1311
Una comida en que reine el aseo mejor que la abundancia; más agradable que fastuosa. (N. del T.)
1312
Si la sapiencia me ofrecieran a condición de tenerla guardada, sin poder comunicársela a nadie, la desecharía. SÉNECA, Epíst. 6. (N. del T.)
1313
Suponed al sabio abundantemente provisto de todas las cosas necesarias, dueño de contemplar y estudiar a su albedrío cuanto es digno de ser conocido, mas de soledad tan grande rodeado que con nadie se relacione, y al punto solicitará el abandono de la vida. CICERÓN, de Offic., I, 43. (N. del T.)
1314
Si el destino me consintiera conforme a mis deseos asar mi vida. VIRGILIO, Eneid., IV, 340. (N. del T.)
1315
Visitaría las regiones que el sol abrasa con sus rayos; contemplaría las en que se forman las nubes y el rocío. HORACIO, III, 3, 54. (N. del T.)
1316
Qué oculto en vuestro corazón os consume y os corroe. Ennius apud Cicer de Senectude, c. 1. (N. del T.)
1317
Los favores de la fortuna no se gozan nunca puros. QUINTO CURCIO, IV, 14. (N. del T.)
1318
La placidez verdadera es aquella que la razón nos procura. SÉNECA, Epíst. 53. (N. del T.)
1319
Que uno de mis remos sacuda las olas y el otro la arena de la playa. PROPERCIO, III, 3, 23. (N. del T.)
1320
El Señor sabe que los pensamientos de los sabios no son más que vanidad. Ps. 93, v. 11; y Corint., 1, 3, 20. (N. del T.)