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El vergonzoso en palacio

Comedia famosa

Tirso de Molina


[Nota preliminar: Edición a cargo de Francisco De Asís Florit Durán. Grupo de investigación ARTE NUEVO. Proyecto TC/12.

Para el establecimiento del texto de El vergonzoso en palacio se ha tomado como base la edición príncipe, publicada en la miscelánea Cigarrales de Toledo en Madrid, por Luis Sánchez, 1624, que entre las páginas 107-182 contiene la comedia que se edita. Ejemplar manejado: BNE, signatura R-1313. Se han tenido también en cuenta las dos reediciones incluidas en Cigarrales de Toledo, la de 1630 (Madrid, por la viuda de Luis Sánchez. Ejemplar manejado: BNE, signatura R-31610) y la de 1631 (Barcelona, por Gerónimo Margarit. Ejemplar manejado: BNE, signatura R-2328). Así mismo se han utilizado los manuscritos, no autógrafos, pero sí del siglo XVII, 16912 y 14996 de la BNE. Por último, se ha tenido especialmente en cuenta la edición de Blanca Oteiza (Madrid, Real Academia Española, 2012) que, al ser la última en aparecer, se hace cargo de todas las ediciones modernas anteriores.]



PERSONAS DELLA
 

 
EL DUQUE DE AVERO.
DON DUARTE,   conde de Estremoz.
DOS CAZADORES.
FIGUEREDO,   criado.
TARSO,   pastor.
MELISA,   pastora.
DORISTO,   alcalde.
MIRENO,   pastor.
LARISO,   pastor.
DENIO,   pastor.
RUY LORENZO,   secretario.
VASCO,   lacayo.
DOÑA JUANA.
DON ANTONIO.
DOÑA MADALENA.
DOÑA SERAFINA.
UN PINTOR.
LAURO,   viejo, pastor.
BATO,   pastor.
UN TAMBOR.


Representola Sánchez, único en este género.






ArribaAbajoActo I

 

Salen el DUQUE DE AVERO, viejo, y el CONDE DE ESTREMOZ, de caza.

 
DUQUE
   De industria a esta espesura retirado
vengo de mis monteros, que siguiendo
un jabalí ligero nos han dado
el lugar que pedís; aunque no entiendo
con qué intención, confuso y alterado,5
cuando en mis bosques festejar pretendo
vuestra venida, conde don Duarte,
dejáis la caza por hablarme aparte.
CONDE

 (Echa mano.) 

   Basta el disimular; sacá el acero
que ya olvidado os comparaba a Numa,10
que el que desnudo veis, duque de Avero,
os dará la respuesta en breve suma.
De lengua al agraviado caballero
ha de servir la espada, no la pluma,
   que muda dice a voces vuestra mengua.15
DUQUE
   Lengua es la espada, pues parece lengua,
y pues con ella estáis, y así os provoca
a dar quejas de mí, puesto que en vano,
refrenando las lenguas de la boca,

 (Echa mano.) 

hablen solas las lenguas de la mano20
si la ocasión que os doy, que será poca
para ese enojo poco cortesano,
a que primero lo digáis no os mueve,
pues mi valor ningún agravio os debe.
CONDE
   ¡Bueno es que así disimuléis los daños25
que contra vos el cielo manifiesta!
DUQUE
¿Qué daños, conde?
CONDE
Si en los largos años
de vuestra edad prolija, agora apresta,
duque de Avero, escusas, no hay engaños
que puedan convencerme; la respuesta30
que me pedís ese papel la afirma
con vuestro sello, vuestra letra y firma.

 (Arrójale.) 

   Tomalde, pues es vuestro; que el criado
que sobornastes para darme muerte
es en lealtad de bronce, y no ha bastado35
vuestro interés contra su muro fuerte.
Por escrito mandastes que en mi estado
me quitase la vida, y desta suerte
no os espantéis que diga, y lo presuma
que, en vez de espada ejercitáis la pluma.40
DUQUE
   ¡Yo mandaros matar!
CONDE
Aqueste sello
¿no es vuestro?
DUQUE
Sí.
CONDE
¿Podéis negar tampoco
aquesa firma? Ved si me querello
con justa causa.
DUQUE
¿Estoy despierto o loco?
CONDE
Leed ese papel, que con leello45
veréis cuán justamente me provoco
a tomar la venganza por mis manos.
DUQUE
¿Qué enredo es éste, cielos soberanos?

 (Lee el DUQUE la carta.) 

«Para satisfacción de algunos agravios que con la muerte del conde de Estremoz se pueden remediar, no hallo otro medio mejor que la confianza que en vos tengo puesta; y para que salga verdadera me importa, pues sois su camarero, seáis también el ejecutor de mi venganza; cumplilda, y veníos a mi estado, que en él estaréis seguro y con el premio que merece el peligro a que os ponéis por mi causa. Sírvaos esta carta de creencia, y dádsela a quien os la lleva, advirtiendo lo que importa la brevedad y el secreto. De mi villa de Avero, a 12 de marzo de 1400 años. El duque».

CONDE
   No sé qué injuria os haya jamás hecho
la casa de Estremoz, de quien soy conde,50
para degenerar del noble pecho
que a vuestra antigua sangre corresponde.
DUQUE
Si no es que algún traidor ha contrahecho
mi firma y sello, falso, en quien se esconde
algún secreto enojo, con que intenta55
con vuestra muerte mi perpetua afrenta,
   vive el cielo, que sabe mi inocencia
y conoce al autor deste delito,
que jamás en ausencia o en presencia,
por obra, por palabra o por escrito,60
procuré vuestro daño; a la experiencia,
si queréis aguardarla, me remito,
que con su ayuda en esta misma tarde
tengo de descubrir su autor cobarde.
   Confieso la razón que habéis tenido,65
y hasta dejaros, conde, satisfecho,
que suspendáis el justo enojo os pido
y soseguéis el alterado pecho.

 (Envainan.) 

CONDE
Yo soy contento, duque; persuadido
me dejáis algún tanto.
DUQUE
No sospecho
70
quién ha sido el autor de aqueste insulto
que con mi firma y sello viene oculto;
   pero antes de que dé fin hoy a la caza,
descubriré quién fueron los traidores.)
 

(Salen dos cazadores.)

 
CAZADOR 1.º
¡Famoso jabalí!
CAZADOR 2.º
Dímosle caza,
75
y, a pesar de los perros corredores,
hicieron sus colmillos ancha plaza
y escapose.
DUQUE
Estos son mis cazadores.
Amigos...
CAZADOR 1.º
¡Oh, señor!
DUQUE
No habréis dejado
a vida jabalí, corzo o venado.80
   ¿Hay mucha presa?
CAZADOR 2.º
Habrala suficiente
para que tus acémilas no tornen
vacías.
DUQUE
¿Qué se ha muerto?
CAZADOR 2.º
Más de veinte
coronados venados, porque adornen
las puertas de palacio con su frente,85
y porque en ellos, cuando a Avero tornen,
originales vean sus traslados
que en figuras de hombres son venados;
   tres jabalíes y un oso temerario,
sin la caza menor, porque esa espanta.90
DUQUE
Mátase en este bosque de ordinario
gran suma della.
CAZADOR 1.º
No hay mata ni planta
que no la críe.
 

(Sale FIGUEREDO.)

 
FIGUEREDO
¡Oh falso secretario!
DUQUE
¿Qué es esto? ¿Dónde vas con priesa tanta?
FIGUEREDO
¡Gracias a Dios, señor, que hallarte puedo!95
DUQUE
¿Qué alboroto es aqueste, Figueredo?
FIGUEREDO
   Una traición habemos descubierto,
que por tu secretario aleve urdida,
al conde de Estremoz hubiera muerto
si llegara la noche.
CONDE
¿A mí?
FIGUEREDO
La vida
100
me debéis, conde.
CONDE

 (Aparte.) 

(Ya la causa advierto
de su enojo y venganza mal cumplida:
engañé la hermosura de Leonela,
su hermana, y, alcanzada despreciela.)
DUQUE
   ¡Gracias al cielo, que por la justicia105
del inocente vuelve! Y ¿de qué suerte
se supo la traición de su malicia?
FIGUEREDO
Llamó en secreto un mozo pobre y fuerte
y como puede tanto la codicia
prometiole, si al conde daba muerte,110
enriquecerle, y, para asegurarle
dijo que tú, señor, hacías matarle.
   Pudo el vil interés manchar su fama;
aquesta noche prometió, en efeto,
cumplillo; mas amaba, que es quien ama115
pródigo de su hacienda y su secreto.
Dicen que suele ser potro la cama,
donde hace confesar al más discreto
una mujer que da a la lengua y boca
tormento, no de cuerda, mas de toca.120
   Declarola el concierto que había hecho
y encargola el secreto, mas como era
el güésped grande, el aposento estrecho,
tuvo dolores hasta echalle fuera.
Concibió por la oreja, parió el pecho125
por la boca, y fue el parto de manera
que cuando el sol doraba el mediodía
ya toda Avero la traición sabía.
   Prendió al parlero mozo la justicia
y Ruy Lorenzo huyó con un criado,130
cómplice en las traiciones y malicia,
que el delincuente preso ha confesado.
Desto te vengo a dar, señor, noticia.
DUQUE
¿Veis, conde, cómo el cielo ha averiguado
todo el caso, y mi honra satisfizo?135
Ruy Lorenzo mi firma contrahizo.
   Averiguar primero las verdades,
conde, que despeñarse, fue prudencia
de sabias y discretas calidades.
CONDE
No sé qué le responda a vueselencia;140
sólo que de un ministro en falsedades
diestro, pudo causar a mi impaciencia
el engaño que agora siento en suma,
mas, ¿qué no engañará una falsa pluma?
DUQUE
   Yo miraré desde hoy a quién recibo145
por secretario.
CONDE
Si el fiar secretos
importa tanto, ya yo me apercibo
a elegir más leales que discretos.
DUQUE
Milagro, conde, fue dejaros vivo.
CONDE
La traición ocasiona estos efetos:150
huyó la deslealtad y la luz pura
de la verdad, señor, quedó segura.
   ¡Válgame el cielo! ¡Qué dichoso he sido!
DUQUE
Para un traidor que en esto se desvela
todo es poco.
CONDE
Perdón humilde os pido.
155
DUQUE
A cualquiera engañara su cautela:
disculpado estáis, conde.
CONDE

 (Aparte.) 

(Aquesto ha urdido
la mujeril venganza de Leonela;
pero importa que el duque esté ignorante
de la ocasión que tuvo, aunque bastante.)160
DUQUE
   Pésame que el autor de aqueste exceso
huyese. Pero vamos, que buscalle
haré de suerte que al que muerto o preso
le trujere, prometo de entregalle
la hacienda que dejó.
CAZADOR 2.º
Si ofreces eso
165
no habrá quien no le siga.
DUQUE
Verá dalle
todo este reino un ejemplar castigo.
CONDE

 (A FIGUEREDO.) 

La vida os debo; pagarela, amigo.

 (Vanse.) 

 

(Salen TARSO y MELISA, pastores.)

 
MELISA
   ¿Así me dejas, traidor?
TARSO
Melisa, domá otros potros,170
que ya no me hace quillotros
en el alma vueso amor.
   Con la ausencia de medio año
que ha que ni os busco ni os veo,
   curó el tiempo mi deseo,175
la enfermedad de un engaño.
   Dando a mis celos dieta
estó bueno poco a poco;
ya, Melisa, no so loco,
porque ya no so poeta:180
   ¡las copras que a cada paso
os hice! ¡Huego de Dios
en ellas, en mí y en vos!
¡Si de subir al Parnaso
   por sus musas de alquiler185
me he quedado despeado!
¡Qué de nombres que os he dado:
luna, estrella, Locifer...!
   ¿Qué tenéis bueno, Melisa,
que no alabase mi canto?190
Copras os compuse al llanto,
copras os hice a la risa,
   copras al dulce mirar,
al sospirar, al toser,
al callar, al responder,195
al asentarse, al andar,
   al branco color, al prieto,
a vuesos desdenes locos...
¡al escopir y a los mocos
pienso que os hice un soneto!200
   Ya me salí del garlito
do me cogistes, par Dios;
que no se me da por vos
ni por vueso amor un pito.
MELISA
   ¡Ay Tarso, Tarso, en efeto205
hombre, que es decir olvido!
¿Que una ausencia haya podido
hacer perderme el respeto
   a mí, Tarso?
TARSO
A vos y a Judas.
Sois mudable: ¿qué queréis,210
si en señal deso os ponéis
en la cara tantas mudas?
MELISA
   ¿Ah, sí? Mis prendas me torna,
mis cintas y mis cabellos.
TARSO
¿Luego pensáis que con ellos215
mi pecho o zurrón se adorna?
   ¡Qué boba!, ca a estar yo ciego
trujera conmigo el daño.
Ya, Melisa, habrá medio año
que con todo di en el huego.220
   Cabellos que fueron lazos
de mi esperanza crueles,
listones, rosas, papeles,
baratijas y embarazos,
   todo el huego lo deshizo,225
porque hechizó mi sosiego,
pues suele echarse en el huego,
porque no empezca, el hechizo.
   Hasta el zurrón di a la brasa
do guardé mis desatinos,230
que por quemar los vecinos
se pega huego a la casa.
MELISA
   ¿Esto he de sufrir? ¡Ay, cielo!

 (Llora.) 

TARSO
Aunque lloréis un diluvio
tenéis el cabello rubio:235
no hay que fiar dese pelo.
   Ya os conozco, que sois fina.
¡Pues no me habéis de engañar,
par Dios, aunque os vea llorar
los tuétanos y la orina!240
MELISA
   ¡Traidor!
TARSO
¡Verá la envinción!
Enjugad los arcaduces,
que hacéis el llanto a dos luces
como candil de mesón.
MELISA
   Yo me vengaré, cruel.245
TARSO
¿Cómo?
MELISA
Casándome, ingrato.
TARSO
Eso es tomar el zapato
y daros luego con él.
MELISA
   Vete de aquí.
TARSO
Que me prace.

 (Hace que se va.) 

MELISA
¿Que te vas desa manera?250
TARSO
¿No lo veis? Andando.
MELISA
Espera.
¿Mas que sé de dónde nace
   tu desamor?
TARSO
¿Mas que no?
MELISA
Celillos son de Mireno.
TARSO
¿Yo celillos? ¡Oh, qué bueno!255
Ya ese tiempo se acabó.
   Mireno, el hijo de Lauro,
a quien sirvo y cuyo pan
como, es discreto y galán,
y como tal le restauro260
   vueso amor; mas yo le miro
tan libre, que en la ribera
no hallaréis quien se prefiera
a hacelle dar un suspiro.
   Trújole su padre aquí265
pequeño, y bien sabéis vos
que murmuran más de dos,
aunque vive y anda así,
   que debajo del sayal
que le sirve de corteza270
se encubre alguna nobleza
con que se honra Portugal.
   No hay pastor en todo el Miño
que no le quiera y respete,
ni libertad que no inquiete275
como a vos; mas ved qué aliño,
   si la suerte hacelle quiso
tan desdeñoso y cruel
que hay dos mil Ecos por él
de quien es sordo Narciso.280
   Como os veis dél despreciada,
agora os venís acá;
mas no entraréis; porque está
el alma a puerta cerrada.
MELISA
   En fin, ¿no me quieres?
TARSO
No.
285
MELISA
Pues, para esta, don ingrato,
que yo castigue tu trato.
TARSO
¿Castigarme a mí vos?
MELISA
Yo.
   Presto verás, fementido,
si te doy más de un cuidado,290
que nunca el hombre rogado
ama como aborrecido.
TARSO
   ¡Bueno!
MELISA
Verás lo que pasa:
celos te dará un pastor,
que cuando se pierde amor295
ellos le vuelven a casa.

 (Vase.) 

TARSO
   Sí andad... Hecho me ha temer
alguna burla, aunque habro,
que no tendrá miedo al diabro
quien no teme a una mujer.300
 

(Sale MIRENO, pastor bizarro.)

 
MIRENO
   ¿Es Tarso?
TARSO
¡Oh, Mireno! Soy
tu amigo fiel, si este nombre
merece tener un hombre
que te sirve.
MIRENO
Todo hoy
   te ando a buscar.
TARSO
Melisa
305
me ha detenido aquí un hora,
y cuanto más por mí llora
más me muero yo de risa.
   Pero ¿qué hay de nuevo?
MIRENO
Amigo,
la mucha satisfación310
que tengo de tu afición
me obliga a tratar contigo
   lo que, a no quererte tanto,
ejecutará sin ti.
TARSO
De ver que me hables así,315
por ser tan nuevo, me espanto.
   Contigo, desde pequeño,
me crió Lauro y aunqué
según mi edad ya podré
gobernar casa y ser dueño,320
   quiero más, por el amor
que ha tanto que te he cobrado,
ser en tu casa criado
que en la mía ser señor.
MIRENO
   En fe de haber descubierto325
mi experiencia que es así
y hallar, Tarso, ingenio en ti,
puesto que humilde, despierto,
   pretendo en tu compañía
probar si hasta donde alcanza330
la barra de mi esperanza
llega la ventura mía.
   Mucho ha que me tiene triste
mi altiva imaginación
cuya soberbia ambición335
no sé en qué estriba o consiste.
   Considero algunos ratos
que los cielos, que pudieron
hacerme noble y me hicieron
un pastor, fueron ingratos;340
   y que pues con tal bajeza
me acobardo y avergüenzo,
puedo poco, pues no venzo
mi misma naturaleza.
   Tanto el pensamiento cava345
en esto, que ha habido vez
que afrentando la vejez
de Lauro, mi padre, estaba
   por dudar si soy su hijo
o si me hurtó a algún señor,350
aunque de su mucho amor
mi necio engaño colijo.
   Mil veces estando a solas
le he preguntado si acaso
el mundo, que a cada paso355
honras anega en sus olas,
   le sublimó a su alto asiento
y derribó del lugar
que intenta otra vez cobrar
mi atrevido pensamiento,360
   porque el ser advenedizo
aquí anima mi opinión
y su mucha discreción
dice claro que es postizo
   su grosero oficio y traje,365
por más que en él se reporte,
pues más es para la corte
que los montes su lenguaje.
   Siempre, Tarso, ha malogrado
estas imaginaciones370
y con largas digresiones
mil sucesos me ha contado,
   que todos paran en ser,
contra mis intentos vanos,
progenitores villanos375
los que me dieron el ser.
   Esto, que había de humillarme,
con tal violencia me altera,
que desta vida grosera
me ha forzado a desterrarme380
   y que a buscar me desmande
lo que mi estrella destina,
que a cosas grandes me inclina
y algún bien me aguarda grande,
   que, si tan pobre nací385
como el hado me crío,
cuanto más me hiciere yo
más vendré a deberme a mí.
   Si quieres participar
de mis males o mis bienes,390
buena ocasión, Tarso, tienes;
déjame de aconsejar,
   y determínate luego.
TARSO
Para mí bástame el verte,
Mireno, de aquesa suerte;395
ni te aconsejo ni ruego;
   discreto eres; estodiado
has con el cura; yo quiero
seguirte, aunque considero
de Lauro el nuevo cuidado.400
MIRENO
   Tarso, si dichoso soy,
yo espero en Dios de trocar
en contento su pesar.
TARSO
¿Cuándo has de irte?
MIRENO
Luego.
TARSO
¿Hoy?
MIRENO
   Al punto.
TARSO
Y, ¿con qué dinero?
405
MIRENO
De dos bueyes que vendí
lo que basta llevo aquí.
Vamos derechos a Avero,
   y comprarete una espada
y un sombrero.
TARSO
¡Plegue a Dios
410
que no volvamos los dos
como perro con pedrada!

 (Vanse.) 

 

(Salen RUY LORENZO y VASCO, lacayo.)

 
VASCO
   Señor, vuélvete al bosque, pues conoces
que apenas estaremos aquí un hora
cuando las postas nos darán alcance,415
y los villanos destas caserías,
que nos buscan cual galgos a las liebres,
si nos cogen harán la remembranza
de Cristo y su Pasión hoy con nosotros,
y quedaremos por nuestros pecados420
en vez de remembrados desmembrados.
RUY
   Ya, Vasco, es imposible que la vida
podamos conservar, pues cuando el cielo
nos librase de tantos que nos buscan,
el hambre vil, que con infames armas425
debilita las fuerzas más robustas,
nos tiene de entregar al duque fiero.
VASCO
Para el hambre y sus armas no hay acero.
RUY
   Por vengar la deshonra de mi hermana,
que el conde de Estremoz tiene usurpada,430
su firma en una carta contrahice;
y saliéndome inútil esta traza,
busqué quien con su muerte me vengase,
mas nada se le cumple al desdichado,
y, pues lo soy, acabe con la vida,435
pues no pude cobrar venganza honrada,
que no es bien muera de hambre habiendo espada.
VASCO
   ¿Es posible que un hombre que se tiene
por hombre, como tú, hecho y derecho,
quisiese averiguar por tales medios440
si fue forzada o no tu hermana? Dime:
¿piensas de veras que en el mundo ha habido
mujer forzada?
RUY
¿Agora dudas de eso?
¿No están llenos los libros, las historias
y las pinturas de violentos raptos445
y forzosos estupros que no cuento?
VASCO
   Riyérame a no ver que aquesta noche
los dos habemos de cenar con Cristo,
aunque hacer colación me contentara
en el mundo, y a escuras me acostara.450
   Ven acá: si Leonela no quisiera
dejar coger las uvas de su viña,
¿no se pudiera hacer toda un ovillo,
como hace el erizo, y a puñadas,
aruños, coces, gritos y a bocados,455
dejar burlado a quien su honor maltrata,
en pie su fama y el melón sin cata?
   Defiéndese una yegua en medio un campo
de toda una caterva de rocines
sin poderse quejar: «¡Aquí del cielo,460
que me quitan mi honra!», como puede
una mujer honrada en aquel trance;
escápase una gata como el puño
de un gato zurdo y otro carirromo
por los caramanchones y tejados465
con sólo decir miao y echar un fufo;
y ¿quieren estas daifas persuadirnos
que no pueden guardar sus pertenencias
de peligros noturnos? Yo aseguro,
si como echa a galeras la justicia470
los forzados echara las forzadas,
que hubiera menos, y ésas más honradas.
 

(Salen TARSO y MIRENO.)

 
TARSO
   Jurómela Melisa. ¡Lindo cuento
será el ver que la he dado cantonada!
MIRENO
Mal pagaste su amor.
TARSO
Dala a Pilatos,
475
que es más mudable que hato de gitanos;
más arrequives tienen sus amores
que todo un canto de órgano; no quiero
sino seguirte a ti por mar y tierra
y trocar los amores por la guerra.480
RUY
   Gente suena.
VASCO
Es verdad, y aun en mis calzas
se han sonado de miedo las narices
del rostro circular, romadizadas.
RUY
Perdidos somos.
VASCO
¡Santos estrellados,
doleos de quien de miedo está en tortilla!,485
y si hay algún devoto de lacayos
sáqueme deste aprieto y yo le juro
de colgalle mis calzas a la puerta
de su templo, en lavándolas diez veces
y limpiando la cera de sus barrios,490
que, aunque las enceró mi pena fiera
no es buena para ofrendas esta cera.
RUY
   Sosiégate, que solos dos villanos
sin armas defensivas ni ofensivas
poco mal han de hacernos.
VASCO
¡Plegue al cielo!
495
RUY
Cuanto y más que el venir tan descuidados
nos asegura de lo que tememos.
VASCO
¡Ciégalos, San Antón!
RUY
Calla; lleguemos.
   ¿Adónde bueno, amigos?
MIRENO
¡Oh, señores!,
a la villa a comprar algunas cosas500
que el hombre ha menester. ¿Está allá el duque?
RUY
Allá quedaba.
MIRENO
Dele vida al cielo.
Y vosotros, ¿do bueno?, que esta senda
se aparta del camino real y guía
a unas caserías que se muestran505
al pie de aquella sierra.
RUY
Tus palabras
declaran tu bondad, pastor amigo.
Por vengar la deshonra de una hermana
intenté dar la muerte a un poderoso,
y sabiendo mi honrado atrevimiento510
el duque manda que me siga y prenda
su gente por aquestos despoblados,
y ya desesperado de librarme
salgo al camino. Quíteme la vida,
de tantos, por honrada, perseguida.515
MIRENO
   Lástima me habéis hecho y, vive el cielo
que, si como la suerte avara me hizo
un pastor pobre, más valor me diera,
por mi cuenta tomara vuestro agravio.
Lo que se puede hacer, de mi consejo,520
es que los dos troquéis esos vestidos
por aquestos groseros y encubiertos
os libraréis mejor hasta que el cielo
a daros su favor, señor, comience,
porque la industria los trabajos vence.525
RUY
   ¡Oh, noble pecho, que entre paños bastos
descubres el valor mayor que he visto!
Páguete el cielo, pues que yo no puedo,
ese favor.
MIRENO
La diligencia importa;
entremos en lo espeso y trocaremos530
el traje.
RUY
Vamos. ¡Venturoso he sido!

 (Vanse los dos.) 

TARSO
   ¿Y habéis también de darme por mi sayo
esas abigarradas con más cosas
que un menudo de vaca?
VASCO
Aunque me pese.
TARSO
Pues dos liciones me daréis primero,535
porque con ellas pueda hallar el tino
entradas y salidas desa Troya,
que pardiez que aunque el cura sabe tanto
que canta un parce mihi por do quiere,
no me supo vestir el día del Corpus540
para her el rey David.
VASCO
Vamos, que presto
os las sabréis poner.
TARSO
Como hay maestros
que enseñan a leer a los muchachos,
¿no pudieran poner en cada villa
maestros con salarios y con pagas545
que mos dieran lición de calzar bragas?

 (Vanse.) 

 

(Salen DORISTO, alcalde; LARISO y DENIO, pastores.)

 
DORISTO
   Ya los vestidos y señas
del amo y criado sé;
callad, que yo os los pondré,
Lariso, cual digan dueñas.550
LARISO
   ¿Qué quiso matar al conde?
¡Verá el bellaco!
DORISTO
Par Dios,
que si los cojo a los dos
y el diabro no los esconde,
   que he de llevarlos a Avero555
con cepo y grillos.
DENIO
¡Verá!
¿Qué bestia los llevará
en el cepo?
DORISTO
Regidero,
   no os metáis en eso vos,
que no empuño yo de balde560
el palillo. ¿No so alcalde?
Pues yo os juro, a non de Dios,
   que han de her como pubrico
y que los ha de llevar
con el cepo hasta el lugar565
de Avero vueso borrico.
LARISO
   Busquémoslos, que después
quillotraremos el modo
con que han de ir.
DORISTO
El monte todo
está cercado; por pies570
   no se irán.
DENIO
Amo y lacayo
han de estar aquí escondidos.
LARISO
Las señas de los vestidos,
sombreros, capas y sayo
   del mozo en la cholla llevo.575
DORISTO
Si los prendemos, por paga
diré al duque que mos haga
par del olmo un rollo nuevo.
LARISO
   Hombre sois de gran meollo
si rollo en el puebro hacéis.580
DORISTO
Él será tal que os honréis
que os digan: «váyase al rollo».

 (Vanse.) 

 

(Salen RUY LORENZO de pastor y MIRENO de galán.)

 
RUY
   De tal manera te asienta
el cortesano vestido
que me hubiera persuadido585
a que eras hombre de cuenta
   a no haber visto primero
que ocultaba la belleza
de los miembros la bajeza
de aqueste traje grosero.590
   Cuando se viste el villano
las galas del traje noble
parece imagen de roble
que ni mueve pie ni mano,
   ni hay quien persuadirse pueda595
sino que es, como sospecha,
pared que, de adobes hecha,
la cubre un tapiz de seda.
   Pero cuando en ti contemplo
el desenfado con que andas600
y el donaire con que mandas
ese vestido, otro ejemplo
   hallo en ti más natural,
que vuelve por tu decoro,
llamándote imagen de oro605
con la funda de sayal.
   Alguna nobleza infiero
que hay en ti, pues te prometo
que te he cobrado el respeto
que al mismo duque de Avero.610
   ¡Hágate el cielo como él!
MIRENO
Y a ti con sosiego y paz
te vuelva sin el disfraz
a tu estado, y fuera dél,
   con paciencia vencerás615
de la fortuna el ultraje.
Si te ve en aqueste traje
mi padre, en él hallarás
   nuevo amparo; en él te fía
y dile que me destierra620
mi inclinación a la guerra,
que espero en Dios que algún día
   buena vejez le he de dar.
RUY
Adiós, gallardo mancebo;
la espada sola me llevo625
para poder evitar,
   si me conocen, mi ofensa.
MIRENO
Haces bien; anda con Dios,
que hasta la villa los dos,
aunque vamos sin defensa630
   no tenemos qué temer
y allá espadas compraremos.
 

(Sale VASCO de pastor.)

 
VASCO
Vámonos de aquí. ¿Qué hacemos?,
que ya me quisiera ver
   cien leguas deste lugar.635
MIRENO
¿Y Tarso?
VASCO
Allí desenreda
las calzas, que agora queda
comenzándose a atacar,
   muy enojado conmigo
porque me llevo la espada,640
sin la cual no valgo nada.
MIRENO
La tardanza os daña.
RUY
Amigo,
   adiós.
VASCO
No está malo el sayo.
RUY
Jamás borrará el olvido
este favor.
VASCO
Embutido
645
va en un pastor un lacayo.

 (Vanse.) 

MIRENO
   Del castizo caballo descuidado
el hambre y apetito satisface
la verde yerba que en el campo nace,
el freno duro del arzón colgado,650
   mas luego que el jaez de oro esmaltado
le pone el dueño cuando fiestas hace,
argenta espumas, céspedes deshace,
con el pretal sonoro alborotado.
   Del mismo modo entre la encina y roble,655
criado con el rústico lenguaje
y vistiendo sayal tosco he vivido,
   mas despertó mi pensamiento noble,
como al caballo, el cortesano traje,
que aumenta la soberbia el buen vestido.660
 

(Sale TARSO de lacayo.)

 
TARSO
   ¿No ves las devanaderas
que me han forzado a traer?
Yo no acabo de entender
tan intrincadas quimeras.
   ¿No notas la confusión665
de calles y encrucijadas?
¿Has visto más rebanadas,
sin ser mis calzas melón?
   ¿Qué astrólogo tuvo esfera,
di, menos inteligible,670
que ha un hora que no es posible
topar con la faltriquera?
   ¡Válgame Dios, el juicio
que tendría el inventor
de tan confusa labor675
y enmarañado edificio!
   ¡Qué ingenio! ¡Qué entendimiento!
MIRENO
Basta, Tarso.
TARSO
No te asombre,
que ésta no ha sido obra de hombre.
MIRENO
Pues ¿de qué?
TARSO
De encantamiento;
680
   obra es digna de un Merlín,
porque en estos astrolabios
aun no hallaran los más sabios
ningún principio ni fin.
   Pero ya que enlacayado685
estoy y tú caballero,
¿qué hemos de hacer?
MIRENO
Ir a Avero,
que este traje ha levantado
   mi pensamiento de modo
que a nuevos intentos vuelo.690
TARSO
Tú querrás subir al cielo
y daremos en el lodo.
   Mas, pues eres ya otro hombre,
por si acaso adonde fueres
caballero hacerte quieres,695
¿no es bien que mudes el nombre?,
   que el de Mireno no es bueno
para nombre de señor.
MIRENO
Dices bien: no soy pastor,
ni he de llamarme Mireno.700
   Don Dionís en Portugal
es nombre ilustre y de fama:
don Dionís desde hoy me llama.
TARSO
No le has escogido mal,
   que los reyes que ha tenido705
de ese nombre esta nación
eterna veneración
ganaron a su apellido.
   Estremado es el ensayo,
Pero ya que así te ensalzas,710
dame un nombre que a estas calzas
les venga bien, de lacayo,
   que ya el de Tarso me quito.
MIRENO
Escógele tú.
TARSO
Yo escojo,
si no lo tienes a enojo...715
¿No es bueno...?
MIRENO
¿Cuál?
TARSO
Gómez Brito
   ¿Qué te parece?
MIRENO
Estremado.
TARSO
¡Gentiles cascos, por Dios!
Sin ser obispos, los dos
mos habemos confirmado.720
 

(Salen DORISTO, LARISO y DENIO y pastores con armas y sogas.)

 
DORISTO
   ¡Válgaos el dimunio, amén!
¿Que no los hemos de hallar?
LARISO
Si no es que saben volar
imposible es que no estén
   entre estas matas y peñas.725
DENIO
Busquémoslos por lo raso.
¿No son estos?
DORISTO
Habrad paso.
LARISO
Par Dios, conforme las señas,
   que son los proprios.
DORISTO
Atalde
los brazos, pues veis que están730
sin armas.
DENIO
Rendíos, galán.
LARISO
Tené al rey.
DORISTO
Tené al alcalde.
 

(Por detrás los cogen y atan.)

 
MIRENO
   ¿Qué es esto?
TARSO
¿Estáis en vosotros?
¿Por qué nos prendéis?
DORISTO
Por gatos.

 (A los suyos.) 

¡Aho! ¿No veis qué mojigatos735
habran?

 (A MIRENO y TARSO.) 

Sabéis her quillotros
   para dar la muerte al conde,
¿y pescudaisnos por qué
os prendemos?
DENIO
¡Bueno, a fe!
TARSO
¿Qué conde o qué muerte? ¿Adónde740
   mos habéis visto otra vez?
DORISTO
Allá os lo dirá el verdugo,
cuando os cuelgue cual besugo
de las agallas y nuez.
MIRENO
   A no llevarme la espada745
ya os fuerais arrepentidos.
TARSO
   El trueco de los vestidos
mos ha dado esta gatada.
   ¡Ah, mi señor don Dionís!,
¿es aquesta la ganancia750
de la guerra? ¿Qué ignorancia
te engañó?
DORISTO
¿Qué barbullís?
TARSO
   Tarso quiero ser, no Brito;
ganadero, no lacayo;
por bragas quiero mi sayo;755
las ollas lloro de Egito.
LARISO
   ¿Quieres callar, bellacón?
Darle de puñadas quiero.
DORISTO
Alto, a Avero.
MIRENO
Pues a Avero
nos llevan, ten corazón,760
   que cuando el duque nos vea
caerán éstos en su engaño
sin que nos mande hacer daño.
DORISTO
Rollo tendrá muesa aldea.
DENIO
   Cuando bajo el olmo le hagas,765
en él haremos concejo.
TARSO
   Yo de ninguno me quejo
si de estas malditas bragas.
   ¿Quién ha visto tal ensayo?
MIRENO
¿Qué temes, necio? ¿Qué dudas?770
TARSO
Si me cuelgan y hago un Judas
sin haber Judas lacayo,
   ¿no he de llorar y temer?
Hoy me cuelgan del cogollo.
DORISTO
En la picota del rollo775
un reloj he de poner.
   Vamos.
LARISO
Bien el puebro ensalzas.
TARSO
Si te quieres escapar
do no te puedan hallar,
métete dentro en mis calzas.780

 (Vanse.) 

 

(Salen DOÑA JUANA y DON ANTONIO, de camino.)

 
JUANA
   ¡Primo don Antonio!
ANTONIO
Paso,
no me nombréis, que no quiero
hagáis de mí tanto caso
que me conozca en Avero
el duque. A Galicia paso785
   donde el rey don Juan me llama
de Castilla, que me ama
y hace merced, y deseo,
a costa de algún rodeo,
saber si miente la fama790
   que ofrece el lugar primero
de la hermosura de España
a las hijas del de Avero
o si la fama se engaña
y miente el vulgo ligero.795
JUANA
   Bien hay que estimar y ver,
pero no habéis de querer
que así tan de paso os goce.
ANTONIO
Si el de Avero me conoce
y me obliga a detener800
   caer en falta recelo
con el rey.
JUANA
Pues si eso pasa,
de mi gusto al vuestro apelo;
mas si sabe que en su casa
don Antonio de Barcelo,805
   conde de Penela, ha estado,
y que encubierto ha pasado
cuando le pudo servir
en ella, halo de sentir
con exceso, que en su estado810
   jamás llegó caballero
que por inviolables leyes
no le hospede.
ANTONIO
Así lo infiero,
que es nieto, en fin, de los reyes
de Portugal el de Avero.815
   Pero, dejando esto, prima,
¿tan notable es la beldad
que en sus dos hijas sublima
el mundo?
JUANA
¿Es curiosidad
o el alma acaso os lastima820
   el ciego?
ANTONIO
Mal sus centellas
me pueden causar querellas
si de su vista no gozo;
curiosidades de mozo
a Avero me traen a vellas.825
   ¿Cómo tengo que querer
lo que no he llegado a ver?
JUANA
De que eso digáis me pesa:
nuestra nación portuguesa
esta ventaja ha de hacer830
   a todas; que porque asista
aquí amor, que es su interés,
ha de amar, en su conquista,
de oídas el portugués
y el castellano de vista.835
   Las hijas del duque son
dignas de que su alabanza
celebre nuestra nación.
La mayor, a quien Berganza
y su duque, con razón,840
   pienso que intenta entregar
al conde de Vasconcelos,
su heredero, puede dar
otra vez a Clicie celos
si el sol la sale a mirar.845
   Pues de doña Serafina,
hermana suya, es divina
la hermosura.
ANTONIO
Y de las dos,
¿a cuál juzgáis, prima, vos
por más bella?
JUANA
Más se inclina
850
   mi afición a la mayor,
aunque mi opinión refuta
en parte el vulgo hablador,
mas en gustos no hay disputa
y más en cosas de amor.855
   En dos bandos se reparte
Avero, y por cualquier parte
hay bien que alegar.
ANTONIO
¿Aquí
hay algún título?
JUANA
Sí,
don Francisco y don Duarte.860
ANTONIO
   Y ¿qué hacen?
Más de un curioso
dice que pretende ser
cada cual de la una esposo.
ANTONIO
Prima, yo las he de ver
esta tarde, que es forzoso865
   irme luego.
JUANA
Yo os pondré
donde su hermosura os dé,
podrá ser, más de una pena.
ANTONIO
¿Serafina o Madalena?
JUANA
Bellas son las dos; no sé.870
 

(Salen el DUQUE, el CONDE, SERAFINA y DOÑA MADALENA.)

 
   Pero el duque sale aquí
con ellas; ponte a esta parte.
DUQUE
Digo, conde don Duarte,
que todo se cumpla así.
CONDE
   Pues el rey nuestro señor875
favorece la privanza
del hijo del de Berganza,
y a vuestra hija mayor
   os pide para su esposa,
escriba vuestra excelencia880
que con su gusto y licencia
doña Serafina hermosa
   lo será mía.
DUQUE
Está bien.
CONDE
Pienso que su majestad
me mira con voluntad885
y que lo tendrán por bien;
   yo y todo le escribiré.
DUQUE
No lo sepa Serafina
hasta ver si determina
el rey que la mano os dé,890
   que es muchacha, y descuidada,
aunque portuguesa, vive
de que tan presto cautive
su libertad la lazada
   o nudo del matrimonio.895
JUANA
Presto os habéis divertido.
Decid: ¿qué os han parecido
las hermanas, don Antonio?
ANTONIO
   No sé el alma a cuál se inclina
ni sé lo que hacer ordena;900
bella es doña Madalena,
pero doña Serafina
   es el sol de Portugal.
Por la vista el alma bebe
llamas de amor entre nieve905
por el vaso de cristal
   de su divina blancura:
la fama ha quedado corta
en su alabanza.
DUQUE
Esto importa.
ANTONIO
Fénix es de la hermosura.910
DUQUE
   Llegaos, Madalena, aquí.
CONDE

 (Aparte.) 

(Pues me da el duque lugar,
mi serafín quiero hablar,
si hay atrevimiento en mí
   para que vuele tan alto915
que a serafines me iguale.)
ANTONIO
Prima, a ver el alma sale
por los ojos el asalto
   que amor le da poco a poco;
ganareme si me pierdo.920
JUANA
Vos entrastes, primo, cuerdo,
y pienso que saldréis loco.
DUQUE
   Hija, el rey te honra y estima;
cuán bien te está considera.
MADALENA
Mi voluntad es de cera;925
vuexcelencia en ella imprima
   el sello que más le cuadre,
porque en mí solo ha de haber
callar con obedecer.
DUQUE
¡Mil veces dichoso padre930
   que oye tal!
CONDE

 (A DOÑA SERAFINA.) 

Las dichas mías,
como han subido al estremo
de su bien, que caigan temo.
SERAFINA
Conde, esas filosofías,
   ni las entiendo ni son935
de mi gusto.
CONDE
Un serafín
bien puede alcanzar el fin
y el alma de una razón.
   No digáis que no entendéis,
serafín, lo que alcanzáis.940
SERAFINA
¡Jesús, qué dello que habláis!
CONDE
Si soy hombre, ¿qué queréis?
   Por palabras los intentos
quiere que expliquemos Dios;
que a ser serafín cual vos,945
con solos los pensamientos
   nos habláramos.
SERAFINA
¿Que amor
habla tanto?
CONDE
¿No ha de hablar?
SERAFINA
No, que hay poco que fiar
de un niño, y más hablador.950
CONDE
   En todo os hizo perfeta
el cielo con mano franca.
ANTONIO
Prima, para ser tan blanca,
notablemente es discreta.
   ¡Qué agudamente responde!955
Ya han esmaltado los cielos
el oro de amor con celos;
mucho me enfada este conde.
JUANA
   ¡Pobre de vuestra esperanza
si tal contrario la asalta!960
DUQUE
Un secretario me falta
de quien hacer confianza,
   y aunque esta plaza pretenden
muchos por diversos modos
de favores, entre todos,965
pocos este oficio entienden.
   Trabajo me ha de costar
en tal tiempo estar sin él.
MADALENA
A ser el pasado fiel
era ingenio singular.970
DUQUE
   Sí, mas puso en contingencia
mi vida y reputación.
 

(Salen los pastores y traen presos a MIRENO y TARSO.)

 
DORISTO
Ande apriesa el bellacón.
LARISO
Aquí está el duque.
TARSO
Paciencia
   me dé Herodes.
DENIO
Aho, llegá,
975
pues sos alcalde y habralde.
DORISTO
Buen viejo, yo so el alcalde
y vos el duque.
LARISO
¡Verá...!
   Llegaos más cerca.
DORISTO
Y sopimos
yo, el herrero y su mujer980
que mandábades prender
estos bellacos, y fuimos
   Bras Llorente y Gil Bragado...
TARSO
Aquese yo lo seré,
pues por mi mal me embragué.985
DORISTO
Y después de haber llamado
   a concejo el regidero
Pero Mínguez... Llegá acá,
que no sos bestia, y habrá;
decid lo demás.
LARISO
No quiero;
990
   decildo vos.
DORISTO
No estodié
sino hasta aquí; en concrusión:
éstos los ladrones son,
que por sólo heros mercé
   prendimos yo y Gil Mingollo.995
Haga lo que el puebro pide
su duquencia y no se olvide
lo que le dije del rollo.
DUQUE
   ¡Hay mayor simplicidad!
Ni he entendido a lo que vienen,1000
ni que por qué delito tienen
así estos hombres. Soltad
   los presos, y decid vos
qué insulto habéis cometido
para que os hayan traído1005
de aquesa suerte a los dos.
MIRENO

 (De rodillas.) 

   Si lo es el favorecer,
gran señor, a un desdichado,
perseguido y acosado
de tus gentes y poder,1010
   y juzgas por temerario
haber trocado el vestido
por dalle vida, yo he sido.
DUQUE
¿Tú libraste al secretario?
   Pero sí, que aquese traje1015
era suyo. Di, traidor,
¿por qué le diste favor?
MIRENO
Vueselencia no me ultraje,
   ni ese título me dé,
que no estoy acostumbrado1020
a verme así despreciado.
DUQUE
¿Quién eres?
MIRENO
No soy, seré;
   que sólo por pretender
ser más de lo que hay en mí
menosprecié lo que fui1025
por lo que tengo de ser.
DUQUE
   No te entiendo.
MADALENA

 (Aparte.) 

(¡Estraña audacia
de hombre! El poco temor
que muestra dice el valor
que encubre. De su desgracia1030
   me pesa.)
DUQUE
Di: ¿conocías
al traidor que ayuda diste?
Mas, pues por él te pusiste
en tal riesgo, bien sabías
   quién era.
MIRENO
Supe que quiso
1035
dar muerte a quien deshonró
su hermana, y después te dio
de su honrado intento aviso,
   y enviándole a prender,
le libré de ti espantado1040
por ver que al que está agraviado
persigas, debiendo ser
   favorecido de ti,
por ayudar al que ha puesto
en riesgo su honor.
CONDE

 (Aparte.) 

(¿Qué es esto?
1045
¿Ya anda derramada así
   la injuria que hice a Leonela?)
DUQUE
¿Sabes tú quién la afrentó?
MIRENO
Supiéralo, señor, yo,
que, a sabello...
DUQUE
Fue cautela
1050
   del traidor para engañarte;
tú sabes adónde está,
y así forzoso será,
si es que pretendes librarte,
   decillo.
MIRENO
¡Bueno sería,
1055
cuando donde está supiera,
que un hombre como yo hiciera
por temor tal villanía!
DUQUE
   ¿Villanía es descubrir
un traidor? Llevalde preso,1060
que si no ha perdido el seso
y menosprecia el vivir,
   él dirá dónde se esconde.
MADALENA

 (Aparte.) 

(Ya deseo de libralle,
que no merece su talle1065
tal agravio.)
DUQUE
Intento, conde,
   vengaros.
CONDE
Él lo dirá.
TARSO

 (Aparte.) 

   (¡Muy gentil ganancia espero!)
DUQUE
Vamos, que responder quiero
al rey.
TARSO

 (Aparte.) 

(¡Medrando se va
1070
   con la mudanza de estado,
y nombre de don Dionís!)
DUQUE
Viviréis si lo decís.
MIRENO

 (Aparte.) 

(La fortuna ha comenzado
   a ayudarme; ánimo ten,1075
porque en ella es natural,
cuando comienza por mal,
venir a acabar en bien.)
TARSO

 (Aparte.) 

   (Bragas, si una vez os dejo,
nunca más transformación.)1080
 

(Llévanlos presos.)

 
DUQUE
Meted una petición
vosotros en mi consejo
   de lo que queréis, que allí
se os pagará este servicio.
DORISTO
Vos, que tenéis buen juicio,1085
la peticionad.
LARISO
Sea así...
DORISTO
   Señor, por este cuidado
haga un rollo en mi lugar,
tal que se pueda ahorcar
en él cualquier hombre honrado.1090
 

(Vanse los pastores, el DUQUE y el CONDE; quedan los demás.)

 
MADALENA
   Mucho, doña Serafina,
me pesa ver llevar preso
aquel hombre.
SERAFINA
Yo confieso
que a rogar por él me inclina
   su buen talle.
MADALENA
¿Eso desea
1095
tu afición? ¿Ya es bueno el talle?
Pues no tienes de libralle
aunque lo intentes.
SERAFINA
No sea.
 

(Vanse doña SERAFINA y MADALENA.)

 
JUANA
   ¿Habeisos de ir esta tarde?
ANTONIO
¡Ay, prima! ¿Cómo podré,1100
si me perdí, si cegué,
si amor, valiente, cobarde,
   todo el tesoro me gana
del alma y la voluntad?
Sólo por ver su beldad1105
no he de irme hasta mañana.
JUANA
   ¡Bueno estáis! ¿Que amáis en fin?
ANTONIO
Sospecho, prima querida,
que de mi contento y vida
Serafina será fin.1110

 
 
FIN DEL ACTO PRIMERO
 
 

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