las dos,

 (Reza LUGO.) 

    y te está esperando toda
la chirinola hampesca?
Ven, que la tarde hace fresca1140
y a los tragos se acomoda.
    ¿Cuando te están esperando
tus amigos con más gusto,
andas, cual si fueras justo,
avemarías tragando?1145
    O sé rufián, o sé santo;
mira lo que más te agrada.
Voime, porque ya me enfada
tanta Gloria y Patri tanto.

 (Vase LAGARTIJA.) 

LUGO
    Solo quedo, y quiero entrar1150
en cuentas conmigo a solas,
aunque lo impidan las olas
donde temo naufragar.
    Yo hice voto, si hoy perdía,
de irme a ser salteador:1155
claro y manifiesto error
de una ciega fantasía.
-fol. 96v-
    Locura y atrevimiento
fue el peor que se pensó,
puesto que nunca obligó1160
mal voto a su cumplimiento.
    Pero, ¿dejaré por esto
de haber hecho una maldad,
adonde mi voluntad
echó de codicia el resto?1165
    No, por cierto. Mas, pues sé
que contrario con contrario
se cura muy de ordinario,
contrario voto haré,
    y así, le hago de ser1170
religioso. Ea, Señor;
veis aquí a este salteador
de contrario parecer.
   Virgen, que Madre de Dios
fuiste por los pecadores,1175
ya os llaman salteadores;
oídlos, Señora, vos.
    Ángel de mi guarda, ahora
es menester que acudáis,
y el temor fortalezcáis1180
que en mi alma amarga mora.
    Ánimas de purgatorio,
de quien continua memoria
he tenido, séaos notoria
mi angustia, y mi mal notorio;1185
    y, pues que la caridad
entre esas llamas no os deja,
pedid a Dios que su oreja
preste a mi necesidad.
    Psalmos de David benditos,1190
cuyos misterios son tantos
que sobreceden a cuantos
renglones tenéis escritos,
    vuestros conceptos me animen,
que he advertido veces tantas,1195
a que yo ponga mis plantas
donde al alma no lastimen:
    no en los montes salteando
con mal cristiano decoro,
sino en los claustros y el coro1200
desnudas, y yo rezando.
    ¡Ea, demonios: por mil modos
a todos os desafío,
y en mi Dios bueno confío
que os he de vencer a todos!1205
 

(Éntrase, y suenan a este instante las chirimías; descúbrese una gloria o, por lo menos, un ÁNGEL, que, en cesando la música, diga:)

 
[ÁNGEL]
   Cuando un pecador se vuelve
a Dios con humilde celo,
se hacen fiestas en el cielo.

 
 
FIN DEL ACTO PRIMERO
 
 

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