Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.
Indice


Abajo

Un taller de carpintero

Comedia en un acto y verso

Francisco Pi Arsuaga



Portada



PERSONAJES
 

 
ANDRÉS,   maestro carpintero.
ROQUE,   aprendiz (de doce años).
JACINTO,   aprendiz (de trece años).
DON FERNANDO,   padre de Jacinto.
 

Época actual.

 



  —3→  

ArribaActo único1

 

Decoración

   

Habitación desmantelada. Un taburete. Muchas tablas, instrumentos de carpintería. Un armario viejo y roto. En primer término una cocinilla de mano, y puesta en ella una sartén llena de cola. Puertas laterales. ANDRÉS vestirá pantalón azul, blusa, mandil y sombrero hongo. ROQUE y JACINTO, blusa y gorra. DON FERNANDO, levita y sombrero de copa.

 

Escena I

 

JACINTO y ROQUE.

 
 

(Al levantarse el telón aparece JACINTO meneando con un palo la cola que hierve en la sartén, y ROQUE arrancando con unas tenazas los clasos de una madera vieja.)

 
JACINTO
Para ti no es doloroso
seguir este noble oficio:
tú ya estás acostumbrado;
mas yo, que siempre he vivido

 (Con tristeza.)  

de otra manera

 (Suspira.)  

ROQUE
Pues ya
5
llevas un año, Jacinto.
  —4→  
JACINTO
Pero ya ves; ni con eso
a esta suerte me resigno.
ROQUE

  (Con desparpajo.) 

Sé franco. Pasas la vida
exhalando mil suspiros 10
y derramando mil lágrimas,
cuya causa no me explico.
Háblame ya. ¿Qué te pasa?
Sé complaciente conmigo.
Cuéntame esa historia triste 15
que lloras con tal ahínco.
Las penas siempre son menos
si se reparten, amigo.
Abre, pues, tu corazón
y explicate pronto, chico. 20
Yo, como menos sensible
y entre miserias nacido,
seré a tu dolor contraste
y a tus afanes alivio.
¿Cómo has venido a parar 25
a este cuchitril indigno?
Por supuesto, no lo sé;
pero claro lo adivino.
Desde luego, de unos padres
poderosos fuiste hijo. 30
Pasaste el tiempo jugando
y haciéndote el señorito,
los negocios fueron mal,
y los que antes eran ricos,
de la noche a la mañana 35
se hallaron empobrecidos.
Como tú nada sabías
te acogistes a un oficio,
y aquí estás llorando siempre
tú paraíso perdido. 40
JACINTO
Nada de eso. Yo gozaba
de bienestar relativo.
Mi padre, el modesto médico
del hospital de los niños,
Don Fernando de Guillén, 45
trabajaba con cariño
—5→
para darme una carrera
y otra dar a su sobrino,
que por muerte de sus padres
acogió caritativo. 50
Sus estudios con afán
siguió el bueno de mi primo;
mas yo, pensando en los bienes
que tenía nuestro tío,
un hermano de mi padre, 55
un canónigo muy rico,
la di en echarla de vago
y no cogí nunca un libro;
mentí con descaro atroz,
me metí en groseros líos, 60
y de mi tío la muerte
deseé con afán inicuo.
El opulento murió,
lo dejó todo a mi primo,
y, muertas mis esperanzas, 65
mi padre al cabo me dijo:
«Con tu réproba conducta
hermoso tiempo has perdido;
no pienses, pues, en carreras
y escoge pronto un oficio.» 70
Me lanzó luego a la calle,
y yo, ignorando el camino
que mejor seguir podría,
vine a dar en este sitio,
donde hace un año me tienes 75
llorando mi cruel destino.
ROQUE
Pues no llores, que es inútil.
Ya ves, yo contento vivo,
la miseria me rodea,
yo ni siquiera la miro. 80
De las penas huyo siempre,
bebo, cuando puedo, vino,
me alegro, vengo al taller,
del señor Andrés, esquivo
la mirada, él lo conoce 85
y me dice: tú has bebido;
—6→
yo me callo, y él me suelta
un cachete; lo recibo,
me hago el serio, pasa un rato
y él se ríe y yo me río 90

 (Se ríe.) 

De tu pasado brillante,
convéncete, haz caso omiso.
Tú ya has gozado siquiera
de lo bueno, y por lo mismo
es justo que ahora lo malo 95
te entretenga unos ratitos.

  (Con sorna.)  

Recuerda que en este mundo
todo es, al fin, relativo,
y el que no es dichoso es
que no quiere, Jacinto; 100
y el que no se contenta
tampoco quiere y... ¡he dicho!

 (Callándose bruscamente.) 

JACINTO
Todo lo tomas a broma.
ROQUE

 (Señalando.) 

Mira, callémonos, chico.
Ahí viene el señor Andrés, 105

 (Con burla.)  

nuestro maestro queridísimo,

 (Ahuecando la voz.) 

el hombre de los bigotes,
el de los ojos hundidos,
el de cara de vinagre,
el de los modales finos. 110

 (Imitando el acto de dar un cachete.) 

 (De pronto.) 

Pero anda, cuida la cola.
JACINTO
Se apagó el fuego.

 (Con tristeza.) 

ROQUE
Lucido
te quedas. Lo que es a mí
no me ve el pelo.

 (Vase corriendo.) 

 (Con desesperación.) 

¡Dios mío!

  —7→  

Escena II

 

JACINTO y ANDRÉS, con un velador.

 
ANDRÉS
115

 (Con rudeza toda la comedia.) 

¿Qué haces en ese rincón?
JACINTO

 (Con vacilación.) 

La lumbre estoy encendiendo
Se me ha apagado...
ANDRÉS
Ya entiendo
Estás hecho un buen tumbón
Si la hubieras encendido 120
no se te hubiera apagado.
JACINTO

 (Con miedo y respeto.) 

Señor Andrés, la he cuidado,
pero nada me ha valido
ANDRÉS
¿No te ha valido?... Pues toma.

 (Le da un cachete.) 

 (Mirando la cola.) 

Está la cola bien dura. 125

 (Mirando a JACINTO, que llora desconsolado.) 

Pues, chico, poco te apura.
Eso no es más que una broma.

 (Dándole con el pie.) 

Anda, levanta de ahí.
 

(JACINTO se levanta.)

 
Agarra ese velador.
 

(JACINTO carga con el velador.)

 
Al cabo, el barnizador 130
lo trajo concluido.

  (Colocándolo mejor en los hombros de JACINTO.)  

Así.
 

(JACINTO vacila.)

 
Cuidado, sostenlo bien.
Está va bien puesto, vete.
JACINTO
¿Dónde?
ANDRÉS
Alcalá, veintisiete
don Fernando de Guillén. 135
JACINTO

 (Aparte.)  

¡Mi padre! Mi calma hoy
se acaba con este esfuerzo.
  —8→  
ANDRÉS

 (Empujándole.) 

¿Qué haces parado, mastuerzo?
Anda, también yo me voy.
 

(Vanse.)

 


Escena III

 

ROQUE, después JACINTO.

 
ROQUE
Ya pasó la tempestad. 140
Pues no se acordó de mí.
Yo se lo agradezco.

 (Mirando a JACINTO, que vuelve cargado con el velador.) 

¿Aquí
vuelves ya?
JACINTO
¡Por caridad!
ROQUE
¿Qué te pasa? Dilo pronto.
¿Quizá hallarlo no te cuadre? 145
JACINTO

  (Muy apurado.) 

Vete a casa de mi padre.
ROQUE
Pero chico, ¿tú estás tonto?
JACINTO

 (Deja el velador en el suelo.) 

Dispensa, Roque. Ya ves,
es duro lo que me pasa,
me manda a mi antigua casa 150

 (Señalando el velador.)  

con esto el señor Andrés.
Yo, apenas cruzar le he visto
ese obscuro callejón,
me he vuelto. ¡Por compasión!
Roque, llévalo.
ROQUE
Eres listo.
155
Jamás vi mayor simpleza,
se te ya el tiempo llorando,
pero tú, ¿en qué estás pensando?
¿Dónde tienes la cabeza?
¿No se te ha ocurrido, di, 160
que tu padre, aunque sea fiera,
al verte de esa manera
tendrá lástima de ti?...
—9→
Ve allá. Te presentas serio,
ocultando tu rubor, 165
colocas el velador,
te retiras con misterio,
y dentro de media hora,
después de mirarte así,
corriendo a buscarte aquí 170
viene el padre que te adora.

 (Tirándole.) 

Tíznate más esa cara.

 (Tirándole de una rotura y desgarrándole más la blusa.) 

Rómpete más ese traje,
y vete sin más ambage:
la solución está clara. 175
Te saldrá bien el asunto.

 (Con pesar.) 

Al enseñarte soy bolo,
pues me voy a quedar solo
por mis lecciones barrunto.
Y si ésta es cosa pesada 180
siendo por ti acompañado.
cuando ya me has dejado,
Jacinto, no digo nada.

 (Con seriedad.) 

Quiero ser bueno contigo.
Ve, no seas perezoso. 185

 (Con emoción.) 

Jacinto, sé muy dichoso,
y no olvides a este amigo.

 (Le tiende la mano. JACINTO le abraza.) 

JACINTO
Eres mi ángel del cielo.
Aprovecho tu lección.
Tú has dado a mi corazón 190
esperanzas y consuelo.
Que todo me salga bien.
Repararé mi desliz,
y si logro ser feliz,
Roque lo serás también 195
 

(Danse un apretón de manos. ROQUE se lleva el pañuelo a los ojos y desaparece por la derecha.)

 

  —10→  

Escena IV

JACINTO
Como la estrella del cielo
que renace en lontananza,
después de tanto desvelo,
al impulso de mi anhelo
va creciendo mi esperanza. 200
¡Ah! Con mis afanes lucho.
Al propio bien soy esquivo.
Voces de recelo escucho,
y es que voy temiendo mucho
no encontrarle compasivo. 205

  (Pausa.) 

 (Interrogándose.) 

De mi padre el alma pura,
al ver el dolor que siento,
¿despreciará mi amargura?
¿Me negará su dulzura
al ver mi arrepentimiento? 210

 (Raciocinando.) 

Mi padre es noble y honrado;
le hablaré, seré prolijo:
le diré cuánto he pasado,
y no será tan malvado
que no le conmueva su hijo 215

 (Carga con el velador y desaparece.) 



Escena V

 

ANDRÉS por la izquierda, ROQUE por la derecha.

 
ROQUE

 (Aparte.) 

¡Caramba! ¡Vaya un encuentro!

 (Coge una tabla y se pone a aserrarla.)  

ANDRÉS
¿Adónde has, ido, muchacho?
  —10→  
ROQUE
Fui allá dentro a beber agua.
ANDRÉS
Eso es, a pasar el rato.
Ese tonto de Jacinto 220
secar la cola ha dejado,
y no ha habido más remedio
que interrumpir el trabajo.
Y tú, ¿qué has hecho?
ROQUE
Señor
ANDRÉS
Contesta pronto.
ROQUE
Los clavos
225
quité de esa tabla vieja,
y ahora estoy con el armario.
¡Esta tabla está tan dura!
ANDRÉS
¡Conque dura! Vean el zángano.
La querrá como el bizcocho. 230
ROQUE

 (Aparte.) 

¡Si lo fuera, qué bocado!
Pues aún me parece, que hoy
está el hombre menos bravo.
No me ha dado todavía
ni un cachete.
ANDRÉS
¿Estás rezando?
235
ROQUE
No, señor, estoy diciendo
que podemos ir despacio,
porque, desgraciadamente.
nuestro quehacer es escaso.
ANDRÉS
Es verdad. Todo está, mal. 240
No hay dinero. Esos ricachos
aprovechan una mesa
aunque sea veinte años,
con tal de no dedicar
al carpintero dos cuartos. 245
¡Mal rayo parta sus casas
y desvencije sus trastos!
Me tienen ya derretido.
¡Demonio con los tacaños!
Y luego, si alguna vez 250
a componer mandan algo,
son tan tontos y exigentes,
tan cargantes, tan pesados,
—12→
tan melindrosos que a todo
han de poner mil reparos; 255
si el velador está cojo,
si el estante no es muy alto,
si esta tabla tiene grietas,
si aquel madero es muy malo.
¡Llévese a todos la trampa! 260
¡Cargue con ellos el diablo!
ROQUE
Tiene usted mucha razón.
Si yo fuera potentado,
destrozaría mi casa
sólo por el gusto raro 265
de que usted la compusiera.
ANDRÉS
¡¡Creo que te estás burlando!
Pero ese Jacinto tarda.
¿Se habrá ido a jugar al marro?
ROQUE
No, señor.
ANDRÉS
¿Tú le defiendes?
270
ROQUE
Usté, señor, le ha mandado
a la casa de su padre.
ANDRÉS
¿Yo?
ROQUE
A llevar el velador,
ANDRÉS
¡Ah! ¡Es su padre don Fernando!
No desconozco, esa historia; 275
la juzgue grosero amaño,
para que yo le tratase
de un modo cortés y blando.
Que se vaya sentiré.
Él sólo aquí ha trabajado, 280
porque tú no has hecho nada.
Eres un solemne vagó.
ROQUE

 (Señalando.) 

Señor Andrés, allá viene.

 (Aparte.)  

A comprenderlo no alcanzo.
¿Cómo el plan no salió bien? 285
Lo siento. ¡pobre muchacho!

  —13→  

Escena VI

 

Dichos y JACINTO, muy sofocado y con las ropas llenas de lodo.

 
ANDRÉS
¿Cómo apareces así,
después de tan largo rato?
¿Diste el velador, pazguato?
JACINTO
Escuchad. Salí de aquí. 290
Ya por la calle subía,
detrás un ruido noté,
de la vía me aparté,
y entonces pasó un tranvía.
Seguí corriendo adelante, 295
mas otro el ruido no oyó
y entre las ruedas cayó.
Dejé mi carga. Anhelante
corrí al sitio del suceso,
y despreciando mi suerte 300
salvé a un hombre de la muerte.
Él, entonces me dió un beso.
La multitud, consternada,
tendiome sus dulces lazos.
todo eran gritos y abrazos; 305
mas yo, con alma angustiada,
esquivando tanto amor,
de un lado al otro corría,
y por ninguno veía
mi olvidado velador. 310
Empecé a llorar sincero.
Volví a buscarle, y en vano.
Entonces, uno en mi mano
puso un bolsón con dinero.
Le contemplé agradecido. 315
Tomé el don. Vine hacia aquí,
pero de pronto volví
y busqué al desconocido.
Le hallé. «Con alma y con vida
agradezco este tesoro, 320
—14→
le dije; pero es desdoro
en mi aceptarlo. Cumplida
ha sido mi obligación,
que eso me deshonra entiendo;
puede alguien creer que viendo 325
noblezas del corazón.»
Él respondió: «Premio es
corto a bondad que no taso.»
Me fui sin hacerle caso.
Quedó la bolsa a sus pies; 330
escuché aún lejos sus voces,
mas no me quise parar.
Ahora me podéis juzgar.
ANDRÉS
Qué mal el mundo conoces;
tú, un pobre desarrapado, 335
sin dicha ni suerte alguna,
¿por qué esa enorme fortuna
orgulloso has despreciado?

 (Con recelo.) 

Aunque, si bien me lo explico
por tu relato sincero, 340
te dio acaso el caballero
monedas de perro chico,

 (Exaltándose gradualmente.) 

Lo que miro con dolor
al ver lo que te sucede,
es que quieres que me quede 345
sin cuartos ni velador.
Difícil es que me cuadre
solución tan singular:
o tú me lo has de pagar,
o lo pagará tu padre. 350
Tu suerte en vano idealiza.

 (Con sorna.) 

Buen filántropo estás tú:
haz el virtuoso y el bú.

 (Cogiendo un palo.) 

Voy a darte una paliza.
 

(Le amenaza. ROQUE se interpone.)

 

  —15→  

Escena VII

 

Dichos y DON FERNANDO.

 
FERNANDO

 (A ANDRÉS.) 

Detente. Abrazarle ansío. 355

  (A JACINTO.)  

Esa acción que has realizado,
borra todo tu pasado,
dame un abrazo, hijo mío.

 (Se abrazan.) 

JACINTO
Padre, al fin te pude hallar.
FERNANDO
En tu primo un ángel tienes: 360
él te da parte en sus bienes.
JACINTO
En adelante a estudiar
toda mi vida dedico.
Esos han de ser mis planes.
FERNANDO
Pues aplaudo tus afanes. 365
Haz por saber, ya eres rico.
Sólo te falta talento.
ANDRÉS
Pagará usted...

 (Impaciente.) 

FERNANDO

 (Interrumpiéndole.) 

Pagaré.

 (A JACINTO.)  

Si tu maldad castigué,
premio tu arrepentimiento. 370
JACINTO

 (Señalando a ROQUE.)  

Este fue siempre mi amigo
en mis desdichas crueles.
Nos juramos sernos fieles.

  (A DON FERNANDO.)  

¿Podrá venirse conmigo?
FERNANDO
Que venga. Le educaremos. 375
JACINTO
Acabará su dolor.
ROQUE

 (Besandola mano de DON FERNANDO.)  

¡Qué bueno es usted, señor!
JACINTO
Siempre juntos estaremos.
ROQUE

 (A DON FERNANDO.)  

No lo torne usted a agravio,
yo seguiré a su excelencia; 380
pero le hago la advertencia
de que no quiero ser sabio.
  —16→  
FERNANDO

 (Riendo.) 

No es nunca la humildad vicio.
A tu modo criado estás.
Muchacho, no estudiarás. 385
Te dedico a mi servicio.
ROQUE
Fuerza es que por todo, pase
con tal de alejarme de él.

 (Señalando a ANDRÉS.)  

Que por lo brusco y lo cruel
es el único en su clase. 390
JACINTO

 (Al público.) 

Si os llama el mal placentero
con insistencia algún día,
llevad vuestra fantasía
AL TALLER DEL CARPINTERO.


 
 
FIN
 
 




Indice