1191
Como el índico marfil teñido de color de púrpura, o como los lirios mezclados con las rosas, reflejando colores vividos. VIRGILIO, Eneid., XII, 67. (N. del T.)
1192
Y este silencio mismo que nos delata. OVIDIO, Amor., I, 7, 21. (N. del T.)
1193
Si ella me proveyó miserablemente; y las damas no se engañan al menospreciar las apariencias raquíticas. -Véase Veterum Poctarum Catatecta, de donde están sacados estos tres versos. (N. del T.)
1194
Que un solo hombre se avenga con esta variedad tan grande de costumbres, razones y voluntades. CICERÓN, de Petit consul., c. 14. (N. del T.)
1195
Este verso de Teodoro de Bèze figura en un epigrama de sus Juvenitia. El verso francés, cuya traducción es también arriesgadísima, pertenece a una cuarteta de Saint-Gelais. (N. del T.)
1196
Si en la obscuridad de la noche os otorgó algún favor furtivo. CATULO, Carm., LXVIII, 145. (N. del T.)
1197
El cuadro votivo que suspendí en la pared del templo de Neptuno a todos muestra que consagré a este dios mis vestiduras, húmedas todavía de naufragio. HORACIO, Od., I, 5, 13. (N. del T.)
1198
Pretender someterlo a reglas, es querer unir la locura con la razón. TERENCIO, Eunuch., act. I, esc. I, v. 16. (N. del T.)
1199
Ningún vicio está encerrado en sus propios límites. SÉNECA, Epíst. 95. (N. del T.)
1200
Cuando sólo nos afligen las primeras canas y los síntomas primeros de la vejez; cuando le quede a la Parca con que hilar para nosotros; cuando conservamos ágiles nuestras piernas, sin que el cayado nos sea indispensable. JUVENAL, Sat., III, 26. (N. del T.)