GUIDO RODRÍGUEZ ALCALÁ (1946). Poeta excelente; sus
mensajes sociales si bien en marcos de sutilezas, conmueven por su contenido.
Ha publicado los libros
Apacible fuego,
Ciudad sonámbula,
Viento oscuro,
Labor cotidiana y
Leviatán etcétera, reveladores
de una labor intensa.
JORGE CANESE (1947). Es el poeta social más importante
surgido en los últimos tiempos. Su poesía de estilo coloquial se
adecua perfectamente al contenido dramático y desnudo de casi todos sus
poemas, por lo que fuerzan a meditar sobre las realidades que menciona. Obras:
Más poesía,
Esperando el viento y
Paloma blanca, paloma negra en 1982.
—70→
Adolfo M. Ferreiro
Mi pueblo
- 1 -
Hay un humo vacío
que se disfraza
de espíritu.
Hay un viento pobre
que sopla trayendo
5
casi nada.
Hay un sol que no alumbra
más que un pedazo
de mi tierra.
Hay un pueblo que camina
10
y que no llega.
- 2 -
Un montón de años
se ha desmoronado
en mi almanaque.
La triste cascada
15
del miedo y el dolor.
Palpitó en mi pecho
de cerca,
la angustia del hombre
y su miedo.
20
- 3 -
Mi mundo hierve en su sangre
y en un caldero oceánico muere
mientras en un parto gigante nace
la savia nueva del hombre.
Y se extiende,
25
cual plaga triunfal
y perseguida,
sobre el estertor agónico
de la podredumbre.
Y surge la clase nueva
30
a pasos largos,
—71→
con bríos puros,
que empuje el pus
hacia el abismo.
ADOLFO M. FERREIRO (1948). Dio a conocer un manojo de versos en
1966:
La huella desde abajo. Desde aquel año
se mantiene en silencio.
—72→
Juan Manuel Marcos
Una antigua sangre
De tierno y de metal, de pura sangre,
a golpes de palabra y agonía
se va haciendo la historia de los débiles,
con sílabas de lámpara cautiva,
y un corazón de pie, y una paloma.
5
Para siempre, quizás y todavía,
y falta, y hace frío, y sin embargo,
¡qué canto inmemorial viene de pronto!
¡qué muerte solitaria en el camino!
El pedazo eucarístico del cielo
10
del aire descendió en pantalones,
se puso los del hombre y su camisa,
su inmenso amor hizo el amor al viento.
La noche de la patria comunera
se abrió en cristal y en alba sonriente.
15
Mientras existan jóvenes, la sangre
escribirá su nombre en las paredes.
Apuesto por la vida
No podrá persuadirme la muerte cotidiana.
Apartad de mi casa sus signos de ceniza, su aliento
de murciélago,
la diáfana sonrisa mestiza de unos ojos -Palmera
de cristal, la vida- una crepuscular melancolía en cocoteros de
eternidad y silencio,
la vaga cicatriz de la nostalgia,
5
la dulce monotonía de las tardes de otoño
vegetal,
la morena altivez popular de los quebrachos
y las tranquilas extensiones verdes,
de la palabra bilingüe y candenciosa y terrestre,
de pálidas hogueras bajo la lluvia mansa
10
y el mítico silbido de oro y matorral en la siesta
inocente,
como un relámpago rojo, como un pájaro,
como violento cántaro,
una luminosa explosión de profecías,
—75→
la Guarania nació
15
del pueblo
en el pueblo,
por el pueblo
forjada para siempre de manantial y roca
y una enamorada primavera de claveles
20
en sus labios de aroma y agua clara.
Desde entonces fue haciéndose esperanza y campana.
Desde entonces la patria tuvo color y milagro,
tuvo hijos que cantan y
caminos
25
sin más sombra que el viento.
La Guarania, pura esencia natural
de la mañana,
saludó al universo con sílabas filiales
-melodías de espacios infinitos-
30
salió como una flecha de luz sobre los
árboles,
dialogó sin misterios en un idioma único,
fue de todos, por fin, como una madre entera,
y entonces,
empezaron los lobos a aullar para apagarla,
35
gastaron ojos ciegos de espeso líquido de fétida
negrura y, de infamia caliente.
Navegan todavía esas miradas oscuras
las cloacas inútiles del rencor y del
vómito.
¡Alerta, vigilante del día y su jornada!
¡Alerta, solitarios camalotes enlutados de anhelos!
40
¡Alerta ciudadanos de piedra y tierra firme!
¡Alerta, compañeros del humo y la
alegría!
¡Alerta, militantes del joven cataclismo!
Está naciendo -como inmenso volcán, retumbo,
multitud,
lágrima, beso
45
áspera paloma victoriosa
una Guarania nueva de pólvora y futuro,
una Guarania invicta, elemental
como la sangre.
JUAN MANUEL MARCOS (1948). Es uno de los poetas de grandes
condiciones aparecido en los últimos tiempos. Tiene un pequeño
poemario publicado y reside actualmente en el extranjero.
—76→
Emilio Pérez Chaves
Hombre vanguardia en la lucha y el triunfo
«Las manos están tendidas;
ésta es la hora».
José Martí
Obrero de mi tierra
de esta tierra forestal de inextinguible pulso melodioso
ceñida
por pétreos ríos que le cavan sus ojos altos
por vertebrales cordilleras caudalosas que enmarcan
su frente de purpúreas raíces dormidas
5
por limpios árboles detenidos que descifran sus
longevas cejas mediterráneas
por el célibe andamiaje de rocas trepadas
a su tórrida cabellera de vibrátiles hojas
lácteas
que yacen bajo su lacustre perfil soñoliento
ausentes del itinerario de la breve naranja caída en el
otoño de los relojes largos
10
por meridionales pájaros áureos que encienden
hogueras en la madrugada incesante
sembrando la metálica estructura de sus trinos anclados
en la lluvia transeúnte.
Así es mi tierra:
columpiada por zócalos de hechizado humo palpitante
en la desatada vendimia de salobres recintos
15
habitados por sedientos sonidos litorales.
Imán de aire cerrado así es mi patria
oscilando entre afluentes signos que nidifican vitrales
extendidos sobre la alucinación nictálope
y el monólogo incandescente con que trazan el
tiempo venidero
20
los impetuosos anillos del trueno.
Así es mi tierra.
Hoy sin embargo mejor decir: «Así es esa
tierra».
Son palabras dictadas no por la ineluctable
resignación
sino por la paciencia que ahora debe morar en
nuestras venas por un tiempo...
25
—77→
sólo por un tiempo.
Pronto el clarín terrígeno de la selva
destrozará el horizonte en su ululante trayectoria
dispersando sus dedos hacia cada verdad
atravesará umbrales de los paisajes y las horas
adjudicando sonrisas entre los niños
30
pan al famélico
y a los indecisos
coraje.
A su acuciosa invocación acudirán hombres
de todas las edades
de todas las voces
35
de todos los himnos
de todos los terruños
donde flamee un solidario corazón que ausculte la
aflicción de otros rincones
ofrendándose en el ignoto combate para erigir el
futuro
con las transparentes manos libres y la brújula del
ideal en las alforjas.
40
Obrero de mi tierra macerada y rebelde:
tu unívoca presencia desmiente que haya vacante de
héroes
en la lucha del pueblo por su pueblo
y testimonia que pronto cesarán las aguas ebrias de
la depredación y la ignominia.
En este suelo que transmitió a tu efigie roturada su
sombra irisdicente.
45
Sitio insigne tendrás en la batalla y serán las
odiseas claraboya leal
de tu anagrama y tu albedrío:
esas manos tuyas buriladas por el sudor, la opresión y
la vicisitud
se alzarán inmensas hasta arañar el cielo
y empuñando como trofeo la justicia y la victoria
50
dibujarás la nueva geografía de la patria
borrando cárceles al distribuir arados
anulando corruptos pedestales de verdugos imperantes con
vómitos tridentes
plantando escuelas donde hubo nada
impregnando resplandores donde habitaba el cieno
55
enarbolando talleres donde otrora fluía tangible la
miseria
modelando hospitales donde siempre fuera yermo
—78→
desterrando llagas curtidas bajo insulares norias
magnéticas
domeñando troqueles para que se ejecute la
ubérrima sinfonía ternaria
del heroísmo, la gloria y el júbilo
60
derramando en aldeas, sobre fogones y jóvenes, tus
convulsos relatos verídicos
rompiendo el silencio del castigo y la derrota con
tu pensamiento, aire talador de muros
con tu vertical canción de fe en el hombre y su
destino
en el hombre de esta tierra calcinada
la misma que aguarda
65
que tú seas quien inicie el huracán de la
rebelión y de la aurora
para que vuelvan al filial regazo de la patria
todos los que la ven latir en su postrer lecho
transida de ceniza, dolor y hambre
y no pueden acercarle su balsámico gesto
70
porque el necróforo caníbal réprobo de su
propio pueblo
cotidianamente en sus falacias los sentencia a la vigilia
a la distancia
a la tenue nostalgia
a la ineludible espera
75
de acechar el instante en que tú levantes
el cáustico puño altivo y grites:
¡basta!
Patria entre la luz y el viento
Testigo de mi tierra
de esta tierra forestal de lánguido pulso melodioso
de secretas cordilleras que descifran su rostro diáfano
y mediterráneo
su tórrida cabellera de lágrimas
ausentes del itinerario de la breve naranja
5
caída en el otoño de los relojes largos.
Tierra de meridionales pájaros áureos
que encienden hogueras bajo la madrugada incesante
con sus trinos anclados en la lluvia.
Patria cuyo aroma es el color del aire y de la ausencia
10
mientras pétalos de magia y soledad se refugian en los
ojos del cielo.
—79→
Patria que nunca olvida lo escrito en las nubes o en el
agua.
Así es mi tierra dulcemente abierta al recuerdo entre
las voces del fuego
íntimo canal de musgo y cereales:
colinas de sueños indican ciudades legendarias y
rojas
15
cuando la angustia se desliza en reinas de salobres
recintos
habitados por sedientos sonidos litorales.
Imán de la memoria (así es mi patria)
oscilando entre los signos del castigo y del triunfo
en el diálogo con que trazan el tiempo venidero
20
los impetuosos anillos del trueno.
Hoy el pueblo es una herida buscando en la noche el eco de
su imagen.
Pronto, desde el laberinto donde fluyen el destino y
la palabra
un mensaje de vértigo y metales surgirá en el
umbral del infinito:
Vendrán hombres de todas las edades
25
de todos los himnos
de todos los lugares
donde flamee un corazón cercano a la batalla de erigir
el futuro.
Testigo de mi tierra
vas llegando al encuentro de la verdad y la historia
30
con tu pensamiento, brisa que disuelve muros
con tu libro de peces y volcanes
con tu sangre invadida para siempre por la luz y los
fusiles
con tu vertical canción de fe en el hombre y su
alegría
en el hombre de esta tierra innumerable
35
donde aguardan que tú seas quien descubra el nombre
de la patria
(relámpago de nostalgia en el espejo del amor) o
para que vuelvan a su cuenco fiel y sereno
todos los que la ven morir a cada instante
y no pueden acercarle su gesto filial y demorado.
40
Ellos, tantas veces condenados a la distancia y al desvelo
custodios de tu sombra
desde el olvido
hasta la promesa.
—80→
EMILIO PÉREZ CHAVES (1950). Su poesía, ha dicho
Santiago Dimas Aranda, «es como un condensado racimo donde la riqueza y
plasticidad del lenguaje resalta como característica esencial». Ha
publicado en revistas y diarios. Obra:
El fénix del ensueño.
—81→
Roberto Cañete
Ciudad
(Fragmentos)
Secuelas de odios
espejan perfiles payasescos
desfilan cáfilas de simios
pulsar puñales en celo
mimetiza al hombre
en parodia de hombre.
Los argumentos resbalan
se infla el prejuicio
declaran culpable al oponente
sin admitir derecho a su defensa.
Expulsarlo como eructo
vomitarlo en cuajarones agrios
humillarlo
eliminarlo
y cuando la verdad reaparezca
la sed de mutilar se aplaque
los puños ya no se le ven resentidos
y el tifón de dudas se torne brisa
con la calma del verano amanecido
aunque no se reparen daños
causados en la víctima
cada mártir sembró con su martirio
la cosecha del mañana de esperanzas.
En mi país de veranos
los poetas
silencian su canto
porque el entorno los cerca
y tienen miedo,
porque viven solitarios
y olvidaron sus raíces,
porque están huecos
como tambor sin cueros,
porque polvo y polillas
disuelven sus originales,
porque no ofertan poemas,
y así desnutren su imaginación,
—82→
la creación se les seca
no se los va necesitando
mutan insignificantes
se los olvida
y si no toman su equipaje
para asumir el exilio,
los poetas
de mi país de veranos
se van muriendo por dentro
se les coagula el canto
que llega a nacer abortado
y se van haciendo minerales.
Saludo saludas
abres horado
vivo habito
copulo progenio agricultoro
algodono tabaco modero
invoco alerto visualizo
desentraño complico insustituyo
lucho mutaciono
odias envenenas
condiciones consientes coqueteas
denuestas especulas
sitian atenazas reprimes
encarcelas torturas electrocutas
resollo explosiono desplomo fenezca
exilo profetizo lluevo aroma
recomienzo.
ROBERTO CAÑETE. «Su poesía tiene la contextura
a veces áspera de la propia vida» (Santiago Dimas Aranda -
María Hedy González Frutos). Publicó un cuadernillo de
poemas hace varios años y desde entonces nada ha dado a conocer
más.
—83→
Víctor Jacinto Flecha
- A -
- 4 -
entonces se creyó dios
y se levantó altares
y al tiempo colocó en un calendario creó
el puñal y la cadena
raptó a la libertad
5
su manto de luceros
y luego
lo cortó en pedazos
y lo vendió al mejor postor
en las esquinas
10
- i -
ojos de reos
ojos sin alas
ojos
que caminan
la abertura gris del cielorraso
15
ojos
que una vez tuvieron infancia
y describieron el círculo intangible
del pastizal abierto
y ojos
20
y más ojos
bañados en sudores de ausencia
y en crecientes horrores
de la soledad y el miedo
de las letras y el llanto
25
y de los huecos moldes de la nada
ojos
muertos
adivinando el día
el fuego y la distancia
30
ojos ojos
espejos inmóviles del fusil y de la reja.
—84→
Lejos, cerca siempre
Para José Asunción Flores,
músico lejos de su tierra, cerca siempre.
Ayer fuimos mirando cómo crece la sensación del
año.
Conmigo José Asunción, sosteniendo el alba.
El mozo servía el café
y una humareda de recuerdos nos acribilló
junto al estambre de la mañana,
5
la sangre hervía junto al pulso
una fogata y alrededor nosotros y todo
el hambre junto, el olvidado surco
la fiesta de San Juan y todas las
caras maceradas,
10
la sangre hervía junto al pulso
La ciudad que nos sirvió de cuna perdida
entre antiguos jeroglíficos, un burro
manso pastando por las plazas, los héroes
descansando eternamente entre
15
sus huesos y ni siquiera falta la farsa
allí hábilmente montada.
Ahora llueve
los naranjos quedarán de guardia y los
viejos tranvías mirarán la muerte
20
los jaguares devoran la calle, la luna
y sudores de sangre amontonada al día
y en silencio sube el llanto por los
oscuros corredores de la llaga.
Sueña el capitán
25
en tanto la ciudad se acuesta con la lluvia
y con la muerte.
Hemos terminado el café
y nos fuimos mirando como crece la construcción del
tiempo
del dolor y de la ausencia.
30
Conmigo José Asunción, sosteniendo el alba.
—85→
VÍCTOR JACINTO FLECHA. Autor de Poemas de la cárcel
en 1967. En su oportunidad la Revista
Época señaló que
«en su rebeldía y entrega ‘la puerta de la cárcel se abre
y está siempre cerrada’ que más que otra visión es la de
su misma patria». Obligadamente se mantiene fuera del país sin que
se conozca de sus actividades posteriores.
—86→
Carlos Martínez Gamba
Plata yvyguy
(Acerca de la resistencia paraguaya en la gran guerra patria
del 65-70)
Cerro Leonpe, Mariscal
ehérsito pyahu o mo pu’a
jey.
Mita, tuja, hesai, hasyva,
poyvi pyta, moroti ha hovyva
guype
o ñe mbyaty.
5
Opéro kaño
Yvyku’ípe,
o je japo gueteri:
tupao kampánagui o je
pe’a
vrónse rembyre
mimi.
Pólvora i pokama;
10
hi’upyra, upéicha nte
avei.
Kokuépe ndai póri
véima o ñemityva:
kumba’e, kuña,
mita,
ñande ehersito
rapykuéri
o je’oi pa.
15
Cerro León guive Cérro
Kora peve
ñorairome ñande
ruguyko,
140 légua puku kue
jave.
Pirivevúipe, agóto 12
ko’eme,
ita, yvyku’i, vigrio
rembyre,
20
kañome o je puru.
Kuña kuéra o
ñorairo avei;
kambáre o ndyvu,
o hesa aty,
oikarai, asisu’u.
25
Aipo kónde d’Eu,
vrasiléro
mburuvicha,
Pédro Páblo
Caballéro pe
o ahy’o mondoroka.
—87→
Ha opitalre,
oímba’y
30
ha omanombotávagui
henyheva,
o jatapy,
Naino Caballero, mita mimi
reheve,
-tendyva guasu gua’u-
teta mandu’arame
35
o moínge Acósta
Ñu.
Kaño rendyvu
o ñaka’o
Florentin Oviédo
kavaju,
oúva, o mombyta rire i
ñani,
40
yvyre o je joso,
tuicha mboka ryapu
ha sáule parara
reheve
ha tuguy chororo.
Kamba kuéra,
kapi’itindyre
45
o mbo ja tata.
Sapukái ha pyahe mante o
ñe hendu,
mita rete chyryry,
tata sununu.
Yvága o jaho’i
tatatína.
50
Lópe ykere
tetagua o ñorairo,
o ñandúgui
ho’ópe
ñande reta o je
haitypo
he hendive, i paha peve
55
tekoteveha o je pytaso.
Villa Kuruguatype, Lópe he’i
jey
partiku kuérape, anive
hagua
hapykuéri o tyryry.
Jepeve upéicha,
60
karai guasu ñe’e
tesaráipe upéro o
jeity.
Ndai póri kuña
hembiayhúpe o hejaséva;
i túva ha i sy rapykuéri
hase mita mimi.
Yvypóra oi háicha,
Soláno Lópe o guaheha peve
65
o guahese aveí.
—88→
Soláno Lópe o mano rire
mba’e i katu
paraguái memby, o
mano’yro,
ñorairogui o
pytu’u.
Lópe oikove aja,
70
o mano va’ekue jepeve o pu’a
jeyne
kamba kuéra
renondera.
Ha upéi Lópe
oisu’u,
i paharame,
Cérro
Korápe,
75
tetaygua yvv akyta ryguy.
(Acerca del
«Plata yvyguy»)
-Che jaryimi o mombe’u
i sy he’i hague ichupe:
«Soláno Lópe,
kuarénta karrétape,
80
o hupika pláta ha óro
tetamba’e
pe ñorairo
Pirivevúi rire;
karréta kuéra o ñe
mbo tyryry
Mbarakaju ru’ame ve
85
ha yvykua hugua’yvape o
jeity».
-Upéi, ndaje,
umi karrérope o je
juka,
ani hagua o mombe’u
teta rembirepy renda.
90
Ndai katúiva o je
kuaa
mamo itépa umi
karréta
o ñe mbo japaro.
(La causa
social que da pie a creer en su existencia)
-Mba’eicha piko umi guaimi
ñe’engue
pe júta pe rovia.
95
Mboriahúgui reí
paraguái apytu’ume
pláta yvyguy rerakua i poti ai
jera
Mboriahugui reí tetagua akame
oike
entiérro je jo’o mante i
katutaha
ichupe kuéra teko’asygui o
guenohe.
100
Pláta yvy guy,
añete
ha’e ndéve, che
ryvy,
mboriahu py’aropúpe
nte
—89→
hapo ypy.
Ta’aro reí,
jerovia’y
105
ha tembiechaga’u je haru
o mo kañy hyepype
pláta yvyguy.
Upéicha rupi pe
hecháne
pláta yvyguyre i ñaka
ku’eva hetaveha,
110
ñande retame i pohyive
jave
teko’asy, pytagua jeheka
ha umi verde’o aty ai
mboriahu ry’ái
pyteha.
A árape, ñande
rekove
115
ñande pógui o
syryry
ha tetagua remimombe’ura
rapére
o tyryry.
(De
cómo se comporta el gringo explotador con el trabajador y de cómo
muchas veces las fuerzas del orden responden a las reclamaciones
populares)
Sa’i umi vringo tapicha
paraguai ry’ái mbo
hepy.
120
Hi’ári ete i kanguero
joa
ha iñe’e pohyi umi i sy
memby.
Tahachi ha verde’o
ruvicha,
oiméro mba’apohára
kuéra
hemikotévere o
jerure,
125
o mbou konkrito ha mboka,
mboriahu pu’amby
mo kiririra.
Pychaichi
(De cómo Pychaichi,
representación del pueblo, lleva una existencia diferente a los tienen
un buen pasar o por estar «arriba»).
-Ore ro’u so’o
ha Pychaichi ho’u
tukumbo.
-Ore ro’u servésa
—90→
ha Pychaichi ho’u
kerésa.
-Sombrero de
paño ro mondéva ore
5
ha Pychaichi
sombréro piri
sorokue.
-Ore ro mondéva sáko
kasimir
ha vóta puku.
Pychaichi o je aho’i vosa
rembyrépe,
10
mandí’o ryru.
-Losio «Kláro de
Lúna» gui
ore ryakuavurei.
Pychaichi hy’ai
raguinopa
ha i katí.
15
-Votika poha me ore rasy
vove
ro ñe pohano.
Pychaichi katu
asuka del kámpo mi
mante
i sarampiu ári
oipyso.
20
(De cómo al pobre se le
achaca gratuitamente los vicios)
Oikóramo plása
guasúpe
so’o ñe monda,
Pychaichichire pya’ete
o ñe mbo ja.
Karréra hápe
25
oikóramo
ñorairo,
Pychaichípe
o ñe mo tukumbo.
(De cómo el pobre no tiene
estabilidad o debe emigrar)
Máva pa he’íne
chéve
pe karia’ymígui
30
heta gui o ñe mo se
va’ekue
ha i katu’y va o jevy
pomokoi ro’y rire.
O hecha umi táva
tuichavéva
teta ambue gua,
35
o hasa heta
mba’apóre,
opáicha gua
tekóre
ha haimetete oiko chugui
pytagua.
—91→
...Pytagua reta re
nda ikatúiri o je
pokuaa
40
ha i vállepe o
jevyse
o mano hagua.
CARLOS MARTÍNEZ GAMBA. Poeta de gran inspiración
popular. Su pluma ha recreado casos y cosas de nuestra tradición y de
nuestro folclore: pese a estar radicado desde hace varios años en Buenos
Aires. Obras.
Pychaichi (2 volúmenes),
Plata yvyguy,
Hose Dolores...
—92→
Feliciano Acosta
Ne’e ryryi
Che ahy’ópe
oryrýi
che ñe’e.
Che ñe’e
oseséva
5
ombokua
yvytu.
Che ruguy
opupu,
osapukáí
10
mboriahúpe
guara
oipota
piro’y.
Che ahy’ópe
15
oryrýi
che ñe’e.
Che ñe’e
oseséva
ombokua
20
yvytu.
Ha katu
iporave
che ahy’ópe
omano.
25
Pykasu
Aipota
kuarahy rata
ojope meme
yvy
poriahu.
5
—93→
Kuarahy
mimbi
ndaipotái
ógue.
Yvytu avei
10
ani ipore’y
omoka
hagua
mboriahu
ry’ái.
15
Aipota.
Aipota
tajy ipotypu
ha umi pykasu
oveve jey.
20
Ko’eju
Koeju.
Ko eju.
Mamóiko
reime.
Ipohýi,
5
ipohýi
ko pytu.
Hetaitéma
osyry
jukyry.
10
Ñembyahyi
iko’e
ha ipytu
ogami
kapi’i
15
pepo
guype.
Yvytu.
Ejúna
yvytu
20
—94→
rehasávo
ehetunte
jepe
oipovava
angata
25
ko’eju
ra’arovo
oikovéva
rova.
Ayvu
Tape
vaíre
ayvu
mbeguekatu
oguejy.
5
Yvyku’ípe
opyta.
Ara
otiri.
Ojeka.
10
Tyapu
guasu
oñohe.
Ipa’u
rupi
15
kuimba’e
hy’ái
poty
ogueroja.
Guéi
20
ojetu’u,
omyata
itimbu.
Chokokue
hi’ambu.
25
Sapukái
ojoyvy.
Ochia.
Oku’e.
Hasypevéko
30
ayvu
—95→
oguatami
jey.
Sara ñure
isarambi.
35
Turuñe’e
kyre’y
táva
rapére
ogue.
40
Akóinte
péicha
aipota
jeroviápe
tapicha
45
kokue
poty
ogueroja
ha ojerekúevo
vy’a
50
ijurúpe
taipoty.
FELICIANO ACOSTA. Autor en 1983 de Ñe’e Ryry’i,
mantiene el ritmo sesgado y reiterativo de los componentes del Taller Literario
Ortiz Guerrero.
—96→
Hugo López
Hugo López, radicado en el exterior, no
cesa de pensar en su querida patria. Para bien servirla estima que el arte debe
enarbolar un denso contenido porque cree que «en un país
culturalmente débil nadie puede dar un paseo hacia malabarismos
formales...» Y confía en el pueblo, «en su
imaginación, en su destreza por combatir lo arbitrario, en su
sensibilidad capaz de hacer perpetuar una guerra por obtener lo más
digno y justo...»
—97→
Libertad
Está el cementerio rodeado de alambre de púa.
Cada vez que paso quiero entrar a escondidas.
Quiero saber dónde está tu tumba.
La única forma de alcanzarte es cavando un
túnel
o pronunciando tu nombre en una frase clandestina.
5
El maestro cuenta que tu historia fue la de un
volcán sobre la tierra plana.
Esta es la imagen tuya que busco en el desierto.
Todos juntos esperan
De lunes a viernes se amontonan en los cajones
pedazos de objetos en la certidumbre de que algún
día volverás por ellos.
Los fines de semanas sacudo la cama en el terror de ver
la mancha de sudor allí donde tu cabeza estuvo en
la almohada.
Todas las noches escucho por radio que las fronteras
están cerradas.
5
Exuberancia
Los obstáculos caían al atravesar las puertas
oxidadas.
De pronto fue posible
concebir una ciudad sin cerraduras ni praderas desoladas.
Allí las conversaciones encontraban
cómplices
en los oídos de noctámbulos sentados en el banco
de un balneario.
5
Era posible aumentar el número de alas a los
pájaros
que los ladrillos tomaran la forma de la precisión de
un sueño.
Allí el jardín debía estallar desde su
vientre de flores cautivas
el tiempo sería otro límite por sobrepasar
—98→
las casas serían refugio de las palabras
diseminadas
10
la ternura vendría del cuerpo más próximo
al anonimato.
Será cuando el viento dejara en los árboles el
olor de colmena
al ritmo de la hamaca del patriarca
al ritmo de su respiración frente a la ciudad
despierta.
Es cuando nadie obedecerá a otra orden que no sea el
de
15
caminar en dirección contraria al vértigo de
los bostezos de siglos.
Manos sobre manos
Esta es nuestra habitación. Allí están las
huellas de los minutos.
Están las plumas de los pájaros atravesadas por
alfileres en las paredes.
Están las piedras recogidas de las orillas del mar.
Están nuestros libros mezclados con los
sueños.
Están los cubiertos sucios y las ropas planchadas sobre
la mesa.
5
Está la radio sonando para los dos.
Están los cigarrillos que se apagan y se encienden.
Están las cacerolas vacías.
Está el mapa del país cubierto de polvo.
Están los recuerdos despertándonos a cada
instante.
10
Están los años en las arrugas de los labios.
Están las plantas de nuestro jardín creciente con
los proyectos.
Están las piezas de ajedrez dispersas7 en el patio.
Están nuestras manos leyendo una carta.
Están nuestras fotografías mirando el
horizonte.
15
Nosotros estamos con las piernas cruzadas en el suelo
esperando que este tiempo pase desapercibido.
HUGO LÓPEZ (1950). Su poesía delicada está
llena de sugerencias, por lo que exhibe algo así «como el tiempo
muerto» que enfrenta la juventud en un medio dominado como por la quietud
de la siesta. Todo hace presumir la aparición de un buen poeta. Ha
publicado ya un pequeño volumen de versos. Radicado en el exterior
regresa de tanto en tanto al país. Obra:
Imaginación y cautiverio.
ALFREDO ROJAS LEÓN (1950). Poeta insólito y
caudaloso, dice de él Isidoro Calzada, que ha ejercitado su
vocación social en medios estudiantiles. Obras.
En los regazos de las olas (1977) y
Angustias (Embrujo de mar y gaviotas) (1981)
y
Cantos de mi sangre, en 1984.
—103→
Mario Rubén Álvarez
Compañeros
Traigo
de mi tierra
su viejo dolor
sus rojos declives
sus amanecidas canciones
5
su nueva esperanza de cosechas
el musical guaraní de sus hombres.
Están hechos
con flor de jazmines
rosas abiertas
10
serenatas errantes
sonrisas descalzas
fogatas de mimbre.
Allá en el norte
verdes, ilimitadas
15
se yerguen las sementeras
los montes, azules
altivos en su horario
de nubes y aguaceros.
Pájaros, brisas,
20
guitarra, sequías,
tabacales, aguadas,
alcohol, mujeres, cántaros,
ranchos humildes
puñales desenvainados
25
vienen conmigo,
se hospedan en mi sangre.
Y no puedo abrirme las venas.
Porque soy de ellos
y ellos son míos también.
30
—104→
Canto popular
Quiero un canto popular para tu boca,
una melodía fresca y dura desde tu garganta.
Un canto popular para tu boca.
Que resbale desde el sur hacia el poniente.
Hecho de guitarras con memoria de jazmín,
5
con añoranzas prendidas al sudor de la cosecha.
Con todas las angustias hermanas de la espera.
Con el molde atribulado del llanto vespertino.
Llevando a cuestas, a un paso de las heridas y cicatrices,
todas las alegrías y esperanzas de los hombres.
10
Un canto popular para tu boca.
Como rocío, como tormenta, como luz.
Borrando silencios y germinando gritos,
quiero un canto popular para tu boca.
MARIO RUBÉN ÁLVAREZ. Poeta y periodista, miembro del
taller de poesía «M. Ortiz Guerrero». Integran sus poemas
los volúmenes
...Y ahora la palabra y
Poesía taller.
—105→
Ramón R. Silva
Mita tyre’y
Mita’i tepoti,
rova apu’a
pititi
sapope.
Kaso mbykymi.
5
Aka kiveve.
Resa yrei tanimbu sarambi.
Tetyma madi’o, parapa,
susu’a rembyre.
Mita’i sa’yju tahyi
tarova.
10
Tekove tire’y,
reke,
repáy,
repo,
reiko akoi yty
apytépe
15
reheka tembyre.
Mita'i ky’akue,
tisyry raikuapa,
ñeti vy’aha.
Mita mboriahu mayma
tesaraiha.
20
Mita pynandi,
ñe’e po’i
kangymi.
Oja’oro chupe oimeraeva
oti, itindy ha oho.
Jaguami hapukueri,
25
oñua chupe vare’a
topehyi, ro’y
py’ata, mba’asy.
Anianga nerase.
Napépe oi.
30
Napépe ou.
Napepaite umi aña
membyre,
aña tesa’y,
hendu’y
yty apytepe omombo tembi’u
rembyre
Neipy eju nde pya’e
35
ani itenonde ndehegui jagua.
—106→
Neike, Neike.
Neike.
Neike.
Ejepovyvv.
40
Emosarambi.
He’u embosoko-soko
tesa verápe
jepiguaicha ejuka vare’a.
Mita’i tyre’y.
45
Anive nerase.
Nde rechama tupa.
Reke.
Repay.
Reho.
50
Reju.
Rembota reñemose.
Jahei apytepe tape kupepe
akoi.
Emoka tesay ipaha nerase.
Emoka tisyry anichéneko
upéicha repa.
55
Ejokua mboriahu asu, topa.
Ejora kiriri ha ejura ko’e
jera
ipepópe ogueru
tekojoja.
Anive nerasé. Anive
nerasé.
RAMÓN R. SILVA. También del taller literario
«M. Ortiz Guerrero». Ha publicado recientemente «Hovere
Vere» concretado por Ediciones Taller, en cuya presentación se
dice que el poeta «rescata la extraordinaria sonoridad del idioma nativo
y domeñando el ritmo, inicia un rumbo en la poesía
paraguaya».
—107→
Moncho Azuaga
América latina
América Latina,
de esperanza
como océanos,
como palmeras,
como cordilleras,
5
como hombres descalzos
hacia el lucero del alba.
Si pudiera imaginarte
sin metrallas,
sin cercos ni fronteras,
10
sin mercantes ni corsarios,
sin latifundistas ni rosarios,
sin canciones de penas tuyas
y vaquitas ajenas,
¡creo que hasta te soñaría
15
como te quiero
de esperanzas!
América Latina,
si pudiera imaginarte
sin golpes de Estado cada mañana
20
golpeando tus puertas verdes
de sencillez de tierra,
sin puertos con Night Club
llenos de muchachas tristes
y hombres tristes
25
de tristezas enfermizas.
Ay,
si esos mestizos ojos
sonrieran a la cosecha
y la oración levantaras
30
a los Dioses antiguos
del Tigre y el Pez.
Ay,
de seguro que hasta en sueños
te querría
35
—108→
como te quiero:
¡de esperanzas!
como tu río más secreto,
como tu cielo más grande,
como tus niños de ojos de azúcar,
40
como ropa limpia,
como mariposas.
América Latina,
de heridas, espinas y dolor nuestro,
de Estado de Sitio,
45
de Multinacionales,
de soplones y confidentes,
de torturas,
de intervenciones,
muertos y desaparecidos,
50
si pudiera quererte
más de lo que te quiero,
te querría sin dictadores,
sin fraudes en el voto,
sin esos extraños hombres
55
que viven en ti
y de ti viven
sin querer vivir por ti,
sin esos otros
qué culpa tienen
60
que vivas así,
sin sanguijuelas
te querría
como te quiero:
¡de esperanzas!
65
como selvas,
como animales,
como vientos,
como lunas,
como mujer encinta,
70
como hombres libres.
Ay, América Latina,
si pudiera imaginarte
de amor
como te estoy queriendo
75
de sueños
—109→
querría quererte
como te quiero:
¡de esperanzas,
América Latina!
80
Poema al pyrague
Me husmeas.
Me miras.
Mides mis pasos caídos en la arena.
Lees mis diarios
y bebes como distraídamente
5
el café de mis inviernos.
Escuchas mi tos los días domingo
mientras una fotografía en mitad de tus libros
te recuerda el tono claro de mi sonrisa callejera.
En las esquinas repites mi figura,
10
subrayas mi sombra,
juegas con los vientos escondidos
en las cortinas de la casa
y en los pasillos sorprendes
a los niños desnudos de mi infancia.
15
Las llaves de mi cuarto son todas tuyas.
Siesta a siesta
eres dueño de mis biográficas miradas
y hasta las corbatas ausentes de mis amigos
tú las conoces según el rojo,
20
el cuadro,
o el precio del paño.
¿Quién no sabe que sabes el minuto exacto de mis
sueños?
¿Quién no sabe que sabes las letras
íntimas de mis poemas secretos?
¿Quién no sabe que sabes el corazón de
suela de mi zapato rebelde?
25
Te duele
el confundir mi saco azul en los tranvías
y sonríes reconociendo las huellas dactilares
de mis suspiros.
Me husmeas.
30
Me miras,
te vanaglorias de conocer
—110→
hasta las medias rotas de mi sombra
y de tanto sentirte a mis espaldas,
de tanto habitar mis talones,
35
tu traje azul de mediodía me sueña en la
percha
y ya no comprendes tus costumbres sin las más
y ya no sabes si soy yo o eres tú
al que sorprenden pintando
consignas en las paredes...
40
Imágenes de viento frío en los
pies
(Fragmentos)
Anoche el viento fue frío en mis pies.
La luna lejana, más lejana que nunca,
iluminaba también el mundo,
mis pies.
Y yo tuve intenciones de amar,
de amar, comer
y beber vino
y dormir luego del amor
en tu mullido colchón
y tuve intenciones
de hacer que no fuera el viento frío en mis pies.
La luna lejana, más lejana que nunca,
también te iluminaba a ti.
Y hay papeles en las calles.
Y hay perros que disputan la basura.
Y hay grandes señores que disputan.
Y hay grandes coches disputados
por las grandes mujeres.
Y hay grandes jueces corruptos.
Y hay grandes niños que sueñan
con ser grandes.
Y hay madres de grandeza tal,
que dicen a sus grandes hijos,
que no se hagan pipí en los pantalones,
que yo el gran antropófago me los puedo comer.
Y hay grandes jóvenes borrachos
que hablando de grandes cosas,
duermen en un gran prostíbulo.
—111→
Anoche la luna lejana, más lejana que nunca,
iluminaba tu automóvil
y mis pies.
y yo tuve intenciones de ser Presidente
y ordenar ejércitos bien uniformados
y cenar
y volar en aviones
y salir en fotografías
y sonreír con tu sonrisa
y comer
y dormir
en tu mullido colchón.
Y hay un santo que hace milagros en la plaza,
dos serpientes,
un ungüento, cincuenta guaranias
y el milagro nuestro.
Y hay un ángel en la vidriera,
un duende,
un hada buena,
nuestro señor Jesucristo,
un fusil,
un barbudo
dos anticonceptivos
y una guitarra.
Anoche la luna lejana, más lejana que nunca
iluminaba el río
y mis pies.
Y yo tuve intenciones que no fuera el viento
frío en mis pies.
Y tuve intenciones también de jugar
al bridge,
y ser militar
y golpear al Estado
donde le duela más
y ser agente confidencial,
policía secreta
y denunciar
que no has partido
conmigo tu pan.
—112→
...Y tuve intenciones de hacer caridad,
partí mis vestidos,
multipliqué mis moscas,
dividí mi hambre
y desnudo, con la mitad de mi nombre,
hice los números de los astros,
sumé el precio de las mercaderías,
sumé los capitales de los anuncios y negocios,
puse a nombre de todos el país,
la tierra,
la risa.
Y tuve intenciones también de abrir las
cárceles
y desterrar las armas,
las de plástico, las de madera, las de acero y
bronce
y también las verdaderas.
MONCHO AZUAGA (1953). Sobrenombre literario de Ramón Sosa
Azuaga, es uno de los más firmes exponentes de los poetas nucleados
alrededor del Taller Literario «M. Ortiz Guerrero». Su
poesía poco retórica y original, de intención despectiva o
juglaresca se conforma perfectamente para denunciar nuestra realidad social
superabundante en hechos paradójicos o sorprendentes y preñada de
injusticias, que promueven la cólera y la rebeldía. Muchos de sus
poemas integran los volúmenes publicados con los títulos de
...Y ahora la palabra,
Poesía taller y
Jirón de espera.