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1041

No temas ni desees el fin de la vida. MARCIAL, X, 47. (N. del T.)

 

1042

También los gladiadores cuando van a herir, al agitar sus cestos, lanzan gemidos, porque al escuchar este clamor todo el cuerpo se distiende y así nace el arranque más vehemente. CICERÓN, Tusc. Quaest., II, 23. (N. del T.)

 

1043

Haciendo resonar sus lamentos, súplicas, gemidos y sollozos, con apagadas voces expresa su dolor cruento. Versos de Atio citados en dos pasajes CICERÓN, de Finibus, II, 29; Tusc. Quaest., II, 14. (N. del T.)

 

1044

De entre todos los sufrimientos ya ningún nuevo aspecto me sorprenderá inopinadamente; todo lo preví y a todo adiestré mi ánimo. VIRGILIO, Eneida, VI, 193. (N. del T.)

 

1045

El tránsito de las carreteras detenidas en las sinuosidades de las calles estrechas y tortuosas. JUVENAL, III, 236. (N. del T.)

 

1046

Indignado Júpiter porque un mortal, huyendo de las tinieblas infernales, reapareció en la mansión de la luz, fulminó uno de sus rayos contra el inventor de este arte audaz y precipitó en las aguas del Estigio al hijo de apolo. VIRGILIO, Ened., VII, 770. (N. del T.)

 

1047

Como si un médico recetara a un enfermo que tomara «un hijo de la tierra arrastrándose por el césped, desposeído do huesos y de sangre, con la casa a cuestas». El verso latino es de CICERÓN, de Divinat., II, 61. (N. del T.)

 

1048

El médico Alcón tocó ayer la estatua de Júpiter, y ésta, a pesar de ser de mármol, experimentó el influjo consiguiente; hoy le sacan de su antiguo templo (dios y de piedra como es), para enterrarle. AUSONIO, Epigr., 74. (N. del T.)

 

1049

Ayer Andrágoras se bañó con nosotros; cenó alegremente, y le encontraron muerto esta mañana. ¿Quieres saber, Faustino, cuál fue la causa de una definición tan súbita? Había visto en sueños al médico Hermócrates. MARCIAL, VI, 53. (N. del T.)

 

1050

Panacea muy acreditada en lo antiguo. (N. del T.)