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1

Se conserva un ejemplar completo en la Biblioteca Nacional de Madrid (en adelante BNM), con signatura R. 5.829, más otro carente de portada con signatura R. 6.165.

 

2

BNM: R. 421, pero con colofón del año 1614.

 

3

Ejemplares de la BNM: R. 12.678; R. 34.819; BA-g 1.180 y 3/71.235. Estas tres ediciones madrileñas del siglo XVII mantienen la unidad de haberse publicado con la presencia de marginalia o notas a la margen del texto, que desaparecerán en ediciones posteriores. No se publicó el Viaje durante los siglos XVIII y XIX, mientras que en el XX hay varias reediciones: Madrid, Nueva Biblioteca de Autores Españoles 2, 1905 (prólogo de M. Serrano y Sanz); Bogotá, ABC, col. Biblioteca Popular de Cultura Colombiana 8, 1942; Buenos Aires, Espasa-Calpe Argentina, col. Austral 695, 1947 (2.ª edición en 1957; prólogo de I. B. Anzoátegui); Madrid, Aguilar, col. Bibliotheca Indiana I, 1957 (prólogo de J. L. Alborg); Madrid, Aguilar, col. El Globo de Colores, 1965; Madrid, Miraguano-Polifemo, col. Biblioteca de Viajeros Hispánicos 8, 1993 (prólogo de F. Muradás).

 

4

Al inicio del Viaje del mundo asegura: «Anduve peregrinando y viendo el mundo, andando por él más de treinta mil leguas, como en el progreso de esta historia verás, tocando todas las cinco partes de él: Europa, África, Asia, América y Magallánica» (I, Prólogo, p. 10). Todas las citas se harán por la edición de Madrid, Miraguano-Polifemo, 1993. En aras de facilitar al lector el cotejo con otras ediciones, indico primero el número del libro (en romanos), luego el del capítulo (en árabes) y, por último, la página.

 

5

Manejo el ejemplar de la BNM: 2/10.802; otro ejemplar en la misma biblioteca con signatura U. 11.494.

 

6

En la portada del Viaje del mundo de 1616 se añade «canónigo de la Santa Iglesia de Astorga», dato que no consta en la edición de 1614.

 

7

Ver el Viaje del mundo, II, 15, p. 220; II, 26, pp. 298 y 300; III, 10, p. 414; III, 19, p. 456; III, 24, p. 478, además de la ya mencionada dedicatoria inicial.

 

8

Jaén, Pedro de la Cuesta, 1628 (ejemplares de la BNM: R. 1.730 y R. 2.693; existe edición facsímil en Jaén, Riquelme y Vargas, 1983, por la que cito). Serrano y Sanz, en NBAE 2, 1905, pp. 461-71, reproduce ambos capítulos; más recientemente, transcribo el cap. 37 en anexo a mi artículo «Pedro Ordóñez de Ceballos en América: un nuevo texto en torno a la prueba del tronco (La Araucana, canto II)», en Actas del 13 Congreso de la Asociación de Hispanistas en Alemania (marzo 2001), Universidad de Leipzig, en prensa.

 

9

A. Vázquez de la Torre, en su trabajo «Un giennense que renunció a un trono: Don Pedro Ordóñez de Ceballos», en Boletín del Instituto de Estudios Giennenses, II, 4, 1955, pp. 115-43, lo considera también autor, aunque no redactor, de esta Historia de Jaén (ver p. 117). En efecto, Jiménez Patón declara abiertamente que la primera versión del libro (que se ocupaba de doce varones famosos y doce maravillas de Jaén) la hizo Pedro Ordóñez de Ceballos, el cual, viéndose imposibilitado de completarlo por su delicada salud, le encarga su conclusión. De hecho en varios de los preliminares (pero no en la portada) se insiste en la doble autoría Ordóñez-Patón: tasa, suma del privilegio, epigrama latino y soneto de Antonio Martínez de Miota, dedicatoria de Félix Patón y Monsalve, prólogo al lector, etc. También en el Viaje del mundo hay noticias de cómo Ordóñez preparaba este libro sobre la nobleza jiennense: «Y por cuarto libro, por pagar la deuda a la madre patria, trato de las grandezas de esta famosísima ciudad de Jaén» (I, Prólogo, p. 11); «Hallé en esta ciudad a Cristóbal de Espinosa de los Monteros, natural de Jaén, gran soldado, que por haber de tratar de su vida y hechos en el libro de las grandezas de Jaén, dejo lo que allí pasó para decirlo allá» (II, 5, p. 171); «Como se tratará en el libro de las grandezas de Jaén, en la vida del famoso almirante Cristóbal de Espinosa de los Monteros, natural de Jaén» (III, 8, p. 408); «No tengo cosa que escribir, solo la entrada de La Habana, que fue milagrosa, y tanto como se verá en la vida del famoso general don Jerónimo de Torres y Portugal» (II, 38, p. 371); más abajo hace un breve elogio de D. Fernando de Torres y Portugal, conde del Villar Don Pardo, natural de Jaén «y porque en otra parte digo las grandezas de este gran caballero, las dejaré ahora» (III, 6, p. 396).

 

10

Ver el Viaje del mundo, II, 9, p. 189 y II, 11, p. 199.