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1121

Así la mar egea revuelta por el Noto o el Aquilón no se apacigua después de la tormenta: largo tiempo irritada todavía se agita y murmura. TASSO, Gerus. liberata, c. XII, estancia 63. (N. del T.)

 

1122

El verso sabe cosquillear. JUVENAL, VI, 196. (N. del T.)

 

1123

Así habló; y como le viera indeciso rodeole con sus níveos brazos estrechándole tiernamente. Al punto Vulcano siente renacer su acostumbrado ardor, un fuego que le penetra y corre hasta la médula de sus huesos. Tal un relámpago brilla en la nube hendida por el rayo, recorriendo con sus cintas de fuego los esparcidos hábitos de la región del aire... Por fin brinda a su esposa con los abrazos que ella espera, y reclinado en su seno se abandona a las dulzuras del sosegado sueño. VIRGILIO, Eneida, VIII, 387, 392. (N. del T.)

 

1124

Lib. I, c. 29. (N. del T.)

 

1125

A fin de que con evidencia mayor recoja sedienta los dones de Venus y cuidadosamente los oculte, Geórg., III, 137. (N. del T.)

 

1126

Unida al objeto amado. CATULO, de Coma Beren., carm. LXIV, v. 79. (N. del T.)

 

1127

El hombre es para el hombre un dios o un lobo. (N. del T.)

 

1128

Es más dulce par mí verme exento de ese yugo. PSEUDO-GALLUS, I, 61. (N. del T.)

 

1129

Hay una fatalidad dominadora de esos órganos que nuestros vestidos ocultan. de nada os servirá que la naturaleza os haya favorecido abundantemente si os persigue la desdicha. JUVENAL, Sat. IX, 32. (N. del T.)

 

1130

Que conocía los placeres de ambos sexos. OVIDIO, Metam., III, 323. (N. del T.)