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311

Los ganados pastaban las mieses de Demócrito, mientras su espíritu, separado de su cuerpo, viajaba por el espacio. HORACIO, Epíst., I, 12, 12. (N. del T.)

 

312

¡Pues qué!, ¿vuestra ciencia no significa nada, si no se conoce de antemano que estáis dotados de ella? PERSIO, Sát., I, 23. (N. del T.)

 

313

PROPERCIO, II, 25, 38. (N. del T.)

 

314

Paseándome en silencio por los bosques, y ocupándome en todo aquello que merece los cuidados de un hombre cuerdo y virtuoso. HORACIO, Epíst., I, 4, 4. (N. del T.)

 

315

Gocemos; sólo los días que consagramos al placer nos pertenecen. Muy pronto no serás más que un puñado de ceniza, una sombra, una ficción. PERSIO, Sát., V, 151. (N. del T.)

 

316

Viejo caduco, ¿trabajas sólo para distraer la ociosidad del pueblo? PERSIO, Sát., I, 22. (N. del T.)

 

317

Llenad vuestro espíritu de nobles imágenes. CICERÓN, Tusc. quaest., II, 22. (N. del T.)

 

318

Que derribe por tierra al enemigo que le hace frente; que perdone al que está y por tierra. HORACIO, Carm. saecul., v. 51. (N. del T.)

 

319

Hablen otros con elocuencia; armados del compás midan otros la ruta de los astros, cuanto a él le basta con saber gobernar los imperios. VIRGILIO, Eneida, VI, 849. (N. del T.)

 

320

Un ordenamiento simétrico es cosa indigna del hombre. SÉNECA, Epíst. 115. (N. del T.)