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71

La cita está tomada de la edición de 1526: El octauo libro de Amadis: que trata delas estrañas aue[n]turas y grandes proezas de su nieto Lisuarte. y de la muerte del inclito rey Amadis, [Sevilla, Cronberger], fol. XCI r.

 

72

Gil Vicente, Obras completas, Lisboa, Livreria Sá da Costa, 1953, vol. III, p. 131.

 

73

Lope de Vega, Arcadia, ed. de E. S. Morby, Madrid, Castalia, 1975, p. 176.

 

74

Según Avalle Arce 1959: 88-89, los salvajes encarnan un tipo de amor radicalmente opuesto al modelo neoplatónico en el que se enmarcan los casos amorosos de los pastores. Según Vigier 1981: 119, «le rapt des nymphes [...] ne nous semble pas devoir être interpreté seulement comme une condamnation de l'amour/appétit, face à l'amour/raison conforme à l'orthodoxie néoplatonicienne, mais aussi comme un exemple de la déraison inhérente à l'amour. Le commentaire de Felismena va dans ce sens...».

 

75

Jorge de Montemayor, Los siete libros de la Diana, ed. de E. Moreno Báez, Madrid, Editora Nacional, 1981, pp. 85-86.

Es de notar que en obras pastoriles italianas, como el Aminta (1581) de Torquato Tasso, y el Pastor Fido (1589) de Giovan Battista Guarini, el papel de enamorado agresivo y violento no lo juega un salvaje sino un sátiro. En ambas obras, este personaje, cansado de implorar a su amada pastora, decide emplear la fuerza para obtener lo que desea. Veamos por ejemplo las palabras del Satiro del Pastor Fido:


Che tanta servitù? Che tanti preghi,
tanti pianti e sospiri? Usin quest'armi
le femmine e i fanciulli: i nostri petti
sien anche ne l'amar virili e forti.
[...]
Me non vedrà né proverà Corisca
mai più tenero amante, anzi più tosto
fiero nemico, e sentirà con armi
non di femmina più, ma d'uom virile
assalirsi e trafiggersi.



(Battista Guarini, Il pastor fido, ed. de L. Fassò, Torino, Einaudi, 1976, p. 43). Esta rebelión a las reglas del amor cortés y mesurado, pero con tonos de una obscenidad muy subida, es la misma que inspira una «canzona degli huomini salvatichi» que se lee en una colección de canciones carnavalescas italianas del siglo XV («Canzone per andare in maschera per Carnesciale facte da più persone», edición de S. Ferrari, en: Biblioteca di letteratura popolare italiana, I, 1882, pp. 49-50). En esta canción los salvajes se jactan de su sexualidad agresiva: con sus «mazafrusti» (se explicita la simbología fálica del bastón) han sometido por fin a las mujeres, que -por culpa de los «erranti cavalieri»- «eran sopra a noi salite» (se habían subido encima de los hombres).

 

76

Diego de San Pedro, Cárcel de amor, ed. de E. Moreno Báez, Madrid, Cátedra, 1982, pp. 53-54.

 

77

«Entre Valencia y Alcaçar, / travessando vnos boscajes, / vi venir veinte saluages, / muy feroces, denodados; / de su presumpcion armados, / no con armas defensiuas, / mas con manos ofensiuas, / los ayres amenazauan, / y en medio dellos lleuauan / vn carro encendido en fuego, / y guaiauales vn ciego.» («Metafora en metros que hizo Quiros al señor Juan Fernandez de Eredia, siendo seruidor dela señora Geronima Beneyta, estando ella en vn lugar que se llama Alcaçar», en: Cancionero castellano del siglo XV, ed. de R. Foulché-Delbosch, Madrid, Bailly Baillière, 1915 (NBAE 22), p. 292).

 

78

Lope de Vega, Peribáñez y el comendador de Ocaña, ed. de A. Blecua, Madrid, Alianza Editorial, 1981, p. 112 (los versos citados se encuentran al final del primer acto).

 

79

Cauallero del Sol. Libro intitulado Peregrinacion dela vida del hombre puesta en batalla debaxo delos trabajos que sufrio el Cauallero del Sol, en defensa dela Razon. Medina del Campo, Guillermo de Millis, 1552 (fol. XXXIIII r.). En las citas, para mayor comodidad de quien lee, he modernizado la ortografía.

 

80

Las citas se encuentran respectivamente en los fols. XXXVII r. y LXVII v.

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