Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.

[48]

ArribaAbajo

Acto segundo



(El salón e pobre de la casa del TÍO JUAN, sale ANGELITA, haciendo extremos de sentimiento.)
 
ANGELITA                          ¡Válgame Dios! ¡Qué mortales,              
qué terribles sentimientos
traspasan mi corazón!
¡Para mí acabó el sosiego,
la tranquilidad, y el gozo! 5
¡La amargura, el desconsuelo,
y un eterno luto, deben
ocupar mi triste pecho!
¡Ah, injusto Marqués! ¡Ah, causa
de las lágrimas, qué viento! 10
¡Engañaste a mi inocencia!
Ahora lo conozco, y siento;
y ahora en esta desgraciada
pueden tomar escarmiento
las jóvenes, para no 15
alucinarse, creyendo
palabras de sus amantes,
pues las desmienten sus hechos.
¡Mas cuánto tarda mi padre!
¡Qué cruel fatiga padezco! 20
 
(Queda pensativa, y llorando. Sale DON NICASIO.)
 
NICASIO Preciosa Angelita, ¿cómo
tan afligida te encuentro?
El Marqués me envía... [49]
ANGELITA ¡Quién!
¿El Marqués? ¡Ah, justos Cielos! 25
Decid, decid, Don Nicasio,
lo que quiere.
NICASIO Yo no puedo
engañar a la virtud
que en ti, Angelita, contemplo, 30
aunque el Marqués lo pretende.
ANGELITA ¿Qué decís?
NICASIO Lo que es muy cierto.
Yo quiero instruirte de todo:
quiero separar el velo 35
que la maldad, y perfidia
ante tus ojos pusieron.
El Marqués, ese inhumano,
te ha engañado desde el mesmo
instante, que a mi presencia 40
la mano de casamiento
te dio, y te hizo aquel papel.
No te admires, pues refiero
la verdad pura.
ANGELITA ¿El Marqués 45
me engañó así?
NICASIO Bueno es eso,
pues ¿él procedió jamás
de otro modo? Es un perverso.
ANGELITA Pero siendo vuestro amigo 50
tan antiguo, y verdadero,
extraño, que habléis así.
NICASIO La amistad deja de serlo,
cuando el amigo procede
faltando a lo caballero, 55
y a lo christiano: él ha sido [50]
quien declaró este suceso
a sus tíos, porque hiciesen
que habitases un encierro
para siempre, y que a tu padre 60
desterrasen al momento.
El mismo a presencia mía,
como por un pasatiempo,
hoy se lo contó a su hermana;
mas celebrando, y riendo 65
la burla obrada contigo,
porque consiguió haberte hecho
creer, por un simple papel,
que serías Marquesa; y esto
tal colera me produjo, 70
que estuve casi resuelto
a que mi espada vengase
el honor que en ti respeto.
En fin, me pidió te viese,
y que con tono halagüeño (8) 75
te sacase su papel,
y joya. Yo te aconsejo
se los des, y que desprecies
a ese malvado, a ese horrendo,
y engañoso seductor; 80
pero mientras que yo vuelvo,
te suplico que examines
estas letras: conociendo,
(Le da un papel.)
que si tiene la virtud
enemigos encubiertos, 85
descubiertos protectores
tiene también. Yo soy de estos:
yo en ti la virtud reparo:
yo la sigo; y yo te aprecio. [51]
Entre el papel del Marqués, 90
y ese mío, haz un cotejo,
y verás que a este ha dictado
un corazón noble y tierno,
y que una mano traidora
escribió aquel, pretendiendo 95
burlar la sinceridad,
e inocencia que en ti advierto.
Y con esta reflexión,
determina dar el premio
de tu amor al más constante, 100
más fino, amable, y perfecto.
Bien dispuesta a favor mío, (Aparte.)
me parece que lo dejo. (Vase.)
ANGELITA ¿Podrá ser verdad, Dios mío,
que desde el punto primero 105
que me descubrió el Marqués
su amor, no tuvo otro objeto
que el de engañarme? ¿Sus tiernas
palabras fingidas fueron?
¡Ah, qué ceguedad la mía 110
tan delincuente! Y tú, fiero
criminal amante, ¿cómo
puedes vivir con el peso
de tan fuerte obligación?
¿Y cómo te deja el cielo 115
respirar, sin que sus rayos
no se empleen en tu pecho?
¡Ah, bárbaro! A Don Nicasio
le hace interesar su celo,
a favor de mi razón. 120
Pero un rato descansemos,
(Se sienta.)
corazón mío, de tanta [52]
amargura, y sentimiento.
Mas ¿qué dirá este papel
(Le abre, y lee para sí.)
de Don Nicasio? ¡Qué advierto! 125
Su amor declara aquí;
y ofrece con juramento
ser mi esposo en el instante,
si es que al Marqués aborrezco.
Bien se advierte en su promesa 130
que es su corazón propenso
a defender la inocencia.
¡Ah, cuánto se lo agradezco!
¡Pero que después de verme
tan confundida en el seno 135
del horror por el Marqués,
tenga a este ingrato mi tierno,
mi constante corazón,
tan introducido dentro
de su fondo, que él le ocupa, 140
y es de mis acciones dueño!
Yo debiera aborrecerle:
yo debiera... mas ya veo
a mi buen padre: ya llega;
 
(El TÍO JUAN se levanta.)
 
voy a sus brazos corriendo 145
(Lo hace, y sale.)
JUAN ¿Dónde ese ímpetu te arrastra,
hija mía?
ANGELITA Yo iba a vuestros
paternales brazos.
JUAN Sí, 150
solo tu apoyo son ellos. (Muy tierno.)
Pues el pérfido Marqués,
olvidando los derechos
de tu justicia, su misma
conciencia, y a Dios: no hay medio 155 [53]
de reducirse a cumplir
su oferta, ni juramento.
Con él hice cuanto pude,
le reconvine con ruegos,
con mis lágrimas regué (Llora.) 160
sus pies; y en fin con mi acero
le acordé su obligación;
pero todo sin efecto.
ANGELITA ¡Infeliz de mí!
JUAN No llores, 165
ten valor, como le tengo, (Llora.)
pues de que sea tu esposo
las esperanzas no pierdo.
ANGELITA ¡Qué bien dijo Don Nicasio!
¡Qué virtud reina en su pecho! (Aparte.) 170
JUAN Ponte la mantilla, y ven
conmigo, porque pretendo
dar mi queja a este Señor
Alcalde, vecino nuestro,
de la infeliz situación 175
en que estamos: su consejo
seguiré; pues dicen que es
amable, piadoso, y recto.
ANGELITA Pero ir yo a ver al Señor
Alcalde... padre... ¡yo tiemblo 180
solo al pensarlo!
JUAN Ese es
un temor muy indiscreto.
Haz lo que te mando. Dios
nos amparará. 185
ANGELITA Obedezco. (Vase.)
JUAN Este buen Señor, me oirá:
justificará el exceso [54]
del Marqués, y la justicia
que me asiste; y si en efecto, 190
hallo que nada produce
el fin que tanto deseo,
entonces será preciso
usar del postrer remedio;
y aunque me exponga a morir, 195
sabré romper un secreto
que... mas subsista guardado,
hasta que llegue su tiempo.
Arca infeliz, que conservas
(Se pone inmediato a ella.)
el tesoro de más precio 200
para mí, ¿será preciso
por este acontecimiento
que le descubras, después
de veinte años por lo menos
que le ocultas? Será fuerza, 205
que vuelva a verse en mi pecho...
¡Ah, memorias infelices!
Pero mi llanto enjuguemos.
 
(Viendo salir a ANGELITA con basquiña, y mantilla.)
 
ANGELITA Vamos, padre mío.
JUAN Vamos, 210
hija mía; y quiera el cielo...
ANGELITA Por su clemencia permita...
LOS DOS Darnos luz, asilo, y puerto. (Vanse.)
 
(Salón corto de la casa de DON JUSTO: salen éste, y el ESCRIBANO con unos papeles.)
 
ESCRIBANO Aquella madre, Señor,
que hizo se pusiese preso 215
ayer a su hijo, porque
llegó a perderla el respeto
gravemente, aquí suplica [55]
que se le suelte; y yo ruego
a usía lo mande así. 220
JUSTO ¡Qué decís! ¿Vos pedís eso?
Un delito tan atroz,
que con escucharlo tiemblo,
y que a la naturaleza
hace estremecerse, advierto 225
protegéis? Tratar un hijo
a su madre con desprecio,
ultrajarla, y ofenderla,
y pedir por él? Ni debo
oír la instancia de la madre 230
ni dejar sin reprehenderos
solicitud tan injusta:
los hijos bárbaros, fieros
que se atreven a sus Padres,
son unos podridos miembros 235
del estado, y como a tales
tratarlos debe el Juez recto.
Este mal hijo, a un presidio
debe ir, y a vos os advierto
no intercedáis otra vez 240
por tan criminales reos,
pues si lo llegáis a hacer,
tendréis que sentir como ellos.
ESCRIBANO Voy enterado, Señor.
Que me ha hecho temblar confieso. (Yéndose.) 245
JUSTO ¿Secretario? (Vuelve.)
ESCRIBANO Mande usía.
JUSTO Decid que entre aquí el Portero.
ESCRIBANO Bien está. (Vase.)
JUSTO ¡Que puedan ser 250
tan malvados, tan perversos [56]
algunos hijos, que pierdan
a sus padres el respeto
sin ver que de la miseria
estarán siempre cubiertos, 255
y que después les dará
Dios un castigo tremendo!
 
(Sale el PORTERO.)
 
PORTERO ¿Qué manda Usía, Señor?
JUSTO Me parece que vinieron
dos pobres hombres a hablarme 260
ayer; y que usted muy lejos
de oírlos, los despidió
con un tono muy soberbio.
PORTERO Instaron en ver a Usía
tanto, y fueron tan molestos, 265
siendo la hora intempestiva,
que yo...
JUSTO Esperad. Solo quiero
que me digáis, si en esa hora
era yo Alcalde. 270
PORTERO Es muy cierto,
que lo erais, señor.
JUSTO Pues si
lo era, y me buscaban esos
pobres como Alcalde, ¿puede 275
la justicia en ningún tiempo
dejar de escuchar a quien
la busca? Será bien hecho,
que por no inquietar al Juez
no produzca sus efectos 280
admirables la justicia
que ejerce? Si igual exceso
volvéis a hacer, hallaréis
en mí un enemigo cierto, [57]
el que es malo para el pobre 285
para nada será bueno.
A todo el que me buscase,
debéis tratar con respeto,
y con agrado; y aunque
sea la hora que fuese, quiero 290
que me aviséis, pues mi oficio
pide esté siempre dispuesto
para oír al infeliz,
y castigar al perverso,
idos. 295
PORTERO Tendré mientras viva
presente este documento. (Vase.)
JUSTO El que los gritos no escucha
del desdichado, yo creo
que es más infeliz que todos, 300
por más que se halle opulento,
pues no tendrá en la otra vida
lo que pueden tener ellos.
 
(Sale el PORTERO.)
 
PORTERO Señor.
JUSTO ¿Qué queréis? 305
PORTERO A usía
pretenden hablar un viejo
respetable, y una joven.
JUSTO Que entren; y que ponga asientos
un criado. ¡Válgame Dios! 310
 
(Vase el PORTERO.)
 
¡A quien no afligen los ecos
del desdichado, que busca
en el recto juez consuelo!
 
(Salen dos CRIADOS que conducen dos taburetes: los colocan cerca de las candilejas, y se van; y salen, el TÍO JUAN y ANGELITA muy temerosos.) [58]
 
JUAN Beso la mano de usía,
Señor. ¡Qué precioso aspecto! 315
¡Qué bella presencia! El gozo
me inflama solo con verlo.
JUSTO Dios os guarde, buen anciano,
su rostro infunde respeto.
Juan Háblale, hija mía. 320
(A ella aparte.)
ANGELA Apenas
con las palabras encuentro.
Señor, a usía pedimos
se digne de oírnos.
JUSTO Primero 325
deben ustedes, sentarse.
¡Qué semblante tan modesto, (Aparte.)
y tan hermoso!
JUAN Nosotros
así estamos bien. 330
JUSTO Yo os ruego
que os sentéis.
(Le pone el asiento.)
JUAN Siéntate hija.
Pues si obedecer debemos
ciegamente a la justicia: 335
cuando nos ruega, ¿qué haremos?
(Se sientan.)
JUSTO Decid, pues, lo que queréis:
¿en qué yo servíros puedo?
JUAN Señor, esta es hija mía.
ANGELITA Y criada vuestra. 340
JUSTO Celebro,
que en vuestra vejez tengáis
tan dulce apoyo, y consuelo.
JUAN Sí señor, pero hay quien quiere
destrozar su honor. Por esto 345
os busco. [59]
JUSTO ¿Pues quién la ofende?
hablad: mi asilo os prometo
JUAN Y yo le admito.
JUSTO ¿Su honor (Aparte.) 350
quieren quitarla? Si puedo,
no sucederá.
JUAN Señor,
soy un pobre Vinatero:
vivo en esta misma casa; 355
y un Ilustre Caballero,
prendado de la pequeña
belleza, que en mi hija observó
o tal vez de su virtud,
que es la hermosura, en efecto, 360
más bella, la dio palabra,
y mano de casamiento,
con testigos y papel:
en mi casa entrar le vieron,
y salir, y la malicia 365
de los hombres, un concepto
habrá formado de mi hija
poco digno de su honesto
proceder; ahora este joven,
se niega a este cumplimiento 370
tan justo; pues dijo a mi hija;
que su Ilustre nacimiento
no permitía se uniese
a ella, y la dejó con esto
entre el horror, el espanto, 375
el abandono y desprecio.
Así la hallé: la animé:
me dio cuenta por extenso
de todo: busqué al tirano: [60]
le reconvine, y resuelto 380
se opuso a cumplir su trato.
La razón me asiste: tengo
testigos de esta verdad;
por lo cual de Usía espero,
me haga justicia. Hija mía, 385
nos ha deparado el Cielo
el Juez que necesitamos.
Sí señor, a estos pies puestos,
con nuestro llanto os pedimos
nuestro bien, nuestro consuelo, 390
que es el honor, pues sin él,
¡para qué vivir queremos!
JUSTO Alzad los dos a mis brazos.
Mis lágrimas no las puedo (Aparte.)
contener, al mismo paso 395
que me ha irritado en extremo
la maldad hecha a esta Joven.
No lloréis más: mi pañuelo
(Al TÍO JUAN.)
enjugará vuestros ojos.
Señora, ese desconsuelo 400
templad, que Dios sabrá dar
a vuestros males remedio.
ANGELITA ¡Ah Señor! Vuestra clemencia
tan grande, reconocemos
mi Padre, y yo; pero haced 405
de modo, que quede terso
mi honor: y no enteramente
de horror, y de oprobio lleno.
JUSTO No quedará. La justicia
lo influye así: solo espero 410
me digáis el demandado
para hacer lo que hacer debo. [61]
JUAN Este papel de su mano
 
(Le da el papel, y lee para sí.)
 
JUSTO ¡Qué veo!
¡El Marqués del Prado! 415
JUAN El mismo
es el obligado: entrego
a Usía otro buen testigo
en esta joya.
(Se la da.)
JUSTO Ya advierto 420
que es suya, porque sus armas
lo dicen. ¡Qué fuerte empeño (Aparte.)
para mí es este! De un lado
el que será en breve tiempo
cuñado mío, es quien debe 425
experimentar lo recto
de la Justicia, si no
cumple estos ofrecimientos;
y si los cumple, su sangre
y la mía las veremos 430
manchadas con esta unión.
De otro lado están pidiendo
a gritos las Santas Leyes,
la razón, y el mismo Cielo,
que cumpla lo que ofreció 435
el Marqués. ¡Y qué, yo puedo
lo justo no aconsejar
por los humanos respetos!
O se ha de casar con ella,
o yo he de perder mi aliento. 440
ANGELITA ¿Qué decís, Señor?
JUSTO Pensaba.
 
(Sale el PORTERO.)
 
PORTERO Señor, solicita veros
el Señor Marqués del Prado. [62]
JUSTO Que entre. 445
 
(Vase el PORTERO.)
 
Llega a muy buen tiempo.
Ocultaos en ese Cuarto;
y desde él, estando atentos,
podréis oír de la suerte
que en vuestra Causa procedo. 450
LOS DOS Para amparo de infelices
guarde vuestra vida el Cielo. (Éntranse.)
 
(Sale el MARQUÉS.)
 
MARQUÉS ¿Señor Don Justo?
JUSTO ¿Señor
Marqués? Torne Usted asiento. 455
(Lo hacen.)
MARQUÉS Sí, que os traigo unas noticias
agradables en extremo.
JUSTO ¿Y cuáles son?
MARQUÉS Los contratos
(Saca unos papeles.)
para que os una Himeneo 460
con mi hermana, están aquí:
Tomad.
JUSTO Mucho lo celebro;
y quiero recompensaros
con otra nueva no menos 465
agradable. Los contratos
de vuestra boda son estos.
(Le da un papel.)
MARQUÉS ¿De mi boda? ¿Cómo? ¿Y quién
es la Novia?
JUSTO Yo comprendo 470
que ahí (9) encontraréis su nombre.
MARQUÉS Con vuestro permiso leo.
(Abre el papel.)
¡Qué miro! Este es el papel
que hice a Angelita; ¿y con esto, (Aparte.)
qué queréis decirme? 475
JUSTO Que [63]
debéis como Caballero,
cumplir esa obligación
tan fuerte y justa: tenemos (10)
esta joya que lo afirma: 480
Hicisteis testigo de ello
a Dios, hay consta; y ¿podréis
faltar a este Juez Supremo,
sin temer que su Justicia
descargue un golpe tremendo 485
sobre vos? Miradlo bien,
y respondedme.
MARQUÉS Confieso
que hice este papel con toda
voluntad, con el deseo 490
de cumplir lo que él ofrece,
y que a esta joven la quiero
como a mí mismo: Que el grito
de su razón, en el seno
de mi corazón resuena 495
cada hora, cada momento;
pero también es verdad,
que mis tíos han dispuesto
mi perdición, y la suya,
sino la olvido, y la dejo. 500
La notable diferencia
del suyo y mi nacimiento,
no me obliga por las Leyes
a casarme. Esto es lo cierto.
JUSTO Yo con vos doy este paso 505
solo como medianero,
que quisiera que a esta joven
librarais de un sentimiento.
MARQUÉS Pero es fuerza que os pregunte: [64]
¿si hiciera este Casamiento, 510
os casarais con mi hermana?
JUSTO No tengo reparo en ello.
No se ha de mirar al mundo,
señor Marqués, sino al Cielo.
MARQUÉS Aunque eso es verdad, y aunque 515
amo a Angelita, ¡no encuentro
modo!!
JUSTO ¿No es bella esa joven?
Marqués Preciosa.
JUSTO ¿Tiene buen genio? 520
MARQUÉS Amable.
JUSTO ¿Es honesta?
MARQUÉS Mucho.
JUSTO ¿Y virtuosa?
MARQUÉS Con extremo. 525
JUSTO Pues a una joven preciosa,
amable, honesta, y que es centro
de la virtud, ¿qué la falta
para poder mereceros?
MARQUÉS Ser noble. 530
JUSTO Pero ser noble,
y proceder mal, yo creo
que es mala nobleza. En fin, (Se levanta.)
¿a los robustos derechos
que tiene a vuestra persona, 535
queréis faltar?
MARQUÉS ¡Debo hacerlo!
Si fuera noble, con ella
me casara en el momento.
O procedáis como Juez 540
como amigo, o como deudo,
siempre esto mismo os diré. [65]
Don Justo guardeos el Cielo.
 
(Vase, y sale el TÍO JUAN, y ANGELITA.)
 
JUAN Señor, todo lo escuchamos,
y todo tendrá remedio. 545
Yo bendigo muchas veces
vuestra piedad, vuestro recto,
y constante corazón.
ANGELITA ¡Qué Señor tan noble, y bueno! (Aparte.)
JUAN El Marqués se casará 550
con mi hija: yo os lo prometo.
JUSTO ¿Cómo?
JUAN ¿No os dijo lo haría
si fuera noble?
JUSTO Es muy cierto. 555
JUAN Pues para justificarlo
a usía veré bien presto.
ANGELITA ¿Yo soy noble? ¡Justo Dios, (Aparte.)
podrá ser verdad, o sueño!
 
(Ínterin hablan aparte los tres, salen DOÑA JACINTA y DON NICASIO; ella los observa atentamente.)
 
JACINTA ¿No es la Vinatera aquella? 560
NICASIO Y su padre.
JACINTA ¿Qué será esto?
¿A qué habrán venido aquí? (Aparte.)
¡Me abraso en iras! Celebro
 
(Llega a DON JUSTO.)
 
ver, que estáis también empleado. 565
JUSTO Esperad solo un momento,
que ya concluyo, Señora.
JACINTA Ya me falta el sufrimiento. (Aparte.)
JUAN Se casará, sí señor:
se casará: Pronto vuelvo. 570
Ven hija, que por ti voy
a sacrificarme. [66]
ANGELITA ¡Cielos!
dad tantas confusiones,
y males, luz, y remedio. 575
 
(Vanse haciendo cortesía a todos.)
 
JUSTO Tras sí, mi corazón llevan. (Aparte.)
Su virtud causa este exceso.
JACINTA He hecho un papel muy brillante
con vos. Aquí me habéis hecho
esperar, como si fuera 580
igual a ese Vinatero,
y a su hija. Desatenciones
como estas, yo no tolero.
JUSTO Señora, para enojaros
de ese modo, yo contemplo 585
que no hay causa. En este caso
representé dos sujetos:
Uno como Juez, y el otro
como amante; mas es cierto,
que cuando oigo como Juez, 590
de lo amante no me acuerdo.
JACINTA Y para ejercer lo Juez
sería el asunto serio,
que con esta gente baja
tratabais. 595
JUSTO De ese desprecio,
me parece no son dignos
los infelices.
JACINTA ¿Han hecho (Con ironía.)
el cargo contra mi hermano, 600
fundados bien en derecho?
Porque de esto entenderá
muchísimo un Vinatero.
JUSTO ¿Contra vuestro hermano? [67]
JACINTA Pues; 605
¿qué pensáis que ya no tengo
noticia de todo?
JUSTO Yo
lo ignoraba: mas supuesto
que lo sabéis, se han quejado, 610
y con razón para hacerlo
JACINTA ¿Razón? ¿Y escuchar podéis
las quejas de unos sujetos
tan despreciables, y contra
mi hermano? (Vase.) 615
JUSTO Yo solo atiendo
al que tiene la Justicia;
y esta está de parte de ellos.
JACINTA ¿Esa mujer de su parte
tiene la Justicia? ¡Cierto, 620
que estáis informado bien
de su buen procedimiento!
Hablad Don Nicasio: Sepa
el Señor Don Justo aquellos
modos tan recomendables 625
de la tal Angela.
NICASIO Pero,
Señora, el Señor Don Justo,
como no está bien impuesto
en quién es esa mujer... 630
JUSTO ¿Pues quién es?
NICASIO Aunque en su aspecto
parece que la virtud
brilla, de ella está muy lejos.
No ha sido solo el Marqués 635
quien mereció su cortejo:
Otros también le alcanzaron [68]
apenas lo pretendieron;
y yo pudiera decir
que fui también uno de ellos. 640
JUSTO ¿Un hombre, que representa
en su exterior bien dispuesto,
ser Caballero, y Christiano,
con modo tan desatento,
injusto, y bárbaro, infama 645
y destroza tan sangriento,
el honor de una mujer,
sea la que fuere? Yo pienso,
que el que así procede, ni es
Christiano, ni Caballero. 650
Vuestra temeraria audacia,
y falta de miramiento
al próximo, a mí, y a Dios,
digno os hacen de un severo
castigo: de él os libráis 655
por ahora; pero si llego
a justificar que es falso,
(que desde luego lo creo)
lo que habéis dicho, seréis
de malvados escarmiento. 660
NICASIO Señor, yo: sí: ¡Estoy temblando! (Aparte.)
y el labio no halla el acento.
JACINTA Don Nicasio, estáis turbado,
y no hallo causa para ello;
que el que dice la verdad 665
como vos, habla sin miedo.
JUSTO Pues su misma confusión
es, Señora, un verdadero
indicio de su delito.
NICASIO Usía verá, que es cierto 670 [69]
lo que he dicho. ¡Con mirarlo (Aparte.)
solamente, me estremezco!
JUSTO Bien está.
JACINTA Por el primer
favor que os pido, no debo 675
quedar desairada. Haced
que salgan en el momento
de Madrid, el padre y la hija;
que así, Don Justo, contemplo
que a todos es conveniente. 680
JUSTO Señora, solo deseo.
agradaros; pero es fuerza
que antes de que tenga efecto
lo que queréis, al Marqués
vea. De este modo intento (Aparte.) 685
dar tiempo a que venga el padre,
y tranquilizar el genio
fuerte de Doña Jacinta.
JACINTA Pues para que mi deseo
tenga satisfacción pronta, 690
veréis que al instante vengo
con mi hermano. Don Nicasio
venid.
JUSTO Yo os debo ir sirviendo.
JACINTA Vuestra obligación es esa. 695
JUSTO Es verdad, yo lo confieso:
tenéis razón.
JACINTA Pocas veces
es cuando yo no la tengo. (Vanse.)
NICASIO Si ante otro Señor Alcalde 700
otra vez a hablar mal vuelvo
de nadie, que se me seque
la lengua, o me caiga muerto. (Vase.) [70]
 
(Otro Salón corto de la casa del MARQUÉS; sale éste.)
 
MARQUÉS ¡Esta cruel, esta mortal
fatiga que estoy pasando: 705
este peso insoportable
mi corazón en pedazos
convierten! ¡Cuántos martirios
no les están atormentando
a un tiempo! También mi hermana 710
sabe ya mi desgraciado
amor, y oferta a Angelita.
Nombre que está resonando
siempre en mi pecho, por más
que solicito olvidarlo. 715
¡Pero cómo esto es posible
por más que yo haga! ¡Que en vano
quiero ser sordo a las voces
que sin cesar me está dando
mi conciencia! ¡Qué mal puede 720
el que se mira culpado
resistir aquellos fieros
remordimientos amargos
que ofrece el delito, sin
intermisión, ni descanto! 725
Pues si lo conozco así,
¿por qué dudo, por qué falto
a mis promesas, mi fe,
y juramentos sagrados?
¿Pero cómo lo he de hacer, 730
si mi sangre ilustre mancho,
y me expongo a padecer
todo el rigor inhumano
de mis tíos, y mi hermana? [71]
¡Qué terribles, qué contrarios 735
discursos, formo! Mas quién
pudo ser el temerario
que declarase a mis tíos,
y a mi hermana...
 
(Sale CATALINA.)
 
CATALINA. Don Nicasio 740
os espera.
MARQUÉS Di que voy
 
(Vase CATALINA.)
 
Bien puede este ser acaso,
y ser puede realidad.
Él solo se halla enterado 745
de todas las circunstancias
que mis tíos me expresaron,
y sabe mi hermana ya:
Pues vamos a evidenciarlo;
y si lo consigo, haré 750
sea ejemplo de malvados,
que aparentan ser amigos,
y son émulos tiranos.
Luego iré a ver a Don Justo,
y... a Angelita. ¡Ah dueño amado! 755
¡Cómo te puedo olvidar,
si siempre en mi pecho te hallo!
¡Justo Dios! En tanto abismo
de confusiones, en tanto
tropel de dudas, haced 760
que me preste luz un rayo
de vuestros auxilios, para
que proceda en esto caso
de manera, que consiga
vuestro asilo, bien, y amparo. 765
 
(Salón largo de casa de DON JUSTO, adornada con la mayor decencia: en él estará DON JUSTO.) [72]
 
JUSTO ¡Qué inquietud padezco desde
que aquel respetable anciano;
y a su hija vi! ¡El interés
que por los dos he tomado,
quién duda que la razón 770
que tienen le está dictando
a mi corazón! ¿Podrá
ser noble, y lograr el lazo
de Himeneo, que deseo
con el Marqués? Yo lo aguardo 775
del Cielo. Pero ya llega.
 
(Sale el TÍO JUAN: debajo del brazo traerá una Ejecutoria, y en su pecho la Cruz de Santiago, ocultándola con la capa hasta su tiempo.)
 
JUAN Perdonadme si he cardado,
Señor.
JUSTO Con mucha impaciencia
debéis creer, que os he esperado, 780
por el deseo de veros,
y saber:
JUAN ¿Si soy Hidalgo?
¿Si soy Noble? Pues Señor,
creed, que esto ha sido un engaño. 785
JUSTO ¿Cómo?
JUAN Porque soy Ilustre.
JUSTO ¡Oh Dios! ¡Qué gozo! Sentaos,
(Le da asiento.)
sentaos, y dadme noticia
de todo. 790
JUAN Señor, os traigo
mi Ejecutoria, que es esta:
(La saca.)
mas porque justificado
sea más pronto quien soy,
mi pecho está declarando 795
(Se descubre.) [73]
la sangre que por mis venas
circula.
JUSTO ¡Qué estoy mirando!
Pues qué, ¿Caballero sois
del hábito de Santiago? 800
JUAN Sí señor: tuve este honor
apenas cumplí seis años.
JUSTO Dejad, que de mi sorpresa
pueda salir. Inflamado
mi pecho de gozo, apenas 805
respiro. Dadme los brazos.
(Le abraza.)
JUAN Y el corazón os daré.
JUSTO Nuevo ser en ellos hallo.
JUAN Y a mí me rejuvenece
el gozo. Mas sosegaos, 810
Señor, pues mi lastimosa
historia, voy a contaros.
(Siéntanse.)
JUSTO Decid, que todo atención
soy.
JUAN En Medina del Campo 815
tuve mi Cuna.
JUSTO ¿En Medina?
¡Allí nací, allí fui ingrato
a mis Padres!
JUAN ¿Qué decís? (Temblando.) 820
¿Y cómo os llamáis?
JUSTO Me llamo
Don Justo de Lara y Silba.
 
(El TÍO JUAN queda confundido.)
 
¿Qué os da, Señor?
JUAN ¡Qué he escuchado! 825
¡Hijo de mi Corazón!
(Se arroja a sus brazos.)
¡Dulce, y amable pedazo
de mi alma! Querido Justo, [74]
a tu Padre estás mirando.
JUSTO ¡Ah Padre mío! En el seno 830
de mi corazón entraos.
¡Que sois mi Padre, Señor!
JUAN Sí, hijo mío: el desgraciado
Don Juan de Lara tu Padre
soy. Don Pedro de Avendaño, 835
Caballero principal,
y de los más hacendados
de nuestra Patria, en su Plaza
cierto día temerario
me desmintió: allí se hallaban 840
otros muchos Ciudadanos,
que de Don Pedro el exceso,
y mi afrenta, presenciaron:
mas también los mismos vieron,
que yo mi Espada sacando 845
quise mi injuria lavar
con sangre de mi Contrario:
mas tantos me detuvieron,
que fue imposible lograrlo.
Esperé la noche: en ella 850
conseguí sacarle al campo,
y en él quedé satisfecho
dándole muerte. Y pasando
a un Convento prontamente,
estuve en él retirado 855
cuatro días: mas sabiendo
con el ardor, y cuidado
que mi prisión procuraban,
o mi muerte, dos hermanos
del difunto, y otros muchos 860
Primos de estos, disfrazado [75]
una noche me salí
de mi Patria con dos Criados,
y a mi hija y hermana tuya
Angelita, que dos años 865
tenía no más. A Olmedo
en breve tiempo llegamos;
a los Criados despedí,
que iban inteligenciados
de que yo partir debía 870
a Salamanca; y mudando
de intención, y de vestido,
(que previno mi cuidado)
vine a la Corte, y aquí
el oficio ejercitando 875
de Vinatero, y con nombre
de Juan Pérez, he pasado
más de veinte años, sin que
ni aún de mi hermano Don Pablo,
y tío suyo, jamás 880
haya sabido. Enterado
estarás de todo bien,
hijo mío. Solo aguardo
dar a Angelita tu hermana
el júbilo más colmado, 885
descubriéndola quién eres,
y nos contarás despacio
tu historia desde que faltas,
Justo mío, de mi lado:
Voy a llamarla al instante. 890
Pero ¡ay Dios! que dar un paso
no puedo, pues de alegría,
y de gozo estoy temblando.
JUSTO Esperad, querido Padre: [76]
Cobrad fuerzas en mis brazos, 895
y en el ínterin, sabed
que anduve por Pueblos varios
desde que os dejé seis meses.
Llegué a Cádiz, destrozado
del camino: allí encontré 900
por dicha mía un Indiano,
que me admitió en su servicio,
al cual debo todo cuanto
soy, menos el ser que vos
me disteis. Nos embarcamos 905
para Méjico, su Patria,
adonde, por fin, llegamos
con toda felicidad.
Era este Señor casado
con la mujer más virtuosa 910
que he conocido. Fue tanto
(porque no tuvieron hijos)
el amor, que me tomaron,
que en darme Estudios, y Empleo,
casi su caudal gastaron. 915
Oidor llegaron a verme
de Méjico; y a los cuatro
meses, estos bienhechores
murieron, y me dejaron
heredero. A poco tiempo 920
pude lograr ser nombrado
Alcalde de Casa, y Corte;
con lo cual alborozado
salí, por ver a mis Padres,
de Méjico. Mas llegando 925
a la Patria, ¡qué dolor
recibí! ¡siendo enterado [77]
de vuestro infeliz suceso,
y de que ya en el descanso
eterno mi Madre estaba! 930
De todo, mi tío Don Pablo
me dio individual noticia.
Y como era necesario
ponerme un Hábito para
disfrutar el Mayorazgo 935
de nuestra Casa, la gracia
me hizo nuestro Soberano,
y la Cruz de Calatrava,
como veis, Señor, estando
en nuestra patria, me puse; 940
siempre sintiendo y llorando
no volveros a ver: mas
cuando consigo encontraros,
me produce vuestra vista,
más que alegría, quebranto. 945
Vuestro delito está vivo:
yo logré ver vuestros autos,
y piden perdáis la vida:
lo desean los contrarios:
la justicia solicita 950
ardientemente encontraros,
y la tenéis a la vista
en mí. ¡Pesar inhumano!
No se casará el Marqués
con mi hermana, si no le hago 955
presente su nacimiento:
si le descubro, os declaro,
y hallo en vos un delincuente:
si quien sois oculto, falto
a la justicia, a mi honor, 960 [78]
y el de mi hermana; con que hallo,
que os doy muerte, si os descubro,
y me deshonro si callo.
Con que, ¿qué haremos, señor,
en empeño tan amargo? 965
JUAN ¿Y un hijo mío eso duda?
Sin honor la vida, ¿acaso
se puede vida llamar?
No por cierto: es dilatado
suplicio, es muerte continua; 970
pues hijo mío, informados
el Marqués, su hermana, y tíos
sean de quien soy: La mano
de aquel a tu hermana: Yo
muera, mi crimen pagando: 975
La justicia triunfe; y
vivid tú, y tu hermana, honrados.
JUSTO ¡Ah Padre! Cómo es posible
que pueda...
 
(Sale el PORTERO.)
 
PORTERO Pretende hablaros 980
un Caballero, Señor.
JUSTO Padre, mientras le despacho
(A él aparte.)
retiraos allí. Haced que entre,
y cuando salga, en el patio
(Al PORTERO.)
de esta Casa, vive la hija 985
de ese hombre: Decid la aguardo
al instante aquí.
PORTERO Está bien. (Vase.)
JUSTO ¡Qué infeliz, qué triste estado
el mío! 990
JUAN Las consecuencias
de un crimen, estoy mirando. [79]
 
(El TÍO JUAN queda confundido con su dolor a la mano izquierda, y sale DON ÁLVARO.)
 
ÁLVARO Señor Don Justo de Lara,
reconoced por paisano,
al Conde de Laguna 995
Don Álvaro de Avendaño,
vuestro amigo, y servidor.
 
(El TÍO JUAN le sorprende al oírle: le mira con temor, y se recata de él.)
 
JUAN ¡Ay Dios! ¡Qué es lo que he escuchado!
él es: me perdí. (Aparte.)
ÁLVARO Mi patria 1000
es la vuestra. No he logrado
el honor de conoceros
hasta ahora; porque cuando
estuvisteis en Medina,
en la casa de Don Pablo 1005
vuestro tío, estaba yo
ausente. El viernes pasado
aquí llegué. Que pusiese
esta carta en vuestras manos,
(Se la da.)
vuestro tío me encargó, 1010
y no he tenido reparo
en hacerlo, que una cosa
es, procure mi cuidado,
 
(DON JUSTO se inmuta, y a poco rato hace señas a su padre para que se salga de la Escena.)
 
vengarme de vuestro padre,
(si por mi fortuna le hallo) 1015
pues fue quien le dio sangrienta
muerte a mi querido hermano
Don Pedro, por lo cual se halla [80]
al cuchillo sentenciado,
y otra, obrar como quien soy: 1020
mas, creo estáis preocupado.
JUSTO ¿Si me habrá entendido? (Aparte.)
JUAN Cómo
saldré sin que... ¡Ay Cielo santo!
 
(Con su turbación, y queriendo salir de Escena, tropieza, y cae: viéndole DON JUSTO, le arrebata, el amor, y corre a levantarle: DON ÁLVARO hace lo mismo: se sorprende de lo que oye a DON JUSTO; mira con mucha atención al TÍO JUAN, y le conoce.)
 
JUSTO Padre mío... ¡Mas qué he dicho! (Aparte.) 1025
mi amor filial me ha cegado.
ÁLVARO ¡Padre dijo! ¡mas que veo!
Él es.
JUAN ¡Qué fatal acaso!
Sí, yo soy el que pensáis, 1030
Don Álvaro; y solo aguardo
que procedáis como noble,
como piadoso, y christiano.
ÁLVARO Este real decreto os manda,
 
(Se le da a DON JUSTO y lee para sí, con extremos de sentimiento.)
 
(que nunca se ha separado 1035
de mi poder, desde que
le logré, siempre esperando
esta ocasión) que prendáis
a Don Juan de Lara.
JUSTO ¡Es claro! 1040
ÁLVARO Pues este es: cumplid el orden
real.
JUSTO ¡No puedo acusarlo!
Ola. [81]
 
(Salen el ESCRIBANO, y dos ALGUACILES.)
 
LOS TRES ¿Qué mandáis, Señor? 1045
JUSTO Prended a ese hombre: suframos (Aparte.)
lo que la naturaleza
está en mi pecho causando.
ÁLVARO Mientras que yo doy noticia
a quien debo, de este caso, 1050
debéis responder del reo,
pues que queda a vuestro cargo. (Vase.)
JUSTO Oíd, esperad...
JUAN ¡Qué tormento (Aparte.)
no estará mi hijo pasando! 1055
ESCRIBANO ¿Adónde se lleva este hombre,
Señor?
JUSTO A la Cárcel.
ESCRIBANO Vamos.
JUSTO ¡El dolor más cruel, y más 1060
atroz, me está devorando! (Aparte.)
 
(Le van a llevar, después de haberse mirado tiernamente los dos; y salen el MARQUÉS, DOÑA JACINTA, y DON NICASIO.)
 
MARQUÉS ¿Qué es esto? ¿Adónde lleváis
a ese infeliz? Mucho extraño
que mandéis prender, Señor
Don Justo, a ese pobre anciano, 1065
porque os lo pidió mi hermano:
Catalina me ha enterado:
ya sé quién es el traidor
(Mirando a DON NICASIO.)
causa de todo.
NICASIO ¡Temblando (Aparte.) 1070
estoy, pues me mira mucho!
Si él habrá sido acaso... [82]
MARQUÉS Mandad, que suelten a ese hombre.
JUSTO No puedo.
 
(Sale ANGELITA; y viendo a su padre, se precipita en sus brazos, y le conduce a los pies de DON JUSTO, donde ella se arrodilla llorando.)
 
ANGELITA ¡Qué veo, sagrados 1075
Cielos! ¡Ah padre de mi alma!
¡Pues qué motivo habéis dado
para esta pena!
JUAN Hija mía,
tu buen padre, ya ha acabado. 1080
ANGELITA ¿Acabado? ¡Ay Dios! Señor,
si ofrecisteis ser mi amparo,
dadme a mi padre.
JUSTO No está
su libertad en mi mano. 1085
ANGELITA Señor Marqués, vuestros ruegos
logren lo que yo no alcanzo.
MARQUÉS Por mí mismo debo hacerlo.
Déjele usted, Secretario.
Mi hacienda, toda mi sangre, 1090
(Queriendo separar al TÍO JUAN.)
mi vida, si es necesario,
perderé por él.
JUSTO ¿Qué hacéis?
Ninguno aquí sea osado,
pena de la indignación 1095
real, a turbar mis mandatos.
¿Veis lo que siente su hija?
Pues yo lo siento otro tanto,
y más, si cabe; y con todo
no es posible remediarlo. 1100
TODOS ¿Pues qué es esto? [83]
ANGELITA ¡Ah Padre mío!
Nadie habrá que de estos brazos
me aparte, sin darme muerte.
 
(Sale CATALINA corriendo.)
 
CATALINA Señor, vuestro tío Don Pablo 1105
de llegar acaba, y trae
lleno de cofres un carro
catalán.
JUSTO ¡En qué ocasión, (Aparte.)
Dios mío! 1110
JUAN ¡Ah pobre hermano! (Aparte.)
¡Cuál será tu desconsuelo,
al mirarme aprisionado!
JUSTO Secretario.
ESCRIBANO Señor 1115
JUSTO No
(A él aparte.)
llevéis el preso hasta tanto
que os avise.
ESCRIBANO Bien está.
JUSTO Pero que esté asegurado. 1120
 
(Dentro DON PABLO.)
 
DON PABLO  (11) Subid, mozos, esos cofres
TODOS A recibirle salgamos.
 
(Lo hacen, y sale DON PABLO, y algunos mozos con cofres, y maletas que dejan en el fondo de la escena. DON PABLO va derecho (12) a DON JUSTO, y le abraza.)
 
PABLO Id descargando allí enfrente.
¿Dónde estás, sobrino amado?
JUAN ¡Ay tío del alma mía! 1125
¡En qué situación estamos!
PABLO ¡Cómo! ¿Qué decís? En día
que a celebrar vas el lazo
indisoluble con Doña
Jacinta... 1130
JACINTA Que logra daros [84]
la bien venida, con estos
estrechísimos abrazos.
PABLO ¡Querida sobrina mía!
¿Dónde está el Marqués tu hermano? 1135
MARQUÉS Rendido a vuestra obediencia.
PABLO Llegad, Señor, a mis brazos.
Pero ¿qué tiene mi Justo,
que está tan triste?
JUAN No aparto (Aparte.) 1140
la vista de él.
JUAN Buen Señor,
(A los pies de DON PABLO.)
Ya que a tiempo habéis llegado
de ejercitar la clemencia,
con este mi triste llanto 1145
pido alcancéis de mi padre
la libertad. Vedle atado
para llevarle a la Cárcel.
Haced...
PABLO Suspended el llanto, 1150
que me hacéis llorar también.
Alzad, alzad. ¡Es milagro
de hermosura la muchacha!
¿Por qué (13) se ha preso a ese anciano,
Justo? 1155
JUSTO Porque dio la muerte,
a Don Pedro de Avendaño.
PABLO ¿Qué dices? (Sorprendido.)
JUAN Lo cierto. Aquí
ves a tu infeliz hermano, 1160
Pablo mío.
 
(Suelta la capa, y queda descubierto.)
 
PABLO ¡Hermano, a quien
mil veces muerto he llorado! [85]
Pues ¿cómo te encuentro así
el triste día en que te hallo? 1165
JUSTO Mi delito es quien lo causa,
reconoce, amado Pablo,
a tu sobrina Angelita,
mi hija amada. Sin reparo
la abraza. Señor Marqués, 1170
no tenga usía cuidado;
que aunque yo muera, ella es mi hija,
este su tío, y su hermano
y mi hijo el que hoy es mi Juez
PABLO Ven, Sobrina. 1175
ANGELITA ¡Tío amado!
¡Hermano del alma mía!
¡Que tanta fortuna alcanzó!
JUSTO Sí, Angelita mía.
JACINTA ¿Es esta 1180
verdad, o estamos soñando?
Marqués ¡Lleno estoy de confusión!
NICASIO Esto parece un encanto.
JUSTO Este es mi padre, Señores...
una desgracia... 1185
 
(Salen DON ÁLVARO, y SOLDADOS dirigidos por un SARGENTO con bayoneta calada.)
 
ÁLVARO Soldados,
entrad, que el reo está aquí.
PABLO Don Álvaro, pues ¿qué caso
dispone que de este modo
vengáis aquí? 1190
ÁLVARO Informado
ahora vais a ser. Señor,
 
(A DON JUSTO se le da.)
 
cumpla usía este mandato
del Señor Gobernador [86]
de la Sala. 1195
JUSTO Leed Secretario.
 
(Lee ESCRIBANO.)
 
El Alcalde Don Justo de Lara y Silba, que en virtud de un Real Decreto, que le presentó Don Álvaro de Avendaño, puso preso a Don Justo de Lara y Silva, que fue quien dio muerte a Don Pedro de Avendaño en Medina del Campo, la noche del día 20 de Abril de 1632. Entregará este Reo inmediatamente a la Tropa que le presente el mismo Don Álvaro de Avendaño, hermano que fue del difunto Don Pedro, para que le conduzca de su cuenta y riesgo a dicha Ciudad, y se ejecute en la sentencia dada en el criminal proceso que se fulminó, etc.
JUSTO ¡No puedo oír más! Padre mío,
con los últimos abrazos
os doy el alma.
ANGELITA Y en ellos 1200
muera yo, padre, dudando
todo cuanto advierto.
JACINTA Aunque
nada entiendo, su quebranto
me enternece. 1205
MARQUÉS ¡Cada vez
vengo a estar más admirado!
ÁLVARO Disponed que de la entrega
del reo dé el Escribano
testimonio. 1210
PABLO Poco a poco,
Señor Don Álvaro: veamos
de qué esta prisión procede.
ÁLVARO De un orden del Soberano [87]
para que cualquier Justicia 1215
asegure a vuestro hermano.
Aquí le hallé: di a Don Justo
el Orden, y le ha observado.
PABLO Pero veámosle.
JUSTO Aquí está. 1220
PABLO Léale usted Secretario
 
(Se le da, y lee para sí.)
 
ESCRIBANO Todo consta aquí, Señor.
JUSTO ¡Ah tío!, que está muy claro,
y ejecutivo.
PABLO ¿Qué fecha tiene? 1225
ESCRIBANO Señor, es del año
de mil seiscientos y treinta
y cinco.
PABLO Pues ya ha expirado
toda la fuerza de ese Orden. 1230
ÁLVARO ¿Cómo?
PABLO Lo sabréis despacio.
Hermano, y sobrinos míos,
si yo no hubiera llegado
en esta ocasión, ¡qué pena 1235
tuvierais! Pero alegraos,
que no hay nada que temer.
Mi crecido mayorazgo,
me ha producido el tesoro,
que viene depositado 1240
en esos cofres. Ya nunca
volverte a ver pensé, hermano;
y menos a mi sobrina
Angelita. Del estado
que iba a tomar mi sobrino, 1245
me dio parte; y yo pensando
que el que da la herencia en vida, [88]
es digno de más aplauso,
que el que por morir la deja,
porque este lo hace forzado 1250
determiné me heredase
mi Justo; por cuyo caso
traje esos cofres, y en ellos
todo mi oro; y esto ha dado
motivo, para que en uno 1255
de ellos, que ya, ya le alcanzo
a ver, venga un documento
tan útil, y necesario,
como veréis. Esperad,
que en el instante le saco. 1260
 
(Saca una llave, abre un cofre, y extrae de él un papel.)
 
¿Adónde estás, papelito?
¿Te resistes? Ya te he hallado.
Secretario, léale usted;
y tome por el trabajo
estas seis onzas. 1265
ESCRIBANO Señor...
PABLO Leed: mas sea tomando.
 
(Lee ESCRIBANO.)
 
Real indulto de Don Juan de Lara, en (14) la muerte que dio en la noche de día 20 de Abril de 1632, a Don Pedro de Avendaño, en Medina del Campo, patria de los dos: conseguido a instancia de Don Jacinto de Avendaño, hijo del difunto Don Pedro, y parte principal en esta causa; y de Don Pablo de Lara y Silva, hermano de Don Juan de Lara y Silva.
 
(Le abre, y lee para sí, y luego dice.)
 
Es constante, y le autoriza [89]
la firma del Soberano,
de que doy fe. 1270
ÁLVARO ¿El año?
ESCRIBANO Mil seiscientos cuarenta y cuatro.
PABLO Y el de treinta y cinco ese orden;
con que el indulto está claro
que fue posterior, y él solo 1275
debe atenderse.
ESCRIBANO Es sentado.
PABLO Vuestro sobrino Jacinto (A DON ÁLVARO.)
(que tenga Dios en descanso)
con su natural bondad 1280
escuchó mis reiterados
ocultos, y tiernos ruegos,
y procedió con tan grato
corazón, que en virtud
lo preciso practicamos, 1285
y lo alcanzamos ese indulto;
pero encargó a mi cuidado,
Jacinto, que lo callase
hasta que llegase el caso
de ser útil, pues temía 1290
ser de las iras estrago,
si llegaba a descubrirse,
de vos, y de vuestro hermano,
y yo religiosamente
este secreto he guardado, 1295
hasta que hoy permite el Cielo
que le descubran mis labios;
pues consiste en esto viva
un hermano, que amo tanto.
ÁLVARO Pues si mi sobrino fue 1300
tan bueno, que perdonado [90]
a su enemigo dejó,
pues murió el año pasado:
quiero reine en esta casa
el júbilo. Yo me aparto 1305
del derecho que tener
pueda en esta causa; y hago
hoy nueva amistad con todos,
siendo la señal mis brazos.
JUSTO Yo el primero os doy en ellos 1310
todo el corazón. Amado
padre mío, dulce hermana,
ahora sí que en estos lazos
se derrama mi alegría.
JUAN ¡Hijo mío! 1315
ANGELITA ¡Amable hermano!
JUAN Pablo mío, a ti te debo
la vida, y te la consagro.
JUSTO Señora, mi hermana espera...
JACINTA Qué ha de esperar, si deseando 1320
estaba enlazarme a ella,
para que le dé la mano
mi hermano.
MARQUÉS Y con ella el alma.
NICASIO Mis intentos ya expiraron. (Aparte.) 1325
JUSTO En el honor de mi hermana (A NICASIO.)
puso usted algún reparo,
y es fuerza que le probéis.
MARQUÉS Ya supe que este inhumano
fue quien descubrió a mis tíos, 1330
y a mi hermana, todo cuanto
yo con la vuestra traté.
JACINTA Es cierto.
ANGELITA Y para que más probado [91]
quedé su mal proceder: 1335
después de haberme enterado
de que todo vuestro amor,
señor Marqués, fue un engaño,
me dio hoy mismo este papel
solicitando mi mano. 1340
Leedle, Marqués.
 
(Lo hace para sí.)
 
MARQUÉS Todo es cierto.
JUAN Hombre aleve...
MARQUÉS Traidor...
PABLO Falso... 1345
NICASIO Señores, perdonad todos:
el amor que he profesado
a esa señora, dio causa
para querer con engaños,
que la dejara el Marqués, 1350
y conseguir yo su mano.
JUSTO No más. El que con su padre
fue tan justo, y tan exacto
en defender la justicia,
¿qué no hará con un malvado? 1355
A un encierro conducidle,
y en él quede aprisionado
hasta que vaya a un presidio
por sus delitos. Llevadlo.
NICASIO Quien ofende a la virtud, 1360
siempre será castigado.
 
(Lo llevan.)
 
JUAN Marqués...
MARQUÉS No así me llaméis:
hijo sí, señor.
JUAN Mis brazos 1365
por hijo te reconocen.
Justo mío, da la mano
 
(Lo hacen.) [92]
 
a tu esposa; y tú a tú esposo
(A ANGELITA, y JUSTO (15).)
Después seréis informados
de todo lo que dudáis. 1370
Ahora celebremos tantos
bienes que Dios nos dispensa.
ÁLVARO Pues porque desde hoy podamos
ser todos unos, dejad
que yo sea de ambos lazos 1375
el Padrino.
JACINTA Esta fortuna
será nuestra.
ÁLVARO A los Soldados
repartid, Señor Sargento, 1380
por premio de su mal rato,
esos cuarenta doblones:
idos con Dios.
 
(Vanse los SOLDADOS.)
 
PABLO Pues yo mando
que mi Angelita y mi Justo, 1385
hereden cuanto allí traigo.
Para pasarlo muy bien
los dos, aún nos queda, hermano.
JUAN Todo sea gozo, y contento.
PABLO Todo júbilo extremado. 1390
ANGELITA Y aquí, público benigno,
si ha conseguido agradaros.
TODOS Dad por premio al Vinatero
de Madrid, vuestros aplausos.

FIN [93]



     Véndese [a] 8 rs. en Madrid en las librerías de Es[...] (16) Cuesta, donde se hallan las producciones dramáticas del mismo autor, tituladas:

                      EL TROVADOR
EL PAJE
MAGDALENA
EL REY MONJE
BATILDE, O AMÉRICA LIBRE
MARGARITA DE BORGOÑA
LA PANDILLA, O LA ELECCIÓN DE UN DIPUTADO

Arriba