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YZUF y AURELIO.

 
YZUF
   Trecientos escudos di,
Aurelio, por la doncella.
Esto di al turco, que a ella
alma y vida le rendí;
y es poco, según es bella.5
    Vendiómela de aburrido,
que dice que no ha podido,
mientras la tuvo en poder,
en ningún modo atraer
al amoroso partido.10
    Púsela en casa de un moro,
sin osarla traer acá,
y allí está donde ella está
todo mi bien y tesoro,
y la gloria que amor da.15
    Allí se ve la bondad
junto con la crueldad
mayor que se vio en la tierra;
y juntas, sin hacer guerra,
belleza y honestidad.20
-fol. 5v-
    No pueden prometimientos
ablandar su duro pecho.
Veme en lágrimas deshecho,
y ofrece siempre a los vientos
cuantos servicios la he hecho.25
    No echa de ver su ventura,
ni cómo el dolor me apura
poco a poco sospirando;
antes, cuando yo más blando,
entonces ella más dura.30
    A casa quiero traella
y reclinar en tu mano
mi gozo más soberano:
quizá tú podrás movella,
siendo, como ella, cristiano;35
    y desde aquí te prometo
que, si conduces a efecto
mi amorosa voluntad,
de darte la libertad
y serte amigo perfecto.40
AURELIO
   En todo lo que quisieres,
he, señor, de complacerte,
por ser tu esclavo y por verte
que melindres de mujeres
te tengan de aquesa suerte.45
    ¿De qué nación es la dama
que te enciende en esa llama
sin mirar a su interés?
YZUF
Española dicen que es.
AURELIO
¿Y el nombre?
YZUF
Silvia se llama.
50
AURELIO
   ¿Silvia? Una Silvia venía
adonde yo cautivé,
y, según que la miré,
no en tanto allá se tenía.
YZUF
Ésa es: yo la compré.55
AURELIO
   Si ella es, yo sé decir
que es hermosa sin mentir,
y que no es tan cruda altiva,
que su condición esquiva
a ninguno hace morir.60
    Traéla a casa, señor, luego,
y ten las riendas al miedo;
y tú verás, si yo puedo,
cómo a mis manos y ruego
amaina el casto denuedo.65
YZUF
   Yo voy; y, mientras se ordena
su venida, por estrena
del contento que me has dado,
yo diré a mi renegado
que te quite esa cadena.70
 

(Vase YZUF y queda AURELIO solo.)

 
AURELIO
   ¿Qué es esto, cielos? ¿Qué he oído?
¿Es mi Silvia? Silvia es, cierto.
¿Es posible, oh hado incierto,
que he de ver quien me ha tenido
vivo en muerte, en vida muerto?75
    Ésta es mi Silvia, a quien llamo,
a quien quiero y a quien amo
más que a todo lo del suelo.
¡Gracias hago y doy al cielo,
que a los dos ha dado un amo!80
    Tregua tendrán mis enojos
entre tanta desventura,
pues, por estraña ventura,
vendrán a mirar mis ojos
tu sin igual hermosura.85
    Y si della está rendido
mi amo, está conocido
que quien la supo mirar
es imposible escapar
de preso o de malherido.90
    Y, pues que con tales bríos
él descubre sus amores,
si nos vemos, sus dolores
se callarán y los míos
te diré, que son mayores.95
    Y, mientras pudiere ver
tu hermosura y gentil ser,
templaré mi desconsuelo,
hasta que disponga el cielo
de entrambos lo que ha de ser.100
 

(Vase AURELIO, y entran mercaderes moros, primero y segundo; y padre y madre y dos hijos cautivos.   -fol. 6r-   Un pregonero; MAMÍ, soldado cosario.)

 
MERCADER [1.º]
   En fin, Aydar, ¿que en Cerdeña
habéis hecho la galima?
MAMÍ
Sí; y aun no de poca estima,
según se vio en la reseña.
[MERCADER] 2.º
   Dícennos que os dieron caza105
de Nápoles las galeras.
MAMÍ
Sí dieron, mas no de veras,
que el peso las embaraza.
    El ladrón que va a hurtar,
para no dar en el lazo,110
ha de ir muy sin embarazo
para huir, para alcanzar.
    Las galeras de cristianos,
sabed, si no lo sabéis,
que tienen falta de pies115
y que no les sobran manos;
    y esto lo causa que van
tan llenas de mercancías,
que, si bogasen dos días,
un pontón no tomarán.120
    Nosotros, a la ligera,
listos, vivos como el fuego,
y, en dándonos caza, luego
pico al viento y ropa fuera,
    las obras muertas abajo,125
árbol y entena en crujía,
y así hacemos nuestra vía
contra el viento sin trabajo;
    y el soldado más lucido,
el más flaco y más membrudo,130
luego se muestra desnudo
y del bogavante asido.
    Pero allá tiene la honra
el cristiano en tal estremo,
que asir en un trance el remo135
le parece que es deshonra;
    y, mientras ellos allá
en sus trece están honrados,
nosotros, dellos cargados,
venimos sin honra acá.140
MERCADER 1.º
   Esa honra y ese engaño
nunca salga de su pecho,
pues nuestro mayor provech[o]
nace de su propio daño.
    Un mozo de poca edad145
destos sardos comprar quiero.
MAMÍ
Ya los trae el pregonero
vendiendo por la ciudad.
[MERCADER] 2.º
   ¿Hay españoles entre ellos?
MAMÍ
Sí hay; que también tomamos150
una nave, y allí hallamos
hasta viente y cuatro dellos.
 

(Entra el pregonero, con el padre y la madre y los dos muchachos y un n[i]ño de teta a los pechos.)

 
PREGONERO
   ¿Hay quien compre los perritos,
y el viejo, que es el perrazo,
y la vieja y su embarazo?155
Pues, ¡a fe que son bonitos!
    Déste me dan ciento y dos;
déste docientos me dan;
pero no los llevarán.
¡Pasá acá, perrazo, vos!160
HIJO
   ¿Qué es esto, madre? ¿Por dicha
véndennos aquestos moros?
MADRE
Sí, hijo; que sus tesoros
los crece nuestra desdicha.
PREGONERO
   ¿Hay quien a comprar acierte165
el niño y la madre junto?
MADRE
¡Oh amargo y terrible punto,
más terrible que la muerte!
PADRE
   ¡Sosegad, señora, el pecho;
que si mi Dios ha ordenado170
ponernos en este estado,
Él sabe por qué lo ha hecho!
MADRE
   Destos hijos tengo pena,
que no sé por dónde han de ir.
PADRE
Dejad, señora, cumplir175
lo que el alto cielo ordena.
[MERCADER] 1.º
   ¿Qué han de dar déste, decí?
PREGONERO
Ciento y dos escudos dan.
MERCADER [2.º]
¿Por ciento y diez darlo han?
PREGONERO
No, si no pasáis de ahí.180
MERCADER [2.º]
   ¿Está sano?
PREGONERO
Sano está.
MERCADER [2.º]

 [Ábrele la boca.] 

Abre; no tengas temor.
HIJO
¡No me la saque, señor;
que ella mi[sma se cairá]!
  -fol. 6v-  
MERCADER [2.º]
   ¿Piensa que sacalle quiero185
el rapaz alguna muela?
HIJO
¡Paso, señor, no me duela;
tenga, quedo, que me muero!
MERCADER 2.º
   Destotro, ¿cuánto dan dél?
PREGONERO
Docientos escudos dan.190
[MERCADER] 2.º
¿Y por cuánto le darán?
PREGONERO
Trecientos piden por él.
[MERCADER] 1.º
   Si te compro, ¿serás bueno?
HIJO
Aunque vos no me compréis,
seré bueno.
[MERCADER] 2.º
¿Serlo heis?
195
HIJO
Ya lo soy, sin ser ajeno.
MERCADER 1.º
   Por éste doy ciento y treinta.
PREGONERO
Vuestro es: venga el dinero.
[MERCADER] 1.º
En casa dároslo quiero.
MADRE
El corazón me revienta.200
[MERCADER] 1.º
   Comprad, compañero, esotro.
Ven, niño, vente a holgar.
HIJO
No, señor; no he de dejar
mi madre por ir con otro.
MADRE
   Ve, hijo, que ya no eres205
sino del que te ha comprado.
HIJO
¡Ay, madre! ¿Habéisme dejado?
MADRE
¡Ay, cielo, cuán crudo eres!
MORO
   Anda, rapaz, ven conmigo.
HIJO
Vámonos juntos, hermano.210
HERMANO
No puedo, ni está en mi mano.
PADRE
El cielo vaya contigo.
MADRE
   ¡Oh, mi bien y mi alegría,
no se olvide de ti Dios!
HIJO
¿Dónde me llevan sin vos,215
padre mío y madre mía?
MADRE
   ¿Quïeres que hable, señor,
a mi hijo aun no un momento?
Dame este breve contento,
pues es eterno el dolor.220
MORO
   Cuanto quisieres le di,
pues será la vez postrera.
MADRE
Sí, pues ésta es la primera
que en este trance me vi.
[HI]JO
   Tenedme con vos aquí,225
madre, que voy no sé dónde.
[MADRE]
La ventura se te asconde,
[hi]jo, pues yo te pa[rí].
    Hase escurecido el cielo,
turbado los elementos,230
conjurado mar y vientos
todos en tu desconsuelo
    No conoces tu desdicha,
aunque estás bien dentro della,
puesto que el no conocella235
lo puedes tener a dicha.
    Lo que te ruego, alma mía,
pues el verte se me impide,
es que nunca se te olvide
rezar el Avemaría;240
    que esta reina de bondad,
de virtud y gracia llena,
ha de limar tu cadena
y volver tu libertad.
MORO
   ¡Mirad la perra cristiana245
qué consejo da al muchacho!
¡Sí que no estaba él borracho
como tú, sin seso, vana!
HIJO
   Madre, al fin, ¿que no me quedo?
¿[Qu]e me llevan estos moros?250
MADRE
Contigo van mis tesoros.
HIJO
A fe que me ponen miedo.
MADRE
   Más miedo me queda a mí
de verte ir donde vas,
que nunca te acordarás255
de Dios, de ti, ni de mí;
    porque esos tus tiernos años,
¿qué prometen sino [aqu]esto,
entre inicua gente puesto,
fabricadora de engaños?260
PREGONERO
   ¡Calla, vieja y mala pieza,
si no quieres, por más mengua,
que lo que dice tu lengua
que lo pague la cabeza!
    ¿Destotro hay quien me dé mas?265
Que es mas bello y más lozano
que no es el otro su hermano.
MERCADER 2.º
¡Sus!, ¿en cuánto le darás?
PREGONERO
   ¿No os he dicho que trecientos
escudos de oro por cuenta?270
[MERCADER] 2.º
¿Quies docientos y cincuenta?
PREGONERO
[Es] dar voces a los vientos.
  -fol. 7r-  
[MERCADER] 2.º
    Enamorado me ha
el donaire del garzón;
yo los doy en conclusión.275
PREGONERO
Dinero o señal me da.
[MERCADER] 2.º
    Cómo te llamas me di.
HIJO
Señor, Francisco me llamo.
[MERCADER] 2.º
Pues que has mudado de amo,
muda el Francisco en Mamí.280
HIJO
   ¿Para qué es mudar el nombre,
si no ha de mudar la fe?
[MERCADER] 2.º
Eso agora no lo sé.
HIJO
No hay castigo que me asombre.
[MERCADER] 2.º
    Alto, venidos tras mí.285
HIJO
¡Amados padres, adiós!
PADRE
¡El mesmo vaya con vos!
MADRE
¡Francisco!
[MERCADER] 2.º
No, no: Mamí.
HIJO
   Eso no, señor patrón:
Francisco me has de llamar.290
[MERCADER] 2.º
El palo os hará trocar
el nombre y aun la intención.
HIJO
   Pues me aparta el hado insano
de vos, señor, ¿qué mandáis?
PADRE
Sólo, hijo, que viváis295
como bueno y fiel cristiano.
MADRE
   Hijo, no las amenazas,
no los gustos y regalos,
no los azotes y palos,
no los conciertos y trazas,300
    no todo cuanto tesoro
cubre el suelo, el cielo visto,
te mueva a dejar a Cristo
por seguir al pueblo moro.
HIJO
   En mí se verá, si puedo,305
y mi buen Jesús me ayuda,
cómo en mi alma no muda
la fe, la promesa o miedo.
PREGONERO
    ¡Oh, qué cristiano se muestra
el rapaz! Pues ¡yo os prometo310
que alcéis con sancto aprïeto
la flecha y la mano diestra!
    Estos rapaces cristianos,
al principio muchos lloros,
y luego se hacen moros315
mejor que los más ancianos.
 

(Sálense, y entran YZUF y SILVIA.)

 
YZUF
   Dejad, Silvia, el llanto agora;
poned tregua al ansia brava,
que no os compré para esclava,
sino para ser señora.320
    Mirad que imagino y creo
que vuestra gran desventura,
para daros más ventura
ha traído este rodeo.
    Con vos Fortuna en su ley325
no usa de nuevas leyes:
que esclavos se han visto reyes,
aunque vos sois más que rey.
    Limpiad los húmedos ojos,
que sujectan cuanto miran,330
y, al tiempo que se retiran,
llevan de almas los despojos;
    y no cubra el blanco velo
esa divina hermosura,
que es como la nieve pura,335
que impide la luz del cielo.
SILVIA
   Esme ya tan natural,
señor, el llanto y tormento,
que, si me deja un momento,
lo tengo por mayor mal;340
    y, aunque así estoy, estaré
alegre al obedeceros,
pues distes tantos dineros
por mí sin saber por qué;
    que, si acaso lo habéis hecho345
pensando sacar de mí
gran rescate, desde aquí
se apoca vuestro provecho;
    porque os prometo, señor,
que de miseria y pobreza350
tengo cuanto de riqueza,
si la riqueza es dolor;
    y de dolor soy tan rica,
cuanto, por darme pasión,
este caudal la ocasión355
por puntos le multiplica.
YZUF
   Silvia, vives engañada:
que yo no quiero de ti
-fol. 7v-
sino que quieras de mí
ser servida y respectada;360
   que el provecho que yo espero,
Silvia, de haberte comprado,
es ver tu rostro estremado
y no doblar el dinero;
    que el Amor, que se mejora365
en mostrar su fuerza brava,
me ha hecho esclavo de mi esclava,
esclava que es mi señora;
    y quedo tan satisfecho
de perder la libertad,370
que alabo la crueldad
deste crudo y nuevo hecho.
    Y, porque lo que aquí digo
lo entiendas, Silvia, mejor,
nunca me llames señor,375
sino siervo o caro amigo.
SILVIA
   Aunque tamaña mudanza
hace fortuna en mi estado,
no creo se me ha olvidado
el término de crianza.380
    Bien sé cómo he de llamarte,
y sé que es de obligación
que en lo que fuera razón
procure de contentarte.
YZUF
   Tu habla tan comedida,385
tu donaire, gracia y ser,
claro me dan a entender
que eres, Silvia, bien nacida;
    y, aunque pudiera esperar
de ti un rescate crecido,390
a tal término he venido,
que tú me has de rescatar.
    Mas, en tanto que a la clara
veas cuanto hago por ti,
ven, Silvia, vente tras mí:395
verás a tu ama Zahara.
SILVIA
   Vamos, señor, en buen hora.
YZUF
Silvia, no tanto «señor»,
pues mi ventura y amor
os ha hecho a vos mi señora.400
 

(Sale ZAHARA.)

 
ZAHARA
   Seáis, Yzuf, bien llegado.
¿Cúya es la esclava rumía?
SILVIA
Vuestra soy, señora mía.
YZUF
Verdad es: yo la he comprado.
ZAHARA
   Por cierto, la compra es bella405
si cual hermosa es honesta.
Decid, señor, ¿cuánto os cuesta?
YZUF
Dado he mil doblas por ella.
ZAHARA
   ¿Espera ser rescatada?
YZUF
De muy rica tiene fama.410
ZAHARA
¿Su nombre?
YZUF
Silvia se llama.
ZAHARA
¿Es doncella o es casada?
SILVIA
   Casada soy y doncella.
ZAHARA
¿Cómo es eso, Silvia? Di.
SILVIA
Señora, ello es ansí,415
que ansí lo quiso mi estrella.
    El cielo me dio marido,
no para que le gozase,
sino para que quedase
yo perdida y él perdido.420
 

(Aquí entra un moro diciendo:)

 
MORO
   Yzuf, a llamarte envía
apriesa el rey nuestro, Azán.
YZUF
¿Dónde está agora?
MORO
En Duán,
metido en grande agonía.
    Amet, jenízar agá,425
y los bolucos bajíes,
y también los debajíes
y oldajes están allá.
    Hanse juntado a consejo
sobre que es averiguado430
que el rey de España ha juntado
de guerra grande aparejo.
    Dicen que va a Portugal,
mas témese no sea maña;
y es bien que tema su saña435
Argel, que le hace más mal.
    En la guerra hay mil ensayos
de fraude y de astucia llenos:
acullá suenan los truenos
y acá disparan los rayos.440
YZUF
   Vamos: quel cielo, que toma
por suya nuestra defensa,
-fol. 8r-
a España hará, con su ofensa,
sujecta y sierva a Mahoma.
    Y vos, señora, ordenad445
a Silvia lo que ha de hacer;
y vos, Silvia, a su querer
sujetad la voluntad.
 

(Vanse los dos, y quedan SILVIA y ZAHARA solas.)

 
ZAHARA
   Cristiana, di: ¿de adónde eres?
¿Eres pobre, o eres rica?450
¿De suerte ensalzada, o chica?
No me lo niegues, si quieres,
    porque soy, cual tú, mujer,
y no de entrañas tan duras
que tus tristes desventuras455
no me hayan de enternecer.
SILVIA
   Señora, soy de Granada,
y de suerte ansí abatida,
cual lo muestra el ser vendida
a cada paso y comprada.460
    Dicen que fui rica un tiempo,
pero toda mi riqueza
se ha vuelto en mayor pobreza
y ha pasado con el tiempo.
ZAHARA
   ¿Has algún tiempo tenido465
enamorado deseo?
SILVIA
Al estado en que me veo,
el crudo Amor me ha traído.
ZAHARA
   ¿Fuiste acaso bien querida?
SILVIA
Fuilo; y quise con ventaja470
tal, que ap[e]na[s la m]ortaja
borrará fe t[an su]bida.
ZAHARA
   ¿Fuiste querida primero,
o empezó el amor de ti?
SILVIA
Primero querida fui475
del que quise, querré y quiero.
ZAHARA
   ¿Es mozo?
SILVIA
Y aun gentilhombre.
ZAHARA
¿Es cristiano?
SILVIA
Pues ¡qué!, ¿moro?
¡No sale de su decoro
quien ha de cristiano el nombre!480
ZAHARA
   ¿Y es pecado querer bien
a un moro?
SILVIA
Yo no sé nada;
sé que es cosa reprobada,
y a cristianas no está bien.
ZAHARA
   ¿Y querer mora a cristiano?485
SILVIA
Eso tú mejor lo entiendes.
ZAHARA
¡Ay, Silvia, cómo me ofendes
y me lastimas temprano!
SILVIA
   ¿Yo, mi señora? ¿En qué suerte?
ZAHARA
Escucha y te lo diré;490
que, en oyéndome, bien sé
que vendrás de mí a dolerte.
    «Has de saber, ¡oh Silvia!, que estos días
partieron deste puerto con buen tiempo
doce bajeles, de cosarios todos,495
y con próspero viento caminaron
la vuelta de las islas de Cerdeña;
y allí, en las calas, vueltas y revueltas,
y puntas que la mar hace y la tierra,
se fueron a esconder, estando alerta500
si algún bajel de Génova o de España,
o de otra nación, con que no fuese
francesa, por el mar se descubría.
En esto, un bravo viento se levanta,
que maestral se llama, cuya furia505
dicen los marineros que es tan fuert[e],
que las tupidas velas y las jarcias
del más recio navío y más armado
no pueden resistirla, y es forzoso
acudir al abrigo más cercano,510
si su rigor acaso lo concede.
Las levanta[da]s ondas, el rüido
del atrevido viento detenía
los cosarios bajeles en las calas,
sin dejarles salir al mar abierto;515
y en otra parte, con furor insano,
mostrando su braveza fatigaba
una galera de cristiana gente
y de riquezas llena, que, corriendo
por el hinchado mar sin remo alguno,520
venía a su albedrío, temerosa
de ser sorbida de las bravas ondas;
pero después, a cabo de tres días,
del recio mar y viento contrast[a]d[a],
-fol. 8v-
descubrió tierra, y fue el descubrimiento525
de su mayor dolor y desventura,
porque a la misma isla de San Pedro
vino a parar, adonde recogido[s]
estaban los bajeles enemigos,
los cuales, de la presa cudiciosos,530
salen, y de furor bélico armados,
la galera acometen destrozada
y de solos deseos defendida.
Una pelota pasa en el momento
al capitán el pecho, y a su lado535
del lusitano fuerte, muerto cae
un caballero ilustre valenciano.
El robo, las riquezas, los cativos
que los turcos hallaron en el seno
de la triste galera me ha contado540
un cristiano que allí perdió la dulce
y amada libertad, para quitarla
a quien quiere rendirse a su rendido.»
Este cristiano, Silvia, este cristiano;
este cristiano es, Silvia, quien me tiene545
fuera del ser que a moras es debido,
fuera de mi contento y alegría,
fuera de todo gusto, y estoy fuera,
que es lo peor, de todo mi sentido.
Compróle mi marido, y está en casa;550
y, puesto que con lágrimas y ruegos,
con sospiros, ternezas y con dádivas,
procuro de ablandar su duro pecho,
al mío, que contino es blanda cera,
el suyo se me muestra de diamante;555
ansí que, Silvia, hermana, como has dicho
que al cristiano no es lícito dé gusto
en cosas del amor a mora alguna,
tus razones me tienen ofendida,
y con aquesas mesmas se defiende560
Aurelio, a quien ha hecho tan cristiano
el cielo para darme a mí la muerte.
SILVIA
¿Aurelio dices que por nombre tiene,
señora, ese cristiano?
ZAHARA
Ansí se llama.
[SILVIA]
La galera que dices, según creo,565
se llamaba San Pablo, y era nueva
y de la sacra religión de Malta.
Yo en ella me perdí, y aun [ima]gino
que conozco a ese Aurelio, y es un mozo
de rostro hermoso y de nación hispan[a].570
ZAHARA
Sin duda has acertado, ¡ay, Silvia mía!
¿Quién es este enemigo de mi gloria?
¿Es caballero, o rústico villano?
Que todo lo parece en su apostura
y dura condición: el talle ilustre,575
de la ciudad; la condición, del monte.
SILVIA
A mí, pobre escudero me parece,
según en la galera se trataba;
que de su hacienda no sé más, señora.
ZAHARA
Ni yo sé qué te diga, ¡oh Silvia, Silvia!,580
sino que a tal estremo soy venida,
que le tengo de amar, sea quien se fuere.
Sólo te ruego que procures, Silvia,
de ablandar esta tigre y fiera hircana,
y atraerla con dulces sentimientos585
a que sienta la pena que padece
esta mísera esclava de su esclavo;
y si esto, Silvia, haces, yo te juro
por todo el Alcorán de buscar modo
cómo con brevedad alegre vuelvas590
al patrio dulce suelo deseado.
SILVIA
Deja, señora, al cargo a Silvia dello,
que tu verás lo que mi industria hac[e]
por gusto tuyo y por provecho mío.
 

(AURELIO, solo.)

 
[AURELIO]
   ¡Oh sancta edad, por nuestro mal pasada,595
a quien nuestros antiguos le pusieron
el dulce nombre de la Edad dorada!
    ¡Cuán seguros y libres discurrieron
la redondez del suelo los quen ella
la caduca mortal vida vivieron!600
    No sonaba en los aires la querella
del mísero cautivo, cuando alzaba
la voz a mal[decir su] dura estrella.
    Entonces libert[ad d]ulce reinaba
y el nombre odioso de la servidumb[r]e605
en ningunos oídos resonaba.
    Pero, después que sin razón, sin lumbre,
ciegos de la avaricia, los mortales,
cargados de terrena pesadumbre,
    descubrieron los rubi[o]s minerales610
del oro que en la tierra se escondía,
ocasión principal de nuestros males,
-fol. 9r-
    este que menos oro poseía,
envidioso de aquel que, con más maña,
más riquezas en uno recogía,615
    sembró la [c]ruda y la mortal cizaña
del robo, de la fraude y del engaño,
del cambio injusto y trato con maraña.
    Mas con ninguno hizo mayor daño
que con la hambrienta, despiadada guerra,620
que al natural destruye y al estraño.
    Ésta consume, abrasa, y echa por tierra,
los reinos, los imperios populosos,
y la paz hermosísima destierra,
    y sus fieros ministros, codiciosos625
más del rubio metal que de otra cosa,
turban nuestros contentos y reposos.
    Y, en la sangrienta guerra peligrosa,
pudiendo con el filo de la espada
acabar nuestra vida temerosa,630
    la guardan de prisiones rod[e]ada,
por ver si prometemos por libralla
nuestra pobre riqueza mal lograda.
    Y así, puede el que es pobre y que se halla
puesto entre esta canalla al daño cierto635
su libertad a Dios encomendalla,
    o contarse, viviendo, ya por muerto,
como el que en rota nave y mar airado
se halla solo, sin saber dó hay puerto.
    Y no tengo por menos desdichado640
al que tiene [co]n qué y el modo ignora
[có]mo llegar al punto deseado,
    porque esta gente, do bondad no mora,
no dio jamás palabra que cumpliese,
como falsa, sin ley, sin fe y traidora.645
    Guardará por su dios al interese,
y do éste no i[nt]erviene, no se espere
que por sol[a vir]tud bondad hiciese.
    Aquí en diverso traje veo que muere
el ministro de Dios, y por su oficio650
más abatido es, peor se quiere,
    y el mancebo cristiano al torpe vicio
es dedicado desta gente perra,
do consiste su gloria y ejercicio.
    ¡Oh cielo santo! ¡Oh dulce, amada tierra!655
¡Oh Silvia! ¡Oh gloria de mi pensamiento!
¿Quién de tu alegre vista me destierra?
    Pero, si no me engaño, pasos siento.
Yzuf, mi amo, es éste que aquí viene.
¡Cuán ajeno de sí le trae el tormento!660
YZUF
   Quien con amor amargo se entretiene,
y al duro yugo de su servidumbre
el flaco cuello ya inclinado tiene,
    si del cielo no viene nueva lumbre
que aquella ceguedad de los sentidos665
con claros rayos de razón alumbre,
    todos estos remedios son perdidos;
que al fin irán por tierra derribados
los amigos consejos más sabidos.
    Más viejos y más pláticos soldados670
tiene el rey a su mando y su servicio;
déjeme a mí, que tengo otros cuidados;
    mejor será que el trabajoso oficio
de reparar los fosos y muralla
entregue al que de Amor aún es novic[io];675
    que yo más cruda y más fiera batalla
espero a cada paso, ¡ay suerte dura!,
que teme el alma y ha de atropellalla.
    ¡Oh Silvia, reina de la hermosura!,
por vos a los oficios doy de mano680
que pudieran honrarme y dar ven[tura].
   Pero, ¿qué es lo que he dicho? ¡Oh ciego in[sano!]
¿No vale más gozar de aquellos ojos,
que ser señor del áureo suelo hispano?
Tu beldad, Silvia, adoro aquí de hinojo[s].685
 

(AURELIO vuelve y, hallándole de rodillas, le dice:)

 
[AURELIO]
   ¿Son éstos los despojos, señor mío,
que el gran cuidado mío te procura?
Por cierto que es locura averiguada
mostrar tan derribada la esperanza.
Ten, señor, confianza; espera un poco,690
que das muestras de loco en lo que ha[ces].
YZUF
Poco me satisfaces y contentas,
si consolarme tientas con razones.
¿Has visto las faciones de mi diosa?
AURELIO
Señor, no he visto cosa. ¿Es ya venida?695
Si lo es, retraída está allá dentro.
YZUF
Sí está, y aun en el centro de mi pe[cho].
AURELIO
Ten cierto tu provecho desde hoy más.
YZUF
Vamos, y verla has, y ten cuidado
de lo que te he rogado, Aur[elio amigo].700
AURELIO
El cielo será dello [buen testigo].
  -fol. 9v-  
 

(Vanse, y sale FÁTIMA sola.)

 
[FÁTIMA]
   El esperado punto es ya llegado
que pide la no vista hechicería
para poder domar el no domado
pecho, que domará la ciencia mía.705
Por la región del cielo, el estrellado
carro lleva la noche obscura y fría,
y la ocasión me llama do haré cosas
horrendas, estupendas, espantosas.
    El cabello dorado al aire suelto710
tiene de estar, y el cuerpo desceñido,
descalzo el pie derecho, el rostro vuelto
al mar adonde el sol se ha zabullido;
al brazo este sartal será revuelto
de las piedras preñadas que en el nido715
del águila se hallan, y esta cuerda
con mi intención la virtud suya acuerda.
    Aquestas cinco cañas, que cortadas
fueron en luna llena por mi mano,
en esta mesma forma acomodadas,720
lo que quiero harán fácil y llano;
también estas cabezas, arrancadas
del jáculo, serpiente, en el verano
ardiente allá en la Libia, me aprovechan,
y aun estos granos si en el suelo se echan.725
    Esta carne, quitada de la frente
del ternecillo potro cuando nace,
cuya virtud rarísima, excelente,
en todo a mi deseo satisface,
envuelta en esta yerba, a quien el diente730
tocó del corderillo cuando pace,
hará que Aurelio venga cual cordero
mansísimo y humilde a lo que quiero.
    Esta figura, que de cera es hecha,
en el nombre de Aurelio fabricada,735
será con blanda mano y dura flecha,
por medio el corazón atravesada.
Quedará luego Zahara satisfecha
de aquella voluntad desordenada,
y el helado cristiano vendrá luego740
ardiendo en amoroso y dulce fuego.
    [A vosotros, ¡oh] justos Radamanto
[y Minos!, que con leyes inmutables]
en los escuros reinos del espanto
regís las almas tristes miserables;745
si acaso tiene fuerza el ronco canto
o mormurio de versos detestables,
por ellos os conjuro, ruego y pido
ablandéis este pecho endurecido.
    ¡Rápida, Ronca, Run, Raspe, Riforme,750
Gandulandín, Clifet, Pantasilonte,
ladrante tragador, falso triforme,
herbárico pastífero del monte,
Herebo, engendrador del rostro inorme
de todo fiero dios, a punto ponte755
y ven sin detenerte a mi presencia,
si no desprecias la zoroastra ciencia!
 

(Sale un DEMONIO y dice:)

 
[DEMONIO]
   La fuerza incontrastable de tus versos
y mormurios perversos me han traído
del reino del olvido a obedecerte;760
mas, ¡oh mora!, quel verte en esta empresa
infinito me pesa, porque entiendo
que es ir tiempo perdiendo.
FÁTIMA
¿Por qué causa?
DEMONIO
Pon al conjuro pausa, y al momento
satisfaré tu intento en lo que pides,765
si acaso tú te mides y acomodas
a mis palabras todas y consejos.
Todos tus aparejos son en vano,
porque un pecho cristiano, que se ar[r]ima
a Cristo, en poco [esti]ma hechicerías.770
Por muy diversas vías te con[v]iene
atraerle a que pene por tu amiga.
FÁTIMA
¿Ansí questa fatiga no aprovecha?
DEMONIO
En balde ha sido hecha. Mas escucha,
que con presteza mucha y sin rodeo775
cumplirás tu de[se]o [e]n este modo:
en el infierno [todo n]o hay quien haga
más cruda y fiera [pl]aga entre cristianos,
aunque muestren más sanos corazones
y limpias intenciones, que es la dura780
necesidad que apura la paciencia;
no tiene resistencia esta pasión;
la otra es la ocasión. Si estas dos vien[en]
y con Aurelio tienen estrecheza,
verás a su braveza derribada785
y en blandura tornada, y con sosiego,
[reg]alarse en el fuego d[e Cup]ido.
FÁTIMA
[Pues esas dos te pido que me invíes],
-fol. 10r-
y que no te desvíes desta empresa.
[DEMONIO]
Tu mandado se hará con toda priesa.790
 

(Vanse.)