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ArribaAbajoBenigno Villa




ArribaAbajoRelato de Norteña tierra


(Fragmentos)


ArribaAbajoJosé Santiago comentó aquel drama,
en un gesto de hombre, a sus hermanas:
«Vivía por allí cerca un rico,
un potentado, al parecer, aunque
de triste fama por sus abigeos;
terror de cuanta gente pretendía
ponerle freno, pues, pertenecía
a esa clase que manda, que domina,
y que en nuestro villorrio12 pontifican
sobre el orden, la justicia y las leyes
y a cuyos requerimientos se cuadran
(en todo tiempo) alcaldes y jueces,
por ese imperativo fatalista
que domina al pueblo y lo subyuga;
resabios de una herencia inmerecida
que carcome las ansias libertarias
y desfigura al hombre paraguayo
en el seno de su tierra nativa
(desde que desaparecieron todos
los grandes conductores del pasado).

«Aquel rico en plantíos y ganado
y en ancho campo incrustado al valle,
cierto día ordenó a sus capangas
que carneasen el buey de la vecina,
ya que el animal era un peligroso
corsario, decretando así su muerte.
Cuando la dueña tuvo la noticia,
fue a casa del rico, a quien pidió
una reparación por aquel hecho,
recibiendo en respuesta una andanada
de insultos procaces, en el lenguaje
caudillesco, arrogante, altivo,
agregando que, gente como ella,
no tiene importancia, que ya por eso
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él se encargaba de ponerle coto
y administrar justicia donde quiera.

Volvió a su casa la mujer, muy triste,
consultó después con Melitón, amigo
leal de su esposo fallecido,
y escuchó sus consejos, resolvió
ir a la Villa y denunciar al Jefe
aquel abigeato vergonzoso.
Este Jefe, a su vez, le dio el nombre
de un abogado, prestigioso entonces,
y la demanda se hizo prestamente.
Todo el vecindario se ofreció a Rosa
prestar declaración; catorce nombres
engrosaron en aquel expediente
y todos firmemente declararon
en contra de aquel amo no buscado.
La sentencia del Juez vendría pronto
y en el valle la gente se alegraba
esperando el escarmiento consiguiente.
Pero, una noche de tormentas, Rosa
fue cosida en sueños a puñaladas...
¡Triste fin que lloró el valle entero!

...Mas, un día salió José Santiago
montado en su pingo; iría, dice,
al despedirse, a hacer una visita
desde hace mucho tiempo prometida
y, evitando preguntas tras preguntas,
al galope se fue campo traviesa.
Intuyó Melitón que el propósito
de José Santiago podría ser
de fatales consecuencias para él
y tal vez para muchos. Prestamente,
sencilló su montado y se largó
tras las huellas del mozo, alcanzarlo
pretendía. Galopó, galopó
sin rumbo fijo durante media hora
y, cuando divisó la casa grande
morada del famoso prepotente,
pudo ver mucha gente aglomerada
y escuchó voces, quejas y lamentos.
Alguien vino a su encuentro, al verlo,
—169→
y le contó lo sucedido: José
Santiago acababa de dar muerte
al poderoso señor don Matías,
de siete puñaladas bien certeras
y que siguió viaje galopando
con rumbo a la frontera brasileña.

Cinco años más tarde, el treinta y tres,
un crecido contingente llegaba
a la Ciudad, con fin de incorporarse
al Ejército en lucha con Bolivia;
venía del Brasil, para ofrecerse
a la Patria. José Santiago estaba
en la partida. Con hurras y vivas
y su bandera desplegada al viento,
cruzaron las calles con bizarría.
El Comando de la plaza quería
darles personalmente su saludo
y, más su calurosa bienvenida.
Cuando llegó la buena nueva al valle,
Don Melitón, Ña Rita y sus muchachos
vinieron para ver al «escapado»
trayéndole presentes de la tierra
nuestra chipas, dulces y cigarros
y, más que todo eso, el fuerte abrazo
de aquellas gentes que un día
lloraron a torrentes su partida.
¡Reencuentro en el solar nativo, sueño
cuajado en oro y seca el infortunio!
Al Chaco, después, donde José Santiago
aprendió la vida de soldado en
guerra como aprendió el buen manejo
de mortíferas armas y de cómo
se mata legalmente, sin proceso,
recibiéndose citaciones y honras
que pasan luego a la posteridad.
Indudablemente, fue el punto más alto
de su vida, ese vivo momento
perentorio de la nueva existencia,
que ofrece sus dos caras: tener suerte
u ofrecer un buen tributo a la muerte...

San Paulo, agosto de 1973.

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BENIGNO VILLA (1902). Autor de varias piezas de teatro de ambiente genuinamente paraguayo, se mantiene hasta el presente en el exilio. Publicó un interesante libro Casos y cosas, donde se insertan mitos, leyendas y cosas del folclore nacional. Sus demás obras se encuentran inéditas.



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ArribaAbajoAlcira Veia de García Kinen




ArribaAbajo Bolívar


ArribaAbajoTalla pequeña, corazón gigante,
la sangre ardiente, voluntad de hierro;
sueño de visionario de la mirada
y un girón de futuro en el cerebro.

Así fue aquel noble caballero  5
que se llamó Bolívar en la historia;
y luchó de Caracas a Ayacuyo,
y desposó en los Andes con la gloria,

porque un día encendido en patrio fuego
se estremeció de fuerza y de coraje,  10
al grito que partió de Venezuela
en línea horizontal sobre los Andes.

Ni el tiempo le venció, ni las penurias.
Con alas en los pies, cruzando páramos,
fue plantando la antorcha libertaria  15
en medio territorio americano.

Señor de las batallas, este genio,
amalgamó con magia deslumbrante
la libertad, alquimia sacrosanta
de hierro, bronce, lágrimas y sangre.  20

Y se la dio a su patria y a su América.
América, vibrando emocionada,
lo levantó a la cumbre de los Andes,
y, «Cóndor», le llamó alborozada.

Simón Bolívar, corazón gigante:  25
estás por siempre, allí para la historia,
incrustado en la luz del horizonte,
¡camafeo inmortal para la gloria!

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ArribaAbajoEl obrero


ArribaAbajoAllí está, en la cúspide del mundo,
forjador incansable del progreso,
fuerza motriz que mueve la palanca
del poderoso pensamiento humano.

¿De qué sirvieran los cerebros de oro  5
de un Marconi, de un Franklin o de un Edison,
sin la mano valiosa del obrero,
calco fiel de ese mago pensamiento
que transforma atrevido el mundo entero?

De entre sus manos fuertes y callosas  10
surge el sonoro ritmo del progreso.
Como río que corre y fertiliza,
va creciendo la magia de sus obras,
dando a todo belleza y armonía.

Donde quiera que él vaya hay movimiento  15
desaloja la inercia y la rutina.
Del mundo es constructor; y con las manos
escribe en el cemento y el acero
el esplendor de todas las ciudades.
Y aún va más allá: tras de la ciencia,  20
captando con calor todas las chispas
que brotan del cerebro de los genios.

Observadle: modesta es su figura;
sencillo en el vestir, parco en el habla.
Nadie piensa al mirarle de aquel modo  25
que ese obrero proclama muy en alto
la indiscutible prioridad humana;
ni se piensa que todos fuimos hechos
del mismo soplo de Divina Esencia,
aunque quieran negarlo los ateos;  30
y que Cristo fue obrero, porque quiso
dignificar el yugo del trabajo.

Sean probos los ricos dando al pobre
la justa recompensa a su trabajo.
Con el mutuo respeto por bandera,  35
obreros y patronos,
—173→
cual máquina y cerebro, se contemplen
¡unidos en un sólo corazón!

ALCIRA VEIA DE GARCÍA KINEN. (1902-1981). «Sus versos cantan los sentimientos más nobles», dice de ella Ana Iris Chaves de Ferreiro, en tanto que su colega Dora Gómez Bueno de Acuña la llama «La poetisa de la ternura». Gran parte de su obra poética está reunida en el libro Alas de tiempo, edición de 1977.



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ArribaAbajoDeidamio González




ArribaAbajo Pokyr 4


ArribaAbajoMaymáramo che reindy oyejherova peicha pe ojhova.
Che reindycuera peicova, y vyari ñe’e meguame,
mandu’a che apytu’ume, pe nde rejhé iyasayé;
añeco’ointeva co ché, ajhendúro opa tapepe
oñe cambiá mba’eve ýre pende rera poraité.  5

Cuejheve pe ne michime, pende ru pe nde rayjhúre,
almanaque hoja mbytere, pende rerara ojhecá,
jha aga pe nde tuichá, mboriajhugui cociname
pe nde kyvy cuera yurupe, peñejhenoi nga pokyrá.

Jhetaitema peicojhare, jhacú eteva cociname,  10
peme’e pene retame, mbareté tuvichá jhaguá;
pe Domingo pe yejhechá, pe ñeñuva yepé porame,
ñajhendú ambué vurupe: ¡Ma’emí umí pokyrá!

Che coraso cheve jhasyva, peicojhare yejherope,
apovyvy che pojhaguare, peeme cova aipyajhá,  15
jhi’ai tente co ajhechá, oguajhero pe nde pope
pojheclharo pucavype, icatúmo acuera.

Yaye oina pokyrá, oyoyyvare aguapeicha
jha torype mainumbýicha, yaipyté umi yvoty;
aga ara ñañeñotý, yaiké yvape yvytúicha  20
angelmí pepó veráicha, ñañañua pe Tupasy.




ArribaAbajoKuña mboriahumi


ArribaAbajoAhasa yave ahávo,
che rovái pe’amo che ypype,
tapy’i kapi’í guype
ahendu ko purahéi-
yahechápa nomonguéi  5
peteí kuña imembype-
ko’a ñe’e iku apype
koicha omboapayeréi:
«Tokéntena mitami
—175→
ani ou chupe kuku;  10
ñande ñandeporiahu
heta cherembiapora,
ñaneñóma yayecha
ohóma va’ekue nde ru,
ohayhuvéva oyuhu  15
ha oyere ñande reya.

Ñande kokue iñaiñanandypa,
koga ndahi’a mo’ai,
ha nde nande rerekuái
[n]daikatúi romboguevy,  20
ku pyharero ro’y
ha ku nañande ahoyái,
ha ne reta ndapotái
chehegui anga che memby.
Ñane rembi’u ya opáma  25
ñane ñenguahy’i va’ekuéma,
ha peina omboyo’ávema
pende opívo chehegui,
ha nahi’ari gueterí
Tupamba’e ayerure nga,  30
yepeve ñaikotevema
añembe su’u reí.

Nde ru ye nahi’avéima
ñande recha ni ikepe,
ohayhu ndoheyavéiye  35

ambue cuñatai;
ña nde nderekó vaí
ñande rasahái taseme,
ha upevérehe anichéne
royahéi che membymi...»  40

Ambyasy ha ambotuicháva
ko ahasakuévo ahendúva
purahéipe omombe’úva
hekove rembihasa.
Agaite peve angata  45
che py’a nupa katúva
ipohy’i ra’e oisu’úva
ndareíri ohasy’uka.

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DEIDAMIO GONZÁLEZ (1903-1980). «Poeta guaraní de fecunda inspiración. Escribía con deleite en nuestra lengua nativa sus amores, quejas y esperanzas». (Pedro Encina Ramos) Publicaba en revistas folclóricas y él mismo editaba una titulada Ca’avo tory.



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ArribaAbajoMatías Núñez González




ArribaAbajo Ñorairo catupyry


ArribaAbajoGente pyajhú opu’avape jhi’ante ajhenducamí
peteí caso mbykymi ndajha’eiva vyroité,
milnoveciento guivé oicova oyopersegui
los gauchos de la pampa, Félix Curepi jha Mancí.

Mocoiveva icaria’y, py’aguasú ndajhasajhai  5
mantereí oñopichai, politicape oyuavý,
Mací ipañuelo jhovy, oyepepy osapucai,
Feli Curepi ombojhovai, ipañuelo jhuguytyký.

Ypacaraí cerroguype mocoiveva i rodeo
oyofrecé el acarreo riñajhape mocoivé,  10
omoñorairó oñondivé gallo giro jha jhovero
jha oicomí la entrevero, pytugui co’emevé.

Yvytú oñecambiama, oima omandaguasuva
los gauchos iñacaracuva los gallos co oñotrensá.
Mancí gallo ya jho’a: ¡Pido sentencia! jhe’i upevo,  15
el juez jhe’i osevo: el muerto oganajhá!

Nda jhi’areí ye upegui oyotopá tapé po’ipe
Richer rendondé ybycuipe, ndepa Felix jhe’i ipavo,
re’a che pope al cabo, ipú guampa pytumbype
Félix kysé yvyguype, ojhova Mancí recavo.  20

Mancí pope mbaracá, oguapými opurajhei
puente aca jh’ei jhape Félix ndivé oyotopá,
jha upepe ye ojurá jha amigo porama upegúi
oyopopyjhý, oñuañua lodónte oyorrespetá.

Caacupe, Cabañas julio de 1964.




ArribaAbajoCarbonero purajhei


ArribaAbajoAvavé anga cherejhé najhendúvai irnandu’aro
che aicova tesaraipe chañominte aluchá,
pero jha’eva voí catunte cu co’ero
cheichaguá iyajheipy chereramí oloá.
—178→

Chéco jhina carbonero demaité nga che ky’ava  5
che pytá ype oyecava, che po cuera icu’ipá,
jha jha’ú tatatiné che bigote ijholimpava
che rová jhendypotava mascarita yoguajhá.

Peicuaá nga’u jho’uva carbonero poriajhú
pe tatape ochyryryva jha’eté yety mbichy  10
che rovare tesay, che resá cu ipile’u
jha jhi’ari ayeya’o, che carbón ye cu jhepy.

Pytuetero ca’aguype cu chermano chemoiruva
rochitlava oyovai cu caraí pyjharé,
che ropepí yepevé topejhýgui cu iruruva  15
carbonero oisu’uva ndocuáavai avavé.

Añaracu sapy’ante che tindy piracutuvo
pe che pálare ayecó che yopy camba ra’y (sueño)
sapy’ante añemondýi carbonera osununuvo
yvycuape che pyjhó jhaime jhaime che rendy.  20

Ivaicu che trabajo che yevynte añembuasy
jha por no umi che ra’ype oyopy tecoleve,
pero umiva jbesa’icué oimejháicha ambotavy
¡jha taguató resay ndé yevynte tenondé!

Pero néí jha’e yevy peicha guarante nico ché  25
che reramí chococué tesaraiva che jheguí,
tecotevegui reí carbonerape aiké
tatapýin ose mboyvé che patrón che mo nambí.

Caacupé, Cabañas, mayo 1951.

MATÍAS NÚÑEZ GONZÁLEZ (1903). Técnico rural, «es uno de los poetas jocosos antiguos -dice de él Basilides Brítez Fariña-. [...] Porque muchas veces, valiéndose de lo jocoso no está sino haciendo una poesía social, revolucionaria en defensa de la clase humilde». Ha publicado en Ocara poty cuemi, Ysyry, Juventud Serrana, y no ha reunido aún en libro su numerosa producción.



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ArribaAbajoMauricio Cardozo Ocampos

imagen

Un grabado de Jacinto Riberos, un artista de hoy día de extracción y expresión populares, que transmite lo que realmente es pueblo, yendo así de lo nacional a lo universal. Tal como podríamos decirle al poeta:


«Las cuerdas populares que tu pulses, hermano,
jamás han de encontrar herrumbres, soledades.
Todos han de escucharlas por esperar qué dicen,
qué mensajes sollozan...».

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ArribaAbajoCho cocue purajhei13


ArribaAbajoEi... yvy pora che recope oimé che kera yvoty.
Ei... jha che paype a jhavi’ú a ñañuá ipoty curú.
Co’anga, che carreta pe arajhá mba’erepy, che syvá ry’ái
poty.

Jhi’ante tecové oisambyjhyva ñande retá rape ra.
vocoike, jhesajhó ñanderejhé cho cocué tyre’y etá  5
epero omimbine yaipotava ymá guive, ñande escudo
moñe’e jhára.

Jheñoima co’anga ñane apytepe mborayjhú yecopyty.
Jha neike ya jhipyi ñande ry’aipe ta jhoky jha ta ipoty.
Maymava paraguay ke pejhendú ore puajhé, ore cuera
«cho cocué».

Anike ipirú pe ndejheguí co cocué kera yvoty,  10
oimeva opoñy pe nderejhé paraguay eté ruguy,
upero oicovene purajhéi avá ñe’e, jha oguene «cho cocué
y’ujhe»




ArribaAbajoRecitado


ArribaAbajoNeike che rymbá buey
yaipycúi ñande rapé
jha yajhake tenondé,
po’á ña jhenonde’á
opay pama los mita  5

jha icueraima aca rasygui,
toriyá, ñembotavygui
jhasype oye sape’á
ñanderejhéntema opa’a,
Paraguay vy’a pave.  10

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ArribaAbajoChococue kera yvoty


ArribaAbajoOjhasapama ro’y
o tiní ára porá
o yeroky cuarajhy
o purajheipá guyrá.
Tembiapocué ya jhechá  5
ñande koga jhovyu
Y cuá, yvú yvá
yajhá jhápe ya yujhú.

Ya vy’á ñande retame
ndaipori imboyoyajhá,  10
jhi’ante co yuacjhupape
yaicó oñondive pá.
Anivé ña ñorairo
anivé yaicó vaí,
torype ña mba’apó  15
ta imbareté ñande Paraguay.

Cuarajhi o mimbí yeyne
Francia, López ro guaré,
yecopyty jha neime,
ña ñe mbyatypá guivé  20
pejhendúke che ñe’e
ta ipoty pe nde apysápe
jha co’ero yuacjhu pápe
ña ñoguatí oñondivé.




ArribaAbajoMensu Resay14



- I -

ArribaAbajoTesaraipe angua roicova
oré ca’aty rasó.
Ñuatí jha mboi apytépe
roicova romba’apó.


- II -

Umiva jhina «mensú»  5
mba’apó mante oicuaá
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tembiguai ramo oicó
jha upeicha romanombá
orereté ituyupá
umiva jhina «mensú»  10


- III -

Mba’éicha ramo coero
ya yujhú yeco pyty.
Yaro sapucaine upero
«mensú» cuera resay.


- IV -

ArribaAbajoIporava cuña mí  15
mbyyá coé yoguajhá
che rapépe to mimbí
che recó ta jhesaca.
Upeva mante icatú
co mensú pe ombovy’á.  20

Jha’evé manté añeté
aicha ñandererecó
nda ipy’aiva pytaguá.
Ñande ruguyre o cambú.
Jha peicuaake yvy póra  25
roisu’úva oré mensú.

MAURICIO CARDOZO OCAMPOS (1907-1982). Poeta y músico, es autor de innumerables y bellas guaranias. Ha escrito un interesante libro Memorias de un Pychai, con importantes datos sobre músicas y músicos del Paraguay.



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ArribaAbajoEmilio Bobadilla Cáceres




ArribaAbajoYa ye’oike tenondé


ArribaAbajo Ñasembake tetaguáva oyoykére peteicha
piro’y yaikuaa’yva, oyoya yasapukái,
tejhendu umi tembaguái ñane retare oñemíva,
ñande ruguyre okambuva pytagua rembiyekuái.
Chupekuéra najhi’airi ojhechávo mboriajhúpe  5
oikomiro pytu’úpe jhekovépe avei.
Ndapotáiri ni michi yajhasa py’a rorype.
Tapia mba’apo guype oipota ñande ypi.
Ja umi «karai» kuéra pe yvy imba’epáva,
pe ivirúpe oimo’ava oyoguata opa mba’e.  10
Rejhecháma iñapyse ku ymaité ñajha’arova.
Kuarajhy ñane mba’éva torypápe yñapysé.
Anivéna paraguayva yaikove téi ñemiróme.
Ñane reta rayjhupápe ñande atypa oyuejhe.
Upéicharamo añoíte ku juayjhu, vy’apaume,  15
yaikopáro oñoñe’eme yaye’oine tenondé.

EMILIO BOBADILLA CÁCERES (1907-1979). Músico y poeta. Su crecida producción poética es de indudable valor, entre los que se encuentran numerosos poemas de hondo contenido social.



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ArribaAbajoAlcibiades Cartes




ArribaAbajo Mitá sa y-yú


ArribaAbajoHerminio Giménez pe, che corazo ité guivé
Mitá say-yú
mañá asymí,
mboracjhú ujhéi gui ica’ú iva maro re cuerá;
reroyajhehóva  5
mamó rejhojhápe,
jha nde purajheípe re yeruré miva mba-asy pojhá.

Nde ty rehy mi
mitá say-yú
«Nderejhupityvai ni ndereicua’ávai co sy mboracjhú»  10
Upeicha rupí
reicó rejhecá,
peteí corazo, oicó mi vaera, tide mo cunu-ú.

Peteí «ara-tirí»
ipoyái jhesé  15
jha la nde sy mi oipehá nde jegui, nde mo tyrehy,
jha upeteguivé
jhi «anga» cuemí
pe nde mbaracá, ry-epype oicóva iñongatupy.

Re purajhéi miro  20
jhaé oyajheóva,
nde mbaraca sá pypé oyeruré va la jhecovía rá.
Pero ybytú
oguerajhapáva,
porque tyrehyme mamové ndaipori mboracjhú pojha.  25

Reínte voí
cuñataí mi,
guatá yerutí, pyti-á tyty-i resá yayai pá
ndo pena mohái
o jhasá cuetévo  30
eréro, ichupe, mboracjhú ujheigui re manó tajhá;
peteí pyjharé
pe jhoveta itépe,
Peteí «Guarania» Flores py-a py gui o nacé vaecué
—185→
re purajhei mine  35
yasaindy yavé
jha, yurupytépe la «neí» jheine, ¡Jesú re jha é!

Pero ndaupévai
nde rembí jhecá
porque ñande sy mocoi jhá, ndaipórivai momové  40
jha ityrehyva
co yby apére
ndeicha oicó vaerá, oyajhe-ó mi, omanoité peve.

Mitá sayhyú
mañá asy mí  45
reicóva opárupi nde mbaé mbuasy rerotyryry,
nde ndereicuaái
mamoité pe vé pa
co che corazó me, pe nde purajhéi che cutú asy.

Villeta, marzo de 1932.

(Ocara poty cue mí, N.º 51, Año VIII)

ALCIBIADES CARTES. (1907) Villetano, Telegrafista, poeta y músico. Actuó en la guerra del Chaco donde obtuvo las presillas de Capitán. Autor de la comedia «Escuela de baturro». Su pluma alimentó diversas revistas folclóricas como tantos otros.



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ArribaAbajoAmaranto Villalba




ArribaAbajoCarretero norte


ArribaAbajo Reikuaagui ro mandu’a
buei apére reikove
ndipori ku arete
ha ni ára ndeve guara.

Cerro, ñúre ha picada  5
upeicha mante nde guata
pytu’umi hagua
ne ra’aróvo ku jornada.

Hasypeve re guahe
kane’óma re mondo  10
abati nde re joso
re hupima mbarete.

Sebope rejepichy
médico yngui poha
tuvicháne rambosa  15
re’uro so’o pyahu.

Oguahe karai Cepí
enterope by’apa
pe ñatoima mbaraka
o gustama la guari.  20

Reikétaro nde Vallepe
pe carreta o jeguapa
kuña kateicha hoja
nde rory cencerro púpe.

Nde vallepe re guahéma  25
reiméma nde vy’a háre
reséma nde guata hare
ne angami rerohoryma.

Ha peichantema reikóne
mboriahu nde rekove  30
o guahéne otro ko’e
ha Tupa nde resapéne.

Buenos Aires 1957.

  —187→  


ArribaAbajoMinero kaaty


ArribaAbajo¡Ha minero kaaty!
oiménepa ndeichagua
arakuépe reguata
remondoro kaaguy.

Oseguive kuarahy  5
kaaguyhe reikó
ne rembiu mandi’o
locro ha typyrati.

Upeicha reikó javeve
ara haku ha ama  10
nde rete ári ho’á
ndo jukai pe nde rete.

Kaaguype re jevy
ha Paraguay ha’e ve
kaante rehovere  15
oike peve kuarahy

Kaaguype ma reike
re ñoty nde rekove
guyra campana mante
o doblane nde rehe.  20

Paraguay katupyry
guerra ha kaatype
anichene o syry
tesa y nde rekovepe.

Buenos Aires, 1945.

AMARANTO VILLALBA (1909). Dio a conocer su numerosa producción en revistas folclóricas, siendo el propio editor de algunas de ellas.



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ArribaAbajoVíctor Montorfano




ArribaAbajoTetaguá sapucai


(Grito del pueblo)15




ArribaAbajo Pyjharé...
cu iyapyra ynva
aretéma nico oicó
ñane reta mime oñua
jha pytu guype oguerecó  5
maropa mi pucu oseta
cuarajhy amó ñu pajhá pe
ñande yopé vo jhatápe
ñane mombac mi jhagua.

Purajhéi pyajhú ndo yeyocovéi  10
yvytú yurupe ipoty paité.
Opárupi oiké nane mbo jhory
ñane mo’agui ya’évo oyoupé
peteí ñe’eme yaicopá jhagua.

Tavy, tyre’yn, mboriajhú ñembyajhyi  15
pepó guype aretéma yaicó
jha acói, oñoiru ondié
ñorairo reipe ñande ruguypá.
Jha’evé mante yaké
magmáva Paraguay,  20
ypac mi jha ñapu’a
jha upéi ya sapucái:
iapysé co’é tí
pyta morotí, jhovy
ñande pocvi yoguá jhá  25
osema la cuarajhy,
jhesaca poraitéma
ñande rapé pyajhú ra.

Pejhendú tetaguá
ñanu’a ya sapucái  30
opá jhápema pytu
Viva el nuevo Paraguay.
¡VIVA!

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ArribaAbajoEpitafio para Flores


ArribaAbajoHe de intentar escribir un soneto
para fijar en versos lo que fuiste,
y he de empezar diciendo que estuviste
en mi concepto como un nombre neto.

José Asunción, ilustre gran maestro,  5
de la guarania artífice creador,
insigne artista del folklore nuestro,
taumatúrgico poeta soñador.

Nadie jamás te negará la gloria
de haber sido un demiurgo musical,  10
pues con tu nombre quedará en la historia,

tu estético legado invalorable,
grabada en oro tu creación genial,
gran músico patriota inolvidable.

Mayo de 1972.

VÍCTOR MONTORFANO (1909-1975). Hombre de torrenciales latidos, se hizo a pura voluntad y tenacidad, de un nombre y de un lugar en nuestra ajetreada historia cultural. Su Tetaguá Sapucai es como un prolongado grito de patriotismo y esperanza.



  —190→  

ArribaAbajoJosé Asunción Acuña

imagen

José Asunción Acuña y Clementino Ocampos, quizás sean los poetas satíricos más sobresalientes del Paraguay. Tanto es así, que él mismo se mofó de su inclinación poética en su conocida composición de «Poetaronte aicosé», como expresión de su densa y jocosa vena poética.

  —191→  


ArribaAbajoChe plata ayante


ArribaAbajoChe plata ayante che ayejhacjhúva che mocunu’uva che
rembirecó
che sogué vovente opoí jhovágui icuerai tuyá gui oipotá
amanó.
Che plata ayante tuichaité mba’éva che rejhé oye’eva
tecové arandú,
che sogué vovénte ayechama peicha burro Lambareicha
che namb í guazú.
Che plata ayante che amigo cuera oiké jha oséva na che
reyavei,
 5
che sogué vovénte che rejhé avamena cu mba’evetema
ndoicuaasevei.
Che plata ayante mamó ayajhápente cu tory vy’ape añe
rochichíva.
che sogué vovénte che rejhé jhe’ima amona jhina ña cañy
huguí.
Che plata ayante che cupy oyoyaro yvape ajharo pe
jhendú vaera.
he sogué mba’ero peicuaáne cu añaretame achyry jhá.  10
Che planta ayánte caria’y devera mitacuñá cuera che
mopguele’é.
che sogué vovente ajhendú iyurúgui tuyá jha tuyú gui
tuichá ayeré.




ArribaAbajoCacuaá amandajhagui


ArribaAbajoEl partido divertido
omandá jhasypevé,
sargento de compañía
puesto che oñeme’e.

Aimé maro de sargento  5
oficial ma ayeruré
la michi amandá vaeraro
tové ta mandá yn eté.
—192→

Añacendé la oficial pe
nda jhechavéi los «tagué»  10
comisario ajhá jhaguama
aprocurá che yejhé.

Ajhá la de comisario
nañe contentai yey
secretario general  15
jhi’aité ntema Ahupyty.

Ajhupyty secretario
co’yte che tarová
che ropevyla rangué
jefatura ma ayú asoñá  20

Jha upé che sueño dorado
voí oye cristalisá
enseguida osé decreto
de jefe ma añenombrá.

Añenombrá la de jefe  25
¡mbá’épo cheve oguajhe!
oúma oiké che acame
de ministro aicutusé.

Aicutú la de ministro
ndakevéi pe pyjharé  30
tosoró la osoróva
de presidente aguapysé.

Aguapy de presidente
jha ayumí añemareá
che rendá recado acare  35
¡jhatá co añe caramá!

Amigo jhová mocoiva
oñatoi la che cabayú
peteí yetyvyró pe
¡yvype ma ayeyujhú!  40

Jha yvype aimé riréma
ayumí arreaccioná
—193→
che jheguí oicó pombero
jha ayeity ma aconspirá.

Cuejhevé aime porame  45
jhetá ndie cu che ñañá
che jhácha cué me co’anga
che pyre oumí jho’á.

Tecové che cepilláva
che mesá pe mi ocarú  50
che jhegui oyerepáma
ivaí maro che sitú.

Che recoviá omandáva
llanura guivé oya’ó
michí jha icontra pe cuera  55
«guerra de nervio» oyapó.

Ipo’í jha isyi nungáma
la ayupí yeyvo ché
esperanza najhavei gui
ambotá cuartel rokë.  60

¡Ayepa iñañá co mundo!
jhe’í lorito arandú
con ser ke che prepotente
lo mismo me achivú.

JOSÉ ASUNCIÓN ACUÑA (1911-1979). Oriundo de isla Valle, jurisdicción de Areguá, fue un poeta popular de gran vena satírica. De Quevedo guaraní lo califica Pedro Encina Ramos. Una gran obra sería la reunión de sus escritos. Pucura, poesías, jocosas, es su obra édita.



  —194→  

ArribaAbajoCarlos Federico Abente




ArribaAbajo A José Asunción Flores


ArribaAbajo Volverás una tarde silencioso
recorriendo el camino del recuerdo,
musitando guaranias taciturnas
que impregnaron tu tierra de canciones.

Volverás con tu paso acompasado  5
derrochando ternuras infantiles,
y un cortejo de perros vagabundos
corearán con sus colas tu amistad.

Volverás por tu tierra colorada
una tarde de enero calurosa,  10
cobijado a la sombra generosa
de una extraña y brillante mariposa.

Volverás, silencioso, interesado
por el mal que padecen tus hermanos,
la orfandad de tus indios aborigen  15
y la paz inmolada de los hombres.

Volverás, ya lo sé, con tu ropaje
de mancebo ancestral y paraguayo,
reclamando justicia redimida
al que sufre penando en el camino.  20




ArribaAbajoÑemity16


ArribaAbajoYajhypyi co yvy tome’el jhi’a
ñamboapy co sapucaí
yvytú vevere ñajhendú iñe’é
ñande coga purajhei.
Co’e pytangy, guyraitá oñe’e  5
ndaipori mba’é mbyasy
curajhy omimbí, yasy opucavy
osó mboriajhú apytí.
—195→

Ñañemity,
tajheñoi yvy ari tory  10
toyopé cuarajhy avatity
tomyasai mandyyú panambí.
Ñañemity,
tajhory ñande kera yvoty
toguajhe tetaguá araité  15
topu’a Paraguay.
Pety, jha ca’á manduví jha yva
maymava ty’ai repy
tacuare’endyre mborayhuetá
onojhe jhi’upyra.  20
Topá ñembyajhyi, yuayjhú ta jheñoi
topu’a ñane reta
ñañembyatypá jha yasapucai
vy’ape che retauguá.

CARLOS FEDERICO ABENTE (1912). Médico. Tiene muchos poemas en guaraní, de muy buen contenido. Reside en el exterior.



  —196→  

ArribaAbajoIsidoro Echeverría




ArribaAbajoMba’apojharape guara


ArribaAbajo Coine aga aipyajhá
ñe’e yvoty ayapó,
che apytu’u ayo’o
ajhenducamí jhagua
mba’apojharape guara  5
che py’aitégui ajhayjhure,
cu cane’o no ñandúire
co teta mopu’ajhá.

Nasejhape yajhechá
oñuambá cogaty  10
jhi’a yoá jha ipoty
omuasai vaecué Tupa,
yvypórape guara
anivé py’a sosó
ñanderejhé oyaitypó  15
tayarecó tyvata.

Co’emboyvé opu’a
pucavy jha tetia’epe
nerembiayjhú ndie upepe
cu mitaicha reyuechá,  20
oyatapy cacuaá
jha oyapó py’a etema
yaí rycué repytema
ca’ay acú pora.

Vacá paráma tererú  25
jhi ure jhacaiyapava
toñamí ne aga yara
jha ipó guivé emboy’u,
toí pypé curatu
anis, canela jhyacuava  30
jhe’e, iyasucapava
jha opipe’ava aca ryapú.

Naranja ocucuipá,
pera, manzana, parral,
—197→
arasá jha aguaí  35
jhe’e asyva yvá,
toicoke coserevá
ta jhenyjhe mba’yrupe
jha oropoyai nde ra’ype
ta iyaguará pe cuñá.  40

Ndaicatui cu ya’epá
co teta oguerecova
Paraguai rejhe opova
ndaiporiveima vaera,
ipypé cu jhembypá  45
opaichaguá vy’arava
oicové jha opu’ava
oñangapyjhy jhagua.

Rovy’a nderejhevé
rojhechá pe reisu’uva  50
jha mborayjhú reñanduva
ne ñe’a renyjhengué,
jha tapichá nde yavé
cuimba’e jheta rayjhuva
co’evere oipycuiva  55
yayapape oñondivé.

Zeballos-Cué, 23-II-75.

ISIDORO ECHEVERRÍA (1913). Sus primeros versos datan de 1930. Publicó numerosas poesías en las revistas populares.



  —198→  

ArribaAbajoMario B. Ortega




ArribaAbajoCanillita17



- I -

ArribaAbajoCanillita rerajhava acointe nde sapucaipe,
remuasai rejhó ybyture diario rera catuí,
pe nde ahó sorocué mime na iñakyigui rejhejhape
cuatiá cuera reñuhavo yepémo reñe jhundí.

Mboriajhugui nande re rai, avavé nde cuahá hyjhára  5
«canillita» ne renoiva yro ndeve oye Poirú
reyá cuevo magma cuera, ndiyavyi catú nde yara
oñe’ero angha oyajheine, i curí gui pe nde yú.


- II -

MboriajImpe romondene «canillita» rojhupivo,
che ñe’eme co yby ari, cu lucero recoviá,  10
sapy’ante oyecuahane, Paraguay yevy ipotyvo
mavajhina ñande cuera, mboriajhú yeroviajhá.


- I -

Bis


Nde sy-mí guaimí oicovero openane jheí cuevo:
«che memby-cu osé oiva, mbaejhapa ndo yereí»:
ndoi cuahai Paraguahy-pyre, diario mi revendé cuevo  15
jhepy-cué reroyeregui, jhaimeté ndereyú veí.

Corazó py’á poraicha, nde yavé iporeihy-va
tapichá ityrehyva, nde manté remuanguecoi
«canillita» ndé che hermano! Cheñe’á ipore hyva
mborayjhugui amuenyjhene, tapiá nde vocoí.  20


- II -

Bis

Esapucai toí oicuahava, ambué co’a ybypora
tojhendú ayé ybyture, Paraguay ñemoñaré
nde casó soro-cué migui, che ñe’e angaipavora
purajheí nde cuatia-pe, ndeve ojhó ivendé jharé.

  —199→  

MARIO B. ORTEGA. Militar y abogado, de conocida participación en la ascensión del gobierno actual. Exiliado, falleció en Brasil. Poetizó esporádicamente y su estro transitó entre lo protestativo y sentimental. Es autor además de una canción muy renombrada años atrás: «Lustrabota».



  —200→  

ArribaAbajoFélix Benítez




ArribaAbajoCarretero mi rembiasa


ArribaAbajo Carretero mi mboriajhú
cu maltrato rasajhara
amá gui ogueví jhagua
ni reí pa ni reí,
ro’i gui upeicha aveí  5
tapé re ojhó guivé.

Jhimbá buey cuera mimí
jhendivema osufrí
tapé pucu cué yavé,
iponcho colí jhagué re  10
avavé nome’e séi
posada mi ichupé.

Pero cu reicoteve ro
jhese cuera mante opene,
jha’e cuera anichene  15
onegá upé servicio;
camión yepe ostirane,
yepevemo en perjuicio.

Urú cuera no penái
ni ndoicuái sacrificio,  20
opagá jhaguá ovaleva.
«Terejhonte che ra’i
pijharevé eyú yeví»
¡Upeva ompopajhá ma
carrero mí mboriajhú!...  25

Emboscada, mayo 1955.

(De «Ocara poty cue-mí», N.º 155, mayo de 1956)



  —201→  

ArribaAbajoJuan Silvano Díaz Pérez




ArribaAbajoCanto de proscripción


ArribaAbajo Angustia que presiente la calma
del final de la lucha.
Te odio, en esta espera trunca
de mi emoción rabiosa.

Sólo quiero vivir este minuto  5
con mi pasado y mi presente,
destrenzando la cabellera diamantada
de todas mis emociones rotas.

Y mirar otro minuto agrio
al ojo del futuro.  10
Niebla emponzoñada de urbe arisca,
cadencia de caderas mercenarias,
ciegos que ambulan solos.
(Campanitas de ciego,
blanco bastón de hombres que nunca mirarán...)  15
Tráfico loco, bocinazos,
hombres tristes y alegres,
estúpidos, amargos,
mirada tensa y hosca
y manos que se crispan,  20
implorantes de hambre,
mientras gira la vida
sórdida, indiferente.

Como una voz inmensa
se eleva esta desesperanza  25
al ojo del futuro.
Pero yo lo abandono
para regir presentes
y soñar el recuerdo
del pasado lejano.  30

Proscripto miserable:
tu tierra tiene el germen
del ojo del futuro.
—202→
Y allá se está quemando
la tea masculina  35
para apagar el ansia
de tu desesperanza...

1943




ArribaAbajoEnvío


ArribaAbajoEs con un verbo cálido de ensueño
como hay que ver tu fiebre del presente
si nada puede corroerte
y menos destruirte,
ni siquiera tus hijos podrán cavar tu fosa.  5
Tierra desafiante de futuros,
preñez telúrica, estelar, eterna.
Por encima del tiempo y la palabra
se yergue este pedazo tan agrio de tu hora
sórdida, escondida y ausente  10
del sentido augural y diamantino
del bloque de tu historia.
No importa que el espectro
cruja en el vendaval de tu agonía.
Por encima de todo,  15
como un canto polífono de raíces tremantes
toda América, muda, mercader y cobarde,
presiente que tu ritmo no puede detenerse.
Conoce de tu marcha doliente, épica y trágica,
pesada como un ancla desdibujado y trunco,  20
y escucha el alarido triunfal de tus miserias.
Como una sombra errante
a través de la hondura de tu impía derrota
tus hijos se conmueven.

Los vencedores tienen las manos en el barro  25
sin poder modelar la efigie de tu rostro.
Los vencidos, esperan. Ellos saben
que en un sólo minuto
todo el peso del tiempo,
toda la fe gigante de tu pasado arisco  30
y los sueños de tus claros varones
y la música de tu selva escondida
y el páramo de tu región indómita
—203→
y la azul melopea de tus cantos feéricos
serán recuperados.  35
Y en este mudo duelo de tu oprobio y tu espera
y en esta torva senda que es una pesadilla
hay un amanecer, por eso con este verbo cálido,
sin oropel ni sombras,
sin gongorismos de hoy,  40
Patria de mis desvelos,
tierra de los perfumes de mi niñez fragante,
cuna de mis romances
y nostalgia lejana de mi dolor vibrante,
yo te siento y te vivo y te canto y te veo:  45
sin metafísica verbal
ni arabescos de imágenes,
para que hasta tu oído,
-como a una enamorada-
te llegue esta promesa  50
que es la tónica de todos tus hijos humillados:
los que no están vencidos
ya que son vencedores,
como los frutos óptimos de tu matriz fecunda

JUAN SILVANO DÍAZ PÉREZ (1914). No ha reunido aún en volumen sus poemas. Tuvo el honor de prologar la primera edición de Cenizas redimidas de Hérib Campos Cervera, en el que entre otras consideraciones estima que nuestro «lamentable atraso» poético y literario requiere «una explicación integral», la que «deberá considerar, en primer término, los infortunios amargos de nuestro azaroso quehacer político», como uno de los principales factores contribuyentes.



  —204→  

ArribaAbajoJulián Paredes




ArribaAbajoOmba’apova purajhei


ArribaAbajo Mba’eténimbo oicopata mboriajhugui ya ivaima.
Cu ipojhyi pojhyi eteva yaisu’ú co’eguívé,
jhasypá ñande reté, pytu’ú yaicua’y, va,
ymá yajhechave’y, va jhepyeteva ty’aicué.
Jhi’aitecu ñandeavé yarecó pe iporamiva,  5
jhetavecu oicoreiva ipoti tapiaité;
pico upeicharo ñandé cu ty’áipenga yaicova
mba’ejhá pe iporamiva nicatuiri ñamondé.
Ñaneco’e repyraigui rejhó nde urú rendape
nde recó marangatupe reipotagui virumí,  10
jha oimé mitamimí nde rejhente yepocape,
ne roguaití torypape naimo’ai reyu reí.
Nde rova rovareí rembyasy co ne retame
reicojhá tecoteveme jha’etema ryre’y;
ndajhy’ope nde yuvy reicojhare mba’apope  15
pytaguá mba’eraitere cu recai rechyryry.
Icatú co’eroité ñainupa itucumbocuepe
toyeity ñemba’apope aveí ñandeyavé;
yecarú peré peré ndojhasai ñande retame
cu kyrá apasusume jha’ecuerante oicové.  20
Mba’ejhá nipo urucue ra nojhendui co’a ya’eva
ayevero omba’apova mba’evero cu ndoicoi;
ojhenduro naimo’ai co teta ipoguypecuera
co ty’ai jhepyeteiva michimí nañamocai.

JULIÁN PAREDES (1914-1983?). Poeta guaraní de la promoción del 40. Zapatero de profesión. «Canta con efecto a la belleza de la tierra nativa, dicen de él Pedro Encina Ramos y Tatayyvá, y a la mujer paraguaya, pero su predilección es la poesía social».



  —205→  

ArribaAbajoEmeterio Cantero Viera




ArribaAbajoSapucai piajhu


ArribaAbajoJhi’áitema ya jhechá
ña pu’ávo pe co’ére
ta iñasái ñande rapeve
mboraijhú... tori... vi’á...
jha tové to nuámbá  5
cu ivotyichata iñasái
ñambo «¡Viva Paraguay!»
ñandesy ñambo vy’á.

Na Jhi’ávéima yaicó
ñecó’óime oyuatitepe  10
yeya’o maê sailcepe jha pi’iin ñañorairô,
mbaupéva yarecó
arandú ñañe retâme
jha yaicó cu guachachâme
torîyárô ma yaicó.  15

Jha’evé mante yaicó
ñepia’âme pitunguipe
ñasejhama ñasaindipe
yoyapá... ñamba’apó
jha tové ta ya recó  20
opaité mba’é iporâva
pe tavî ñane nupâva
mombiri ta ña mondó.

EMETERIO CANTERO VIERA (1914). Oriundo de Bella Vista (Amambay). Sus escritos se halla diseminados en las Revistas Ysyry, Juventud Obrera, La Voz del Mutilado, Yvyty y el semanario La Hora.



  —206→  

ArribaAbajoTeófilo Domínguez




ArribaAbajo Ruta y rueda


ArribaAbajoRomán Martínez
compró una moto
de ciento veinticinco.

Un algarrobo de la Ruta Décima,
cuando iba picando el velocímetro  5
el número ochenta,
con las guijas redondas
del camino
y el momento del vértigo
con masa y marcha,  10
logró el impacto semifúnebre.

Alterado su ángulo facial,
pasó por el quirófano.
Soportó los grilletes
de un enyesado lento,  15
abatido en una queda
del dominio técnico,
el neoestoicismo que
predican las moléculas
de hierro.  20

Román Martínez, fue peón de estancia,
vendedor callejero,
churrero18 en la infancia.

Al zafarse de añagaza,
borró de su foja  25
el sueldo mínimo
y toda dependencia.

Román Martínez
no tuvo adolescencia.
Su infancia...  30
una etapa incierta.
—207→

Su vida.
un circuito lento
y peregrino.

Ahora  35
su destino está sellado.

El peroné quebrado.
Triturada la rótula
prehistórica.

Respira por el fuelle  40
de un esófago torcido.

Un bastón de carandá
pulido,
sustituye para
la pineal de su cerebro  45
los efluvios de optimismo
que quiso liberar
sobre las ruedas neumáticas
de una moto
de ciento veinticinco.  50

Román Martínez
no venderá su moto:
hay pagarés con garfios policiales.

Su bastón de carandá pulido
es un báculo.  55
Remitirá a los «hippies»
cuando muera.

3-X-1969.

TEÓFILO DOMÍNGUEZ (1915). Poeta y prosista, cuyas obras se hallan dispersas en periódicos y revistas. Autodidacto, es según Emilio Armele «una de las mejores inteligencias de Concepción».



  —208→  

ArribaAbajoNéstor Romero Valdovinos




ArribaAbajoTardes asuncenas19


ArribaAbajoEvoco en la distancia, tu luz de atardeceres
el mágico silencio, que tanto idolatré,
la sombra de tus calles vistiendo mis amores,
allí junto a la amada, que nunca olvidaré.

Yo no sé si aún estará esa esquina de mi barrio  5
donde antaño yo aguardara a la dueña de mi amor
bella estampa del recuerdo, perfumada de jazmines
y encendida por el beso que al marchar le daba el sol.

Las nubes de ese cielo tal vez ya se han marchado,
cansadas de no hallarnos muy juntos como ayer,  10
y acaso si la brisa las trae aquí en mi cielo
me cuentan que no ha muerto en tu alma ese querer.

Te imagino en la distancia aguardando mi llegada,
y en tu negra cabellera una flor de resedá,
bellas tardes asuncenas yo presiento que han de oírme  15
y en un cofre de silencio a mi novia guardarán.




ArribaAbajoMás allá del río


ArribaAbajoSobre el rostro ajado de mi madre
brilló una gota de rocío...
Era el adiós al hijo que se iba
más allá del río.

Y anduve por caminos polvorientos.  5
Y anduve por ciudades
de faz desconocida.
Y hablé con las auroras y los vientos
de aquella mi ciudad hoy ya perdida,
de aquel refugio de mi vida  10
donde vibrara el himno de mi infancia...
—209→
De aquella cabellera de mi madre
que al jazmín colmaba de fragancias.

Y hablé con las estrellas de otras latitudes
de todas mis lejanas inquietudes  15
bajo ese sol caliente del estío,
cuando era un sueño aún ignorado
vivir más allá del río.

Ya no hallaré ese rostro ajado de mi madre
surcado por el llanto de la ausencia,  20
pero estará perenne su presencia
bajo ese sol caliente del estío,
en el perfume de todos los jazmines
y en todas las gotas de rocío...
y en el postrer perfil de los confines  25
más allá del río.

NÉSTOR ROMERO VALDOVINOS (1916). Ha escrito esporádicamente poesía y muchas de ellas tienen acompañamiento musical. Sin embargo, todo su esfuerzo y talento literarios han derivados hacia el teatro, en el que ha expresado sus ideas sociales en mayor medida. Su poesía casi siempre posee un halo de transida nostalgia.



  —210→  

ArribaAbajoErnesto Báez




ArribaAbajoAquí queda su voz


ArribaAbajo Están todos aquí,
asociados a nuestro amargo llanto.

Está Pablo Neruda, grande como los Andes,
con su voz oceánica de escalofrío andino.
Y Nicolás Guillén, voz del dolor,  5
del tabaco, el café y la caña dulce,
floración del dolor de sus hermanos.
Y está también, condecorado el verbo
de angustias y de auroras,
Rafael Alberti, el hombre  10
de alma marinera.

Aquí están todos. Y estos capitanes
de justicia social y de la paz,
dejando sus palomas mensajeras,
hermanan con los nuestros sus quejumbres  15
por la muerte de Hérib Campos Cervera.

Están también presentes en espíritu,
con sus llantos sin lágrimas,
Elvio Romero, recia voz de suma,
de presente y futuro,  20
sembrador de esperanzas,
y Augusto Roa Bastos,
con su pena callada
y la muda promesa
de devolvernos pronto su rebelde,  25
su empecinada y limpia voz de ayer.

Y con su reciedumbre de quebracho,
está también de pie Benigno Rojas,
trayéndonos el grito desgarrado
de todos los hacheros.  30
Marcelino Ruiz también está,
príncipe de la Tierra,
con sus ojos cubiertos de rocío,
coronado de surcos y semillas.
—211→

Todos están aquí, llorando con nosotros  35
la muerte del poeta.
Y otros tantos esperan
en el mundo intangible de la gloria.
Al llegar, le dará la bienvenida
la morena y gitana,  40
la asesinada voz de Federico,
voz que ha preñado voces libertarias.

Entre Juan Sorazábal
y Andrés Campos Cervera,
le han dibujado un rancho que es castillo  45
en el lomo errabundo de una nube.
Y San Bruno Guggiarí
le construyó un camino
con naranjos y trinos y azahares.
Molinari Laurin, el hombre triste  50
de corazón de pájaro,
le está sonriendo desde las miradas
de cien niños descalzos.
Y el rubio capitán Juan Martincich,
con su escuadrón de ángeles,  55
presenta alas y nardos
al paso del poeta.
Y está también ahí Julio Correa,
tan hombre y tan poeta,
erguido, con un pie en una protesta  60
y otro en una oración,
y en el remanso de sus ojos verdes,
la danza esperanzada de sus títeres.

Y aquellos que regresarán un día...
le traen cada uno  65
un puñado de tierra:
¡un puñado de tierra
del paraíso guaraní y del cielo!

ERNESTO R. BÁEZ (1916). Actor y escritor. Toda su vida ha estado consagrada al teatro nacional. En ocasiones ha escrito poesía de muy buen tono. Obras: La familia Quintana (comedia). La señora del ministro (sátira política). La tierra es de todos (comedia). Se necesita un dictador (íd.).

  —212→  

imagen

Una de las portadas de la revista Hoy, la única revista literaria existente actualmente en el país, dirigida por el poeta Aurelio González Canale. Sus páginas acogen la producción de los más diversos intelectuales y artistas del grabado, manteniendo una fluida correspondencia con escritores de todas las latitudes.



  —213→  

ArribaAbajoJuan Maidana




ArribaAbajoMitá rerahaha


(Fragmentos)


ArribaAbajo...Oiméje ova ova.
Oiko hesay hováre.
Ni haguekuéje chipápe
tori ko’aga guara.
Piru, ypi, savera,
tuichaite. Hye ijurúpe.
Tindymi. Teko aturúpe.
¡Hesa’yju tapicha!

Oiméje ko’ága oiko
Laku róga ka’aguýpe.
Oga kokue, yvatýpe
imba’eyru ra’aro.
Upéi: «¡Likáje omano
peteí ko’e amangýpe!»
Ha Lcku róga ka’aguýpe
amangy rupi ojeho.

Membyragui omanoha
omombe’uguasuetevéma
mayma imbyasyhakuéra.
Oko’i. Oñomyasemba.
Tapére hysyijoa
oje’ói ha ohua’íva.
¡Ndipoóri otiuguaitiva
tase yméva ojuasa!

Oúva he’ijoa
omanohague isýnte.
Ha umi anguja ra’ype imembyremi ojogua.
Pochýgui otaratata
Laku ohendu mbá’ero,
pe mitamíre oje’éro
oikovénepavaera.

  —214→  


ArribaAbajoMboriahu peteichapa


ArribaAbajo Upepe ae Lejuanchi
he’i sapy’a osevo.
«Mba’éicha ni oha’avéro
sy ha rukueramimi
mboriahu guive avei  5
heñoinguéra oiko porata.
¡Mboriahu guive maymáva
peteíchapa voi!

Pe karai jey he’i:
«Jepénte imboriahúva  10
mita hi’ánga hoy’úva
pe kunu’u ykua sati:
ndoikoi tindyhapemi,
maé saguy, kyhyjépe,
ijeroviaha mbytépe  15
okakuaáva rupi.

«Heta mba’érojepe
reikuaavaera mo’ava,
nikatuveima ko’aga.
¡Rehojeýtama nde!  20
Opa ndehegui tape
rejuhague aña retagui,
ja resetama ko’águi
ndepiári aju vove.

Ojekuaa haguaite  25
umi nderekohaguére,
pe nde sy angaipakuépe
reikoha aga peve.
Rehóta sapy’aite»,
he’i ha opa henóndepe.  30
Opáy Juanciú hasyetéje,
Ijuku’a vaiete.

Opáyvo upépe ra’e
ojejuhu kuarahýpe.
Pe tapeyke, yvyra guýpe,  35
opialiaguépe kuehe
—215→
ka’iraigui ose rire.
Iko’era’e upépe.

¡Osapukái asyetéje
ymi rehe ajerure!  40

JUAN MAIDANA (1917-1982). Oriundo de Caraguatay, murió en los Primeros Auxilios el 15 de diciembre de 1982. Poeta de grandes quilates, publicó sus obras en revistas folclóricas y varias de ellas tienen músicas. De toda su producción solamente ha sido editada Mita Rerahaha, la historia de un hombre de pueblo, que constituye según Rudy Torga «creación poética verdaderamente significativa de uno de los escritores más originales y auténticos que tiene el idioma guaraní».



  —216→  

ArribaAbajoCarlos Caballero Ferreira




ArribaAbajoDiana versátil


ArribaAbajoTu nombre es un trueno,
General,
pero no suena en el cielo,
sino en la tierra.
Y el relámpago que viene luego,  5
no es de luz, es de miseria.

Tu nombre revuelve la selva,
General,
y hasta las hienas y los chacales tiemblan;
pero no de miedo,  10
sino de gana de matar.

Tu nombre está debajo de tus retratos,
en la plaza de armas de los cuarteles,
en las oficinas del estado,
en las antesalas de los burdeles  15
y en las paredes del infierno.

Tu nombre es puesto en música,
a la salida del sol, en las charangas
de tus soldados,
en la vergüenza de tus periódicos,  20
en los hierros de los calabozos,
en el silencio de los camposantos.
Tu nombre es puesto en música,
pero se hace llanto.

Escribes tu nombre con tinta,  25
bajo decretos que invocan a Dios,
pero trabajan para el diablo.
Tu nombre está en el tronco de los árboles,
comiéndolos como un gusano,
en los surcos de la tierra,  30
como una costra de espanto.

Tu nombre está escondido
en la luz de cada día
—217→
que se hace miedo por la noche,
en el sueño y en la vigilia,  35
en el vicio y en la hartura,
en el cielo de tus aviones
y en el dolor de la hambruna.
En el agua que se estanca y se corrompe
y en el odio que te odia y se ventila.  40
En la vida de la patria
consumida entre tus garras.
En la muerte que te acecha, pero tarda
en aventar la huella de tu rúbrica.

Tu nombre, General,  45
lo llevamos todos como una carga
sobre los hombros,
como un baldón, sobre la frente,
como un estigma dentro del alma.
No hay corazón de hombre libre que no lo sienta,  50
incrustado en su interior
como una llaga.

Tu nombre, es el ruido que desata a la muerte,
como las olas
a la resaca.  55

Pero,
algún día borraremos tu nombre
de la faz de la tierra,
y los niños volverán a cantar,
y el surco a florecer,  60
los árboles a germinar.
Y la vida, volverá a ser vida,
y el hombre volverá a ser hombre,
cuando haya sido borrado para siempre
el estigma de tu nombre.  65




ArribaAbajoTiranía


ArribaAbajoEs el derecho que se violenta
y el honor que se macula.
¡Paso al hierro!
¡Paso a la sangre!
—218→
¡Paso a la pólvora!  5
¡Paso a la tortura de la duda!

Pico y metralla, metralla y pico.
Abrid bien hondo los pechos duros.
Abrid la tierra que es costra blanda,
para hacerle tumbas.  10

Ríos del Paraguay.
Cauces sin agua,
pero con sangre y lágrimas.
¡Corred hacia la nada!

Tiembla, tirano.  15
En tu gloria de burbuja.
Perjuro, pero juramentado,
feliz, pero envilecido;
¡exultante, pero temblando
bien armado, pero cobarde!  20

¡Tus propios sicarios
serán los que te quiten
lo que tienes robado!
Y tu sangre será el precio
de tanto escarnio.  25

Pero entretanto...
Mientras no llegue la luz para tus brumas...
¡Paso al hierro y a la sangre!
¡Paso a los fusiles!
¡Paso a la tortura de la duda!  30




ArribaAbajoSangre


ArribaAbajoPrimero vendrá un gran silencio.

El que se anticipa a todas las catástrofes
y el que se adelanta a todas las alegrías.

La selva y los grandes ríos
enmudecerán sus cajas resonantes;  5
el cielo se teñirá de rojo,
—219→
las madres apretarán a sus hijos, anhelantes,
y las aves desaparecerán de la selva.
Luego,
luego lloverá sangre.  10

Los cobardes no podrán huir,
las mujeres no podrán llorar,
los niños no querrán reír,

las vírgenes no sabrán amar.

Por las calzadas, en las ciudades,  15
correrán borbotones de odio,
desde los tejados bajarán asechanzas.
En los suburbios se escurrirán traiciones
y, en las plazas,
colgados de los faroles,  20
se moverán, al soplo del viento norte
que empuja la venganza,
los cadáveres: képi requintado,
y botas puestas.

En los campos, la armonía,  25
romperá su poesía pura.
Volverán a ser símbolos de redención
los emblemas indígenas:
claroscuros de resistencia,
mediastintas de inclinación...  30

Es del caos, Paraguay,
que saldrá tu salvación.
Un caos de músculos y ceguera,
de acero y de sangre,
de manos sobrenadantes  35
y rostros de ultravisión.

Algo sube ya, desde tus hondas raíces,
más allá de tu sueño, Paraguay.
Algo que será flor.

CARLOS CABALLERO FERREIRA (1916). Su poesía es honda y dramática y de significativo contenido, de resultas   —220→   de la dura experiencia personal del autor, quien debió marchar al exilio. Su único libro Sangre en el surco, editado en 1958 en Montevideo, acoge sus poesías líricas sociales.



  —221→  

ArribaAbajoTasio Waldino Bernal Martínez




ArribaAbajoCarbonero Purajhei


ArribaAbajoCarbonero co chavé tesarai jha tapiá
ndaipori cuatiá oñe’eva orerejhé
ñaimo’a catu oravé na jhiaiva rojhendú
ñe’e mi marangatú ogueruva tetia’é.

Rombaapó co oravé royapó avei la iporava  5
orapente laikiáva pero norodesendrai
ña ne reta Paraguay mba’apóre oicotevé
pevare cada co’e roñojhe siva ri’ái

Rosalvaro orepuchero oravé peicha roicó
romoco carbón timbó cué ore reparto yavé  10
ndaipori ni asayé cué tiempo vaí ni amá
apurajhei pejhendú jhagua carbonero recové.

Itriste orerecové norome’é cumplimiento
siempre ose descontento oyoguava orejhegui
iviguí reva jhesa’i orno reva jhesa guazú  15
ayepa mba’eguazú carbonero recovemi.

Pirivevui-Guazú Rocai- 1.º XII-1967




ArribaAbajoMboriajhu mi recové


ArribaAbajoÑandeyara oiti co’e sin recurso ayechá
añe pirú aplagueá che acarasi caiúsegui
nda ore ca’áima soguegui la vieja catú ipochi
jha crédito oñemboti nda pagavei ndicatuigui.

Opuamba lomitá iñimbiajhii yoaitema  5
pevaya i serio veina mba’eveté naico’ei
ndaipori ndoicuaásei nila cheraaro mina
icu remoi yoaitéma ivire oyapayerei.

Apuro ase ajhá vecino pe ayeruré
che trabajo a ofrecé rojliasá jhagua los día  10
empeño pe aconseguiva michi mi ramoyepé
aconsegui catueté y así era mi vida.
—222→

Roi tiempo oguajlie roñenó roke jhaguá
lomita jhase yoá iro’i nda iya jhoyai
aipo cochó ndoroicuaái ya ndache pu’acaveima  15
yepe’épe ore co’eva mamové na orerendai.

Aipotante peicuaá anibaapoco sin descanso
alquiler vointe por ciento iviyara orecobrá
peva rejhé cheruvichá che ivirami
aipotava icatuco ñandevara voieté cherovasá.  20

Febrero 24 de 1968.

TASIO WALDINO BERNAL MARTÍNEZ (1917-1982). Oriundo de Piribebuy, compañía Guazú-rocai.

Sus versos han sido recogidos en el libro Guasurocai Poti (Ñe’e ivoti apesa) Basilides Brítez Fariña que prologó el libro dice de él entre otras cosas: «No sabemos qué apreciar más en el estro de Bernal: si su fibra lírica, su sensibilidad y solidaridad con la clase humilde o su pasión por lo telúrico».



  —223→  

ArribaAbajoRaúl Amaral




ArribaAbajoLos mártires


A la memoria de Sacco y Vanzetti




ArribaAbajoDicen
que en San Crispín
se dolían las gentes descalzas
de este mundo
y que una tarde a su lado  5
quedó Nicolás
para trenzar el cuero,
la paciencia
y el destello de alguna esperanza.
No lejos,  10
donde el idioma anuda
los misterios de la sangre,
Bartolomé predicaba
con nuevas espinas en la frente
mientras estrellas de plata  15
caían de su mercancía
para asombrar la vecindad
de los niños.
(Bartolomé, pescador,
era el que en la barca de Pedro  20
pensaba en la justicia).

Después
algunos buscaron en ellos
el comunicativo fulgor
de la pobreza,  25
lo que se esconde en un puño,
en un grito,
en un rencor de mañana.
Nicolás y Bartolomé
soñaban en la niebla,  30
construían remotas hermandades,
agitaban dispersas banderas,
en el amor del fuego,
el agua, el aire,
—224→
la tierra despierta para todos  35
los seres,
luminosa para todas
las bestias.
Nicolás y Bartolomé,
puros en la pureza  40
que da el no tener nada,
apenas si eran
desconocidos caminantes
entre una selva de acero y cemento
-batida por vidriados ventanales-  45
allí donde el oro
asoma con su parpadeo mágico
en el fondo
de los corazones,
disputando a la sílice,  50
a la piedra,
al vegetal desvelado,
su presencia de cada instante
en la desnuda vértebra
del hombre.  55
Después
fue el blanco silencio,
el regreso de los santos
a sus estampas apostólicas,
el tremolar de la blasfemia,  60
las máquinas
en suma de odios,
las palabras
en símbolo de amargos resplandores.

Después  65
Nicolás y Bartolomé
enseñaron el lenguaje de la vida,
la sabiduría
de llevar una carga de zapatos
o pescados  70
como si semejaran
dádivas de la altura,
la fe y la caridad
brotando de sus ojos,
de sus grises venas condenadas,  75
con un extraño brillo,
—225→
como si los anuncios
de una humanidad distinta
reverberaran en su agonía,
sin distancia.  80
Calcinados por el temor
de bíblicos, austeros varones,
al día siguiente
les vieron en la nieve,
con ramos de ceniza,  85
admoniciones y centellas,
convertir en sayal
su vestimenta carcelaria,
en tea la rosa de sus manos,
en látigo de los siglos  90
el signo del perdón
para que la culpa de los jueces
arda en muchos
por siempre.
Nicolás y Bartolomé  95
pasaron ante la mirada pálida
de Poncio Pilatos,
y firmes los labios,
intactas las sienes,
subieron a la cruz  100
lentamente,
en silencio.

1967




ArribaAbajoAlta bandera, Artigas


Con libertad no ofendo, ni temo.


(Divisa artiguista)                



ArribaAbajoAlta bandera, Artigas,
un celeste relámpago entrevisto
allá en la soledad,

allá en el surco,
cuando la imponderable tarde  5
crecía desde el Cerro
con lápida de niebla para la sien lejana.
—226→
¿Quién te atrajo? ¿Qué oceánica estirpe
se abrió para tu fiebre, o qué norte
de árbol puso entre tu silencio  10
y el muro de los años
una respuesta de campana vuelta hacia el pecho,
ahogada en voluntad de eterno ausente?
¿qué memoria ancestral cobró sentido
de andanza y qué severa anunciación de claustro  15
quiso hallar en la huella del instinto
el puro amor de esta olvidada
puerta de América,
de este grave refugio de los pájaros,
un instante, no más iluminado  20
para tu ingreso al sueño de los seres?
Aquí estuviste, en el aire de bronce,
en el latido del yerbal
que sube, que palpita por la idéntica
grieta de los días; aquí estuviste  25
sin decir de dónde la viva sed metálica
llevó a tu corazón la mansedumbre.
Alta bandera, Artigas,
ya reintegrada y libre,
sin temor, sin ofensa.  30
Desde la entraña asidua
que en tu amistad se enciende,
sobre la oculta lápida de niebla
dejo una flor para tu sien lejana.

RAÚL AMARAL (1918). Reside en nuestro país desde hace 32 años. Se ha dicho de él: escritor paraguayo nacido en la Argentina. Especialista en los temas propios del novecentismo e investigador bibliográfico de la cultura nacional. Obra poética editada en nuestro país: Carta civil al Paraguay, La sien sobre Areguá que reúne sus poesías de 1952 a 1972. Ensayo: Escritos paraguayos (2 tomos).