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El zapatero y el rey

Primera parte

Drama en cuatro actos

José Zorrilla y Moral


[Nota preliminar: Edición digital a partir de la de Madrid, Yenes, 1840 y cotejada con la edición crítica de Jean-Louis Picoche (Madrid, Castalia, 1980, pp. 69-208.)]


   Por odio y contrario afán
calumniado torpemente,
fue soldado más valiente
que prudente capitán.
    Osado y antojadizo
mató, atropelló cruel;
mas por Dios que no fue él,
fue su tiempo quien lo hizo.




A mi amigo Don José García Luna

Me aconsejaste que presentara en escena al rey Don Pedro, y escribí este drama para ti. Reconocido quedó a todos los actores que han tomado parte en su representación: pero sería necia vanidad negarte las dos partes de gloria que te corresponden.

El rey Don Pedro te daría las gracias; y el público que te ha colmado de aplausos te ha dicho mejor que pueden hacerlo mis palabras, que has aconsejado bien y has ejecutado mejor. Tu buen amigo

JOSÉ DE ZORRILLA.

Madrid 14 de marzo de 1840.



PERSONAJES
 

 
DON PEDRO.
BLAS,   su hijo.
DON JUAN,   su hijo.
TERESA,   su hija.
DIEGO PÉREZ,   zapatero.
UN HOMBRE   del pueblo.
DOÑA ALDONZA CORONEL.
DON JUAN DE COLMENARES.
DON ALBAR PÉREZ DE GUZMÁN.
SAMUEL LEVI.
UN CONJURADO.
UN EMBAJADOR   del rey de Granada.
DON DIEGO GARCÍA DE PADILLA.
JUAN CORTACABEZAS.
Dos ballesteros de la guardia del rey.
EL CARDENAL,   legado del pontífice.
ROBLEDO.





ArribaAbajoActo I

 

La escena es en Sevilla.

 

Escena I

 

Interior de la casa de DIEGO PÉREZ: ajuar del oficio. Es de noche.

 
 

BLAS. TERESA.

 
TERESA
Sí, sí, cierra la ventana,
que hace una noche...
BLAS
Muy buena
para empezar una ronda.
TERESA
¡Vaya, y diluvia!
BLAS
Por fuerza
bebe los vientos por tí 5
si hoy es constante.
TERESA
¡Qué pelma!
BLAS
Vive Dios que es un mancebo
que vale un mundo, Teresa;
ni valientes le intimidan,
ni temporales le arredran; 10
con su espadón en el cinto
y su malla sempiterna,
no hay quien le tosa en Sevilla
si como ronda pelea.
TERESA
Siempre te me estás burlando. 15
BLAS
¿Yo burlarme? no lo creas;
si la verdad no te digo
en la vida hablé de veras.
¿Crees tú que entrar le dejara
en casa, si no creyera 20
que es un soldado y valiente?
TERESA

 (Sobresaltada.) 

¡Dios mío!
BLAS
¿Qué fue, Teresa?
TERESA
Sería aprensión.
BLAS
Sería.
TERESA
Creí que abrían la puerta.
BLAS
Lo que tú tienes es miedo. 25
TERESA
Ojalá no le tuviera;
aunque en tal caso, mi Blas,
gran ventaja no me llevas.
BLAS
¿Cómo?
TERESA
Anteanoche temblabas.
BLAS
¿Cuándo?
TERESA
¿Cuándo?...¿no te acuerdas»
30
BLAS
No a fe.
TERESA
Cuando aquella mano
que asiéndola por las rejas
cerró a golpe la ventana.
BLAS
Algún hidalgo tronera
que a su casa volvería 35
con tres o cuatro botellas.
TERESA
¿Y aquellas voces que oímos?
di, y el son de las cadenas?
BLAS
¡No lo mientes!
TERESA
¡Virgen santa,
qué noche tan cruel fue aquella! 40
Rodaba todo el infierno
por el átrio de la iglesia.
BLAS
¿Lo viste tú?
TERESA
¿Yo? En la cama
me di mil veces por muerta,
y, no me atreví de miedo 45
ni a rebullirme siquiera.
Pero Juanito me dijo
que él asomó lit cabeza
por la rejilla, mucho antes
que a cerrárnosla vinieran, 50
y vio
BLAS
¿Qué vio?
TERESA
Seis fantasmas,
cuatro blancas y dos negras.
BLAS
Hablemos si te parece
con formalidad, Teresa.
TERESA
Pero no dejes la obra 55
por hablar.
BLAS
Enhorabuena.
Sigo con ella, y escucha.
Aunque yo en verdad no tenga
miedo a los muertos, sea dicho
con la debida cautela. 60
por no tenerlos vecinos
he echado a solas mis cuentas.
TERESA
Y a té que la vecindad
no es muy grata.
BLAS
Estame atenta.
Puesto que van ya tres noches 65
que esos muertos se rebelan,
y con sus danzas nocturnas
dormir en paz no nos dejan,
pienso ir, si padre consiente,
á otro barrio con la tienda. 70
¿No te parece? Y mañana
TERESA
¿Mañana? ¡Soberbia idea!
BLAS
Cuanto más pronto mejor.
TERESA
Sí, sí, porque el miedo arrecia.
Yo, la verdad, ni una noche 75
duermo un minuto serena.
BLAS
Pues yo sueño con los diablos
y los duendes todas ellas.
TERESA
¡Hola! ¿con que al cabo, Blas,
que tienes miedo confiesas? 80
BLAS
Negar que los muertos me hacen
mucha pavura, Teresa,
fuera, a hablar como hombre honrado,
en mi la aprensión más necia.
Sabes que en toda mi vida 85
temí paliza, pendencia,
ni motín, que en todo lance
resto anduve a la defensa
de mi padre o mis hermanos,
de un vecino... de cualquiera. 90
Sabes que estuve empeñado
no há mucho en ir a la guerra,
y que a dejarme mi padre
ya estaria en la frontera.
Mas los muertos me intimidan, 95
¿a qué andarse por las yerbas?
Si veo venir de frente
una pica, una ballesta,
derecho me voy al bulto
por ir aunque más no sea; 100
pero en hablando de muertos
estoy con la pataleta.
Me columpio que parece
que es de plomo la cabeza,
los pies y manos de corcho, 105
y el corazón de manteca.
TERESA
Pues manos a la mudanza.
BLAS
No, como a padre convenga,
á otra parte con la música.
TERESA
Blas, que llaman a la puerta. 110
BLAS
Abre tú.
TERESA
Miren qué gracia.
Abre tú que estás más cerca.
BLAS
¡Vaya! ¡Pues aun tendrá miedo!
¿Quién?
DIEGO

 (Dentro.) 

Yo.
BLAS
Buenas noches.
TERESA
Buenas
os las dé Dios, hijos míos. 115

 (A BLAS, que se asoma a la puerta con curiosidad.)  

Vaya, Blas, que llueve, cierra.


Escena II

 

DIEGO. BLAS. TERESA.

 
TERESA
¿Queréis lumbre?
DIEGO
Sí por cierto;
que hace una noche tremenda.
BLAS
Sentaos.
DIEGO
Torna el sombrero.
Llévate la capa y tiéndela. 120
BLAS
Chorreando está.

 (Vase BLAS y vuelve.) 

TERESA
¿Qué tenéis,
padre? Traéis descompuesta,
desencajada la cara.
DIEGO
Es el frío.
TERESA
No, por fuerza
os ha sucedido...
BLAS
¿Cómo?
125
¿qué es eso?
DIEGO
Vaya, que apenas
llego, siempre os empeñáis
en que azares me sucedan.
No tengo nada.
BLAS
Es que importa
que jamás os acontezca 130
mal, mientras que tengáis hijos
que os venguen.
DIEGO
¿Eh?
BLAS
Que os defiendan.
DIEGO
La venganza es, hijo mío,
de maldición una piedra;
que tarde o temprano vuelve 135
contra el mismo que la suelta.
BLAS
Ya lo sé, padre, que he oído
mil veces eso en la iglesia.
DIEGO
Pues es preciso que siempre
en la memoria lo tengas. 140
Pero vamos a otra cosa:
¿Vino?
BLAS
Nadie
DIEGO
En horabuena;
¿con que habéis estado solos?
BLAS
Sí, señor.
TERESA
Si no se cuenta
el miedo de cada cual. 145
DIEGO
Y ¿de qué ese miedo era?
¿ambos calláis?
TERESA
Dilo, Blas.
BLAS
Padre, hablando con franqueza,
los muertos...
DIEGO
Bueno, dejadlo.
BLAS
Es que estamos siempre...
DIEGO
Vuelta.
150
BLAS
Y hemos tratado los dos
de que mudemos la tienda.
DIEGO
No hay que pensar más en ello:
los muertos son gente buena,
y no se meten con nadie. 155
TERESA
Pero...
DIEGO
Silencio, Teresa:
no son los muertos a fe
los que ahora a mí me amedrentan:
y de una vez para siempre
que comprendáis me interesa, 160
que los muertos no hacen daño,
y que hablar de ellos molesta.
BLAS
Pero, padre, ¿y esas voces
que de noche nos atruenan?
DIEGO
Cerrad las ventanas bien, 165
y dormid a pierna suelta;
las voces solo son ruido,
y el ruido no rompe piernas.
BLAS
¿Y no era más fácil?...
DIEGO
No.
BLAS
Vuestro mal humor os ciega: 170
padre, ¿qué tiene de estraño
que por ser la calle estrecha,
porque se pierde o se gana,
ó sea por lo que sea,
mude un vecino algún día 175
a otro barrio casa o tienda?
DIEGO
Blas, yo tengo mis razones,
y permanecer es fuerza
en esta casa, aunque mucho
de ello en el alma me pesa. 180
(¡Qué diablos! ¡quiere y no quiere!
¿A que también da en la tema
de callar que tiene miedo?)
BLAS
Pero...
DIEGO
Basta de querella:
no hay que alzar ya más pelillos 185
á conversación tan necia;
y el que de noche curioso
me abra a deshora una reja,
que se eche a él solo la culpa
del mal que a todos nos venga. 190
TERESA
¿Llamaron?
BLAS
¿Abro?
DIEGO
¿Pues no?
que entre en mi casa quien quiera.


Escena III

 

Dichos. DON JUAN DE COLMENARES.

 
DON JUAN
Dios sea loado.
DIEGO
¡Don Juan!
¿con una noche tan cruda
vos en mi casa?
DON JUAN
Sin duda,
195
siempre os quise con afán.
DIEGO
Cuatro años hace, señor,
que en ella no os hemos visto.
DON JUAN
De venir es, ¡Vive Cristo!
esa la razón mejor. 200
Cuanto más corren los años
más los amigos se prueban,
y amistades se renuevan
en males y desengaños.
DIEGO
Habláis, don Juan, de amistades 205
en tono tan singular,
que nos haréis recelar
en la vuestra novedades.
DON JUAN
¡Oh, no, Diego! Por mi vida
nunca os la tuve más fiel, 210
y de ello...
BLAS
(Reniego de él.)
DON JUAN
Os da pruebas mi venida.

  (Con aire de importancia.)  

¡Hola! ¡qué altos los muchachos
están!... ¡mozo más cabal!...
no le sentarían mal 215
la coraza y los mostachos.
¿No es este el que quiso ser?
BLAS
Yo soy, y si aun me dejaran,
por San Juan que se quedaran
los zapatos por coser. 220
DON JUAN
¿Con tanta afición te sientes?
BLAS
Los ojos tengo rasados
solo con ver los soldados
con el hierro hasta los dientes.
DON JUAN
Y entonces, ¿por qué esa senda? 225
BLAS
Dice mi padre, señor,
que siempre he de estar mejor
que en el cuartel, en la tienda.
DON JUAN
Nada hay a eso que añadir;
mas Diego, si no hay objeto 230
que lo obste, tengo en secreto
dos palabras que decir.
DIEGO
¿A mí, don Juan?
DON JUAN
A tí, Diego.
DIEGO
Podéis empezar si os place.
DON JUAN
No estás solo.
DIEGO
¿Eso qué le hace?
235
DON JUAN
Iréme pues.
DIEGO
Idos luego.

  (Con orgullo.)  

Bajo este techo, don Juan,
no hay quien no pueda discreto
guardar el mejor secreto.
DON JUAN
Grandes para ti serán 240
los motivos de esa fe
en tus hijos, pues lo son,
pero fuera indiscreción
fiarme yo, y no lo haré.
DIEGO
Pues tanto empeño mostráis. 245
idos vosotros.
BLAS
(Maldita
sea con él su visita.)
 

(Vanse BLAS y TERESA.)

 


Escena IV

 

DON JUAN. DIEGO.

 
DIEGO
Solos estamos; ¿habláis?
DON JUAN
Diego, tú audaz Y orgulloso
de tu virtud satisfecho, 250
caminas siempre derecho
por el camino espinoso
de la vida; más preciso
será que te haga mirar
que hay mucho en que tropezar. 255
DIEGO
Os agradezco el aviso:
mas tengo ya setenta años,
y si es que torcido anduve,
los vicios que siempre tuve
tarde os parecen estraños. 260
DON JUAN
Diego, tu altivez modera
y a la razón deja luz,
que es muy recta tu virtud
pero es atrevida y fiera.
Consulta contigo mismo 265
lo que vas a responder,
que va tu respuesta a ser
tu salvación o tu abismo.
¿Quieres escribir tu nombre
donde los nuestros están? 270
DIEGO
Ya os dije que no, don Juan.
DON JUAN
(¡Qué tenacidad de hombre!)
Diego, ¿lo has pensado bien?
DIEGO
Sí, don Juan.
DON JUAN
¿Y no has pensado
que va a alcanzar tu pecado 275
a mi cabeza también?
DIEGO
¡También a vos! no lo entiendo.
DON JUAN
¿Quieres que en olvido eche
que ambos con la misma leche
nos nutrimos?
DIEGO
Os comprendo;
280
tal vez creéis que me amáis
porque pensáis mucho en mí,
mas cuando pensáis así,
don Juan, os alucináis.
Mucho mi arrogancia os pesa, 285
pues culpo vuestras acciones,
y esas son las mil razones
porque Diego os interesa.
DON JUAN
Mas hay otros que inflexibles
por no malograr su afán, 290
á tu vida tenderán
todos los lazos posibles.
Te seguirán por do quiera,
y es inf`alible decreto,
que quien roba su secreto 295
ayuda les preste o muera.
DIEGO
Concluyamos de una vez:
yo sé que hay un Juez supremo,
y nada en el mundo temo
mientras me ampara ese Juez. 300
Os habéis puesto, insensatos,
con los nuestros a jugar,
y habéis logrado engañar
así a muchos mentecatos.
DON JUAN
Cuanto importa mantener 305
de ese aislado monasterio
la oscuridad y el misterio,
en mi empeño puedes ver.
Es fuerza, Diego, que el vulgo
de comprenderlo no acabe: 310
si ha de morir quien lo sabe,
peligro, pues lo divulgo.
DIEGO
Desprecio la oculta ley
que proscribe mi virtud,
y siendo en mi juventud 315
soldado, defiendo al rey.
DON JUAN
Al rey que deja morir
de hambre a sus servidores,
que andan hoy como traidores
mendigando a quien servir. 320
El rey que deja inhumano
que a merced de oficio infame
DIEGO
Quien tal al trabajo llame,
es, don Juan, solo un villano:
jamás en lo que es me meto 325
mi rey, que soy su vasallo,
bueno o mato, sufro y callo,
y aunque le odie le respeto.
Lo dije: ¡y mirad por Dios
que pierdo ya los estribos! 330
no temo muertos ni vivos:
con que meditadlo vos.
Y no lo toméis a espacio,
que no soy yo vuestro amigo;
y en amistad os lo digo, 335
mañana voy a palacio.
 

(Un punto de silencio.)

 
DON JUAN
Lloré, supliqué por tí,
mas la vida nos va en ello;
y cada cual por su cuello
mira con razón aquí. 340
Con que si ello tanto importa,
piensa a tu vez y despacio,
que no llegará a palacio
ni tu palabra más corta;
pues no puedes en conciencia 345
en ser nuestro consentir,
custodiado has de partir,
y no temas la indigencia.

  (Le ofrece un bolsillo que DIEGO rechaza.)  

DIEGO
Dadlo a los de vuestra grey,
don Juan, que yo mi pobreza 350
llevo con tanta fiereza
como su corona el rey.
Y aunque los den tan baratos
que cieguen por trabajar,
nunca pan me ha de faltar; 355
mis hijos harán zapatos.
DON JUAN
Sabes, y Dios me es testigo
de que hice por tí, a mi fe,
cuanto pude.
DIEGO
Ya lo sé;
mi padre os crió conmigo. 360
DON JUAN
Y no sé cómo igualmente
la misma leche nos hizo
necio y descontentadizo
á tí, y a mí tan prudente.
DIEGO
Tenéis razón, ¡vive Dios! 365
que hemos salido en pareja
un lobo con una oveja.
DON JUAN
Tú el lobo.
DIEGO
Y la oveja vos:
eso dije.
DON JUAN
Hombres ingratos
que desprecian tan traidores 370
DIEGO

 (Interrumpiéndole.)  

No quiero vuestros favores,
don Juan; coseré zapatos.
¿Me tenéis más que decir?
DON JUAN
Que te encomiendes al cielo.
DIEGO
A ese tribunal apelo. 375
DON JUAN
A Dios.
DIEGO
Con vos quiera ir.


Escena V

 

DIEGO, BLAS, TERESA.

 
BLAS
Padre, no oí lo que os dijo,
mas créolo un desacato;
y muerte afrentosa elijo,
si siendo yo vuestro hijo 380
os ofende y no le mato.
DIEGO
Blas, el cariño te ciega.
BLAS
No sé qué juego se juega,
porque no oí más que el fin
pero el negocio es muy ruin, 385
cuando mi padre se niega.
DIEGO
¿Nada comprendiste?
BLAS
No.
DIEGO
Dios tal vez te ensordeció.
BLAS
Vi que os ofreció dinero,
y que dijisteis: no quiero 390
bien hecho, tampoco yo.
DIEGO
Blas, la honra es un tesoro,
y aunque te ofrezcan más oro
que cabe en la catedral,
si la vendes harás mal. 395
BLAS
Primero me mate un moro.
No le está bien a un mancebo
los secretos rastrear
de un viejo, sé que no debo;
mas ¿me queréis confiar 400
este? A guardarle me atrevo.
DIEGO
Es inútil; está bien
donde está, y no estará, no,
mucho tiempo.
BLAS
Yo también
tomaré lo que me den 405
los que saben más que yo.
 

(Pausa.)

 
TERESA
Padre, ese hombre os ha dejado
tan inquieto... ¿qué tenéis?
DIEGO
¿Vuelves ya a lo comenzado?
Con tan prolijo cuidado 410
acosado me tenéis.
Mas ahora que hago memoria,
si ese soldado viniera
de otras noches, me pluguiera.
TERESA
¿Os fuera útil?
DIEGO
Sí que fuera.
415
BLAS
¡Es, hombre de grande historia!
Me gusta por lo valiente,
y de honrado tiene facha:

  (A TERESA.) 

¿no es así?
TERESA
Padre, consiente
en que venga...
BLAS
Y es corriente,
420
que quiera padre no es tacha.
DIEGO
No le agradezco infinito
su visitas, en verdad:
mas hoy que le necesito...
BLAS
¡Voto a San Diego bendito!.. 425
DIEGO
Blas, no jures.
BLAS
Perdonad;
pero mal lobo me coma
si no vuelvo como un galgo
con él.
TERESA
¿Llaman?
BLAS
Luego asoma
en nombrando al rey de Roma. 430
DIEGO
Si fuera él...
BLAS
Apostara algo.


Escena VI

 

Dichos. DON PEDRO en trage de soldado.

 
BLAS
Seor soldado, guárdeos Dios.
DON PEDRO
Él le socorra, mancebo.
Alegre está, ¿qué hay de nuevo?
BLAS
Nada, pues llegasteis vos, 435
DON PEDRO
¿Me esperaban?
BLAS
Impacientes.
DON PEDRO
¿Qué es ello, pues, linda niña?
¿se la ocurre alguna riña?
¿Qué me mandáis?
DIEGO
Que te sientes.
DON PEDRO
Buen viejo, disimulad; 440
no os saludé en derechura,
porque al ver tanta hermosura
me siento ciego.
DIEGO
En verdad
que sois un hombre bizarro,
y siempre con buen humor. 445
 

(DON PEDRO mete sin ceremonia ambos pies por medio de todos.)

 
DON PEDRO
Dejadme echar al calor
esta humedad y este barro.
BLAS
(Si no viera en una pieza
su amor y su edad marcial,
Teresa, tomaba a mal 450
su desenfado y franqueza.)
DON PEDRO
¿Qué murmura el perillan?
BLAS
Que traéis hoy una espada
con mucho primor dorada.
DON PEDRO
En el cuartel me la dan: 455
y como me sirva bien,
jamás las señas la tomo
que al pulsarla por el pomo
se cura siempre a cercen.
Pero al caso, señor Diego: 460
dispuesto estoy a escucharos,
hablemos de prisa y claros,
que he de partirme muy luego.
DIEGO
¿Entráis en palacio vos?
DON PEDRO
¿Por qué me lo preguntáis? 465
DIEGO
Porque si hasta el rey llegáis
quiero hablarle.
DON PEDRO
Sí por Dios,
y si queréis que le diga...
DIEGO
A solas le quiero hablar.
DON PEDRO
Para tan alto picar 470
muy grave causa os obliga.
DIEGO
No a mí.
DON PEDRO
¿Pues a quien?
DIEGO
A él.
 

(DON PEDRO frunciendo el ceño se arrellana en la silla diciendo con altivez.)

 
DON PEDRO
Diga pues lo que se ofrece.
DIEGO
Al rey su merced parece.
DON PEDRO
¿La cara tengo tan cruel 475
que con el rey me compara?
DIEGO
Hable de él con más respeto,
que yo jamás me entrometo
a mirar al rey la cara.
¿Y en fin lo podéis hacer? 480
DON PEDRO
Cuando queráis.
DIEGO
Pues mañana.
DON PEDRO
¿A qué hora?
DIEGO
La más temprana.
DON PEDRO
Pues bueno, al amanecer.
DIEGO
¿Os burláis?
DON PEDRO
No por mi vida,
porque mañana temprano 485
ha dispuesto el soberano
dar al monte una batida;
con que si verle queréis,
que madruguéis es preciso.
DIEGO
No echaré al agua el aviso. 490
DON PEDRO
Mucho de él os prometéis.
DIEGO
Eso es ya negocio mío,
seor soldado.
DON PEDRO
Bien está;
á mí tanto se me dá;
con que en ello no porfio. 495
DIEGO
Pues a otra cosa, y decid,
¿qué se habla por la ciudad?
DON PEDRO
Estoy de eso a la verdad
tan al cabo como el Cid.
DIEGO
¿No os importan las noticias 500
de vuestra patria y del rey?
DON PEDRO
¿A mí?... que haya buena ley
y se hagan muchas justicias.
Lo demás nada me importa,
y cuando columbro guerra, 505

  (Señalando la espada.)  

doy un repaso a esta sierra,
y estoy listo en cuanto corta.
 

(Llaman en la puerta con brío.)

 
TERESA
¡Ay!
DON PEDRO
Llaman.
DIEGO
Abre.
 

(Lo hace BLAS.)

 


Escena VII

 

Dichos, un HOMBRE del pueblo.

 
BLAS
¿Qué quiere?
HOMBRE
¿Diego Pérez?
BLAS
Aquí es.
HOMBRE
Que vaya corriendo pues, 510
que su pariente se muere.
DIEGO
¿Mi pariente? ¿y qué pariente?
HOMBRE
Gil Pérez el estatuario,
que está con un mercenario
muriendo devotamente. 515
DIEGO
¡Gil Pérez!... ¡Oh! perdonad,
señor soldado, que entiendo
que ese que se está muriendo
conmigo en su mocedad
siguió las armas reales. 520
DON PEDRO
Id que soy muy vuestro amigo
y estáis cumplido conmigo,
id a remediar sus males.
Y si urgen por mala estrella
medicinas o dinero, 525
tengo una bolsa de cuero,
mandad por lo que hay en ella.
DIEGO
Gracias y a Dios.
BLAS y TERESA
¿Volveréis?
DIEGO
En cuanto el mal lo permita.
 

(Sale DIEGO con el HOMBRE; BLAS y TERESA se asoman a la puerta.)

 
BLAS
Corre que se precipita. 530
DON PEDRO
Mozos, buen padre tenéis.


Escena VIII

 

DON PEDRO, TERESA; BLAS cosiendo zapatos.

 
DON PEDRO
Decidme, esquiva hermosura,
¿me queréis como yo a vos?
TERESA
Brava pregunta por Dios.
DON PEDRO
Brava os quiero, altiva y dura; 535
¿pero la frase la estraña?
darela satisfacción:
es que está mi corazón
por sus ojos en campana.
Y soldado más valiente 540
que prudente capitán,
planto el sitio y allá van
mis ballestas de repente.
Si el enemigo responde
á él voy, y sin hacer alto 545
entro al lugar por asalto
sin mirar nunca por donde.
¿Se me entiende?
TERESA
Como está
tan oculta la emboscada,
no es fácil...
DON PEDRO
Vuestra avanzada
550
dió con ella.
BLAS
¡Voto va!
paréceme que a barato
lo hecháis, y se me barrunta
DON PEDRO
¿Quien al rapaz le pregunta?
calle y cosa su zapato. 555
BLAS
(Siempre adelante me lleva:
por más que me tengo serio,
arranca con tal imperio
que el diablo que se le atreva.)
TERESA
Bien, hablemos de otra cosa: 560
dicen que el rey de Castilla
DON PEDRO
¿Está ahora con la Padilla
en conferencia amorosa?
TERESA
¿Qué me importa? es de la guerra
de Aragón por que pregunto. 565
DON PEDRO
Contadme allá por difunto.
TERESA
¿Os partís para esa tierra?
DON PEDRO
El rey sus tercios envía
para allá, y según infiero
yo salgo con él primero; 570
con que al caso, prenda mía:
si no me dais antes de ir
de vuestro amor una prueba,
dad por llegada la nueva
de que estoy para morir. 575
TERESA
Mucho en el alma lo siento,
que al cabo os quería bien.
DON PEDRO
(Bello está en ella el desdén,
pero más el sentimiento.)
¿Con que me queréis, Teresa? 580
TERESA
Ya lo dije; mas si os vais,
pésame que lo sepáis.
DON PEDRO
¿Que os pesa decís?
TERESA
Me pesa,
porque es vuestra condición
olvidar lo que ha pasado 585
en lugar que habéis dejado:
con que ved si en Aragón
olvidaréis a Castilla.
DON PEDRO

 (Con brío.) 

¿Olvidar y haberla visto?
y vale más ¡voto a Cristo! 590
que la Aldonza y la Padilla.
TERESA
¿Qué decís? que... ¿á quien nombráis?
DON PEDRO
Padilla y la Coronel,
damas del rey.
TERESA
¿Y con él
y aquellas nos comparáis? 595
DON PEDRO
Sí, pues siendo ante la ley
él el primero y mejor,
la más hermosa el amor
debe cautivar del rey.
BLAS
Ved que estáis aquí conmigo, 600
Y ved que su hermano soy.
DON PEDRO
Qué lenguaraz estás hoy.
BLAS
Es que soy...
DON PEDRO
Calle, le digo.
BLAS
(Los ojos me hace bajar
y se me traba la lengua.) 605
TERESA
No le riñáis, que es gran mengua
hacerle esto tolerar:
y partid, que es ya muy tarde
y no está mi padre aquí.
DON PEDRO
¿Con vos no me dejó a mi? 610
¿qué importa que yo le aguarde?
 

(Tocan a las ánimas y al son de las campanas BLAS y TERESA hacen un movimiento de temor.)

 
DON PEDRO
¿Qué es eso?
TERESA
¿No oís tocar?
BLAS
Las nueve deben de ser.
DON PEDRO
¿Y qué tiene eso que ver
para ponerse a temblar? 615
BLAS
¿Qué, no sabéis lo que pasa?
mas no me miréis así,
que ponéis un ceño...
DON PEDRO
Di
qué es lo que hay.
BLAS
En esta casa
es imposible vivir: 620
la mejor noche nos comen.
DON PEDRO
¿Quién?
BLAS
Temiendo estoy que asomen,
que a esta hora suelen venir.
DON PEDRO
¡Qué tropel de desaciertos!
¿locos a esta hora os volvéis? 625
BLAS
¿Los oís?
 

(DON PEDRO da un paso hacia la ventana, BLAS le detiene.)

 
No os asoméis.
DON PEDRO
¿Pero quién son?
BLAS
Unos muertos.
DON PEDRO
¡Muertos!... ¡Bah! ¡bah! pues ya estoy;
¿con que todo eso era miedo?
¿Y se ven?
 

(Segundo paso de DON PEDRO y detención de BLAS.)

 
BLAS
Estaos quedo
630
si morir no queréis hoy.
DON PEDRO
Y en efecto se oye ruido
y se ve luz por la calle.
TERESA
Siento que padre no se halle
ya esta noche recogido. 635
BLAS
¡Cielos yo tiemblo por él!
todos los días parecen
hombres que a fuerza perecen
de esa iglesia en el cancel.
DON PEDRO
¿Y la justicia lo sabe? 640
BLAS
Sin duda saberlo debe.
DON PEDRO
¿Y entonces?
BLAS y TERESA
Nadie se atreve.
DON PEDRO
(Gran misterio en ello cabe;
prosigamos, y si encuentro
el hilo a este laberinto, 645
fuego pondré a su recinto
hasta dar con lo que hay dentro.)
Decid, ¿y habéis visto alguno
de esos cuerpos que perecen
por la noche, y aparecen 650
por la mañana?
BLAS
Ayer uno.
DON PEDRO
¿Tenía herida?
BLAS
En el pecho.
DON PEDRO
¿Y mostraba la señal
ser de espada o de puñal?
BLAS
Que con ambas lo habían hecho, 655
dijeron los cirujanos.
DON PEDRO
¿Luego eran contra uno dos?
Animas eran por Dios
de vivientes bien villanos!
 

(Ruido dentro.)

 
BLAS
¿Oís?
DON PEDRO
Mándrias, no tembléis,
660
que quien lo remedie habrá.
BLAS
¿Quién con los muertos podrá?
DON PEDRO
Los vivos.
TERESA
¡Cómo!
DON PEDRO
¿No veis
que en un nicho los encierran?
BLAS y TERESA
Claro está.
DON PEDRO
Pues de contado
665
pueden más que el enterrado
los vivos que allí le entierran.
BLAS

 (A TERESA.) 

Tiene razón.
DIEGO

 (Dentro.) 

Muerto soy.
BLAS
¡Santo Dios! ¿habéis oído?
 

(Un momento de atención.)

 
DIEGO

 (Dentro.) 

¡Blas! ¡Teresa!
TERESA
¡Padre ha sido!
670
 

(BLAS corre a la puerta y al tiempo de abrirse ve a DIEGO tendido en tierra.)

 
DIEGO
¡Ay de mí!
DON PEDRO
¿Soñando estoy?


Escena IX

 

DON PEDRO, DIEGO, BLAS y TERESA.

 
BLAS
¡Sangre! ¿quién fue, padre mío?
DIEGO
Tente, Blas, no salgas, no,
que murieras como yo,
y en tí mi esperanza fío. 675
BLAS
Voy a buscar...
DIEGO
Escusado;
¡fue mi destino fatal!
arrimadme ese sitial,
y acercaos buen soldado.
DON PEDRO
Decid si sabéis quien fue, 680
que ha de acordarse de vos.
DIEGO
Dejadme acabar por Dios,
id a ver al rey...
DON PEDRO
¿Y qué?
DIEGO
Y decidle que esos muertos...
DON PEDRO
Acabad.
DIEGO
No puedo más.
685

 (Inclina la cabeza y muere.) 

 

(Pausa.)

 
DON PEDRO
¡Voto a Dios y a Barrabás!
entre sus labios abiertos
él mismo el secreto ahogó.
BLAS
Padre.
TERESA
Señor.
DON PEDRO
Esto es hecho,
vamos a echarle en su lecho, 690
que ayudaros puedo yo.
 

(Llévanle y vuelve DON PEDRO.)

 


Escena X

 

DON PEDRO.

 
DON PEDRO
¿En ver al rey tanto afán
y a puñaladas morir?
de lo que me iba a decir
claros barruntos me dan. 695
Con él los muertos mantienen
misteriosa relación
con el rey por precisión
también relaciones tienen.
¡Incomprensible cadena, 700
yo seguiré uno por uno
tus eslabones, y alguno
se deshará como arena!

  (Se pasea a pasos precipitados. Y esclama mirando a la ventanilla.)  

Muertos que del nicho salen
y los vivos asesinan, 705
son si a espacio se examinan
fantasmas que verse valen.


Escena XI

 

DON PEDRO, BLAS sale a la puerta y se tiene en el dintel, la cabeza inclinada sobre el pecho con muestras del más profundo dolor.

 
BLAS
¡Amigo!
DON PEDRO
(¡Desventurado!)
¿Diego?
BLAS
No le nombres ya:
¡silencio! mi hermana está 710
rezando aun a su lado.
DON PEDRO
Que llore es mucha razón.
BLAS
Sí, que rece una muger,
pero algo más ha de hacer
un hombre en esta ocasión. 715
DON PEDRO
¿Luego dijo...
BLAS
Nada dijo,
pero yo lo sé muy bien,
que hay cosas que no las ven
sino los ojos de un hijo.

  (Muy marcado.)  

Un hombre esta noche estuvo 720
con mi padre hablando aquí,
y yo con mi padre vi
que muy descortés anduvo.
Ya de la puerta al dintel
dijo: encomiéndate al cielo 725
á su tribunal apelo
si quien le mata no es él.
 

(Quedan ambos en silencio por un instante.)

 
DON PEDRO
Esta noche irás conmigo
y el rey te remediará.
BLAS
¿El rey? no voy; me ahorcará, 730
que es del otro muy amigo.
DON PEDRO
¿Y no hay justicia en Sevilla?
BLAS
Dicen que con este rey
no hay más razón ni más ley
que su capricho en Castilla. 735
DON PEDRO
Rapaz, la audacia perdono
porque lastimado estás;
pero no hables así más
de quien se sienta en un trono;
y escúchame un buen consejo, 740
que lléveme Belcebú
si no sé yo más que tú
en la muerte de ese viejo.
¿Quieres con el hombre dar
que a tu padre asesinó? 745
BLAS
El alma daría yo
a quien me le haga encontrar.
DON PEDRO
Pues los secretos que encierran
las tumbas, los saben bien
á estas horas...
BLAS
Pronto, ¿quién?
750
DON PEDRO
Esos muertos que te aterran.
BLAS
¡Santo Dios!
DON PEDRO
Que no te atreves
a esperarlos, bien se ve;
mas yo en tu lugar lo haré,
y piensa cuanto me debes. 755
Yo hallaré el rastro a tu presa,
te daré a ese hombre, y si él es,
me has de ayudar tú después
a poner cabo a la empresa.
¿Dices que de esa ventana 760
se alcanza la iglesia a ver?
BLAS
¿Cielos, que intentáis hacer?
DON PEDRO
Una caridad cristiana:
vete mancebo a rezar
por el que duerme allí echado, 765
vete; yo soy un soldado
y voy también a velar.
BLAS
Mirad bien, que aunque parecen
ilusiones del temor
esos fantasmas, señor, 770
mayor crédito merecen.
Mi padre me amenazó
que quien osara mirar
ni entender...
DON PEDRO
Vete a rezar,
Blas, que te lo mando yo. 775
BLAS
Valiente sois, buen soldado;
quédoos muy agradecido.
mas de hinojos os lo pido
quede el postigo cerrado.
¡Oh!, aunque me digáis tenaz 780
que son visiones del miedo,
lo he visto y juraros puedo
que hay un muerto pertinaz
que en cerrárnosle se empeña.
DON PEDRO
Vete, que ha de estar abierto 785
y como asome ese muerto
yo le daré santo y seña.
 

(DON PEDRO obliga a BLAS a entrar en el cuarto donde entró su padre.)

 


Escena XII

 

DON PEDRO.

 
DON PEDRO
Que lloren sus desventuras
los hijos de un zapatero
mientras busca un caballero 790
con valor sus aventuras.

  (Entorna la ventana.) 

Dejo entornado el postigo
y mato la luz; así
veo y no me ven a mí
de ¡as sombras al abrigo. 795

  (Toma un taburete y, se sienta enfrente de la ventana.)  

Quien son los muertos veré,
y si a toparlos acierto,
no me ha de quedar un muerto
que sepa tenerse en pie.



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