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201

De la propia suerte que saber, también el dudar es meritorio. DANTE, Infierno, cant. XI, v. 93. (N. del T.)

 

202

Que no tenga otro techo que el firmamento; que viva rodeado de alarmas. HORACIO, Od., III, 2, 5 (N. del T.)

 

203

El trabajo os endurece al dolor. CICERÓN, Tusc. quaest., II, 15. (N. del T.)

 

204

Se puede ser sabio con modestia, sin orgullo. SÉNECA, Epíst. 103. (N. del T.)

 

205

Porque Aristipo o Sócrates no respetaron siempre las costumbres de su país, sería un error suponer que vosotros podéis imitarlos. Su mérito trascendental y casi divino autorizaba esa libertad. CICERÓN, Acad., II, 41. (N. del T.)

 

206

Qué región está amortecida por el frío o abrasada por el sol; qué viento propicio empuja las naves a Italia. PROPERCIO, IV, 3. 39. (N. del T.)

 

207

Lo que puede desearse: cuáles daten ser los servicios que el dinero ha de procurar; cuáles son los deberes para con la patria y para con la familia; qué es lo que Dios ha querido que el hombre fuese sobre la tierra y qué lugar le ha asignado en el mundo, lo que somos y con qué designio nos dio el ser. PERSIO, III, 69. (N. del T.)

 

208

Y de qué modo debemos evitar, o soportar, las penalidades de la vida. VIRGILIO, Eneida, II, 459. (N. del T.)

 

209

Determinate a ser virtuoso, empieza; diferir la mejora de la propia conducta, es imitar la simplicidad del viajero que, encontrando un río en su camino, aguarda que el agua haya pasado; el río corre y correrá eternamente. HORACIO, Epíst., II, 1, 40. (N. del T.)

 

210

Cuál es la influencia del signo de Piscis, del León inflamado y la de Capricornio, que se sumerge en la mar occidental. PROPERCIO, IV, 1, 89. (N. del T.)