Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.
 

1361

Tanto confían en la fortuna, que hasta la naturaleza menosprecian QUINTO CURCIO, III, 2, 18. (N. del T.)

 

1362

Ni llevo mi animosidad más lejos de lo que exigen las necesidades de la guerra. (N. del T.)

 

1363

El que no tiene de su parte la razón acude a la violencia. CICERÓN, Tuscul. Quaest., IV, 25. (N. del T.)

 

1364

No trataban todos juntos de todo, sino que cada cual atendía a aquello en que le iba algún interés particular. TITO LIVIO, XXXIV, 36. (N. del T.)

 

1365

Mejor no comienzan que se contienen. SÉNECA, Epíst. 72. (N. del T.)

 

1366

Como la roca que avanza en el ancho océano, abierta al empuje de los vientos y expuesta al choque de las olas, permaneciendo inconmovible contra todo el poder junto del cielo y del mar. VIRGILIO, Eneida, X, 693. (N. del T.)

 

1367

No nos induzcas a tentación. (N. del T.)

 

1368

Montaigne traduce estas palabras antes de citarlas. (N. del T.)

 

1369

Pues ellas mismas se atropellan una vez que se apartaron de la razón; la necedad es indulgente consigo misma y se remonta imprudentemente a las alturas sin hallar medio de retenerse. CICERÓN, Tusc. Quaest., IV, 18. (N. del T.)

 

1370

Así, cuando las primeras corrientes de aire sosegadas gimen en las selvas y nacen apagados murmullos presagian a los navegantes los vientos que han de venir. VIRGILIO, Eneida, X, 97. (N. del T.)