381
HOMERO, Iliada, XX, 249. (N. del T.)
382
Aníbal venció a los romanos, mas no acertó a sacar partido de la victoria. PETRARCA, tercera parte de los sonetos, fol. 141, edic. de Gabriel Giolito. (N. del T.)
383
Felipe II. (N. del T.)
384
Cuando el hado lo arrastra todo, cuando todo cede ante el terror. LUCANO VII, 734. (N. del T.)
385
Ciudad del Epiro. (N. del T.)
386
El que desafía la muerte casi nunca la recibe sin causarla. LUCANO, IV, 275. (N. del T.)
387
A veces la imprudencia triunfa y la mesura nos engaña; con frecuencia la fortuna no brinda con sus favores a los más dignos; diosa inconstante revolotea aquí y allá a tenor de sus caprichos. La causa de ello es que existe un poder superior que nos domina, del cual dependen todas las criaturas. MANILIO, IV, 95. (N. del T.)
388
Como aquellos de nuestros jinetes que saltan de un caballo a otro, los númidas acostumbraban a llevar dos corceles; completamente armados, en lo más recio del combate, se lanzaban del animal cansado al de refresco. ¡Tan grandes eran su agilidad y la docilidad de sus caballos! TITO LIVIO, XXIII, 29. (N. del T.)
389
En el cual, sin ningún género de duda, sobresalían los romanos. Tito Livio, IX, 22, (N. del T.)
390
Ordena que se haga entrega de las armas, caballos y rehenes. De Belle Gallico, VII, 11. (N. del T.)