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21

140-30. «Adorno, aliño, arreo.» (Acad. Esp.)

«DOÑA JUANA.
Esta casa alquilé ayer,
con su servicio y ornato.
QUINTANA.
Aunque no saldrá barato,
no es nuevo agora el haber
en Madrid quien una casa
dé, con todo su apatusco

(Tirso de Molina, Don Gil de las Calzas Verdes, II, 1.)                


«Con que yua yo mas lominiesta y loçana que acemila de duque con sus borlas y apatusco


(La pícara Justina, I, pág. 145, edición Puyol.)                


«Con tanta sarta y apatusco como trahia en la collera.»


(Ibid., I, 160.)                


«El licenciado paga el pato, con todo su apatusco


(Quevedo, Cuento de cuentos.)                


(N. del E.)

 

22

141-12.

«Previnieron (los Reyes y Príncipes) -escribe Covarrubias- que el maestresala, poniendo el servicio delante del señor, le gustase primero, sacando del plato alguna cosa de aquella parte de donde el Príncipe había de comer, haciendo lo mesmo con la bebida, derramando del vaso en que ha de beber el señor alguna parte sobre una fuentecica, y bebiéndola. Esta ceremonia se llamó hacer la salva, porque da a entender que está salvo de toda traición y engaño.»



En la comedia Del Capitán prodigioso, Príncipe de Transilvania, por Luis Vélez de Guevara (jornada II), el Príncipe acusa de traidor a su mayordomo, que le trae un vaso de ponzoña:

 

(Va a beber, y detiénele el PRÍNCIPE el brazo.)

 
«MAYORDOMO.
¿Yo traidor?
PRÍNCIPE.
Purga el indicio:
salva esta copa, si estás
salvo della.
MAYORDOMO.
Haré la salva,
pues mi inocencia me salva.
PRÍNCIPE.
Yo sé bien que no le harás.
MAYORDOMO.

 (Aparte.) 

Mi muerte es cierta; ¿qué espero?
Descubriré la traición
y pediréle perdón,
pues es clemente, y no fiero.
Pero no, que me avergüenza
mi propia maldad; ¡oh suerte!
Morir quiero, que harta muerte
es padecer la vergüenza.
PRÍNCIPE.
Tente.
MAYORDOMO.
¿Por qué?
PRÍNCIPE.
Porque tengo
más lástima yo de ti
que tú has tenido de mí,
y del daño te prevengo.»


(N. del E.)

 

23

143-29. Vide la nota 33-23. El baile del escarramán parece haberse llamado así por el nombre del famoso rufián sevillano a quien saca a escena Cervantes, según hemos visto, en el entremés de El rufián viudo. Del párrafo que anotamos puede inferirse una de dos consecuencias: una, que había dos bailes, el escarramán y el nuevo escarramán; otra, que el escarramán era nuevo cuando Cervantes componía La cueva de Salamanca.

Alonso Jerónimo de Salas Barbadillo escribió una novela con el título de El gallardo Escarramán. A don Agustín Moreto se atribuye una comedia burlesca que lleva el título de Los celos de Escarramán. El gallardo Escarramán, comedia de Salas Barbadillo, suele ir unida a su novela El svbtil cordovés Pedro de Vrdemalas (véase C. A. de la Barrera, Catálogo bibliográfico y biográfico del Teatro antiguo español, pág. 358), impresa en 1620.23.1 (N. del E.)

 

23.1

El gallardo Escarramán, comedia... en 1620.» añadido de la fe de erratas del original. (N. del E.)]