Capitán de la Real Sala de las Armas, Familiar
del Santo Oficio, y Corregidor, y justicia mayor de la provincia de Canta, en
los Reinos del Pirú
Estando Cicerón en Atenas, le escribió su amigo Celio
que deseaba que le escribiese y dedicase alguna obra suya, y diole por causa
deste deseo,
Ut intelligamus nos tibicura esse; y de
habérsela dedicado,
Quod nostrae amicitiae memoriam posteris quoque
prodat. Lo que viniera en esta ocasión muy a propósito,
si como vuesa merced puede ser Marco Celio, yo fuera Marco Tulio, pero porque
en alguna manera se satisfaga a la obligación y se ofrezca a la memoria
lo que tan de justicia se le debe, aplicando
—fol. 284v→
Ex tam multis tuis monumentis (como el
mismo Celio dijo) a la copia de los escritos que van saliendo (aunque deste
atrevimiento no fui yo el principio) dedico a vuesa merced esta pequeña
parte, grande por la voluntad y inmensa por el deseo. Y porque con las
demás, si tuviere dicha de llegar a ese mundo, divierta a vuesa merced
de los cuidados y trabajos de tan impensado suceso, causa, que cuando fuera
cierta, por ser de la voluntad, no merece tan airada censura, sin advertir que
puso Dios ojos al entendimiento para que mirasen los hombres dentro de
sí, lo que con los del cuerpo ven en los otros. Diome pena que la parte
que a vuesa merced pide haya pasado sus quejas por tantos mares. En mi vida vi
deshonor que no se contentase, que le supiese un mundo, pues quiere
trayéndole al nuestro, que le sepan entrambos. Favor tendrá vuesa
merced aunque le parezca que le deja en Lima, porque ayudar al amigo,
dulcissimum est, como fue sentencia del
Filósofo, y tiene vuesa merced tantos que no les puede caber a paso
desta solicitud. Pero dejando aparte penas, y para olvidarse dellas,
trasladando la plática a diferentes cosas de las que solíamos
tratar en nuestros estudios, y que hacen más a propósito de la
propuesta materia, ya (gracias a Apolo) hay tantos poetas en España, que
en las pasadas justas de la Beatificación de nuestro Santo, hubo tres
mil y seiscientos
—fol. 285r→
y cuarenta papeles de versos, aunque
parezca este el número fabuloso de las mujeres que trujo la reina
Talestris en la visita de Alejandro. Bien haya terreno que tal produce. Mas,
pues vuesa merced es médico, me holgaría de saber: ¿por
qué, o cómo se llama esta manera de escribir
‘Manía’, si no es nombre genérico?, y ¿por
qué dice Platón «que sin ella no puede haber ingenio
grande», si su difinición es
Infectio anterioris partis cerebri, cum priuatione
imaginationis?; siendo la imaginativa la esencial parte del poeta, la
oficina de sus conceptos y pensamientos. De los manes puede haber procedido que
Vives en la exposición de la ciudad de Dios de San Agustín los
tiene por el buen Genio, que llamaban
Bonus Demon los antiguos,
id est, animus virtute perfectus, que no
aquella sombra o madre de los lémures y larvas. Aquí
conoció vuesa merced un hombre, que vuelto loco de amores de una
señora título, escribió excelentes versos, siendo
ignorante, debe ser por la sequedad del celebro. Pero, ¿cómo no
le ofendía la privación de la imaginación? Lo que es
infalible es que
Omnes operationes multo elegantiores sunt in
cerebro temperato, si bien en los destemplados es más valiente
la fantasía. Son los cálidos ingeniosos, aunque inconstantes, y
al contrario, los húmidos, los fríos pertinaces en su
opinión, ni valen para el ingenio, ni para el juicio, como son ejemplo
las mujeres,
—fol. 285v→
cuyo consejo, el primero es bueno, el segundo
temerario y el tercero perverso. Fue máxima de los estoicos
Omnes insipientes esse insanos.
Dispútala Cicerón en el tercero de las
Cuestiones Tusculanas. El nombre de
insania significa
mentis agrotationem. Los
filósofos llamaron enfermedad las perturbaciones del ánimo,
Omnes insipientium animi in morbo sunt,
porque
Omnes insipientes insaniunt, presumo que
es
insanire, escribir con ignorancia; y
así lo he visto en las obras de muchos, uno de los cuales,
lego a natiuitate, corriendo por toda el
Andalucía sus comedias, jamás han sido afectas en esta Corte,
disposición diagnóstica para saber la duración y efetos de
semejantes cometas. Deseo que el excelentísimo Príncipe acabe su
gobierno felicemente, de que me dicen que está cerca, para que gocemos
de su divino ingenio como solíamos, y veamos a vuesa merced libre de
enemigos bárbaros, tan lejos de la Patria, cuya privación tanto
mal pareció a Eurípides, teniendo Quintiliano por mejor
«ser despojado de los propios, que vendido de los ajenos». Refiere
Tulio, que el divino Platón se fue de la conversación de
Sócrates en el Pireo, fingiendo que iba al templo, por no detener un
hombre tan venerable tan largo tiempo, a cuyo ejemplo podrá ser esta
Epístola culpada, de quien ignorase mi amor, y que hablo con vuesa
merced para todo un año, pues
—fol. 286r→
hay tanto mar enmedio,
porque yo,
Siue in extremis penetrarit Indos (como
dijo Catulo)
hoc amem necesse est. Olvideme de decir
que en estos patios de Palacio vi la persona que a perseguir su mismo honor
pasó a España desde las más remotas Indias,
Tenedius homo, como dice el Adagio, y
que difícilmente romperá la tenacidad de su primera
aprehensión. Marcela es ya monja descalza. Lope está en Sicilia
con el excelentísimo Marqués de Santa Cruz, mi señor y mi
protector. Feliciana se halla con poca salud. Al jardinillo quité los
pájaros, porque venían los defuera a hurtarles el sustento, como
ahora sucede a muchos poetas. Los libros del estudio tienen menos polvo como es
mayor la edad. En materia de la plata que allá sobra,
Zonam perdidi. Dios guarde a vuesa
merced y le traiga con bien a España.
Su capellán y verdadero amigo, Lope de Vega
Carpio.
Acto I |
|
Salen
LUCRECIA y
LISARDA.
|
|
LISARDA | Sin pena, | | esta respuesta les doy: | | al uno que suya soy, | | y al otro que soy ajena, | | que a mi valor corresponde | 5 | la resolución que ves. | |
|
|
LUCRECIA | Sentirá mucho el Marqués | | que le dejes por el Conde. | |
|
|
LISARDA | Que lo sienta o no, Lucrecia, | | no ha sido por mi opinión, | 10 | si aquesta resolución | | culpare alguno por necia. | | Que propuestos dos maridos, | | en sangre y nobleza iguales, | | y los hombres principales | 15 | de mi estado prevenidos, | | |
—fol. 287r→
| acordaron la elección | | del Conde, porque el Marqués, | | aunque es más rico, no es | | de tanta satisfación. | 20 |
|
|
LUCRECIA | ¿Firmáronse los conciertos? | |
|
|
|
|
LISARDA | ¿Por qué, | | siendo seguros y ciertos, | | engañole mi esperanza, | 25 | mis cartas, mis dilaciones? | |
|
|
LUCRECIA | No sé si a peligro pones | | tu inocencia y confianza, | | porque dicen que es Fineo | | hombre feroz y arrogante. | 30 |
|
|
LISARDA | Ya no hay peligro que espante | | la fuerza de mi deseo. | | Ya soy del Conde mujer, | | no sola como lo he sido, | | y pues ya tengo marido, | 35 | él me sabrá defender. | |
|
|
|
|
|
LISARDA | Menos, que ha sido | | el cielo quien ha querido | | que estime a Carlos en más. | 40 | Esto de las voluntades | | ha de ser con las estrellas, | | porque, ¡ay Lucrecia sin ellas!, | | más mentiras que verdades. | | Pero cuando su influencia | 45 | engendra la voluntad, | | halla sin dificultad | | sujeta correspondencia. | | No he visto al Conde, y le quiero. | |
|
|
LUCRECIA | Es que la imaginación | 50 | le da al uno perfección | | y al otro le pinta fiero. | |
|
|
LISARDA | Mal haces en no pensar | | los grandes merecimientos | | del Conde. |
|
|
LUCRECIA | Estos casamientos, | 55 | ¿cuándo se han de ejecutar? | |
|
|
LISARDA | Pienso que vendrá por mí | | su hermano del Conde, presto. | |
|
|
LUCRECIA | Si está del cielo dispuesto, | | venga en buen hora por ti. | 60 |
|
|
|
LUCRECIA | No creo | |
(Vase
LISARDA.)
| que te casarás con él, | | porque mi envidia, crüel, | | salió al paso a tu deseo. | | Al Conde, por fama adoro, | 65 | y envidiosa he procurado | | deshacer lo que han tratado | | contra mi sangre y decoro. | | Escribile una mentira | | poderosa a deshacer | 70 | su concierto, que en mujer, | | la envidia, el amor, la ira | | y la venganza, han tenido | | siempre más fuerte rigor | | que en el hombre, aunque el valor | 75 | no menos heroico ha sido. | | Quisiera para mi estado | | al Conde, de quien se cuentan | | tales hazañas, que aumentan | | mi amor, mi envidia y cuidado. | 80 | Pero pues el bien que aguarda, | | por mi desdicha perdí, | | ya que no fue para mí, | | no ha de gozalle Lisarda. | |
|
|
|
(Vase, y salen el
CONDE CARLOS y
LUCINDO, su hermano.)
|
LUCINDO | No me encubras tu tristeza, | 85 | mira que tu hermano soy. | |
|
|
CARLOS | Triste, aunque contento, estoy. | |
|
|
|
CARLOS | No hace, pues puede ser | | que procedan de un efeto, | 90 | |
—fol. 287v→
| para estar en un sujeto | | juntos, pesar y placer. | |
|
|
|
CARLOS | Teniendo pesar | | del daño, que al fin es daño, | | y placer del desengaño, | 95 | si os quisieron engañar. | |
|
|
LUCINDO | Pues la duquesa Lisarda | | te quiso engañar ahora, | | cuando como ves te adora, | | y, como escribe, me aguarda. | 100 |
|
|
CARLOS | Ya, Lucindo, tu jornada | | cesó con justa ocasión. | |
|
|
LUCINDO | ¿Que cesó?, ¿Por qué razón?
| | ¿No estaba ya concertada? | | ¿No es la Duquesa tu esposa? | 105 |
|
|
CARLOS | Mi esposa pudiera ser, | | si fuera en su proceder | | como en su sangre dichosa. | |
|
|
LUCINDO | ¿En su proceder?, ¿qué dices? | | ¿Quién te ha engañado? |
|
|
CARLOS | Esta carta, | 110 | de mi pretensión me aparta. | |
|
|
LUCINDO | Los matrimonios felices, | | Carlos, no han de comenzar | | en sospechas. |
|
|
CARLOS | Pues por eso | | le escribo todo el suceso | 115 | y mudo intento y lugar. | | Yo me caso en otra parte. | |
|
|
|
|
LUCINDO | Carlos, de que libre quedes, | | el parabién quiero darte. | 120 |
|
|
|
|
CARLOS | Por ella podrás saber | | cómo estoy triste y contento. | |
|
|
LUCINDO | (Lea.) | «Una mujer que tenéis | 125 | aficionada por fama, | | y que tanto, Conde, os ama, | | y aun más que vós merecéis, | | viéndoos casar con Lisarda, | | tuvo lástima de vós, | 130 | supuesto que de los dos | | daño ni provecho aguarda. | | De su casa y sangre soy, | | pero más soy de la vuestra, | | pues olvidando la nuestra, | 135 | tan de vuestra parte estoy. | | Lisarda es mujer tan vil | | que aficionada a un crïado | | de su casa, más que honrado, | | galán, discreto y gentil, | 140 | tiene prendas de su amor, | | vós veréis lo que os conviene, | | porque quien honor no tiene, | | no podrá daros honor.» | | No quiero pasar de aquí, | 145 | pero, ¿cómo deshiciste | | el concierto? |
|
|
CARLOS | Ya supiste | | que tu partida escribí. | | Pues tras él he despachado | | un caballero que lleva | 150 | la resolución más nueva, | | más digna de un pecho honrado, | | con que lo pienso quedar, | | y ella con tan justa afrenta. | |
|
|
LUCINDO | La que tal engaño intenta, | 155 | así se ha de castigar. | |
|
|
CARLOS | Después que al Emperador | | fuiste a servir a la guerra, | | el duque Alberto, en mi tierra | | ha entrado a todo rigor. | 160 | Que dice que ha de vengar, | | de nuestro padre ya muerto, | | cierto agravio, que encubierto | | entre ellos debió de estar. | | Aunque a un anciano escudero | 165 | que fue su privado, oí | | que fue un bofetón. |
|
|
LUCINDO | Y a mí | | me lo dijo un caballero | | alemán, que a la ocasión | | se halló presente. |
|
|
CARLOS | Pues viendo | 170 | que es tan poderoso, emprendo | | |
—fol. 288r→
| más darle satisfación | | que entrar con él en campaña. | |
|
|
|
CARLOS | La que nos abrace más, | 175 | y la que menos me daña. | |
|
|
|
CARLOS | Eso tratan en su corte | | por mí. |
|
|
LUCINDO | No hay cosa que importe, | | ni otro medio que se elija | 180 | de más fuerza. |
|
|
CARLOS | Así es verdad, | | pues con Otavia casado, | | él queda desagraviado, | | y los dos en amistad. | |
|
|
LUCINDO | ¿Cuándo vendrá la respuesta? | 185 |
|
|
|
LUCINDO | Bien haces, | | que no hay condición de paces | | más justa, ni más honesta. | |
|
|
CARLOS | Por lo menos, él dejó | | la guerra. |
|
|
LUCINDO | Señal que aceta | 190 | satisfación tan discreta. | |
|
|
CARLOS | Hoy vuelvo a escribir, que yo | | iré por ella. |
|
|
LUCINDO | Al que agravia | | es la humildad provechosa. | |
|
|
CARLOS | Llaman a Lisarda hermosa, | 195 | pero no menos a Otavia. | |
|
|
|
(Vanse, y salen
LUCRECIA,
LISARDA y criados.)
|
|
LUCRECIA | El bien | | siempre parece que tarda, | | porque el tiempo en quien aguarda | | va más despacio también. | 200 |
|
|
LISARDA | De todo estoy prevenida, | | en llegando partiremos. | |
|
|
LUCRECIA | Tristes sin ti quedaremos. | |
|
|
LISARDA | Harto siento mi partida, | | pero habemos de vivir | 205 | como estamos concertados | | dos años en mis estados. | |
|
|
LUCRECIA | Sí, ¿mas quién ha de sufrir | | la ausencia de los primeros | | que en los del Conde viváis? | 210 |
|
|
|
(Salen
FIDELIO y
ALBANO, con una caja.)
|
FIDELIO | Si es del Conde, ¿qué aguardáis?, | | dejalde entrar, caballeros. | |
|
|
ALBANO | Dadme, señora, los pies, | | si merezco dicha tanta. | |
|
|
LISARDA | ¿Eres del Conde, mi esposo? | 215 |
|
|
|
|
ALBANO | No sé, | | que a traeros esta caja | | me despachó el Conde a mí. | |
|
|
|
|
LISARDA | Caja y no cartas, ¿qué es esto? | |
|
|
LUCRECIA | Si vienen dentro, ¿qué aguardas? | |
|
|
LISARDA | Corta esa cuerda, Fidelio. | |
|
|
|
LISARDA | No me agrada, no, Lucrecia, | 225 | el estilo y la embajada. | |
|
|
|
|
LISARDA | ¿Y qué viene dentro?, aparta. | |
|
|
FIDELIO | Un papel atravesado | | de una daga. |
|
|
LUCRECIA | ¡De una daga! | 230 | ¡Sácala, a ver! |
|
|
|
|
|
LISARDA | Saca el papel de la punta. | |
|
|
|
|
|
|
FIDELIO | ¿Para qué?, si las conozco, | | estas son las que firmadas | | fueron del Conde y de ti. | |
|
|
|
LUCRECIA | Lisarda, | 240 | esta fue traición del Conde. | | ¡Qué bien me salió la traza! | |
|
|
LISARDA | Suspensa y fuera de mí, | | pienso que el sueño me engaña, | | ¿es posible que esto ha hecho | 245 | Carlos conmigo? |
|
|
FIDELIO | ¿Qué aguardas, | | |
—fol. 288v→
| que no mandas que atraviesen, | | del que te trujo la caja, | | dos alabardas el pecho? | |
|
|
ALBANO | Señora, si yo pensara | 250 | que esta ofensa te traía, | | no hubiera fuerza, ni paga, | | para tanto atrevimiento. | | Aquí mi inocencia es llana. | | Esto me mandó traer | 255 | el Conde, si ella te agravia, | | aquí está el cuello. |
|
|
LISARDA | ¿Qué importa, | | villano, tan vil venganza? | | ¿Por qué causa la escritura, | | que fue de los dos firmada, | 260 | con una daga me envía | | que por enmedio la pasa? | | ¿En qué le pude ofender | | para rompella; no basta | | desdecirse de lo dicho? | 265 |
|
|
ALBANO | Si yo supiera la causa, | | está muy cierta, señora, | | que la venida escusara. | |
|
|
LISARDA | Salid allá fuera todos, | | Fidelio quede en la sala | 270 | solamente, con este hombre. | |
|
|
LUCRECIA | ¡Tú mandas que yo me vaya! | |
|
|
|
|
LISARDA | De tus palabras, | | he conocido que sabes | 275 | la causa porque me trata | | Carlos de aquesta manera. | |
|
|
ALBANO | Créeme que te guardara | | el decoro que mereces, | | solo oí que murmuraban | 280 | de tu honor, de que colijo | | que por dicha te levantan | | algún testimonio. | |
|
|
FIDELIO | ¿Deso, señora, te espantas?, | | ¿hay ocasión que padezca | 285 | mentiras y envidias varias | | como un casamiento? |
|
|
LISARDA | Creo, | | según a Carlos alaba | | la fama, que es imposible | | que, a no ser contra mi fama, | 290 | algún grave testimonio | | con esa daga enviara, | | cancelada la escritura. | | Ahora bien, luego se parta | | este hombre, que está sin culpa. | 295 |
|
|
ALBANO | Mira, señora, si mandas | | que alguna cosa le diga. | |
|
|
LISARDA | Dile que guardo la daga | | por prenda de su persona, | | hasta que sepa la causa. | 300 |
|
|
ALBANO | Yo parto, con tu licencia. | |
|
|
|
| (Vase.) |
FIDELIO | Y yo pensé que las armas | | respondieran a este agravio. | |
|
|
LISARDA | La prudencia y la templanza | | son divinos consejeros | 305 | en la república humana. | |
|
|
|
LISARDA | Ir de secreto | | a su tierra, disfrazada | | en hábito de varón, | | como suelo andar a caza, | 310 | fiando en ti mi gobierno, | | porque dejalle a mi hermana | | no me parece cordura. | |
|
|
FIDELIO | ¿Pues qué les diré, si faltas | | tanto tiempo, a tus vasallos? | 315 |
|
|
LISARDA | Que fui a pedir a Alemania | | favor contra el Conde. |
|
|
FIDELIO | Intentas, | | Duquesa, una cosa estraña. | |
|
|
LISARDA | Mal conoces tú el valor | | que a una mujer acompaña | 320 | cuando quiere defender | | su reputación y fama. | |
|
|
|
|
|
LISARDA | La más baja | | que puedas hallar. |
|
|
FIDELIO | ¿Por qué, | 325 | pudiendo hacer confianza | | de algún noble caballero | | |
—fol. 289r→
| de muchos que hay en tu casa? | |
|
|
LISARDA | Porque, en mudando de traje, | | si nunca ha visto mi cara, | 330 | imagine que soy hombre. | |
|
|
|
LISARDA | Ven, que tarda | | el desengaño a mi honor, | | y el engaño a mi esperanza. | |
|
|
|
(Vanse, y salen el
DUQUE ALBERTO y
OTAVIA.)
|
ALBERTO | Pareciome cordura dar de mano | 335 | a los enojos, cuando el Conde, Otavia, | | viene a partido tan humilde y llano. | |
|
|
OTAVIA | Y es justo, pues el Conde no te agravia. | |
|
|
ALBERTO | Si alguno tuve de su padre Albano, | | quiero acetar satisfación tan sabia, | 340 | y depuestas las armas y la espada, | | seguir la paz, del cielo siempre honrada. | | Bastan los daños hechos en su tierra, | | pues ya murió su padre y mi enemigo. | |
|
|
OTAVIA | ¿Con qué partido acetas que la guerra | 345 | cese y que Carlos quede por tu amigo? | |
|
|
ALBERTO | Con la cosa que más la paz destierra, | | el odio antiguo, y más podrá conmigo. | |
|
|
OTAVIA | Estoy por entender tu pensamiento. | |
|
|
ALBERTO | ¿Qué más seguro amor que el casamiento? | 350 | ¿Hasme entendido ya? |
|
|
OTAVIA | Quien no responde, | | indicios da que calla lo que entiende. | |
|
|
ALBERTO | Bien estarás casada con el Conde. | |
|
|
OTAVIA | ¿A qué mujer el casamiento ofende? | |
|
|
ALBERTO | La guerra nace de la paz, y donde | 355 | más sangriento furor la guerra enciende, | | nace la paz también, y coronada | | de oliva, envaina la furiosa espada. | | Todo está hecho ya. |
|
|
OTAVIA | De la paz quiero | | darte la norabuena. |
|
|
ALBERTO | Y yo pagarte | 360 | con la del casamiento, que ya espero. | |
|
|
OTAVIA | ¿Pues viene el Conde aquí? |
|
|
|
OTAVIA | Que resultan mil bienes, considero, | | de aquesta paz. |
|
|
ALBERTO | Ninguna cosa es parte | | más efectiva en estas amistades | 365 | que veros conformar las voluntades. | |
|
|
OTAVIA | ¿Yo qué puedo querer sino tu gusto? | |
|
|
ALBERTO | El Conde te merece, yo le tengo | | |
—fol. 289v→
| de que te cases, que a no ser tan justo, | | bien sabes cómo mis agravios vengo. | 370 |
|
|
OTAVIA | Memorias en agravios dan disgusto. | |
|
|
ALBERTO | Las imaginaciones entretengo, | | ya es el Conde mi hijo. |
|
|
OTAVIA | ¡Estraña cosa!, | | ¿qué mujer ha nacido más dichosa? | |
|
|
|
(Sale
ADRIÁN, criado del
DUQUE.)
|
ADRIÁN | El marqués Fabio te escribe | 375 | esta carta. |
|
|
ALBERTO | Es el Marqués | | gran Príncipe, Otavia, y es | | el que más vecino vive | | de nuestros estados. |
|
|
OTAVIA | Tiene | | el Marqués grande opinión. | 380 |
|
|
|
ADRIÁN | A buena ocasión | | la amistad del Conde viene. | |
|
|
|
ADRIÁN | Escríbele el Marqués | | que te quiere en casamiento. | |
|
|
OTAVIA | Ya viene tarde su intento, | 385 | el Conde mi dueño es. | |
|
|
|
|
|
|
ADRIÁN | Con Lisarda, que también | | servía el Marqués, mas ya | 390 | desengañado te pide | | al Duque. |
|
|
|
ALBERTO | Quien ganó la posesión, | | este pensamiento impide. | | Basta, Otavia, que el Marqués | 395 | tuvo envidia al Conde. |
|
|
OTAVIA | Creo | | que no mudarás de empleo, | | pues mi pensamiento ves. | |
|
|
ALBERTO | Conozco tu inclinación | | al Conde, voy a escribir | 400 | al Marqués. |
|
|
OTAVIA | Podrás decir | | mi amor en satisfación. | |
|
|
ADRIÁN | Satisfecho quedó ya, | | tú te empleas en un hombre | | que la opinión de su nombre | 405 | con los de la fama está. | | Y cree que se decía | | que era esposo de Lisarda. | |
|
|
OTAVIA | La fama de que es gallarda | | discurre por toda Hungría. | 410 | Y, así mismo, de que estaba | | casada con el Marqués. | |
|
|
ADRIÁN | El desengaño que ves, | | la fama fingida acaba. | |
|
|
OTAVIA | De Carlos tengo de ser, | 415 | y casada con el Conde, | | la misma fama responde | | que soy dichosa mujer. | |
|
|
|
(Vanse.)
|
|
(Salen el
CONDE CARLOS y
LUCINDO.)
|
CARLOS | Todo se ha hecho bien, ya estoy casado. | |
|
|
LUCINDO | En dejando la guerra, fue muy cierto | 420 | que te quería para yerno, Alberto. | |
|
|
CARLOS | Siento el ir a su tierra, mas, qué importa, | | el gusto es grande y la jornada es corta. | |
|
|
LUCINDO | Con cualquiera partido acetar debes, | | Conde, el remedio de tu estado y vida. | 425 | |
—fol. 290r→
|
|
|
CARLOS | Así lo intento, y con humilde ruego | | le pido a Otavia al Duque. |
|
|
LUCINDO | De muy sabia, | | más que de hermosa, tiene fama Otavia. | |
|
|
CARLOS | Antes de entrambas cosas, pero advierte | | que una mujer discreta es una prenda | 430 | del descanso inmortal del casamiento, | | una joya del pecho de su esposo, | | un espejo de todos sus vasallos, | | un consejero libre de pasiones, | | una estrella que, en todas las acciones | 435 | de su marido, va delante haciendo | | camino a los discursos de la vida, | | la amistad más segura y conocida, | | el mejor libro, la verdad más clara, | | pues ni en temor, ni en interés repara. | 440 |
|
|
|
|
|
(Sale
ALBANO.)
|
ALBANO | Alomenos, mejor que haya llegado, | | mal me has pagado lo que te he servido, | | pues mi vida en tan poco has estimado. | |
|
|
CARLOS | Que daño fuera justo haber temido, | 445 | no siendo tú de mi rigor culpado, | | que no merece pena el mensajero, | | pero, remunerarte, presto espero. | |
|
|
ALBANO | Dile la caja, imaginando joyas | | como de desposado, y que tuviera | 450 | albricias, pero abriéndola, una daga | | pasando una escritura se aparece, | | con que toda la sala se estremece. | | Turbose la Duquesa, los crïados | | se alteran, yo no sé darles respuesta, | 455 | hace luego que afuera salgan todos | | y, por saber la causa, me conjura, | | yo atónito, por más que lo procura | | no respondo palabra y mi inocencia | | presento a su valor y a su prudencia. | 460 | Volverme deja y dice que te diga | | que guarda por tu prenda aquella daga, | | hasta que te la vuelva y satisfaga. | | |
—fol. 290v→
|
|
|
|
|
LUCINDO | Mas, ¿qué quiere, | | tomar las armas? |
|
|
CARLOS | Sean de sus ojos, | 465 | y verá como venga sus enojos, | | porque en todas las almas que repare, | | se llevará tras sí cuando mirare. | |
|
|
LUCINDO | Tome como quisiere sus enojos, | | que tú le respondiste como es justo. | 470 |
|
|
CARLOS | Teniendo al duque Alberto por amigo, | | no hay en el mundo para mí enemigo | | que yo deba estimar. |
|
|
ALBANO | ¿Son las mujeres | | amigas de venganza? |
|
|
CARLOS | ¿Qué venganza, | | si ella sin honra a ser mujer se atreve | 475 | de un hombre como yo? |
|
|
|
CARLOS | No son aquestas cosas para todos. | | Yo, Albano, estoy casado con Otavia, | | y me quiero partir a ver sus ojos. | | Ya está toda mi gente prevenida, | 480 | busque, Lisarda hermosa y combatida | | de tantos pretendientes, quien merezca | | lo que al más rico y más gallardo ofrezca, | | que el respondelle con aquella daga, | | rompiendo la escritura del concierto, | 485 |
(Sale, en hábito de cazador,
LISARDA y
TRISTÁN, criado suyo.)
| no fue sin ocasión. |
|
|
|
TRISTÁN | Ya estoy en todo, y tú serás servido. | |
|
|
LISARDA | La lengua del crïado es el oído. | | Deme vuestra señoría | | los pies. |
|
|
|
LISARDA | Prospere, señor, el cielo | | vuestra edad y gallardía, | | que aun es mayor que la fama. | |
|
|
|
LISARDA | Soy un cazador, | | que la de vuestro valor, | 495 | a vuestro servicio llama. | | Dicen que tenéis las aves | | mejores que ha visto el viento, | | cuando cortan su elemento, | | con los cuchillos suaves. | 500 | Y que es tal vuestra afición | | a lo que es volatería, | | que solo puede la mía | | haceros comparación. | | Y así, he venido a traeros | 505 | dos halcones alemanes, | | tan hermosos y galanes, | | que solo después de veros, | | podré decir que hay señor | | que los merezca, sin esto | 510 | |
—fol. 291r→
| vengo a serviros dispuesto, | | si me hacéis tanto favor. | | Que bien sé que no tenéis | | quien sepa sus calidades, | | sus curas y enfermedades | 515 | como yo. |
|
|
CARLOS | Más parecéis | | algún señor disfrazado | | que cazador. |
|
|
LISARDA | La nación | | lo causa, que la opinión | | de la belleza le han dado. | 520 |
|
|
CARLOS | ¡A la cuenta sois inglés! | |
|
|
LISARDA | Sí, señor y os certifico | | que aunque bien nacido y rico, | | si bien no lo soy después, | | que tanto me ha distraído | 525 | la caza, que su afición | | me lleva de mi nación | | por las estrañas perdido. | | Si un príncipe tiene fama | | de cazador, allá voy, | 530 | tan aficionado soy, | | así me provoca y llama. | | Esta ha sido la ocasión | | de venir a conoceros. | |
|
|
CARLOS | Yo quisiera entreteneros, | 535 | señor, como era razón, | | en plaza de amigo mío, | | que en la de crïado no. | | Pero a tal tiempo llegó | | vuestra gentileza y brío, | 540 | que yo me parto a casar | | con hija del duque Alberto, | | porque el firmado concierto | | no se puede dilatar. | | Compraré los dos halcones | 545 | de buena gana. |
|
|
|
CARLOS | ¿De qué manera | | entre tantas ocasiones? | |
|
|
LISARDA | Por el camino podremos | | probarlos, si vós queréis, | 550 | que si vós su valor veis, | | mejor nos concertaremos, | | así iréis entretenido, | | y yo de mi amor pagado. | |
|
|
CARLOS | Vuestro talle me ha obligado, | 555 | quiero acetar el partido. | | ¿Son neblíes? |
|
|
LISARDA | Ya sabéis | | que hay de halcones seis plumajes, | | o raleas, o linajes, | | como mejor los llaméis: | 560 | Hay gerifaltes, borníes, | | baharíes y alfaneques, | | sacres y neblíes, destos | | no hay por qué se diferencie | | el tagarote, que cuentan | 565 | por baharí, si bien tiene | | diferencia en el plumaje. | |
|
|
CARLOS | ¿Y qué nombre comprehende | | los vuestros? |
|
|
LISARDA | El de neblíes, | | que el de más nobles merecen | 570 | y de mayor corazón | | en cuantas aves suspende | | el aire. |
|
|
|
LISARDA | En los talles diferentes, | | de gran gentileza y brío, | 575 | y en las manos grandes siempre, | | con los dedos más delgados, | | más agiles y más fuertes, | | son sus cabezas muy primas, | | corta el ala, que guarnece | 580 | la punta mejor sacada, | | los otros ya veis que tienen | | cabezas grandes, más largas | | colas, y dedos más breves. | |
|
|
CARLOS | ¿Los vuestros son de Alemania? | 585 |
|
|
LISARDA | ¿Decislo por los que venden | | del Ducado de Saboya? | |
|
|
CARLOS | Hay muchos de muchas suertes, | | no son malos los de España. | |
|
|
LISARDA | Como los críen y ceben. | 590 |
|
|
CARLOS | Ahora bien, llevaros quiero | | conmigo. |
|
|
LISARDA | Dejad que os bese | | |
—fol. 291v→
| los pies por esa merced. | |
|
|
LUCINDO | Y haréis bien, porque se prueben | | los neblíes, de camino. | 595 |
|
|
CARLOS | Mucho la caza entretiene. | | ¿Cómo es vuestro nombre? |
|
|
|
CARLOS | Pues Enrique, haced que apreste | | los pájaros mis crïados, | | que quiero que otros se lleven. | 600 |
|
|
LISARDA | Vós veréis qué cazador | | hoy a vuestra casa viene. | |
|
|
CARLOS | Qué lindo talle, Lucindo. | |
|
|
|
|
(Vanse los tres.)
|
LISARDA | Ya, Tristán, somos crïados | 605 | de Carlos. |
|
|
TRISTÁN | Saber, querría, | | algo de volatería, | | que hay pájaros endiablados. | | No me puedo averiguar | | con estos halcones nuestros. | 610 |
|
|
LISARDA | Aun a los hombres más diestros | | dan que hacer y que pensar. | |
|
|
TRISTÁN | Que hallase un hombre invención | | para que un ave tan fiera | | se ablandase, de manera | 615 | que suelte un hombre un halcón | | y se le vuelve a la mano. | | Que haya ingenios inventores, | | de enviar pesquisidores | | contra el cuervo y el milano, | 620 | la grulla y garza inocente. | | Mas no me debo espantar, | | si todo el mundo es cazar | | con cuidado diligente. | | Mas, cual halcón tan garcero, | 625 | mejor que el dinero caza. | | ¡Qué lindo vuelo, qué traza | | tiene en cazar el dinero! | | A fee que no sale en vano, | | mas sola una falta tiene, | 630 | que en soltándole no viene | | por ningún caso a la mano. | |
|
|
LISARDA | Tristán, yo tuve un halcón, | | o pensé que le tenía, | | fuese de mi mano un día, | 635 | y llevome el corazón. | | En aquesta tierra está, | | el Conde le tiene aquí. | |
|
|
|
LISARDA | Sí, | | y agora con ellos va, | 640 | que quiere cazar con él | | una garza remontada, | | mas hay otra desdichada | | que viene a morir por él. | |
|
|
TRISTÁN | No entiendo volatería, | 645 | pero he visto que has mudado | | semblante y gusto. |
|
|
LISARDA | He quedado | | con mayor melancolía, | | después que vi la persona | | del Conde, porque quisiera | 650 | que de la Duquesa fuera | | a quien tan mal galardona, | | haber dejado por él | | tantos hombres de valor. | |
|
|
TRISTÁN | Él puede ser gran señor, | 655 | pero es muy falso y crüel. | | En nuestra tierra, contaban | | que este Carlos se casó | | con la Duquesa. |
|
|
|
|
LISARDA | Que lo concertaban, | 660 | y que firmado el concierto, | | la ha dejado por Otavia. | |
|
|
TRISTÁN | Y a quien la Duquesa agravia, | | ¿sirves tú? |
|
|
LISARDA | Vengo encubierto, | | solo a saber lo que pasa. | 665 |
|
|
TRISTÁN | Ya ¿qué tienes que saber, | | si es Otavia su mujer? | |
|
|
LISARDA | Entre tanto que se casa, | | puede mudar la fortuna | | semblante; ven a sacar | 670 | los halcones. |
|
|
TRISTÁN | Y a tomar | | de tu intento luz alguna. | | |
—fol. 292r→
| Que es Enrique mujer creo, | | o me engañan mis antojos, | | porque lo he visto en sus ojos | 675 | y en algo de mi deseo. | |
|
|
|
(Vanse, y sale el
MARQUÉS FINEO y
ESTACIO.)
|
FINEO | Mucho será, si yo no pierdo el seso. | |
|
|
ESTACIO | Con razón, alomenos, te enojaste. | |
|
|
FINEO | No sé, que en el rigor deste suceso, | | entendimiento ni prudencia baste. | 680 | Fortuna, ¿para qué con tanto exceso, | | por la guerra y la paz me levantaste | | al grado que de mí la fama cuenta, | | si me dejas caer con tanta afrenta? | | Escríbole a Lisarda que la quiero | 685 | para mi esposa, y dice que casada | | está con Carlos, callo y considero | | que si no era mejor, al fin le agrada. | | Mudo de intento y la venganza espero | | de Otavia de casarse descuidada, | 690 | y escríbeme que Carlos es su esposo. | |
|
|
ESTACIO | Digo que con razón estás quejoso. | |
|
|
FINEO | ¿Carlos en todas partes, cómo es esto? | | ¿Carlos con dos mujeres desposado? | | ¿Carlos a mis intentos siempre opuesto? | 695 | ¿Carlos más preferido y estimado? | | A la justa venganza estoy dispuesto. | |
|
|
ESTACIO | Yo te diré, señor, lo que he pensado, | | que si Carlos oyó tu pensamiento, | | por no te hacer pesar, mudó de intento. | 700 | Y si deja a Lisarda por servirte, | | y se casa en Alenes con Otavia, | | bien puedes a estimalle persuadirte, | | por lo menos en esto no te agravia, | | bien puedes a tus bodas prevenirte, | 705 | que si Lisarda entonces no fue sabia, | | agora lo será con estimarte. | |
|
|
FINEO | Sí, mas será mi deshonor en parte, | | que no es justo querer lo que ha dejado | | Carlos. |
|
|
ESTACIO | ¿Por qué, si lo dejó de miedo? | 710 |
|
|
FINEO | Pues di, ¿cómo sabré que está casado?,
| | que si es mentira, más dudoso quedo. | |
|
|
ESTACIO | A la corte del Duque, disfrazado, | | |
—fol. 292v→
| a saber la verdad, partirme puedo. | |
|
|
FINEO | Vamos los dos, que quiero ver al Conde, | 715 | por ver si con la fama corresponde. | |
|
|
ESTACIO | Será para que olvides tu tristeza | | remedio celestial este camino. | |
|
|
FINEO | A estimar de Lisarda la belleza, | | sin verla me ha forzado mi destino. | 720 |
|
|
ESTACIO | Presto será laurel de tu cabeza. | |
|
|
FINEO | Será ceñirla de laurel divino, | | que las de aquellos Césares romanos, | | ganaron armas y tejieron manos. | |
|
|
|
(Vanse.)
|
|
(Salen
ROSELA y
CELIO, labradores.)
|
CELIO | ¿Tal crueldad, tal hermosura? | 725 |
|
|
|
CELIO | Dame la cinta, Rosela, | | así Dios te dé ventura. | |
|
|
ROSELA | Nunca quieras los favores | | forzados, porque es de necios. | 730 |
|
|
CELIO | Amor crece con desprecios, | | que hace sus fuerzas mayores. | | En mi vida quise bien, | | sino a quien me quiso mal. | |
|
|
ROSELA | Majadero sois, zagal, | 735 | pero si amáis con desdén, | | ¿por qué me pedís que os quiera? | | Pero si es para olvidarme, | | agradecedme el cansarme | | y el ser desdeñosa y fiera. | 740 | Que quiero que me debáis | | el trataros con desdén, | | porque el no quereros bien, | | es querer que me queráis. | |
|
|
CELIO | No te quiero, desdeñosa, | 745 | para olvidarte, Rosela, | | que fue una humilde cautela | | para volverte amorosa. | | Dame la cinta y darete | | un pájaro, el más hermoso | 750 | que ha visto el aire espacioso, | | aunque el florido ribete | | deste río a su elemento | | dorales3
levante y garzas. | | Saquele de entre unas zarzas | 755 | que quiso cazar hambriento | | un mísero francolín. | | Acogido a su sagrado, | | corrí con él todo el prado, | | huyendo del dueño, a fin | 760 | de emplealle en esas manos, | | porque ya dos cazadores | | venían tras mí. |
|
|
ROSELA | Que ignores | | que son los regalos vanos, | | donde no se tiene amor. | 765 |
|
|
CELIO | A la fee que el uno dellos | |
(Sale el
CONDE y
LISARDA.)
| viene aquí. |
|
|
CARLOS | Los dos son bellos, | | y el coronado el mejor. | | Que digo, gente de bien, | | ¿habéis visto por aquí | 770 | un halcón? |
|
|
|
|
CELIO | Señor, yo le tengo atado | | allí en aquella alquería. | |
|
|
LISARDA | Estará, por vida mía, | 775 | bien tratado y regalado. | |
|
|
CELIO | Venid conmigo, que yo | | no entiendo de sus regalos. | |
|
|
|
CELIO | De matarle a palos, | | por milagro se escapó. | 780 |
|
|
|
(Vanse los dos.)
|
CARLOS | ¿De donde sois, labradora? | | |
—fol. 293r→
|
|
|
ROSELA | Señor, de aquella alquería. | |
|
|
CARLOS | ¿Que habrá de aquí a la ciudad? | |
|
|
|
|
|
|
ROSELA | Y espeso, | 785 | de robles y de sabinas, | | nebrales, hayas y tejos. | |
|
|
CARLOS | ¿Qué dicen aquestos días | | del casamiento de Otavia? | |
|
|
ROSELA | Hasta agora mil mentiras, | 790 | pero ya dicen que es cierto, | | y el conde Carlos camina, | | para quien en la ciudad | | grandes fiestas prevenían, | | que de allá vino mi padre. | 795 |
|
|
|
ROSELA | Es linda, | | y a la fee que el conde Carlos, | | si la fama no es fingida, | | no le va en zaga a la novia. | |
|
|
CARLOS | Todo me causa alegría, | 800 | id con Dios. |
|
|
|
|
| (Vase.) |
CARLOS | Parece que me convida | | esta fuentecilla al sueño, | | que se le ven con la risa | | las entrañas de la arena | 805 | y los dientes de las guijas. | | Aquí me siento a escucharla, | | entre aquestas maravillas, | | mientras que mi gente llega. | |
|
|
|
(Sale
LISARDA.)
|
LISARDA | Ponle en su alcándara y mira | 810 | que le regales de modo | | que se componga y corrija. | | Parece que aqueste halcón | | mi presente historia imita. | | Entre zarzas me han cogido, | 815 | cuando pensé que tenía | | entre las uñas la presa, | | pero no fue mi desdicha | | perder a Carlos, que en fin, | | mi imaginación perdía. | 820 | Pero agora que mi amor | | es verdadero en su vista, | | siento que le goce Otavia. | | Celos me quitan la vida. | | Corta fue la fama en él, | 825 | ¿por qué la pintan vestida | | de lenguas, si hablo tan poco? | | ¡Ay, cielos!, en las orillas | | de aquel arroyo descansa, | | ¡oh, como el agua lasciva | 830 | le provoca a dulce sueño!, | | ni tiene celos ni envidia. | | Que era mi marido Carlos, | | que perdí su compañía, | | que le ha de gozar Otavia, | 835 | ¿cómo, cielos, se me olvida? | | Que para vengarme dél, | | tengo aquí la daga misma, | | temo mi amor, que está loco, | | y si de razón me priva, | 840 | quitaré la vida a Carlos, | | alma de mi propia vida. | | Despertarle será bien. | | ¡Ah, Conde, así se camina | | donde tanto bien se espera! | 845 |
|
|
CARLOS | Oh, Enrique, ¿de qué te admiras, | | si ves el cristal del agua | | guarnecer de perlas finas | | la variedad destas flores. | |
|
|
LISARDA | Mucho de tu bien te olvidas. | 850 |
|
|
CARLOS | Enrique, no camino | | con el gusto que piensas a casarme, | | que un grave desatino | | me obliga, en lo que miras, a vengarme; | | que tuve el pensamiento | 855 | más a mi gusto en otro casamiento. | | |
—fol. 293v→
| Grande amor te he cobrado, | | tu ingenio y tu persona le merecen. | | Solos nos han dejado, | | lugar para que hablemos nos ofrecen. | 860 | Descansaré contigo. | |
|
|
LISARDA | No hay título que iguale al del amigo. | |
|
|
CARLOS | Entre estos sauces verdes, | | doseles deste arroyo, escucha un rato, | | que quiero que te acuerdes | 865 | si me llamaste por Lisarda ingrato, | | ayer que hablamos della, | | que estuvo en mí la fee, la culpa en ella. | |
|
|
LISARDA | ¿Qué puedes tú decirme, | | que pueda disculpar su injusto agravio?, | 870 | pues ella estuvo firme | | y tú tan inconstante. |
|
|
CARLOS | El hombre sabio, | | siempre guarda un oído, | | con dos naciste, luego no lo has sido. | | Tú dices que la fama, | 875 | de mí te ha dicho tales sinrazones. | | Fama solo se llama | | la que ensalza los ínclitos varones, | | porque la mentirosa | | no es fama, Enrique, opinión famosa. | 880 | Caseme con Lisarda, | | por fama enamorado, y aun lo vivo, | | y mujer tan gallarda | | y preciada de pecho tan altivo, | | en que tuvo fundado | 885 | casar conmigo, amando a su crïado. | |
|
|
LISARDA | ¿Amando a quién, qué dices? | |
|
|
|
|
CARLOS | Aunque te escandalices, | | Lisarda era mujer, bien disculpado | 890 | tiene su yerro el nombre, | | pues tiene tantos el valor del hombre. | |
|
|
LISARDA | Lisarda, ni ha tenido | | tal opinión, ni es cosa que a Lisarda | | puede haber ofendido, | 895 | mucho desdice a tu valor. |
|
|
CARLOS | Aguarda, | | que no quiero que creas | | |
—fol. 294r→
| que caben en mi honor cosas tan feas. | | Lee esa carta y mira | | si rompí la escritura por mudanza. | 900 |
|
|
LISARDA | Ya la letra me admira, | | que siempre tuve cierta confianza | | de que era todo engaño, | | y que de envidia resultó mi daño. | |
|
|
|
| (Lea para sí.) |
CARLOS | Imaginado tengo | 905 | que este mozo es espía de Lisarda, | | ya sospechoso vengo | | y, aunque ninguna cosa me acobarda, | | bien será que se vuelva, | | o, a lo menos, dejalle en esta selva. | 910 | Si a vengar el agravio | | viene, de aquella daga y escritura, | | no era consejo sabio | | hablarme en ella, que si hacer procura | | traición, mejor la hiciera | 915 | si della no tratara. |
|
|
LISARDA | Quién creyera | | que tanto una mentira | | mover pudiera un noble pensamiento. | |
|
|
CARLOS | Ya la carta le admira, | | los suspiros, el rostro, el movimiento, | 920 | dan muestras de que siente | | el daño de Lisarda, tiernamente. | | Enrique, si has leído, | | ¿qué vuelves a leer?, ¿qué miras
tanto? | |
|
|
LISARDA | Miro y pierdo el sentido | 925 | de ver que miente aquesta pluma, en cuanto | | de Lisarda te escribe, | | porque inocente como un ángel vive. | | Yo he vivido en su casa, | | si te digo verdad, y aquesta letra | 930 | que el alma me traspasa, | | y todos los sentidos me penetra, | | es de su propia hermana. | | Así la envidia suele ser tirana. | | Por la cruz que ceñida | 935 | al lado traigo, y por el Dios que adoro, | | que es falsa y fementida | | |
—fol 294v→
| toda la carta, y que perdió el decoro | | a su sangre envidiosa, | | que te debe de amar y está celosa. | 940 |
|
|
CARLOS | Enrique, yo te creo, | | pero juzga qué hicieras, si por dicha | | vieras caso tan feo. | |
|
|
LISARDA | Mal consejo tomaste, fue desdicha, | | pues fuera más prudencia | 945 | informarte mejor de su inocencia. | | Acción indigna ha sido | | de tu valor. |
|
|
CARLOS | Ya, Enrique, estoy casado. | | ¿Lisarda qué ha perdido? | |
|
|
LISARDA | ¿Qué ha perdido?, el honor que le has quitado. | 950 |
|
|
|
LISARDA | Carlos, ningún secreto tiene llave. | | Procediste imprudente, | | mas remediarlo puedes. |
|
|
|
LISARDA | Informando a tu gente | 955 | de que has sabido la verdad de todo, | | y que volverte quieres. | |
|
|
CARLOS | Mucho, Enrique, te deben las mujeres. | | Qué presto que has creído | | que tu amiga Lisarda está inocente, | 960 | cosa que tú hayas sido | | el crïado que quiere tiernamente, | | y vengas a matarme, | | si no sales mejor con engañarme. | |
|
|
LISARDA | Yo soy un caballero | 965 | tan bien nacido, Conde, y tan honrado | | como probarlo espero, | | y nunca de Lisarda fui crïado, | | ni a matarte he venido, | | que si quisiera, aquí te hallé dormido. | 970 | No sé qué es trato doble, | | de que infamarme injustamente quieres, | | tócame como a noble | | defender el valor de las mujeres, | | que el hombre que le ofende, | 975 | Carlos, ni le merece, ni le entiende, | | La mujer es corona | | del hombre. |
|
|
|
LISARDA | Y una buena | | |
—fol. 295r→
| las no tales abona, | | y vale por mil hombres de honor llena, | 980 | que las que malas fueron | | del hombre a quien amaron lo aprendieron. | |
|
|
|
LISARDA | Eso faltaba solo que dijeras. | |
|
|
CARLOS | Mirando el campo raso | 985 | de las flores que ya tener pudieras, | | tuve aquesta sospecha, | | de pensamientos atrevidos hecha. | |
|
|
LISARDA | De suerte que soy hombre | | para Lisarda y darme, Carlos, quieres | 990 | de su galán el nombre, | | y mujer, porque alabo a las mujeres. | | Como se ve tu engaño. | |
|
|
CARLOS | Enrique, tarde llega el desengaño. | | Si has de venir conmigo, | 995 | no has de hablarme en Lisarda eternamente. | | El Duque, mi enemigo, | | quiere que firme, y nuestra paz se asiente, | | y con su hija, Otavia, | | de cuanto ya pasó se desagravia. | 1000 | ¿Lisarda, qué ha perdido, | | pues que puede casarse con Fineo? | | Si testimonio ha sido, | | culpe a su hermana y a su vil deseo, | | que si yo no fui cuerdo, | 1005 | baste para castigo que la pierdo. | |
|
|
LISARDA | Obedecerte es justo, | | no te hablaré en Lisarda eternamente. | |
|
|
CARLOS | Dios sabe mi disgusto, | | camina que se acerca nuestra gente. | 1010 |
|
|
LISARDA | ¿Qué mujer ha llegado, | | de amor y celos, a tan triste estado? | | La muerte me responde | | que no hay otro remedio, estoy perdida, | | hasta casarse el Conde, | 1015 | seguid sus pasos, enojosa vida, | | que no hay dolor tan fuerte | | que del término pase de la muerte. | |
|
|
—fol. 295v→
|